Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La promesa
Los hechos de la historia contemporánea son también hechos relativos al triunfo y al fracaso de
hombres y mujeres individuales. Cuando una sociedad se industrializa, el campesino se convierte en
un trabajador, y el señor feudal es liquidado o se convierte en un hombre de negocios. Cuando las
clases suben o bajan, un hombre tiene trabajo o no lo tiene; cuando la proporción de las inversiones
aumenta o disminuye, un hombre toma nuevos alientos o se arruina. Cuando sobrevienen guerras,
un agente de seguros se convierte en un lanzador de cohetes, un oficinista en un experto en radar,
las mujeres viven solas y los niños crecen sin padre. Ni la vida de un individuo ni la historia de una
sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas.
Los hombres no definen las inquietudes que sufren en relación con los cambios históricos y las
contradicciones institucionales. Los hombres no poseen la cualidad mental esencial para percibir la
interrelación del hombre y la sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y del mundo. No
pueden hacer frente a sus problemas personales en formas que les permitan controlar las
transformaciones estructurales que suelen estar detrás de ellas.
No es sólo información lo que ellos necesitan. Lo que ellos sienten que necesitan, es una cualidad
mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones
lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro de ellos. Esperan de
lo que puede llamarse imaginación sociológica, es precisamente esa cualidad.
El individuo sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino localizándose
a si mismo en su época; de que puede conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de
todos los individuos que se hallan en sus circunstancias. La imaginación sociológica nos permite
captar la historia y la biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad.
Los problemas se relacionan con materias que trascienden del ambiente local del individuo. Tienen
que ver con la organización de muchos ambientes dentro de las instituciones de una sociedad
histórica en su conjunto. Un problema es un asunto público, está amenazado un valor amado por la
gente. Un problema implica muchas veces una crisis en los dispositivos institucionales
(contradicciones o antagonismos).
Para formular problemas e inquietudes, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero
amenazados, y cuáles preferidos y apoyados por las tendencias características de nuestro tiempo.
Cuando la gente estima una tabla de valores y no advierte ninguna amenaza contra ellos,
experimenta bienestar. Si están amenazados experimenta una crisis. Si no siente estimación por
ningún valos no percibe ninguna amenaza, es indiferente.
Mi propósito en este libro es definir el significado de las ciencias sociales para las tareas culturales
de nuestro tiempo. La promesa de la ciencia social.
Los hombres adaptados no son necesariamente poco inteligentes, aun después de haber vivido y
trabajado y jugado en tales circunstancias durante algún tiempo. Es la auto-racionalización y se
refiere al modo en que un individuo llega sistemáticamente a regular sus impulsos y sus
aspiraciones, con estricto apego a las 'reglas y estatutos de la organización'. La organización
racional es una organización enajenadora. Hay, pues, racionalidad sin razón. Es un Robot Alegre.
La promesa moral e intelectual de las ciencias sociales es que la libertad y la razón seguirán siendo
valores estimados, que serán usados seria y consecuentemente e imaginativamete en la formulación
de los problemas. Pero esta es también la promesa política de lo que se llama vagamente cultura
occidental. Estudiamos la historia para discernir las alternativas dentro de las cuales la razón
humana y la libertad humana pueden hacer historia ahora. Estudiamos estructuras sociales
históricas, en suma, para encontrar en ellas los modos como son y cómo pueden ser controladas.
El valor de la libertad no puede basarse sobre 'la naturaleza básica del hombre'. El problema
definitivo de la libertad es el del robot alegre, y surge hoy en esta forma porque hoy se nos ha hecho
evidente que no todos los hombres quieren por naturaleza ser libres; que no todos los hombres están
dispuestos o son capaces, según los casos, de esforzarse en adquirir la razón que la libertad exige.
Sobre política
No hay modo de que un investigador social pueda evitar el hacer juicios de valor e implicarlos en el
conjunto de su trabajo. Los problemas y las inquietudes se refieren a las amenazas contra los
valores estimados, y no pueden ser formulados claramente sin reconocer esos valores. Si en su
trabajo como investigadores sociales son a) moralmente autónomos b) si están sometidos a la moral
de otros hombres c) si en el terreno moral se dejan ir a la deriva. El investigador social no se
encuentra súbitamente ante la necesidad de elegir valores. Está trabajando ya sobre la base de
ciertos valores.
Los hombres son libres para hacer historia, pero unos hombres son mucho más libres que otros. Los
hombres hacen su propia historia, pero no la hacen precisamente como les gustaría; no la hacen en
circunstancias elegidas por ellos.
La tarea política del investigador social que acepta los ideales de libertad y razón es dedicar su
trabajo a cada uno de los tres tipos de hombres que yo he distinguido en relación con el poder y la
sabiduría:
. A los que tienen poder y lo saben, les imputa grandes variables de responsabilidad por las
consecuencias estructurales que descubre por su trabajo que están decisivamente influidas por sus
decisiones o por sus omisiones
. A aquellos cuyas acciones tienen esas consecuencias, pero que parecen no saberlo, les atribuye
todo lo que ha descubierto acerca de aquellas consecuencias. Intenta educar y después, de nuevo,
imputa una responsabilidad.
. A quienes regularmente carecen de tal poder y cuyo conocimiento se limita a su ambiente
cotidiano, les revela con su trabajo el sentido de las tendencias y decisiones estructurales en relación
con dicho ambiente y los modos como las inquietudes personales están conectadas con los
problemas públicos.
La tarea político del investigador social como de todo educador liberal, consiste en traducir
constantemente las inquietudes personales en problemas públicos, y los problemas públicos en los
términos de su significación humana para la diversidad de los individuos. Su tarea consiste en
desplegar en su trabajo, y como educador, también en su vida, este tipo de imaginación sociológica.
Unidad II – Sociedad y Sociología – Gagliardo
La unidad básica, que llamamos 'familia', se agrupa con otras unidades básicas para encarar una
relación adecuada con el medio natural, geográfico y animal en que habita. Esto provoca
interacciones entre grupos ampliados.
Otras necesidades físicas básicas como la alimentación, adaptación al medio ambiente, protección
del grupo y transferencia de los conocimientos adquiridos de generación en generación, hacen que
se organicen sistemas cada vez más complejos de producción e intercambio de bienes y servicios.
Tienen que vincularse a través de un código compartido, un lenguaje. Este es el objeto de estudio de
la lingüística y la semiología.
La cuestión psicológica
La sociología. Concepto.
La sociología es la ciencia que estudia la sociedad contemporánea y las relaciones entre las
estructura social y los sujetos y grupos sociales.
La organización social involucra todos los planos de la convivencia de los sujetos y grupos en su
relación e interrelación dentro del conjunto social.
Objetivo de la sociología.
Ningún aspecto de la vida humana es casual. Siempre hay una causa detrás de las cuestiones
sociales. La finalidad depende de la ideología que tenga el sujeto que encara la actividad.
Wright Mills (1916-1962) sostiene que la sociología debe ayudar a la gente que vive en una
sociedad a tener interpretaciones lúcidas acerca de cómo y por qué esa sociedad está organizada
de la manera precisa en que lo está. Y ayudar a la gente a entender cuál es la evolución y la
tendencia de su sociedad, de donde viene históricamente y hacia dónde se dirige.
Ese conocimiento genera el diagnóstico social. Y sobre la base de ese diagnóstico se aplican las
'medicinas sociales' que son las decisiones económicas y políticas. No todo cambio es positivo,
tampoco lo positivo sea mantener todo igual La interpretación lúcida a que Mills alude es la
capacidad inteligente de los sujetos informados, de decidir en libertad, y con suficiente y adecuado
conocimiento. La decisión de cambiar o no cambiar la organización social es un derecho (y una
responsabilidad) del sujeto humano.
Conclusiones
El siglo XX consolidó la idea de que la información es poder. El siglo XXI se perfila como el siglo
del conocimiento. Las metodologías para generar y circular a través de medios masivos,
información sesgada según intereses sectoriales para operar la opinión pública son de una enorme
sofisticación.
La finalidad de la sociología es la generación de interpretaciones lúcidas de la realidad social que
permita a los ciudadanos tomar decisiones adecuadas al interés del conjunto del que forman parte.
Un futuro más igualitario, solidario e inclusivo.
UNIDAD III – La construcción social de la realidad - Berger y Luckmann
La sociedad como realidad objetiva
1.- Institucionalización
a) Organismo y actividad
El proceso por el cual se llega a ser hombre se produce en una interrelación con su ambiente. Dicho
ambiente es tanto natural como humano. El ser humano en proceso de desarrollo se interrelaciona
con un ambiente natural determinado. También con un orden cultural y social específico. La
dirección del desarrollo de su organismo está socialmente determinada. La humanidad es variable
desde el punto de vista sociocultural. El hombre construye su propia naturaleza, el hombre se
produce a sí mismo.
Los mismos procesos sociales que determinan la plenitud del organismo producen el yo en su forma
particular y culturalmente relativa. El organismo y más aún el yo, no puede entenderse
adecuadamente si se los separa del contexto social particular en que se formaron. La
autoproducción del hombre es siempre, y por necesidad, una empresa social. Los hombres producen
juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socioculturales y psicológicas. Así
como es imposible que el hombre se desarrolle como tal en el aislamiento también es imposible que
el hombre aislado produzca un ambiente humano. El homo sapiens es siempre, y en la misma
medida, homo socius. El orden social no se da biológicamente ni deriva de datos biológicos. El
orden social no forma parte de la 'naturaleza de las cosas' y no puede derivar de las 'leyes de la
naturaleza'. Existe solamente como producto de la actividad humana, es un producto humano.
b) Orígenes de la institucionalización
Toda actividad humana está sujeta a la habituación. Todo acto que se repite con frecuencia crea
una pauta que luego puede reproducirse con economía de esfuerzos y que ipso facto es aprehendida
como pauta por el que la ejecuta. La habituación implica que la acción de que se trata puede volver
a ejecutarse en el futuro de la misma manera y con la misma economía de esfuerzos. Comporta la
gran ventaja psicológica de restringir las opciones, ya que torna innecesario volver a definir cada
situación de nuevo, paso por paso.
