Está en la página 1de 38

INSTITUTO SUPERIOR DEL PROFESORADO DE ENSEÑANZA

ARTÍSTICA DE BELLAS ARTES “ALFREDO SANTIAGO


PÉRTILE”

Historia del Arte Visual III

Década de los 60’


_ Pop art

_ Op art

_ Instituto Torcuato Di Tella


_ Tucumán arde

Profesora: Gianneschi, María Itatí


Introducción

En la década de los 60’, tras la Segunda Guerra Mundial surgen las


segundas vanguardias. La sociedad del consumo y el capitalismo se desarrollan,
el coleccionismo se dispara y el arte se convierte en un objeto de especulación.

Surge en el arte el Pop Art, en contra de estos aspectos, con ironía y


sentido del humor.

De la misma manera, surge el Op Art como un movimiento pictórico, sin


apariencia emocional, engañando al ojo humano.

Ubicándonos seguidamente en Argentina, lugar donde ocurrieron muchos


acontecimientos, tanto políticos, como sociales y culturales, nos referiremos al
Instituto Torcuato Di Tella, que duró casi 12 años pero cambió la manera de
entender y vivir el arte en el país, siendo este el semillero de grandes artistas que
generó un gran legado cultural.

Por último, nos abocaremos a “Tucumán Arde” qué fue una obra concebida
y realizada colectiva y multidisciplinariamente montada en 1968 en las sedes de la
“CGTA”, en la ciudad de Rosario y en la provincia de Buenos Aires, siendo los
artistas componentes de la misma quienes se involucraron en la problemática
social y política de la provincia de Tucumán rompiendo con todas las estructuras
estéticas del arte de aquellos años en nuestro país

Década de los 60’

Debido a las consecuencias de tan brutal acontecimiento, finalizando


la Segunda Guerra Mundial con más de 50 millones de vidas humanas con el
último bombardeo nuclear, el 9 de agosto de 1945, sobre Japón, en la ciudad de
Nagazaki.

París, el epicentro internacional del arte, ciudad icónica y generadora


de casi todas las vanguardias del principio del siglo XX, quedó totalmente
devastada. Tanto artistas como filósofos, científicos, contando también los
exiliados de la Alemania Nazi, buscaron refugio en Estados Unidos.

En los años 50 del siglo pasado, Estados Unidos se consolidó como


la nación más próspera, económica, militar y políticamente, teniendo de
contrapeso únicamente a la Unión Soviética. La posición dominante de los
estadounidenses penetró en el campo artístico. El asilo a artistas e intelectuales
refugiados dio frutos. Estas migraciones nutrieron de un perfil intelectual muy
específico. Nueva York fue la nueva capital del arte.

Como consecuencia, confluyen allí las dos vertientes artísticas que se fijaron
durante la primera mitad del siglo XX en Europa, donde se habían mostrado
opuestas entre sí: la racional, tendente a lo formal, y la irracional, proclive a lo
expresivo. En cambio, una vez asumidas en América se hacen compatibles,
dando lugar a una gran variedad de nuevas propuestas. Por ejemplo, entre
éstas destacan el Expresionismo abstracto, el Pop Art, el Minimalismo y el
Arte Conceptual por constituirse como puntos de partida para otras muchas
tendencias que enlazan con nuestros días.

Tan importante era para Estados Unidos asirse del bastión cultural y hacer
del expresionismo abstracto un movimiento puramente americano, que la misma
CIA financió y lo promovió de manera internacional, organizando las primeras
exposiciones europeas. . Además, este nuevo arte era apoyado por parte de las
familias más poderosas de Estados Unidos en esa época, Rockefeller y
Guggenheim.

Estas segundas tendencias se sucedieron muy rápidamente debido a


los medios de comunicación, cada vez más efectivos por el alto desarrollo
tecnológico, pero a la vez fueron acogidas de un modo más natural, menos
traumático.

La experiencia de las primeras vanguardias dio cierta tranquilidad y


sosiego al mundo del arte, que pudo asimilar mucho mejor esta segunda oleada.

Ahora las vanguardias no procedían de artistas incomprendidos que


quieren llamar la atención del público, sino que se convierten en propuestas
nuevas y atractivas. Adquieren un tinte más atrayente, moderno y exclusivo que
favorecerá el mercado y la aproximación del público en general.

De esta manera, “Arte de Postguerra” se le llama al periodo de la historia


del arte donde Estados Unidos se integró victorioso como el productor más
avanzado y propositivo. Pero recordemos que este triunfo provino a partir de los
horrores de una cruel guerra.
Un nuevo arte se estaba gestando ya para finales de los años 50 y
principios de los 60. Un arte que volvía a la figuración, menos místico y
existencialista, que proyectaba más contundentemente el triunfo de la nación
americana: el Pop art.

Pop Art

Dentro ya de la típica sociedad de consumo surge como


contrapartida el Pop Art, un estilo basado en las imágenes comerciales y de
los medios de comunicación de masas, como la fotografía, la publicidad, la
ilustración de revistas o los cómics.

Se trataba de imágenes con carácter popular, que, precisamente por esto,


no habían sido tenidas en cuenta antes a excepción del Dadaísmo, que en su
desdén por lo establecido introduce el mundo de lo vulgar y, por ello, lo
antiestético. Sin embargo, a diferencia de los dadaístas, ahora no se manifiesta
descontento con la sociedad del momento, pues es en ella donde encuentra la
fuente de inspiración.

Esta expresión artística nace en el Reino Unido, a mediados de 1950,


luego del reciente final de la segunda guerra mundial, surge de las
diferencias y discusiones que mantenían los artistas de la época por el
impacto que la moderna tecnología y los medios de comunicación estaban
teniendo en la sociedad.

