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TEMA 1.

EL SISTEMA JURISDICCIONAL DE LA UNION EUROPEA


1. Introducción
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE en adelante), con sede en
Luxemburgo, interpreta el Derecho de la Unión Europea (UE en adelante) para
garantizar que se aplique de la misma forma en todos los Estados miembros. También
resuelve conflictos legales entre los gobiernos y las instituciones de la UE. Los
particulares, las empresas y las organizaciones pueden acudir también al Tribunal si
consideran que una institución de la Unión Europea ha vulnerado sus derechos.
El TJUE consta de dos órganos: el Tribunal de Justicia y el Tribunal General.
2. Las Competencias del TJUE
El artículo 19.3 del Tratado de la Unión Europea (TUE en adelante) dispone que:
"El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunciará, de conformidad
con los Tratados:
a) sobre los recursos interpuestos por un Estado miembro, por una institución o
por personas físicas o jurídicas;
b) con carácter prejudicial, a petición de los órganos jurisdiccionales
nacionales, sobre la interpretación del Derecho de la Unión o sobre la validez de los
actos adoptados por las instituciones;
c) en los demás casos previstos por los Tratados".
Para ejercer el control jurisdiccional del Derecho de la UE, el TJUE dispone de
un número limitado de competencias que están previstas en el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE en adelante). Estas competencias se
pueden sistematizar de la siguiente manera:
- El control de las violaciones del Derecho de la UE imputables a los Estados
miembros, que se realiza mediante el recurso de incumplimiento (artículos 258 a 260
TFUE).
- El control de la legalidad de la actividad o inactividad de las instituciones y
órganos de la UE, que se ejerce fundamentalmente mediante el recurso de anulación
(artículos 263 y 264 TFUE), el recurso por omisión (artículo 265 TFUE) y la excepción
de ilegalidad (artículo 277 TFUE).
- La interpretación del Derecho de la UE a título prejudicial, realizada a través
de las cuestiones prejudiciales de interpretación (artículo 267 TFUE).
- El examen de la validez de los actos de las instituciones a través de las
cuestiones prejudiciales de apreciación de validez (artículo 267 TFUE).
- La constatación de la responsabilidad extracontractual de la UE (artículo 268
TFUE).
- Los litigios referentes a títulos europeos de propiedad intelectual o industrial
(artículo 262 TFUE).
- Los litigios entre la UE y los funcionarios y demás agentes a su servicio
(artículo 270 TFUE).
- Los dictámenes consultivos en relación con los acuerdos internacionales. El
artículo 218.11 TFUE prevé un control previo sobre la compatibilidad con las
disposiciones de los Tratados de un proyecto de acuerdo entre la UE y uno o varios
terceros Estados o una organización internacional.
- Los recursos de casación contra las resoluciones del Tribunal General (artículo
256.1 TFUE), los recursos de casación o de apelación limitados a cuestiones de Derecho
contra resoluciones de los tribunales especializados (artículo 256.2 TFUE) y el
procedimiento excepcional de reexamen contra estas sentencias de casación del
Tribunal General (artículo 256.2 TFUE).
3. El recurso de incumplimiento
Es el mecanismo previsto en el TFUE para controlar el cumplimiento por parte
de los Estados miembros de sus obligaciones derivadas del Derecho de la UE. Está
previsto en los artículos 258-260 TFUE.
Las fuentes de las obligaciones que pueden incumplir los Estados son las normas
de Derecho originario, los actos vinculantes (típicos o atípicos) de las Instituciones, los
acuerdos y normas internacionales que obligan a la UE y las sentencias del TJUE. La
legitimación activa para plantear el recurso corresponde a la Comisión (que es la que
habitualmente los interpone), excepcionalmente al Consejo de Administración del
Banco Europeo de Inversiones y al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo en
sus ámbitos competenciales respectivos y a los Estados miembros.
El recurso de incumplimiento consta de una fase precontenciosa y una fase
jurisdiccional.
Antes de iniciar un procedimiento formal de infracción, la Comisión trata de
resolver los incumplimientos mediante un proceso de diálogo estructurado y con plazos
claros con el Estado miembro denominado "EU Pilot". Si el incumplimiento persiste, la
Comisión puede iniciar formalmente la fase precontenciosa mediante el envío de un
requerimiento al Estado miembro en que se describen los términos de la infracción
imputada y solicita que se presenten las observaciones pertinentes. Si el Estado no
responde o su contestación no convence a la Comisión, la Comisión envía un dictamen
motivado en que la Comisión delimita definitivamente el incumplimiento imputado,
señala los argumentos en que funda su posición e invita al Estado a poner fin a su
infracción en un plazo determinado. Si el Estado no se aviene a las indicaciones del
dictamen motivado la Comisión está facultada para interponer la demanda de
incumplimiento ante el TJUE. El escrito de requerimiento y el dictamen motivado
constituyen requisitos sustanciales de forma cuya omisión o irregularidad conlleva la
inadmisibilidad de la demanda.
