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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

EPISTEMOLOGIA

TUTOR : EFRAIN FERNANDO SANTIS IRIARTE

ESTUDIANTES:

FANIA MARIA GIL

LUISA FERNANDA CARDONA HOYOS

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

SEDE LORICA CORDOBA

ADMINISTRACION DE LOS SERVICIOS DE LA SALUD

FACULTAD DE ENFERMERIA

2019
Informe Final de Investigación
1. Proyecto
1.1. Resumen

El trabajo colaborativo contextualizado es una metodología que permite sistematizar


y sintetizar las experiencias significativas realizadas en el campo de la investigación
en ciencias sociales. Desde la epistemología se ha querido encontrar sesgos de
cómo se origina el conocimiento en el hombre, teniendo en cuenta especulaciones
enraizadas en la lógica del conocimiento, pasando por la experimentación misma.
Por lo tanto, se ha procurado encontrar en la naturaleza misma las razones
suficientes que le permitan al hombre hacer un recorrido por teorías, paradigmas y
demás construcciones gnoseológicas hasta llegar al origen mismo del
conocimiento, teniendo en cuenta que el conocer no solo comprende la aprehensión
sino también las transformación de las representaciones mentales. El trabajo
contextualizado hace un resumen de las temáticas vistas en el área de
Epistemología a través de representaciones gráficas, tablas y cuadro sinóptico, que
permiten medir las habilidades de los estudiantes para la formulación de nuevas
ideas a partir de contenidos informativos.

1.2. Palabras Claves

Ciencia, Administración, Cualitativo, Cuantitativo, Holístico, Paradigma, Teoría,


Exploratorio, Rigurosidad.

1.3. Unidades Didácticas

Conceptualización de las Unidades Didácticas

Unos de los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos: elucidar en que
consiste el acto de conocer, cual es la esencia del conocimiento, cual es la relación
cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean. A pesar de que es una
operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo que sucede cuando conocemos
algo. La definición más sencilla nos dice que conocer consiste en obtener una
información acerca de un objeto. Conocer es conseguir un dato o una noticia sobre
algo. El conocimiento es esa noticia o información acerca de ése objeto.
La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. Para precisar su ubicación en
el todo que es la filosofía, es necesario que antes aparezca una definición esencial
de esta.

Una definición esencial de la filosofía se podría obtener atendiendo el significado de


la palabra. El termino filosofía deriva del griego y quiere decir amor a la sabiduría o,
lo que es lo mismo, deseo de saber, de conocer. Inmediatamente se nota que no se
puede de obtener de la filosofía una definición esencial, y, por lo tanto,
obligatoriamente se debe de emplear otro método.

Por ejemplo la definición de filosofía que presentan Platón y Aristóteles como ciencia
pura, es respectivamente la búsqueda de la virtud o de la felicidad.

Como dice Dilthey: Lo primero que debemos intentar es descubrir un objetivo común
contenido en todos aquellos sistemas a cuya vista se constituyen todos aquellos
sistemas de la filosofía".

Estos sistemas son los de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibnitz, Kant y Hegel
ya que en todos ellos hallaremos una inclinación en la universalidad, una orientación
en la totalidad objetiva por ejemplo: el ser, la esencia, el conocimiento.

En los principios de la edad moderna retomamos los caminos del concepto


Aristotélico (tiene como centro una ciencia universal del ser). Los sistemas de
Descartes, Spinoza y Leibnitz, presentan la misma orientación que caracteriza al
Estagirita, ya que todos tienden al conocimiento del mundo objetivo. Kant por el
contrario revive el estilo Platónico (procura elevar la vida, con todos sus conceptos
a la conciencia filosófica).

Es verdad que Kant en su primera manifestación surge como una teoría del
conocimiento o como base crítica del estudio científico. Pero no se detiene en el
ámbito teórico sino que avanza a formular la base crítica de todos los campos
conocibles. Al lado de la Crítica de la razón pura, se encuentra la Crítica de la razón
práctica, que aborda el tema de la valorización moral, y la Crítica del juicio, cuyo
objetivo son las investigaciones críticas de los valores estéticos. Así pues, en Kant
aparece la filosofía como una reflexión universal del pensamiento sobre sí mismo,
como una reflexión del hombre estudioso sobre los valores de su conducta.