Richard Hamilton es considerado el artista que creó la primera obra del


Arte Pop: el collage titulado “¿Qué es lo que hace que los hogares de hoy sean
tan diferentes, tan llamativos?” que ofrece imágenes de bienes de consumo que
llegan a Gran Bretaña al finalizar la Segunda Guerra Mundial procedentes de
Estados Unidos, el cual fue expuesto Whitechapel Gallery de Londres en 1956.

Hamilton, Richard. (1956) “¿Qué es lo que hace que los hogares de hoy sean tan
diferentes, tan llamativos?”. [Collage sobre papel.] 26 cm x 25 cm. Kunsthalle Tübingen.
Alemania.

El “arte popular” como lo dice su nombre es el resultado de un estilo


de vida, la manifestación de incluir al arte lo más cotidiano, la adquisición
de nuevas tecnologías, la publicidad, la moda y el consumo de artículos
producidos en serie.

Si bien en un principio no fue bien aceptado por la sociedad, este


movimiento no tardó en hacerse exitoso, las obras tenían formas claras y
divertidas, lo que al público le gustaba ya que podía captar el contenido con
facilidad.

En estados unidos, este movimiento artístico entra en escena a


principios de 1960, en donde tiene un gran desarrollo de la mano de grandes
artistas como Andy Warhol, Jim Dine, Roy Lichtenstein, James Rosenquist,
Robert Indiana, Tom Wesselmann y Claes Oldenburg.
Andy Warhol. (1962) Latas de sopa Campbell. [Pintura polimérica sintética en
lienzo.] 51 cm x 41 cm. Museum of Modern Art, New York, Estados Unidos.

Roy Lichtenstein. (1963) Craying girl. [Pintura esmalte.] 41 cm x 61 cm


Roy Lichtenstein. (1961). Look Mickey. [Oil sobre lienzo.] 121.9 cm × 175.3
cm National Gallery of Art - East Building. Washington. Estados Unidos.

El arte pop en estados unidos tiene un gran auge, ya que se adaptaba


muy bien a su cultura y representaba lo que la sociedad estaba viviendo. Las
obras no solo incluían dibujos o pinturas, se caracterizaban por ser obras con
mucha información, incluyendo collage, fotografías o esculturas.

Por eso, es aquí donde el Pop Art arraiga especialmente en la década


de 1960 gracias, sobre todo, a Andy Warhol (1928-1987), quien le imprime un
carácter inconfundiblemente americano. Él introduce la banalidad, con objetos
de consumo muy conocidos, y también la repetición mecánica, porque ofrece la
misma imagen muchas veces, tanto que al final la reconocemos sin necesidad de
fijar la mirada en ella.

Características en cuanto a la composición de las obras

Los colores usados en las obras son el amarillo el rojo y el azul, mostrando
en muy pocas ocasiones la pincelada. Utiliza la tinta plana y los colores
muy saturados por lo que muchos de los artistas pop recurren al
grabado que favorece ese efecto, en especial a la litografía y a la
serigrafía
En comparación con otros movimientos, no representan la sensación del
mundo interior del artista.
También jugaban con la superposición de las imágenes, la modificación
de tamaños y la repetición de las figuras.

Andy Warhol. (1962). 3 Coke Bottles.[Pintura].

Andy Warhol. (1964) The shot Marilyn’s. [Políptico compuesto por 4 lienzos
de 40 pulgadas cada uno.]
Pop art en la música

Si bien el fuerte de este movimiento lo tuvo el arte plástico, se representó


también en la música.

A principio de 1965 cuando algunos artistas comienzan a representar en


sus bandas las ideas que llevaban a cabo los representantes del arte pop, como
Pete Townshend junto con Kit Lambert comenzaron a relacionar la música de los
Who, como una rama más para unificar a las grandes masas populares e
incluirlas en el arte a través de la musica.

Otra banda que recibe gran influencia del arte pop es Talking Heads, un
grupo estadounidense formado en 1974 la cual no solo representaba este
movimiento es su sonido, sino también en el arte de sus discos.

Fusión de las Artes visuales y la música en el Pop Art

Al pasar los años comenzaron a fusionarse los artistas plásticos con la


música, como en el caso de Andy Warhol quien ilustro la famosa banana en la
tapa de un disco de la banda neoyorkina The Velvet Underground, quienes tenían
grandes influencias de este movimiento en el sonido de su banda.

Warhol fue uno de los artistas que más se unifico con la música,
también realizo portadas para otros discos de los Rolling Stone, Aretha
Franklin, entre otros.

Aretha- Aretha Franklin


“Velvet Undegrownd and Nico”- Velvet Unndergrownd

Sticky fingers- The Rolling Stones


Menlove Ave- John Lennon

Op Art

El Op-Art es una vanguardia artística, nacida en Estados Unidos en


1958, con un enfoque puramente pictórico.

Su impulsor, Victor Vasarely, es una de las figuras más destacadas


del arte abstracto geométrico. Sus experimentos con estructuras espacialmente
ambiguas y ópticamente dinámicas y sus efectos en la percepción visual
irrumpieron en el panorama artístico de mediados de la década de 1960 con la
etiqueta de Op Art, dando origen a una tendencia efímera pero de extraordinaria
popularidad.

Victor Vasarely. (1937) Cebras.


El artista estudió los fenómenos perceptuales en las pinturas impresionistas
de Seurat y Signac, como también las de los neoimpresionistas.

Luego, basado en estudios científicos sobre las ilusiones ópticas, creó


una forma de arte totalmente abstracto e inusual, que impresionó a la crítica
y los espectadores.

