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Universidad de San Carlos de Guatemala.

Centro Universitario de Baja Verapaz.

Carrera: Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario.

Catedra: Oratoria Forense.

Catedrático: Diana Lizette Ruano Salguero.

MONOGRAFÍA, “ARGUMENTACIÓN Y LOGICA JURIDICA”

Kevin Estuardo Reyes Laparra.

Carné: 201742822.

Salamá Baja Verapaz 07 de Junio 2023.


Introducción

La argumentación y la lógica jurídica son elementos fundamentales en el ámbito


del derecho, ya que constituyen las bases para la construcción y el análisis de los
argumentos legales. En un sistema jurídico, la argumentación se utiliza para
persuadir y convencer a un tribunal, un juez o un jurado sobre la validez de una
posición legal. La argumentación jurídica implica el uso de la lógica, la razón y la
evidencia para presentar y sostener una postura legal. Se basa en la
interpretación de las leyes, la jurisprudencia y los principios jurídicos, y busca
demostrar la coherencia y la validez de un razonamiento jurídico.

El estudio de la argumentación y la jurídica no solo permite comprender el


funcionamiento de los sistemas jurídicos, sino también evaluar la solidez de los
argumentos presentados en los procesos judiciales y el desarrollo de normas
legales. Además, ayuda a identificar falacias o sesgos que pueden influir en la
toma de decisiones y promover un pensamiento crítico y analítico en el ámbito
legal.

La combinación de la argumentación y la lógica es esencial para garantizar la


justicia y la equidad en el ámbito legal. A través de la argumentación adecuada y el
razonamiento lógico, se busca llegar a conclusiones fundadas en la ley, la
jurisprudencia y los principios jurídicos, impidiendo decisiones arbitrarias o
basadas en sesgos.

En resumen, la argumentación y la lógica desempeñan un papel crucial en el


sistema legal, permitiendo el análisis crítico, la interpretación precisa y la
aplicación coherente de las normas legales. Estas disciplinas contribuyen a la
construcción de argumentos sólidos ya la toma de decisiones justas,
fundamentadas en principios legales y en el respeto de los derechos y garantías
de las personas involucradas en los procesos jurídicos.

II
Argumentación jurídica

Argumentar es dar razones a favor (o en contra) de una tesis u opinión.


Argumentar suele ser una actividad lingüística (aunque cabe imaginar situaciones
en las que se argumente de manera no verbal). Desde esta perspectiva, un
argumento es, por tanto, un conjunto de enunciados que expresan razones que
apoyan una determinada tesis.

Argumentar es, según el diccionario, sacar en claro, descubrir, probar, o bien


disputar, discutir, impugnar una opinión ajena. La argumentación, por lo tanto,
refiere la acción de ofrecer argumentos para convencer. El argumento es “el
razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien
para convencer a otro de aquello que se afirma o se niega”.

En términos generales se refiere a un “razonamiento mediante el cual se intenta


probar o refutar una tesis, convenciendo a alguien de la verdad o falsedad de
esta”. Se reconocen en principio por su carácter lógico-formal, aun cuando no
todos los argumentos tengan este carácter en sentido estricto. La argumentación
se refiere al proceso de argüir; el argumento, en cambio, a cada uno de los
razonamientos específicos, aunque es correcto utilizar los términos
indistintamente. En la argumentación se pretende refutar un argumento o
convencer a otro de la verdad de la opinión que se sostiene. El concepto de
argumento se puede entender tanto como medio de interpretación como razones
de apoyo. Sirve como fundamento de la prueba o demostración, los cuales, a
diferencia del argumento que no necesariamente tiene que serlo, son más
rigurosos. Distinguir entre éstos, sin embargo, no siempre es fácil.

Elementos de la argumentación jurídica

Premisas

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Son las proposiciones o afirmaciones que sustentan el argumento. Las premisas
en la argumentación jurídica deben ser claras, relevantes y respaldadas por
evidencia y fuentes legales.