La supresión de todos los principios materiales y objetivos, los cuales existen


indudablemente en Kant, de manera que la filosofía asume un carácter puramente
formal y metodológico. Ésta postura intelectual provoca una reacción que forja un
nuevo movimiento en el pensamiento filosófico, el cual vuelve a inclinarse a lo
material y objetivo, constituyendo una renovación del carácter aristotélico.

Éste breve repaso de toda la evolución histórica del pensamiento filosófico, nos
permite determinar otros dos elementos del concepto esencial de la filosofía. Al
primero se conoce con la expresión "concepción del yo"; al segundo se le llama
"concepción del universo". La filosofía es ambas cosas: una concepción del yo y
una concepción del universo.

En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos:

 El sujeto que conoce.


 El objeto conocido.
 La operación misma de conocer.
 El resultado obtenido que es la información recabada acerca del objeto.

Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una
información acerca del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el
objeto y la representación interna correspondiente, decimos que estamos en
posesión de una verdad.
El origen del conocimiento

Racionalismo.

Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa


principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un
conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez
universal. El planteamiento más antiguo del racionalismo aparece en Platón. El tiene
la íntima convicción de que el conocimiento verdadero debe distinguirse por la
posesión de las notas de la necesidad lógica y de la validez universal.

El empirismo.

Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único principio del


conocimiento, el empirismo (del griego Empereimía = experiencia) opone la
antítesis: la única causa del conocimiento humano es la experiencia. Según el
empirismo, no existe un patrimonio a priori de la razón. La conciencia cognoscente
no obtiene sus conceptos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia. El
espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento.

El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal,


mientras que el empirismo, se origina en los hechos concretos.

Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del


empirismo, según lo prueba su historia, frecuentemente vienen de las ciencias
naturales. Esto se entiende sin esfuerzo. La experiencia es el factor determinante
en las ciencias naturales.

En ellas, lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio de


una cuidadosa observación. El investigador depende totalmente de la experiencia.
Suelen distinguirse dos clases de experiencia: una interna y otra externa. El
fundamento de un conocimiento válido, no se encuentra en la experiencia, sino en
el pensamiento.

Apriorismo.
En la historia de la Filosofía existe también un segundo esfuerzo de intermediación
entre el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. El cual también considera que
la razón y la experiencia son a causa del conocimiento. Pero se diferencia del
intelectualismo porque establece una relación entre la razón y la experiencia, en
una dirección diametralmente opuesta a la de éste. En la tendencia de apriorismo,
se sostiene que nuestro conocimiento posee algunos elementos a priori que son
independientes de la experiencia. Esta afirmación también pertenece al
racionalismo. Si relacionáramos el intelectualismo y el apriorismo con los dos
extremos contrarios entre los cuales pretenden mediar, inmediatamente
descubriríamos que el intelectualismo tiene afinidad con el empirismo, mientras que
el apriorismo, se acerca al racionalismo. El intelectualismo forma sus conceptos de
la experiencia; el apriorismo rechaza tal conclusión y establece que el factor
cognoscitivo procede de la razón y no de la experiencia.

El conocimiento científico

Mientras que la epistemología ha sido entendida tradicionalmente como una teoría


del conocimiento en general, en el siglo XX los filósofos se interesaron
principalmente por construir una teoría del conocimiento científico, suponiendo que
si se lograra disponer de teoría adecuadas que explicaran los mecanismos de un
conocimiento de este tipo, podrían avanzar considerablemente por la misma vía en
la solución de problemas gnoseológicos (doctrinas filosófica y religiosa que
pretendía tener un conocimiento misterioso e instintivo de las cosas divinas) más
generales.

