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La posmodernidad refleja una desilusión generalizada con la vida, así como el poder de los
sistemas de valores y / o tecnologías existentes para lograr un cambio beneficioso. Como
resultado, la autoridad, la experiencia, el conocimiento y la eminencia de los logros se han
desacreditado. Los artistas ahora son mucho más cautelosos acerca de las «grandes ideas»
(por ejemplo, todo «progreso» es bueno). Lo más importante, el «arte modernista» fue visto
no solo como elitista sino también como blanco, dominado por los hombres y sin interés en
las minorías. Es por eso que el posmodernismo defiende el arte de artistas del tercer mundo,
feministas y minoritarios. Sin embargo, los críticos dicen que, a pesar de su supuesto
«rechazo» de las grandes ideas, el movimiento posmoderno parece tener muchas ideas
propias. Los ejemplos incluyen: «todos los tipos de arte son igualmente válidos»; «el arte
puede estar hecho de cualquier cosa»; «La democratización del arte es algo bueno».
El Díptico de Marilyn (1962) es una serigrafía realizada por el artista de pop americano
Andy Warhol. La pieza es una de las obras más conocida del artista y ha sido alabada por
varios críticos culturales como Camille Paglia y otros. La pieza original es actualmente
propiedad de la galería Tate.
El trabajo se completó durante unas semanas después del fallecimiento de Marilyn Monroe
en agosto de 1962. Contiene cincuenta imágenes de la actriz, todas basadas en una
fotografía publicitaria de la película Niagara (1953)
“Estoy aburrido de esa frase de la fama. No voy a usarla nunca más. Mi nuevo lema es: En
15 minutos todo el mundo será famoso''.
- Andy Warhol
EL POP ART
El arte ha sido uno de los métodos de expresión del ser humano durante milenios. A lo
largo de la historia, han surgido muchos estilos diferentes que han caracterizado las etapas
de la historia como, por ejemplo, el romanticismo, el barroco o el impresionismo. El arte ha
experimentado diversas modificaciones con el paso del tiempo. Actualmente, muchos
artistas realizan críticas o reflejan situaciones sociales a través de sus obras, y uno de los
movimientos artísticos más populares en este sentido durante las últimas décadas, ha sido el
pop art.
El pop art es un movimiento que surge a finales de 1950 en Inglaterra y, más tarde, en 1960
en Estados Unidos. Su auge dura aproximadamente hasta la década de los años 80. Durante
este tiempo, las obras creadas dentro de este movimiento expresan una crítica social a la
realidad que se estaba viviendo en ese momento. Por aquel entonces, la sociedad destacaba
principalmente por el consumismo: todo giraba en torno a comprar y vender masivamente.
En aquel momento, los artistas pop art hacían uso de diversos materiales, y se servían de
cualquier objeto que fuera representativo del consumismo. Por ejemplo, empleaban
carteles, artículos publicitarios, latas de conserva, botellas, etc. En muchas de sus obras, se
observa un efecto repetitivo, e incluso saturante. Estos aspectos reflejan el efecto anestésico
de la publicidad y el consumo en nuestra vida, alejándonos de los aspectos importantes,
para embaucarnos en lo meramente banal.
A priori, puede parecer un tipo de movimiento sencillo. Sin embargo, consiste en un arte
que tiene mucho conocimiento sobre el funcionamiento de la sociedad. Pretende plasmar la
realidad de la sociedad a través de sus obras, para crear conciencia en las personas.
Por otro lado, la repetición es una característica que abunda en este movimiento ya que en
los medios de comunicación se usa como método tanto como para crear iconos como para
anestesiar a la sociedad sobre problemas graves. Por lo tanto, en este punto de la historia
del arte, el arte ya no imita la vida, sino que es la vida que imita el arte o la imagen.
La crisis del movimiento se produjo durante los primeros años de la década de los sesenta,
especialmente durante la Bienal de Venecia (1962), cuando Robert Rauschenberg ganó con
una obra que rompía completamente con la etapa anterior, y se inspiraba en el neodadá con
el empleo de objetos. Durante años, la Bienal había premiado de manera sistemática a los
grandes artistas informalistas, y el hecho de que ganara una obra con componentes
figurativos como la de Rauschenberg, completamente alejado de la tendencia, suponía el
"desplazamiento de una corriente por otra".