Las obras del Op-Art generan ilusiones ópticas, como la sensación


de movimiento, vibración, difuminación o parpadeo, mediante la repetición
de formas en un orden específico, con la característica principal, de que se
desarrollan en una plataforma bidimensional; lo cual las diferencia de las
obras del Arte Cinético.

Este movimiento se caracteriza por ser totalmente impersonal, ya


que, en sus inicios quiso despegarse del espiritualismo de las abstracciones de la
posguerra, como el expresionismo abstracto, resultando un arte sin emociones
transferidas al espectador, sino, ilusiones.

De esta forma, el que observa la obra interactúa activamente con


ella, resultando de sus propios movimientos diferentes versiones de la misma
obra, que sólo es percibida por el individuo.

Características del Op Art en cuanto al lenguaje plástico.

Utilización de formas geométricas simples, como rectángulos, cuadrados o


círculos, en un ritmo o patrón constante, repetitivo y uniforme; éstas formas
son ubicadas en diagonal, circular o en curvas complejas, horizontales o
verticales; en ocasiones, ocupan toda la superficie de la obra.
El color es usado sin limitaciones, atado solamente al criterio funcional,
variando de los más puros, a la gama de los grises, o el blanco y negro. Las
áreas de color o tono son planas y con bordes agudos y definidos.
La simetría es parte fundamental, ya que la diversidad de formas
impediría el efecto perceptual. Es una simetría no clásica, ya que cada
elemento es parte del todo, y no varios elementos secundarios al servicio de
uno principal.
Se utilizan cambios de forma, tamaño o perspectivas en las que el ojo no
puede fijar.
Los materiales utilizados son, el acrílico, la madera perfectamente cortada, el
vidrio, el plástico o el metal, como superficies lisas y limpias, donde todo lo
anteriormente nombrado, pueda ser incorporado al servicio de la ilusión
óptica.

Las características anteriormente nombradas, son, según Alfred H. Barr, Jr.


(1952), la antítesis de la abstracción geométrica de Mondrian, que postulaba la
utilización del rectángulo como forma única, sólo colores primarios y asimetría en
cada obra.

Para lograr las ilusiones ópticas se estudió y plasmó la teoría del color de
Moholi Naguí, con sus contrastes cromáticos y relaciones de color.

El movimiento se expandió, en los años 60, del área pictórica, a la gráfica,


la moda y los textiles.

Victor Vasarely (1954). Yapoura.


Victor Vasarely (1965) ZETT ZS (bleu-vert) [Serigrafía.] 60 x 60 cm.

Victor Vasarely(1968) Vega 200. [Acrílico sobre lienzo.] 200x200 cm. Colección Michael
Vasarely.
Victor Vasarely (1969) Vega- Nor. [Serigrafía en colores sobre papel negro.]

Victor Vassarely (1975) Vonal stri. [Acrílico sobre lienzo.] 200 x 200 cm.
Argentina en los años 60’

Durante la década de 60’ más precisamente en el año 1966, Argentina


pasaba por un nuevo golpe militar. El presidente Arturo Illia fue destituido por el
general Juan Carlos Onganía, el cual tenía el objetivo de erradicar a todos los
focos guerrilleros, profundizar el proceso de modernización industrial y cultural
afianzando el modelo capitalista.

En esta década, existía un proceso modernizador de la cultura y este


circuito de arte actualizado incluyendo el Museo de Arte moderno, bienales,
galerías, facultades de filosofía, entre otros.

Durante esta década pasaron innumerables acontecimientos como el


pasar de la “obra objeto” a la “obra acción”, el tratar de difundir las obras
para toda la sociedad, no para la minoría, la unión de las vanguardias con
las luchas sociales que acontecían en el país.

Uno de los lugares que tuvo mucha influencia en estos sucesos fue el
Instituto Torcuato Di Tella.

INSTITUTO TORCUATO DI TELLA

El 22 de julio de 1958 surgió la Fundación Di Tella y el Instituto Torcuato Di


Tella en el décimo aniversario del fallecimiento de Torcuato Di Tella.

Pero… ¿Quién fue Torcuato Di Tella?

Nacido en Capracotta, Italia en 1892, se radicó en


Argentina Torcuato Di Tella a la edad de 13 años junto a su
familia.

En 1910, a la edad de 18 años, dio inicio a SIAM


(Sociedad Italiana de Amasadoras Mecánicas que luego pasó
a llamarse Sociedad Industrial Americana de Maquinara). La
empresa cre4ció vertiginosamente gracias a su entusiasmo.

A pesar del éxito de la empresa, en 1915, volvió a Italia


para pelear en la Primera Guerra Mundial.
Cuando regresó de Italia, completó la carrera de ingeniería en la
Universidad de Buenos Aires (UBA).

Fue un hombre comprometido con la realidad de su tiempo.

Lucho activamente contra el régimen de Mussolini financiando grupos de


resistencia antifascista.

Como miembro del directorio de la UIA representó a Argentina en el


congreso de la OIT de 1939. De esa manera presentó un proyecto de seguro
social.

Torcuato falleció en la provincia de Buenos Aires el 22 de julio de 1948.

Inicio del instituto Torcuato Di Tella

Sus hijos Guido, quién era economista, y Torcuato, quién era


sociólogo, fueron quienes comenzaron la iniciativa que tenía como objetivo
formar una institución de investigación independiente, alejada de las
presiones de las universidades, en el campo del arte y las ciencias sociales.
Aunque en realidad no tenían en claro cómo dirigirlo.

El 22 de julio de 1958 se fundó el Instituto Torcuato Di Tella.


Aunque carecía de fondos propios al ser una fundación académica sin fines
de lucro, recibía un subsidio de la propia Fundación Di Tella, así como
también de la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller, entre otras.

Una vez finalizados los cimientos se nombró a Enrique Oteiza como du


director.

