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1. LA PRIMERA INFANCIA
2. ESTIMULACIÓN TEMPRANA
3. NUTRICIÓN
4. TECNOLOGÍA
1. LA PRIMERA INFANCIA
Marco de referencia
La importancia de la atención infantil es tan relevante a nivel internacional que se han
generado diferentes documentos de carácter vinculante para muchos países. El Salvador ha
adoptado estas legislaciones que obligan a la toma de acciones en función del desarrollo
integral infantil. Algunos de estos tratados internacionales se centran en derechos
universales generales, mientras que otros enfatizan en los derechos de la población infantil.
La Declaración de los Derechos del Niño, que data de 1924, establece la necesidad de
brindar los medios necesarios para el desarrollo normal de la niñez, pues “por su falta de
madurez física y mental [de la niñez] necesita protección y cuidados especiales, incluso la
debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento”. El artículo 23 expresa
que los Estados reconocen que el niño y la niña deberán disfrutar una vida plena y decente
en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a ser autónomo y faciliten su
participación activa en la comunidad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada y proclamada por la
Asamblea General de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. En su artículo 1 se
establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que,
dotados de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. En
el artículo 22 se establece que toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a
la seguridad social y a obtener, mediante esfuerzos de carácter nacional e internacional a
través de la organización y del Estado, la satisfacción de sus derechos económicos, sociales
y culturales, que son indispensables a su dignidad y libre desarrollo personal.
En el segundo inciso del artículo 25 queda establecido que el periodo de la maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales, que todas las niñas y niños
nacidos dentro o fuera del matrimonio tienen derecho a igual protección social. El inciso
segundo del artículo 26 determina que la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de
la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales proclamado por la onu
entró en vigencia el 21 de junio de 1967 y fue ratificado por El Salvador el 23 de noviembre
de 1979. En su artículo 12 se reconoce que todas las personas tienen derecho al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental, para lo cual los Estados adoptarán medidas
que reduzcan la mortinatalidad y la mortalidad infantil, así como otras que favorezcan el sano
desarrollo de las niñas y los niños.
La Convención Sobre los Derechos del Niño es un documento normativo vinculante de
carácter internacional ratificado por la Asamblea Legislativa de El Salvador, con lo que se
convierte en Ley de la República de El Salvador. La Convención fue adoptada por la
Asamblea General de la onu el 20 de noviembre de 1989, la cual fue firmada y ratificada por
nuestro país el 26 de enero y el 27 de abril, respectivamente. Su contenido reconoce los
derechos civiles, económicos, sociales y culturales que requiere la niñez para su
supervivencia y desarrollo integral, a la vez que obliga jurídicamente a nuestro país a
promover, respetar y garantizar todos estos derechos bajo cualquier circunstancia y sin hacer
distinciones de ningún tipo. La Convención define que la vida de las niñas y los niños
comienza en completa dependencia de las personas adultas responsables y de toda la
sociedad, pues son especialmente vulnerables a condiciones inadecuadas de vida como la
pobreza, la atención deficiente de salud, la desnutrición y la contaminación del medio
ambiente, que, entre otras situaciones de su contexto, ponen en riesgo su desarrollo integral
en los aspectos físico-biológico, mental y emocional.
Con la Convención se pone en claro que las medidas tomadas por los Gobiernos o la falta de
ellas afectan principalmente a la niñez respecto a otros grupos de la sociedad y que los
costos para una sociedad que no atiende adecuadamente a su población infantil son
enormes.
La Convención reconoce además que “el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y
comprensión […], y debe estar plenamente preparado para una vida independiente en
sociedad y ser educado en el espíritu de los ideales proclamados en la Carta de las
Naciones Unidas y, en particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad,
igualdad y solidaridad”. La Declaración Mundial de Educación para Todos (EPT) y el Marco
de Acción para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje fueron aprobados por la
Conferencia Mundial sobre Educación para Todos en Jomtien, Tailandia, celebrada del 5 al 9
de marzo de 1990. En su artículo 5 se expresa la necesidad de ampliar los medios y el
alcance de la educación básica, incluyendo a la educación inicial en la infancia, a través de
medidas destinadas a la familia, la comunidad o las instituciones, dependiendo de la
conveniencia y de las posibilidades que el contexto permita.
