Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ensayo Angie Avendaño 10°A
Ensayo Angie Avendaño 10°A
Ensayo Angie Avendaño 10°A
Introducción
Los tipos de carácter de Aristóteles y Las Dictaduras de Latinoamérica
Desarrollo
3
Eso lleva a la pregunta ¿Cómo se puede analizar a los personajes más importantes de la
dictadura de Cuba a través de los tipos de carácter de Aristóteles?
Para poder responder esta pregunta, hay que analizar en profundidad còmo Aristóteles
clasificó los cuatro tipos de carácter:
El primer tipo de carácter de Aristóteles es el Virtuoso, como ya se había mencionado, es
alguien prudente y no es ingenuo, es decir, que se puede deducir que la razón tiene un papel
importante, y la misma es necesaria ya que se debe percibir cada situación en la que se
encuentre, haciendo un razonamiento crítico. Siendo esta una “virtud natural” (ética a
nicómaco 1144b3– 15), es decir actuar de manera innata y natural, y aunque estas acciones
sean de forma natural, estas tendrán que ser por elección, con firmeza y porque en sí mismo,
la persona es virtuosa.
Siendo así, que desde que nacemos, tenemos un carácter, pero este puede tener variaciones,
cuando nacemos, somos desconocedores de todo lo que hay en el mundo, sin embargo, a
medida que vamos creciendo, conociéndonos y formándonos como personas, donde cada uno
ya tienen una personalidad, que es influenciable por las cosas que vemos, escuchamos y
demás, que pueden ir deformando nuestro carácter o hacerlo más virtuoso. Según Darwin
(1859), cada especie tiene una forma y variación natural e individual, pero estás representan
desviaciones por influencias externas.
Si dejamos que las cosas externas influyan en nosotros nuestro carácter y son malas, dejará de
ser virtuoso. Pasando a los otros tipos de carácter, el moderado: este tipo de carácter, es
contradictorio porque, se actúa de manera correcta, pero esto está en contra de nuestros
deseos y de lo que realmente quisiéramos hacer, esto lo podríamos en expresar en una frase:
«No hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco»(romanos 7:15), es decir, tenemos
una capacidad de abstenernos de actuar en contra de lo que sabemos que está mal, tal vez por
miedo de las consecuencias, pero terminamos haciendo las cosas bien, aunque no lo
quisiéramos. Acá entra esa duda de si nuestros deseos serían malos y el por qué lo serían,
4
podría ser por la idea universal de la ética, que sabemos que está mal y por la prudencia que
tenemos que no hacemos eso que quisiéramos.
Pero si no actuamos como se debe, vemos el siguiente tipo de carácter: es el intemperante,
el cuál tiene una voluntad débil de hacer lo correcto y cae en la tentación de ceder ante sus
deseos, sabiendo que está mal sin importar la consecuencias que puedan hacer que frene su
deseo, hace lo que no es bueno para él sabiendo de sobra que se está equivocando. Como dijo
el filósofo Pico della Mirandola, lo específicamente humano es la capacidad de escoger y, al
hacerlo, es posible escoger mal. Este acepta el principio bueno, pero acepta no seguirlo,
siendo evidencia que la razón no es suficiente para actuar de manera correcta, sin embargo
tiene la capacidad de hacerlo y tiene los principios, pero por alguna razón no los sigue.
Queda aún el último tipo de carácter, que es el peor de todos: El vicioso, se parece un poco al
anterior, pero con una pequeña diferencia, se deja llevar por sus deseos, pero no cree que lo
que esté haciendo este mal, no tiene moral y elige esa mala decisión porque cree que es lo
“mejor”, sus deseos son muy carnales y estúpidos, el carácter no es vicioso porque este
llevado de los vicios del mundo, si no porque nada está mal para dicha persona y cuando se
trata de sus deseos no le importa nada más y aunque a veces pueda actuar “bien”, lo hace por
la razón equivocada.
Habiendo explicado con profundidad los tipos de carácter según Aristóteles, hay que analizar
los personajes más importantes de la dictadura de Batista con base en estos tipos, los cuales
son:
El siguiente personaje es Fidel Castro, alguien muy controversial en Cuba, para algunos fue
bueno y para otros no, sin embargo, el es moderado, ya que al comienzo cuando logró acabar
con la dictadura de Batista, en sus primeros años fue un buen líder y gobernante, trajo
beneficios para Cuba, pero a medida que pasaban los años, las cosas iban cambiando hasta el
punto de que su gobierno terminó siendo lo que tanto le costó derrocar: Una dictadura,
acabando la libertad de expresión y eliminando los partidos políticos. Dejándose llevar por el
poder que sentía, convirtiéndose en alguien que cede ante sus deseos.
Otro personaje que luchó contra la dictadura de Batista fue Juan Almeida, un político, militar
y compositor cubano, que dedicó su vida a su Patria, tiene un título honorífico al “héroe de la
República”, él fue un personaje virtuoso, porque siempre busco el bien de su pueblo y luchó
hasta el cansancio por ello, incluso en su legado, su labor artística que se ha buscado inculcar
en los jóvenes de las universidades, por su apropiación cubana, se ve que lo que hizo siempre,
lo hizo porque quería y lo hacía de corazón (García, 2008).
Conclusiones
Analizado estos cuatro personajes, los cuales son los más importantes desde mi punto de vista
en está dictadura, se puede evidenciar que a lo largo del desarrollo del ensayo, que es difícil
clasificar a las personas en un tipo de carácter, porque no solo se tienen que mirar sus actos,
si no las intenciones de estos, y puede ser contradictorio porque puede cambiar dependiendo
de la perspectiva de cada persona.
Aristóteles tiene unas métricas rigurosas y por ello, los personajes de Cuba clasificados, están
dentro de los parámetros de este, sin embargo la mayoría de estos tiene un comportamiento
fuerte y el tema de la dictadura de Cuba es muy complicado, por lo tanto no puede ser
clasificado de solo una manera.
Bibliografía
Kirschbaum, R. (2019) Los años de Fulgencio Batista o cuando Cuba fue el «prostíbulo de
América»
Fernández.G (2015) ¿Fidel Castro fue alguien bueno o malo, para Cuba? recuperado
de:https://es.quora.com/Fidel-Castro-fue-alguien-bueno-o-malo-para-Cuba