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Este trabajo retoma y sintetiza algunas zonas del libro Del Di Tello o Tu-
cumón Arde,l relativas al proceso de radicalización a la vez político y es-
tético que protagonizaron en 1968 artistas de vanguardia rosarinos y por-
teños, cuando abandonaron el circuito artístico para vincularse a la
central obrera opositora a la dictadura de 0nganía. En particular se con-
centra en el uso de la fotografía en Tucumán Arde, la célebre obra artís-
tico-política colectiva en Ia que culmina este itinerario.

Vanguardia y modernización en la década larga


El proceso de modernización posterior a la caída del peronismo impli-
ca cambios significativos en la sociedad y en la vida cultural argentina,
inescindibles de una tendencia que recorre el mundo occidental, y que a
nivel local implica el surgimiento de nuevos impulsos así como la visibili-

li
T'illrl

*56 dad o la potenciación de otros que


hasta entonces se habían desarroila- >51
do en forma atomizada. restringe a Buenos Aires; tiene otros centros de efervescencia en ciudades
0jo5 crueles Más allá de los dife¡entes ritmos del interior, especialmente en Rosario.
que asume este proceso moderniza_
Año t. Nro l dor en el campo cultural, pueden Documental¡smo y La relación de la vanguardia con el circuito institucional modernizador
señalarse tru, grunO., tendencias pre_
sentes en sus diferentes ámbitos. eficacia comunicat¡va fue cambiante y contradictoria. Muchas veces se asocia en un sentido de
La prrmera esla creoc¡ón de nuevos
ins_ en Tucumán Arde pertenencia al lnstituto Di Tella y la vanguardia. Es indudable que tuvie-
o el fortalecimiento de impulsos
!,jl_i:_"r.rt *,.,orroor., en et seno de las Ana Longoni y ron [Jna relación muy intensa (productiva y también conflictiva). La colo-
¡'5LrLUcrones ya existentes. si
bien había focos de modernización que
cionaban aislados desde los años.4o, fun- l''lariano l'lestman cación del lnstituto fue, más bien, Ia de "impulsor" de tendencias que ya
.rt. pro..ro se vigoriza después de venían desarrollándose y que, en todo caso, lo excedían. La Nueva Figu-
la caÍda del peronismo, como puede
observarse en ¡nst¡tuciones de for_
mación, de promoción, de exhibición, ración, el primer grupo de pintores de los'60, ocupa en pocos años un lu-
de gestión. La segunda línea es la
emergencio de grupos de nuevos productores gar que podríamos llamar de "consagración alternativa", gracias a las ins-
curturores,en generar muy
rovenes, que actuarizan radicarmente sus disciprinas, tancias de Iegitimación de dicho circuito. Sin embargo, como veremos más
introducen nuevas adelante, el curso antiinstitucional que adopta gran parte de la vanguar-
estéticas, y escapan a ras normas
instituidas de consagración. La tercera rí-
nea es la aparición de un nuevo público, dia a flnales de la década termina enfrentándola a aquellos actores ins-
mucho más amplio y ávido de
novedad. titucionales a los que había estado estrechamente vinculada.
Los años sesenta son los años Así como el proceso de la modernización atraviesa toda la "década
del boom literario lailnoamericano,
que larga", como la Ilama Fredric Jameson, otro tanto ocuTre con la idea-
no sóro significó en nuestro medio
ra consagración de argunos escritores
stno que además agrandó en forma fuerza de la "revolución", al menos desde el triunfo de la revolución cu-
notable los circuitos de edíción, dis_
tribución y consumo de ribros. son bana. En su reciente libro Entre lo plumo y el fusil(zoo3), tlaudia Gilman
ros años de aparición der teatro
rimental, que amplía eljuego, dominado expe- analiza como un bloque temporal el período de los sesenta-setenta (de
por el teatro comercial y Ios he_
rederos der teatro rearista 1g5g ai97)lt6), a partir de la constatación de que fue una misma estruc-
o naturarista.50n ros años de ecrosión
generación de nuevos directores de una turo de sentimientos la que atravesó la época -entendida como compo
de cíne -formados durante ra década
'50 en el cineclubismo y las revistas der de lo que es públicomente decible en ese lapso de tiempo: la percepción
especializadas_.5on años de creci_
miento abrupto de Ia terevisión argentina a escala planetaria de la inminencia (deseada) de transformaciones radi-
a partir de ra creación de nue-
vos canales y la expansión del cales en la política, las instituciones, el arte y la subjetividad, y Ia con-
número de receptores. En el área de
vestigación científica, ya en 1957 la in_ vicción de artistas y escritores de estar llamados a jugar un papel en ese
se crea el tonsejo Nacional de
lnvestigaciones científlcas yTécnicas. proceso que tenía su locomotora en los países que comenzaron a deno-
En er caso de Ia universidad, surgen
nuevas carreras, como la de Sociología minarse del Tercer Mundo. Gilman argumenta que la valorización de la
y las de Educación y psicología,
das al interior de la Facultad de
io_ política -su creciente consideración como región dodoro de sentido de
Filosofia y Letras.
En el campo artístico, nuevos actores los diversas prócticos, al decir de Terán- y la expectativa revolucionaria
configuran un c¡rcu¡to institucio_
nol modernizodor, conformado por que despertó en América Latina la Revolución Cubana constituyeron las
nuevas instituciones privadas (er
tituto Di Terra) y oficiares (er Museo de rns- ideas-fuerza en las que se asentó la voluntad de escritores del continen-
Arte Moderno), premios orientados
a promocionar la experimentación (como te de vincularse entre sí para contribuir desde la literatura a las transfor-
el Very Estimary el Braque), va_
rias galerías (en especiar Liroray), maciones en marcha. La puesta a punto de una agenda cultural de mo-
etc. Ese circuito mantiene una rerativa
autonomía respecto del circuito tradicional, dernización estética se entendía en el marco de un programa
lo que se traduce en la capa_
cidad de legitimar y dar visibilidad propuestas estético-ideológico tendiente a "producir una literatura nueva en un
a alternativas en el pano_
rama plástico local. mundo nuevo". Esa convicción de los productores acerca de su deber de
r Ana Longo¡i y fl¡riano A mediados de la década, un número cumplir un rol como agentes del cambio, Ileva a Gilman a afirmar que la
extendido de jóvenes artistas
Me\lñan, Del D¡ foilo o abandona la pintura de caballete, y nota dominante del campo literario latinoamericano durante esos años
Tucuñán Arde, Bueras explora la construcción de objetos,
ambientes, happenings, acciones fue la conversión del escritor en intelectual. Del escritor, y podríamos
A¡res, E cio o por asdlto,
de arte y diversas variantes conceptua_
2000
les y crecientemente desmaterializadas. agregar del artista, del "trabajador de Ia cultura", para usar una deno-
El fenómeno vanguardista no
se minacrón cara a esos años.
Lafigura del inteleduol comprometido abrigó, a comienzos de la épo- >59 condiciones para una búsqueda de alternativas de poder porfuera del sis-
-58
ca en el caso de los escr¡tores, un poco más tarde para los artistas plásti-
' tema de partidos.
0jos crueles cos, la representación de la propia práctica específica como actividad po- Documentalismo Y La política culturaldel régimen militar, de o¡ientación fueftemente au-