La colección de arte de Torcuato Di Tella fue cedida a la fundación,


para que luego Jorge Romero Brest, quién era en ese entonces director del
Museo Nacional de Bellas Artes organizara una muestra pública en el museo
nombrado anteriormente.

A partir de allí todo fue cambiando.

Tras la exposición, lo siguiente fue la conformación de un premio


nacional y posteriormente internacional.

Como parte de los premios se otorgaba una beca en el extranjero o


lugar de preferencia, tratando de que no sea una cultura aislada, querían
provocar la intercomunicación con otros centros mundiales.

Se organizó en 1960 el primer concurso. Fueron invitados 25 artistas en


el cual el primer premio lo obtuvo Mario Pucciarelli, viajando de esta manera
Roma y asentándose allí.

En el segundo concurso, ya en el año 1961, ganó Clorindo Testa, quien


señaló que este premio era muy distinto al que ofrecía el Salón Nacional, dado
que pensaba que era más burocrático.

Al año siguiente, en 1962, siendo ya en tercer concurso, se fijó el modelo


de los premios, querían invitar a artistas extranjeros a través de sus galerías así
como también a argentinos de manera individual y conformar un panel de críticos
internacional que avalara la selección.

El premio nacional fue para Gyula Kosice y el premio internacional para


Louise Nevelson.

En el año 1963, en el cuarto concurso, el premio nacional fue para Luis


Felipe Noé, y el premio internacional para Rómulo Macció.
En 1964, en el quinto concurso, el premio nacional fue para Marta
Minujín y el premio internacional para Kenneth Noland.

En el sexto concurso, en el año 1965 el premio nacional fue para Carlos


Silva y el internacional para Rosenquist James.

Finalmente, en el séptimo concurso del año 1966, debido a problemas


económicos sólo hubo un premio nacional, quedándose con el galardón Susana
Salgado.

Centro de Artes Visuales

Uno de los primeros objetivos que se tuvo fue federalizar la cultura y


para ello se armó la unidad audiovisual móvil que viajó por el país durante el
año 1962. Recorrieron la Pampa, San Luis, Santa Fe, Córdoba, etcétera,
proyectando películas sobre el arte y su propio audiovisual “Candonga”.

Querían abarcar la totalidad de 100 ciudades pero la camioneta se


estrelló durante la gira en el año 1963 y no la reemplazaron cuando el centro
se trasladó físicamente a la famosa sede en Florida, empezó a producir
impacto en la vida de la ciudad pero el interés en las provincias se disipó.

El Instituto se había centrado en promover la ciudad a un nivel internacional


y con esta decisión comenzó la leyenda del Instituto Torcuato Di Tella.

Ya en Florida 963, el Centro de Artes Visuales fue el espacio más


importante en la ”Manzana Loca”, en la cual ya había salas de exposición y un
auditorio para 244 espectadores.

El Centro de Artes Visuales contaba con la dirección de Jorge Romero


Brest.

El edificio del CAV se inauguró en el año 1963 junto con el premio


internacional que obtuvo Macció, lo que le dio un gran respaldo al grupo de
artistas neofigurativos que comenzaron a producir gran impacto en Buenos Aires.
La respuesta de los medios fue negativa, salvo en Primera Plana y
Sur.

Recibió muchas críticas diciendo que el valor del arte estaba muy alejado al
de las expresiones clásicas y figurativas que tenía el Salón Nacional.

El Instituto Torcuato Di Tella, dio un espacio todo ese potencial de


libertad creadora para ideas de cambio y renovación.

Margarita Paska, había comentado en una entrevista que en ese ambiente


experimentación estaban conquistando nuevos caminos, como el arte conceptual
simultáneamente con lo que iba sucediendo en Estados Unidos.

De la misma manera en la que habían producciones de Artes


rupturista, en el Instituto Di Tella también habían exhibiciones más clásicas,
históricas y de artistas reconocidos que atraían a un gran número de
espectadores muy diversos.

Tras los premios de 1964, en el cual Marta Minujín había recibido el


galardón nacional con su obra “Revuelquese y viva” y Renart que había
presentado una obra la cual varios críticos la asemejaban a genitales femeninos
gigantes, el diario “La prensa” tildó a la competencia de una búsqueda
ansiosa casi desesperada de lo sensacional.
Marta minujín y Rubén Santonín. (1965) “Revuelquese y viva”

Por primera vez había recibido un premio tan importante El arte


conceptual rompiendo los esquemas tradicionalistas que repetían cada año
con el pensamiento de que el arte debía permanecer sobre un lienzo
enmarcado o a lo sumo ser esculpido.

Recordemos que la obra escultórica de Minujín estaba hecho con


almohadones y colchones.

Luego de esa polémica, el CAV, presentó una muestra probada con los
bronces de Jacques Lipchitz enviado por el Museo de Arte Moderno de Nueva
York y la muestra de Henri de Toulouse-Lautrec organizada por la alianza
francesa atrayendo entre 15.000 y 20.000 espectadores por mes.

El diario Clarín, había celebrado en una nota que por fin el Instituto Di Tella
apartó de la retina de las personas el arte que sólo tendría a satisfacer a una
minoría de snobs.

Ese año, el CAV, había traído más de 400.000 personas debido a que a las
muestras anteriores se sumaron la de “ Picasso-150 grabados” acercándose más
de 100,000 espectadores. Y a la de Julio Le Parc, después de haber ganado en la
Bienal de Venecia del año 1967, atrayendo a una gran cifra de aproximadamente
160.000 personas.
Centro de Experimentación Audiovisual

Bajo la dirección de Roberto Villanueva se comenzó la etapa del teatro


con la apertura del Centro de Experimentación Audiovisual en 1963.

