Bases teóricas y epistemológicas del trabajo social.

Tema 1. Epistemología, concepto y paradigmas tradicionales.

Características del conocimiento científico social.

Concepto de epistemología
La tradición aristotélica
El concepto de epistemología (episteme, conocimiento; logos, teoría)
define una rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que
La tradición aristotélica es una aportación empirista e inductivista de
rodean la teoría del conocimiento.
Aristóteles. Este paradigma monopoliza la historial del pensamiento social.
El nacimiento de la epistemología podría tener su origen en las Sus principales ideas son:
aportaciones realizadas por los clásicos, y en particular por Sócrates, el
Procedimiento inductivo que elabora principios explicativos y/o leyes
cual puede considerarse como el fundador más cabal del método crítico
partiendo de los hechos concretos observados.
de indagación científica y filosófica.
Los conocimientos se agrupan en base a características superficiales o
Las aportaciones más importantes que hace Sócrates a la filosofía de la
externas porque se parecen o tienen comportamientos similares.
ciencia son tres: El postulado de la virtud del conocimiento, la invención de
la definición y la incorporación de la epistemología al campo de la filosofía El principio de la investigación está en la observación.
social.
La explicación científica no se logra hasta que no se dan razones de los
Un salto cualitativo para continuar con los avances en la génesis de la hechos y fenómenos que son observados por el investigador.
filosofía del conocimiento es la realizada por Platón que a través de su
El investigador tiene que lograr una explicación de los hechos observados,
dialéctica platónica consigue establecer una relación entre la construcción
sin tal explicación no existe conocimiento científico.
de conceptos, su estructuración y la conexión de los mismos entre sí en
forma sistemática. Relación causal entre las premisas explicativas previas y la conclusión
final.
Esta primera idea de dialéctica, que iluminará a posteriores filósofos
idealistas y marxistas, es la base para establecer una de las más Busca explicaciones teleológicas que aclaren las causas finales buscando
fundamentales diferencias a la hora de concebir el conocimiento. Nos razones que permitan aclarar los fenómenos.
referimos a la importante separación que realiza Platón entre Doxa y
episteme. Razones metafísicas y no físicas.

Doxa se refería al conocimiento superficial, parcial, limitado y vinculado

básicamente a todo lo relacionado con la percepción física o sensorial. Por
el contrario, episteme, se concibe como un conocimiento científico,
sistemático, riguroso y activo, de forma que la aproximación al mismo se
vincula a un conocimiento racional, documentado, dudad y en
construcción.

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 La tradición galileana
Es a finales del siglo XVI cuando se inicia un proceso de ruptura definitiva
con la perspectiva aristotélica.
La nueva propuesta de Galileo Galilei inició lo que podría definirse una
nueva epistemología de acercamiento a la realidad a través de un nuevo
paradigma de pensamiento. Esta revolucionaria propuesta de estudio del
medio natural, define la llamada tradición galileana.
Sus principales aportaciones son:
La deducción como técnica que extrae enunciados a cerca de los
fenómenos a partir de las premisas que incluyan o contengan los
principales explicativos.
El conocimiento se basa en una forma de pensar esencialmente funcional:
analiza las condiciones bajo las cuales suceden las cosas y sus motivos.
No interesan las propiedades y poderes de la naturaleza, interesa conocer
sus leyes, comportamiento y estructura. Cambio del por qué y para qué
por el cómo.
El capitalismo y la burguesía urbana se interesa por lo práctico, lo
concreto; esto favorece el desarrollo de la ciencia como medio de mejorar
la producción y dominar la naturaleza (tecnología, industria).
El hombre como medida de todas las cosas pasa a ocupar el centro.
La ciencia se preocupa por aspectos funcionales y mecánicos; abandono
de la metafísica.
Positivismo decimonónico frente a hermenéutica
Entendemos por positivismo un sistema de filosofía basado en la
experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales, en el
que la metafísica y la teología se consideran sistemas de conocimiento
imperfectos e inadecuados.
Comte (1798-1857), considerado el padre fundador del positivismo,
entendió esta idea como la posibilidad de diseñar una nueva ciencia capaz
de gobernar racionalmente el mundo.
Compte partía de los siguientes supuestos fundamentales. Primero, la
sociedad se concibe como similar a la naturaleza, de forma que su
funcionamiento puede conocerse descubriendo las leyes que la organizan.
Segundo, la aplicación del conocimiento científico sobre la sociedad
tenderá a la mejora de ésta, ya que, en última instancia, la ciencia
permitirá dominar la realidad, no solamente natural, sino humana.
Esta corriente positivista se caracteriza por los siguientes elementos
definidores:
El monismo metodológico: aunque los hechos sociales investigados se
consideren como diversos en su naturaleza, existe, según Comte, una
unidad de método homogénea doctrinalmente. Sólo existe un único
método para la verdadera explicación científica.
La explicación causal o Erklären como característica de la explicación
científica. Su punto de partida es la búsqueda de leyes generales
hipotéticas, que provenientes de la naturaleza permitan el establecimiento
de leyes generales que universalicen los acontecimientos individuales.
El interés dominador del conocimiento positivista. La búsqueda por
encontrar los mecanismos que organizaban la sociedad hizo que Comte
se planteara la constitución de lo que él dominaba física social.
Visto lo aportado por Augusto Comte, se hace evidente que desde el
mundo de las ciencias naturales podemos estudiar los fenómenos sociales
aplicando un enfoque positivo, es decir, científico. Desde este enfoque
evitamos la especulación.
Sin embargo, el debate con el positivismo no tardó mucho en estallar,
puesto que frente a esta filosofía se fragua en el ámbito alemán una
tendencia antipositivista denominada hermenéutica. Este nuevo
paradigma de aproximación a la realidad del hombre parte del supuesto de
que no todos los que trabajan en el campo de las ciencias sociales están
dispuestos a aceptar el predominio de las reglas de investigación comunes
a otras ciencias.
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Esta nueva visión del conocimiento científico defiende la tesis de que las
ciencias no convencionales o ciencias humanas, cuya índole es
interpretativa o hermenéutica, necesitan para su abordaje un método de
conocimiento propio y radicalmente distinto al conocimiento científico.
El racionalismo crítico frente a la teoría crítica
Racionalismo crítico y teoría crítica se articulan en el período que se
desarrolla entre las dos guerras mundiales.
Los defensores del positivismo lógico (propuesta de fusión entre lógica y
positivismo) hacían una lectura de la realidad en los siguientes términos:
La superación de la pseudociencia mediante el análisis lógico del
lenguaje. Bajo esta intención se busca alcanzar el concepto de la
absolutez en lugar de saber absoluto. Exactitud, precisión y formalización
son rasgos exigidos a todo enunciado con pretensiones científicas.
La comprobación y verificación empírica de todas las afirmaciones,
únicamente tendrá por verdadero y pleno sentido lo que expresa un
estado de cosas objetivo, lo cual equivale a decir, capaz de ser sometido a
observación directa y comprobación mediante experimentos.
Popper (1902-1994), representante máximo del racionalismo crítico, ataca
la pretensión de verificar empíricamente todo enunciado científico ya que
este inductivismo exacerbado conduce inevitablemente a la muerte de la
ciencia. Para Popper, su crítica al inductivismo, su afirmación de que la
observación siempre está impregnada de teoría y el establecimiento de un
nuevo criterio de demarcación científica (la falsabilidad), le han llevado a
ser uno de los primeros críticos influyentes del positivismo lógico en su
primera versión. Una de sus aportaciones fundamentales a la
consideración del avance de las ciencias es el denominado falsacionismo.
Sólo es científica aquella teoría que puede ser contrastada con la realidad
empírica, es decir que puede ser refutada o falseada.
Para Popper la ciencia no es nunca un sistema de enunciados ciertos e
irrevocablemente verdaderos, sino todo lo contrario. La ciencia nunca
alcanza la verdad, sino que se aproxima a ella proponiendo sistemas
hipotéticos complejos que permiten explicar más o menos fenómenos
empíricos.
Las teorías científicas nunca son categóricas, sino conjeturas. La función
de la empírica consiste en refutarlas, o en el mejor de los casos em
corroborarlas en un cierto grado, pero no en ratificar ni en confirmar las
teorías.
