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UNIVERSIDAD EAFIT

ESCUELA DE DERECHO
DERECHO PENAL I
PROF.: JUAN OBERTO SOTOMAYOR A.
DOCUMENTO DE CLASE

ELEMENTOS Y CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS PENALES

1. FINES DEL TIPO PENAL.

El tipo penal está llamado a cumplir tres fines de suma importancia para el
derecho penal, cuales son:

a. Fin de garantía.

Según este fin sólo los comportamientos subsumibles en un tipo penal


pueden ser sancionados penalmente. En este sentido el tipo no es más que concreción
del principio de legalidad, por cuanto le permite al ciudadano determinar qué es lo que se
prohibe o manda, según el caso. Para que tal fin de garantía se cumpla se requiere,
obviamente, que el legislador sea lo más preciso posible; de ahí que no pueda hablarse
que los llamados tipos abiertos1 cumplan o puedan cumplir con la misión de garantía que
está llamado a cumplir todo tipo penal, pues en ellos falta una guía objetiva para
comprender la situación prohibida, de manera que en la práctica resulta imposible
diferenciar el comportamiento prohibido del permitido con la sola ayuda del texto legal,
por lo que en últimas queda en manos del juez y no de la ley la determinación de la
prohibición2.

b. Fin indiciario.

La realización del tipo penal suele ser entendida como un indicio de que
la conducta constituye un injusto, por cuanto la tipicidad apenas indicaría una primera
desvaloración del hecho en relación con una norma prohibitiva (antinormatividad), mas
no todavía la contradicción de la conducta con todo el ordenamiento jurídico
(antijuridicidad). Como se sabe, esta concepción del tipo como ratio cognoscendi de la

Este documento fue elaborado exclusivamente como ayuda didáctica del curso de Derecho Penal I de la
U. Eafit. Por tanto, no se autoriza su publicación, ni su cita.
1 “Tipos abiertos”son aquellos en los cuales el legislador no describe con claridad la conducta prohibida o
mandada (o simplemente no se refieren a ninguna conducta en particular), por lo que en última instancia es
el intérprete quien termina configurando los “elementos” del tipo. Tal sería el caso, por ejemplo, de un
hipotético tipo penal que sancionase a “El que atente contra el orden público o las buenas costumbres”.
2 H. H. JESCHECK, Tratado de derecho penal, parte general, vol. I, Barcelona, Bosch, 1981, pp. 335 a
337.

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antijuridicidad se opone a la concepción del tipo como ratio essendi de la misma, como
sucede con teorías como la de los elementos negativos del tipo, en la cual se da un solo
nivel de valoración: lo típico es a su vez lo antijurídico3.

En los ya mencionados tipos abiertos este fin indiciario también


desaparece prácticamente4.

c. Fin de motivación.

Estrechamente vinculada al de garantía está el fin de motivación,


consistente en que el tipo instruye a los ciudadanos acerca de cuáles comportamientos
debe evitar. De ahí que se afirme por un importante sector doctrinal5, que sólo
comportamientos evitables pueden ser catalogados como típicos, de donde se concluye,
en consecuencia, que el aspecto interior de la conducta, esto es, el dolo, juega un papel
determinante en la tipicidad. Por ello un tipo penal que no cumpla con la exigencia de
certeza propia del principio de legalidad, no sólo no cumplirá la función de garantía ya
señalada, sino tampoco la de motivación, pues frente a tipos abiertos el ciudadano no
sabrá cuál es concretamente el comportamiento que debe evitar.

2. LOS ELEMENTOS GENÉRICOS DEL TIPO DE INJUSTO.

Las principales características objetivas de los tipos penales son: los sujetos, la
conducta y el objeto de la acción, por cuanto éstas se presentan siempre en todo delito.

a. Los sujetos.

En relación con los sujetos debe diferenciarse entre sujeto activo y pasivo
del delito.

1) Sujeto activo: es la persona que realiza la acción típica. En la


actualidad, por más que se ha discutido, se ha llegado a la conclusión que sólo las
personas naturales pueden ser sujetos activos de delito, por lo que se excluye de
antemano la posibilidad de que las personas jurídicas realicen delitos. Varias son las
razones que se han esgrimido al respecto, entre las cuales destacamos las siguientes6:

a) Las personas jurídicas no pueden actuar voluntariamente,


pues siempre dependerán de la voluntad de una persona natural en particular.