Año r Nro l lítica. Bajo ese paraguas se concibió la tarea de modernización estética, eficac¡a comunicativa toritaria y clerical, se maniflesta en diversos hechos de censura como el
asegurando la doctrina del compromiso la posibilidad de entretejer el en Tucumán Arde cierre de publicaciones, clausuras de salas teatrales, sanciones a radioe-
¡deol crítico del intelectual con la tarea en el propio campo de saber. En Ana Longonl Y m¡soras, normas o leyes restrictivas de ta libertad de expresión, así como
este punto Gilman discrepa con la tesis de Silvia Sigal en lntelectuoles y l"lar ano Mestman una política de intervención de instituciones públicas como la universidad
li poder en lo décodo del 6o(tgg't) acerca de una escisión entre opciones po- de Buenos Aires en 1966 o el hostigamiento contra el Di Tella y otros es-
líticas y comportamiento cultural en los primeros años sesenta, al señalar pacios del "ambiente moderno", acusados de quebrantar la moral y las
que el intento de renovación cultural era ejercido por los escrltores-inte- buenas costumbres.
lectuoles como tarea comprometido. Gilman sugiere que la ambigüedad Al mismo tiempo que se consolida lo que Terán llama el ,,bloqueo tra-
inherente a la noción de compromiso -¿compromiso de la obra o del au- dicionalista" que venía acentuándose desde mediados de la década, po-
tor?- se enfrentó hacia fines de la década del sesenta con una creciente dría pensarse que la utopío modernizodora como configuración cultural
demanda de eficacia práctica inmediata que terminó oponiendo polobro dominante en los primeros años de la década cede terreno, hacia flnes de
y occión en beneflcio de la segunda como significado único de lo que de- la misma, a la utopío revolucionorio, en el convulsionado contexto inter-
bía considerarse política, con lo que Ia politización del intelectual trazó naciona! del'68.
una curva paradójica que culminó con la devaluación de la palabra y de Esta trama compleja precipita las condiciones para validar como legí-
sí mismo frente a la eficacia del hombre de acción. "La inminencia de la tima la opción por la lucha armada en amplias franjas sociales, y posibi-
revolución latinoamericana -sintetiza Gilman- fue acotando los conteni- lita el encuentro de sectores políticos y sociales diversos en una instancia
dos de lo que se entendía por'política'. De la idea que planteaba que to- común de enfrentamiento al gobierno militar.
do ero política, se pasó a la de que sólo la revolución,'el hecho cultural Si bien es indiscutible el peso simbólico del Cordobazo (en mayo de
por excelencia', como lo determinó la resolución general del tongreso Cul- 1969), ya un año antes el clima de rebelión frente al régimen (y al siste-
tural de La Habana, era política". La autora puntualiza que, a diferencia ma) impulsa una serie de experiencias de articulación entre sectores del
de aquella frase acuñada para caracterizar la época (todo ero político), movimiento obrero combatlvo y núcleos intelectuales o artísticos. plásti-
"más adecuado serÍa aflrmar que la gramática característica de los discur- cos, c¡neastas, periodistas y diversos profesionales e intelectuales vincula-
sos fue antes excluyente que acumulativa": "nada es (suficientemente) dos -en su mayoría- a las zonas renovadoras de sus disciplinas, se inte-
político a excepción de...". gran a espacios de confluencia con fuerzas políticas y sindicales opositoras
El antiintelectualismo es uno de los modos dominantes en que una al gobierno militar de 0nganía. El más significativo de estos ámbitos es la
fracción importante del campo intelectual latinoamericano procesó tales CGT de los Argentinos (CGTA), l¡derada por Raymundo 0ngaro. Con un pro-

requerimientos, flexión que tuvo un punto de aglutinación tras la caída grama de oposición frontal al régimen militar, pluralista yfrentista, de ca-
del Che en Bolivia. De ahí en más, Ia redefinición del intelectuol revolu- rácter anticapitalista y antiimperialista, se presenta como un espacio
cionorio se resuelve en la disolución de Ia identidad específica. atractivo para diversos núcleos intelectuales que buscan una vÍa de vin-
En ese punto de pasaje, en ese umbral, ubicamos nuestra investiga- culación (y en muchos casos de organicidad) con Ia clase obrera.
ción sobre vanguardia artÍstica y vanguardia política en ei "68 argentino,,. En los mismos días del mayo francés, varios hechos coincidentes ex-
presan, y a la vez contribuyen a desarrollar, un tejido social y lazos de so-
El'68 argentino lidaridad entre formaciones intelectuales y sectores obreros. Un grupo de
En 1966, el golpe militar encabezado por 0nganía irrumpe nuestra per¡odistas nucleados por el escritor Rodolfo Walsh da vida al semanario
inestable vida politica.5i bien el rég¡men institucional parlamentario ve- CGI, órgano de difusión de la CGTA. Walsh redacta, junto al secretario ge-
nía funcionando irregularmente desde la proscripción del peronismo des- neral Raimundo 0ngaro, el "Mensaje del 1,". de Mayo,,, que apaTece en la
de el '55, la nueva coyuntura ubica en un lugar de igualdad (el de la pros- tapa del primer número del semanario. Este documento fundacional
cripción) al conjunto de los partidos políticos y, en este sentido, crea las constituye una suerte de matriz programática de la central obrera a parlir
>60 del cual se elabora el periódico, que difunde la línea de la central entre
los trabajadores adheridos y se expande hacia el conjunto de una mili-
ojos crueles tancia social en crecimiento.
Año ¡. Nro l También en mayo del '68 está fechado el pr¡mer manifiesto del grupo
Cine Liberación, que un mes después alcanzará repercusión pública con el
estreno internacional de la pelicula "La hora de los hornos" (dirigida por
Solanas y Getino) en el Fest¡val de Pésaro, ltalia. Simultáneamente a ese
reconocimiento en el extranjero, en la Argentina el fllm es oflcialmente
prohibido, lo que obliga a recurrir a una circulación clandestina o semi-
clandestina, según el período. Para su difusión, a través de Ia constitución
de una red de ámbitos alternativos al circuito comercial de salas cinema-
tográficas, cumplen un rol ¡mportante los gremios adheridos a la CGTA y
los grupos políticos, de estudiantes y de intelectuales vinculados a ella.
Ese lazo se ratif¡ca cuando entre f¡nes de 1968 y pr¡nc¡pios de 1969 in-
tegrantes de Cine Liberación llevan a cabo una breve experiencia articula-
da con la central obrera: la realización de un informativo cinematográfi-
co, denominado "C¡neinformes de la CGT de los Argentinos".
A lo largo de ese mismo año, un signiflcativo número de plásticos ex-
perimentales, vinculados hasta entonces al circuito modernizador, lleva a
cabo un acelerado proceso de ruptura (artística y a la vez política) con to-
das las instancias de lo que Peter Bürger (lgAZ) llama la institución orfe.
Esa ruptura se manifiesta en una serie de acciones e intervenciones aftÍs-
tico-polÍticas producidas a lo Iargo del año 1968, cuyo punto culminante
es Tucumán Arde, la obra colect¡va más conocida de la vanguardia plásti-
ca argentina de esos años, que se realiza justamente en el marco institu-
cional de Ia CGTA.

Este último caso no es, como vemos, excepcional ni está aislado. Son
varias las formaciones culturales que transitan en esa coyuntura desde
una posición alternativa en el campo cultural a una posición de abierta
oposición al régimen. Si en las deflniciones de varios grupos culturales, el
predominio de lo político es evidente después del Cordobazo, considera-
mos que durante el año'68, en particular en el espacio generado en tor-
no de la CGTA, pueden hallarse experiencias originales de vinculación en-
tre la producción cultural y la politica revolucionaria en las que se
pretende la integración de ambas esferas, arte y polÍtica, sin dejar de pre-
servar la especificidad del primero de los términos.
Se podría pensar que asÍ como la tendencia modernizadora es la he-
gemónica en los primeros años de la década del '6o y la revolucionaria lo
es en los primeros años de la década del '7o, en el interregno del '68 coe- 1 2
Pobladores Recolección de la
xisten efímeramente (y no sin conflictos) ambas líneas como compatibles tucu ma nos caña de azÚcar. El
dentro del imaginario que los sustenta. entrevistados Las cierre de los
cond iciones de ingenios azucareros
miseria de la produjo la mayor
población fueron eje emigración de la
de denuncia de la historia de la
o b ra.l Provl ncla
>62 El itinerario del '68 -6) La decisión de tomar como eje de la obra la denuncia de la crisis tu-
El proceso de ruptura con el circuito modernizador que v¡ve gran parte cumana no fue una elección aleatoria: conmovía a Ia opinión pública, no
0jos cruele5 de la vanguardia plástica rosarina y porteña se pone en ev¡dencia en una Documentalismo y era un problema marginal o desconocido en el resto del pais, sino el foco
Año r. Nro. 1
seguidilla de acciones artístico-políticas llevadas a cabo colectivamente en- eficacia comunicat¡va de conflicto social causado más grave, a causa del cierre de los ingenios
tre abril y diciembre, que hemos denominado el itinerario del '68. Recons- en Tucumán Arde azucareros, el consiguiente desempleo masivo y las protestas de la pobla-
truir este recorrido nos permite reconocer las cambiantes estrategias adop- Ana LonEoni y ción acaudillada por un combativo sector sindical, eran cuestiones que
tadas por los aftistas: la rebelión adentro de la institución, en sus márgenes, Mariano Mestman formaban parte de la agenda política de esos días. Frente a la visibilidad
en Ia calle y -finalmente- en un ámbito ajeno al campo artístico. social del problema tucumano y la permanencia del conflicto en la zona,
una vez concretada la salida del Di Tella y las instituciones artísticas, el gobierno encaró el "0perativo Tucumán" que, iniciado en r966, consis-
los mismos artistas de Ia vanguardia se autoconvocan en el lEncuentro tía en una serie de medidas de promoción industrial y diversificación
Nacional de Arte de vanguardia. Realizado en Rosario en agosto, es la ins- agraria, ante la grave crisis de Ia industria del azúcar.
tancia colectiva que muestra con mayor densidad el proceso de elabora- "Tucumán Arde" aspira a constituirse en un contradiscurso que ponga
ción y discusión de las ideas estéticas y políticas que sustentan el itinera- en evidencia la falsedad de la propaganda oficial en relación a la situa-
rio del '68, y pone de manifiesto Ia autoconciencia de ros prásticos acerca ción crítica de la provincia del norte argent¡no. Con este objetivo contrain-
de la "situación límite" en la que se encuentran. formacional, todas las etapas de la obra se articulan en una estrategia ge-
Junto a otros intelectuales, debaten a lo largo de un fin de semana, neral de creación de lo que denominan un "circuito sobreinformacional,,.
con el objeto de articular "una teoría que oriente específicamente y acla_ La obra fue concebida -y realizada- como un proceso que atravesaba
re el campo de nuestra acción futura,,, según explicita el temario de la sucesivas etapas (en el tiempo, en el espacio), que fueron planificadas
reunión. coinciden en evaluar que las últimas acciones artístico-políticas previamente y figuran descritas (con algunas mínimas variantes) en dis-
colocan a sus protagonistas en una posición distinta, nueva y sin posibi- tintos documentos del grupo. Se concibe inicialmente la obra como un
lidad de retorno a las instituciones y a la ,,cultura burguesa,,. Se proponen proceso estructurado en cuatro etapas.
como perspectiva la búsqueda de,,un nuevo campo',,,,una nueva fun_ Luego de una primera etapa exploratoria y de recopilación de informa-
ción" y "nuevos materiales que realicen esa función,,, para lograr,,una ción, la segunda etapa cons¡ste en la confrontación y veriflcación de la
nueva obra que realice en su estructura la conciencia ideológica del artis- realidad tucumana, a través de un nuevo viaje a Tucumán de artistas ro-
ta". Esto es, una "nueva estética,,, que recupera del ideario de las van_ sarinos, apuntalados por algunos técnicos y periodistas. Desde temprano
guardias históricas la intención de fusionar el arte y la vida, un arte ins- a la mañana, viajaban en grupos hasta el lugar designado, eran presen-
cripto en el proceso revolucionario. tados e introducidos por los dirigentes gremiales, e iniciaban la explora-
ción y el registro de la situación, a través de entrevistas y encuestas a los
Tucumán Arde pobladores, que eran grabadas, fotografiadas o fllmadas. Entraron en al-
Algunas semanas después del I Encuentro, en el que los artistas rosa_ gunos ingenios afectados, en instalaciones abandonadas, en las pobla-
rinos y porteños acordaron impulsar una obra colectiva articulada a la ciones vecinas a la capital, en hospitales, en escuelas. Fotografiaron de-
central obrera opositora a la dictadura, el proyecto empezó a tomar for- pósitos donde se acaparaban toneladas de azúcar (producto que
ma. La nueva obra a la que apuntaban debia instalarse por fuera del cir- escaseaba para la población). Entrevistaron a dirigentes gremiales y popu-
cuito artístico, de su público de élite, de sus convenciones y dispositivos, lares, a maestras, a médicos, a peones, a familias desocupadas.
en una poco delimitada zona donde arte y polÍtica mezclaban sus proce_ Simultáneamente al segundo viaje, se realiza -especialmente en Rosa-
dimientos, donde los artistas definían sus acciones como arte de vanguar- rio- la campaña de difusión que tiene por objetivo generar una expecta-
dia y medían su eficacia en términos políticos. tiva masiva en torno a la consigna "Tucumán Arde", y -como objetivo aso-
Entre las primeras discusiones de agosto y las muestras de,,Tucumán ciado- convocar a las muestras a partir de canales de difusión no
Arde" en las sedes de la C6TA de Rosario y Buenos Aires en noviembre, convencionales dentro del circuito artístico.5u diseño combina técnicas y
existe un breve lapso que concentra un acelerado proceso artístico y polí_ prácticas tomadas de la acción política, el campo de las relaciones públi-
tico, y una experiencia vivencial intensa para sus protagonistas. cas, los desarrollos artísticos experimentales y la labor publicitaria.
La tercera etapa de "Tucumán Arde" se concreta con las muestras-de-
>6\ >65 a partir de una combinación der muestrario de imágenes y
nuncia en Rosaiio y Buenos Aires de los materiales relevados en la fase datos contun-
dentes con una expricación científrca (desde er paradigma sociorógico)
cileles anterior. El montaje se dispone en las sedes de l¿ IGTA en ambas ciuda- de
Oios Documentali5mo y sus causas y consecuencias, sus beneficiarios y sus cómplices.
Año 1 Nro 1 des, sin restringirse a una zona acotada de los edificios. En palabras de los
eficacia comunicativa simultáneamente, se proyectan cortos y audiovisuares documentares,
artistas participantes, se trata de una "ocupación", de una "toma". y
en Tucumán Arde se emiten grabaciones de entrevistas a dirigentes sindicares,
En el montaje de las muestras se desarrolla una estrategia multimedial trabajadores
Ana longoni y cañeros y pobladores tucumanos. se entregan ar púbrico
orientada a sobreinformar al público. Se trata de utilizar diversos medios asistente infor-
Mariano Mestman mes mimeografiados: er documento eraborado por un grupo de
para difundir una misma información durante un tiempo y en un espacio socióro-
gos, reportajes, la reproducción de los carteles expuestos,
determinados con el objetivo de crear las condiciones en el público asis- etc.
La primera muestra, en Rosario, dura t5 días, y se calcula
tente para una recepción apropiada del sentido de la crisis en Tucumán. una asisten_
cia de varios miles de personas, a pesar de la prohibición gubernamen_
En la vieja casona donde funcionaba la sede de la CGT rosarina, al cru-
zar la entrada, el público se ve obligado a pisar los nombres de los due-
tal de reuniones políticas que regía entonces. La segunda muestra se
montó en la sede sindical donde funcionaba la CGTA, en dos pisos
ños de los ingenios, indicando cuáles son sus ingenios y otras propieda- de un
edificio de nueve, en la calle paseo Colón, en Buenos Aires, los primeros
des, y sus vinculaciones con el poder político.
días de diciembre de 1968. A ras pocas horas de su inauguración
En las paredes se pegaron los afiches de la campaña callejera, recortes debió
ser levantada por ras presiones ejercidas por organismos de
de periódicos que dan cuenta de lo que decían los medios sobre la situa- seguridad der
Estado.
ción provincial, diagramas que ponen en evidencia las relaciones entre el
poder económico y el poder politico local, cartas de los pobladores y Con el levantamiento forzado de Ia muestra de ,,Tucumán Arde,,en
Buenos Aires, que dejó trunco er desarroilo de ra obra (iban
maestras... Grandes carteles colgantes, fotografías ampliadas a tamaño a rearizarse
dos muestras más y luego una edición recopilando todo el proceso),
mural que testimonian la miseria y también documentan el viaje de los se
aftistas a la provincia.
obtura una de las experiencias más radicares de confruencia entre
zonas
2 Esa vasb inlormación se de la vanguardia artística y ra vanguardia porítico-sindicar, que
completab¿.on u¡¿
En el pasillo de acceso se despliegan colloges de recortes periodísticos conside-
obr¿
preparados por León Ferrari, resultado de una exhaustiva recopilación en ramos expresión efímera pero paradigmática de un período vertiginoso
perdida y que Ferari reiata de
a9i: "eñrdje !na suc€sió¡ la historia argentina. su singuraridad radica en que durante un breve
de fr¿ses ¿gresiv¿s de los
los medios gráficos con el objeto de exponer toda la ¡nformación apare- rap-
so sostuvo la tensión de un intento de fusión de ambos campos (el
discuEos oficial?! §obrc l¿ cida recientemente acerca del problema de los ingenios tucumanos.2 ln- artÍs-
genle de Tuc!mán y l¡s
cluye, según el artista, desde Ias declaraciones y publicidades oflciales en
tico y el político), en un poco delimitado terreno común en el que
puse una a ronti¡!ación
los ob_
jetivos, los Iugares, ros circuitos y ros procedimientos propios
d€ otr¿, dejando un relación al 0perativo Tucumán hasta las reseñas sobre el cierre de los in- de ra poritica
pequeño espacio, de modo
genios, la sítuación desesperante de la población afectada, la represión o del arte se confundían, se alternaban, se articulab¿¡.3
que o que se eia e¡a

como una r¿tacta de policial.


¿gresiones" (en: "Nosotrot Documentalismo y eficacia
no sabi¿mos", revista
Más adelante, en el hall central del edificio, cruzado de lado a lado por
husos y ozorcs, N9 ), franjas de tela con slogans pintados a mano, se exponen grandes amplia_ Aunque se pueden establecer muchas relaciones con los desarrollos
Buenos Aires, otoño de experimentares previos, en Tucumán Arde se plantea una zona de
r995, p r2r) Estd obÉ
ciones fotográficas con imágenes de pobladores tucumanos (tomadas por I Haci¿ allí apunb ¿ idea
tensio-
Ios artistas en el segundo viaje). En ellas se ven rostros de niños masti- nes nuevas entre las búsquedas formales y las adecuaciones que
retomab¿ el prccedimiento de 09car Mdsota en l¿ exige la
de montaje ¿ p¿rtir del
cando un trozo de caña, mujeres trabajando en la cosecha con su crio a
"Adveftencia,, ¡ forriencio inserción en una sede sindicar y ra convocatoria a un púbrico no
que habia co¡struido la Y estrudlro, escrjta en especia-
obf¿ te¿tñl "P¡l¿bar cuestas, ancianos cargando enormes fardos, hombres, mujeres y niños en set¡embre de 1968, en lizado, obrero, popular o masivo.
torno ¿ la idea de,,fundir
¿l'enas" publicad¿ por
las entradas de sus miserables viviendas, escolares desarrapados. Tam_ A esta cuestión había arudido Ferrari en su ponencia del r Encuentro,
t¡lbo en 1967: ¿ padir de la'praxis revolucionaria'
fcgmentar el discu6o de bién, imágenes de movilizaciones de la F0TlA, protestas y ollas populares, con la'pExis estétic¿',,, o
en la que señala que el problema del lenguoje ocupa un lugar destacado
la percepción aduatd€
los opo¡entes y de
y de enfrentamientos con las fuerzas de la represión. cuando la vanguardia cambia de medio y de público, abandona el códi_
re¿rm¿rlo como un aol,oge much05 aÍisbs, entre los
go de élite del arte experimental ajeno a las mayorías, y pasa
¿ v¡flas voces, ap¿rece un El conjunto del montaje apunta, así, a impactar en el espectador a tra_ que puede cit¿6e
a la a buscar un
sentido que re m¿ntení¿
vés de todos Ios sentidos, al presentarse como un ,,bombardeo,,de infor-
osarina 6Eciel¿ Grnevale
nuevo lenguaje capaz de transmitir,,significados,,a ese nuevo público.
ocullo en l¿ información de que El
"no ex¡stía el límite
de lor medios mación visual, escrita, sonora y hasta gustat¡va. una denuncia construida entre ¿fre, política, vida,' texto de Nicolás Rosa también habÍa dejado pranteado er conflicto entre
(V entrevista)
com u n i co bi id o d y experi m ento ció n.
I
-l

>66 Es evidente que en el montaje de las muestras predominó la dimen-


sión informativa por sobre la búsqueda estética. Algunos patticipantes de
0jos crueles Tucumán Arde (sobre todo los porteños) TecueTdan las muestTas en tér-
Año r. Nro 1 minos que dan cuenta de su decepción frente al empobrecimiento del
lenguaje artístico, al que perciben instalado en códigos previsibles' Al re-
ferirse a lo que se vio de Tucumán Arde, los términos que aparecen en
boca de algunos artistas entrevistados son: "pobre", "feo", "triste", "sin
vu el o".
Ladominancia del registro documental en las muesttas, en la búsque-
da de un lenguaje "transparente", se asocia a la relación con la [GTA.
Efectivamente, la lectura que los dirigentes sindlcales hacen de la obra
("gracias a estos artistas es posible que más trabajadores en todo el país
conozcan lo que pasa en la Argentina", decía 0ngaro en el discurso inau-
gural cle la muestra en Buenos Aires) refuerza esa dimensión informativa
de denuncia.
El abandono de ambigüedades sintácticas en pos de potenciar la efi-
cacia comunicativa mediante connotaciones más concretas e inteligibles
se traduce en la opción por un registro documental, fuettemente referen-
cial, y la utilización de un lenguaje visual vinculado a códigos rnasivos y
convencionales. Se apela asÍ al registro periodístico, el cartel político tra-
dicional, la presentación directa de testimonios de los protagonistas de la
crisis o a la imagen documental, fÍlmica y fotográfica.
La idea del montaje era la de sobresaturar de información. Uno de los
artistas rosar¡nos participantes, Rubén Naranjo, nos dice: "Todo el mate-
rial mostrado (...) no tiene nada que vel con la forma de los informatlvos,
que son limpios y transparentes, despojados, Ia palabrita justa. 'Tucumán
Arde'no era eso: había un exceso de información, no nos guardamos n?-
da, todo estaba sobre las paredes. Entonces la gente miraba y se queda-
ba conmovida, no se olvidaba de lo que veia".
En cuanto a Ia fotografía, por ejemplo, es evidente que las imágenes
ampliadas (niños desnutridos, casas miserables, situaciones de repre-
sión policial, etc.) corresponden a la tradición de la foto como informa-
ción, a su uso más conocido, la foto de prenso.5e trata de fotos docu-
mentales que testimonian, con su efecto-verdod, la existencia de lo que
muestran (efecto-realidad). lncorporada a la estrategia sobreinforma-
cional de la obra, la foto funciona "como prueba de que lo real no es
sólo lo que el Poder decide como realidad", en términos de Margarita
Ledo (rgg8). 4
que las imágenes en sí mismas no afirman ni nie- lngTeso a a muestra lnaugrrración en la
Los artistas saben
en la sede de l¿ tGT CGT de Rosario
gan, sino que funcionan como argumentos contrainformacionales a par- Los carteles Grande5 paneles

tir de su articulación en las operaciones de significación puestas en juego LasfotografÍas pertenereil al drchivo construÍan un fotog áfl.os,
proyecciones de
Graciela tarnevale C¿r os lvlilitello sentido opuesto ¿l
de la propaganda frlms, entrevistds in
turÍstica oflcial de sltu: múltiples
J¡cumán como recursos paTa
jardíh de la "sobreinform¿r"
república sobre la crisis
>68 en las muestras. s¡ el informe de los sociólogos apunta a la explicación de -69 ¿qué es un cine de imágenes documentales, de hechos-testimonios, o de
las causas de la crisis, las fotografías testimonian, prueban su existencia. abordamiento directo de la realidad sino un cine de dato y de prueba irre-

ojos crueles 5aben tarnbién que no hubiese sido equivalente el efecto-verdad si los Documental¡smo Y futable?" (Solanas y Getino, Cine, culturo y descolonizoción).
Año 1. Nro. r artistas hubieran representado (a través de la pintura o cualquier otra téc- efcacia comun¡cativa Podría asociarse esta cuestión también, en el caso del cine, a los fllms
nica) lo que veían. El corócter probotorio, en nuestro caso, incluye la cer- en Tucumán Arde franceses de mayo del '68, centrados en el trabajo (contra)informativo, co-
tificación de que los artistas efectivamente estuvieron en el lugar de los Ana LonSoni Y mo los ciné-trocts de Chris Marker y Jean Luc Godard. Andreas Huyssen se-
hechos (en el mismo sentido que analiza Barthes, en Lo obvio y lo obtu- Mariano Mestman ñala a su vez la proclama de Kursbuch del '68 a favor de un documenta-
so, ciertas fotografías de prensa) y registraron una realidad ocultada o ma- lismo de dossiers políticos, entrevistas y reportajes. Es en ese marco, en
nipulada por los discursos mediático y oficial. ese particular clima intelectual, que debe entenderse la experiencia de
El registro documental comprueba en este imaginario que Tucumán (su Tucumán Arde y su apuesta al recurso de la fotografía.
crisis y su lucha) existe. La aparición de nuevos datos hasta entonces ocul-
tos o incluso la reorganización de los datos existentes (por ejemplo los
montajes preparados por León Ferrari, que rescata de la prensa periódica
y reúne toda la información ya circulante sobre Tucumán, construyendo un
nuevo sentido) buscan dar otro sentido ("el verdadero") al propuesto por
el gobierno y los medios masivos, contrarrestando Ia "falsa imagen de re-
cuperación económica de la provincia, que los datos reales desmienten
escandalosamente". Estos "datos reales", por supuesto, son los que los
artistas recogieron in situ, procediendo a una "verificación de la realidad
social que se vive en la provincia", adonde concurrieron junto a técnicos
y especialistas.
El registro documental aparece asociado al viaje de los artistas, el ha-
ber estado allí, en el centro mismo de la crisis, fotografiando, filmando,
grabando, poniendo el cuerpo. Noemí Escandell, una de las art¡stas rosa-
rinas participantes en esta obra nos dijo en la entrevista: "¿Para qué pin-
tar una anciana en el cañaveral, encorvada, con una pavita, si podíamos
fotografiarla? Y además tiene que existir esa mujer para que la fotografÍa
pueda estar. Tiene que existir el viaje, y el boleto era la prueba de que ha-
bíamos ido. Que no era ni una actr¡z, ni una reconstrucción, ni una ac-
tuación. No era ficción, era verdad".
Esta idea de que lo foto no represento sino que pruebo produce un
efecto de verdad material, corpórea (el cuerpo del artista estuvo allí, jun-
to al cuerpo de los pobladores de los ingenios). Estamos ante una pers-
pectiva respecto de la imagen documental que es característica de expe- Bibliografía citada
riencias de contrainformación político-cultural de esos años. En la
Roland Ba(hes, Lo abv¡a y to obtuso, B¿rcelon¡, P¿idós, r986
Argentina, el grupo Cine Liberación explica: "En los países no liberados, Roland Badhes, Mitolog,'os, México, sÍgto üt, r99r

saturados de una falsa información o directamente carentes de ella, asu- Peter 8Ürger, Teono de to vonquord¡o, Barcelon¿, penÍntuta,
1981
q¿udia
Gilman, Entrc to plumo y el lusil, Buenos Aire5, Sig o /Jt, 2ool
me carácter prioritario la elaboración de un cine (o de cualquier otra he- FredricJameson,
Per¡ad¡zor las sesento, tórdoba, Alctó¡, r997
rramienta de comunicación: literaria, plástica, musical, etc.) que tienda a 14¿Earit¿ Ledo,
Dactnentat¡sño fotogróJ¡co, Madr¡d, tátedc, 1998
Ana Longoni y
M¿riano M pslman, Del D¡ fello o fucumón o por ¿satto, 2ooo
Arde, Buenor Aires, El cie
suplir, en la relativa medida de sus posibilidades, ese vacío de informa- GGr M¿soft, Con(iendo y estructuto, B!enot Aires, iorgc Álv¿re?, r969
ción que es peculiar a las situaciones neocoloniales. (En este sentido), silvi¡ si8al, ,rteledroipi y podil
en lo décodo del sespnto, Buenot Ai.es, Puntosur, l99l

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