Según subdirector Villanueva, la primera etapa era invitar a jóvenes que


no contaban con espacios donde mostrarse, por eso su proceso de
selección siempre fue muy amplio y de propuestas diversas.

El CEA se había inaugurado con la obra “Lutero” de John Osborne, pero la


que había llamado más la atención en cuanto a lo original fue “El destino” de
Graciela Gambaro.

En su escenario brillaron bailarina como Ana Kamién, Marilú Marini,


Norman Briski, Nacha Guevara, Graciela Martínez y un grupo musical y paródico
que luego serían considerado como Les Luthiers.

A cargo de Fernando Von Reichnback, Enrique Jorgensen y Walter Goth,


se había logrado algo sorprendente para la época: la escenografía en base al
“fundido de diapositivas” dado que tenían como idea generar un espacio no
convencional y la estructura edilicia de la sede de Florida no ayudaba.

Camino hacia el final

Debido al alto presupuesto que tuvo la guerra de Vietnam en Estados


Unidos y a que la empresa SIAM Di Tella atravesaba serios problemas
financieros, el apoyo financiero externo de decayó en 1967, así como
también el apoyo por parte de la Fundación Di Tella.

Se reemplazaron los premios por el financiamiento a proyectos,


surgiendo de esta manera los enviroment( del español ambiente) que era la
apropiación con fines creativos de las dimensiones físicas de un espacio donde el
espectador participa de la misma.

Durante el régimen de Juan Carlos Onganía, el Instituto Torcuato Di


Tella sufría persecuciones, censuras en todos los tipos de expresión.
Dado a la financiación de proyectos por parte del Instituto, era más amplia
la posibilidad de realizar obras experimentales que aún seguían llamando la
atención por su alto grado de innovación.

Gran parte de la radicalización del arte, el tránsito de la vanguardia de


arte experimental a la vanguardia política se produjo en relación a este
Instituto.

Una de esas muestras fue La Menesunda en 1965 creada por Marta


Minujín y Rubén Santantonín.

Otro paso hacia el final fue la muestra denominada “Experiencias” en


1968 signado por un cambio profundo es la manera de entender al arte: el
internacionalismo y la vanguardia que había sido los central en el instituto,
comenzó a ser criticado y rechazado por el público.

Se habían presentado obras como “La familia obrera” la cual fue muy
criticada por tener encerrados, viviendo dentro del instituto a una familia obrera.”
El baño” qué fue finalmente quien llevó a la clausura y custodia de la obra.

Luego de ese incidente los demás artistas sacaron sus obras a la calle y
las quemaron.

A todo esto hay que sumar la aparición de “Tucumán Arde”.

Debido a los problemas económicos que surgieron en 1966, en 1969 la


situación era insostenible.

En mayo de 1960 llegó a su cierre definitivo con el despertar del mito de


que fue la cuna de grandes artistas donde su ideal chocó contra la realidad.
“Tucumán Arde”

¿Qué fue “Tucumán Arde”?

“Tucumán Arde” fue una obra concebida y realizada colectiva y


multidisciplinariamente, montada en 1968 en las sedes de la “CGT de los
argentinos” de la ciudad de Rosario y de la provincia de Buenos Aires.

Ésta obra fue realizada por intelectuales y artistas provenientes de


diferentes disciplinas que se propusieron realizar un fenómeno político y cultural
trascendiendo a las vanguardias de las que ellos fueron parte.

Estos artistas se involucraron con la problemática social y política de


la provincia de Tucumán, con respecto a los ingenios azucareros,
rompiendo con las estructuras estéticas de aquellos años en Argentina,
uniéndose con otros sectores que no provenían de las artes visuales como
ser intelectuales y obreros.

Hechos que condujeron a la gestación de “Tucumán Arde”

Los integrantes del fenómeno del “Tucumán Arde” fueron


influenciados políticamente por las luchas y realidades sociales transitando
así un camino hacia la desmaterialización de la obra que rompió con todos
los parámetros de la institución arte.

Cuando hablamos de desmaterializacion en el arte se hace referencia a


una forma de reducir el material del cual estaba hecha la obra de arte que sirvió
para la expresión política debido a su eficacia, accesibilidad y bajo costo.

El arte era entonces una herramienta para generar un cambio en la


sociedad y transformar el mundo, era entendido como un elemento de
subversión.

Ruano en la inauguración del premio “Ver y estimar”: durante 1968 en


la inauguración de dicho premio que fue interrumpido abruptamente
por el artista Eduardo Ruano, seguido por Roberto Jacoby, Pablo Suárez
y Juan Pablo Renzi al grito de ¡Fuera yanquis de Vietnam! entre otros
bichos dirigiéndose hacia su obra montaje que el artista Eduardo Ruano
había armado anteriormente.
Su obra era una vitrina iluminada en la que se exhibía la imagen del
presidente Kennedy acompañado con un texto sobre su muerte. a unos
metros el artista había colocado un ladrillo de plomo apoyado en el piso y
señalado con flechas. Ruano arrojó el ladrillo sobre la vidriera rompiéndola
violentamente. Las autoridades del museo solicitaron la intervención
policial desorientado a los espectadores que no sabían si la obra era la
vitrina en sí o el acto que realizaron los artistas.
La obra en sí era la acción de romper el vidrio como un acto de
violencia política. Así de la obra objeto se pasó a la obra acción y debido a
ello se le prohibió a Ruano la entrada a todo el circuito artístico de la
capital, tanto en museos como en galerías.
Este fue el primer corte abrupto con la institución del arte y
demostraba que el circuito modernizador, que si bien era
experimental, no estaba dispuesto a albergar un arte que criticar a los
poderosos del capitalismo dado que ellos eran los que sustentaban
las becas y concursos, así como también investigaciones.
Los artistas comenzaron a alejar sus obras de toda disciplina
artística tradicional abandonando la producción de objetos creados como
simple mercancía, aunque se tratase de esas críticas al arte, porque de
esta manera la obra de arte era absorbida y banalizada por la clase
dominante.
Buscaban producir “obra acción” porque las acciones, en cambio,
no se pueden materializar en objetos de uso, de ella solamente podían
quedar registros pero esto no constituía la obra propiamente dicha. Por
ejemplo obras como la de Ruano son el gesto violento, efímero e
invendible, son obras con un gesto de gran impacto político.