Razonamiento

Es el proceso lógico mediante el cual se establece una conexión entre las


premisas y la conclusión. El razonamiento en la argumentación jurídica se basa en
principios lógicos y reglas de inferencia para llegar a una conclusión lógica.

Conclusión

Es la sustentada final a la que se llega a través del razonamiento. La conclusión


en la argumentación jurídica debe ser coherente con las premisas y respaldada
por una justificación jurídica sólida.

Características de la argumentación jurídica

 Racionalidad: La argumentación jurídica se basa en la utilización de la


razón y la lógica para presentar argumentos racionales y sólidos.
 Fundamentación legal: Los argumentos jurídicos se apoyan en el marco
normativo y legal aplicable, utilizando precedentes, leyes, tratados y
doctrina jurídica relevante como fundamentos.
 Persuasión: La argumentación jurídica tiene como objetivo persuadir y
convencer a un receptor sobre la validez de una posición jurídica. Para
lograrlo, se utilizan técnicas argumentativas sólidas y convincentes.
 Evidencia y fuentes: Los argumentos jurídicos deben estar respaldados
por evidencia y fuentes confiables, como casos judiciales, legislación,
jurisprudencia, doctrina legal y expertos en la materia.
 Coherencia y consistencia: Los argumentos jurídicos deben ser
coherentes y consistentes, impidiendo contradicciones y asegurando que
las premisas y la conclusión estén en armonía.
 Contexto y audiencia: La argumentación jurídica debe tener en cuenta el
contexto legal y la audiencia a la que se dirige, adaptando los argumentos y
el lenguaje utilizado de manera adecuada.

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La teoría de la argumentación divide en dos grupos

En el tipo lógico, el argumento se presenta como la forma de razonamiento


válido, que se estructura mediante dos enunciados y una conclusión.

El razonamiento, en sentido lógico, es un proceso formal, que puede ser


correcto o incorrecto, y se refiere a las operaciones de inferencia, tales como la
abducción, la deducción o la inducción. Aristóteles reconoció en su tiempo que al
lado de los argumentos lógicos se pueden aducir los argumentos llamados
“dialécticos” o de probabilidad, que son razonamientos que parten de opiniones
generalmente aceptadas.

La argumentación es una parte especial del razonamiento jurídico, las respuestas


que ofrece un investigador a una cuestión jurídica no son ni verdaderas ni falsas,
solamente pueden ser consideradas como mejores, correctas o más adecuadas
para resolver un problema. El proceso de argumentación puede ser controvertido
por otras razones, lo que se conoce como contraargumentación. Proponer un
significado debe sustentarse en argumentos válidos que hagan sólida la
interpretación. A mayor cantidad de argumentos, más fuerza se le atribuye a la
interpretación.

El razonamiento jurídico, tanto desde la perspectiva de la interpretación doctrinal


como de la decisión judicial, se realiza en etapas: en la primera, conocida como
contexto del descubrimiento, se realiza la identificación de la respuesta; en la
siguiente, se explica la situación que se presenta, y finalmente, se justifica
mediante razones la conclusión a la que se arriba o la propuesta que se hace.

Los argumentos son las razones aducidas en la justificación de la interpretación de


un texto jurídico (doctrinal o normativo), también conocido como argumentación
jurídica. En un Estado de derecho estas razones son en primera instancia las
fuentes del derecho, las cuales pueden incluir para efectos del trabajo de

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investigación, además del derecho positivo, a la doctrina. En términos generales,
la interpretación jurídica se basa en el derecho como fuente, las directivas del
razonamiento jurídico y los valores y valoraciones del sistema jurídico y del
intérprete. Cabe mencionar que la interpretación de la doctrina es distinta a la de
los textos normativos, y que la argumentación dogmática se caracteriza por la
vinculatoriedad del derecho vigente.