Estos procesos de habituación anteceden a toda institucionalización. Aparece cada vez que se da
una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores. Las tipificaciones de las
acciones habitualizadas que constituyen las instituciones siempre se comparten, son accesibles a
todos los integrantes de un determinado grupo social, y la institución misma tipifica tanto a los
actores como a las acciones individuales.
La objetividad del mundo institucional 'se espesa' y 'se endurece' en niños y padres. El 'ya volvemos
a empezar' se transforma en 'así se hacen estas cosas'. Para los hijos, el mundo que les han
transmitido sus padres no resulta transparente del todo, puesto que no participaron de su formación.
Se les aparece como una realidad dada.
Solamente así, como mundo objetivo, pueden las formaciones sociales transmitirse a la nueva
generación. En las primeras fases de socialización el niño es totalmente incapaz de distinguir entre
la objetividad de los fenómenos naturales y la de las formaciones sociales. Todas las instituciones
aparecen en la misma forma, como dadas, inalterables y evidentes por sí mismas. Ya existía antes
de que él naciera, y existirá después de su muerte.
La relación entre el hombre, productor y el mundo social, su producto, es y sigue siendo dialéctica.
La externalización y la objetivación son momentos de un proceso dialéctico continuo. El tercer
momento de este proceso es la internalización, por la que el mundo social objetivado vuelve a
proyectarse en la conciencia durante la socialización. La sociedad es un producto humano. La
sociedad es una realidad objetiva. El hombre es un producto social.
La lógica no reside en las instituciones y sus funcionalidades externas, sino en la manera como éstas
son tratadas cuando se reflexiona sobre ellas. La conciencia reflexiva superpone la lógica al orden
institucional. Sobre el lenguaje se construye el edificio de la legitimación. Dado que el individuo
bien socializado 'sabe' que su mundo social es un conjunto coherente, se verá obligado a explicar su
buen o su mal funcionamiento en términos de dicho 'conocimiento'.
El conocimiento primario con respecto al orden institucional es lo que 'todos saben', un conjunto de
máximas, moralejas, granitos de sabiduría proverbial, valores y creencias, mitos, etc. Esta clase de
conocimiento constituye la dinámica motivadora del comportamiento institucionalizado, define las
áreas institucionalizadas del comportamiento y designa todas las situaciones que en ella caben.
Define y construye los 'roles'. Controla y prevé todos esos comportamiento. Cualquier desviación
radical que se aparte del orden institucional aparece como una desviación de la realidad.
Depravación moral, enfermedad mental o ignorancia a secas. Proporciona el armazón dentro del
cual todo lo que aún no se conoce llegará a conocerse en el futuro. La dialéctica fundamental de la
sociedad 'programa' los canales en los que la externalización produce un mundo objetivo. Objetiviza
este mundo a través del lenguaje y del aparato cognoscitivo basado en el lenguaje, vale decir, lo
ordena en objetos que han de aprehenderse como realidad. Se internaliza de nuevo como verdad
objetivamente válida en el curso de la socialización. Este cuerpo de conocimiento se transmite a la
generación inmediata, se aprende como verdad objetiva en el curso de la socialización y de este
modo se internaliza como realidad subjetiva.
c) Sedimentación y tradición
d) Roles
Podemos comenzar con propiedad a hablar de 'roles', cuando esta clase de tipificación aparece en el
contexto de un cúmulo de conocimiento objetivado, común a una colectividad de actores. Los 'roles'
son tipos de actores en dicho contexto. Al desempeñar 'roles' los individuos participan en un mundo
social; al internalizar dichos 'roles', ese mismo mundo cobra realidad para ellos subjetivamente.
Existen normas para el desempeño de 'roles', son accesibles a todos los miembros de una sociedad o
por aquellos que desempeñan los 'roles'. No solo se conocen en general las normas del 'rol x', sino
que se sabe que esas normas se conocen.
Los 'roles' aparecen tan pronto como se inicia el proceso de formación de un acopio común de
conocimiento que contenga tipificaciones recíprocas de comportamiento, es endémico a la
interacción social y previo a la institucionalización. Todo comportamiento institucionalizado
involucra roles. Los roles representan el orden institucional. En dos niveles, el primero, el
desempeño del rol representa el rol mismo. Segundo, el rol representa todo un nexo institucional de
comportamiento.
Es posible concebir una sociedad en la que la institucionalización sea total. En dicha sociedad,
todos los problemas serán comunes, todas las soluciones para ellos serán objetivadas socialmente y
todas las acciones sociales estarán institucionalizadas. El orden institucional abarcará la totalidad de
la vida social. No existirá ninguna o casi ninguna distribución del conocimiento en 'roles'
específicos. Las sociedades primitivas se aproximan a este tipo en mayor grado que las civilizadas.
El extremo opuesto sería una sociedad en la que sólo hubiera un problema común y la
institucionalización ocurriera sólo con respecto a las acciones referentes a ese problema.
La reificación puede describirse como un paso extremo en el proceso de la objetivación, por el que
el mundo objetivado pierde su comprehensibilidad como empresa humana y queda fijado como
facticidad inerte, no humana y no humanizable. El orden institucional, tanto en conjunto como
segmentado, puede aprehenderse en términos reificados. La receta básica para la reificación de las
instituciones consiste en con concederles un status ontológico independiente de la actividad y la
significación humanas. Las reificaciones obnubilan el sentido en cuanto producción humana
continua. Los roles pueden reificarse al igual que las instituciones. 'Tengo que actuar de esta manera
debido a mi posición'.
a) Socialización primaria
El individuo no nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socialidad, y
luego llega a ser miembro de una sociedad. El punto de partida constituye la internalización. La
internalización, constituye la base, primero, para la comprensión de los propios semejantes y,
segundo, para la aprehensión del mundo en cuanto realidad significativa y social. Esta aprehensión
comienza cuando el individuo 'asume' el mundo en el que ya viven otros. Se establece un nexo de
motivaciones que se extiende hasta el futuro.
El proceso ontogenético por el cual esto se realiza se denomina socialización y puede definirse
como la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de una sociedad o en
un sector de él. La socialización primaria es la que el individuo atraviesa en la niñez, por medio de
ella se convierte en miembro de la sociedad. La socialización secundaria es cualquier proceso
prosterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su
sociedad.
Todo individuo nace dentro de una estructura social objetiva. El mundo social aparece 'filtrado' para
el individuo. El niño de clase baja absorbe el mundo social en una perspectiva de clase baja y lo
absorbe con la coloración idiosincrásica que le han dado sus padres. La socialización primaria se
efectúa en circunstancias de enorme carga emocional. El individuo no sólo acepta los 'roles' y las
actitudes de otros, sino que en el mismo proceso acepta el mundo de ellos. El niño aprende que él es
lo que lo llaman.
La socialización primaria crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de los
'roles' y actitudes de otros específicos, a los roles y actitudes en general. En la internalización de
normas existe una progresión, 'Mamá está enojada conmigo ahora' hasta 'Mamá se enoja conmigo
cada vez que derramo la sopa'. La generalidad de la norma se extiende subjetivamente. La norma se
generaliza como 'Uno no debe derramar la sopa'. Esta abstracción de los roles y actitudes de otros
significantes concretos se denomina el otro generalizado.
La formación, dentro de la conciencia, del otro generalizado señala una fase decisiva en la
socialización. Implica la internalización de la sociedad en cuanto tal y de la realidad objetiva en ella
establecida, y, el establecimiento subjetivo de una identidad coherente y continua. El lenguaje
constituye el contenido más importante y el instrumento más importante de la socialización.
b) Socialización secundaria
El maestro trata de hacer ‘familiares’ los contenidos, haciéndolos vívidos, llenos de vida cómo el
‘mundo hogareño’, relevantes, vinculándolos con las estructuras de relevancia ya presentes en el
‘mundo hogareño’ e interesantes, o sea, induciendo a la atención del niño a separarse de sus objetos
‘naturales’ para fijarse en estos más artificiales.
UNIDAD IV – Sujeto, comportamiento social y socialización – Gagliardo
La vida es una sucesión de vivencias. Todo lo que el sujeto percibe pasa a formar parte de su
reservorio. El conjunto total de dispositivos que forman el sistema perceptivo del animal humano
tiene una capacidad de captación inmensamente mayor que lo que es capaz de registrar
conscientemente y procesar a través de su actividad racional. Estos dispositivos mantienen en el
plano de su conciencia ciertos elementos básicos y necesarios, y el resto los conservan en ese
reservorio que el psicoanálisis define como inconsciente.
Todos los contenidos que el sujeto humano internaliza se asocian, elaboran y reelaboran al interior
de ese reservorio, y se ponen en juego como sistema cuando el sujeto encara la vivencia siguiente.
El sujeto humano es una unidad constituida por su estructura biológica y su estructura psíquica. Las
actitudes y conductas son determinadas por los contenidos que carga su aparato psíquico y se
materializan a través del aparato biológico.
El aparato psíquico está conformado por un plano conciente y un plano inconsciente. El plano
consciente es todo aquello a lo que podemos acceder por nuestra capacidad de razonamiento. El
plano inconsciente abarca todo aquello que los dispositivos percibieron y grabaron pero no pasaron
por una elaboración racional.
