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Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognitivas que permiten planificar,

organizar, regular el comportamiento, resolver problemas y adaptarse a situaciones cambiantes.


Estas habilidades se desarrollan a lo largo de la infancia y la adolescencia, y continúan
evolucionando en la edad adulta. Aquí te proporciona una visión general de cómo evolucionan las
funciones ejecutivas por edades:

1. Infancia temprana (0-2 años):

• En esta etapa, los bebés están desarrollando las habilidades más básicas de las
funciones ejecutivas, como la atención sostenida y la capacidad de inhibir
respuestas impulsivas. Aprenden a prestar atención a estímulos específicos ya
regular sus emociones.
2. Edad preescolar (3-5 años):

• Durante esta etapa, los niños comienzan a desarrollar habilidades como la memoria
de trabajo, la planificación simple y la capacidad de seguir instrucciones. También
mejoran en la inhibición de respuestas impulsivas, lo que les ayuda a controlar su
comportamiento.
3. Edad escolar (6-12 años):

• En esta etapa, las funciones ejecutivas continúan desarrollándose. Los niños


mejoran en la planificación y organización de tareas, la memoria de trabajo se
vuelve más eficiente y desarrolla la capacidad de razonar y resolver problemas de
manera más compleja.
4. Adolescencia (13-18 años):

• Durante la adolescencia, las funciones ejecutivas siguen madurando. Los


adolescentes mejoran en la autorregulación emocional, la toma de decisiones y la
planificación a largo plazo. Sin embargo, pueden experimentar desafíos en el
control de impulsos debido a los cambios hormonales y emocionales.
5. Edad adulta (a partir de los 18 años):

• En la edad adulta, las funciones ejecutivas continúan desarrollándose y


estabilizándose. Las personas son capaces de gestionar tareas y responsabilidades
más complejas, tomar decisiones importantes y adaptarse a situaciones cambiantes
de manera efectiva.

Es importante destacar que la velocidad y el alcance del desarrollo de las funciones ejecutivas
pueden variar de una persona a otra, y la influencia de factores genéticos y ambientales juega un
papel importante en este proceso. Además, algunas personas pueden experimentar un deterioro en
las funciones ejecutivas con el envejecimiento, aunque esto también puede variar
considerablemente.

En resumen, las funciones ejecutivas evolucionan desde las habilidades más básicas en la infancia
hasta habilidades más complejas y desarrolladas en la edad adulta, y este proceso está influenciado
por factores biológicos y ambientales.

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