Algunos artistas pop, como Roy Lichtenstein con su obra Pincelada amarilla y verde,
ironizaron sobre la decadencia del expresionismo abstracto, y el hecho de que se hubiera
convertido en un estilo anodino, hasta el punto del agotamiento.
“El arte pop es popular y destinado a un público amplio, pasajero y efímero, fácil de
consumir y de olvidar, barato, producido en serie, joven y querido por la juventud,
espiritual, sexy, llamativo, simpático, un negocio redondo.” Richard Hamilton (1922-2011).
La aparición del pop causó, en palabras de la crítica Lucy Lippard, “sorpresa e indignación,
acompañado de una profunda decepción”, ya que acababa con toda esperanza de que
apareciese un “nuevo humanismo” en Norteamérica y una “nueva figuración” en Europa
(Lippard, 1996: 9).
Los artistas pop se caracterizaron desde un primer momento por pintar, en palabras del
crítico inglés Lawrence Alloway, "sólo lo que veían en su entorno contemporáneo", sin
ningún tipo de pretensión ni crítica. Se limitaban a pintar aquello que les rodeaba: letreros,
supermercados, el mundo de los mass media… "nuestra sociedad libre", como señalaba
James Rosenquist (Guasch, 2009: 86). A pesar de su aspecto carnavalesco, su colorido y su
gran escala, el Pop presentaba, según Lucy Lippard, “una actitud dura, realista y ajena al
preciosismo y al refinamiento que fue muy propio de los años sesenta.” (Lippard, 1993: 9).
La primera exposición Pop Art tuvo lugar en 1962 en el Pasadena Museum of Art
(Pasadena, California), bajo el nombre The New Painting of Common Objects. En ella
participaron artistas como Jim Dine, Ed Ruscha, Roy Lichtenstein, Wayne Thiebaud y
Andy Warhol, entre otros. Las obras expuestas eran propiedad de prestigiosos
coleccionistas de Los Ángeles y sus autores eran tanto de la costa Este (E. Ruscha y W.
Thiebaud) como de Nueva York (J. Dine, R. Lichtenstein, A. Warhol).
Muchos de los artistas pop provenían de oficios relacionados con la cultura de masas
(Warhol, por ejemplo, era publicista, Lichtenstein fue delineante industrial, Wesselmann
dibujaba tiras cómicas, etc).
Durante la Era del consumidor, la producción tuvo un auge y el consumismo dio forma al
mercado estadounidense, el cual se extendió de las ciudades a los suburbios. Las
innovaciones en tecnología, la expansión de los puestos de trabajo de oficina, el mayor
crédito y los nuevos grupos de consumidores impulsaron la prosperidad. Los líderes
empresariales y políticos sostenían que el consumismo era más que comprar: definía los
beneficios del capitalismo. Esta era marcó un punto alto de la productividad estadounidense
y un alto estándar de vida. Sin embargo, terminó con muchos estadounidenses cuestionando
las promesas del capitalismo consumista. A medida que el motor económico se
desaceleraba en la década de 1970, la productividad disminuía, los salarios se estancaban y
los estadounidenses enfrentaban una crisis energética que volvía a dar forma a las
expectativas del consumidor.
En el año de 1962 comienza el bloqueo a Cuba por parte de los Estados Unidos. El 7 de
febrero de 1962, el entonces presidente de Estados Unidos (EE.UU.), John F. Kennedy,
declaró el bloqueo unilateral de ese país contra Cuba, mediante la Ley de Ayuda Externa de
1961, con lo que cumplía el mandato expresado por el Congreso.
Cuatro días antes, el 3 de febrero, Kennedy firmó la orden presidencial para implantar un
bloqueo total contra la Isla, cuyo objetivo era cortar todo tipo de vínculo comercial con
Cuba y cercar al país para provocar el derrocamiento del gobierno revolucionario.