La fase jurisdiccional está destinada a permitir que el TJUE determine si existe o
no incumplimiento. La demanda debe presentar una completa identidad con el dictamen
motivado en lo que respecta a los elementos de hecho y derecho que delimitan el
incumplimiento imputado y la Comisión debe aportar al Tribunal los elementos
necesarios para probar el incumplimiento. El que el Estado no discuta el
incumplimiento no incide en esta fase, de modo que, si el Estado pone fin a su
incumplimiento con posterioridad al plazo fijado en el dictamen motivado o durante la
fase jurisdiccional, no se produce automáticamente la conclusión del procedimiento,
salvo que desista la Comisión.
Cuando el TJUE declara la existencia de un incumplimiento, el Estado debe
adoptar las medidas necesarias para la ejecución de la sentencia de manera que se
elimine el incumplimiento. A los particulares les concede base para solicitar
indemnización por daños y perjuicios al Estado por violación del Derecho de la UE. La
sentencia es declarativa, sin posibilidad de indicar al Estado las medidas que debe
adoptar. Si la Comisión estima que el Estado miembro no ha adoptado las medidas
necesarias, puede solicitar al TJUE la imposición de una suma a tanto alzado y/o una
multa coercitiva al Estado incumplidor.
4. El Control Jurisdiccional de la Legalidad del Derecho de la Unión
Este control permite verificar la conformidad de los actos comparables a los
actos administrativos nacionales con las normas que les sirven de fundamento y de los
actos normativos de carácter general con los Tratados constitutivos. Este control se
efectúa básicamente mediante tres vías procesales: el recurso de anulación, el recurso
por omisión y la excepción de ilegalidad.
4.1. El Recurso de Anulación
Es la vía procesal que permite al TJUE controlar la legalidad de los actos
jurídicos obligatorios adoptados por las Instituciones de la UE. Está previsto en los
artículos 263-264 TFUE.
Son impugnables los actos legislativos, los del Consejo, la Comisión y el Banco
Central Europeo que no sean recomendaciones o dictámenes, los del Parlamento
Europeo y el Consejo Europeo destinados a producir efectos jurídicos frente a terceros y
los acuerdos del Consejo de Gobernadores y del Consejo de Administración del Banco
Europeo de Inversiones. No lo son las normas de Derecho originario ni las normas
pertenecientes a los ordenamientos jurídicos de origen nacional de los Estados
miembros.
Para ser impugnable, el acto debe cumplir tres condiciones: producir efectos
jurídicos obligatorios (se excluyen los actos no vinculantes), ser definitivo (recoger la
manifestación definitiva de voluntad de la Institución) y tener efectos jurídicos para
terceros (no los puramente internos de la Institución).
La legitimación pasiva corresponde a la Institución autora del acto impugnable.
En la activa se distinguen los demandantes privilegiados (Estados miembros, Comisión,
Consejo y Parlamento Europeo), cuya legitimación es general (no se requiere que sean
destinatarios del acto), y no privilegiados (personas físicas o jurídicas), que solo están
legitimados para impugnar los actos de que son destinatarios, los actos dirigidos a otros
que les afecten directa (el particular no debe disponer de facultad de apreciación, sino
que el acto opera automáticamente) e individualmente (le atañe debido a cualidades que
le son propias o una situación de hecho que le caracteriza en relación con cualesquiera
otras personas) y los actos reglamentarios que afecten directamente a particulares y que
no incluyan medidas de ejecución. El Tribunal de Cuentas, el Banco Central Europeo y
el Comité de las Regiones tienen una posición singular, ya que su legitimación está
limitada a la defensa de sus prerrogativas.
Los motivos de anulación aducibles en el recurso son: incompetencia (por falta
de poder de la Institución para adoptar el acto o falta de competencia de la UE por
corresponder a una materia en que no se ha previsto transferencia competencial a favor
de la UE), vicios sustanciales de forma (los principales son el defecto o falta de
motivación suficiente, el incumplimiento de la obligación de consulta de alguna
Institución u órgano con carácter previo a la adopción del acto, la violación de las
garantías establecidas en los procedimientos contradictorios de carácter sancionador y la
errónea determinación de la base jurídica del acto), la violación del Tratado o de
cualquier norma jurídica relativa a su ejecución (Derecho originario, normas de Derecho
derivado con fuerza vinculante de rango superior, Tratados internacionales y normas de
Derecho internacional vinculantes para la UE, principios generales del Derecho y
Sentencias del TJUE) y desviación de poder. Los dos primeros son apreciables de oficio
por el TJUE en tanto los dos últimos deben ser invocados por la parte demandante.