La Política Nacional de Educación y Desarrollo Integral para la Primera Infancia comparte su
visión de la niñez respecto a la adoptada por la Convención, enfatizando su contenido en la
primera infancia y reconociendo en las niñas y niños a sujetos con derecho a cuidados,
atención y asistencia especiales, que en la medida en que vayan logrando su desarrollo
puedan asumir sus responsabilidades ante la construcción de la sociedad, no seres humanos
pasivos o inhabilitados, sino como un sector de población con derecho a cuidados, atención
y asistencia especiales; y que en la medida vayan logrando su desarrollo puedan asumir sus
responsabilidades ante la construcción de la sociedad.
Por otra parte, el Foro Mundial sobre la Educación fue celebrado en Dakar, Senegal, del 26
al 28 de abril de 2000. Dentro de los desafíos asumidos en el Marco de Acción regional se
encuentra el de incrementar la inversión social en la primera infancia, aumentarel acceso a
programas de desarrollo infantil y mejorar la cobertura de la educación inicial. Sobre ello, se
estableció el compromiso de reconocer la importancia del cuidado y desarrollo integral de las
niñas y los niños en su primera infancia, lo cual debe lograrse mediante la garantía de los
derechos de la ciudadanía desde el nacimiento, en virtud de la articulación de las
instituciones que brindan atención en salud, nutrición, educación y bienestar familiar por
medio de programas de atención dirigidos a las familias y la comunidad.
Los países se comprometieron a aumentar la inversión de recursos y el acceso a programas
de desarrollo integral de las niñas y niños menores de cuatro años de vida, centrando los
esfuerzos en las familias, sobre todo en aquellas más vulnerables. Asimismo se
comprometieron a incrementar la atención educativa inicial a partir de los cuatro años de vida
y a mejorar la calidad de los programas de desarrollo integral y educación de la primera
infancia, fortaleciendo los sistemas de capacitación y acompañamiento a todos los agentes
que entran en contacto con la atención infantil , así como el monitoreo y evaluación de la
atención y programas dirigidos a la primera infancia, aprovechando las tecnologías y los
medios de comunicación pertinentes para llegar hasta aquellas familias que no logren
acceder a programas institucionalizados. La familia debe ser vinculada en todo el proceso de
desarrollo integral infantil, sobre todo a través de la participación de padres y madres. La
Declaración del Milenio, proclamada por Jefes de Estado y de Gobierno en septiembre del
año 2000, contiene explícitamente dentro de sus valores y principios la responsabilidad
colectiva de respetar y defender los principios de la dignidad humana, la igualdad y la
equidad en el plano mundial, dando principal atención a los habitantes más vulnerables,
sobre todo a las niñas y los niños del mundo, pues a ellos “pertenece el futuro” y el presente.
Uno de los valores fundamentales que se toman en cuenta es el derecho de hombres y
mujeres a vivir su vida y criar a sus hijos con dignidad y libres del hambre y del temor a la
violencia, la opresión o la injusticia; además, establece que no se debe negar la posibilidad
de beneficiarse del desarrollo a ninguna persona.
Se establece en cuanto al respeto de la naturaleza que “es preciso modificar las actuales
pautas insostenibles de producción y consumo en interés de nuestro bienestar futuro y en el
de nuestros descendientes”, es decir, las niñas y niños de esta generación y de las
siguientes. En esta declaración se afirma que tanto las niñas como los niños deben tener
igual acceso a todos los niveles de enseñanza, y que para el año 2015 la mortalidad materna
se reduzca en tres cuartas partes y la mortalidad de los niños y niñas menores de 5 años en
dos terceras partes respecto a las tasas del año 2000. Para ello es necesaria la atención en
salud integral tanto a mujeres embarazadas y con hijos o hijas, así como la atención en salud
integral a las niñas y niños menores de 5 años de edad.