El derecho como argumentación y las diferentes concepciones de


la argumentación jurídica

El enfoque del derecho como argumentación es una concepción superadora,


como se ha expuesto, de las corrientes filosóficas acerca de lo jurídico, que parte
de una concepción dinámica del mundo del derecho. A continuación, ha de
analizarse en qué sentido hablamos de perspectiva dinámica, lo que ha de
enlazarse con la exigencia que imponen los Estados constitucionales a los jueces
de llevar a cabo un especial esfuerzo justificador de sus decisiones.

La concepción formal, la concepción material y la concepción pragmática de la


argumentación. La concepción formal se utiliza para la solución de problemas
formales de tipo matemático que tienen como elemento común el no ser
problemas reales, sino ficticios, cuya utilidad es que nos ayudan a resolver los que
se presentan en la realidad. La solución de los problemas formales requiere llevar
a cabo tareas argumentativas, o por lo menos que el resultado de esas tareas
pueda exponerse de forma argumentativa. La importancia de resolver problemas
formales es que, ejercitarse en la solución de estos es un buen entrenamiento
para hacer frente a problemas que no son simplemente formales.

Es tanto así que en la práctica la necesidad de argumentar proviene de la


necesidad de resolver problemas materiales, no estrictamente formales, pero por
el conocimiento y pericia que tenemos para trabajar con estos se nos hace más
fácil resolver aquellos. Aquí las premisas y la conclusión son enunciados no
interpretados, o si se quiere, interpretados en sentido puramente abstracto.

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La concepción material, al igual que la formal, debe valerse de argumentos
generalmente deductivos, aunque no siempre. Esto da pie a que se diga que este
tipo de concepción presupone la formal. La diferencia es que en la concepción
material el razonamiento no acaba, como en la formal, en las formas, sino que lo
esencial es el contenido. Quien soluciona un problema de corte material tiene
comprometerse con la verdad o la corrección de un contenido o supuesto de
hecho determinado, no así en la concepción formal, en la cual basta que la
inferencia sea lógica.

La concepción pragmática resulta necesaria porque hay un tercer tipo de


problema, que genera la necesidad de argumentar y que no puede calificarse ni de
formal ni de material. Es el caso de las situaciones en las que interactuamos con
otros. En estos casos, lo que buscamos es persuadir sobre la veracidad de algo o
bien sobre la falsedad de la tesis contraria. En el área jurídica esto está a la orden
del día. El abogado debe convencer al juez de que su tesis y no otra es la
verdadera, el juez debe convencer a las partes y aun a la comunidad en general
de que su fallo ha sido emitido haciendo un buen análisis del caso, que razones de
hecho o de ley son los motivos de su decisión.

La Lógica

La lógica es un conocimiento que tiene como principal objetivo las relaciones


formales entre enunciados, busca permitirnos verificar la validez (lógica) de los
argumentos. Verifica proposiciones que son ciertas independientemente de su
contenido, es decir de argumentos2 que se supone son verdaderos.

Lógica Jurídica

El Derecho ha venido utilizando la lógica como herramienta desde hace mucho


tiempo. El paso de sistemas jurídicos formalistas, rígidos, anclados en
supersticiones y mitos a un Derecho que busca la equidad y la solución ponderada
a los problemas de convivencia, ha venido facilitado por el desarrollo del
razonamiento lógico jurídico. La lógica jurídica es un instrumento para el Derecho
y se encarga de examinar, desde el punto de vista formal, las operaciones

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intelectuales del jurista, así como los productos mentales de esas operaciones:
conceptos, definiciones, juicios y raciocinios jurídicos.

Ha habido momentos históricos de especial relevancia para la Historia del


Derecho, en que ha tenido protagonismo la forma de confeccionar el razonamiento
jurídico, como ocurrió en el esplendor de la Edad Media con el nacimiento del
Derecho Común, y en especial con las escuelas jurídicas a partir de los
comentaristas. Y, en la época siguiente, en el siglo XVII, el racionalismo jurídico
sería el que generaría, con el tiempo, el modo de pensar en el que se formaría la
idea codificadora. En el siglo XX ha resurgido la lógica jurídica, con perspectivas
diferentes.