En aquel año se lanza el primer satélite de comunicaciones comercial del mundo, comienza
la retransmisión en TVE de las campanadas de fin de año desde la Puerta del Sol, también
comienza a la saga de películas de James Bond así como Spiderman, superhéroe de Márvel
que ve la luz en el verano del mismo año.
Es en las artes y en las Letras donde en año muestra su buen potencial: a José María
Mendiola le dan el Nadal por su novela «Muerte por fusilamiento», Delibes publica «Las
ratas», García Márquez hace lo propio con «La viuda de Montiel» y Doris Lessing – futura
premio Nóbel- con «El cuaderno Dorado».
Y en cuanto a música durante este mismo año se funda «la banda de rock and roll más
importante del mundo», título que ellos mismo se pusieron algo después, pero que a fecha
de hoy pocos discuten y es que hablamos de The Rolling Stones.
Nadie podía creerse que Marilyn, el mito erótico, la chica guapa y vulnerable que incluso
caía bien a las mujeres, hubiese fallecido. Pasadas las cuatro de la mañana, hora de Los
Ángeles, del ya domingo 5 de agosto de 1962, se daba aviso de que la diva yacía muerta en
su cama, con el brazo extendido con la intención de agarrar el teléfono. La noticia no pudo
darse hasta que la Fox dio su permiso. Terminaban así 36 años de vida que, por la
trascendencia que continúa teniendo el personaje, casi parecen eternos.
Si el ’62 fue el peor año registrado para Monroe, fue excelente para Warhol, que había
pasado con éxito de una carrera lucrativa como ilustrador comercial (el fotógrafo John
Copland insistió en que «nadie dibujaba zapatos como Andy …» una especie de astucia y
sofisticación de Toulouse-Lautrec «) en el controvertido artista del día. Una exhibición de
julio de 1962 con la Galería Ferus en California presentó críticas exasperadas a sus latas de
sopa, un chapoteo lo suficientemente grande como para dar como resultado un giro en
solitario en la Galería Estable de la Ciudad de Nueva York en noviembre. Marilyn Diptych
debutó allí, una pintura de serigrafía potente y zumbante que luce 50 iteraciones
cuadriculadas de una foto de prensa de Monroe en Niagara, la película de 1953 mejor
recordada por ese vestido rosa ácido y ceñido.
«En agosto del 62 comencé a hacer serigrafías», dijo Warhol, comentando sobre la pintura.
«Quería algo más fuerte que diera más efecto de línea de montaje. Con la serigrafía, eliges
una fotografía, la hinchas, la transfieres con pegamento a la seda y luego pasas tinta sobre
ella para que la tinta atraviese la seda, pero no el pegamento. De esa manera obtienes la
misma imagen, ligeramente diferente cada vez. Todo fue tan simple, rápido y atrevido.
Estaba emocionado con eso. Cuando Marilyn Monroe murió ese mes, tuve la idea de hacer
pantallas de su hermoso rostro, los primeros Marilyns».
Gregor Muir, director de Colección, Arte Internacional, en Tate y curador del nuevo show
de Andy Warhol le dijo a Artspace
«Lo que ves a la izquierda es la pintura sobre esa subimpresión, y luego otra impresión en
la parte superior. Hay un juego interesante. Ves a la izquierda, que cada cara es diferente.
Cada una está pintada a mano, sin apretar de acuerdo a la huella. Pero es interesante ver la
diferencia. Tienes una cara limpia en todo esto (el lado izquierdo), y a la derecha ves el eco
decadente de Marilyn.
El panel izquierdo también es un estudio a fondo en la teoría del color. El toque estéril y
esponjoso de Warhol convierte la cara de la estrella en lavanda y el cabello en amarillo
piretico contra un fondo naranja abrasador. El panel derecho, una documentación más clara
de los fundamentos de procedimiento de la pieza, repite el patrón en blanco y negro, una
letra manchada y manchada que evoca los mismos periódicos que precipitan la fatal
denigración de Monroe. El contraste es tan gráfico como inquietante, insistente en la forma
en que se siente una carcajada nerviosa en una habitación vacía.