“Experiencias 1968”: esta exposición que era realizada por el Instituto Di


Tella era una renuncia a participar en la experiencia de “Obra Acción”
citada anteriormente, Tomando esa actitud como una obra de arte.
En esta ocasión Ruano hizo un nuevo acto y distribuyó panfleto
sobre la censura las obras de arte por parte de los museos colocándose
así al margen de la institución.

Por su parte Roberto Jacoby hizo su descargo en un gran papel


madera en el que escribió entre otras cosas que “…el futuro del arte no se liga a
la creación de obras, sino a la definición de nuevos conceptos de vida (…) El arte
no tiene ninguna importancia, es la vida la que cuenta. (…)Es la creación de la
obra colectiva más gigantesca de la historia: la conquista de la tierra, de la libertad
por el hombre” Jacoby, en Longoni y Mestman; 2008: 105.

Oscar Bony presentó la obra “La familia obrera”. Consistía en colocar


una verdadera familia obrera compuesta por el padre, la madre y el hijo,
acompañados por una grabación de ruidos de su hogar, sobre la plataforma había
un cartel que decía “ Luis Rodríguez, matricero de profesión, percibe el doble de
lo que gana en su oficio por permanecer con su mujer y su hijo durante la
muestra.”

Esta familia estuvo todos los días de la muestra viviendo en el instituto y el


artista recibió fuertes críticas por colocar dicha familia a nivel de objeto pero en
realidad la crítica se debía a que la hora cierra flexionar sobre la realidad social de
una familia en un contexto de lucha obrera por sus derechos y contra un sistema
que los explotaba.

Oscar Bony. (1968) La familia obrera.


Roberto Plate, por su parte, había representado la hora que más llamó
la atención en esta muestra. “El baño” estaba compuesto por un cubículo y dos
puertas diferenciadas por el icono femenino y masculino. Dentro de la misma no
había ningún objeto, estaba totalmente vacío. Si estaba la intimidad necesaria
como para que se escribiera en las blancas paredes ofreciendo al espectador un
resguardo para realizar una descarga emocional.

Roberto Plate (1968) “El baño”.

En sus paredes escribieron groserías, mensajes de amor y mensajes en


contra del gobierno de Onganía.

Debido a ello, ante una denuncia las autoridades se presentan con una
confusa orden policial del juez lopez lecube para clausurar la muestra. El director
del instituto Enrique Oteiza, luro que no se clausura en su totalidad, solamente la
obra de Plate, la cual permaneció custodiada por dos policías.
Esto atrajo a muchos más espectadores de lo esperado, hizo que la hora
superará las expectativas de respuestas, lo que demuestra tanto la necesidad del
público por liberarse de la opresión del régimen, cómo de la censura en general.

Debido a este hecho de clausura, los demás artistas que componían la


exposición sacaron sus horas a la vía pública y la destruyeron en plena calle
Florida, creando una fogata enorme incinerándolas. Esta acción terminó con
la intervención policial y el arresto de varios de ellos. de esta manera se dio el
inicio de la relación de los artistas con la CGTA porque fueron sus abogados los
que los liberaron.

Estos artistas rompieron lazos con las instituciones que pensaban que
sus obras perdían peso ideológico en el museo y por qué creían que el arte
como instrumento liberador tenía que ser para el pueblo, para los obreros,
Produciendo así un quiebre con el lenguaje del arte aceptado hasta el momento,
ya que solamente iba dirigido espectadores expertos en arte.

El asalto: en junio de 1968 se produjo una irrupción en la sala de Amigos del


Arte en la ciudad de Rosario, en la cual Jorge Brest fue a dar una
conferencia. Durante la misma, la vanguardia rosarina hizo un acto
Relámpago, de 20 minutos, denominado “asalto” contra la censura y el
colonialismo cultural. En la misma criticaron el sistema del arte, tiraron huevos,
bomba de olor y realizaron un corte de luz. A los gritos decían frases repudiando
al mercado del arte. hasta ese momento se replantearon la ciudad económica
recibida por el Instituto Di Tella para realizar su ciclo de arte experimental de
manera que se resolvió devolviendo el dinero.
El premio Braque: Este es el primer evento que se pudo realizar en
organización de la embajada francesa. Lo que buscaban era llevar a cabo una
acción colectiva entre la vanguardia rosarina y la porteña pero surgió un
problema.
En la convocatoria al premios había adjuntado una hoja adicional que
cambiaba la reglamentación y se pedía los artistas relatará su obra señalando la
existencia de fotos, leyendas o escritos que la integren, reservando la
organización el derecho a efectuar los cambios que se juzguen necesarios
en los mismos para cuidarse del curso anti institucional que había adoptado
la vanguardia.

Muchos de los artistas entendieron esta reglamentación como un


intento de censura. Mucho de ellos contestaron en una carta al ente
organizador rechazando la invitación y afirmando el derecho sobre la obra.