3 Así, en Colombia, J. FERNANDEZ CARRASQUILLA, Derecho penal fundamental, vol, II, Bogotá,
Temis, 1989, pp. 112-118.
4 cf. H. WELZEL, Derecho penal alemán, Santiago, Jurídica de Chile, 1976, 119-120 y C. ROXIN, Teoría
del tipo penal, Buenos Aires, Depalma, 1979, pp. 88-89.
5 cf. F. MUÑOZ CONDE, Introducción al derecho penal, Barcelona, Bosch, 1975, pp. 50-57.
6 cf. J. BUSTOS RAMÍREZ, Manual de derecho penal, parte general, barcelona, ariel, 1989, pp. 169-173.

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b) Las personas jurídicas no pueden actuar con dolo o culpa,
razón por la cual no pueden realizar tipos penales.

c) Aceptar la posibilidad de que las personas jurídicas


realicen delitos llevaría a aceptar también que pueden actuar justificadamente, lo cual
parece por lo menos contradictorio si se tienen en cuenta los requisitos de la legítima
defensa (art. 32-6), por ejemplo.

d) Frente a las personas jurídicas la pena carecería de sentido,


pues no puede hablarse en este caso de que la pena persiga una finalidad rehabilitadora,
por ejemplo.

En definitiva, parece que lo más adecuado es que el control sobre


las personas jurídicas se lleve a cabo a través del derecho administrativo, que sin duda
constituye un medio mucho más idóneo que el derecho penal para ello, pues de lo
contrario lo que puede suceder es que la criminalidad de las personas naturales se oculta
tras la persona jurídica.

2). Sujeto pasivo: es la persona titular del bien jurídico afectado.


Aquí sí puede tratarse de cualquier persona (natural o jurídica). No se debe confundir
sin embargo el sujeto pasivo del delito con el sujeto pasivo de la acción que se presenta
en algunos casos. Por ejemplo, cuando al mensajero de Eafit le hurtan el dinero de la
Universidad que iba a consignar ese día, el sujeto pasivo del delito es EAFIT, ya que es
la titular del patrimonio económico lesionado; el mensajero será sólo el sujeto pasivo de
la acción delictiva (aunque, ciertamente, esta figura del "sujeto pasivo de la acción" no
tiene ninguna relevancia jurídico penal). Tampoco cabe identificar al sujeto pasivo del
delito con el perjudicado, pues tal es toda persona que ha sufrido daño a consecuencia
del hecho punible (v. gr. el cónyuge sobreviviente en el delito de homicidio).

b. La conducta.

Como consecuencia del principio del acto y del de legalidad, todo tipo
penal implica la desvaloración de un acto o conducta, desde la perspectiva de un bien
jurídico, esto es, entendida no en forma aislada sino dentro de un ámbito situacional.
Ello significa que todo tipo de injusto se configura sobre una acción que se prohíbe o se
manda, según el caso, con miras a la protección de un determinado bien jurídico; en el
primer supuesto lo desvalorado es la realización de una determinada acción (tipos de
acción), mientras que en el segundo, por el contrario, se desvalora la no realización de
una acción que se tenía el deber de realizar (tipo de omisión).

La conducta típica surge directamente del verbo utilizado en la


descripción legal (apoderarse, matar, falsificar, etc.) y, como es sabido, constituye el más
importante de los elementos típicos, pero no el único; es más, dicho comportamiento
habrá de entenderse siempre en relación con el bien jurídico para determinar si el mismo

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puede adecuarse a la previsión legal; luego, al derecho penal no le interesan las
conductas en sí, sino sólo aquellas relevantes desde el bien jurídico.

Debe agregarse solamente que la conducta típica viene acompañada a


veces de la utilización de ciertos medios ("mediante violencia", art. 205, "mediante el
empleo de las armas", art. 467, etc.) o de ciertas circunstancias temporales o espaciales,
las cuales determinan la relevancia jurídico-penal de la acción o la mayor o menor
desvaloración de la misma. En definitiva, tales circunstancias cumplen un importante
papel en la especificación del injusto (ejemplos: art. 108, 241-9, etc.).

