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C U E S T I O N ES
PRIMERA: ¿Cuáles son las afirmaciones relativas a los hechos objeto del proceso,
que deben considerarse establecidas, por no hallarse controvertidas (arts. 26 inc.
d), 28, 29 Ley 11.653; y 354 inc. 1° CPCC?
TERCERA: ¿Cuál resultó ser el Ingreso Base Mensual devengado por la actora
durante el año anterior al siniestro?
VOTACIÓN
ASÍ LO VOTO
A la primera cuestión planteada, los Sres. jueces Méndez y Ramírez, por compartir los
fundamentos expuestos por el magistrado preopinante, votaron en igual sentido.
Corresponde estar a dicha conclusión, la que se ajustó a las reglas que rigen la disciplina
científica pertinente (art. 474 CPCC).
ASÍ LO VOTO
A la segunda cuestión planteada, los Sres. jueces Méndez y Ramírez, por compartir los
fundamentos expuestos por el magistrado preopinante, votaron en igual sentido.
ASÍ LO VOTO
A la tercera cuestión planteada, los Sres. jueces Méndez y Ramírez, por compartir los
fundamentos expuestos por el magistrado preopinante, votaron en igual sentido.
SENTENCIA
C U E S T I O N E S:
VOTACIÓN
Formula negativa en particular y concluye que no le asiste derecho al actor, por lo cual,
solicita el rechazo de la demanda con costas.
Las proposiciones normativas emergentes del apartado 1 del art. 6 Ley 24.557
constituyen normas de la seguridad social ya que su función prioritaria resulta ser la
reparación de las consecuencias lesivas del infortunio, tal como se desprende de la
manda constitucional del art. 14 bis CN por la cual se debe responder ante la
contingencia social disvaliosa.
En orden a lo expuesto, entiendo que el siniestro sufrido por la Sra. Lourdes Adriana
Almeida Rosa el día 22 de mayo de 2017, constituye, como presupuesto fáctico, un
accidente in itinere (arts. 6 apartado 1 Ley 24.557; 4º inc. d) Decreto 491/97).
Así, tomando en cuenta el Ingreso Base Mensual establecido en la cuestión tercera del
Veredicto, el coeficiente conforme la edad de la accionante al momento del infortunio
(apartado e) cuestión primera del Veredicto) y el porcentaje de incapacidad física
sobreviniente del cual resulta portadora (cuestión segunda del Veredicto), estimo que las
sumas de dinero por dicho concepto ascienden a un total de PESOS DIECISIETE MIL
SETECIENTOS CUARENTA Y CUATRO CON 53/100 ($17.744,53.-).
IV. El accidente de autos ocurrió estando vigente la Ley 27.348 (B.O 24-II-2017).
Que dada la necesidad de continuar con esa misma línea de correcciones regulatorias que
contribuyen a mejorar las condiciones de sostenibilidad del sistema, se advierte que en el
inciso 2 del artículo 12 de la Ley N° 24.557 y sus modificaciones, se establece que a los
fines de la actualización de las indemnizaciones se aplique un interés equivalente al
promedio de la tasa activa cartera general nominal anual vencida a TREINTA (30) días del
BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA.
Que así se advierte que actualmente el rendimiento financiero de los activos de la industria
aseguradora es del orden del CUARENTA Y DOS POR CIENTO (42%) promedio,
mientras que la tasa de interés vigente para las indemnizaciones por contingencias previstas
en la Ley N° 24.557 y sus modificaciones, asciende a niveles cercanos al NOVENTA POR
CIENTO (90%).
Que además del referido desequilibrio sistémico, el ajuste de las obligaciones de las
Aseguradoras mediante la aplicación de tasas financieras ha llevado a desnaturalizar los
derechos de los trabajadores beneficiarios del sistema, haciendo que las indemnizaciones
que les corresponden, legalmente orientadas a la finalidad reparadora de los daños sufridos
por ellos, generen rendimientos financieros disociados del daño a reparar y ajenas al
propósito que inspira la norma.
Que la situación descripta crea incentivos adversos para el propósito mismo del sistema ya
que el descalce entre el rendimiento financiero de los activos de las Aseguradoras y la ultra
utilidad en favor de los beneficiarios resultante de la actualización de sus pasivos, fomenta
la litigiosidad (y los costos concomitantes) desalentando el logro de acuerdos conciliatorios
que permitan acelerar los plazos de pago a los beneficiarios del sistema.
Que los efectos de aplicar tasas de interés que en determinados contextos macroeconómicos
arrojan resultados desproporcionados que desnaturalizan el carácter del sistema de
protección contra riesgos del trabajo, conforme lo ha decidido la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN en reiterados pronunciamientos.
Que la perjudicial asimetría de tratamiento entre los pasivos y activos de las compañías de
seguros podría provocar un riesgo sistémico que la presente medida buscar evitar.
Que esta situación se ve agravada por las discrepancias observadas en la aplicación de las
tasas judiciales en las diferentes jurisdicciones, generando una distorsión y desigualdad de
tratamiento entre los trabajadores damnificados.
Que por lo expuesto, procede la modificación urgente de la fórmula de actualización del
“Ingreso Base” a los fines del cálculo de las indemnizaciones por incapacidad laboral
definitiva, fallecimiento del trabajador u homologación, ya que el mantenimiento del
esquema actual provocaría un inminente desfinanciamiento del sistema con impacto en la
solvencia de las Aseguradoras y, en definitiva, en los trabajadores, beneficiarios del
Sistema de la Seguridad Social.
Que por ello, resulta razonable sustituir la tasa de interés prevista en el artículo 12 de la Ley
N° 24.557 y sus modificaciones, por la de variación del índice Remuneraciones Imponibles
Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Que la naturaleza excepcional de las cuestiones planteadas hace imposible el seguir los
trámites ordinarios previstos en la CONSTITUCIÓN NACIONAL para la sanción de las
leyes.
Cabe recordar que la Corte Federal, a partir del precedente “Verrocchi” (Fallos:
322:1726), retomó la tradición jurisprudencial del precedente “Soria de Guerrero”
(Fallos: 256:556), a partir de la cual se establece que no se encuentra exenta del
contralor judicial la eventual violación de normas constitucionales que informan el
proceso de formación y sanción de las normas, ciñendo el examen jurisdiccional a
determinar la concurrencia de los requisitos mínimos e indispensables que resultan
exigibles y condicionan su vigencia (Fallos: 268:352, 318:445, 319:1479, 321:3487).
Los términos del más alto Tribunal de la Nación resultan contundentes sobre el punto ya
señalado:
1. Que sea imposible dictar la ley mediante el trámite ordinario previsto por la
Constitución, vale decir, que las cámaras del Congreso no puedan reunirse por
circunstancias de fuerza mayor que lo impidan, como ocurriría en el caso de
acciones bélicas o desastres naturales que impidiesen su reunión o el traslado de
los legisladores a la Capital Federal; o
2. que la situación que requiere solución legislativa sea de una urgencia tal que
deba ser solucionada inmediatamente, en un plazo incompatible con el que
demanda el trámite normal de las leyes.
(…) el tipo de situación que da lugar a un DNU –para la Corte- es sumamente acotado,
pues aquella solo se verifica ante un “estado de necesidad” (donde es impostergable la
adopción de una medida inmediata), conjugado con un supuesto de “fuerza mayor”
consistente en el impedimento fáctico absoluto para que las cámaras del Congreso se
reúnan y sancionen una ley en tiempo útil. De ello debe derivarse que quedan excluidas
como causas justificantes las meras dificultades, o los impedimentos jurídicos (v.gr., que el
Congreso se encuentre en receso) y mucho más que los políticos (v.gr., que no se logre el
quórum para sesionar o que el presidente no cuente con apoyo en una o en las dos cámaras).
De modo que el presupuesto que la Constitución establece en el 99, inc. 3° -al menos de
acuerdo con la interpretación actual de la Corte- no es meramente la genérica “emergencia”
(como lo es en el caso de la delegación legislativa prevista y regulada en el art. 76, CN), la
cual ciertamente supone una situación excepcional que requiere medidas rápidas, sino un
estado particularísimo de urgencia donde concurren dos circunstancias: a) el Congreso no
puede reunirse; b) hace falta arbitrar una solución (de contenido legislativo) inmediata a un
problema grave” (SÁENZ, Juan Ignacio -2019-: “Comentario al Art. 99, inc. 3°”. En:
Roberto Gargarella y Sebastián Guidi (Directores). Constitución de la Nación Argentina
comentada. Tomo II. Buenos Aires: La Ley-Thomson Reuters, pág. 697).
Una de las razones por las que le asignamos presunción de constitucionalidad a las leyes es
que en ellas hay un proceso deliberativo que involucra dos poderes, dos cámaras,
representación federal, etc. Un DNU no tiene nada de eso. Mi postulación es que un DNU
tiene una presunción de constitucionalidad inferior a la de una ley formal. Sabido es que "es
carga del que alega la inconstitucionalidad probarla", pero esa carga no es fija sino relativa
y dependiente de la forma. Dinámica. (ARBALLO, Gustavo -2019-: “Cargas dinámicas en
el control de constitucionalidad: DNUs y regresividad”. Recuperado el día 1/10/2021
del: http://www.saberderecho.com/2019/09/cargas-dinamicas-en-el-control-de.html).
Pues bien, de conformidad con lo expuesto, se advierte, por un lado, que el Poder
Ejecutivo Nacional no ha invocado siquiera alguna imposibilidad cierta para que el
Congreso se reuniera, máxime cuando el Decreto 669/2019 ha sido dictado durante el
período de sesiones ordinarias del Poder Legislativo (art. 63 CN). A ello, se suma que
los reglamentos de las Cámaras que conforman el Poder Legislativo Nacional prevén un
trámite sumarísimo (“sobre tablas”) para el tratamiento de cuestiones, y su votación
directa en el recinto, sin necesidad de atravesar el trámite en las comisiones legislativas,
el cual reconoce como antecedente la sanción de la Ley 25.561 (conf. arts. 30, 39 inc. 9,
134, 147, 168, 210 del Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación;
147, 149, 164, 188 apartados 6 y 7 inc. b) del Reglamento de la Cámara de Senadores
de la Nación).
Ninguna norma cede ante “programas de gobierno”, sino ante otras normas, y, en primer
lugar, ante la Constitución, la cual –a su vez- no cede ante nada ni nadie” (su voto en
Fallos: 316:2624).
Parafraseando al Ministro Petracchi, el mero arbitrio o conveniencia, cuando la
excepción resulta alegada, más no verificada, cede ante el valladar insalvable del pacto
de pacificación que sanciona nuestra Constitución Nacional.
Por las razones ya expuestas, cabe concluir en la invalidez del Decreto 669/2019, por
cuanto no han existido los presupuestos fácticos que el art. 99 inc. 3° de la Constitución
Nacional describe “con rigor de vocabulario” (Fallos: 322:1726, 333:633), a fin de
mantener incólume el régimen representativo, republicano y federal de gobierno y la
primacía de la Constitución Nacional (arts. 1 y 31 CN).
V. Las costas serán soportadas por la demandada por haber resultado vencida (art. 19
Ley 11.653).
ASÍ LO VOTO
A la primera cuestión planteada, los Sres. jueces Méndez y Ramírez, por compartir los
fundamentos expuestos por el magistrado preopinante, votan en igual sentido.
ASÍ LO VOTO
A la segunda cuestión planteada, los Sres. jueces Méndez y Ramírez, por compartir los
fundamentos expuestos por el magistrado preopinante, votan en igual sentido.
FALLO
EL TRIBUNAL RESUELVE: