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ESQUEMA PARA LA RESOLUCIÓN DE CASOS PENALES

Premisa: plantear y resolver correctamente un caso


penal significa, fundamentalmente dos cosas:

1) Orden: seguir el método de la "teoría jurídica del


delito" que a continuación se resume;

2) Argumentación jurídica: No hay suficiente con plantear y

resolver ordenadamente y correctamente el caso. Es


imprescindible razonar la solución ampliamente de acuerdo
con los criterios de interpretación y argumentación penal,
recurriendo a la cita jurisprudencial -y en su caso, doctrinal-
y, sobre todo, centrándose ampliamente en las

circunstancias del caso concreto.

PRIMER PASO: TIPICIDAD

1. Identificar el bien o bienes jurídicos lesionados o puestos en peligro


en el hecho. Esto nos ayudará a situarnos en la rúbrica del código
penal donde podemos encontrar el tipo aplicable (función
sistemática del bien jurídico) y disponer del principal criterio
teleológico de interpretación del precepto (función interpretativa
del bien jurídico).

P.ej. la muerte de una persona nos sitúa en el Título I del código


penal ("Del homicidio y sus formas") que es donde se protege el

bien jurídico vida humana independiente.

2.

Deberíamos empezar a analizar si en el supuesto de hecho se dan


todos y cada uno de los elementos previstos en el tipo penal (ejercicio
de subsunción). El principio de legalidad obliga a que se recojan todos
y cada uno de ellos para poder afirmar la tipicidad de la conducta. Los
elementos típicos constatar por este orden son:

a. Elementos objetivos: [1] el resultado típico (de lesión o de


peligro); [2] la acción típica, [3] imputación objetiva del
resultado a la acción (esto será sólo necesario obviamente
en los tipos de resultado. En los de simple actividad no será
necesario); objeto material típico; sujeto activo y sujeto
pasivo (especialmente importante en los delitos llamados
"especiales").

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b. Elementos subjetivos: [1] dolo o imprudencia y [2] otros


elementos subjetivos del tipo si el tipo penal exige
expresamente.

El principal problema de este segundo paso es resolver el concurso


aparente de normas porque habrá hechos que, en principio,
parecerían subsumibles en dos o más tipos penales. A partir de los
criterios previstos en el código penal (art. 8) se ha de resolver el
concurso aparente de normas para determinar cuál es el tipo penal
aplicable.

P.ej. hay que ser capaces de afirmar si estamos ante un asesinato (tipo
previsto en el art. 139), un homicidio doloso (tipo previsto en el art. 138),
un homicidio con imprudencia grave (tipo previsto en el art. 142). Si
existiera dolo y alevosía, el concurso aparente de normas entre el delito de
asesinato y el delito de homicidio doloso se resolvería a favor del primero
atendiendo al principio de especialidad (art. 8.1c.p.). También puede
suceder que se dude si estamos ante un homicidio en grado de tentativa
(art. 138 en relación al art. 16 C.P. o un delito de lesiones consumadas del
art. 147 C.P.).

Sólo en caso afirmativo podemos pasar a la siguiente fase.


Recordar que las siguientes causas excluyen la tipicidad:

1. Ausencia de capacidad de comportamiento humano.

2. Ausencia de alguno de los elementos objetivos


del tipo.

3. Caso fortuito. Ausencia de dolo o imprudencia.

4. Error de tipo invencible. Ausencia de dolo e imprudencia.

5. Ausencia de determinados elementos subjetivos


cuando el tipo penal lo requiera (p.ej. ánimo de lucro en el
hurto)

6. El consentimiento en los casos que no


aparezca expresamente prohibido (homicidio y
lesiones)

3. Identificar si la conducta delictiva se ha cometido por acción


– regla general—o por omisión. En este último caso
deberemos distinguir entre omisión pura o comisión por
omisión (art. 11 CP).

