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Los Actos Preparatorios y Actos Consumatorio del Delito en el Ordenamiento

Legal Venezolano

La teoría de los actos jurídico e importante en razón de que lo estudio de la ciencia del
derecho penal, e ha planteado a la acción y la relación de causalidad como elemento del
delito, de lo Cuale donde la responsabilidad penal del sujeto activo o agente del mimo.

En tal sentido, es importante hacer énfasis en uno de los aspecto de la teoría del acto
jurídico, tal como el Inter Criminis, como elemento del delito, es decir, la vida del delito
partiendo del estudio de lo acto preparatorios y de los Consumatorio.

El doctrinario Arzola (2006) ilustra que la distinción de los actos preparatorios de los
acto Consumatorio obedecen a que el delito atraviesa por una fase interna y una fase
eterna, en tal sentido se ha dicho En la medida en que el hecho se queda en la esfera
interna del sujeto escapa a la represión penal, de acuerdo al principio Cogitationiz
poenam nemo patitur (Ididem). En este aspecto, la punibilidad depende en mayor o
menor medida de la exteriorización de los actos por parte del sujeto activo.

En este mismo orden Arteaga (2008) para que la Ley Penal intervenga se hace necesaria
la actuación del propósito o resolución criminal, que se concreta de acuerdo a nuestro
sistema penal, en la realización de los actos ejecutivos con los cuales ya entra en la fase
de la ejecución con los cuales, ya entra en la fase de la ejecución punible.
Excepcionalmente, sin embargo, a pesar de que no se haya iniciado la ejecución del
Delito, por razones de política criminal, se sanciona casos o supuesto en los cuales se
exterioriza la resolución criminal, aunque tale actos no constituyan ejecución del delito
y no sean, por lo tanto, en general punible (p.326)

El legislador penal le ofrece al Juzgador la posibilidad de ofrecer al acusado un


tratamiento jurídico de su responsabilidad penal según se trate de un delito tentado o
frustrado, pues ello pone en evidencia la mayor o menor peligrosidad del delincuente y
la efectiva lesión que sufren los bienes jurídicos protegidos.

De lo ante mencionado también es de interés a los efectos de distinguir los delitos


Formales de los Delito Materiales, según admitan tentativa o frustración a los fines de la
imposición de la pena. El código penal venezolano establece que se admita la existencia
de la tentativa y la frustración. Es así como el artículo 80 del citado instrumento legal
establece Son punibles, además del delito consumado y de la falta, la tentativa de delito
y el delito frustrado….

Partiendo de este señalamiento es de interés si se toma en cuenta el contenido del


artículo 82 del código penal que indica: En el delito frustrado se rebajará la tercera parte
de la pena que hubiere debido imponerse por el delito consumado, atendidas todas las
circunstancias; y en la tentativa del mismo delito, se rebajará de la mitad a las dos
terceras partes, salvo en uno y otro caso, disposiciones especiales. Es indiscutible que la
sanción penal a imponerse no será la misma si se determina la existencia de un delito
tentado a un delito consumado o frustrado. El estudio de este delito es importante, entre
otra por las siguientes razones:

1. Garantiza el cumplimiento del principio de proporcionalidad de la pena: la


imposición de la pena debe realizarse teniendo en cuenta, adema el hecho ilícito
cometido, los motivos determinantes, las circunstancias de mayor o menor
peligrosidad y la personalidad del autor, la proporcionalidad de la pena eta
dirigida a garantizar la equidad en u imposición.
2. Garantiza el cumplimiento del principio de legalidad de los delitos y de las
penas: de esta se desprende el principio de tipicidad, al respecto, Arteaga (2006)
indica En primer lugar, para que e constituya el delito, en su esencia, se requiere
un hecho y que este sea típico. (p.155). Se entiende que el delito en su aspecto
objetivo configura un hecho, producto de la actuación del ser humano como tal,
voluntario y que se encuentra regulado por esta ley.

Es así, como puede afirmare que el sistema penal venezolano como la mayoría de las
legislaciones sanciona no sólo el delito consumado, el delito perfecto. Esto tiene ciertas
consecuencia….´´…la incriminación del delito imperfecto tiene sus límites establecidos
en la Ley, la cual fija el momento a partir del cual, en el camino que recorre el delito, la
conducta del sujeto adquiere importancia para el derecho penal…´´.

Instaurar las diferencias que excitan entre la tentativa, la frustración y el delito perfecto;
permite a los ejecutores de justicia (jueces, fiscales o defensores) realizar una
adecuación típica, de la acción penal más ajustada a derecho.
EL ÍTER CRIMINIS

El delito, es un fenómeno psíquico-físico, pues este nace en la mente del autor y se


consuma materialmente a través de la ejecución de una acción que produce un resultado,
el delito también es una infracción del deber ético-social. A esta estructura que sigue el
delito se le denomina, iter criminis, y se inicia desde la idea delictiva hasta la
consumación del delito, en este trayecto pueden distinguirse varios momentos.

El iter Criminis es un desarrollo dogmático, creado por la doctrina jurídica, con idea de
diferenciar cada fase del proceso, asignando a cada fase un grado de consumación que
permita luego aplicar las diferentes penas.

En este sentido El iter Criminis o camino del delito son las diferentes fases que atraviesa
una persona desde que en su mente se produce la idea de cometer un delito hasta que
efectivamente lo lleva a cabo. Lo importante de estas fases es diferenciar cuál de ellas es
relevante para el Derecho Penal. Diferenciamos por tanto dos fases: fase interna y fase
externa del camino del delito.

El Inter Criminis en el Código Penal venezolano.

El delito se define, de acuerdo con lo establecido en el Código Penal venezolano como


el hecho previsto expresamente como punible por la ley, esto es, el hecho que se
prohíbe con la amenaza de una pena. Pero en otro plano, ha de entenderse como un
hecho que, en sí mismo, o por su forma, lesiona intereses que se consideran básicos para
la existencia conservación y desarrollo del conglomerado social. De acuerdo a lo
dispuesto en el Código Penal el Inter Criminis se inicia como un proceso psíquico, que
más tarde se puede transformar en acción, pero queda perfectamente esclarecido que
ilicitud sólo se refiere a lo hecho exteriorizado o que se puedan aprecia en la realidad.

En tal sentido, se puede afirmar que lo hecho constitutivo de la fase intermedia escapan
a la punibilidad, porque siendo el Derecho la relación entre personas, los pasamiento
interno no son objeto de su consideración, pues castigarlo significa invadir el campo de
la conciencia; porque aun cuando se les supongan conocido, no causan daño, ni violan
precepto penales alguno. Para el legislador penal venezolano, los actos puramente
internos son pensamiento, que no se manifiestan con ningún acto exterior nocivo a la
sociedad. La idea que un sujeto se forma de una acción malvada, el deseo de
comentarla, el deseo que alguna concibe de llevarlo a la práctica, no viola ley sino
precepto morales, es decir mientras las maquinaciones se mantengan en el pensamiento
sin exteriorizar no serán punibles , por lo que no se puede castigar el libre pensamiento.

El hecho punible tiene todo un proceso o desarrollo conocido como Iter Criminis, el
cual tiene dos fases:

1. Fase Interna:

Como sabemos el Derecho Penal sanciona conducta y no pensamientos. Esta fase no se


castiga ya que se encuentra dentro del pensamiento de la persona. Aquí hallamos 3
momentos:

Ideación.- Consiste en imaginarse el delito. Ejemplo: A quiere matar a B.

Deliberación.- Es la elaboración y desarrollo del plan, apreciando los detalles y forma


en que se va a realizar. Ejemplo: A puede utilizar un arma de fuego y sorprender
durante la noche a B.

Decisión.- El sujeto decide poner en práctica el plan. Ejemplo: A decide matar a B, con
un arma de fuego y durante la noche.