El sujeto es y actúa como una unidad estructurada por su dispositivo biológico, su dispositivo
racional y su dispositivo inconsciente. El dispositivo biológico es importante pero secundario para
el análisis social. En el acontecer cotidiano del sujeto humano, el ilimitado reservorio inconsciente y
sus procesos específicos determinan qué va a aparecer en definitiva en el limitado plano consciente.
La conformación de la experiencia
No somos conscientes, ni nos hace falta serlo, de todos los procesos que se ponen en juego cuando
realizamos cualquier acción. Mucho menos conscientes somos de los procesos históricos que
influyen para que hoy hagamos las cosas de esa particular forma en que las hacemos, o que nos
pasen las cosas tal como nos pasan.
Solo cuando lo que nos pasa nos genera un conflicto, se nos hace difícil, costoso, o angustiante, nos
podemos poner a pensar con detenimiento por qué será que esto nos pasa o les está pasando a
personas que nos importan.
Percibimos lo más y mejor que podemos, dentro de los límites que nos impone nuestra condición de
sujetos sociales. Percibidos a través de nuestro aparato perceptivo y de la influencia de nuestro
proceso de socialización. La capacidad de comprensión varía según la información, la experiencia
acumulada y los recursos tecnológicos. No podemos desconectar los mecanismos inconscientes,
emocionales o ideológicos, ni nuestras capacidades simbólicas e imaginarias.
La selectividad de la percepción humana
Antes de acceder a información o formación científica las personas nos convertimos en seres
humanos y atravesamos procesos de humanización y socialización que nos cargan de contenidos.
Nuestra percepción de los fenómenos va a ser siempre subjetiva. No es posible eliminar la
subjetividad en la percepción e interpretación de un fenómeno por parte de un sujeto.
Cada sociedad 'produce' a sus sujetos ('socios'). Todo conjunto social despliega un dispositivo que
garantiza la continuidad de la organización social. Las reglas básicas que les permiten convivir y
compartir el espacio social. Esto quiere decir que cada sociedad diseña y construye los perfiles y
márgenes de libertad que prescribe para sus integrantes.
Todo ser humano llega al mundo en un momento y en un lugar determinado. Es educado por sus
padres, biológicos o adoptivos, que tienen ciertas características personales, que tienen un tipo de
relación entre ellos, que viven en un hábitat, etc.
Cualquiera sea la forma de organización familiar, los adultos responsables determinan el nombre, el
género y la religión de su bebé. Y tratarán de objetivar (hacer reales) sus expectativas respecto de lo
que esperan de él. El proceso que vive el ser humano a partir de su nacimiento es lo que entendemos
por 'homonización' (dejar de ser puro animal, aprender a dominar sus instintos y hacerse humano) y
'socialización' (incorporar las normas, costumbres, pautas de acción y códigos de la particular
)sociedad en que nace y en qué va a convivir).
Esto marca un cierto 'determinismo' social (siempre relativo a cada situación y circunstancia). No
podemos hacer cualquier cosa. Esta característica se llama 'márgenes de libertad' del sujeto humano.
Y es lo que lo define como sujeto, que está 'sujetado' a las condiciones y características de la
sociedad que lo recibe como 'socio'.
Se desarrolla dentro del marco familiar, por familiares directos. Estos van introduciendo al niño en
las particulares formas que esa sociedad prescribe como positivas en términos de pensar, de sentir,
de evaluar y proceder. Hay dos cuestiones básicas del proceso. Una es la fuerte relación afectiva
que predomina en el entorno familiar en relación con el bebé y el niño. La otra es su carácter
informal y masivo. Las 'cosas' se van enseñando y aprendiendo, transmitiendo e incorporando, en
forma 'natural' o dicho técnicamente, en forma inconsciente.
De los miles de valores, normas, estilos, actitudes, pautas, que el sujeto carga en esos años, sólo
unos pocos se le transmiten de manera voluntaria. A través de la familia se transmiten al sujeto los
valores basicos predominantes en la estructura social y los específicos del estrato en que el niño
nace. Lo mas importante de este proceso es:
Comienza cuando el niño trasciende la frontera familiar y se inserta en actividades fuera de ese
marco. Se da en dos planos el formal y el informal.
El formal se inicia cuando el niño ingresa en el jardín de infantes. Proceso educativo formador
basado en un sistema de aprendizajes específicos pautados para cada etapa, conducido por agentes
de socialización especializados. Es ejecutada por agentes de socialización en instituciones
organizadas y sistematizadas 'escolarmente' para incorporar al sujeto los valores, conocimientos y
habilidades previstos. La socialización dejará de ser genérica para convertirse en específica. El
plano informal comprende los conocimientos, habilidades y valores que el sujeto incorporará a lo
largo de su vida por la relación con los individuos y grupos sociales con los que va a interactuar.
Esta parte del proceso se llama extenderá durante toda su vida.
Ideología
Las conductas que lleva adelante el sujeto social están siempre orientadas e influidas según las
ideas, creencias, pautas, normas y valores que ha internalizado y sigue internalizando a lo largo de
su vida por medio de los procesos de socialización primario y secundario. La ideología es un
dispositivo que intermedia entre el sujeto y la realidad social, influyendo y orientando sus
percepciones acerca de las cuestiones políticas, económicas, culturales y sociales.
Althusser (2010): 'queda claro que la ideología (como sistema de representaciones de masa) es
indispensable a toda sociedad para formar a los hombres, transformarlos y ponerlos en estado de
responder a las exigencias de sus condiciones de existencia'.
En ese reservorio que llamamos inconsciente, interactúan los contenidos que denominamos
sociales, con otro tipo de contenidos, que podemos conceptualizar como psicológicos. A la vez que
el sujeto se socializa en el proceso de socialización primario, incorpora los contenidos psicológicos
básicos con que se estructura su aparato psíquico y se perfila su estructura de personalidad, que la
psicología y el psicoanálisis estiman como un proceso que abarca hasta los 4/5 años de edad.
Las vivencias y experiencias, aunque sean compartidas, se interpretan y representan también bajo la
influencia de los contenidos psicológicos. El reservorio inconsciente se manifiesta en dos aspectos,
dispositivo psicológico en términos de las cuestiones personales subjetivas, y como dispositivo
ideológico en términos de las cuestiones sociales, políticas, económicas y culturales. Los dos
universos (social cultural e individual) parten del mismo origen, comparten la misma fuente y se
interrelacionan dialécticamente en un ida y vuelta permanente. Ambos involucran un reservorio
inconsciente y dinámico, producido históricamente al interior de cada colectivo y estructura social.
Aparatos ideológicos
Althusser (1984) menciona los aparatos ideológicos y los aparatos represivos del Estado, como dos
dispositivos; el primero para instalar la ideología dominante y el segundo para reprimir en los casos
en que los sujetos o grupos se aparten de cumplimiento de las normas que esa ideología sostiene.
Esos os dispositivos son imprescindibles en cualquier tipo de estructura social. Se hace imposible la
convivencia sin un dispositivo represivo con poder legítimo.
Según Althusser, lo que él denomina Aparatos Ideológicos del Estado son las instituciones –
familiares, escolares, religiosas, políticas, laborales, de información y culturales – que forman a los
sujetos sociales y les transfieren los valores, las creencias, las prácticas y los rituales que regulan
esas prácticas. Su función específica es la reproducción de las relaciones de producción.
A partir de la incorporación de las referidas ideas, valores, creencias, prácticas y rituales, cada
individuo integrado a una determinada estructura social (sociedad) se constituye como sujeto
histórico, asume un lugar determinado en el mundo y en la historia y pasa a vivir una relación
imaginaria con el mundo y con sus condiciones de existencia.
Para existir, toda formación social, al mismo tiempo que produce y para poder producir, debe
reproducir las condiciones de su producción. Debe, pues, reproducir las fuerzas productivas y las
relaciones de producción existente. En otros términos, la escuela (y también otras instituciones del
estado, como la iglesia, y otros aparatos como el ejército) enseña las 'habilidades' bajo formas que
aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su 'práctica'.
(Con Marx) La ideología pasa a ser el sistema de ideas, de representaciones, que domina el espíritu
de un hombre o un grupo social.
La ideología es una 'representación' de la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones
reales de existencia.
Tesis 1: La ideología representa la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones
reales de existencia.
Lo representado es ante todo la relación que existe entre ellos y las condiciones de existencia. En la
ideología no está representado entonces el sistema de relaciones reales que gobiernan la existencia
de los individuos, sino la relación imaginaria de esos individuos con las relaciones reales en que
viven.
Tesis 2: La ideología tiene una existencia material. (…) las 'ideas' o 'representaciones', etc., de
las que parece compuesta la ideología, no tienen existencia ideal, idealista, espiritual, sino
material.
Los aparatos ideológicos del Estado y a sus prácticas son la realización de una ideología. Está
asegurada por su subordinación a la ideología dominante. En un aparato y su práctica, o sus
prácticas, existe siempre una ideología. Tal existencia es material.
Diremos pues, considerando sólo un sujeto (un individuo), que la existencia de las ideas de su
creencia es material, en tanto esas ideas son actos materiales insertos en prácticas materiales,
reguladas por rituales materiales definidos, a su vez, por el aparato ideológico material del que
proceden las ideas de ese sujeto.
Todo depende de la noción del sujeto. No hay práctica sino por y bajo una ideología y No hay
ideología sino por el sujeto y para los sujetos.
La ideología interpela a los individuos como sujetos. La categoría del sujeto es constitutiva de toda
ideología sólo en tanto toda su ideología tiene por función la 'constitución' de los individuos
concretos en sujetos. El hombre por naturaleza es un animal ideológico.