Surge así un nuevo criterio de demarcación entre ciencia y no ciencia: una
teoría es científica si puede ser falsada por medio de la experiencia o por
medio de su contradictoriedad interna.
La otra corriente de pensamiento que surge con fuerza en el período de
entreguerras es la denominada Teoría Crítica.
En la Teoría Crítica se imponen ciertas revisiones de la concepción
poperiana y del positivismo en general. Su premisa básica es que no se
puede atender la lógica de la ciencia prescindiendo del contexto
sociopolítico donde se asienta la ciencia.
Los argumentos de la Teoría Crítica frente al positivismo:
No se acepta la reducción de Popper a los problemas intelectuales,
epistemológicos, mentales, sino a problemas prácticos, reales. Dicho de
otra forma y para evitar confusiones: al principio de la ciencia no está el
problema mental, sino el problema real, es decir, la contradicción. Por
consiguiente, al comienzo de las ciencias sociales están las
contradicciones sociales.
El método científico es único, pero no se acepta el monismo metodológico
de Karl Popper. La crítica para Popper es confiar en la fuerza de la razón,
constituyendo así los hechos como criterio último de verdad. Para Adorno
la crítica que conlleva la observación de los datos particulares sin verlos
estructurados en la totalidad social, es superficial. Se impone una
metodología que imponga los datos de la realidad, pero que no olvide que
hay que ir más allá de lo que aparece para captar el fenómeno en su
objetividad.
El racionalismo crítico de Popper radica en el método científico de la
falsación. Adorno no rechaza esta premisa, pero defiende la tesis de que
las ciencias humanas y sociales tienen características que le confieren
una cierta peculiaridad. La objetividad se alcanza con método crítico, si la
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crítica no se convierte en crítica de la sociedad, sus conceptos no son
verdaderos.
La sustancia que distingue a la Teoría Crítica de otras teorías es el
marcado interés emancipador o como diría Horkheimer el interés por la
supresión de la injusticia social.
Características del conocimiento científico social
Lo objetivo y lo subjetivo
El objetivismo es producto de la herencia teórica que surge del positivismo
y que aplica a los hechos sociales la mecánica de los hechos naturales
sujetos a las leyes inmutables.
El subjetivismo nace de una percepción radicalmente distinta donde el
conocimiento de la acción social no puede ser comprendido en toda su
dimensión si no se conocen los aspectos motivacionales y subjetivos de
aquél que se convierte en su protagonista.
Para los objetivistas, el mundo social existe independientemente de la
apreciación que tengan del mismo los individuos.
Su aproximación a la realidad es cuantitativista, gustando de la aportación
de datos estadísticos y matemáticos que confirmen sus hipótesis de
partida. Aquéllos que apoyan las tesis objetivistas, suelen gustar del
seguimiento de las siguientes cinco premisas en sus procedimientos
investigativos:
Sus conclusiones suelen implicar siempre una abstracción.
Elaboran afirmaciones de carácter general.
Se valen de la observación empírica para apoyar sus afirmaciones.
Se ciñen a los hechos, no a los valores ni al deber ser.
Parten de la objetividad.
Durkheim profundiza en esta línea proponiendo un método de
aproximación empírica al conocimiento a través de la redacción de “Las
reglas del método sociológico”. En esta obra Durkheim propone considerar
los hechos sociales como cosas, evitando sistemáticamente todas las
prenociones.
Algunas críticas a este modelo de interpretación positiva del mundo han
venido a considerar la no consideración de la intencionalidad, la
subjetividad y las expectativas que caracterizan a cualquier acción social.
Con respecto a los subjetivistas, el sentido y el orden que se encuentra en
los objetos naturales y en la conducta de las personas no es otra cosa que
la creación de la mente. Se llega al conocimiento a través de la
experiencia personal, y no existen regularidades naturales o inherentes a
la conducta de la gente o a las cuestiones sociales. Esta lectura de
realidad fue iniciada por Max Weber, que tuvo la virtud de establecer una
diferencia entre los fenómenos de carácter empírico (objetivo) y aquéllos
otros que son el producto de la intencionalidad en el acto social que
caracteriza al hombre (subjetivo).