2. Fase Externa:

En esta fase se exterioriza la fase interna, o sea, los actos planeados por la persona se
realizan en el mundo exterior con el propósito de cometer un delito. Esta fase se divide
en:

Actos Preparatorios.- Son aquellos que se presentan con anterioridad a la ejecución del
delito y que están dirigidos a facilitarlo. En principio, los actos preparatorios no son
punibles, salvo cuando en forma independiente constituyen delito. Ejemplo: A planea
cometer un homicidio y para ello se agencia en el mercado negro de un arma de fuego.
El delito presente en ese instante es el de posesión ilegal de arma de fuego.

Actos de Ejecución.- Estos aparecen con la exteriorización del pensamiento humano


mediante conductas que tienen una determinada finalidad. Los actos de ejecución
implican acciones u omisiones que están dirigidas a configurar el tipo penal. Ejemplo: A
apunta a la cabeza de B y dispara un arma de fuego.

Si los elementos del tipo se dan completamente, estamos ante la consumación del delito.
En el caso: B muere a causa del disparo. Se consumó el homicidio. Si los elementos del
tipo no se presentan completamente, el delito queda en tentativa. Supongamos que B no
muere, quedando gravemente herido. Habría tentativa de homicidio, pero se
configuraría el delito de lesiones.

Resumimos, entonces, a este nivel que la realización del delito se lleva a cabo en un
proceso general que consta de dos etapas claramente diferenciadas: una primera, donde
hallamos la ideación, deliberación y decisión criminal (etapa interna); y otra, que se
presenta cuando el agente pone en obra la decisión (etapa externa) : proveyéndose de los
medios o instrumentos elegidos, con miras a crear las condiciones para lograr la
obtención del fin [actos preparatorios], comienza la utilización concreta de los medios
elegidos en la realización del plan [actos de ejecución], y puede llegar a completar en su
totalidad la acción descrita en el tipo, con todos sus efectos, esto es, la obtención del fin
típico planeado mediante los medios utilizados por el autor [consumación], y con ello
lograr el objetivo que se había propuesto al cometer el delito, que se encuadra fuera de
la acción típica [agotamiento]. A todo este proceso se la llama Iter Criminis (camino
del delito). De estas etapas sólo entran en el ámbito de lo punible las de ejecución y
consumación.

El Iter Criminis, como escenario de la Tentativa y la Frustración

La realización del delito transcurre desde el proceso interno de la idea y voluntad


criminal hasta la consumación del hecho delictivo. Este proceso psicofísico es
denominado desde la época de los "prácticos” Iter Criminis.

El Iter Criminis es el camino, recorrido o vía del delito; las fases por las que pasa el
delito, desde su ideación hasta su posterior consecución.

JIMÉNEZ DE ASÚA expresó que el Iter Criminis tiene dos fases fundamentales: la
interna y la externa, la fase interna que sólo existe cuando el delito reside en el
pensamiento o mente del autor, aún no se exterioriza; y estamos frente a la fase externa,
cuando esa idea que se encontraba en la psiquis del autor, se exterioriza, sale a la luz
(concepción, decisión, preparación, comienzo de ejecución, culminación de la acción
típica, acontecer del resultado típico y agotamiento del hecho).
Los actos de ejecución son los que conformarían la tentativa y la frustración; que
normalmente son punibles. Los actos preparatorios son aquellos realizados para
concretar la resolución delictiva, pero que no alcanzan a conformar una tentativa,
porque no pueden calificarse como actividades ejecutivas.

Si en la realización de los actos ejecutivos, el agente por causas ajenas a su voluntad,


no puede realizar todo lo necesario para consumar el delito; estaremos delante de un
espécimen del delito imperfecto denominado legal y doctrinalmente como la Tentativa
(en otras legislaciones se le denomina tentativa inacabada), más si en el recorrido de la
fase externa del Iter Criminis, el agente realiza todo lo necesario para ejecutar el delito,
pero por razones ajenas a su voluntad falla en su cometido, no pudiendo consumar el
mismo; correspondería a la otra especie del género del delito imperfecto, la Frustración
(en otras legislaciones se le denomina tentativa acabada). En la fase de la tentativa,
puede el agente detenerse y retornar voluntariamente, éste es el supuesto del
Desistimiento Voluntario.

El Desistimiento Voluntario (Retorno en el Iter Criminis)

Para el Dr. Enrique Bacigalupo, habrá Desistimiento Voluntario siempre que el autor,
una vez iniciada la ejecución, por su voluntad no consumare el hecho.

En nuestro País, la Doctrina ha estado de acuerdo en que no puede admitirse el


Desistimiento Voluntario en la fase de la Frustración. Al respecto, Arteaga Sánchez
expresa: “Evidentemente no es posible hablar de desistimiento en la frustración.
Mientras el sujeto pueda desistir estaremos en la fase de la tentativa”.

Posición que compartimos con el Maestro Penalista venezolano, el cual sigue las
directrices doctrinarias de Jiménez de Asúa, cuando de una forma lógica enunció que no
se puede desistir de algo que ya se hizo. En todo caso, en ese supuesto se estaría en
presencia de otra institución no menos debatida, denominada el Arrepentimiento Activo.

La figura del Desistimiento Voluntario la rigen dos aspectos neurálgicos: 1) el aspecto


objetivo, que no es otro sino la evitación de ejecución del delito y por ende de
consumación; 2) el aspecto subjetivo, que está enmarcado dentro de la voluntariedad,
que justamente representa el fino límite entre la tentativa y el desistimiento. El
Desistimiento es voluntario cuando el sujeto se ha dicho: no quiero, aun cuando pueda.
En cambio se estará en las circunstancias ajenas a la voluntad cuando el sujeto estuvo
físicamente o psíquicamente impedido. Si la voluntad se ve afectada, no existe un
desistimiento, sino tentativa, puesto que la voluntad, debe erigirse como un requisito
existencial del desistir, siendo así que se estará en presencia de tentativa en el caso de
que el agente se haya dicho: no puedo, aunque quiero.

El Desistimiento Voluntario y su no punibilidad

Hoy día se discute acerca de la razón de la no punibilidad de la institución objeto del


presente estudio, muchas son las Teorías esgrimidas. La acción delictiva desistida que
impide el resultado, la consumación, no es punible, paseemos brevemente las tres más
importantes teorías:

1.-La Teoría del Fin de la Pena: esta Teoría según Roxin, es actualmente la más
dominante, en vista de que si el agente, desiste voluntariamente de la ejecución del
delito, se concluye que su intención criminal no era tan fuerte. Sostienen los partidarios
de esta Teoría, que la Tentativa desistida no cubre los requisitos necesarios para ser
objeto de punibilidad. En otras palabras, se presume que el desistido es capaz de inhibir
sus intenciones criminales, minimizando de manera notable su peligrosidad, siendo ésta
la razón por la cual se considera innecesaria una sanción penal. Esta teoría es víctima de
constantes críticas, por cuanto no es posible determinar, que el agente que desiste
voluntariamente de la acción delictiva, esté sanada plenamente de sus tendencias
criminales, y lo que no realizó porque simplemente no le plació en su soberana
voluntad, no asegura que en un futuro, insista en continuar con la intención primaria. De
esta teoría, germina otra denominada por la Doctrina como la “Teoría de la Pena
Modificada”, la cual también es muy defendida por gran parte de los Doctrinarios, y es
que según la misma, la peligrosidad de la tentativa, cuyo fundamento punitivo elemental
cede, es ya eliminada por el propio autor que desiste; asimismo, la impresión de una
perturbación jurídica, que todavía puede llevar consigo la punibilidad de tentativas
carentes de peligro, es igualmente eliminada por la voluntariedad del desistimiento. El
retorno a la legalidad del agente, lo hace galardonador de la no punibilidad, puesto que
su conducta no produce un ejemplo reprochable en la colectividad, sino más bien
confirma la vigencia del Derecho que se ha impuesto en su comportamiento.