El hecho de que un individuo sea siempre-ya-sujeto, aún antes de hacer, es la simple realidad,
accesible a cualquiera y en absoluto paradójica. Ya antes de nacer el niño es por lo tanto
siempre-ya-sujeto, está destinado a serlo en y por la configuración ideológica familiar específica en
la cual es 'esperado' después de haber sido concebido.
Resumen
Althusser discrimina el mundo real y las condiciones reales de existencia, de las representaciones
imaginarias de los sujetos acerca de ese mundo y de esas condiciones de existencia. En este plano
discrimina:
Las representaciones son las imágenes, mitos, ideas y conceptos, y son producto y resultado de un
complejo proceso histórico. Son objetos culturales que actúan funcionalmente sobre ellos mediante
un proceso de orden inconsciente. La ideología tiene entonces una estructura, una lógica específica
y un papel práctico según la formación social de la que forma parte.
El sujeto social aparece como un producto de la sociedad específica en que es gestado, en que nace
y se constituye como sujeto. (Familia, escuela, religión, partido político, sindicato, información y
cultura). Los aparatos ideológicos prescriben las ideas, las prácticas y los rituales que imperan en la
sociedad. Su función específica es la reproducción de las relaciones de producción. Estos aparatos
forman la conciencia de todos, incorporan las ideas que van a conformar sus creencias como las
prácticas materiales prescriptas y los rituales materiales que regulan esas prácticas.
Cada individuo integrado a una determinada formación social se constituye como sujeto de la
ideología dominante en ella, adquiriendo lo que la tradición clásica caracteriza como 'conciencia'.
Esa representación imaginaria del mundo incluye la representación imaginaria de las condiciones de
existencia de los sujetos, de los colectivos sociales y del conjunto social, y de las relaciones
imaginarias que establecen con las relaciones de producción y las demás relaciones que de ellas
derivan.
La ideología tiene una existencia material equivalente a las representaciones que la conforman, a las
prácticas y rituales que prescribe y a los aparatos ideológicos que en su práctica constituyen a los
individuos como sujetos de esa sociedad y modelan a las clases y colectivos sociales, adaptándolos
a las condiciones de producción del modo de producción hegemónico. Existe una materialidad
intangible, pero que opera materialmente y es determinante de ese proceso y de las formas en que se
materializa.
La ideología expresa la manera particular en que los sujetos viven su relación con el mundo y con
sus condiciones reales de existencia.
Los objetos científicos, inconsciente e ideología, comparten cualidades esenciales, como son entre
otras su carácter eterno, omnipresente e inmutable en su forma en todo el transcurso de la historia,
su existencia por el sujeto y para los sujetos, su participación orgánica en la estructura del sujeto y
su función constitutiva de los sujetos como tales. Es imposible considerar la existencia de un sujeto
sin inconsciente o sin ideología.
UNIDAD VI – La revolución teórica de Marx – Louis Althusser
Ideología
Los sujetos de la historia son las sociedades humanas dadas. Ellas se presentan como totalidades,
cuya unidad está constituida por un cierto tipo específico de complejidad, que pone en juego tres
instancias: la economía, la política y la ideología. La ideología forma parte orgánicamente de toda
totalidad social.
Marx decía que en la ideología (como lugar de luchas políticas) los hombres toman conciencia de su
lugar en el mundo y en la historia. La ideología concierne, por lo tanto, a la relación vivida de los
hombres con su mundo. En la ideología, los hombres expresan, en efecto, no su relación con sus
condiciones de existencia, sino la manera en que viven su relación con sus condiciones de
existencia: lo que supone a la vez una relación real y una relación vivida, imaginaria. La ideología
es la expresión de la relación de los hombres con su mundo, la unidad de su relación real y de su
relación imaginaria con sus condiciones de existencia reales. La relación real está inevitablemente
investida en la relación imaginaria.
Los ricos dirigen a los pobres el 'discurso más reflexivo' que jamás ha sido concebido, para
convencerlos de vivir su servidumbre como libertad. La burguesía debe creer en su mito antes de
convencer a los otros. En la ideología de la libertad, la burguesía vive asi exactamente su relación
con sus condiciones de existencia, es decir, su relación real (el derecho de la economía capitalista
liberal) pero investida de una relación imaginaria (todos los hombres son libres, incluso los
trabajadores libres). Del mismo modo que un pueblo explota a otro no puede ser libre, una clase que
se sirve de una ideología no puede sino estarle sometida.
La ideología tiene un papel activo sobre la clase dominante misma y contribuye a modelarla, a
modificar sus actitudes para adaptarla a sus condiciones reales de existencia (ejemplo: la libertad
jurídica) queda claro que la ideología (como sistema de representaciones de masa) es indispensable
a toda sociedad para formar a los hombres, transformarlos y ponerlos en estado de responder a las
exigencias de sus condiciones de existencia.
En una sociedad de clases, la ideología es la tierra y el elemento en los que la relación de los
hombres con sus condiciones de existencia se organiza en provecho de la clase dominante. En una
sociedad sin clases, la ideología es la tierra y el elemento en los que la relación de los hombres con
sus condiciones de existencia se vive en provecho de todos los hombres.
UNIDAD VII – Estructura social – Gagliardo
Concepto de estructura
Los componentes de una estructura son muy importantes, pero no son menos importantes las
relaciones que se establecen entre ellos. Hay una doble situación de la estructura: sincrónica (fija) y
diacrónica (en movimiento).
Lo que comúnmente denominamos 'sociedad' es una estructura social conformada por cuatro
subestructuras o sistemas básicos. Esos son el cultural, el político, el económico y el social.
La necesidades básicas o primarias de los grupos humanos son las mismas desde que el animal
humano se distanció del resto de los animales:
. conservación de la especie
. alimentación
. necesidades físicas biológicas
. protección del grupo frente a inclemencias del medio ambiente u otros colectivos sociales externos
. conservación, circulación y transmisión de conocimientos de generación en generación
. comunicación entre sujetos, grupos y colectivos sociales
Contenidos políticos: aquellos relativos a la forma específica de organización social. No todas las
personas cumplen los mismos roles. También forman parte de estos contenidos las características
previstas que deben cumplir las personas para acceder a funciones y responsabilidades públicas.
Contenidos económicos: formas y sistemas organizados para satisfacer las necesidades físicas del
conjunto social. Valor relativo que asumen las cosas. Concepto de propiedad.
Contenidos sociales: son los relativos a la particular forma en que se vinculan, relacionan e
interaccionan las personas. Códigos que rigen la convivencia.
Los sistemas
Sistema cultural
Sistema político
En todo conjunto humano se verifica una forma de organizar las actividades de los sujetos que lo
conforman, es decir, un tipo particular de ordenamiento social. Obligaciones y responsabilidades
para mantener un orden básico, y determinados grados de libertad para su ejercicio. Delimitación de
los derechos de los sujetos y grupos que conforman el conjunto. Este orden básico está sostenido
por pautas, normas y leyes que regulan los comportamientos y prescriben las eventuales sanciones
que se aplican en caso de su no cumplimiento. Ordenamiento de todas las organizaciones sociales e
institucionales. Un estilo de organización y preservación de la convivencia basado en las
competencias individuales, y el poder que son capaces de desarrollar los sujetos y grupos para
imponer su visión particular de la historia y el futuro del conjunto. El control del proceso de
socialización y de los medios de difusión por parte del grupo dominante opera en estos casos como
dispositivo prioritario para mantener la percepción social acerca de la legitimidad del sistema.
Sistema económico
Todo grupo humano desarrolla formas de proveerse la subsistencia. Estas cuestiones se resuelven a
través de las actividades que tradicionalmente entendemos como trabajo. No solo resuelve
necesidades objetivas sino también la necesaria canalización de su energía libidinal, produciendo
objetos y procesos culturales. El sujeto de la cultura produce objetos y procesos que materializan en
el mundo real su propio universo subjetivo. La resolución concreta de las necesidades básicas y
secundarias de los grupos humanos es una de las formas de canalizaci´n de la energía humana. La
otra es la actividad mental y espiritual.
En cada sociedad impera un ordenamiento preciso acerca de qué cosas pueden ser apropiadas por
los sujetos en forma individual y por lo tanto privadas a otros sujetos o grupos y por esa razón no se
consideran pertenencias del conjunto social. Esto explica la necesaria organización de formas de
intercambio y transacción de los bienes producidos por unos y otros. También, la necesidad de
sistemas de valorización de esos bienes y de sus equivalencias para permitir el intercambio.
Las cosas materiales e inmateriales producidas por el sujeto humano tienen para él un necesario
valor. Ese valor emerge tanto de la función que puede cumplir el objeto o proceso, de la simbología
que asume en esa particular sociedad, de su importancia relativa, o del vínculo emocional que
establece con el objeto o proceso la persona que lo produce o lo requiere.
Sistema social
En toda sociedad predomina determinado estilo de relación y de trato entre sus socios. También se
establecen determinadas formas de relación e interacción entre sexos y edades diversas, entre
personas que desempeñan role distintos, entre pares, entre distintos roles, status y posiciones en la
organización social, etc. Todo esto consolida determinadas costumbres, pautas y normas de
convivencia y urbanidad, así como códigos compartidos que facilitan la convivencia.
En toda estructura social se verifican estos cuatro sistemas, pero no todos poseen exactamente la
misma relevancia e influencia. Siempre se verifica que alguno de los sistemas asume históricamente
una preponderancia mayor e influye en mayor medida sobre la organización de los otros. Por esta
razón arrastra la orientación, sentido y tendencia predominantes en la estructura social en cuestión.
Es prácticamente imposible no establecer relaciones con otras sociedades. El desarrollo del modelo
hegemónico occidental que nació en el corazón de Europa ha impuesto esas relaciones como
necesarias y obligatorias. Si alguno no acepta las condiciones impuestas, de todos modos va a sufrir
la influencia directa o indirecta a través de la acción militar, económica, política o cultural.