Actualmente, se distinguen dos tipos de lógica:

 La de los juristas y
 La Lógica del Derecho.

Características de la lógica jurídica

Formalidad: La lógica jurídica sigue los principios y reglas de la lógica formal, con
el fin de garantizar la validez y consistencia en los razonamientos legales.

Coherencia: Busca mantener la consistencia interna en los argumentos legales,


evitando contradicciones o incompatibilidades lógicas.

Rigor: Se apoya en una estructura lógica rigurosa para analizar y evaluar los
argumentos jurídicos, utilizando reglas y principios bien definidos.

Aplicabilidad: La lógica jurídica se aplica en diversas áreas del derecho, como la


interpretación de leyes, la argumentación legal y la resolución de conflictos.

Persuasión: Además de buscar la validez lógica, la lógica jurídica tiene como


objetivo persuadir y convencer a través de argumentos racionales y sólidos.

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La primera estudia el raciocinio de los juristas, mientras que ésta analiza la
estructura de las proposiciones normativas. La lógica jurídica se constituye como
una ciencia auxiliar del Derecho, método de investigación aplicable a un área del
conocimiento jurídico.

Tipos de lógica jurídica:

 Lógica formal: Se refiere a la aplicación de los principios y reglas de la


lógica formal en el razonamiento y argumentación jurídica. Incluye el uso de
deducciones lógicas, silogismos y la aplicación de reglas de inferencia.
 Material lógico jurídico: Se centra en la aplicación de principios lógicos en
el análisis y evaluación del contenido de las normas legales, su
interpretación y su aplicación a casos específicos.
 Lógica deóntica: Se ocupa del estudio de la lógica aplicada a los
conceptos de permiso, obligación y disposición en el ámbito del derecho.
Examina cómo se aplican las normas y las relaciones de deber y derecho.
 Lógica argumentativa: Se enfoca en el análisis y evaluación de los
argumentos jurídicos, considerando su validez, coherencia y persuasividad.
Incluye el estudio de las falacias y técnicas argumentativas utilizadas en el
ámbito legal.

En Guatemala, la lógica jurídica se basa en los principios generales de la lógica


formal, como la no contradicción, la identidad y el tercero excluido. Estos son
aplicados en la interpretación y principios de aplicación de las leyes
guatemaltecas, con el fin de asegurar un razonamiento jurídico sólido y
consistente.

Dentro de la lógica jurídica, la "no contradicción", la "identidad" y el "tercero


excluido" son principios lógicos fundamentales que se utilizan para evaluar la

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validez y coherencia de los razonamientos jurídicos. A continuación, se explica
cada uno de estos principios:

No contradicción

Este principio establece que una proposición no puede ser verdadera y falsa al
mismo tiempo y en el mismo sentido. En el contexto de la lógica jurídica, implica
que no puede existir una contradicción lógica dentro de un argumento legal. Esto
significa que no se pueden sostener dos afirmaciones opuestas o incompatibles
como verdaderas simultáneamente. La no contradicción es esencial para
garantizar la coherencia y consistencia en el razonamiento y la argumentación
jurídica.

Identidad

El principio de identidad establece que una cosa es idéntica a sí misma, es decir,


que una entidad es igual a sí misma y diferente de cualquier otra entidad. En la
lógica, este principio implica que los términos y conceptos utilizados en los
argumentos deben mantener su significado y no cambiar arbitrariamente a lo largo
del razonamiento. La identidad garantiza la claridad y precisión en el lenguaje
jurídico y evita confusiones y ambigüedades.

Tercero excluido

El principio del tercero excluido establece que una sólida es verdadera o falsa, sin
posibilidad de una tercera opción. En el contexto de la posición lógica jurídica, esto
significa que una pro jurídica puede ser considerada como verdadera o falsa, pero
no puede ser ambas al mismo tiempo. Este principio es fundamental para la toma
de decisiones y la resolución de conflictos legales, ya que se basa en la exclusión
de opciones intermedias.

Estos principios lógicos, la no contradicción, la identidad y el tercero excluido son


esenciales en la lógica para asegurar la validez y coherencia de los argumentos y
razonamientos legales. Su aplicación adecuada contribuye a un sistema legal

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sólido y confiable, donde los razonamientos jurídicos son libres de contradicciones
y ambigüedades.

La argumentación y la lógica jurídicas son dos conceptos relacionados pero


distintos en el ámbito del derecho. A continuación, se presentan algunas
diferencias clave entre ambos:

Naturaleza y enfoque

La argumentación jurídica se refiere al proceso de presentar y sustentar razones y


argumentos para persuadir a una autoridad legal sobre la validez o invalidez de
una posición legal o la solución adecuada a un caso específico. Se centra en la
persuasión y la justificación de las decisiones legales.

La lógica jurídica se ocupa del estudio y aplicación de los principios lógicos en el


ámbito del derecho. Se enfoca en la coherencia, consistencia y validez de los
razonamientos y argumentos jurídicos. Busca garantizar un razonamiento jurídico
sólido y coherente.

Objetivo

El objetivo de la argumentación jurídica es convencer y persuadir a través de la


presentación lógica y fundamentada de los argumentos legales. Busca influir en la
toma de decisiones legales y la resolución de conflictos.

El objetivo de la lógica jurídica es asegurar la validez y coherencia de los


razonamientos jurídicos. Se enfoca en garantizar que los argumentos legales
cumplan con los principios lógicos y sean consistentes.

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Conclusiones

 La argumentación jurídica, respaldada por la lógica jurídica, permite una


interpretación rigurosa y coherente de las normas legales, asegurando la
aplicabilidad justa y equitativa del derecho en la resolución de conflictos.
Mediante la argumentación lógica y jurídica, se fomenta un debate
informado y fundamentado en el ámbito jurídico, promoviendo una mayor
transparencia y confianza en el sistema de justicia.
 La argumentación y lógica jurídica contribuyen a la evolución y adaptación
del derecho, ya que permiten identificar inconsistencias en las normas
existentes y proponer interpretaciones innovadoras para abordar nuevas
problemáticas sociales y legales.
 la argumentación y la lógica jurídica son elementos esenciales en el
derecho guatemalteco, ya que permiten la construcción de argumentos
sólidos, la aplicación coherente de las leyes y la búsqueda de la justicia.
Estas disciplinas promueven la seguridad jurídica, la transparencia y la
confianza en el sistema legal de Guatemala, asegurando que las decisiones
se basen en fundamentos legales sólidos y respeten los derechos y
garantías de los ciudadanos.

XII
 Como parte de la presente monografía debemos recordar que, aunque muy
estrechamente ligados la argumentación jurídica se enfoca en la persuasión
y la justificación de las decisiones legales, mientras que la lógica jurídica se
centra en la coherencia y consistencia de los razonamientos jurídicos,
aplicando principios lógicos para garantizar su validez. Ambos son
importantes en el ámbito del derecho, pero tienen enfoques y objetivos
diferentes.

Bibliografía

 Sánchez, CE Título: Argumentación Jurídica en Guatemala: Perspectiva


crítica. Año: 2015. Editorial: Universidad de San Carlos de Guatemala.
 Alejandro Maldonado "La argumentación jurídica en Guatemala” Año de
publicación: 2018
 Danilo Rodríguez Prado Título: Argumentación y lógica en Guatemala:
Elementos teóricos y prácticos para la formación de juristas Año: 2015
Editorial: Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Universidad
Rafael Landívar

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