2.- Teoría del Puente de Oro: esta teoría también denominada “Teoría Político-
Criminal, que tiene como primordiales patrocinadores a Von Linszt y Feurbach, está
fundamentada en que el Desistimiento Voluntario, no anula retrospectivamente o
elimina la punibilidad de la Tentativa, sin embargo, se prevé que por razones de la
Política-Criminal, se le coloque este puente al agente, de manera que pueda retornar a la
legalidad, en unas palabras más sencillas, se trata de un incentivo que se le otorga al
potencial delincuente, para que cohíba sus intenciones criminales y se volqué
plenamente a los parámetros de la Ley. En este sentido, Feurbach (citado por Roxin)
asevera: “Si el Estado no deja impune a la persona que se arrepiente del hecho ya
comenzado, entonces en cierto modo se le apremia para su consumación; y es que el
infeliz que se deja arrastrar hasta la tentativa sabe de cualquier modo que nada
importante tiene que ganar con su arrepentimiento ni nada significativo que perder con
la terminación del hecho”. Esta teoría (aunque en la praxis es muy difícil observar, que
el agente Desista de la acción criminal por querer beneficiarse de la no punibilidad), en
Venezuela es la que rige la materia, como más adelante se asentará.

3.- Teoría del Perdón o del Premio: como su nombre lo indica, está sustentada en el
premio que se otorga al que Desiste Voluntariamente, que no es otra cosa, sino el
perdón mismo de la pena. No se le incentiva -como por ejemplo, con la Teoría del
Puente de Oro- sino que el Desistir Voluntariamente de una actividad delictiva, hace
merecedor al Agente de la medalla de la no punibilidad. Disminuye la intencionalidad
criminal por parte del agente, dando así esperanzas de que en un futuro no se manifieste
nuevamente. Al no continuar con lo empezado, existe una inversión de la puesta en
peligro que se provoca o persigue por parte del autor.

El Desistimiento Voluntario en el Derecho Penal Venezolano

Nuestro Código Sustantivo Penal, en su Libro I, Título VI, en los artículos 80, 81 y 82,
respectivamente; dispone lo referente al Delito imperfecto, consagrando lo siguiente:

Art. 80 CP: “Son punibles, además del delito consumado y de la falta, la tentativa de
delito y el delito frustrado. (Subrayado del autor).

Hay tentativa cuando, con el objeto de cometer un delito, ha comenzado alguien su


ejecución por medios apropiados y no ha realizado todo lo que es necesario a la
consumación del mismo, por causas independientes a su voluntad.
Hay delito frustrado cuando alguien ha realizado, con el objeto de cometer un delito,
todo lo que es necesario para consumarlo y, sin embargo, no lo ha logrado por
circunstancias independientes de su voluntad”.

Art. 81: “Si voluntariamente desiste el agente de continuar en la tentativa, sólo incurre
en pena cuando los actos ya realizados constituyan, de por sí, otro u otros delitos o
faltas”.

Art. 82: “En el delito frustrado se rebajará la tercera parte de la pena que hubiere debido
imponerse por el delito consumado, atendidas todas las circunstancias; y en la tentativa
del mismo delito, se rebajará de la mitad a las dos terceras partes, salvo en uno y otro
caso, disposiciones especiales.”

Como ya hemos acentuado, desde la perspectiva penal venezolana la Tentativa y la


Frustración reciben un trato independiente. La misma norma transcrita, nos alecciona en
función de los requerimientos existenciales del Desistimiento Voluntario.

En nuestro Derecho Penal (como en otras legislaciones), esta Institución ha sido


archivada, y hoy día se encuentra empolvada por el desuso, basta con indagar en la
jurisprudencia patria para darse cuenta de que no es una Institución con favoritismo
enardecido. A continuación, procederemos a citar y comentar uno de los pocos criterios
engendrados en relación al Desistimiento Voluntario en nuestro Máximo Tribunal en
Sala de Casación Penal, con la finalidad de ampliar el espectro epistemológico de la
Institución objeto de la presente investigación:

Sentencia Nº 592 de Sala de Casación Penal, Expediente Nº C02-0042 de fecha


13/12/2002:

“En cuanto a la tentativa abandonada, ha dejado asentado que ésta es en la que el


agente desiste voluntariamente de continuar en la tentativa, es decir, en forma
espontánea, y que además se requiere que los actos preparatorios realizados hasta
entonces, hasta el momento del desistimiento voluntario, no constituyan de por sí,
delitos ni faltas, concluyendo, que ese actuar es absolutamente impune, y que la razón
de esta impunidad, es una cuestión de política criminal, en la que se trata de estimular
el acto espontáneo o voluntario por el cual el agente desiste de continuar con la
tentativa, y por tanto, de desistir de consumar el delito, con lo cual se impide la
consumación del mismo, lo que es un resultado perfectamente justo y perfectamente
deseable. Tal es el motivo, tal es el fundamento en que se apoya la impunidad de la
tentativa abandonada.”

Observamos que en el extracto jurisprudencial, se orienta que en materia de Tentativa


abandonada (Desistida) la voluntariedad juega un papel protagónico, como hasta los
momentos hemos venido destacando. Asimismo establece que la tentativa desistida no
será punida, por razones de política-criminal (teoría del puente de oro), puesto que se
busca estimular el acto voluntario de manera espontánea, fundamentando que el
desistimiento y por ende no ejecución de la acción criminal es un resultado no sólo
justo, sino también deseable por el Estado. Continúa la precitada Sentencia exponiendo
lo siguiente:

“Se busca pues, con la norma prevista en el artículo 81 del Código Penal, por razones
de política criminal, darle una oportunidad a aquellas personas que desistan
voluntariamente de continuar con la comisión del delito, y más aún cuando no se llegó
al fin último deseado, pues la finalidad se basa en la capacidad de la voluntad de
prever, dentro de ciertos límites, las consecuencias de su intervención en el curso
causal, tal como ocurrió en el presente caso, en la que la actitud del acusado permitió
el conocimiento total y no parcial del delito, evitando así que se causaran daños
mayores a la sociedad, siendo que su actuación fue mucho menos que una tentativa,
encontrándonos evidentemente ante un desistimiento voluntario, debiendo destacarse
que de no haber sido por ello, jamás habría trascendido al mundo exterior, pudiendo
haberse quedado en el ámbito volitivo únicamente, lo cual en el presente caso no fue
posible dada la necesidad de asistencia médica para el acusado”.

El Puente de Oro cuelga desde el collado de la criminalidad, hasta el de la legalidad a


favor del agente que desiste, es el punto de retorno a la Ley. Es así, como por razones
de Política-Criminal se le concede la oportunidad al que emprende un propósito
delictivo, de abandonar su plan. En vista, de que en la espontaneidad de su voluntad ha
decidido a favor de lo apegado a la Norma, por encima de sus impulsos
delincuenciales, no materializando lo que en un principio se había propuesto, lo que lo
hace menor que la tentativa, evitando de esa forma ocasionar un daño social.

Límites a la No Punibilidad del Desistimiento Voluntario


Luego de dilucidar sobre la no punibilidad del Desistimiento Voluntario, nos
corresponde abordar sobre los límites que rodean a la misma, fundamentando en el
artículo 81 del Código Penal, que establece la excepción a la no punibilidad, en el
supuesto de hecho de que el agente haya desistido voluntariamente de la acción
propuesta, pero en el transcurso de los actos ya realizados de por sí constituyan un delito
o falta. Conviene ilustrar con un ejemplo: El sujeto que con intenciones (Animus
necandi) de matar a otro, adquiere un arma de fuego en forma ilegal iniciando así el
camino del Delito, al desistir voluntariamente de cometer el homicidio, no es punible la
tentativa, pero si será considerado punible el Porte Ilícito de Arma de Fuego (Art. 278
del Código Penal Venezolano). En otras palabras, el propósito trazado por el agente es
desertado de manera voluntaria, no materializándolo, pero al mismo tiempo, ello no
implica que los actos que a priori realizó con la finalidad de la consecución criminal, en
sí mismos no se constituyan en delitos o faltas previstos y sancionados por la Ley Penal.