Las relaciones con otras estructuras sociales son hoy el factor de arrastre en la conformación de
todas las estructuras sociales del mundo. Se dan las relaciones neocoloniales, predominantes en la
mayoría de la estructuras sociales del mundo actual, debido a su mayor productividad y convivencia
para el país que ejerce el control. Interés económico de las elites dominantes del país controlado,
asociadas a las elites económicas de los países controlantes. Reorganización de los contenidos y
procesos del orden social que, por un lado permita, y por otro legitime un sistema económico
funcional a los intereses del país que ejerce el control.
La instalación de los sistemas económico y político funcionales a los intereses económicos externos
produce una necesaria transformación en los valores y creencias básicas de la población, y en los
contenidos y mecanismos de los procesos de socialización primario y secundario. Genera la
progresiva e inevitable influencia sobre la producción cultural, la subordina y le impone un sentido
comercial siempre vinculado a intereses económicos y políticos funcionales al país que ejerce el
control.
UNIDAD VIII – Sociedades y sistemas económicos – Karl Polanyi
La economía mercantil implica un sistema autorregulador del mercado, dirigida por los precios del
mercado y nada más que por ellos. Con anterioridad a nuestro tiempo nunca existió una economía
que estuviera controlada por los mercados. Adam smith sugirió que la división del trabajo en la
sociedad dependía de la existencia de mercados, 'la propensión del hombre a trocar, permutar o
cambiar una cosa por otra'. De esta frase, concepto del hombre económico.
Herber Spencer en la segunda parte del siglo XIX pudo exponer la equivalencia del principio de la
división del trabajo con el trueque y el cambio. Cincuenta años más tarde Von Mises y Lippmann
repetían la misma falacia.
La división del trabajo, un fenómeno tan antiguo como la sociedad surge de las diferencias
inherentes en las realidades del sexo, geografía y dotes individuales. La supuest propensión del
hombre a trocar, permutar o cambiar es casi totalmente apócrifa. El correctivo de tal perspectiva a
'corto plazo' hubiera sido evidentemente el enlace de la historia económica con la antropologia
social, cosa que se evitó constantemente.
El mismo prejuicio que hizo que la generación de Adam Smith considerará al hombre primitivo
como aficionado al trueque y cambio, indujo a sus sucesores a negar todo interés en el hombre
primitivo. Las diferencias existentes entre los pueblos civilizados e incivilizados han sido
grandemente exageradas. Desde la introducción del arado, en esencia una azada grande arrastrada
por animales, los métodos agrícolas continuaron sin ninguna alteración importante en la mayor
parte de europa occidental y central hasta el principio de la edad moderna. En realidad el progreso
de la civilización en esas regiones fue principalmente político, intelectual y espiritual. La europa
occidental del año 1200 apenas si había llegado a la altura del mundo romano de mil años atrás.
Aún más tarde, el cambio se produjo con mayor facilidad en los campos del gobierno, la literatura y
las artes, y especialmente en los de la religión y el saber que en los de la industria. Porque si hay
una conclusión que resalta con mayor claridad que cualquier otra del estudio reciente de las
sociedades antiguas es la inmutabilidad del hombre como ser social.
La economía del hombre queda sumergida entre sus relaciones sociales. No obra para proteger su
interés individual en la posesión de bienes materiales: obra en forma de proteger su posición social,
sus ambiciones sociales, su caudal social. Valúa los bienes materiales solamente por lo que sirven
para este fin. El sistema económico será regido conforme a motivos no económicos. El valor dado a
la generosidad es tan grande, cuando se mide en términos de prestigio social. Las pasiones
humanas, buenas o malas, son dirigidas simplemente hacia fines no económicos.
La ausencia del motivo de la ganancia, la ausencia del principio del trabajo por una remuneración,
la ausencia del principio del esfuerzo mínimo y la ausencia de toda institución distinta y separada
basada en motivos económicos.
Reciprocidad y redistribución.
El sostenimiento de la familia, la mujer y los hijos, es la obligación de sus parientes por línea
materna. El varón que sostiene a su hermana y su familia entregándole los mejores productos de su
cosecha, gozará principalmente del crédito debido a su buen comportamiento, pero recogerá muy
poco beneficio material inmediato a cambio de ello; si es negligente, su reputación sufrirá antes y
más que nada. El principio de reciprocidad actuará en beneficio de su esposa y sus hijos,
compensándole así económicamente por sus actos de virtud cívica.
Todas las economías en gran escala de ese tipo fueron dirigidas con la ayuda del principio de
redistribución. El reinado de Hammurabi en Babilonia y, en particular, el Nuevo Reino de Egipto
fueron despotismos centralizados, de tipo burocrático, fundados en una economía similar. El
régimen de la familia patriarcal fué reproducido aquí en una escala enormemente aumentada. Todos
los reinos arcaicos usaron monedas de metal para el pago de impuestos y salarios, pero para el resto
utilizaron los pagos en especie de graneros y almacenes de todo tipo, desde los cuales distribuían
los artículos más variados para el uso y consumo principalmente de la parte improductiva de la
población, es decir, los funcionarios, los militares y las clases ociosas. Ese fué el sistema practicado
en la antigua China en el imperio de los Incas en los reinos de la India y también en Babilonia. En
ésas y en muchas otras civilizaciones de vasto adelanto económico, el mecanismo de la
redistribución originó una complicada división del trabajo.
Bajo condiciones feudales también rigió este principio. En las sociedades étnicamente estratificadas
de África sucede a veces que el estrato superior está formado por dueños de majadas establecidos
entre agricultores. Thurnwald. Europa Occidental, el cambio surgió de la necesidad de protección
del vasallo, y las donaciones se convirtieron en tributos feudales. La distinción vital entre
sociedades homogéneas y estratificadas, es decir, sociedades que están en conjunto socialmente
unificadas y aquellas que están divididas en gobernantes y gobernados. El tercer principio, que
estaba destinado a desempeñar un gran papel en la historia y que llamaremos el principio de
‘administración doméstica’, consiste en la producción para el uso propio. Los griegos lo llamaban
aeconomía, de donde se deriva la palabra economía.
El salvaje individualista que recogía alimentos o cazaba para sí o su familia nunca existió. En
realidad, la práctica de cubrir las necesidades de la familia propia se convierte en una característica
de la vida económica, recién en un nivel más avanzado de la agricultura. Su molde es el de los
grupos cerrados. Producir y almacenar para la satisfacción de las necesidades de los miembros del
grupo. El principio es tan amplio en su aplicación como la reciprocidad o la redistribución. La
naturaleza del núcleo institucional es indiferente}: puede ser el sexo como en el caso de la familia
patriarcal, la localidad como en el caso del poblado, o el poder político como en el caso del castillo
señorial.
Aristóteles insiste en que la producción para el uso en contra de la producción para la ganancia es la
esencia de la administración doméstica propiamente dicha. La ganancia era un motivo peculiar de la
producción para el mercado y que el factor dinero introducía un nuevo elemento en la situación, y
que sin embargo, mientras los mercados y el dinero fueran simples accesorios de una economía
doméstica, en otros respectos autosuficiente, el principio de la producción para el uso podría regir.
La economía griega se había vuelto dependiente del comercio al por mayor y el capital prestado.
La proposición afirma que todos los sistemas económicos conocidos por nosotros hasta el fin del
feudalismo en Europa Occidental estuvieron organizados conforme ya con los principios de
reciprocidad y redistribución, o economía doméstica, o alguna combinación de los tres. Esos
principios fueron institucionalizados con la ayuda de la organización social que, inter alia, hizo uso
de modelos de simetría, centricidad y autarquía. En esta estructura, la producción y distribución
ordenada de artículos se aseguró mediante una gran variedad de motivos individuales disciplinados
por principios generales de conducta. Entre esos motivos no se destacaba el de la ganancia.
Desde el siglo XVI en adelante los mercados fueron numerosos e importantes. Bajo el sistema
mercantil se convirtieron en realidad en una preocupación principal de los gobiernos, pero aún no
había señal del venidero control de los mercados sobre la sociedad humana. Por el contrario. La
regulación y regimentación fueron más estrictas que nunca, la idea misma del mercado
autorregulador no se conocía.
El siglo XIX intentó establecer un sistema económico autorregulador sobre el motivo de la ganancia
individual. Mantenemos que tal empresa era imposible por la naturaleza misma de las cosas.
Apenas existe una suposición antropológica o sociológica, sea explícita o implícita, contenida en el
liberalismo económico que no haya sido refutada.
La simetría no es más que una disposición sociológica, que no origina instituciones separadas,
moldea las existentes. La centricidad, aunque frecuentemente crea instituciones distintivas, no
implica ningún motivo que seleccionaría la institución resultante para una sola función específica.
La autarquía económica, finalmente, sólo es un rasgo accesorio de un grupo cerrado existente. La
estructura del mercado, es capaz de crear una institución específica, que es el mercado. El control
del sistema económico por el mercado significa ni más ni menos que el regir a toda la sociedad
como un anexo del mercado. En lugar de estar encajada la economía en las relaciones sociales, las
relaciones sociales están encajadas dentro del sistema económico. Una economía mercantil
solamente puede funcionar en una sociedad mercantil.
Al buscar los orígenes del comercio, nuestro punto de partida debería ser la obtención de artículos
desde una distancia, cómo en una cacería. Las comunidades humanas nunca parecen haber
abandonado totalmente el comercio exterior, tal comercio no requirió necesariamente de mercados.