Hollis propone cuatro ejemplos que bajo su criterio no tienen paralelismo
en las ciencias físicas y quizás, escaso, en la biología:
Las acciones humanas tienen significado. Encarnan intenciones, expresan
emociones, se ejecutan por razones y son influenciadas por ideas acerca
de los valores.
Esa distinción entre el significado de una acción y lo que el actor significa
respecto de ella está relacionada con la distinción que existe entre lo que
las palabras significan y lo que las personas quieren significar con ellas.
A diferencia de los hábitos de los animales, las prácticas humanas están
empapadas de expectativas normativas. Encarnan ideas sobre que es
aquello a lo que uno tiene derecho a esperar de la gente, y se ven
reforzadas por el sentimiento de culpa y de vergüenza ante el reproche
por no estar a su altura. Suele haber una ética más general o un conjunto
de creencias religiosas que extienden el mundo visible al invisible mundo
de los valores, ideales y seres sagrados.
Aunque los animales pueden tener creencias, no tienen teorías sobre la
naturaleza de las cosas. Nosotros tenemos teorías sobre los seres
humanos influenciados por las ciencias sociales. El significado de muchas
acciones depende del modelo del mundo social que está en la mente de
los actores.
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Holismo e individualismo metodológico
El problema de individualismo y holismo en relación al objetivo de las
ciencias sociales no puede disociarse de la aproximación objetivista y
subjetivista tratada anteriormente. Compartimos la idea de que la
problemática en la elección del universo micro o macro social a estudiar
por el científico social supone un problema de elección epistemológica
fruto de un conjunto de preferencias, valores y habitus desarrollados por
aquél que pretende entender qué ocurre en una parcela concreta de la
acción social.
Los individualistas metodológicos sostienen que lo único existente son los
individuos. El holismo metodológico, sin embargo, plantea que el todo
social tiene primacía sobre el individuo, asumiendo que las propiedades
de los grupos y colectividades pueden ser explicadas por sí mismas al
margen de los individuos concretos que las componen.
Hollis en la “Filosofía de las ciencias sociales (1998)” establece un
interesante marco analítico para la aproximación individualista/holista.
El individualismo metodológico es la tesis según la cual las variables
explicativas o fundamentales de partida a la hora dar cuenta de la vida
social son las que tienen que ver con el comportamiento o la acción de los
individuos que componen una sociedad. El holismo metodológico sostiene
que hay que partir de agregados o variables sociales para explicar o
comprender tanto otras variables o agregados sociales, cuanto el
comportamiento mismo de los individuos. Para el individualismo
metodológico las preferencias y las creencias de los individuos estarían
dadas, algo que no podrían explicar las ciencias sociales, y que debería
explicar, tal vez, la psicología o la biología evolucionaria.
Un matriz importante para Hollis es que individualismo y holismo
metodológico gravitan en un debate ontológico.
Holismo marxiano. La percepción holística marxiana
Los individuos son marionetas controladas por la interacción de fuerzas y
relaciones de producción.
Las sociedades tienen una base real y una sobreestructura económica
sobre la que descansa una sobreestructura política y jurídica a la que
corresponden formas sociales de conciencia.
La creencia de que son los individuos los que construyen su futuro de
acuerdo al juego político parlamentario, oculta una distorsión que
enmascara la realidad y ayuda al funcionamiento de las fuerzas ocultas.
Las revoluciones son causadas por el conflicto existente entre fuerzas y
relaciones de producción en lo más profundo de la base real.
Las estructuras evolución independientemente de las acciones que ellas
mismas generan, siendo muy pocos actores conscientes de ellas.
El método utilizado para desentrañar las fuerzas que organizan el mundo
no puede ser el empírico, ya que éste se remite en última instancia y de
forma humilde a la prueba de la experiencia.
Tras la interpretación de las ideas aportadas por Marx estableceremos el
análisis de la percepción holística desde tres supuestos:
El ontológico: encarna la visión sustantiva que Marx tiene del mundo y su
funcionamiento. Los elementos que constituyen la base real de la
existencia se encuentran ocultos tras las formas jurídicas, políticas,
religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, subyace la ideología.
Todos esos elementos y relaciones ocultas se presentan como la realidad
del mundo social. Determinan la conciencia de los actores y,
presumiblemente, sus acciones. Dicha realidad pertenece al ámbito
independiente que explora la ciencia, externo a la conciencia y anterior a
las creencias que puedan formarse sobre él. A esta ontología que incluye
el mundo natural, se la denomina naturalista.
El metodológico: la alusión a las ciencias físicas y naturales deja claro que
Marx, al hacer hincapié en las condiciones materiales y en las fuerzas
productivas materiales, se compromete con un método científico unitario y
con una especial noción de explicación que sirve para todas las ciencias.
Subyace a esta idea, la de que el mundo concebido de tal forma necesita
de un método científico que compruebe la realidad, ausente o
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distorsionada, en la conciencia de los actores y que pueda conducir a
explicaciones causales. Este método, que se aproxima al modo de las
ciencias físicas y naturales, podemos llamarlo naturalista.
El epistemológico: si no es la conciencia la que determina la realidad, sino
la realidad la que determina la conciencia, ¿cómo podré conocer la
realidad del mundo social?, ¿cómo podrán los científicos sociales escapar
las formas ideológicas que distorsionan la mirada de los seres humanos?
A estas preguntas no cabe responder de acuerdo a las formas
tradicionales de obtención de conocimiento inductivo en el que la
observación permite construir fundamentos sobre el origen de las cosas,
sino que para dotar de explicación convincente a tales cuestiones
tendremos que aproximarnos con una herramienta epistemológicamente
distinta, en la que la conciencia y la acción humana se conviertan
prioritariamente en sujeto de estudio y atención de la ciencia.
La percepción individualista liberal de Mill
Los individualistas defienden la tesis de que la realidad social se
constituye de millones de decisiones aisladas que los individuos, como
agentes particulares, toman en función de sus intereses privados.
Desde este posicionamiento destaca John Stuart Mill. Las propuestas
básicas de la perspectiva son las tres siguientes:
Para Mill, la ciencia social debe fundarse en las leyes de la naturaleza del
hombre individual.
La definición de esas leyes capacitará al hombre para explicar y predecir
la historia de la sociedad.
Mill no participa de dinámica oculta alguna para justificar la conducta de
los hombres. Su lectura de la realidad se conforma con el establecimiento
de regularidades que conducen a la propia naturaleza humana como
origen de la acción social.
Los citados supuestos de Mill son:
El ontológico: a diferencia de Marx, la propuesta liberal de Mill no
considera la existencia de fuerzas antagónicas y relaciones económicas
basadas en alguna suerte de desequilibrio estructural. En su lugar, se
encuentran sólo los individuos, sus pasiones y acciones y la naturaleza
humana individual gobernada por las leyes de la mente y las de la
formación del carácter.
El metodológico: en este sentido, Marx y Mill comparten una idea básica,
esta es la adjudicación de la responsabilidad del hecho social a leyes
causales y al establecimiento de condiciones particulares en las que éstas
operan. Aunque Marx se inclina por una vía de acceso a planos más
profundos de explicación causal, los dos pensadores abrazan un
naturalismo que presupone una única lógica de explicación para todas las
ciencias. Sobre esta coincidencia naturalista volveremos más tarde,
cuando pongamos en evidencia que la causa final de la construcción
social descansa sobre fuerzas causales intangibles depositadas en la
naturaleza.
El epistemológico: desde el episteme que justifica el hecho social, Mill se
desplaza desde la acción hacia la estructura mientras que Marx transita
desde la estructura a la acción. De acuerdo a la tradición positivo-
empirista liberal (que como ya hemos comentado reproduce la mecánica
natural), la única vía de acceso al conocimiento social parte de la
observación, sin cuya sistematización no puede existir opción alguna de
conocimiento. Entendemos pues, que la epistemología individualista, ante
la evidencia del hecho social, se fundamentará en la construcción
inductiva mediante la observación del fenómeno empírico y la causalidad
lineal, estableciendo relaciones directas entre la génesis causal y el
fenómeno observado. El conocimiento, por tanto, es una cuestión de
experiencia.
Una única propuesta determinista
Ambos autores anteriormente expuestos coinciden en una idea
compartida, el determinismo filosófico. Podríamos definirlo como una
doctrina filosófica según la cual el universo físico responde exactamente a
un encadenamiento de causas y efectos. Conociendo todos los datos
seríamos capaces de predecir este comportamiento.
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Epistemología de la naturaleza vs epistemología de lo
social
La epistemología de la naturaleza se basa en la explicación de
determinados fenómenos físicos y naturales, mediante la ayuda de leyes
necesarias para su comprensión.
En este contexto epistemológico, dichas leches organizan a la perfección
un innumerable conjunto de procesos de entorno cotidiano que nos rodea.
Estas leyes tienen, según Mary Hesse, cinco características:
La experiencia es aceptable como objetiva, contrastable e independiente
de la explicación teórica.
Las teorías son construcciones artificiales o modelos que producen una
explicación en el sentido de una lógica hipotético-deductiva.
Las relaciones nomológicas son externas respecto a los objetos.
El lenguaje de la ciencia natural es exacto, formalizable y literal, además el
sentido es unívoco.
El sentido, en las ciencias naturales, está separado de los hechos.
La epistemología de lo social, por su parte, nos permite una forma de
aproximación más interpretativa, menos mecánica que la natural.
Ambas epistemologías son radicalmente diferentes. Los presupuestos
sociales tienen fundamentos filosóficos y motivacionales. La explicación
del comportamiento humano desde la mecánica natural se encuentra
descontextualizada.
La realidad no tiene una única naturaleza real, existe otra tan real como la
evidente. En la conducta humana lo real es también lo virtual. Hay que
entender sus representaciones simbólicas y subjetivas.
La naturaleza humana no es la cobertura orgánico-psicológica de cada
individuo, sino la dimensión social que representa en la colectividad a
través de las necesidades, expectativas y dificultades y sufrimientos que
padece.
Explicar y comprender
Explicar y comprender son dos conceptos íntimamente ligados a la
epistemología de la naturaleza y la epistemología de lo social, dado que
desde cada uno de estos dos paradigmas interpretativos los fenómenos
que pretendemos conocer adquieren una dimensión ontológica
radicalmente distinta (antagónica diríamos).
Esto nos lleva a pensar que en el camino entre el fenómeno y el
argumento que lo pretende explicar, se puede encontrar el predominio de
uno de estos dos puntos de vista. Este predominio se basa en la ideología
de cada persona.
La trampa positivista. Predecir y explicar
Francis Bacon defiende que sólo existen dos vías para conocer la verdad,
la primera desde los sentidos y lo particular hasta los axiomas más
generales. En esta vía la verdad se asume establecida e inamovible, tras
la cual se produce a descubrir los axiomas medios. En la otra vía los
axiomas van desde los sentidos y los particulares, pero mediante un
ascenso paulatino y constante que los hacen llegar a los axiomas más
generales. Esta es la verdadera vía, la que todavía no se ha ensayado.
La primera vía, desde los sentidos y los particulares hacia axiomas más
generales, nos aproxima al conjunto de explicaciones racionalistas,
deductivas y aristotélicas propias del siglo XVII que depositaba en Dios, y
en la naturaleza por él creada, un sistema perfecto que no demandaba ser
cuestionado por el hombre.
Tras la revolución científica y con el descubrimiento de nuevas leyes que
cambian por completo el paradigma estudiado hasta la fecha, Bacon
propone esta segunda vía de estudio. Esta ha sido la forma imperante
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hasta nuestros días, especialmente bajo el nombre de ciencia positiva. La
ciencia positiva aplica el método científico a los asuntos humanos,
concebidos como parte de un orden natural abierto a la investigación
objetiva.
La explicación inductiva
¿Por qué pensamos que el uso exclusivo del análisis positivo para lograr
un completo conocimiento de la acción social es considerado como una
trampa?
Desde la posición empirista, la lógica nos lleva de la deducción de unos
enunciados a partir de otros dados, estudiando qué sigue a qué sin
intentar dar una explicación y valoración de la lógica o razonamiento
deductivo.
De acuerdo a lo comentado, la forma de articular el conocimiento radica
en la explicación inductiva.
El caso aportado por Hollis podrá servirnos como ejemplo del
razonamiento inductivo utilizado en ciencias sociales. En el mismo se
plantea una pregunta sobre la conducta electoral del Sr. Rouget, la
pregunta es la siguiente: ¿por qué razón Rouget, 24 años, pelo rubio, ojos
pardos, obrero de una fábrica, vota al partido comunista?
Rouget es un joven obrero empleado en una gran fábrica, dentro de un
sistema social en el que la Iglesia desempeña un papel importante.
Los obreros jóvenes de las grandes fábricas votan a la izquierda con una
probabilidad del 0’60 al 0’70, y en aquellos sistemas en los que el papel de
la Iglesia es fuerte, los hombres votan a la izquierda más que las mujeres.
Es altamente probable (probabilidad del 0’80) que Rouget vote a un
partido de izquierda.
En este ejemplo podemos ver como lo particular (Rouget) es asignado a
varios grupos de frecuencia. Con todos estos datos y resultados podemos
llegar a la conclusión de que Rouget es predecible. Sin embargo, aun
conociendo esto aún nos quedan muchas preguntas sin respuestas.: ¿por
qué votan a la izquierda los obreros jóvenes? ¿qué significa votar a la
izquierda para Rouget?...
Dar una explicación al conjunto de preguntas anteriores nos confirma que
este sistema solo nos aporta datos estadísticos, los cuales no nos
permitirán saber cuáles son los motivos por los que Rouget vota al partido
comunista. En definitiva, predecir no es explicar.
Verstehen vs Erklären. Comprender
Se cree oportuno poner en evidencia la importante aportación de Max
Weber como uno de los primeros autores que se interesaron por introducir
en la cuestión social la difícil fusión entre ciencias del espíritu y ciencias de
la naturaleza.
En esta línea exploratoria de la subjetividad de la conducta humana,
Weber manifestó una importante inquietud por la ambigüedad de los
juicios de valor en el ámbito de las ciencias sociales. Desde la
preocupación por clarificar los aspectos derivados de la teoría y la
investigación, considera que el razonamiento positivo o naturalista
restringe el concepto de la ciencia a un tipo de explicación causal
semejante al de la física. Weber piensa que las acciones históricas,
sociales, culturales, humanas, si no se comprenden (Verstehen), no se
entenderán en absoluto. De esta idea surge la necesidad de construir un
método comprensivo en las ciencias humanas.
Para Weber la acción social es una conducta humana donde el sentido de
esta acción es dirigido a la conducta de otros.
Los elementos constituyentes de esta definición son los siguientes:
Existencia de un sentido subjetivo: Weber distingue entre sentido objetivo,
en como atiende a su existencia real en el objeto. El sentido subjetivo, por
su parte, es aquel que le atribuye un valor al acto realizado
independientemente de su relación con la realidad.
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El sentido de la conducta referido a otros: que exista un otros y que su
conducta sea conocida y valorada son elementos indispensables para la
acción social.
La orientación de la conducta: la conducta del yo se dispone y se
despliega en función de la conducta de los otros.
El sujeto de la acción: solo las personas individuales tienen tal propiedad,
no ve al individuo como una asociación de células (reduccionismo).
Los presupuestos axiológicos y cognoscitivos: la conducta hace referencia
a valores y fines, en el caso de Weber están referidas a los otros. Para
que exista relación social se presuponen sujetos individuales, iniciadores y
destinatarios de acciones sociales. La condición previa es la preexistencia
de un repertorio común de significadores que posibilítenla interacción.
El método de Weber
Con la intención de facilitar el acceso a la propuesta metodológica de
Weber basada en la búsqueda de la evidencia de la comprensión,
ponemos un esquema que servirá de guión a posteriores explicaciones y
presenta el siguiente desarrollo:
De acuerdo al esquema propuesto, Weber parte de la necesidad de
comprender la acción social (Verstehen) por medio de su interpretación,
siendo su interés último explicar (Erklären) causalmente su desarrollo.
Comprender interpretativamente para explicar causalmente.
Según Weber, este intento de acercamiento a la comprensión de la acción
humana, será útil cuando nos aproxime a las conductas cuyos motivos,
valores o fines nos resulten incompresibles, carezcamos de experiencia
y/o sensibilidad sobre las mismas, o incluso cuando las consideremos
como opuestas.
Weber utiliza la búsqueda de evidencia como fin último en el logro de
comprensión de la conducta humana.
Para Weber existen dos tipos de evidencias que proporcionan acceso a la
comprensión del fenómeno social, la endopática y la racional.
La evidencia endopática: hay evidencia endopática de la acción cuando se
revive plenamente la conexión de sentimientos que se vivió en ellas.
La evidencia racional: en el dominio de la acción es racionalmente
evidente, ante todo, lo que de su conexión de sentido se comprende
intelectualmente de un modo diáfano y exhaustivo.
Los tipos de ideales son elementos creados por Weber con el fin de
explicar su metodología, estos supuestos buscan conocer todas las
conexiones del sentido irracionales que se dan en la interacción humana y
que se ven como desviaciones.
Para Weber, primero se debían comprender los hechos para después
explicarlos.
Consenso y conflicto
Si pretendemos enfrentarnos al problema del orden y el cos en ciencias
sociales debemos partir de la búsqueda de respuesta a una serie de
preguntas básicas: ¿cómo se consigue la integración de los motivos de
muchos individuos en un sistema social estable?, y ¿cómo nos explicamos
de forma convincente que muchos individuos se cohesionaran gracias a
las instituciones sociales en aquellas unidades sociales llamadas
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sociedades? Las preguntas expuestas están relacionadas con la Cabe entender que la idea del consenso queda subsumida en la
preocupación básica sobre la organización político-social con la que el concepción de la sociedad como un todo armonioso, propia del organismo
hombre construye sus códigos de interacción. vivo, y vinculada a lecturas cientifistas y conservadoras.
Estas primeras respuestas al asunto de la cohesión social se dan en los Los planteamientos propios de la coacción son deudores de la iniciativa
siglos XVII y XVIII, de la mano de Hobbes y Rousseau. marxista que entiende el conflicto social como históricamente necesario
para el avance de un mundo plagado de contradicciones y lucha de
Homo homini lupus
intereses.
Hobbes pretende llegar a la cohesión social mediante el conflicto.
Tesis que soportan la teoría del consenso de la integración social:
La propuesta de Hobbes sobre cohesión social se basa en la coacción de
Toda sociedad es un sistema constante y estable de elementos.
uno o unos pocos que ejercen poder y que oprimen la libertad y
posibilidades del hombre (poder superior). Toda sociedad es un sistema equilibrado de elementos.
El Contrato Social Cada elemento dentro de la sociedad contribuye al funcionamiento de
ésta.
Rousseau cree que la sociedad y la cohesión social son el resultado de un
acuerdo de todos, de un consenso libre y universal. Su punto de partida es Cada sociedad se mantiene gracias al consenso de todos sus miembros
muy contrario al de Hobbes, ya que piensa que el hombre nace con unos acerca de determinados valores comunes.
instintos puros, ni buenos ni malos, y que estos lo ubican en un contexto
Tesis que soportan la teoría coactiva de la integración social:
adecuado y sin interés por lo material. Rousseau ve a la sociedad como la
causante de la corrupción del hombre. Toda sociedad y cada uno de sus elementos está sometido en todo tiempo
al cambio.
Tesis que soportan el consenso y el conflicto
Toda sociedad es un sistema de elementos contradictorios en sí y
Visto los puntos de vista sobre el conflicto y el consenso realizaremos un
explosivos.
último intento por definir estos dos importantes principios estructuradores
del mundo sobre los que descansan teorías sociales de muy alto alcance. Cada elemento dentro de la sociedad contribuye a su cambio.
Siguiendo a Ritzer:
Toda sociedad se mantiene gracias a la coacción que algunos de sus
Las teorías del consenso: consideran que las normas y los valores miembros ejercen sobre los otros.
comunes son fundamentales para la sociedad, presuponen que el orden
social se basa en un acuerdo tácito y que el cambio social se produce de
una manera lenta y ordenada.
Las teorías del conflicto: subrayan el dominio de unos grupos sociales
sobre otros, presuponen que el orden social se basa en la manipulación y
el control de los grupos dominantes y que el cambio social se produce
rápidamente y desordenadamente a medida que los grupos subordinados
vencen a los grupos dominantes.

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