De igual forma, éste investigador considera provechoso hacer Derecho Comparado en


relación con éste punto en particular, para ello, haré uso del Código Penal Alemán (Das
Kriminelle Gesetz Deutschland), el cual establece en su § 24. Desistimiento: “(1) No
será castigado por tentativa, quien renuncia voluntariamente a la realización del hecho o
evita su consumación. Si el hecho no se consuma sin intervención del desistente,
entonces será impune si él se esfuerza voluntaria y seriamente para evitar la
consumación…” De la inteligencia de la norma foránea transcrita, se infiere que aquel
que voluntariamente renuncie u desista a la realización del hecho o por lo menos evite
su consumación, quedará exento de castigo. Como queda en evidencia, en Alemania la
no punibilidad del Desistimiento Voluntario es In extenso, en cambio en Venezuela, el
Desistimiento Voluntario no ocasiona la no punición de los actos que por sí solos
constituyen otro delito consumado.

EL ITER CRIMINIS DE LOS DELITOS DE HURTO Y ROBO.-

1.- El bien jurídico protegido.- En el análisis de la parte general de este trabajo, dijimos
que si bien la teoría objetivo-formal del núcleo del tipo era de importancia superlativa
para resolver de la mejor forma los casos de delimitación del iter criminis, ella requería,
en algunos supuestos dudosos, de un complemento material, alusivo al concepto del
bien jurídico tutelado; de aquí que en el presente estudio se haga preciso aclarar un
punto tan útil como el del objeto jurídico de estos delitos. Es más la trascendencia de
una materia como esta, para el tema objeto de estudio, llega hasta tal punto que las
soluciones que se propongan en torno al proceso ejecutivo del hurto y del robo quedan
condicionadas al mismo. No obstante, debo destacar que ese interés tutelado por la
norma no deja de ser tan discutido en la doctrina y la jurisprudencia como el propio
desarrollo de la acción material de dichos delitos. En efecto, diversas han sido las
opiniones en tal sentido. Se ha dicho que la objetividad jurídica de estos delitos recae
sobre: 1) el derecho de propiedad de las cosas muebles; 2) el derecho de propiedad y la
posesión de dichas cosas; 3) el derecho de propiedad y la custodia; 4) el derecho de
propiedad por medio de la posesión, o ambos simultáneamente, y, 5) la posesión. Por su
parte nuestro legislador, con la denominación que le da al Título X del Libro II del
Código Penal, anuncia que el bien jurídico protegido por los delitos contenidos en el
mismo es la propiedad. Pero esto no debe llevar a confusión, y aceptar como regla
general que la propiedad es el interés de primordial custodia por los delitos de dicho
título, porque a ella no siempre se le protege de manera directa, sino que en ese Título X
hay tipos legales que sólo le brindan una tutela indirecta, dejándola en un segundo plano
frente a otros valores, tales como algunos derechos reales, obligaciones, relaciones de
hecho entre una persona y un objeto mueble y demás intereses, incluso de mayor
importancia que los enunciados (libertad, vida, integridad personal, dignidad). Por lo
tanto, se ha recomendado que la controvertida intitulación sea sustituida por una más
amplia:

2. “Delitos contra el patrimonio”. Lo poco que hemos dicho hasta ahora, nos hace ver
cómo en este tema se utilizan no pocos conceptos del derecho privado, específicamente
de la rama civil. Con motivo de ello, se ha discutido mucho acerca del sentido que se les
otorgaría a los mismos en el área penal. Como podemos advertir, el primero que salta a
la vista es el de propiedad; cuya aplicación o falta de aplicación en su sentido originario
civil implica serias consecuencias en la solución del problema de la delimitación del
proceso ejecutivo del hurto y del robo.

EL DESLINDE ENTRE ACTOS PREPARATORIOS Y ACTOS DE


EJECUCIÓN PUNIBLES.-

Con sobrada razón se señala en la doctrina penal que resulta bastante difícil la
delimitación de los actos preparatorios y el comienzo de ejecución; pero podríamos
añadir a dicha problemática, aquella que surge del deslinde de las formas imperfectas de
ejecución entre sí, y, además, la que emana de la demarcación entre la objetivamente
más avanzada en el camino hacia la realización perfecta del tipo (delito frustrado) y la
consumación misma.

Como estudiaremos a continuación, teóricamente pareciera ser un asunto de solución no


tan compleja, pero, cuando llevamos esos principios a la casuística nos encontramos con
una realidad diferente, en la cual tenemos que hacer un gran esfuerzo para hallar salidas
técnicamente adecuadas y satisfactorias; sobre todo, teniendo en cuenta lo grave y
delicado que significa fijar el primer límite: el que separa los meros actos preparatorios
de la tentativa, ya que después de esa frontera se traspasa al terreno de lo punible.

En términos generales, se han construido tres tesis destinadas a fundamentar el


controvertido deslinde de las distintas etapas que conforman la fase externa del iter
criminis del delito. La primera de ellas, llamada formal, señala que el principio de
ejecución está constituido por aquel acto que penetra en el núcleo del tipo. La segunda,
denominada material, tiene su antecedente en la del “peligro corrido” de Carrara, y
sostiene que habrá inicio de ejecución cuando se expone a peligro inminente al bien
jurídico. La tercera, y última, es la orgánica o mixta, que combina aspectos de las dos
anteriores.

ACTOS PREPARATORIOS

En esta fase el autor del delito se provee de los materiales o conocimientos necesarios
para llevar a cabo su delito. Éstos son actos equívocos y multívocos: es decir, tienen
varios significados y varios sentidos posibles, siendo actos susceptibles de varias
interpretaciones. Los actos intermedios se consideran un momento intermedio entre la
fase interna y la ejecución del delito, y pueden ser considerados punibles. Tienen tal
consideración los siguientes:

1. Conspiración: se trata del concierto entre dos o más sujetos para ejecutar un
delito y resolución ejecutable. Para que se produzca es necesario :

1. El concurso de dos o más personas que reúnan las condiciones necesarias


para poder ser autores del delito

2. El concierto de voluntades entre ellas o pactum scaleris

3. La resolución ejecutiva de todas y cada una de ellas, o decisión sobre la


efectividad de lo proyectado
4. Que dicha resolución tenga por objeto la ejecución de un delito concreto,
y que este sea de los que el legislador ha considerado especialmente
merecedor de punibilidad

5. Que exista un lapso relevante entre el proyecto y la acción que permita


apreciar una mínima firmeza de la resolución, ya que no puede ser
repentina y espontáneamente

6. Que no se haya dado comienzo a la ejecución delictiva, pero sí se haya


tomado la decisión de iniciar una actividad concreta que manifieste la
voluntad de delinquir

2. Proposición: se trata de un acto preparatorio en su modalidad de resolución


manifestada, que implica una ausencia de actos ejecutivos. Se le denomina a este
acto preparatorio de inducción frustrada o tentativa de inducción. Los requisitos
para que se produzca son los siguientes:

1. Resolución firme del proponente para la ejecución del hecho.

2. El propósito de intervenir directa o personalmente en la ejecución del


hecho delictivo.

3. La búsqueda de otra persona para participar en el hecho,


independientemente que sea o no aceptada por la persona a que se
proponga.

4. Ausencia de inicio de ejecución, ya que en el CP no se exige que el


proponente tenga real intención de participar realmente en la ejecución
del hecho.

3. Provocación para delinquir: se trata de procurar la perpetración de un delito. En


este caso, el provocador no necesariamente ha de tomar parte directa y
materialmente en el acto, solo se exige que intente determinar en otros la
ejecución de un hecho delictivo. Se requiere:

1. Iniciativa para la ejecución de hechos delictivos

2. Que el destinatario lo perciba, ya sean uno o varios destinatarios

3. Que tenga la finalidad de convencer a los receptores del mensaje


4. Ausencia de inicio de la ejecución

ACTOS EJECUTIVOS

En cuanto a los actos ejecutivos: el principio es contrario, es decir, que todos los actos
son punibles. Se han utilizado varias teorías para diferenciar los actos preparatorios y
los actos ejecutivos:

1. Teorías subjetivas: serían aquellas para las cuales lo determinante es la opinión


del autor sobre su plan criminal.