El comercio exterior tuvo originalmente, más el carácter de aventura, exploración, caza, piratería y
guerra, que el de trueque. Solo al surgir el comercio interno o nacional la competencia tiende a ser
aceptada como un principio general del comercio. Ni el puerto, ni la feria, ni el producto
semielaborado fué el padre de los mercados internos o nacionales. ¿Dónde, pues, debemos buscar
su origen?
Los factores limitadores surgen de todos los puntos del compás sociológico: Costumbre y ley,
religión y magia contribuyen igualmente al resultado, que es limitar los actos de cambio con
respecto a personas y objetos, tiempo y ocasión. Podemos calificar la etiqueta del trueque como un
acontecimiento contrarrestador destinado a limitar el campo del riesgo. El resultado más importante
de los mercados, el nacimiento de las ciudades y civilización urbana, fué, en efecto, el resultado de
un acontecimiento paradójico. Porque las ciudades, las hijas de los mercados, fueron no sólo sus
protectoras, sino también el medio de evitar que se extendieran al campo, invadiendo así la
organización económica existente de la sociedad.
Los mercados locales son, esencialmente, mercados vecinales y, aunque son importantes para la
vida de la comunidad, en ningún punto mostraron señal alguna de reducir el sistema económico
existente a su estructura. No fueron puntos de partida del comercio interno o nacional. Elcomercio
interno en Europa Occidental fué en realidad creado con la intervención del estado. El comercio
estaba limitado a poblaciones organizadas que lo realizaban localmente como intercambio vecinal o
cómo comercio a larga distancia, ambos estaban estrictamente separados y no se permitía que
ninguno de ellos se infiltrara en el país en forma indiscriminada.
Las ciudades opusieron todos los obstáculos posibles a la formación de aquel mercado nacional o
interno en favor del cual presionaba el mayorista capitalista. Manteniendo el principio de un
comercio local no competitivo y un comercio de larga distancia igualmente no competitivo
efectuado de ciudad en ciudad, los burgueses obstaculizaron con todos los medios de que disponían
la inclusión del campo dentro del compás del comercio y la iniciación de un comercio sin
discriminación entre las ciudades del país. Este acontecimiento llevó a primer plano al estado
territorial como el instrumento de la nacionalización del mercado y el creador del comercio interno.
La acción deliberada del estado en los siglos XV y XVI impuso el sistema mercantil en las ciudades
y principados furiosamente proteccionistas, allanando así el camino para un mercado nacional que
ignoró, en forma creciente, la distinción entre la ciudad y el campo así como la existente entre las
diversas ciudades y provincias. En Francia, donde los gremios de artesanos tendían a convertirse en
órganos del estado, el sistema de gremios fué simplemente extendido a todo el territorio del país; en
Inglaterra, donde la decadencia de las ciudades amuralladas había debilitado fatalmente a este
sistema, el campo fué industrializado sin la supervisión de los gremios, mientras en ambos países el
intercambio y el comercio se extendieron por todo el territorio de la nación y se convirtieron en la
forma dominante de la actividad económica. En esta situación se encuentran los orígenes de las
normas de comercio interno del mercantilismo.
La intervención del estado, que había liberado al comercio de los confines de la ciudad privilegiada,
fué ahora llamada a solucionar dos peligros estrechamente relacionados que la ciudad había
contenido con éxito, y que eran el monopolio y la competencia. Que es competencia tenía
finalmente que llevar al monopolio era una verdad perfectamente comprendida en aquel tiempo,
mientras el monopolio era más temido aún que después ya que con frecuencia afectaba a los
artículos de primera necesidad y de esa manera fácilmente se transformaba en un peligro para la
comunidad. La reglamentación general de la vida económica, sólo que esta vez en una escala
nacional y no simplemente municipal, fué el remedio dado.
Si bien los nuevos mercados nacionales fueron, inevitablemente competitivos hasta cierto punto, lo
que prevaleció fué el rasgo tradicional de la reglamentación y no el nuevo elemento de la
competencia. El hogar autosuficiente del campesino que trabajaba para su subsistencia continuó
siendo la base amplia del sistema económico, que iba siendo integrado en grandes unidades
nacionales mediante la formación del mercado interno. La agricultura era complementada ahora por
el comercio interno.
Nada había en el mercantilismo, esta política distintiva de la nación - estado occidental, que hiciera
presagiar ese acontecimiento extraordinario. La ‘liberación’ del comercio efectuada por el
mercantilismo liberó al comercio del particularismo, pero al mismo tiempo amplió el campo de la
reglamentación. El sistema económico fué sumergido en las relaciones sociales generales; los
mercados fueron simplemente un rasgo accesorio de una estructura institucional controlada y
regulada más que nunca por la autoridad social.
a) Los actos individuales de permuta, trueque y cambio son practicados solamente en caso
excepcional en la sociedad primitiva.
b) El comercio no surge dentro de una comunidad, es un asunto externo que involucra
diferentes comunidades.
c) El comercio no depende de los mercados, surge del transporte unilateral, pacífico o no.
d) La presencia o ausencia de mercados no es una característica esencial, los mercados locales
no tienen una tendencia a aumentar.
e) La división del trabajo no se origina en el comercio o cambio, sino en hechos geográficos,
biológicos y otros no económicos.
f) El dinero no es un invento decisivo, su presencia o ausencia no necesita constituir una
diferencia esencial en el tipo de economía.
g) El comercio exterior originalmente no fué un comercio entre individuos sino entre
colectividades.
h) El campo quedó aislado del comercio en la Edad Media.
i) No se practicó un comercio indiscriminado entre ciudad y ciudad en la Edad Media.
j) El proteccionismo nacional era desconocido.
k) El mercantilismo impuso un comercio más libre entre las ciudades y provincias dentro de los
límites racionales.
l) El regulacionismo medieval tuvo gran éxito.
m) El mercantilismo extendió las prácticas municipales al territorio nacional.
n) El mercantilismo, una política de gran éxito.
Una economía mercantil es un sistema económico controlado, regulado y dirigido solamente por los
mercados; el orden en la producción y distribución de artículos está confiado a este mecanismo
autorregulador. Una economía de esta índole se deriva de la esperanza de que los seres humanos se
comporten en forma tal que logren las máximas ganancias monetarias. Supone mercados en los que
la oferta de artículos (incluyendo servicios) disponibles a un precio definido, iguale a la demanda a
ese precio. Supone la presencia de dinero, que funciona cómo poder adquisitivo en las manos de sus
propietarios. La producción estará entonces controlada por los precios, porque los precios forman
ingresos, y con la ayuda de esos ingresos los artículos producidos son distribuidos entre los
miembros de la sociedad. Bajo estas suposiciones, el orden en la producción y distribución de
artículos es asegurada por los precios solamente.
La autorregulación implica que toda la producción está a la venta en los mercados y que todos los
ingresos derivan de esas ventas. Conforme a ello, hay mercados para todos los elementos de la
industria, no sólo para artículos (siempre incluyendo servicios) sino también para el trabajo, tierra y
dinero, siendo sus precios llamados respectivamente precios de artículos de consumo, salarios, renta
e interés. Esos mismos términos indican que los precios forman ingresos: el interés es el precio del
uso del dinero y forma los ingresos de aquellos que están en situación de facilitarlo; los salarios son
el precio del poder del trabajo, y forma el ingreso de aquellos que lo venden; el arrendamiento es el
precio del uso de la tierra y forma el ingreso de aquellos que lo facilitan; los precios de los artículos
de consumo, finalmente contribuyen a los ingresos de aquellos que venden sus servicios de
empresarios, siendo el ingreso llamado ganancia, la diferencia entre dos juegos de precios, el precio
de los artículos producidos y su costo, es decir, el precio de los artículos necesarios para
producirlos. Si se cumplen esas condiciones, todos los ingresos se derivarán de ventas en el
mercado, y los ingresos serán justamente suficientes para comprar todos los artículos producidos.
Bajo el feudalismo y el sistema de los gremios, la tierra y el trabajo formaron parte de la propia
organización social. La tierra, el elemento central en el orden feudal, era la base del sistema militar,
judicial, administrativo y político; su posición y función estaban determinadas por reglas legales y
consuetudinarias. Si su posesión era transferible o no, y de serlo, a quién y bajo cuáles condiciones.
Lo mismo fue cierto de la organización del trabajo. Bajo el sistema de gremios, lo mismo que bajo
todos los demás sistemas económicos en la historia anterior, los motivos y circunstancias de la
actividad productiva estaban encajados dentro de la organización general de la sociedad. Las
relaciones de patrón, oficial y aprendiz; los términos del oficio; el número de aprendices; los
salarios de los obreros, estaban todos regulados por la costumbre y las reglas del gremio y de la
ciudad.
El mercantilismo, con toda su tendencia hacia la comercialización, nunca atacó las salvaguardias
que impedían que esos dos elementos básicos de la producción - trabajo y tierra - se convirtieran en
objetos de comercio.
Solo estaban en desacuerdo en los métodos de regulación: gremios, ciudades y provincias apelaban
a la fuerza de la costumbre y la tradición, mientras la nueva autoridad del estado favorecía los
estatutos y ordenanzas. Pero todos ellos eran igualmente contrarios a la idea de la comercialización
del trabajo y la tierra, la condición previa de la economía mercantil. Un mercado autorregulador
exige nada menos que la separación institucional de la sociedad en una esfera económica y una
política. La separación de ambas esferas rige en todo tiempo en cada tipo de sociedad, pero tal
deducción estaría basada en una falacia. Es cierto que ninguna sociedad puede existir sin algún tipo
de sistema que asegure el orden en la producción y distribución de artículos. Pero eso no implica la
existencia de instituciones económicas separadas; normalmente el orden económico es simplemente
una función de lo social, en lo cual se halla contenido.