El recurso debe interponerse en el plazo de dos meses a partir de la publicación
del acto, de su notificación al recurrente o, a falta de ello, desde el día en que el
recurrente ha tenido conocimiento del mismo.
La sentencia que declara nulo el acto despliega los efectos de cosa juzgada
material y formal. La nulidad puede ser parcial y produce efectos ex tunc, si bien el
TJUE puede modular los efectos retroactivos de la anulación. La ejecución de la
sentencia compete a la Institución autora del acto, que debe adoptar las medidas
necesarias al efecto. Si la Institución no ejecuta la sentencia de anulación cabe recurso
por omisión y si la ejecución es incorrecta es posible un nuevo recurso de anulación.
4.2. El Recurso por Omisión
Este recurso se destina a controlar la legalidad de las omisiones de las
Instituciones contrarias al Derecho de la UE. Se prevé en el artículo 265 TFUE.
La legitimación activa corresponde a los Estados miembros y las Instituciones de
la UE y la omisión puede corresponder al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al
Consejo, a la Comisión o al Banco Central Europeo. La omisión debe consistir en la
abstención de pronunciarse y no en la adopción de un acto distinto del que los
interesados hubieran deseado o considerado necesario, de modo que en caso de rechazo
por las Instituciones de requerimientos ha de acudirse al recurso de anulación.
Esta vía procesal consta de una fase precontenciosa en que la Institución
requerida dispone de un plazo de dos meses para fijar su posición. Si concluye el plazo
sin respuesta a ese requerimiento, se abre un plazo de dos meses para interponer la
demanda ante el TJUE.
La sentencia del TJUE se limita a reconocer o no la abstención como contraria al
Tratado, pero no puede adoptar el acto, ya que ello compete en exclusiva a la Institución
cuya omisión se declara.
4.3. La excepción de ilegalidad
Se trata de un incidente procesal previsto en el artículo 277 TFUE para permitir
el control incidental de la legalidad de un acto de alcance general en el marco de un
litigio principal en que se impugna una aplicación de dicho acto. En virtud de éste,
cualquiera de las partes de un litigio en el que se cuestione un acto de alcance general
adoptado por una Institución, órgano u organismo de la UE puede recurrir al TJUE
alegando la inaplicabilidad de dicho acto por los motivos previstos para el recurso de
anulación.
La estimación de la excepción de ilegalidad no conduce a la nulidad del acto de
alcance general, sino solo su inaplicabilidad a la decisión concreta atacada en el litigio
principal. La declaración de ilegalidad produce únicamente efecto de cosa juzgada entre
las partes del litigio, pero la Institución que ha adoptado el acto declarado ilegal está
obligado a adoptar las medidas que se deriven de la sentencia del TJUE.
5. El Recurso por Responsabilidad Extracontractual
Solo se aplica a la responsabilidad extracontractual, puesto que la
responsabilidad contractual a la que puede dar lugar la actividad de las Instituciones de
la UE y de sus agentes se sustancia ante los tribunales internos de los Estados
miembros.
La legitimación activa corresponde a cualquier persona física o jurídica, así
como los Estados miembros, que posean un interés legítimo. La pasiva, a la UE, pero el
TJUE ha considerado necesario que el demandante se dirija contra la Institución u
órgano al que sea imputable el acto causante del daño. También responde la UE de los
daños ocasionados por sus agentes (funcionarios y personas vinculadas a la UE por
contrato) en el ejercicio de sus funciones. Se prevé un plazo de prescripción de cinco
años contados a partir de la adopción del hecho que la motivó que se interrumpe si el
perjudicado presenta demanda ante el TJUE o reclamación ante la Institución autora del
acto.
Normalmente la responsabilidad extracontractual se refiere a daños ocasionados
por la actividad normativa de las Instituciones. Para que se genere responsabilidad
extracontractual de la UE es necesario que concurran los siguientes requisitos:
existencia de una infracción suficientemente caracterizada de una norma jurídica que
tenga por objeto conferir derechos a los particulares, la realidad del daño y la existencia
de una relación de causalidad entre el incumplimiento de la obligación que incumbe al
autor del acto y el daño sufrido por los perjudicados.
6. Las Cuestiones Prejudiciales
Permiten a un órgano jurisdiccional nacional ante el que se está sustanciando un
litigio que requiere la aplicación de una norma de la UE dirigirse al TJUE para
solicitarle que interprete o determine la validez de la norma en cuestión. Se prevé en el
artículo 267 TFUE.