2. Teoría objetivo-material: según esta teoría, los que se encuentran unidos a los
actos ejecutivos de manera que son parte de aquellos.

Los actos ejecutivos, en definitiva, son aquellos en que el sujeto comienza la ejecución
del delito, independientemente de que este se termine produciendo o no: es decir, que
sea consumado (parcial o totalmente) o que se quede en tentativa de delito.

Los delitos en los que participa una persona son los llamados delitos circunstanciales.
Donde aparecen varias personas son necesarias, de acuerdo con la coautoría que pueda
tener cada una de ellas.

El autor: Es la persona física imputable que participa directamente en el hecho punible.

El coautor: Es cuando ya no es uno, sino que son varias personas las que van a
participar en dentro del delito. El autor es uno solo, pero cuando hay varios dentro del
delito debe llamárseles coautores. El coautor, es cuando varias personas en condiciones
físicas y mentales son imputadas por participar como autor conjuntamente con otras
personas en la perpetración del hecho punible.

Coautoría: Cuando varias personas participan como coautoras en la perpetración de un


hecho punible.

Lo que quiere decir, que cada uno de los coautores tiene la misma pena, y no se hace
rebaja de pena de ningún tipo. Al ser coautores a todos se les pone la misma pena por el
hecho cometido, no se establecen diferencias en cuanto a la aplicación de la pena.

La coautoría que aparece reflejada en el C.P. en el Art. 83 “Cuando varias personas


concurran a la ejecución de un hecho punible, cada uno de los perpetradores (autores) y
de los cooperadores inmediatos queda sujeto a la pena correspondiente al hecho
perpetrado. En la misma pena incurre el que ha determinado a otro a cometer el hecho”.
(Éste es el autor intelectual, a quien también se le llama instigador)”.

El Código Penal no habla del autor, pero sabemos que es cuando es uno solo el que
comete el hecho punible. El Art. 83 habla de coautoría (Varias personas). Los autores
materiales son los que van directamente a la perpetración del hecho punible. El autor
intelectual es el que va a participar pero de otra forma, no va directamente a la
perpetración del hecho punible.

Dentro de los coautores, hay unos que son coautores necesarios y otros que son
coautores circunstanciales.

Los coautores son necesarios cuando dos o más personas participan en un hecho punible
y el delito establece que para poderlo cometer se necesitan dos o más personas para
poderlo cometer, y no puede ser una sola persona. Como serían todos los casos de
agavillamiento, previsto en el Art. 286 C.P. “Cuando dos o más personas se asocien con
el fin de cometer delitos, cada una de ellas será penada, por el solo hecho de la
asociación, con prisión de dos a cinco años”.

Una sola persona no puede hacer agavillamiento; sino que dos o tres se reúnan y
planifiquen un atraco, por lo que allí se estará dando una coautoría; lo cual sería un robo
agravado, y al momento de sancionar el Juez se sanciona por el delito principal que es el
de robo agravado, por ese delito establece la pena y luego es cuando establece la pena
por agavillamiento.

Si tres personas se ponen de acuerdo para matar a otra, y los tres van al acto y lo matan.
Estaríamos hablando de una coautoría circunstancial como el Art. 405 C.P. ¿Por qué?
Porque matar a una persona es un delito individual y no se necesitan de dos o más para
matar a uno; pero en un robo, si pueden estar dos o más personas; Por ejemplo, si van a
atracar a un camión blindado, por lo general no va una sola persona a perpetrar el hecho
punible, sino que se ponen de acuerdo varias “asociados”, como sería el caso de una
banda de delincuentes: están asociados para cometer delitos; por ello cuando los cuerpos
policiales hablan de que fulano pertenece a la banda de “Pedro de los palotes” estamos
hablando de que están asociados para cometer delitos, lo que quiere decir que cuando la
agarren se les debe aplicar el Art. 286 C.P. del agavillamiento. No lo es lo mismo que
dos personas circunstancialmente se encuentren y decidan cometer un hurto, es algo
circunstancial, no están asociados por lo que no se aplica el agavillamiento. Cuando
ustedes vean en la prensa por ejemplo, que a se coloca el delito y además le dan la
sanción del agavillamiento, eso implica que es una banda, están asociados, sirva de
ejemplo el caso de la banda de Avendaño. Ya que es un hecho notorio que están
asociados para cometer delitos por lo que se les aplica la coautoría, que no es algo
circunstancial; como en el caso del homicidio. Para el agavillamiento hay que demostrar
lo que dice la norma “asocien” asociación que no puede ser circunstancial sino que se
conozca que esas personas están y andan juntas, por eso hay tanto el autor material
como el autor intelectual.

El autor material es el que va con el arma y mata; pero el intelectual, tiene dos formas
de actuar: En una forma intelectual “moral” y en una forma material. En la forma
intelectual, es cuando llega y le dice a la persona. Mira, hay que matar a fulanito y le va
metiendo la idea en la cabeza, y lo le da y prepara intelectualmente para que vaya a
matar y luego le da los medios, los recursos para que ejecute el hecho. Actualmente
sirva de ejemplo el caso Anderson, en el cual hay autores materiales e intelectuales, es
decir, hay coautorías, se señalan dos posibles autores materiales, pero también se están
buscando a los autores intelectuales. El autor intelectual es más difícil de encontrar que
al autor material, porque este último ejecuta el acto, no así el intelectual. En un juicio se
debe demostrar dónde hubo esa parte intelectual, donde éste le dijo al autor material,
>hay que matarlo, hay que hacerlo, etc. Que es lo que en el caso Anderson se pretende
hacer a través del testigo. El testigo no dice que lo mataron, lo que dice es que estuvo en
una reunión donde se planificó el hecho y da los nombres de los presentes; porque en el
delito intelectual hay que demostrar que antes de que se consumara el hecho manifestó
su voluntad de que ese hecho se sucediera, ocurriera. Hay que demostrar de que en
verdad ocurrió la reunión, que es la parte intelectual y después demostrar la parte
material que sería “aquí está el dinero para lo ejecuten”, ¡aquí está el arma, los
explosivos, el C4, etc! No es fácil demostrar la parte intelectual, hay que hacerlo con
muchas evidencias. Por eso la coautoría tiene dos vertientes: Una parte material y una
parte intelectual. Ver la norma del Art. 83 C.P. Son cooperadores todos los que van a
estar allí. De acuerdo al Art. 83 C.P. Tanto el autor material como el intelectual tendrían
la misma pena; sólo que se tendrá que señalar por ejemplo en el caso del Art. 405 C.P. a
uno como culpable del delito de homicidio intencional simple y al otro como homicidio
intencional simple en grado de instigador o en grado de ser el autor intelectual del
hecho.
Cuando el programa se refiere a las exigencias legales en materia de participación se
refiere al Art. 83 que hemos analizado.

Clases de partícipes:

El instigador: Ya lo señalamos; el Cooperador es el que va con el autor; los Cómplices


son los que actúan como lo señala el Art. 84 C.P. es decir, que haya tres maneras de
participar como cómplice:

1. Excitando o reforzando la resolución de perpetrarlo o prometiendo asistencia y


ayuda para después de cometido. En este caso no es el autor intelectual, sino que
se diferencia de aquel en que el intelectual da la parte moral y material, pero éste
excita por que aquellos tienen ya la decisión tomada de cometer el hecho punible
como pudiera ser el robo. Mientras que en el intelectual, aún la persona no tiene
la intención de cometer el hecho punible ni el robo. El intelectual trabaja para
que aquellos lo hagan.

