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Tratamiento para niños con Trastorno Negativista

Desafiante (TND)
por Camila Cisternas | jul, 2023 | Estrés, Familia, Infantil y Adolescentes.

Intentaremos hacer de las faltas…

‘’Virtudes ‘’

El ser humano tiene la necesidad básica de encontrar una identidad. En parte,


la intensidad de cada una de esas necesidades está determinada
genéticamente.
Unos tenemos una alta necesidad de amor-pertenencia, otros de logro-
poder y otros de libertad-autonomía. Estos perfiles específicos de
personalidad han de tenerse en cuenta a la hora de establecer las relaciones
con los demás y con nuestros hijos/as.
Los padres no solo somos proveedores de necesidades básicas como
alimento, cobijo…(hay algunos/as que con esto ya sacan pecho). Somos
también agentes esenciales de socialización, enseñando mediante castigos
y/o consecuencias negativas a ser buenos etica- moralmente y respetuosos
con las normas/leyes; sino que, así mismo, tenemos que ser buenos
observadores/investigadores, prestando gran atención a las necesidades
temperamentales únicas de nuestros hijos/as. Nadie dijo que fuera fácil.

Aquí les dejo algunas pautas para dar órdenes a tus hijos de manera
eficaz:

Vamos a explicar uno de los tratamientos usados para el trastorno negativista


desafiante, un trastorno del comportamiento común y muy conocido. Este
tratamiento tiene muchas similitudes con otros de la misma orientación y es
fácilmente aplicable con el apoyo, al principio del tratamiento, de un
especialista habilitado.
El tratamiento parte de la idea de que la mala conducta, es la consecuencia
de prácticas parentales inadecuadas (inconsistentes y no contingentes). Hay
otras variables que influyen, por supuesto, pero digamos que ésta, es la que en
este tratamiento considera el foco principal a tener en cuenta y a trabajar.
El niño ha aprendido que la conducta oposicionista, desafiante y
desobediente, le resulta muy eficaz para manipular a los padres o adultos
cuidadores, con el fin de éstos capitulen o sucumban ante sus deseos.

Con los niños, dado que aún están desarrollándose cognitivamente, es decir,
sus cerebros aún no están maduros, no podemos trabajar como quisiéramos,
es decir, con sus pensamientos, con lo que no nos queda más remedio
que trabajar y hacer hincapié, en las situaciones que anteceden a la conducta
que queremos corregir, en el cuadro, la A y con las consecuencias que se
derivan de la conducta del niño, en el cuadro la C.

Estos procedimientos, tratamientos, han sido de los más frecuentemente


usados en niños con negativismo desafiante, o sea, niños que se oponen a
todo, que te desafían, que son desobedientes…(en otros artículos se desarrolla
bien el trastorno (TND) pero las reglas y pautas que aquí se recomiendan, son
de aplicación para niños que aún sin desarrollar el trastorno, presentan las
conductas inapropiadas que comentamos). Se trabaja la intervención o
tratamiento con los padres mediante unas pautas muy estructuradas y
sistematizadas.
Se pretende mejorar:

 La conducta de los niños. La conducta desobediente.

 Las relaciones sociales con su entorno. Cómo se relaciona el


niño con los demás.

 La adaptación general en casa. Cómo se comporta en casa.


Todo lo anterior conlleva la adaptación de determinados principios.
Se intenta conseguir que el niño adquiera un abanico de conductas positivas y
adaptadas que le ayuden a alcanzar el éxito en el colegio y en sus relaciones
sociales. Las estrategias están diseñadas para que con el
tratamiento solucionemos :

1. Reducir la terquedad.
2. El comportamiento oposicionista. Es decir, que sea obediente y
no se oponga a todo lo que se le dice.
3. Aumentar las conductas de colaboración.