De acuerdo con lo indicado, la cuestión prejudicial puede tener por objeto la
interpretación de los Tratados y del Derecho derivado, incluidos las sentencias y actos
jurisdiccionales del TJUE (cuestiones prejudiciales de interpretación) o el examen de la
validez de los actos de las Instituciones (cuestiones prejudiciales de apreciación de
validez). El TJUE no admite que se pretenda verificar la compatibilidad del Derecho de
origen nacional de los Estados miembros con el Derecho de la UE.
Las cuestiones prejudiciales solo pueden ser planteadas por los órganos
jurisdiccionales, ya que el mecanismo prejudicial es un sistema de cooperación entre el
juez nacional y el TJUE. Las partes del litigio principal disponen únicamente de la
posibilidad de sugerir al juez nacional la necesidad de remitir la cuestión prejudicial. El
TJUE ha incidido en la independencia como rasgo imprescindible para reconocer a un
órgano nacional la potestad de plantear cuestión prejudicial; de ahí que se haya negado
al Tribunal Económico-Administrativo Central español por su naturaleza administrativa,
no jurisdiccional.
Un órgano jurisdiccional nacional queda sometido al mecanismo prejudicial si
concurren los siguientes requisitos: la aparición ante el juez nacional de una cuestión
relativa a la interpretación o a la apreciación de validez de una norma de la UE, que
dicha cuestión surja en un asunto pendiente de resolución y que para poder emitir su
fallo el juez nacional necesite que el TJUE se pronuncie con carácter previo. Esta
facultad, en caso de cuestión prejudicial de interpretación, solo se convierte en
obligación si se plantea una cuestión de este tipo en un asunto pendiente ante un órgano
jurisdiccional nacional cuyas decisiones no sean susceptibles de ulterior recurso judicial
de Derecho interno. Pero si la cuestión es de apreciación de validez, todo órgano
jurisdiccional, con independencia de que decida o no en última instancia, está obligado
a plantear una cuestión prejudicial si considera pertinentes las objeciones suscitadas en
el litigio principal sobre la validez de la norma comunitaria aplicable.
El procedimiento ante el TJUE se inicia con la recepción de la resolución del
órgano jurisdiccional nacional en la que se formula la cuestión. Como se trata de un
incidente procesal, el litigio principal pendiente ante el juez nacional se suspende hasta
que el TJUE dicte su sentencia. El procedimiento prejudicial no tiene carácter
contradictorio y se permite que presenten observaciones en el mismo las partes en el
litigio principal, las Instituciones de la UE y los Estados miembros interesados en un
plazo de dos meses.
La sentencia prejudicial de interpretación vincula con autoridad de cosa juzgada
al juez que planteó la cuestión, el cual debe aplicar la norma de la UE de conformidad
con la interpretación dada por el TJUE. Asimismo están vinculados por dicha sentencia
los demás órganos jurisdiccionales nacionales llamados a conocer del mismo litigio.
Además, la sentencia prejudicial de interpretación despliega un efecto general, en el
sentido de que la interpretación que realiza de la norma de la UE vincula a los órganos
jurisdiccionales de todos los Estados miembros que deban aplicarla en todo tipo de
litigios. Ello no impide que cualquier juez nacional solicite al TJUE un nuevo
pronunciamiento prejudicial sobre la norma en cuestión aduciendo nuevos argumentos
que, de ser estimados, pueden eventualmente generar un cambio de la jurisprudencia del
TJUE.
En cuanto a las sentencias prejudiciales de apreciación de validez, el TJUE ha
considerado que tienen un alcance general tanto si el TJUE declara inválido el acto
como si no lo hace. En este último supuesto el TJUE indica que no son fundados los
motivos de invalidez alegados, pero sin declarar legal el acto, que puede ser atacado por
motivos diferentes.
Las sentencias prejudiciales producen efectos ex tunc, esto es, desde el momento
de la entrada en vigor de la norma interpretada, aunque el TJUE se reserva la
posibilidad de limitar en el tiempo los efectos retroactivos de la sentencia en cada caso
concreto por motivos de seguridad jurídica.
7. Breve referencia al Recurso de Casación
El Tribunal de Justicia es competente para conocer de los recursos de casación
que se limiten a cuestiones de Derecho y vayan dirigidos contra las sentencias y los
autos del Tribunal General. Los recursos de casación no tienen efecto suspensivo.
Cuando se admite y estima el recurso de casación, el Tribunal de Justicia anula la
resolución del Tribunal General y resuelve él mismo el litigio o devuelve el asunto al
Tribunal General, que estará vinculado por la resolución del Tribunal de Justicia.
Motivos: incompetencia del Tribunal General, irregularidad del procedimiento,
violación del Derecho Comunitario.

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