Sobre la protección del entorno común, existe el compromiso de no escatimar esfuerzos por
liberar a toda la humanidad, y ante todo a nuestros hijos, hijas, nietos y nietas de la amenaza
de vivir en un planeta irremediablemente dañado por las actividades del hombre, y cuyos
recursos ya no alcancen para satisfacer sus necesidades.
Por otra parte, el Convenio sobre los derechos de las personas con discapacidad orienta
para lograr que las personas con discapacidad, desde la infancia hasta la edad adulta, se
puedan integrar a la sociedad en condiciones de igualdad, retomando la importancia de la
libertad de movimiento, el acceso a salud y educación, al empleo y a la igualdad y no
discriminación.
En su Preámbulo se establece que la discapacidad es un “concepto que resulta […] de la
interacción entre personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno
que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con
los demás”. Para ello se especifican una serie de artículos relacionados a la no
discriminación e inclusión de las niñas y los niños con discapacidad, estableciendo las
obligaciones generales de los Estados para lograr su integración adecuada a la sociedad, así
como el respeto a las niñas y niños y a sus familias, el derecho a la educación y el derecho a
la salud, en los artículos 23, 24 y 25, respectivamente. Asimismo, en el artículo 30 se
reconoce el derecho a la participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el
esparcimiento y el deporte.
Principios
Los principios que forman parte de esta Política tienen su basamento en la Convención
sobre los Derechos del Niño y han sido fortalecidos por las representaciones de las
instituciones y sectores que se han involucrado para su construcción. En ellos se establecen
las directrices de todos los actores relacionados a la educación y desarrollo integral de la
primera infancia.
Interés superior de la niña y el niño
Cada niña y niño tiene derecho a que se le asegure el bienestar espiritual, físico, psicológico,
moral, material, social, el desarrollo integral y el disfrute de sus derechos y garantías,
favoreciendo su desarrollo intelectual, físico, espiritual, psicológico, moral y social para lograr
el pleno y armonioso desenvolvimiento de su personalidad; lo que implica que cada
institución gubernamental, no gubernamental, privada o pública, así como la sociedad en su
conjunto representada en cualquier tipo de organización o estructura y en cada uno de los
individuos que la integran, imprimirá en sus actividades esfuerzos auténticos encaminados
hacia el logro de este principio.
Participación de la comunidad
Para el bienestar de las niñas y niños en sus primeros años de vida se debe fortalecer la
organización de la comunidad, a fin de que sus integrantes tomen conciencia, se organicen y
participen activamente ejerciendo contraloría social y buscando mecanismos y estrategias
que les permitan ofrecer espacios propicios para el sano desarrollo de las niñas y los niños, e
integrándose a los esfuerzos que se realicen en torno a la educación y el desarrollo integral
de la primera infancia.
Las acciones que se implementen para favorecer la educación y el desarrollo integral
deberán estar sustentadas en el conocimiento científico, ya que está comprobado que todo lo
que se haga en la primera infancia es la base sobre la que se genera el desarrollo humano y
social.
Corresponsabilidad interinstitucional
Todas las instancias pertinentes a la educación y desarrollo integral de la primera infancia
deberán articularse, sumar esfuerzos y apoyarse conjuntamente sobre la base de las
experiencias institucionales particulares y las redes existentes que tienen como foco el
desarrollo de la niñez salvadoreña, para poner en común las capacidades y recursos
necesarios que garanticen el pleno disfrute de los derechos de la primera infancia. Este
trabajo debe ser coordinado, graduado y flexible, de tal manera que genere las sinergias
necesarias en apoyo a las políticas del Estado.
2. ESTIMULACIÓN TEMPRANA
CONSIDERACIONES GENERALES:
Durante los primeros años de vida, la influencia y los estímulos que recibe el bebé de su
entorno ejercen acción determinante sobre su desarrollo, precisamente porque actúan sobre
estructuras que están en pleno proceso de crecimiento y maduración. Aunque muchos no lo
sepan, esta es una etapa fascinante, pero a la vez peligrosa, porque es justamente en esta
época que dejamos huellas definitivas en el desarrollo del niño, huellas que podrán ser
positivas o negativas, que faciliten o perjudiquen su futuro aprendizaje.