La elaboración de una epistemología de este tipo constituyó la tarea abordada


especialmente por los autores del Círculo de Viena, que fueron el germen de todo
movimiento del empirismo o positivismo lógico. Para éstos filósofos se trataba de
conseguir un sistema unitario de saber y conocimiento, lo que requería la unificación
del lenguaje y la metodología de las distintas ciencias. Este lenguaje debería ser
insersubjetivo - lo que exigía la utilización de formalismos y de una semántica
común- y universal, es decir, cualquier proposición debía poder traducirse a él.
Lo único que puede hacerse es formular la hipótesis de la existencia de una realidad
independiente de nuestra experiencia e indicar criterios para su contrastación en la
medida en que una afirmación de existencia implica determinados enunciados
perceptivos. No hay ninguna posibilidad de decisión respecto a una realidad o
idealidad absolutas. Ello sería, en palabras de Carnap, un seudo-problema. Todas
las formas epistemológicas de la tradición filosófica inspiradas en posiciones
metafísicas - el idealismo y el realismo filosófico, el fenomenalismo, el solipsismo,
etc.- caerían, así, fuera del ámbito del conocimiento empírico, ya que buscarían
responder a una pregunta imposible.

Epistemología en el siglo xx

A principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a fondo y


sutiles matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas escuelas de
pensamiento rivales. Se prestó especial atención a la relación entre el acto de
percibir algo, el objeto percibido de una forma directa y la cosa que se puede decir
que se conoce como resultado de la propia percepción. Los autores
fenomenológicos afirmaron que los objetos de conocimiento son los mismos que los
objetos percibidos. Los neorrealistas sostuvieron que se tienen percepciones
directas de los objetos físicos o partes de los objetos físicos en vez de los estados
mentales personales de cada uno. Los realistas críticos adoptaron una posición
intermedia, manteniendo que aunque se perciben sólo datos sensoriales, como los
colores y los sonidos, éstos representan objetos físicos sobre los cuales aportan
conocimiento.

Un método para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto de


conocer y el objeto conocido fue elaborado por el filósofo alemán Edmund Husserl.
Perfiló un procedimiento elaborado, al que llamó fenomenología, por medio del cual
se puede distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno piensa que son en
realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases conceptuales
del conocimiento.

Durante el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos escuelas de pensamiento,


ambas deudoras del filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Por una parte, la
escuela del empirismo o positivismo lógico, tuvo su origen en Viena, Austria, pero
pronto se extendió por todo el mundo. Los empiristas lógicos hicieron hincapié en
que sólo hay una clase de conocimiento: el conocimiento científico; que cualquier
conocimiento válido tiene que ser verificable en la experiencia; y, por lo tanto, que
mucho de lo que había sido dado por bueno por la filosofía no era ni verdadero ni
falso, sino carente de sentido. A la postre, siguiendo a Hume y a Kant, se tenía que
establecer una clara distinción entre enunciados analíticos y sintéticos. El llamado
criterio de verificabilidad del significado ha sufrido cambios como consecuencia de
las discusiones entre los propios empiristas lógicos, así como entre sus críticos,
pero no ha sido descartado.

La última de estas recientes escuelas de pensamiento, englobadas en el campo del


análisis lingüístico (véase Filosofía analítica) o en la filosofía del lenguaje corriente,
parece romper con la epistemología tradicional. Los analistas lingüísticos se han
propuesto estudiar el modo real en que se usan los términos epistemológicos claves
—términos como conocimiento, percepción y probabilidad— y formular reglas
definitivas para su uso con objeto de evitar confusiones verbales. El filósofo británico
John Langshaw Austin afirmó, por ejemplo, que decir que un enunciado es
verdadero no añade nada al enunciado excepto una promesa por parte del que
habla o escribe. Austin no considera la verdad como una cualidad o propiedad de
los enunciados o elocuciones.

Epistemología y métodos de las ciencias sociales

La reflexión sobre la sociedad fue una actividad de los filósofos en la Antigüedad,