Así, por ejemplo, si se ha producido una muerte tendremos que valorar si


la conducta del sujeto responsable ha sido activa u omisiva. Si no ha
procedido a alimentar al hijo menor de edad o no ha salvado a un niño que
se estaba ahogando. En el segundo caso deberá comprobarse que
concurren lo elemento exigidos en el art. 11 CP: ausencia de acción (ii)
posición de garante y (iii) equiparación con la acción
4. Analizar las diversas fases por las que puede haber atravesado la
acción delictiva (iter criminis). Es posible que el delito o los delitos
identificados estén consumados, pero también puede
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ocurrir que nos encontremos ante una tentativa (art. 16 CP)
o ante meros actos preparatorios (arts.17 y 18 CP).

Como consecuencia de ello, si el delito no está consumado


deberá atenuarse la pena según lo dispuesto en el art. 62 CP.

Debe tenerse en cuenta que cuando se alcanza un estadio


posterior en la ejecución del delito, éste consume (absorbe) los
momentos anteriores.

Ejemplo, dos personas se ponen de acuerdo para cometer un robo y tras


planearlo y repartirse las tareas (conspiración o proposición) ambos inician
la ejecución del delito y finalmente no llegan a consumarlo. En ese caso
responderán por una tentativa de robo pero no por la los actos
preparatorios punibles previos.

5. Una vez identificados los sujetos activos de la acción, si en el


caso intervienen más de una persona, habría que plantear el
título de imputación de su responsabilidad por separado. En el

planteamiento, se debería tratar primero los autores y después los


partícipes (sólo así se respete el principio de

Las formas de participación son (art. 28 CP):

Inducción

Cooperación necesaria

Complicidad

P.ej. De este asesinato respondería D. X como autor directo porque (...) y


el Sr. Y como inductor ya que (...). Es posible que habiendo más de un
sujeto respondan a títulos distintos y, puede ser, que por delitos distintos.

SEGUNDO PASO: ANTIJURIDICIDAD

Examinar si resulta de aplicación alguna causa de justificación


completa (exime de responsabilidad penal y civil) o incompleta
(art. 21.1 CP) atenúa la pena.

Son causas de justificación:

la legítima defensa (art. 20.4)

el estado de necesidad justificante (art. 20.5)

el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo (art. 20.7)

Si concurriera alguna de ellas la conducta no es antijurídica y el


análisis debería finalizar, pues no se puede imponer ninguna
consecuencia jurídica: ni pena, ni medida de seguridad. En casos de
estado de necesidad se puede exigir responsabilidad civil.
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Si no existiera la concurrencia de ninguna de ellas, entonces nos
encontramos ante un hecho típico y antijurídico y se debería realizar
el tercer paso.

TERCER PASO: CULPABILIDAD

Examinar si resulta de aplicación alguna de las causas que eximen


de culpabilidad a los responsables.

Las causas de exclusión de la culpabilidad son


cuatro: 1. La minoría de edad penal (LORPM)

2. Causas de inimputabilidad:

a) la anomalía y la alteración psíquica. El


trastorno mental transitorio (art. 20.1)

b) la intoxicación plena por consumo de


drogas o alcohol. El síndrome de abstinencia
(art. 20.2)

c) la alteración de la percepción desde el infancia


(art. 20.3)

3. Causas de inexigibilidad de otra conducta

a) el miedo insuperable (art. 20.6)

b) el estado de necesidad exculpante (art. 20.5)

4. El error de prohibición (art. 14.3)

Si concurren estas circunstancias de forma completa, se exime de


responsabilidad a los sujetos y no es necesario seguir analizando.
Hay que prestar atención, sin embargo, que las causas de
inimputabilidad ya tienen algunas consecuencias jurídicas: posible
aplicación de medidas de seguridad a sujetos peligrosos.

CUARTO PASO: punibilidad

Finalmente, hay que comprobar que no existe ninguna causa que


excluya la punibilidad del hecho. Un hecho típico, antijurídico y culpable
puede no conllevar responsabilidad penal, por no ser punible.