Los avances en el campo de la Neurociencia han influido notablemente en el ámbito
educativo y familiar. Las investigaciones a cerca del cerebro llegaron hasta nuestros hogares
y escuelas y todos los niños y niñas nacidos en estos últimos años tuvieron el privilegio de
ingresar al maravilloso mundo de la Estimulación Temprana.
Cuando nace un niño, sus movimientos o actitudes son respuestas reflejas, incondicionadas,
que le permiten sobrevivir y adaptarse al medio. No obstante, tales reflejos no garantizan el
desarrollo del niño ya que las experiencias del medio exigen otra forma de respuesta, la de
tipo voluntaria. Ya sabemos que le compete a la corteza cerebral la tarea de formar estos
reflejos condicionados o respuestas voluntarias a los diferentes estímulos que el niño recibe
de su entorno, sin embargo, los Centros de Educación Infantil no pueden dejar de participar
de esta importante misión que es preparar todo elentorno del niño, enriqueciéndolo con
experiencias que se traducen en oportunidades de aprendizaje y que resulten en huellas
positivas en el desarrollo infantil.
CONCEPTO Y PAUTAS A SEGUIR:
Para poder hablar un poco sobre los "PET", tenemos que llegar a un acuerdo: buscar la
mejor definición para Estimulación Temprana: como un conjunto de experiencias que
proporciona al niño/a oportunidades de desarrollarse de manera integral (física, emocional,
intelectual, sensorial y socialmente hablando) y de desarrollar el potencial de sus
habilidades. Con este concepto en mente, tenemos que aceptar las siguientes pautas:
• Que los PET deben ser organizados con bases y técnicas científicas, fundamentadas en
las ciencias como la Neurología, Psicología y Pedagogía.
• Que deben establecerse fines, principios y objetivos en tres ámbitos:
1. Desarrollo Integral
2. Desarrollo Potencial
3. Prevención
• Que la metodología más indicada es la del tipo dinámica, como el "juego-aprendizaje"
Que los niños y las niñas deben ser los protagonistas en la construcción de sus propios
aprendizajes.
• El ambiente debe ser seguro, iluminado y limpio, sin decir que el clima de valoración y
respeto por los niños y niñas debe fomentar la inteligencia emocional y el autoestima de
cada uno de ellos
• Los materiales deben ser "no tóxicos", variados, "no peligrosos" y atender a todas las
dimensiones del desarrollo (sensorial, física, emocional, intelectual, social)
• El Equipo Educativo debe estar capacitado y tener un mínimo de experiencia en el trabajo
con niños pequeños.
• Tener normas generales para la promoción y cuidado de la salud de los niños y niñas que
asistan al programa.
• Que debe estar integrado a la comunidad y promover la participación de la familia en la
educación formal de sus hijos.
Podemos navegar horas y horas y visitar diferentes centros educativos alrededor del planeta
y aprender algo de sus programas educativos. Pero lo cierto es que al pensar en estructurar
un programa de estimulación temprana para niños y niñas que cuentan con un desarrollo
normal, tenemos que tener en mente varias cosas:
• La realidad socio-cultural en la que el niño está sumergido.
• El proceso de desarrollo cerebral.
• El marco del desarrollo característico en cada etapa o edad.
• Los factores que influyen en el desarrollo integral de los niños y niñas.
También, el Centro que imparte un programa de estimulación temprana, debe estar
consciente del papel que juega como facilitador de condiciones adecuadas para el
aprendizaje, puesto que por más dones genéticos que tenga un niño, sin la influencia del
entorno y de la educación estos dones no llegarían a desarrollarse de manera potencial.
La realidad socio-cultural:
Desde recién nacidos los bebés se encuentran rodeados de personas que están listas para
atenderlos, acariciarlos y jugar con ellos. La familia y el hogar se caracterizan por ser el
primer ambiente social del niño, que en pocos meses, lo estará conociendo y explorando.
Luego, viene la casa de los abuelos, el parque y el vecindario en sí, aumentando sus
experiencias y el nivel de influencia del medio en su desarrollo. Actualmente, con los
avances en el campo de la Neurociencia, ya sabemos que tanto los factores endógenos
(herencia) como los exógenos (medio) influyen de manera determinante en el crecimiento y
en el desarrollo infantil. Sin embargo, el gran psicólogo ruso L. S. Vygotsky, consideraba que
las más importantes funciones psicológicas y mentales resultaban del desarrollo social del
niño, que su sumersión en un ambiente histórico-cultural y las relaciones con las personas y
objetos culturales eran determinantes.
Lo cierto es que al considerar el desarrollo integral del niño, no podemos obviar la influencia
de la realidad en que vive en este proceso de desarrollo. Problemas como malas condiciones
de higiene y salud, desnutrición, bajo nivel cultural, status socio-económico bajo, ambientes
de riesgo: pobreza, violencia, etc. son agravantes y ejercen un grado elevado de influencia.
Las consecuencias negativas provocadas por estas circunstancias pueden ser
contrarrestadas por un óptimo programa de estimulación. Lo importante es determinar la
realidad socio cultural de nuestro niño y preparar un programa con características
especiales, como:
• Trabajo en equipo: familia - centro educativo
• Estructura curricular acorde a la realidad del niño
• Implementación de programas de atención a la salud (nutrición, higiene, prevención, etc)
Enriquecimiento del medio ambiente del niño (orientación a los padres de familia,
promoción de programas preventivos y asistenciales en la comunidad, etc) Conformación
de un equipo multidisciplinario.
3. NUTRICIÓN
Los principios básicos de una dieta saludable pueden resumirse en tres palabras:
moderación, variedad y equilibrio. Además, la alimentación tiene también un componente
social.
Características biológicas
Transcurridos los dos primeros años de vida del niño, correspondientes al periodo de
crecimiento acelerado, se pasa a la etapa de crecimiento estable en la edad preescolar (3-5
años) y escolar (desde los 6 años al comienzo de la pubertad). El crecimiento longitudinal en
el preescolar es de 6-8 cm/ año y el incremento ponderal de 2-3 kg anuales. En el escolar, el
crecimiento longitudinal es un poco más lento (5-6 cm/año) y la ganancia de peso es de 3-3,5
kg/año. Paralelamente, continúa la maduración de órganos y sistemas.
El desarrollo psicológico en los preescolares incluye la incorporación paulatina de habilidades
motoras y del lenguaje; más tarde, durante la época escolar, maduran habilidades como: la
lectura, la escritura, las operaciones matemáticas y la adquisición progresiva de
conocimientos.
Requerimientos nutricionales
Las necesidades de energía y nutrientes están condicionadas por sus necesidades
basales y el grado de actividad física, muy variable a partir de esta edad. Los patrones
de alimentación y las necesidades de nutrientes durante la niñez van a estar condicionados
por las necesidades metabólicas basales, así como por el ritmo de crecimiento y el grado de
actividad física, junto al desarrollo psicológico. El desequilibrio entre consumo de nutrientes y
gasto es la causa de la aparición de exceso de peso, que en la población española de esta
edad supera el 45% en el grupo de edad entre 8 y 13 años, y que aparece asociado a las
clases sociales más desfavorecidas y con menos estudios. Las recomendaciones dietéticas
son orientaciones de carácter general sobre las necesidades de energía y nutrientes en las
distintas etapas de la vida. Distintos organismos han establecido recomendaciones, de las
que las más empleadas son las del Institute of Medicine de la Academia Americana de
Ciencias, aunque existen también referencias nacionales. Estas recomendaciones,
traducidas en frecuencias de consumo de alimentos y raciones, sirven de orientación para
diseñar una dieta saludable.
El equilibrio nutricional aconsejado no varía mucho del que se recomienda para los adultos
(12-15% de proteínas, 30-35% de lípidos, 50-58% de glúcidos).