2. Dando instrucciones o suministrando medios para realizarlo. En este problema


es donde caen algunos funcionarios policiales, cuando dan las instrucciones de
cómo se debe hacer, donde está el sitio y les dicen tome el arma. Aquí da
instrucciones y está suministrando los medios para realizarlos. No va al sitio
pero da el medio para que fueran y lo hicieran.

3. Facilitando la perpetración del hecho o prestando asistencia o auxilio para que se


realice, antes de su ejecución o durante ella (…). En esta última, podemos hablar
del “campanita” el que facilita la perpetración que llama a los que van a cometer
el hecho punible y les dice “vénganse que esto está solo” “no pierdas tiempo si
no que vete directo a aquella bóveda” este es el Facilitador, él puede abrir la
puerta, el que les dice aquella es la gerente, etc. Facilita la perpetración y presta
asistencia para que la persona haga todo.

Estos tres tipos no tienen nada que ver con el autor intelectual, ni con la coautoría.
Porque ya hay una decisión tomada él lo que está es facilitando los medios para que se
haga. Estos son los cómplices necesarios, porque sin su ayuda el delito no se podría
cometer.

A los cómplices se les aplica la mitad de la pena Art. 84 C.P.


En el Art. 85 C.P. quiere decir que las circunstancias agravantes o atenuantes son
personalísimas, es decir que pertenecen únicamente a la persona que va a la
perpetración del hecho punible. Es decir sólo van a favorecer o perjudicar a aquellos
que tengan esa agravante o atenuante. Por ejemplo, el Art. 481 C.P. A, B y C. A es hijo
de D, A hijo de D, se pone de acuerdo con B y con C para estafar a D; La estafa (Art.
462 C.P.); tiene una pena de 1 a 5 años, la media aplicar es de 3 años; que
circunstancias se van a ver. A por este hecho, queda sin responsabilidad de acuerdo al
Art. 481, 2º C.P. Pero la situación que favorece a A no favorece a B ni a C, que deben
correr con la sanción del hecho punible cometido. S. A tiene una excusa absolutoria, no
tiene la pena porque se la quita el parentesco con D.

El Art. 85 dice “Los que consintieren en la ejecución material del hecho o en los medios
empleados para realizarlos, servirán para agravar la responsabilidad únicamente de los
que tuvieron conocimiento de ellas en el momento de la acción o en el de su
cooperación para perpetrar el delito”

Lo que quiere decir la perpetración material, real del hecho, que no es la parte personal
(como en el caso de A), es decir que son coautores y todos responden por ese hecho
material, porque todos tienen responsabilidad por el hecho material, en este caso la
sanción sería igual para A, B y C.

Las circunstancias personales son las que se ven como en el caso de la edad que puede
favorecer a alguno, pero no a todos. Los hechos punibles son personalísimos.

La Complicidad correspectiva:

Art. 424 C.P. “Cuando la perpetración de la muerte o las lesiones han tomado parte
varías personas y no pudiere descubrirse quien las causó, se castigará a todos con las
penas respectivamente correspondientes al delito cometido, disminuidas de una tercera
parte a la mitad.

No se aplicará esta rebaja de pena al cooperador inmediato del hecho”

Sólo se da en los casos de muertes o lesiones. Participan varias personas, como por
ejemplo A, B y C y matan a D, pero estos tres señores A, B y C; los tres estaban cuando
murió D, pero al hacer las pruebas científicas estas no demuestran cuál de los tres
disparó por que los tres dispararon y una bala lo mató pero no se sabe cuál de los tres lo
mato, por lo que hay complicidad correspectiva. Si hay un homicidio se toma de 12 a 18
años, la media sería de 15 años, se ven las agravantes y atenuantes del hecho, si hay
atenuantes se les aplica 12. Pero no se sabe quién fue: porque si se supiera que el autor
material es A, B y C estarían en grado de complicidad, por lo que para A serían 12 años
y para B y C 6 años. Pero como no se sabe cuál fue de los tres se les aplica la pena
correspondiente al hecho punible pero rebajada de una tercera parte a la mitad Art. 424
C.P. Una tercera parte sería 4 años, si en el anterior se tomó la mínima, debemos
también rebajar la mínima que serían 4 años; por lo que la pena sería de 8 años. En base
a lo que se toma primero se toma para el segundo en la misma proporción que para el
delito principal.

Cuando hay la admisión de los hechos, si es homicidio no tiene rebaja, y como no tiene
rebaja hasta la mitad se va sólo a rebajar el tercio. Lo importante es saber que el Art.
424 es el único que regula la complicidad correspectiva. Las penas son individuales. Si
es una dama, hay tomar en cuenta; si es un señor de 70 años hay que tomarlo en cuenta,
como lo señala el Art. 85 C.P.

Concurso de delito

Concurso real de delitos. Concurso ideal o forma de delito. El delito continuado. El


concurso aparente de normas penales.

Cuándo se da el concurso real de delitos:

Art. 86 C.P. "Al culpable de dos o más delitos, cada uno de los cuales acarree pena de
presidio, sólo se le aplicará la correspondiente al hecho más grave, pero con aumento de
las dos terceras partes del tiempo correspondiente a la pena del otro u otros".

Analicemos la norma:

"Al culpable de dos o más delitos": refiere la norma de dos o más delitos, porque
pueden cometerse varios delitos en un solo acto o hecho punible.

"Cada uno de los cuales acarree pena de presidio, sólo se le aplicará la pena al hecho
más grave, pero con aumento de las dos terceras partes del tiempo correspondiente a la
pena del uno u otro"

La norma se refiere a una pena de presidio. El presidio está en los casos de homicidio
simple o agravado, pero con el delito de homicidio puede la persona cometer otro delito
conjuntamente con el homicidio.
En el Art. 414 C.P."Si el hecho ha causado una enfermedad mental o corporal, cierta o
probablemente incurable, o la perdida de algún sentido, de una mano, de un pie, de la
palabra, de la capacidad de engendrar o del uso de algún órgano, o si ha producido
alguna herida que desfigure a la persona, en fin, si habiéndose cometido el delito contra
una mujer en cinta le hubiere causado el aborto, será castigado con presidio de tres a
cinco seis años".

Supongamos, por ejemplo, que un individuo mató a una persona y lesionó gravemente a
otra: A mató a C y el mismo A le causa heridas graves a D. A estaría involucrado en dos
delitos; en este caso la pena se aplicará de la siguiente manera: De acuerdo con el Art.
86 C.P. debemos tomar el delito más grave, en este caso, será el homicidio (Art. 405
C.P), que ya sabemos tiene una pena entre 12 y 18 años, con una pena media de 15
años. Parados en la media, debemos revisar tanto el Art. 74 C.P como el Art. 77 C.P.
para constatar si existen circunstancias atenuantes o agravantes respectivamente (Tema
9). Supóngase que en el caso que estudiamos sólo haya atenuantes; por lo cual se le
impone una pena de 12 años (Pena mínima, consecuencia de sólo hay atenuantes y no
agravantes), estos 12 años son los que trabajaremos con respecto a las heridas graves,
tomando en cuenta el Art. 414 C.P. nos señala una pena de 3 a 6 años, pero como ya con
respecto al delito principal que es el homicidio tomamos como pena a aplicar la pena
mínima.

Por ello, tomando como base el texto de la norma del Art. 86 C.P "Sólo se le aplicará la
correspondiente al hecho más grave pero con aumento de las dos terceras partes del
tiempo correspondiente a la pena del uno u otro" Tomamos las dos terceras partes de la
mínima del delito previsto en el Art. 414 C.P. que son tres años; luego: 3 x 2 = 6 = 2: 2
son las dos terceras partes que debemos sumarle a los 12 años (pena Mínima) del delito
principal que es el homicidio, por lo cual la pena a aplicar en el ejemplo sería de 12
años + 2 años = 14 años. Esta sería la pena aplicable porque hay un concurso real de
delitos: Esta parte del Concurso real de delitos, en el siguiente Artículo del Código
Penal:

Art. 87 C.P. "Al culpable de uno o más delitos que merecieren penas de presidio y de
otros que acarreen penas de prisión, arresto, relegación a colonia penitenciaria,
confinamiento, expulsión del espacio geográfico de la República, o multa, se le
convertirán estas en la de presidio y se le aplicará sólo la pena de esta especie
correspondiente al delito más grave, pero con el aumento de las dos terceras partes de la
otra u otras penas de presidio en que hubiere incurrido por los demás delitos y de las dos
terceras partes también del tiempo que resultare la conversión de las otras penas
indicadas en la de presidio.