El tratamiento se sustenta en la suposición de que las conductas positivas


tenderán a incrementarse si el niño recibe un premio o un
reconocimiento por ellas, en tanto que las conductas negativas tenderán a
extinguirse si son ignoradas o reciben consecuencias negativas.
Barkley psicólogo afamado, introduce como pieza clave la colaboración y
esfuerzo de los padres.

Los métodos utilizados para modificar la conducta son los siguientes:


 Definir un listado de conductas a cumplir.
 Establecer un listado de premios y castigos.
 Usar la técnica de la Economía de Fichas.

Es importante monitorizar el tratamiento, es decir, hacer un seguimiento, de


la eficacia de las intervenciones con los padres. Se puede usar una gráfica con
la que es muy fácil controlar las conductas desobedientes que se producen
diariamente.
Los conceptos generales a trabajar son:

¿Cómo enseñar al niño/a desobediente que las conductas tienen sus


consecuencias?

1- Las consecuencias deben ser inmediatas, es decir, al hacer una


conducta inadecuada inmediatamente se le corrige.
- No esperar que repita una mala conducta para dar una respuesta a ella.
- Atender a las conductas positivas para dar un refuerzo inmediato.
- Cuanto más inmediata sea la consecuencia de una conducta, más eficacia
tendrá como intervención que favorece el control.

2- Las consecuencias deben ser específicas. El premio o castigo


constructivo, debe ser concreto y proporcionado a la conducta de
desobediencia.
-Tanto en premio como el castigo deben estar dirigidos a una conducta
específica, nunca a aspectos generales.
-El castigo debe ser proporcionado a la transgresión, no al grado de
impaciencia o frustración que haya generado en los padres.

3- Las consecuencias deben ser constantes.


-Independientemente del entorno, la consecuencia debe ser la misma.
-Si una conducta se ha considerado intolerable un día, también debe recibir la
misma consideración otro día.
-Tanto el padre como la madre deben dar la misma respuesta.

4- Establecer un programa de incentivos (premios o alabanzas) antes de


utilizar los castigos. Los castigos deben reservarse para casos muy
limitados ya que traen implicaciones emocionales.
5- Planificar previamente la actuación ante posibles malas conductas. Ya
conocemos a nuestro hijo y sabemos cómo se comporta ante
determinadas situaciones.
-Anticipar, analizar y, si es posible, prevenir.

6- Reconocer y aceptar que las interacciones dentro de la familia son


recíprocas. La conducta de los padres está muy influenciada por la
conducta del niño y viceversa. Es poco productivo atribuir culpas.
-Tener en cuenta que los hijos tienen de modelos mayormente a sus padres y
no podemos exigirles que no hagan comportamientos que son comunes en
casa.
En las sesiones de este programa de tratamiento se hace hincapié en:

Las 8 estrategias que tenemos que usar con los niños que nos
desafían:

1. Aprender a prestar atención positiva a los hijos. Fijarnos


también en las conductas que hacen bien y alabárselas.

2. Usar el poder de su atención para conseguir que obedezcan.


Los niños son muy curiosos y a lo sorprendente y desconocido
prestan mucha atención.
3. Dar órdenes de forma eficaz. Es muy importante saber dar
órdenes. (en otro artículo encontrarás las pautas de cómo dar
órdenes de forma efectiva).
4. Enseñar al menor a no interrumpir actividades. Las
actividades tienen un comienzo, un descanso y un final. Esto les
tiene que quedar claro.
5. Establecer en casa un sistema de economía de fichas para las
recompensas.
6. Aprender a castigar el mal comportamiento de forma
constructiva. Limitar el castigo a casos donde haya que actuar
con rapidez porque el niño corra peligro o pueda lesionarse.
7. Ampliar el uso del tiempo fuera de todo reforzamiento o silla de
pensar.
8. Aprender a controlar a un hijo en lugares públicos. Aprender
a controlar las pataletas.

BIBLIOGRAFIA:
Adaptado de La Revista de Neurología (2006).Trastornos del Neurodesarrollo: Programa Defiant
Children ( Barkley), 1999.

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