Una de las serigrafías más famosas realizadas por el artista es la de Marilyn Monroe. Sobre
la agresividad de los colores a la hora de representarla, Warhol decía lo siguiente: “Sobre el
simbolismo de pintar a Monroe con unos colores tan agresivos, diré que no es sino una
demostración de belleza; ella es una mujer bella, y si algo es bello, se merece unos colores
bellos, nada más” (Kenneth, 2010: 146). El cuadro de Marilyn formaba parte de una serie
que el artista estaba realizando sobre la muerte. La actriz murió el 5 de agosto de 1962,
debido a una sobredosis de pastillas, y al día siguiente Warhol llamó a la agencia de la
joven y compró una fotografía publicitaria suya, realizada por el estadounidense Frank
Powolny a principios de la década de 1950. Entre 1962 y 1968, se publicaron múltiples
ediciones en diferentes colores, vendiéndose por miles y, posteriormente, por millones
(Ingram, 2014: 40). De esta manera, Warhol contribuyó a la creación del mito de Marilyn,
más incluso que Hollywood o la prensa ilustrada. Sólo consiguió la auténtica gloria una vez
fallecida.
Roland Barthes, filósofo y teórico cultural, hablaba de lo que hacía especial la fotografía
icónica de Marilyn Monroe, y en este caso era la boca de la actriz, que sonreía ante la
cámara, pero con la boca tensa (los dientes de la mandíbula inferior chocan con los de la
superior). Según el crítico de arte Michael Fried, los retratos de Marilyn de Warhol
“captaban lo verdaderamente humano y patético en uno de los mitos más ejemplares de
nuestro tiempo” (Ingram, 2014: 40).
CONCLUSIONES
Aunque lo pueda parecer, el Pop Art no es un simple movimiento en el que los artistas se
ponen a crear obras fáciles para un público lento. Si lo pensamos, es más bien un arte muy
político, y muy consciente de la realidad de nuestra sociedad de consumo.
Los artistas pop, en realidad, documentan lo que ven a su alrededor, con sus luces y sus
sombras. Es, ni más ni menos, la manifestación plástica de una cultura que se caracteriza
por varios factores como son el consumo vertiginoso, la tecnología, el ocio, el consumo, las
modas, la democracia… Todo fabricado, empaquetado y listo para venderse.
El arte, más que nada, es otro producto, y Andy Warhol era un experto en venderlo, pero
mas que nada en entenderlo.
Warhol desde sus inicios fue muy eficaz en todo lo relacionado a la publicidad, y al
incursionar al mundo del arte no decepcionó, es por eso que se puede notar su clara
influencia del marketing en la elaboración de sus obras. Analizando algunos de sus trabajos
alternos se puede observar que presentaba “objetos” de consumo (latas de conserva,
productos y figuras públicas).
El díptico de Marilyn, al igual que el mismo movimiento artístico del que es parte, viene a
ser una respuesta, una crítica. Una crítica, pero esta ves dirigida, no al movimiento anterior,
sino a la sociedad, y mas específicamente, a la sociedad del espectáculo, quien está tan
centrada en crear y promover los estereotipos de belleza a través de figuras, figuras que
dejan de ser personas para convertirse en simples objetos inducidos al consumo por parte de
las masas; pierden un sentido de identidad, teniendo como único valor el de su apariencia…
y era justamente eso lo que Warhol quería representar.
Así, Warhol pone en evidencia la gran hipocresía del mundo de Hollywood: Marilyn fue un
ícono destruido a través de la exposición reiterada de su belleza como supuesto valor único.
Y vaya que el trabajo de Warhol influyó, al ser, muy probablemente, su obra mas conocida,
ha sido referenciada en un sinfín de trabajos más. Gracias al trabajo de Warhol, el tema de
la muerte de Marilyn Monroe fue mucho más conocido y, por ende, el fervor del publico
fue mayor. Pero esencialmente, les permitió a las personas observar un nuevo rostro (literal
y figurativamente) de esa sociedad de consumo tan marcada de aquel entonces… que de a
poco… los estaba destruyendo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS