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1. de aprobación automática;
2. de evaluación previa por la entidad; y,
3. procedimientos especiales (trilaterales y sancionadores)
Según este Colegiado los aspectos mínimos que debería tener en cuenta
cualquier autoridad del Estado antes de emitir un pronunciamiento son los
siguientes:
Ahora bien, luego de revisar qué es el acto administrativo, cuáles son sus
requisitos de validez y qué características debe tener el procedimiento, resulta
conveniente preguntarse lo siguiente: ¿qué sucede si es que el acto
administrativo no cumple con algunos de los requisitos de validez o no se ha
respetado el procedimiento establecido para su emisión? Es ante esa situación
que se debe recurrir a la figura de la revisión del acto administrativo para
responder esa pregunta.
LA RECTIFICACIÓN DE ERRORES
La norma preceptúa, dentro de los mecanismos de revisión de oficio, que los errores
materiales o aritméticos en los actos administrativos pueden ser rectificados con efecto
retroactivo, en cualquier momento, de oficio o a instancia de los administrados,
operando ello siempre que no se altere lo sustancial del contenido del acto ni el sentido
de la decisión.
Una primera característica clave de este mecanismo de revisión es su efecto retroactivo,
lo cual también se conoce como eficacia anticipada. Esta es una particularidad que
comparte con los actos de enmienda y con los actos anulatorios, y que tiene por
finalidad tutelar tanto el interés general como el de los administrados, asegurando que el
error se corrija desde la emisión del acto administrativo.
Tenemos en segundo lugar que dicha rectificación puede operar en cualquier momento.
Es decir, no se encuentra sometida a un plazo. Esta es una diferencia clave con
la nulidad de oficio, que es otro mecanismo de revisión de oficio y que conforme el
TUO se encuentra sometida a un plazo determinado. Ello tiene sentido puesto
que, mientras la rectificación mantiene el acto, la nulidad de oficio lo deja sin efecto.
La definición de la rectificación de errores en el TUO permite concluir además que nos
encontramos ante una forma mixta de revisión de actos administrativos, puesto que
tanto puede operar de oficio, como a pedido de parte, siendo que en este último caso no
constituye un recurso sino un mecanismo de corrección del acto administrativo[4]. De
hecho, es un mecanismo preferible al recurso, puesto que se resuelve de manera más
expeditiva.
RECTIFICACIÓN DE ERRORES MATERIALES
Los errores materiales son aquellos que pueden deducirse fácilmente de la propia
resolución o de la confrontación de esta con el expediente administrativo.
Los errores aritméticos se enfocan a los caracteres numéricos, y son el resultado de
operaciones mal realizadas. De hecho, los errores aritméticos constituyen una especie de
errores materiales.
Estos errores tienen la característica común de que su corrección no altera la decisión
tomada; excluyéndose evidentemente las cuestiones de derecho, la valoración de las
pruebas, el alcance de los hechos y cualquier otra consideración de hecho o de derecho
que afecte los efectos del acto administrativo o su validez.
Sin embargo, existen algunas situaciones límites que deben ser analizadas con cuidado a
fin de emplear el mecanismo de revisión pertinente.
La norma establece que la rectificación de errores adopta las formas y modalidades de
comunicación o publicación que corresponda para el acto administrativo original. Ello
implica que el acto rectificatorio debe emitirse con idéntica formalidad —este contenido
en un oficio, carta, memorándum o resolución emanada de la Administración— y por el
mismo funcionario que emitió el mismo.