La conversión se hará computando un día de presidio por dos de prisión, por tres de
arresto, por cuatro de relegación a colonia penitenciaria, por cinco de confinamiento o
expulsión del espacio geográfico de la República, y por sesenta unidades tributarias (60
U.T) de multa".

¿Cómo se hace la conversión?

Computando un día de presidio por dos de prisión, por tres de arresto, por cuatro de
relegación a colonia penitenciaria, por cinco de confinamiento o expulsión del espacio
geográfico de la República, y por sesenta unidades tributarias de multa.

El presidio se puede convertir en prisión, en cuyo caso uno (1) de presidio equivale a
dos (2) de prisión - años - lo que quiere decir, que si por ejemplo, tenemos 8 años de
prisión, equivalen si hacemos la conversión, a 4 de prisión; lo que lleva a transformar la
pena de presidio en la pena de prisión y viceversa.

En un caso de homicidio ejecutado con arma de fuego, por ejemplo; podemos observar
en el Art. 277 C.P. "El porte, la detentación o el ocultamiento de las armas a que se
refiere el artículo anterior se castigará con pena de prisión de tres a cinco años" mientras
que el delito principal que es el homicidio simple Art. 405 C.P. tiene una pena de 12 a
18 años de presidio; por lo que tendremos que transformar, si vamos a aplicar el Art.
277 C.P. Supóngase que fueren tres (3) de prisión, debemos llevarlo (convertirlo) a
presidio, lo cual hacemos siguiendo el contenido de la norma del Art. 87 C.P. lo cual
equivaldría a la mitad, es decir a año y medio de presidio; es decir que en lugar de
aumentar la pena esta se disminuye, porque se supone que el presidio es más severo en
cuanto a la sanción a aplicar; de acuerdo al Art. 12 C.P. el presidio se pagará en una
colonia penitenciaria, los condenados trabajarán en forma forzosa, de campo y bajo
situaciones como el aislamiento celular, lo que equivale que al convertirlo,
automáticamente se tenga que rebajar la pena; pero en un supuesto en que el más grave
sea el delito cuya pena es de prisión, como sería el caso del Art. 406 C.P. y este acarree
un delito menos grave que tenga pena de presidio, deberemos convertir esta última en
prisión, en cuyo caso aumentará.
El Concurso Ideal o forma del delito: El concurso ideal está en el Art. 98 C.P."El que
con un mismo hecho viole varias disposiciones legales, será castigado con arreglo a la
disposición que establece la pena más grave"

Por ejemplo: La persona que mata y con la misma bala hiere a otra persona. Con el
mismo acto comete de dos delitos distintos, en este caso estaremos hablando de un
concurso ideal de delitos.

En el caso del Art. 87 C.P. se refería a la violación de diferentes normas (delitos


distintos); en este caso nos referimos a la violación de varias disposiciones legales con
el mismo delito.

Delito continuado o forma continuada de realizar el delito: Está en el Art. 99 C.P. "Se
considerarán como un solo hecho punible las varias violaciones de la misma disposición
legal, aunque hayan sido cometidas en diferentes fechas, siempre que se hayan realizado
con actos ejecutivos de la misma resolución; pero se aumentará la pena de una sexta
parte a la mitad".

¿Cuándo se da esta situación?

Cuando los delitos son reiterativos, cuando un sujeto perpetra en diferentes fechas el
delito de robo agravado por ejemplo, cuando lo capturen, y, al momento de imponérsele
la pena correspondiente, ésta se deberá aumentar de una sexta parte a la mitad. Ejemplo:
sería el caso de un cajero de un banco, que un primer día se lleva quinientos mil
bolívares, la semana siguiente se lleva cien mil, dos días después trescientos mil, el mes
próximo, quinientos mil más, hasta el día que lo agarran. ¿Qué disposición está
violando? Si el delito es el de apropiación indebida, se le aplicará éste, pero como si
hubiere cometido un solo delito; como diferentes violaciones de la misma norma, pero
que no se le van a acumular y se le sumarán una más otra más la otra, etc; si no que
sobre la base del delito cometido se le aumenta de un tercio a la mitad. Sépase que este
caso es diferente a la reincidencia.

Ejemplo: Cuando un sujeto comete varios homicidios en fechas diferentes, en este caso
se le aplicará el Art. 99 C.P. el delito continuado.

Estas que hemos analizado serían las otras tres formas de cómo se puede presentar el
delito.

Las atenuantes genéricas


La perturbación mental proveniente de la embriaguez. El Exceso (Art. 66 C.P.) El
Arrebato o intenso dolor por la provocación. La vejez.

Hay atenuantes genéricas y también agravantes genéricas: Estas atenuantes están en el


artículo 74 C.P. que ya hemos analizado y hemos aprendido a utilizar; pero, además de
esas atenuantes del Art. 74, están otras atenuantes que son para determinados tipos de
delitos que no son genéricos como las del Art. 74 que se le aplican a todo el mundo; y
que se encuentran en el Art. 64 C.P., que se refieren al estado de perturbación mental
proveniente de la embriaguez únicamente:

Art. 64 C.P. "Si el estado de perturbación mental del encausado en el momento del
delito proviniere de la embriaguez, se seguirán las reglas siguientes:

Si se probare que, con el fin de facilitarse la perpetración del delito, o preparar una
excusa, el acusado habría hecho uso del licor, se aumentará la pena que debiera
aplicársele le un quinto a un tercio, con tal que la totalidad no exceda del máximun
fijado por la Ley a este género de pena. Si la pena que debiere imponérsele fuere la de
presidio, se mantendrá esta.

Si resultare probado que el procesado sabía y era notorio entre sus relaciones que la
embriaguez le hacía provocador y pendenciero, se le aplicarán sin atenuación las penas
que para el delito cometido establece este Código.

Si no fuese probada ninguna de las dos circunstancias de los dos números anteriores, y
resultare demostrada la perturbación mental por causa de la embriaguez, las penas se
reducirán a los dos tercios, sustituyéndose la prisión al presidio.

Si la embriaguez fuere habitual, la pena corporal que deba sufrirse podrá mandarse a
cumplir en un establecimiento especial de corrección.

Si la embriaguez fuere casual o excepcional, que no tenga precedente, las penas en que
haya incurrido el encausado se reducirán de la mitad a un cuarto, en su duración,
sustituyéndose la pena de presidio por la de prisión.

En este caso, es un agravante que está dentro de este EXCESO: este sería un exceso.
¿Cuándo se da este caso? Cuando la persona quiere cometer un delito; cuando quiere
llegar a la casa para golpear y maltratar a la mujer, y para ello, se embriaga y en buen
criollo se pone guapo; las personas con problemas de alcoholismo no entran dentro de
esta disposición. Pero obsérvese que la norma señala "si se probare que" lo que quiere
decir que hay que probarlo a través de exámenes toxicológicos, psiquiátricos, etc, para
demostrar que la persona no es un alcohólico habitual, sino que en ese momento lo hizo
producto del exceso para causar un daño.

En el segundo numeral "Si resultare probado"; Si la persona sabe, porque es notorio,


que cuando toma y se embriaga, se transforma y no toma las previsiones, como el
hombre callado que cuando toma se convierte en el más hablador y alegre, pero también
es pendenciero (busca pleitos) y provocador; si comete un homicidio, por ejemplo, no
tiene atenuantes ni agravantes sino que se le aplica la pena correspondiente al delito,
que seria entre 12 y 18 años, es decir la pena media, 15 años; porque la Ley así lo
señala. Ahora si existen atenuantes estos se le aplicarán lo que elevará el delito hacia la
pena máxima.

Si no fuere probado ninguno de los dos ordinales anteriores (es una circunstancia
atenuante) las penas se reducirán a los 2/3, sustituyendo la prisión por presidio: Sería el
caso de la persona que por primera vez toma (se embriaga) y llega a matar en ese estado
y se demuestra que no lo hizo con el fin de causar daño se le aplica ésta atenuante del
ordinal tercero. La persona puede haber cometido el hecho punible en un momento de
arrebato, y tiene una atenuante que es por causa de la embriaguez. La última parte del
artículo señala una conversión, que si por ejemplo, fueran dos años de prisión le
correspondería uno de presidio; es como si lo quisieran mejorar en cuanto al tiempo,
pero es un contrasentido.

Es cuando se trata de esos "borrachitos empedernidos" que están alcoholizados, si


llegan a cometer algún delito en vez de aplicársele sanciones corporales se mandarán a
un sitio de rehabilitación que lamentablemente en nuestro país casi no existen.

La última atenuante para el caso que expone puede reducir la pena de la mitad a un
cuarto, es decir si la persona debía ser condenada por el delito a 6 años la pena se va a
reducir o a la mitad que serían 3 años o a un cuarto que sería un año y medio, haciendo
la salvedad que se sustituye el presidio por la prisión.

El arrebato o intenso dolor (Por injusta provocación)

Art. 67 C.P. "El que cometa el hecho punible en un momento de arrebato o de intenso
dolor, determinado por injusta provocación. Será castigado con la pena correspondiente,
disminuida desde un tercio hasta la mitad, según la gravedad de la provocación".
Cuando estudiamos el dolo, en este mismo caso, nos referimos al dolo de ímpetu.

En este caso hay una injusta provocación, y, ese dolor, arrebato, se presenta como
consecuencia de una injusta provocación; injusta provocación que no se puede
confundir nunca, con la legítima defensa; En el ordinal tercero del Art. 65 C.P. Número
1. "Agresión ilegitima por parte del que resulta ofendido por el hecho": Esta es una
injusta provocación por parte del que resulta ofendido por el hecho (el muerto), que es
quien hace la injusta provocación, sin motivos para ello y es el que de paso resulta
muerto; en el Art. 67 C.P. no se da así. Veamos cómo se presenta es este caso:

Si fuere un homicidio, que se cometiere en un momento de arrebato o intenso dolor, la


pena se puede rebajar hasta un tercio o hasta la mitad. Ese arrebato se da cuando la
persona, no en un momento de inconciencia, sino en un momento en que ella no estaba
preparada para recibir esa noticia o para presenciar ese hecho; por ejemplo: la esposa
que consigue en su lecho al esposo con la mejor amiga y su reacción (arrebato) no es
otro que matarlos a ambos como consecuencia del impacto (Perturbación mental
producto de ese intenso dolor que no la hace reflexionar y que hace posible un proceso
psicológico que transforma a la persona) de haber visto ese hecho para lo cual no estaba
preparada y que la sorprende porque no se lo esperaba. Se puede dar tanto en el hombre
como en la mujer.

Estas que hemos estudiado serían las circunstancias atenuantes; salvo los dos numerales
del Art. 64 C.P., puesto que el resto de las agravantes están señaladas en el Art. 77 C.P
que son las generales, puesto que cuando son para casos especiales la misma normas
remite a ese caso especial, pero si el mismo lleva a una circunstancia especial genérica,
la pena se eleva al máximo y caso contrario, si es una atenuante lo llevará a la pena
mínima. Por ejemplo: En el caso de la estafa Art. 462 C.P. esta tiene dos agravantes
específicas que son las que se encuentran referidas en los ordinales 1º y 2º, Y una
agravante especifica agravada que se encuentra en el último aparte, y está referida a la
emisión de un cheque sin provisión de fondos. Como también puede servir de ejemplo
el Art. 407 C.P. referido al homicidio agravado, cuyas agravantes las establece la misma
norma y que no están en el Art. 77 C.P. como por ejemplo el que mate a un Diputado,
pero si lo hace con alevosía, habría que aplicarle la agravante de acuerdo con el Art. 77
C.P. de la misma manera si lo hace con escalamiento. Recuérdese que las penas de los
delitos están establecidos entre dos límites, si no existen circunstancias de ningún tipo
se aplicará la pena media pero para bajar a la pena mínima o subir a la pena máxima se
deben constatar las circunstancias atenuantes o agravantes de los Arts. 74 o 77 C.P.
respectivamente.

La Reincidencia:

Es una agravante genérica especial que está en el Art. 100 C.P.

"El que después de una sentencia condenatoria y antes de diez años de haberla cumplido
o de haberse extinguido la condena, cometiere otro hecho punible, será castigado por
este con pena comprendida entre el término medio y máximum de la que le asigne la
ley.

Si el nuevo hecho punible es de la misma índole que el anteriormente perpetrado, se


aplicará la pena correspondiente con aumento de una cuarta parte".

Es una agravante que no entra dentro de las genéricas sino que se da para las situaciones
de la persona que ya ha cometido delito (reincidente).

Lo importante para que exista la reincidencia es que la persona ya haya pagado condena
definitivamente firme y lo cometa antes del término de los diez años de la misma. No
por una privación de libertad donde luego se demostró la inocencia y se le dio libertad
plena a la persona. (Cualquiera que sea ese delito, no importa que no sea el mismo por
el que ya pagó condena definitivamente firme). En caso de reincidir en el mismo delito
(primer aparte) se le aplicará la pena correspondiente con aumento de una cuarta parte.
En el Art. 101 C.P. "Para los efectos de esta ley penal se consideran de la misma índole
no sólo los que violan la propia disposición legal, sino también los comprendidos bajo
el mote del mismo título de este Código y aún aquellos que, comprendidos en Títulos
diferentes, tengan afinidad en sus móviles o consecuencias"

Los delitos están dados por el Código en Título: En el Libro segundo (Las diversas
especies de delitos) por ejemplo; están los delitos contra las personas. Si son delitos
contra las buenas costumbres: un rapto, actos lascivos, violación, etc; pero entran dentro
de los delitos de la misma índole.

Según el Código Penal: Autor Material, Coautor, Cómplice, Cooperador, Autor


Intelectual, o Determinado.

LA COAUTORÍA
Artículo 83 “Cuando varias personas concurran a la ejecución de un hecho punible, cada
uno de los perpetradores (autores) y de los cooperadores inmediatos queda sujeto a la
pena correspondiente al hecho perpetrado. En la misma pena incurre el que ha
determinado a otro a cometer el hecho”. (Éste es el autor intelectual, a quien también se
le llama instigador)”.

LOS CÓMPLICES

Artículo 84. Incurren en la pena correspondiente al respectivo hecho punible, rebajada


por mitad, los que en él hayan participado de cualquiera de los siguientes modos:

1. Excitando o reforzando la resolución de perpetrarlo o prometiendo asistencia y ayuda


para después de cometido.

2. Dando instrucciones o suministrando medios para realizarlo.

3. Facilitando la perpetración del hecho o prestando asistencia o auxilio para que se


realice, antes de su ejecución o durante ella. La disminución de pena prevista en este
artículo no tiene lugar, respecto del que se encontrare en algunos de los casos
especificados, cuando sin su concurso no se hubiera realizado el hecho.

AUTOR MATERIAL

Artículo 85. Las circunstancias agravantes o atenuantes inherentes a la persona del


delincuente o que consistieren en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra
causa personal, servirán para atenuar o agravar la responsabilidad solo de aquellos en
quienes concurran. Las que consistieren en la ejecución material del hecho o en los
medios empleados para realizarlo, servirán para agravar la responsabilidad únicamente
de los que tuvieron conocimiento de ellas en el momento de la acción o en el de su
cooperación para perpetrar el delito.

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