Las causas de exclusión de la punibilidad son tres:

I. Excusas legales absolutorias (p.ej. el desistimiento en


la tentativa, ...)
II. Condiciones de no procedibilidad (p.ej. denuncia a
las injurias, ...)

III. Condiciones objetivas de no punibilidad


(p.ej. inmunidades, ...)

QUINTO PASO: CIRCUNSTANCIAS MODIFICATIVAS DE


LA RESPONSABILIDAD PENAL

Una vez el hecho es considerado punible, hay que determinar


la gravedad de la consecuencia jurídica atendiendo a las
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circunstancias genéricas que pueden modificar su


responsabilidad penal.

Estas causas son tres:

1. Atenuantes (art. 21)

2. Agravantes (art. 22)

3. Circunstancia mixta de parentesco (art. 23)

4. Eximentes incompletas (art. 21.1)

Para adecuar la pena a las circunstancias concurrentes deberán


aplicarse los art. 61 y ss CP, en particular lo dispuesto en el art. 66
CP (reglas determinación pena en atención a la concurrencia de
circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal)

SEXTO PASO: RESOLUCIÓN DEL CONCURSO DE DELITOS.

Si la conducta es subsumible sólo en un tipo penal se pasa al punto


siguiente. Si, en cambio, es subsumible en dos o más preceptos
hemos de resolver el concurso de delitos.

Primero hay que asegurarse de que no estamos ante un concurso


aparente de normas. En estos casos, se escogerá una en función de
los criterios previstos en el art. 8 C.P. Normalmente sabremos si
estamos ante un concurso aparente de normas para que sólo habrá
un bien jurídico lesionado o diferentes pero en el mismo grado de
progresión de lesión al bien jurídico [p.ej. lesiones son absorbidas
por el homicidio].

Descartada esta solución, entonces tenemos que resolver


el concurso de delitos aclarando si estamos ante:

a) un concurso real: art. 73 y 76 CP

b) concurso ideal: art. 77 CP

c) concurso medial: art. 77 CP

d) delito continuado o delito masa (art. 74 CP)

P.ej. Concurso medial entre una falsedad documental y un delito de estafa.

SÉPTIMO PASO: DETERMINACIÓN DE LA PENA

Respecto al resultado de la pena -que todavía seguirá siendo un


marco penal abstracto- debemos ser capaces de determinar una
pena concreta. Para ello atenderemos a los criterios legales de
determinación de la pena previstos en el art. 61 y ss. CP.
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Estas reglas se aplican a las penas privativas de libertad (arts. 35 y
ss. CP), privativas de derechos (arts. 39 y ss. CP) y patrimoniales

(art. 50 y ss CP) --días-multa o multa alzada--.

Primero adecuamos la pena al injusto cometido y luego


aplicamos circunstancias y concursos.

También se determinarán, en su caso, las penas accesorias


(arts. 54 y ss. CP).

Si se hubiera llegado a la conclusión de que concurría una causa de


justificación o de exculpación incumplida entonces hay que tener en
cuenta lo dispuesto en el art. 68 C.P.

Si se hubiera llegado a la conclusión de que concurría una causa de


semi-inimputabilidad, entonces deberíamos proceder a imponer el
sistema vicarial (pena + medida de seguridad)

Finalmente, se debería tener en cuenta la responsabilidad civil


derivada del delito (art. 109 y ss. C.P.) y la condena en costas (art.
123 y ss. C.P.)

Las dos operaciones básicas son:

Pena superior o inferior en grado (art. 70 y 71


CP) Pena en su mitad superior o inferior

OCTAVO PASO: POSIBILIDADES RELATIVAS A LA EJECUCIÓN DE LA


PENA

Sólo en los casos que hemos llegado a la conclusión de que a la


persona responsable hay que imponerle una pena, entonces cabe
la posibilidad de valorar si en su ejecución se puede plantear:

1. su suspensión de la ejecución (art. 80 y ss C.P.)

2. libertad condicional (art. 90 y ss. C.P.)

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