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NOMBRE: Jair Alexander Tayo Reyes

CURSO: Quinto Básica “A”


COMPORTAMIENTO ENTRE NIÑOS
Cada niño, padre y situación es un caso único, no existe una técnica concreta para
mejorar los problemas de comportamiento de los más pequeños; lo que puede funcionar
con un niño puede no aportar nada a otro. En la gran mayoría de los casos se trata de
comportamientos normales para un nivel madurativo y edad, los menores de 3 años son
impacientes, juguetones, deseosos de explorar el mundo que les rodea.
Necesitan límites, pero se pasan el día desafiándolos, para ver hasta dónde llegamos.
Una situación estresante al que suele provocan un mal comportamiento en los niños,
hambre o sueño son los situaciones que más se repiten. Los niños que están expuestos a
tensión y peleas entre sus padres o entre sus padres y niños mayores frecuentemente se
sienten confundidos y asustados, lo que algunas veces provoca que se comporten mal.
Si queremos conseguir que un niño se porte bien debemos utilizar una serie de técnicas,
como sería mantener un buen vínculo afectivo con los
progenitores, dedicando tiempo suficiente a estar juntos, a jugar con ellos, prestar
atención a sus actuaciones y ejercer el control sobre ellas cuando sea necesario son
algunas de las pautas para corregir los problemas de conducta en el niño.
La atención que un niño recibe de los adultos juega un papel primordial en el control de
la conducta de los pequeños. Tan importante es prestarle la suficiente atención cuando
se comporta de forma adecuada, y halagarle por ello, como retirársela cuando el
comportamiento sea negativo. El ejemplo y la constancia son los pilares fundamentales
para modificar cualquier conducta que consideremos negativa. Si desistimos ante el
primer imprevisto nunca conseguiremos modificar estas conductas
Los niños con problemas de conducta suelen tener varias conductas negativas al mismo
tiempo, por un continuado tiempo durante el cual los padres practican toda una serie de
habilidades poco adecuadas para mejorar la situación. Adicionalmente estos niños
tienen un temperamento difícil, pueden tener pequeños problemas neurológicos, se
mueven en ambientes deficitarios, en su familia hay problemas, ocasionando todo esto
un apego inseguro.
Los niños agresivos suelen ser psicóticos, no muestran empatía hacia sus iguales, y esto
complica aún más todo, puesto que las técnicas utilizadas serán escasas en el tiempo
para conseguir que esto no ocurra.
Muchos niños modifican su conducta al escolarizarlos, puesto que el contacto con sus
iguales les facilita una comunicación que no con todo el mundo pueden tener, digamos
que entre niños “hablan su idioma”. Es por ello que estas conductas se deben vigilar e
intentar modificarlas, pero cuando estemos seguros de que eso es lo que ocurre. Una
mala orientación en una edad tan
temprana puede acarrear problemas de
conducta en la adolescencia, y eso es
algo más difícil de modificar.

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