Otra vez se produjo un acto Relámpago en la ceremonia de entrega de


premios en el Museo Nacional de Bellas Artes que contaba con la presencia del
embajador francés. Mientras se inició al discurso los artistas hicieron un acto
Relámpago tirando volantes, huevos, bombas de olor y todo terminó con una
fuerte represión cuando la policía clausuró el acceso al público y detuvo a 12
personas.

Ciclo de arte experimental: “El encierro” fue la obra más destacada en este
acontecimiento. La artista Graciela Carnevale lo que planteaba era encerrar al
público en un local que hacía de galería de arte y que tenía una vidriera, lo cual
podría ser destruida si se presentaba alguna necesidad.

Buscaba qué el espectador reacción hace ante la imposición y utilizarse la


violencia para liberarse. Lo que el artista no se imaginaba era que la vidriera iba a
hacer ruta desde afuera para facilitar el rescate. Esta hora fue censurada por la
policía ya que la relacionaron con el aniversario de la muerte de Che Guevara.
Graciela Carnevale. (1968) El encierro.

Encuentro nacional de arte de vanguardia ¿ Qué necesidad surgió? ¿Qué


se planteó?

La ruptura con las instituciones generó la necesidad de reunirse de


los artistas e intelectuales para reflexionar sobre el camino a seguir, sobre
la problemática ideológico político y discutir parámetros estéticos.
Aunque había diferentes posturas “ Renzi y Ferrari coinciden en señalar
que el carácter revolucionario de la obra no está en la intención subjetiva del
creador ni en el lenguaje, sino en la efectividad de la obra en el medio donde se
realice y en público al que se dirija… “

Se planteó realizar una obra con gran impacto político, usar los
medios masivos pero no de manera convencional sino con construyendo un
circuito de contrainformación que desmienta la propaganda oficial.

Luego de este encuentro se consolidó la forma y acción del “Tucumán


Arde”
Decidieron hacer esta obra en la CGTA dado que ésta les proporcionaría
una lista con los conflictos de mayor gravedad y eligen a Tucumán con un punto
estratégico.

Lo que sucedía en Tucumán era un problema con la industria azucarera


como resultado de la acción de intereses de la oligarquía su cadera y de las
políticas de sucesivos gobiernos. Onganía fortalece los capitales monopólicos
ocasionando el quiebre definitivo de las pequeñas y medianas empresas. El
ministro de economía informó que el operativo Tucumán tenía como objetivo
alcanzar una expansión industrial y una diversificación agraria para solucionar la
crisis del azúcar.

Este operativo tenía como fin silenciar la situación tucumana, el cierre de


11 ingenios que había originado un caos social con el desempleo de casi la mitad
de la población activa. Esta población vivían en condiciones deplorables llegando
a una pobreza extrema en la cual muchos tuvieron como única solución es
emigrar. Tucumán se perfilaba como una prueba piloto para una dictadura más
sangrienta.

Conformación de “Tucumán Arde”: artistas que la representaron.

Participaron en la obra: María Elvira de Arechavala, Beatriz Balve Graciela


Borthwick, Aldo Bortolotti, Graciela Carnevale, Jorge Cohen, Rodolfo Elizalde,
Noemi Scandell, Eduardo Favario, León Ferrari, Emilio Ghilioni, Eduardo Guira,
Maria Teresa Gramuglio, Marta Greiner, Roberto Jacoby, Jose Lavarello, Sara
Lopez Dupuy, Ruben Naranjo, David de Nully, Raul Perez Canton, Estela
Pomerantz, Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi, Jaime Rippa, Nicolas Rosa,
Carlos Schork, Nora Schork, Domingo Sapia, Roberto Sara, Margarita Paksa.
¿En qué consistía?

El grupo de artistas de vanguardia había elaborado un informe acerca


de la realización de la obra en el que informaba que está comprendida 4
etapas.

Primer etapa

Esta primera etapa consiste en la recopilación y estudio de material


documental sobre el problema tucumano y la realidad social de la provincia
completándose con un viaje de reconocimiento para establecer los primeros
contactos.

Segunda etapa

La segunda etapa consistirá en una confrontación y verificación de la


realidad tucumana. Los artistas rosarinos que estaban acompañados de un
equipo técnico junto con periodistas, realizaron afirmaciones para ser utilizada en
el montaje de la muestra- denuncia para que evidencie la contradicción de los
contenidos de la información oficial y la realidad.

Aquel material recopilado se manda va directamente a Rosario para


no correr el riesgo de perderlo.

También se hicieron numerosas campañas de difusión para poder


generar una expectativa masiva en torno a “Tucumán Arde”. Primero sólo
eran escritos con la palabra Tucumán, en diapositivas en las pantallas y entradas,
en cines y clubes. Luego aparecieron pintadas en las paredes y en obleas, en la
ciudad de Rosario, pero esta vez con la frase completa “Tucumán Arde”. Además,
repartieron números o volante a la salida de eventos culturales.
Pared de la ciudad de Rosario pintada con la frase “Tucumán Arde” para la
segunda etapa.

Oblea diseñada por Renzi para la segunda etapa de “Tucumán Arde”

Tercera etapa

Consistió en la realización, en agosto de 1968, de la muestra ya


difundida con carteles que invitaban a la “Primera Bienal de Vanguardia” en
la CGTA de Rosario.
Convocatoria a la Primera Bienal de Arte de Vanguardia.

En el local de la CGTA hubo una apropiación de todos sus espacios. En la


entrada había bolsa con azúcar derramada y el espectador y va penetrando
en la obra y se encontraba con un circuito sobre informacional.

Se utilizaron para estos diferentes materiales y soportes como una


ambientación en la que el público forma parte de la obra.

En el piso el nombre de los dueños de los ingenios eran pisoteados


por la gente.
Había fotos de gran tamaño de personas que transmitían las
condiciones inhumanas en las que vivían los obreros desocupados,
cultivos, niños y mujeres en las entradas de su vivienda.

