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Historia del Arte de Rosario

Rosario, polo cultural de la zona sur de la provincia, se dio el lujo de ver nacer y
"expulsar" a Lucio Fontana, Antonio Berni y a varios de los artistas que en los años
60 pasaron de la experimentación a la vanguardia y marcaron el cierre de un ciclo en
el arte argentino con "Tucumán Arde"
Fernando Farina | Crítico de Arte
15-set-1999
Berni y la Mutualidad
Desde los años 20, la primera generación de artistas locales formados
en las academias comenzó a constituir diversas asociaciones por
afinidades con alguna tendencia y concretó sus ideas en exposiciones
independientes de los salones oficiales. De estas formaciones, se
destacó el Grupo Nexus -Demetrio Antoniadis (1899-1965), Berni,
Alfredo y Ángel Guido, Musto, Nicolás Melfi, Luis Ouvrard (1899-
1988) y Julio Vanzo (1901-1984), entre otros-, que en 1926 hizo su
primera muestra en la Galería Witcomb. Retrato de Ester Vidal.
Luis Ouvrard.
 

El "crack" económico de 1929 repercutió gravemente en la ciudad, y Berni, que estaba becado
en Europa, debió volver. Trajo sus conocimientos sobre numerosos movimientos pero sobre todo
imbuido por ideas revolucionarias. Había estudiado en los talleres de Lhote y Friesz, conocido a
Marinetti, Lefebvre, Buñuel, Eluard y Tzara, trabado amistad con Louis Aragón y hasta
compartido momentos con Picasso y De Chirico. Las experiencias fauvistas, cubistas, futuristas y
surrealistas que compartió en París lo convirtieron en uno de los integrantes de la considerada
primera vanguardia argentina, la llamada "Escuela de París". De regreso en Rosario volcó las
novedades europeas y nucleó, de acuerdo a sus convicciones políticas de izquierda, a los jóvenes
disconformistas.

En 1933, varios de ellos -entre los que se encontraban Juan


Grela (1914-1992), Anselmo Piccoli (1914-1993) y Leónidas
Gambartes (1909-1963)- se agruparon en la denominada Mutualidad
de Estudiantes y Artistas Plásticos y comenzaron a proyectar murales,
mientras difundían que el cuadro de caballete era un objeto burgués.

Berni trajo incluso a Rosario al muralista mexicano David Alfaro y el


grupo de jóvenes se consustanció con ideas y novedades tales como
que el viejo cuaderno de apuntes que hacía Leonardo había sido
superado por la fotografía, y que en vez del pincel era conveniente usar
el soplete.
Los temas tocados por el grupo eran los que tenían trascendencia
social. Las obras fueron mostradas en el salón municipal libre realizado
Reunión en la que se resuelve en 1934, que se convirtió en la piedra del escándalo. Y José León
crear La Mutualidad de Pagano escribió un artículo en Buenos Aires donde cuestionó "la
Estudiantes y Artistas subversión que hay en la pintura argentina en la ciudad de Rosario".
Plásticos de Rosario. Rosario,
1933
La resistencia del gobierno y las familias influyentes se hizo sentir
inmediatamente. Antonio Berni, que viajó a París con una beca del
Jockey Club, había vuelto un joven comunista. A los dos años, el artista se fue definitivamente a
Buenos Aires, convirtiéndose a través del nuevo realismo en el más importante artista argentino.
En tanto, la Mutualidad no se pudo recuperar. Finalmente el edificio en que funcionaba fue
cerrado por orden judicial; la policía revisó todo y lo que había desapareció. No quedaron rastros
de las obras, de las cuales varias eran de Berni.

Los jóvenes artistas se sintieron desamparados y sólo continuaron


trabajando juntos los que tenían más afinidades como Grela
y Leónidas Gambartes. Pero en los 40, varios de los ex integrantes,
a los que se sumaron Nicolás Antonio de San Luis, los
hermanos Godofredo y Guillermo Paino, Vanzo y López Armesto, Manifestación. Antonio Berni.
formaron la Agrupación de Plásticos Independientes 1934. Temple sobre arpillera
180 x 249.5 cm. Malba -
Colección Costantini, Buenos
En el interregno, Lucio Fontana, que había viajado de chico a Italia, Aires
volvió para quedarse varios años en Rosario (durante dos períodos). Ya en ese tiempo, el
creador planteó su interés en experimentar nuevas formas artísticas, teniendo en cuenta tanto la
intuición como la transformación producida en el hombre a partir de la tecnología. Sin embargo,
en la Argentina no pudo desarrollar plenamente sus ideas. Su verdadera convicción acerca del
nuevo arte fue puesta de manifiesto inicialmente en sus famosas telas perforadas, que le
permitieron obtener reconocimiento mundial cuando regresó a Italia en 1946. Actualmente,
Fontana es considerado internacionalmente como uno de los más grandes artistas de todos los
tiempos.

Historia del Arte de Rosario


Rosario, polo cultural de la zona sur de la provincia, se dio el lujo de ver nacer y "expulsar" a Lucio Fontana,
Antonio Berni y a varios de los artistas que en los años 60 pasaron de la experimentación a la vanguardia y
marcaron el cierre de un ciclo en el arte argentino con "Tucumán Arde"
Fernando Farina | Crítico de Arte
15-set-1999
Contra los discursos masivos
En 1950, luego de extinguirse el Grupo de Artistas Independientes, se creó el Grupo Litoral por
iniciativa de Leónidas Gambartes, Francisco García Carrera (1914-1976), Garrone, Juan
Grela, Gutiérrez Almada, Oscar Herrero Miranda (1918-1968), Minturn Zerva (1896-
1964), Alberto Pedrotti (1898-1980), Hugo Ottmann (1920-1998), Carlos Uriarte (1910-
1995) y Warecki, a los que más tarde se agregaron Pedro Giacaglia (1922-1997) y Froilán
Ludueña (1913-1959).

La propuesta del grupo, que fue el primero de Rosario en obtener


resonancia nacional, fue comprometerse con el hombre contemporáneo
y las nuevas realidades, a partir de las vivencias del lugar. Si bien su
programa manifestaba explícitamente la necesidad de utilizar ciertos
lenguajes universales, nació -según ha confesado Grela- más
propiamente como consecuencia de una oposición de los artistas al
Grupo Litoral. Algunos de sus peronismo. "Sin mecenas -según decía-, aprendimos a ser pintores
integrantes. Gambartes (a la durante la época de la masificación de los discursos para el pueblo".
derecha), junto a tres de los Esto explica la convivencia de Grela y Uriarte, quienes años después
integrantes del Grupo Litoral: convirtieron sus diferencias en una rivalidad puesta de manifiesto a
Juan Grela G., Oscar Herrero través de las distintas formaciones y críticas que se recibían en el taller
Miranda y Hugo León particular de uno y en la cátedra del otro.
Ottman. Rosario, 1957.

Responsables de la renovación estética de Rosario y de convocar a un


público indiferente hasta ese momento, el grupo tuvo influencia en todo el país. En su manifiesto
aclaraban que no propiciaban escuela ni eran catequistas de ningún ismo. "Sólo -decían-
condenamos el sentido académico y las fórmulas convencionales, en cuanto consideramos que
ellas coartan la libertad del hombre para expresar las revelaciones de su nuevo espíritu con un
nuevo lenguaje. La libertad, dentro de un rigorismo de oficio a cuya plenitud ansiamos llegar, es
fundamental para el logro de los fines estéticos que esta generación reclama. Estamos
aprendiendo a usar conscientemente esa libertad. Estamos practicando la técnica que nos llevará
a su más pura y noble expresión. Estamos al servicio del hombre de hoy y de su nuevo espíritu".

El compromiso con el lugar y el origen se expresó en las imágenes de la vida y los paisajes del
Litoral, que se sumaron a visiones americanistas realizadas con cuidadas técnicas. Los
pigmentos ocres y azules, que predominan en sus obras, dieron un color característico a sus
pinturas. Uriarte buscó nuevas síntesis a partir del cubismo, el
fauvismo y la pintura metafísica, hasta llegar a la abstracción en los
60, al representar la desolación. Gambartes, comprometido con lo
americano, buceó en los orígenes del hombre de esta tierra y sus
mitos a través de una técnica particular (cromo al yeso), y Grela cruzó
las vivencias cotidianas con lenguajes universales. Marcado por el
realismo y lo americano, aparece en su obra una convergencia donde
también está presente el universalismo constructivo de Torres García.
Herrero Miranda, en cambio, fue el más experimentador del grupo y el
más permeable a los movimientos que se iban conociendo. Su
eclecticismo también hizo escuela.

La formación de talleres rivales comprometidos con las distintas


estéticas van cerrando una etapa desde mediados de los 50 "el grupo
Litoral se disuelve en 1958- que concluye cuando diferentes grupos de
jóvenes se relacionan y pasan en un rápido proceso del arte
El Dios del Maíz.
experimental a la vanguardia. Al iniciarse los 60, el grupo más Leónidas Gambartes.
importante era el Taller compuesto por María Reyes Amestoy, Lía
Martha Baumann, Osvaldo Boglione, Mele Bruniard, Marta
Gaspar, José María Lavarello, Jorge Martínez Ramseyer, Rubén Naranjo, Jaime
Rippa y Andrés Eduardo Serón, que proclamaban solamente una unidad de trabajo ya que
adherían a diferentes corrientes modernas. Pero también por la época empezaron a desarrollar
sus actividades algunos alumnos del taller de Grela: Juan Pablo Renzi, Aldo
Bortolotti, Eduardo Favario, Carlos Gatti, Norberto Puzzolo, Emilio Ghilioni y Rodolfo
Elizalde, y de otros talleres de estudiantes de la Universidad: Graciela Carnevale, Noemí
Escandell, Fernández Bonina, Guillermo Tottis y Ana María Giménez.

La mayor información sobre lo que pasaba en el mundo, la


permeabilidad cultural, la creación de instituciones como el Di Tella,
que promovieron la producción contemporánea sobre todo en Buenos
Aires, y el estado ebullición que se vivía tuvieron su correlato en
Rosario. 

El movimiento que duró unos pocos años "y reunió a muchos de los
integrantes de grupos y talleres- se inició con la ruptura con la
tradición a través de la experimentación. Los protagonistas transitaron
aceleradamente del expresionismo abstracto y el informalismo, a la no
figuración, el pop, el arte de acción, los happenings y las estructuras
primarias. El proceso revela la convergencia en un grupo que en rápida
transformación y ruptura con las instituciones y el medio artístico "la
El General Mambrú. pintura tradicional fue calificada de mermelada y se procuró la
Juan Pablo Renzi. desmuseificación de la experiencia estética-, pasó de los
cuestionamientos estéticos a acentuar las críticas a través de
producciones contestatarias y alternativas que proponían una ruptura
con fundamentos de orden social y político.
El grupo se relacionó rápidamente con la vanguardia de Buenos Aires, iniciando acciones
comunes que culminaron con la obra "Tucumán Arde". El 3 de noviembre en el local de la CGT
de los Argentinos de Rosario, que dirigía el combativo Raimundo Ongaro a nivel nacional, se
inauguró la exposición también bajo el engañoso título "Primera Bienal de Arte de Vanguardia”,
allí se exhibieron fotografías, diapositivas y cortometrajes que revelaban la crítica situación
tucumana, mientras que por los parlantes se escuchaban grabaciones con los testimonios de los
trabajadores y se exponían noticias relacionadas con los cierres de los ingenios
La obra sobreinformacional, que puede ser considerada la primera conceptual, trabajaron
numerosos teóricos, sociólogos, artistas, cineastas y fotógrafos, pero finalmente el manifiesto
fue firmado por Noemí Escandell, Graciela Carnevale, María Teresa Gramuglio, Martha Greiner,
María de Arechavala, Estela Pomerants, Nicolás Rosa, Aldo Bortolotti, José Lavarello, Edmundo
Giura, Rodolfo Elizalde, Jaime Rippa, Rubén Naranjo, Norberto Puzzolo, Eduardo Favario, Emilio
Ghilioni, Juan Pablo Renzi, Carlos Schork, Nora de Schork, David de Nully Braun, Roberto Zara,
Oscar Bidustwa, Raúl Cantón y Sara Dupuy de Rosario, Graciela Bortchwick, Jorge Cohen y Jorge
Conti de Santa Fe, y León Ferrari, Roberto Jacoby y Beatriz Balbé de Buenos Aires.

La obra expresó en definitiva el paso de las indagaciones formales a los contenidos, pero la
acción terminó también marcando la culminación de un proceso, ya que los artistas dejaron de
producir, y en su mayoría pasaron a realizar actividades directamente relacionadas con la
política. 
Como consecuencia, el vacío que se abrió a partir de los 70, sólo fue
cubierto por los "viejos maestros”, la aparición de algunos pocos
nuevos artistas y el paulatino retorno a la producción de los
integrantes de la vanguardia. En un período confuso conviven el
escultor de arte sacro Eduardo Barnes (1901-1977) con el
serigrafista innovador Pedro Sinopoli y el dibujante Julián
Usandizaga. Las cuestiones estéticas "salvo pocas excepciones-
vuelven a aparecer en el centro de las problemáticas o recubren otros Eduardo Favario en Tucumán
intereses a través de las obras de artistas de muy diferentes Arde. Rosario, 1968.
extracciones como María Suardi, Gregorio Zeballos, Julio Rayón,
Rubén Porta, Rubén de la Colina, Liliana Gastón, María Elvira Pantarotto,Arminda
Ulloa, Perla Prats, Luis Rivas, Miguel Ballesteros, Manuel Martinez,Ana María Beltrame,
Osvaldo Traficante Clelia Barroso, Marcelo Castaño, Graciela Ceconi, Fernando
Ercila, Guillermo Forchino, Rodolfo Perassi, Aldo Ciccione, Marcelo Villafañe, Eulalia
Gentile Munich, Rubén Echagüe, Emilio Torti, Gladys Nistor, Fabián Marcaccio, Mauro
Machado y los agrupados en torno a Jorge Orta.

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