Necesidades energéticas
Las necesidades energéticas van variando a lo largo de las diferentes etapas de la vida, y
esto implica la necesidad de adaptar la ingesta para hacer frente a estas variaciones. Las
recomendaciones para los niños entre 4 y 8 años, son: 1.200-1.800 kcal/día y para los de 9 a
13 años, 1.600-2.000 kcal.
En la ingesta energética intervienen principalmente 2 factores: el volumen alimentario y la
densidad energética de la dieta. La capacidad de acomodar la dieta a las necesidades
energéticas mediante cambios en el volumen alimentario y, sobre todo, en la densidad
energética, es ya constatable en el niño desde edades tempranas.
Necesidades de proteínas
Las proteínas cumplen principalmente un papel en el crecimiento y en el mantenimiento de la
estructura corporal. Una dieta equilibrada debería proporcionar entre un 11 y un 15% de la
energía total como proteínas. El 65-70% de la ingesta proteica debería ser de alto valor
biológico, típicamente productos animales (carne, pescado, leche, huevos y derivados
lácteos) y el resto de origen vegetal.
Necesidades de grasas
La grasa en una fuente importante de energía, soporte para trasportar vitaminas liposolubles
y proveedor de ácidos grasos esenciales (a-linolénicoomega 3, y linoleico-omega 6). La
ingesta total de grasa debe estar entre el 30-35% de la ingesta de energía para niños de 2 a
3 años y entre el 25 y 35% para niños de 4 a 18 años. Los ácidos grasos esenciales
deberían constituir el 3% del total de la ingesta de energía diaria y las grasas saturadas
menos del 10% del total. El consumo de colesterol debe ser menor de 300 mg/día y la
ingesta de grasas trans debe ser lo más baja posible.
Los objetivos de una dieta saludable son: cubrir las necesidades que permitan un
correcto crecimiento y desarrollo e instaurar hábitos alimentarios saludables que
eviten la aparición de enfermedades crónicas en la edad adulta.
Una dieta saludable es aquella que tiene una proporción de alimentos que se ajusta a la
distribución contemplada en la dieta equilibrada en término de nutrientes. Además, los
alimentos que la integran son aptos para el consumo desde el punto de vista de la higiene y
la seguridad alimentaria y su forma de preparación y presentación es respetuosa con la
cultura, la tradición y otras características de quien la consume
La mayoría de los niños deberían comer entre 4 y 6 veces al día. Los preescolares hacen 3
comidas y varios pequeños tentempiés. Los escolares típicamente toman menor número de
comida y tentempiés que los más jóvenes. El desayuno es una de las comidas más
importantes del día; un desayuno inadecuado o inexistente se asocia a una diminución de la
atención y a un peor rendimiento escolar. También, se asocia a un riesgo aumentado de
sobrepeso en edades posteriores. Un buen desayuno debe constar de un lácteo, cereales y
alguna pieza de fruta. Puede complementarse con la toma de fruta, un bocadillo pequeño o
un lácteo a media mañana. La comida de mediodía o almuerzo es la comida principal, y debe
incorporar alimentos de todos los grupos. Como bebida, agua. La merienda es una buena
oportunidad de completar el aporte energético del niño y suele ser bien aceptada por estos.
La denominada “merienda-cena” es una opción nutricional aceptable si incluye alimentos
suficientes y variados. La cena es la última comida del día y debe estar constituida por
preparaciones culinarias fáciles de consumir y digerir.
El tamaño de la porción adecuada varía dependiendo de la edad del niño y de la comida en
particular. Sirviendo porciones mayores de las recomendadas se puede contribuir a la
sobrealimentación. Cuando se permite a los niños seleccionar su tamaño de porción,
consumen un 25% menos de entrada que cuando se les sirven porciones mayores.
Alimentación en el adolescente
La familia es el principal entorno de aprendizaje para los niños, en todos los ámbitos de la
vida. Debemos ser conscientes de que los niños desde el nacimiento y hasta la adolescencia
observan los adultos en casa, imitan conductas y repiten acciones.
Si nuestra actitud es prohibitiva, ellos verán las TIC como herramientas negativas o
perjudiciales, y no desarrollarán tampoco la capacidad de uso favorecedor y crítico de los
medios.