Había datos, porcentajes, carteles que decían “Tucumán: jardín de la


miseria” ironizando el eslogan del gobierno “Tucumán: jardín de la
república”, había estadísticas de niveles de alfabetismo, mortalidad infantil,
entre otros datos.

Contaban con altoparlantes que difundían las palabras de los


dirigentes, trabajadores y grabaciones hechas en Tucumán. Pasado en el
film “La hora de los hornos”.

Se servía a las personas café amargo y cada un determinado tiempo


se hacía un apagón simbolizando un niño muerto en Tucumán.

El espectador era bombardeado por la información.

La obra tuvo una gran respuesta por parte de los espectadores. Fue tan
concurrida que era muy dificultoso caminar entre la obra por momentos.

Luego se realizó una segunda obra en Buenos Aires. Nada más que esta
no había terminado bien porque A pocas horas de su inauguración se comenzó a
presionar a la CGTA para que cierren la muestra por un conflicto que se originó
por un cartel que decía “libertad a los patriotas de Taco Rolo” . Luego de hablarlo
con los artistas en común acuerdo resolvieron levantarla y no se realizaron las
demás muestras que habían proyectado para Santa Fe y Córdoba.

Cuarta etapa

La cuarta etapa consistía en el cierre del circuito, la recopilación, el


análisis de la documentación, publicación de material bibliográfico y
audiovisual, y además la fundamentación de la nueva estética y evaluación
pero desafortunadamente esta etapa nunca llegó a concretarse
completamente porque los materiales se fueron prestando y perdiendo.
En cuanto a la postura que tuvieron los artistas que experimentaron con
esta obra fue muy diversa porque algunos la vieron como un fracaso y otras como
una conquista por el efecto que tuvo y la conciencia que despertó.

¿”Tucumán Arde” se encuentra enmarcada dentro del arte conceptual o fue


solamente un fenómeno político?

“Tucumán Arde” no sólo fue una fusión del arte y la política, sino que
fue un detonador que permitió el surgimiento de nuevos fenómenos político-
artísticos en nuestro país, como el “Siluetazo” qué fue una acción colectiva
realizada en la Plaza de Mayo en 1983 Y qué consistía en hacer siluetas
tamaño natural en representación de un familiar o amigo desaparecido.

Conclusiones

A nivel internacional hubo muchos acontecimientos que desataron al Pop


Art, siento el primer movimiento neo representativo después de las vanguardias
de estilo abstractos que surgieron en torno a la nueva capital del arte de ese
entonces: New York.

El Pop Art era un estilo basado en las imágenes comerciales y de los


medios de comunicación de masas, como la fotografía, la publicidad, la ilustración
de revistas o los cómics; imágenes con carácter popular, que, precisamente por
esto, no habían sido tenidas en cuenta antes, ironizando la sociedad del
consumo.

Seguidamente en el 58’ surge el Op art (Optical Art) de la mano del


artista Victor Vassarely quién estudió los fenómenos perceptuales en las pinturas
impresionistas de Seurat y Signac, como también las de los neoimpresionistas, y
además, basado en estudios científicos sobre las ilusiones ópticas, creó una
forma de arte totalmente abstracto e inusual, que impresionó a la crítica y los
espectadores.
Las obras del Op-Art generan ilusiones ópticas, como la sensación de
movimiento, vibración, mediante la repetición de formas en un orden específico en
una obra pictórica totalmente bidimensional.

Además, en la década de los 60’ Argentina estaba pasando por muchos


cambios, tanto en lo social y político, así como también en lo cultural.

El surgimiento del Instituto Torcuato Di Tella logró modificar los criterios


estéticos argentinos a través de un acelerado proceso de gestión cultura.

Durante esta época, también, se desató una obra que fusionó el arte y la
política, la cual fue “Tucumán Arde”, que luego dio pie para el surgimiento de
otros fenómenos de la misma índole en nuestro país.

Bibliografía

 Albarracín, L. (2013) Arte y Política: El caso del “Tucumán Arde” (1968-1969).


Revista nuestrAmérica, Vol. 1, N°1, enero-junio, pp. 102-117.
 Alejandro, Laura. Vassarely: el nacimiento del Op Art, el arte del ilusionismo
óptico. Recuperado de https://moovemag.com/2018/06/victor-vasarely-el-
nacimiento-del-op-art/ el 28 de octubre de 2020.
 Burucua, J. E. (2014) Arte, sociedad y política: Nueva Historia Argentina.
Tomo 2. Editorial Sudamericana.
 Crow, Thomas. (1996) El arte moderno en la cultura de lo cotidiano. Ediciones
akal, Madrid.
 De la Peña Gómez, María Pilar. (2008) Manual Básico de Historia del Arte.
Segunda edición. Cáceres: Universidad de Extremadura, Servicio de
Publicaciones.
 Fiori, Luciana y Vega, Virginia Inés (2009). Grupo de artistas de vanguardia:
hacia una revolución ética y estética. XII Jornadas
Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia, Facultad
de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad
Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche.
 Garrido Moreno, A. (2007) Centro y Periferia Como Fenómeno Sociológico en
Arte: El Caso Di Tella. Quintana. Revista de Estudos do Departamento de
Historia da Arte, núm. 6, pp. 183-197 Universidade de Santiago de
Compostela Santiago de Compostela, España
 Juan Batalla. (2018) Di Tella en los medios: 60 años del Di Tella: vanguardia,
escándalos e historia del instituto que cambió el arte argentino para siempre.
Infobae. Recuperado de
https://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?id_nota_prensa=15588&id_item_m 
enu=6 el 28 de octubre de 2020.

También podría gustarte