En todo caso, debe tratarse siempre de comportamientos voluntarios, por


cuanto la voluntariedad es la característica de las acciones humanas y el derecho penal
regula exclusivamente la conducta del hombre y no los hechos de los animales o de la
naturaleza; de ahí que bajo ninguna circunstancia se pueden considerar típicas acciones
involuntarias, como aquellas que son producto de movimientos reflejos, estados de
inconsciencia o de una fuerza irresistible. Así mismo, dado que la tipicidad recoge la
acción en su significación social, habrán de considerarse atípicos todos aquellos
comportamientos socialmente adecuados o carentes de significación social.

c. El objeto material.

El objeto material del delito es la persona o cosa sobre la cual recae


físicamente la acción delictiva. No se puede confundir el objeto material del delito con el
llamado objeto jurídico, que no es otro que el bien jurídico lesionado. Así, en el ejemplo
del mensajero de Eafit, el objeto material del ilícito lo constituye el dinero hurtado
mientras que el objeto jurídico sería el patrimonio económico de la Universidad.

3. CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS PENALES.

Existen muchas clasificaciones de los tipos penales, hasta el punto que cada autor
tiene su propia clasificación. No obstante, creemos que entre las más relevantes
conforme a nuestra legislación se encuentran las siguientes7.

a. Clasificación de los tipos atendiendo a su estructura formal.

Según su estructura formal, los tipos penales pueden clasificarse en tipos


básicos y tipos subordinados.

1) Básicos: son los que se aplican sin sujeción a ningún otro tipo,
dado que describen de manera independiente el comportamiento prohibido o mandado.

7 Sobre el particular puede consultarse a F. MUÑOZ CONDE, Teoría general del delito, Bogotá, Temis,
1984, pp. 44-50; A. REYES ECHANDIA, Derecho penal, parte general, Bogotá, Universidad Externado
de Colombia, 1986, pp. 159-166; y F. VELASQUEZ, Derecho penal, parte general, Bogotá, Temis, 1994,
pp. 344-349.

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Son tipos básicos la mayoría de los tipos de la parte especial del C.P., como por ejemplo,
los descritos en los arts. 103, 239, 249, etc.

2) Subordinados o dependientes: son los que refiriéndose a un tipo


básico señalan determinadas circunstancias adicionales, por lo que constituyen simples
derivaciones del tipo básico. Pueden ser a su vez:

a) Privilegiados: si la circunstancia adicional origina la


imposición de una pena más leve. Ejemplo: art. 171.

b) Cualificados o agravados: si la circunstancia acarrea una


mayor punibilidad. Ejemplos: arts. 241, 104, 170.

Se presentan casos de tipos derivados a los que se le añaden tales


características y peculiaridades que lo distinguen claramente del tipo básico, hasta el
punto de configurar un verdadero tipo autónomo. Así sucede con los arts. 106 y 108.

b. Clasificación de los tipos atendiendo a la forma de realización típica.

1) Según la forma de realización del aspecto objetivo. Según lo


dispone el art. 25 del C. P., el hecho punible puede ser realizado tanto por acción como
por omisión. Según ello los tipos penales puede ser de:

a) Acción: aquellos en los cuales se describe la conducta


prohibida. Ej.: arts. 103, 111, 239, 246, etc.

b) Omisión: son aquellos en los cuales el tipo penal describe


como prohibida la no realización de una determinada acción. Ej.: arts. 414, 417, 424.
Estos son los llamados (por el hecho de que en los tipos se describe la conducta
mandada) tipos propios de omisión, a diferencia de los denominados tipos impropios de
omisión (también llamados de comisión por omisión), que son aquellos que no se
encuentran consagrados de manera expresa en el texto legal, aunque pueden ser
deducidos de los tipos de acción, en los eventos en los cuales, por tener el deber jurídico
de impedir un resultado, no evitarlo, pudiendo hacerlo, equivalga realmente a producirlo
(art. 25 del C.P.). De allí que, por ejemplo, la madre que no alimenta a su hijo recién
nacido que tiene bajo su cuidado y éste muere de inanición, realiza el tipo de homicidio
impropio de omisión que se deduce de concordar los arts. 103 y 25 del C.P.

2) Según la forma de realización del aspecto subjetivo. De


conformidad con lo dispuesto por el art. 21 del C.P. el hecho puede ser realizado con
dolo, culpa o preterintención. De ahí que pueda hablarse, igualmente, de la existencia de
tipos que desde el punto de vista subjetivo pueden clasificarse como tipos:

a) Dolosos: según el art. 22 del C.P. son tipos dolosos


aquellos en los cuales el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y

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quiere su realización (dolo directo), o cuando dicha realización, además de haber sido
prevista como probable, ha sido aceptada por el sujeto (dolo eventual). De conformidad
con lo dispuesto por el art. 21 del C.P. todos los tipos de la parte especial se entienden
dolosos, salvo cuando expresamente se prevé la realización culposa o preterintencional.

b) Culposos: de acuerdo con el art. 23 del C.P. los tipos


culposos son aquellos en los cuales la realización del tipo es producto de la infracción
de un deber objetivo de cuidado, bien porque siendo previsible el agente no lo previó
(culpa inconsciente) o porque habiéndola previsto confió en poder evitarla (culpa
consciente o con representación). Ej.: arts. 109, 120, etc.

c) Preterintencionales: el art. 24 del C. P. define la conducta


preterintencional como aquella en la cual el resultado, siendo previsible, excede la
intención del agente. En realidad los tipos preterintencionales son más bien tipos
complejos (suma de dolo y culpa), por lo que en el fondo no se trata de forma de
realización del hecho distinta a las anteriores. El único caso de preterintención previsto
en nuestro C.P. es el del homicidio (art. 105).

c. Según el grado de afección al bien jurídico.

Ya se dijo que a consecuencia del principio de lesividad (art. 11del C.P.)


todo hecho para que sea punible deber lesionar o poner en peligro un bien jurídico.
Según ello los tipos penales pueden ser tipos de:

1) Lesión: son los que para su consumación exigen la destrucción o


daño del bien jurídico tutelado. Ej.: arts. 103, 111, 246, etc.

2) Peligro: son aquellos en los cuales se consuman con la sola


probabilidad de una lesión concreta del bien jurídico protegido. Estos, también
conocidos como tipos de peligros concreto, requieren en cada caso la prueba de dicho
peligro, a diferencia de los llamados tipos de peligros abstracto, que serían aquellos en
los que el legislador presume que la sola realización de los elementos del tipo amenaza o
pone en peligro el bien jurídico; en Colombia, el principio de lesividad (art. 11) exige de
toda conducta punible la amenaza o puesta en efectivo peligro el bien jurídico tutelado
[vid. arts. 350, 358 y 372 del C.P.].

d. Clasificación de los tipos atendiendo a aspectos de la conducta.

Atendiendo a la conducta los tipos penales pueden clasificarse de diversas


formas, según el aspecto de la misma que se tenga en cuenta:

1) Según el modo de realización de la conducta, pueden dividirse en


tipos:

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a) De mera conducta: son los que consisten en la realización
de una acción, prescindiendo de cualquier resultado separable espacio-temporalmente de
la misma. Ejemplos: arts.442, 220, 435, 356, 221.

b) De resultado material: son los que exigen una


modificación en el mundo exterior separable espacio-temporalmente de la acción.
Ejemplos: arts.103, 111, 350.

El resultado material de un delito no es igual a su resultado


jurídico, entendiendo por tal la lesión o puesta en peligro concreto del bien jurídico
tutelado; en este sentido, dado que según el art. 11 del C.P. no puede haber hecho
punible sin lesión o puesta en peligro del bien jurídico protegido, debemos concluir que
en nuestros país todos los delitos son de resultado jurídico.

2) Según la forma de consumación de la conducta, los tipos penales


pueden ser:

a) De conducta instantánea: aquellos en los cuales la acción


típica se agota en un solo momento. Ejemplos: arts. 103, 111, 220, 265, 127.

b) De conducta permanente: en los que el momento


consumativo se prolonga en el tiempo. Ejemplos: arts. 169, 174, 186.

Tienen especial importancia en relación con el tiempo de


realización del hecho punible (art. 26) y presentan una compleja situación en esta
materia, sobre todo en lo que tiene que ver con la aplicación del principio de
favorabilidad.

3) Según el número de acciones, los tipos penales pueden ser:

a) Simples: los que exigen una sola acción para su


realización. Ejemplos: arts. 103, 239, 286, 338.

b) Compuestos: los que contienen una pluralidad de


acciones, cada una de las cuales podría conformar un tipo penal distinto. Pueden
dividirse a su vez en tipos:

b1) Complejos: cuando concurren dos o más acciones,


cada una constitutiva de un tipo autónomo, pero de cuya unión se origina un tipo
diferente (el tipo complejo). Ejemplo: art. 104-3.

b2) Mixtos: los que contienen diversas conductas, pero


basta la realización de una de ellas para que se configure el tipo. Ejemplos: arts. 404,
274, 421, 308.

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4) Según los medios de realización de la acción, los tipos suelen
clasificarse en tipos:

a) De medios determinados: cuando la tipicidad de la acción


viene dada por la utilización de algún medio específico. Ejemplos: arts. 467, 469, 430,
249.

b) De medios indeterminados: cuando no se exige un medio


específico para la realización de la acción típica. Ejemplos: arts. 103, 239, 287, 111.

e. Clasificación de los tipos atendiendo a los sujetos.

Atendiendo a los sujetos también se pueden clasificar los tipos de diversa


forma, según el aspecto que se tenga en cuenta:

1) Según el número de sujetos, se habla de tipos:

a) Monosubjetivos: en los que el tipo penal puede ser


realizado por un solo sujeto. Ejemplos: arts. 103, 239, 111, 178.

b) Plurisubjetivos: los que requieren necesariamente una


pluralidad de sujetos. Pueden ser a su vez:

b1) De convergencia: cuando se requiere la


concurrencia de varias personas, uniformemente, para la consecución del mismo fin.
Ejemplos: arts. 467, 468, 469, 340.

b2) De encuentro: cuando concurren varias personas


autónomamente como partes de una misma relación delictiva. Ejemplos: arts. 122, 405
(en conc. con el 407). Estos tipos penales de encuentro deben distinguirse de los
llamados tipos de participación necesaria, que son aquellos en los que también
intervienen varios sujetos, pero uno de ellos permanece impune por ser precisamente el
titular del bien jurídico lesionado. Ejemplos: arts. 205, 123.

2) Según la calidad de los sujetos, los tipos penales son:

a) Comunes: cuando el sujeto activo o pasivo puede ser


cualquier persona. Ejemplos: arts. 103, 111, 239, 279.

b) Especiales: cuando se exige una calidad específica en el


sujeto activo o pasivo. Pueden ser a su vez:

b1) Propios: son aquellos en los que la calidad del


sujeto fundamenta el injusto al establecer un deber específico del sujeto activo frente al
bien jurídico. Por ello, si el sujeto que realiza la acción no tiene la calidad exigida por el

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tipo no se realiza ningún tipo penal, pues autor sólo puede ser aquél sujeto calificado.
Ejemplos: arts. 413, 405, 404, 417.

b2) Impropios: son aquellos en los que la calidad del


sujeto es sólo co-fundante del injusto, por lo que si el sujeto que realiza la acción no
tiene la calidad exigida por el tipo especial, de todas formas realiza un tipo común.
Ejemplos: arts. 108 (conc. 103), 104-1 (conc. 103), 128 (conc. 127), 174 (conc. 168).
Los tipos especiales son diferentes a los llamados tipos o delitos
de propia mano, en los que sólo puede ser sujeto activo el que ejecuta corporal y
directamente (por sí mismo) la acción. Ejemplos: arts. 205, 206.

Tanto los tipos especiales como los de propia mano presentan una
problemática muy específica en cuanto a la participación de varios sujetos en estos
delitos, la cual se analizará en su momento.

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