en el Renacimiento y en los siglos XVII y XVIII, quienes propusieron diversas formas
de organización social para la convivencia humana, unas utópicas y otras realistas,
pero siempre producto de su imaginación, sus valores, su filosofía o sus
aspiraciones personales y no del conocimiento de la realidad social. La sociología,
como expresamos anteriormente, fue fundada por Comte en la primera mitad del
siglo XIX, y desde esa época hasta la actualidad ha continuado su desarrollo
siguiendo la línea del positivismo y el método empírico-cuantitativo.
A mediados del siglo pasado Marx y Engels proponen un enfoque nuevo y
totalmente diferente al de la filosofía positivista para el estudio de la sociedad: es el
materialismo histórico, que se origina en la filosofía del materialismo dialéctico -a la
que nos hemos referido más arriba-, la cual es a la vez una teoría del conocimiento
y un método de investigación para todas las ciencias. El materialismo histórico es la
teoría científica del desarrollo de la sociedad y el método de investigación para las
ciencias sociales. Esta teoría "versa sobre la sociedad y su desarrollo, sobre la vida
social en su conjunto, en su totalidad, los nexos internos y la acción mutua de sus
aspectos, relaciones y procesos. La piedra angular de la ciencia social marxista es
el concepto formulado por Marx de formación económico-social". Ambas
concepciones tuvieron enormes repercusiones sociopolíticas en el siglo XX.

Otra posición que difiere del positivismo es la ya mencionada de Dilthey, cuyo


seguidor Weber crea, a principios del siglo, la sociología comprensiva que sienta las
bases del paradigma cualitativo-interpretativo que en los años recientes está
originando un cambio en los métodos de investigación social. El siglo XX es el siglo
de las ciencias sociales (que comprenden las ciencias humanas). Se desenvuelven
particularmente después de la primera Guerra Mundial, la sociología, la psicología
social, la etnología, la antropología social, la historia, la geografía, la demografía, la
economía, la ciencia política, la comunicación, la lingüística, la educación y la
administración. Todas estas disciplinas se desarrollan aún más después de la
segunda Guerra de 1939-1945, tanto en lo teórico como en la investigación. En las
ciencias naturales ningún científico o filósofo pone en duda la relación entre la teoría
y la investigación, ambas están estrechamente vinculadas, se condicionan y
enriquecen mutuamente, participando en el progreso científico. Pero en las ciencias
sociales, nos dice Selltiz (1965), "existen pocas teorías que puedan ser eficazmente
utilizadas para explicación y predicción", y añade, "la investigación tiene con más
frecuencia la función de contribuir al desarrollo de la teoría que a su comprobación".
Por su parte, Grawitz (1980) afirma:...en ciencias sociales, ya sea geografía
humana, ciencia política o sociología, vivíamos todavía hasta hace poco tiempo,
casi por completo, de acuerdo con la antigua modalidad de reflexión teórica, surgida
de una enseñanza abstracta y muy alejada de la investigación concreta...y más
adelante agrega que hoy la situación es distinta, "pues teoría e investigación son
necesarias a las ciencias sociales como a todas las ciencias".

Pero el problema de la relación teoría-investigación ya no estriba en la aceptación


de ésta, sino, por una parte, en que el método de investigación cuantitativo-
explicativo, por su propio carácter, no proporciona los elementos suficientes para el
desarrollo o comprobación de la teoría, debido a que no facilita la comprensión de
los fenómenos sociales y, por otra parte, a que con dicho método no se pueden
investigar muchos procesos de gran complejidad o con características particulares.

Las ciencias sociales que requieren de la cuantificación en aspectos importantes


son: la demografía, la economía y la geografía; otras la requieren sólo a niveles
macro, como la educación y la administración (para la planificación). Las que
estudian básicamente relaciones sociales humanas, como la sociología, la
etnología, la psicología social, la historia, y la educación y la administración a niveles
micro, necesitan principalmente de métodos cualitativos y poco de los cuantitativos.

El paradigma positivista dominante en las ciencias sociales, y su metodología


cuantitativa, tuvieron una gran difusión en todos los países, a través de los textos
generales de metodología de investigación social publicados entre 1960 y 1975 y
traducidos a diversos idiomas. Estos presentan un modelo común, con pocas
variantes, indicando unos pasos y unas técnicas a seguir, lo que ha producido en
gran número de investigadores sociales una actitud de aceptación acrítica,
desarrollando el modelo como una receta.

El contenido de este trabajo nos puede ser útil, como expresamos al principio, para
orientar nuestra actividad de investigación sobre la formación de administradores;
nos proporciona información para discutir la posición epistemológica que
adoptemos en nuestros estudios, para reflexionar y asumir una actitud pluri-
metodológica; nos obligará a profundizar en el aspecto metodológico, analizando
las experiencias obtenidas, aportando nuestra propia experiencia.

La investigación sobre la formación de administradores pone en evidencia la


situación actual en este campo, los paradigmas que la sustentan, los métodos que
se emplean, los recursos que se proporcionan, los problemas que enfrenta, los
resultados que se obtienen y las perspectivas de su desarrollo.

Nuestra actividad será una contribución a estos estudios que, sin duda, son útiles
para mejorar la calidad de la educación y alcanzar la tan deseada "excelencia
académica". Por otra parte, espero que este trabajo, sumamente breve, nos
estimule para ampliar nuestros conocimientos sobre la epistemología de las ciencias
naturales y de las ciencias sociales y para contribuir a la construcción de la
epistemología de las ciencias de la educación.

La investigación en las ciencias administrativas realizada con una metodología


interpretativa y con una metodología crítica nos facilita el conocimiento de la realidad
de las instituciones educativas y de la vida en las aulas escolares, para esforzarnos
por su transformación en beneficio de la convivencia humana, de la acción educativa
y del desarrollo de los estudiantes.

Cualitativo

 Basado en el paradigma de investigación interpretativo o hermenéutico.


 Interesado en comprender la conducta humana desde el propio marco de
referencia de quien actúa.
 Observación naturalista y sin control estricto.
 Rigurosidad.
 Subjetivo.
 Valores explícitos.
 Fundamentado en la realidad, orientado a los descubrimientos, exploratorio,
expansionista, descriptivo e inductivo.
 Orientado al estudio del proceso.
 Válido: datos reales, ricos y profundos.
 Estudios de casos aislados, con tendencia a la generalización.
 Acepta la cuantificación sencilla cuando es posible.
 Holista.
 Histórico.
 Considera el contexto.

Cuantitativo.

 Basado en el paradigma positivista.


 Busca los hechos o causas de los fenómenos sociales, prestando escasa
atención a los estados subjetivos de los individuos.
 Medición penetrante y controlada. Rigurosidad.
 Objetivo. Excluye los valores.. No fundamentado en la realidad, orientado a
la comprobación, reduccionista, inferencia e hipotético-deductivo.
 Orientado a los resultados.
 Fiable: datos sólidos y repetibles.
 Generalizable: estudios de casos múltiples, con elaboración estadística.
 Particularista.
 Fragmentador.
 Ahistórico.
1.4. Mapa Conceptual Unidades Temáticas

1.5. Conclusiones

Se puede afirmar que día a día en el transitar cotidiano, los individuos se identifican
con el mundo que los rodea, lo que los hace consciente de la realidad. Este proceso
es lo que puede ser llamado conocer, cuando es estructurado y planificado, se está
en presencia de un conocimiento científico. Sin embargo, a diferencia de otros tipos
de conocimiento, como el no científico y el general, éste no tiene sustento en sí
mismo, depende de otro discurso que lo legitime: un paradigma, una epistemología.

Bibliografía

Alvira, Francisco, “La perspectiva cualitativa y cuantitativa en las investigaciones


sociales,” en Revista estudios de psicología, No. 11, España, 1982, pp. 34-39.
Disponible en:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/busquedadoc?t=la+perspectiva+cualitativa+y
+cuantitativa+en+las+investigaciones+sociales+&db=1&td=todo. Fecha consulta:
23/10/2018.

Belaval, Ivonne. (Directora). Historia de la filosofía. Racionalismo, empirismo,


Ilustración. Volumen 6. Trads. Isidro Gómez, Sanz y Velazco. México, D.F. Siglo
XXI, Editores. 2007.

Cabrero, Julio y Miguel Martínez, “El debate investigación cualitativa frente a


investigación cuantitativa,” en Enfermería clínica. Vol. 6, No. 5, 1996. España, pp.
212-217. Disponible en:

http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Biblioteca/Biblioteca/bibliotecavirtual/in
vestigacionaccion/bloque1/DebateCualitaCuantita.pdf. Fecha de consulta:
23/09/2013.

Descartes, René. Discurso del método. Madrid, España. EDAF. 2011.


Editorial Limusa. 2001.

Dilthey, Wilhelm. Teoría de las concepciones del mundo. Trad. Julián Marías.
México, D.F. Alianza y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1990.

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