Una economía mercantil debe abarcar todos los elementos de la industria, incluyendo el trabajo, la
tierra y el dinero. Pero el trabajo y la tierra no son más que los propios seres humanos y el medio
natural en que existen. Incluirlos en el mecanismo del mercado significa subordinar la sustancia
misma de la sociedad a las leyes del mercado. El concepto de artículo de consumo es definido
empíricamente cómo un objeto producido para la venta en el mercado. El trabajo, la tierra y el
dinero, evidentemente no son artículos de consumo; el postulado de que todo lo que es comprado y
vendido debe haber sido producido para la venta es absolutamente falso respecto a ellos. La
descripción del trabajo, la tierra y el dinero como artículos de consumo es enteramente ficticia.
1) Pequeños talleres aislados existieron desde antiguo en todos los tiempos y lugares.
2) El ergosterio en la Edad Media se le llamaba fábrica.
3) Explotación en gran escala en un taller atendido por obreros serviles.
Carl Marx hacia corrientemente la distinción entre fábrica y manufactura, considerando a ésta como
una explotación de taller a base de obreros libres, que trabajan sin utilizar energía mecánica, pero
reuniendo a los operarios y sujetándolos a un trabajo disciplinado. Fábrica es más bien una
explotación de taller, con mano de obra libre y capital fijo. Fábrica significa: organización
capitalista del proceso de producción.
Requisito económico para que se forme y exista una fábrica en este sentido, es la posibilidad de
ventas en gran escala y con carácter permanente, es decir, una organización determinada por el
mercado. Otro requisito es la posibilidad de una técnica de producción relativamente barato. Este
requisito resulta del empleo de capital fijo, cuya explotación debe continuar el empresario incluso
durante los momentos de coyuntura desfavorable, a diferencia del que sólo emplea obreros
independientes, que son los perjudicados en tal caso, ya que entonces (tratándose de la industria
textil) los telares que dejan de funcionar pertenecen a estos obreros y no al empresario.
El país clásico de los campesinos expulsados de la tierra. La mano de obra que de esta suerte se
lanzó al mercado permitió la formación, primero, del sistema de trabajo a domicilio y de los
artesanos modestos, y luego del industrial fabril. La proletarización de la población rural determinó,
ya en el siglo XVI, la existencia de una raza tan extraordinaria de desocupados que obligó a
Inglaterra a plantearse el problema de la asistencia a los desheredados.
Desde fines del siglo XV, la apropiación de cuánto podría ofrecer posibilidades de lucro comenzó a
determinar la escasez de medios idóneos de sustentación, planteándose de un modo apremiante el
problema de la pobreza. El hecho de que los gremios no lograran ya asegurar a la población los
medios necesarios para ganar su sustento, sentó las premisas del tránsito al sistema de taller.
Los precursores del sistema fabril en occidente: en la Edad Media su explotación se organizaba
entonces sobre la base de una economía común corriendo a cargo de la ciudad o de los gremios, o
bien, en régimen señorial; a cargo de un señor territorial. Economía de oikos.
Todas las explotaciones que acabamos de examinar son objeto de un aprovechamiento colectivo no
capitalista. Instalaciones económicas privadas, correspondientes a la primera etapa de posesión de
capital fijo, o sea con propiedad de taller, instrumentos de trabajo y materia prima en una sola
mano, a las que sólo faltaba el empleo de grandes máquinas y de fuentes de energía mecánica para
ofrecer el aspecto de una fábrica moderna, se encuentran en casos aislados durante el siglo XVI,
pudiendo quizás demostrarse su existencia ya en el siglo XV, aunque no es probable que
aparecieran en el siglo XIV. Las que nos ocupan se distinguen de las demás porque en ellas se opera
a base de trabajo libre: no se olvide, además, que sin el apremio de la necesidad jamás habrían sido
posibles. Los obreros que se obligaban a trabajar en estas explotaciones, lo hacían ante la absoluta
imposibilidad de procurarse por sí mismos trabajo e instrumentos de trabajo. Estos operarios no
estaban en condiciones de elegir, y, más tarde por razones de asistencia a los pobres, se recurrió a la
medida de obligarles por la fuerza a entrar en estas explotaciones.
El hecho de que los telares estuviesen reunidos en la casa del propietario, esto por si solo ofrecía ya
una gran ventaja al empresario: la disciplina del trabajo, que permitía controlar la homogeneidad de
los productos y la cantidad de éstos. En cambio, para el obrero era un inconveniente (el mismo que
todavía en nuestros tiempos hace odioso el trabajo en la fábrica) al que sólo se sometía obligado por
la necesidad.
Para encontrar nuevas tendencias evolutivas era preciso llegar primero a una especialización técnica
y a una agrupación para el trabajo, al propio tiempo que a la utilización de fuentes de energía
superiores a las humanas. En cuanto se reúnen la disciplina de trabajo en el taller, la especialización
técnica, la agrupación para el trabajo y la utilización de fuentes de energía no humanas, nos
encontramos directamente ante los orígenes de la fábrica moderna.
La explotación fabril sólo puede nacer desde que las guerras han abierto el mercado. Además de las
demandas del ejército, otras necesidades llamadas a garantizar una venta segura eran las suntuarias.
Éstas determinaron la creación de fábricas de gobelinos y tapices (en las cortes de los príncipes se
pusieron pronto de moda, a imitación de la oriental, que dieron a conocer las Cruzadas, cubriendo
paredes y suelos antes lisos), de objetos de oro, porcelanas (los ergasterios imperiales chinos
proporcionan el modela de las manufacturas principescas de Occidente), vitrales y espejos,
terciopelos, sedas y toda clase de tejidos finos, jabones (de origen relativamente reciente, pues los
antiguos empleaban aceites en su lugar) y azúcar, todo ello para las necesidades de las clases más
altas de la sociedad. Un segundo grupo de estas explotaciones servía para la democratización de
lujo y para la satisfacción de las necesidades suntuarias de masas numerosas, imitando los
productos destinados a las clases pudientes. La masa pretende satisfacer con sucedáneos el consumo
de lujo propio de las clases acaudaladas.
La fábrica no es una creación del artesanado y a expensas suyas, sino que nace independientemente
pero junto a él, dedicándose a nuevas formas de producción o a la fabricación de productos nuevos.
Ninguno de los cuales era producido por los gremios, por lo cual no podía constituir una
competencia para ellos. A partir del siglo XIX comienza la fábrica a irrumpir en masa en la esfera
de acción de los gremios. Lo que si constituye condición esencial es la especialización y la
disciplina del trabajo dentro del taller; estímulos a su vez de un empleo y perfeccionamiento
incrementados de la maquinaria.
La India poseyó una técnica industrial muy perfeccionada, pero allí las castas constituían un
obstáculo para que el taller se desarrollara como en Occidente. La falta de disciplina de trabajo de
los hindúes constituía un obstáculo formidable: Cada casta tenía ritos, pausas de trabajo y días
festivos distintos. En la China la cohesión del linaje dentro del ámbito de la aldea era muy firme.
Explotaciones concentradas las tuvieron sólo los emperadores y los grandes magnates, a base de
artesanos serviles que trabajaban para la satisfacción de las necesidades de sus dueños. La habilidad
política del capital constituido por los esclavos es característica de la Antigüedad.
La premisa más general para la existencia del capitalismo moderno es la contabilidad racional del
capital como norma para todas las grandes empresas lucrativas que se ocupan de la satisfacción de
las necesidades cotidianas.
El sistema socioeconómico, político y cultural que se desencadena a partir del Siglo XVII con las
Revoluciones Industriales (1770 y 1860), se configura como Sistema Capitalista. Llamamos
Sistema Capitalista a la estructura social que se consolida a partir de la primera Revolución
Industrial y sucede a la estructura social vigente.
Adam Smith
Smith supone la supremacía de los entornos sociales competitivos y la libre competencia como
factores del progreso humano, así como la búsqueda del beneficio individual como única forma de
generar resultados socialmente positivos, basado en la enorme generación de riqueza que produce el
capitalismo. Presupone la existencia inicial de sociedades incivilizadas y la emergencia de
sociedades civilizadas, a partir de la introducción de la división de trabajo. Toda sociedad civilizada
está compuesta por tres clases originarias y principales. Esas clases son:
1) Las que viven de rentas. La renta es el precio que se paga por el uso de la tierra.
2) Las que se mantienen de salarios. El salario es lo que perciben los trabajadores, que según
Smith debe alcanzar por lo menos para su mantenimiento y algo más.
3) Las que se sustentan de ganancias La ganancia es la utilidad obtenida por el empresario,
urbano o rural, a partir de la inversión de sus fondos.
Emergen en la sociedad dos partes bien diferenciadas, la de los dueños y empresarios y la de los
trabajadores. El operario quiere sacar o más y el empresario dar lo menos que se puede. No pueden
dejar de llevar siempre ventaja los dueños.
Manuel Belgrano por Pigna (2004) como primer economista argentino que para 1810 denuncia los
grandes monopolios que sólo aspiran a su interés particular, asegurando que se han elevado entre
los hombres dos clases muy distintas, la de los propietarios y la de los hombres sin propiedad.
La propiedad constituye para Smith el principal derecho del hombre; todo el patrimonio del pobre
consiste en la fuerza y destreza de sus manos, con lo que la propiedad que el hombre tiene de su
propio trabajo es la base fundamental de todas las demás propiedades. Principio de libertad
individual, a partir del patrimonio del trabajo, el trabajo tiene el derecho y la libertad de buscar ‘el
modo de vivir más conveniente a su genio y su constitución’.
David Ricardo
Ricardo sostiene que el trabajo es una cosa más de las que se compran y venden, que asume un
precio natural y un precio de mercado. El precio natural es el necesario para permitir a los
trabajadores subsistir y perpetuar su raza, mientras el precio de mercado es el que se paga realmente
por ella según el funcionamiento natural de la ley de la oferta y la demanda. El aumento de la
producción y la productividad depende de las mejoras en la maquinaria. La riqueza depende de la
invención de maquinaria, de la introducción de mejoras, de una mejor división del trabajo o del
descubrimiento de nuevos mercados. La sustitución del trabajo humano por el de la maquinaria es a
menudo muy perjudicial para los intereses de la clase trabajadora.
Artículos de primera necesidad o indispensables para la subsistencia y los de lujo. Los de primera
necesidad son los indispensables para la subsistencia como alimentación (trigo, té, azúcar, queso,
manteca), habitación, vestido y otros cómo velas y jabón. Los de lujo son aquellos que no atienden
necesidades básicas, cómo el vino, el terciopelo, que están reservados a sectores de alto poder
adquisitivo, o consumidores ricos y que el hábito ha hecho sumamente agradables.
Los productos que no son de primera necesidad, son objetos de deseo. Las cosas cómo objeto de
deseo pueden multiplicarse casi sin límite si existe la disposición para emplear el trabajo necesario
para reproducirlas.
Karl Polanyi
Explica que la instalación del sistema de mercado generó necesariamente la destrucción de las
instituciones sociales y culturales que habían consolidado a lo largo de la historia humana el tipo de
organicidad social que había regulado las prácticas sociales, y que había mantenido los sistemas
económicos subordinados y arraigados a los respectivos sistemas sociales.
Otras condiciones:
1) La subordinación de los sistemas cultural y social a los sistemas económico y político, que
se produce a partir de la instalación del sistema capitalista post feudal.
2) La prioritaria función comercial que asume desde entonces la producción.
3) El carácter progresivo y acumulativo de las condiciones de producción del sistema
capitalista, que explican la velocidad y virulencia del cambio que conlleva el proceso
desencadenado por las Revoluciones Industriales.
Max Weber
Sin embargo, sólo podemos decir que toda un época es típicamente capitalista cuando la
satisfacción de necesidades se halla, conforme a su centro de gravedad, orientada de tal modo que,
si imaginamos eliminada esa clase organización, queda en suspenso la satisfacción de las
necesidades. Democratización del lujo cómo una de las características más decisivas del
capitalismo.
Weber pone en evidencia que es constitutivo del sistema que una vez saturado el mercado selectivo,
los productos mercancías se hagan accesibles (en cantidad, calidad y precio) a mayores segmentos
de la población. La satisfacción de las necesidades humanas se instala cómo soporte ideológico y
justificación eficiente.
Doble virtualidad: Necesidades que no son tales y una supuesta satisfacción, de imposible
cumplimiento, ya que el sistema necesita crear cada vez más necesidades para garantizar su propia
supervivencia, necesidades que surgen de la propia dinámica del sistema productivo privado con
fines de lucro.
Trabajo libre, es decir que existan personas no solamente en el aspecto jurídico sino en el
económico, obligadas a vender libremente su actividad en el mercado. Capa social desheredada, y
necesitada, de vender su energía productiva, e igualmente cuando existe solamente trabajo libre.
La libertad asume de esta forma un doble standard cómo realidad en términos mercantiles y cómo
virtualidad en términos del sujeto histórico. El apalancamiento de la clase obrera, obligada a vender
libremente su energía productiva bajo la amenaza cierta del hambre. Los artistas que intentaban
resistirse a las condiciones que imponía el capital sólo tenían cómo alternativa morir de hambre.
Párrafos citados:
1) El apalancamiento cómo forma constitutiva del sistema de producción industrial. Dentro del
modo de producción capitalista los sujetos van a estar obligados a realizar una determinada
praxis laboral, independientemente de sus motivaciones o intereses personales.
2) Ese apalancamiento se perfecciona por una doble vía; legalmente a través del sistema
jurídico y fácticamente a través del látigo del hambre.
3) La existencia de una capa social necesitada y obligada a vender su energía productiva es
esencial para la posibilidad misma de subsistencia del capitalismo moderno.
4) La libertad se constituye en un hecho puramente formal subordinado a las necesidades del
sistema económico.
5) Las cuestiones socioculturales y subjetivas, incluidas todas las formas de organización fruto
de la tradición social son en sí mismas barreras a superar para hacer viable la continuidad
del sistema de explotación industrial del capitalismo moderno.
Jeremy Rifkin
El nacimiento del marketing cómo parte de la estrategia empresaria para generar e incentivar la
propensión al consumo, y cómo forma de incidir en los hábitos y actitudes de la población en
relación a acelerar el proceso de compra, uso y descarte de productos elaborados industrialmente.
Los hombres de negocios, cuyos inventarios de bienes se hacinaban rápidamente en sus plantas de
fabricación y en sus almacenes por toda la nación, con lo que la comunidad empresarial se vió
forzada a publicitar e instalar el nuevo evangelio económico del consumo.
Rifkin explica: Transformar la psicología del ahorro en una psicología basada en el consumo y que
la comunidad empresarial asumió cómo objeto convertir la postura de los trabajadores, de
inversores en el futuro a consumidores en el presente.
Valora y prioriza las formas políticas, económicas, culturales y sociales de los que se suponen
paises civilizados, o paises más desarrollados, centrando su mirada en los paises más poderosos
dentro del sistema capitalista occidental, a los que estructurar de afuera hacia adentro. Ubica a los
paises de la regi´n cómo proveedores de productos primarios e importadores de manufacturas y
capitales. Presume que la sociedad humana y la civilizacion avanzan en una línea evolutiva única y
verdadera, con ducida y liderada por los paises de mayor desarrollo industrial económico
tecnologico y militar.
Esto se resume en la obra de Sarmiento, Civilización y Barbarie, que cristaliza las formas de
organización política, social, cultural y económica foráneas, europea y estadounidense, cómo
paradigma de la civilización a seguir e imitar, y las expresiones de extracción autóctona, nativa y
criolla con todas sus tradiciones locales cómo paradigma de la barbarie.
Asume una percepción positiva acerca de las características, valores y potencialidades sociales y
culturales de las distintas poblaciones que conforman en su diversidad el conjunto del colectivo
social argentino.
El modelo conservador liberal define un modelo de gestión exógeno, de afuera hacia adentro,
importado de paises más desarrollados, y especulativo, de la teoría a la práctica. Perseguir la
instalación de ese estado de cosas ideal. Gestión con fuerte contenido evangelizador, que presume
que lo que la gente quiere, generalmente no es lo que la gente necesita. Debe gestionar en función
del debe ser que prescribe la civilización universal.
En el modelo naciona inclusivo, el modelo de gestión política que se ajusta al modelo nacional
integrador se organiza precisamente a partir de las características, necesidades y expectativas de la
población local.
Mediatizar significa nada más ni nada menos que operar en medio de, es decir, ocupar un lugar
activo entre un actor social y otro. Transmiten a sus audiencias lo que interpretan de la realidad que
enfocan y recortan. La información predigerida y a imagenes intermediadas. El personaje virtual
que los medios proyectan a sus audiencias se impone sobre la persona real que lo actúa.
Entre 1976 y 1982 la última dictadura cívico militar que asoló Argenina, puso en práctica un
dispositivo de destrucción sistemática de las bases de sustentación del modelo de organización y
desarrollo nacional y popular.
Por un lado eliminó físicamente miles de cuadros políticos, sociales, sindicales, técnicos,
intelectuales y estudiantiles; por otro lado instaló el terror, persiguió y proscribió los ámbitos
sociales y políticos en que se nucleaban las distintas manifestaciones de la militancia, y eliminó las
fuentes de financiamiento genuino de la política y de las campañas políticas.
A partir de la segunda mitad del siglo XX se da un proceso de cambio en las grandes corporaciones
empresariales, militares mediáticas cada vez más concentradas y globalizadas, en el poder de las
elites financiera.
En este tipo de sociedades, los cambios y adecuaciones tienden a surgir desde adentro y segun sus
propios intereses, desarrollo y organización, más o menos igualitaria o diferenciada, violenta o
pacífica, por intereses individuales, sectoriales o por el bien común. En el actual mundo globalizado
es el caso de los paises independientes, a los que otros paises no pueden imponerles sus propios
intereses y patrones económicos, políticos, geopolíticos o culturales.
La influencia de la globalización
En los últimos cuarenta años el resultado visible de lo que se conoce cómo globalización ha sido la
implantación global del modelo económico ultraliberal que acelera la concentración de la riqueza
por parte de las corporaciones económicas y de las elites asociadas en los ámbitos locales. En la
República Argentina para 2002 las corporaciones económicas extranjeras manejaban el 80% de la
economía liberal y la elite asociada, que equivale al 10% de la población de mayores ingresos,
capitalizada más del 40% de la riquezas interna.
Deterioro progresivo de las condiciones socioeconómicas. Padre y madre se verán sometidos
progresivamente a la dramática pelea diaria por sobrevivir mental, económica y físicamente frente a
la desocupación, la marginación y el permanente descenso de su posición en la escala social.
El diario primero, la radio y el cine después, y la televisión a partir de los años cincuenta han sido
los principales difusores de información significativa para el sujeto a partir del siglo XX.
Los niños de tres años de zonas urbana llegan al jardín expuestos a un mínimo de 200 horas de
televisión. La televisión se anticipa al sistema escolar en la instalación de valores, hábitos, actitudes
y conductas y compite en esto con ventaja sobre los padres y otros familiares. En Argentina en el
año 2002 la inversión bruta en publicidad comercial de empresas privadas se acercó a los 6500
millones de pesos. Y la publicidada ocupa solo un 20% de cada hora de televisión. Menos de 4000
millones de pesos que en ese año destinó el presupuesto nacional al Ministerio de Educación.