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DEPRECION EN LA PANDEMIA

La depresión y la ansiedad se han vuelto frecuentes durante la pandemia de COVID-19 debido a


las políticas de distanciamiento social, los cierres obligatorios y otros factores psicosociales. Los
investigadores han utilizado imágenes de resonancia magnética funcional para explorar el
mecanismo neuronal subyacente a la depresión y la ansiedad durante la pandemia. Se ha
informado que la función, la estructura y el conectoma del cerebro antes de la pandemia son
factores predictivos de la depresión y la ansiedad durante la pandemia. La respuesta inmune
directa e indirecta también juega un papel en los sustratos neuroinmunes implicados en la
depresión y la ansiedad durante la COVID-19. Se deben realizar exámenes psicológicos a
quienes corren un alto riesgo de desarrollar problemas mentales y se debe brindar más apoyo
familiar y social. Las opciones de tratamiento más utilizadas son los fármacos, la terapia
psicológica y la fisioterapia. La prevalencia de la depresión y la ansiedad ha aumentado
significativamente durante la pandemia, con estimaciones de 53,2 millones de nuevos casos de
trastorno depresivo mayor y 76,2 millones de casos de nuevos trastornos de ansiedad en todo el
mundo a lo largo de 2020.

La depresión se caracteriza por un estado de ánimo triste, vacío o irritable o bien por la pérdida
de la capacidad de disfrutar y sentir placer. Se acompaña de síntomas cognitivos, conductuales o
neurovegetativos que afectan la funcionalidad del individuo. Las personas que sufren depresión
pueden tener alteraciones del dormir y del comer, con disminución o incremento, así como
mayor consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, lo que además implica otras consecuencias
para su salud. El paciente con depresión habitualmente tiene deterioro en sus actividades
sociales, familiares y laborales. Además, existe alta comorbilidad entre la depresión y otras
enfermedades crónicas no psiquiátricas, como la hipertensión arterial, la obesidad y la diabetes
mellitus.

En México se ha reportado una prevalencia de síntomas depresivos en adultos mexicanos de


17.9%, siendo de 22.5% en mujeres y 12.3% en hombres. La región Sur del país es la más
afectada con una prevalencia de 18.6%, seguida del Centro (18.2%), Norte (17.3%) y Ciudad de
México (16.3%). De esta forma, la importancia de la depresión es mayúscula; además de ser el
trastorno psiquiátrico más diagnosticado, es la entidad más prevalente en las personas que
cometen suicidio.
la perspectiva de la salud mental, la importancia de la pandemia no solo radica en el cambio del
perfil epidemiológico mundial, sino también en sus repercusiones económicas y sociales, las
cuales han influido negativamente en el bienestar físico y mental de las personas.
A comparación del año 2019, en 2020 las visitas a departamentos de urgencias por motivos de
salud mental, incluyendo intentos suicidas, depresión y ansiedad, aumentaron. En los
trabajadores de la salud la depresión se ha presentado en el 22.8% de ellos durante este periodo
de emergencia sanitaria.

DEPESION EN LA PANDEMIA

El incremento de la depresión durante la pandemia ha sido reportado por diversos autores a nivel
mundial; se ha observado una afección tanto en adultos, como en adolescentes y niños; en
personal de salud, en mujeres embarazadas y prácticamente en todo tipo de poblaciones. Se sabe
que la salud mental se ve afectada ante estresores, y la pandemia con la emergencia sanitaria se
consideran por sí mismas un estresor mayor: Existen además algunos factores de riesgo que
incrementan aún más la probabilidad de sufrir depresión, como son el aislamiento social, el
miedo al contagio, los problemas económicos, la pérdida de empleo, el incremento en la
violencia intrafamiliar y el mayor consumo de alcohol y otras sustancias.

Las condiciones en las que se encuentra una persona son determinantes para el impacto que
tenga la pandemia sobre su salud mental; por ejemplo, el tener un trabajo remunerado
independientemente de hacerlo en casa, el contar con apoyo familiar y social, así como contar
con espacios y recursos para poder realizar las actividades propias y de los miembros de la
familia desde casa o el tener un acceso adecuado a alimentos y servicios de salud, etcétera. En
China, se observó que independientemente de estar confinado o no, el grado de afectación a la
vida cotidiana tenía una relación importante con las consecuencias emocionales de la pandemia.

Las múltiples caras del estrés


Una de las principales causas de este incremento fue el estrés sin precedentes que causó el
aislamiento social provocado por la pandemia. A este factor, se le ha de añadir otros
condicionantes como las limitaciones de las personas a la hora de trabajar, a recibir el apoyo de
sus seres queridos y a participar en sus comunidades.

Otros factores que condujeron a los altos niveles de ansiedad y depresión fueron la soledad, el
miedo a la infección, al sufrimiento y a la muerte, tanto propia como de los seres queridos, el
dolor tras el duelo y las preocupaciones económicas. Entre el personal sanitario, el agotamiento
fue una de las principales causas de los pensamientos suicidas.
Aumento de los pensamientos suicidas en los
jóvenes
El informe muestra que la pandemia ha afectado a la salud mental de los jóvenes y que éstos
corren un alto riesgo de sufrir conductas suicidas y de autolesionarse.

También indica que las personas con enfermedades físicas preexistentes, como el asma, el cáncer
y las cardiopatías fueron más propensas a desarrollar síntomas de trastornos mentales.

Sin embargo, los datos sugieren que las personas con trastornos mentales preexistentes no suelen
presentar una mayor vulnerabilidad a la infección por COVID-19. En cambio, cuando estas
personas se infectan, son más propensas a sufrir hospitalizaciones, enfermedades graves y muerte
en comparación con las personas sin trastornos mentales.

Las personas con trastornos mentales más graves, como las psicosis, y los jóvenes aquejados de
estos padecimientos, corren un mayor riesgo

EL CORONAVIRUS EN EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL


Se ha propuesto que el coronavirus puede producir secuelas psicopatológicas, ya sea por
infección directa al sistema nervioso central o indirectamente a través de un proceso
inflamatorio. La presencia de anosmia, déficits cognitivos, alteraciones en la atención, ansiedad,
depresión, psicosis, crisis convulsivas y otros síntomas neuropsiquiátricos que se presentan antes,
durante y después de los síntomas respiratorios y que son independientes de la gravedad de los
síntomas respiratorios sugieren lesión del cerebro independientemente de la infección por el
virus. El coronavirus puede atravesar la barrera hematoencefálica (BHE) debido a que las
citoquinas proinflamatorias causan inestabilidad de la membrana o por vía de los monocitos. La
tormenta de citoquinas incluye el incremento de interleucina (IL) 1, IL-6 e IL-10, y factor de
necrosis tumoral (FNT) alfa. Una vez que estas citoquinas cruzan la barrera hematoencefálica
activan la microglía y los astrocitos. La microglía activada secreta mediadores proinflamatorios,
incluyendo glutamato, ácido quinolínico, interleucinas, proteínas del complemento y FNT-alfa.
Lo anterior conduce al incremento del glutamato y la regulación hacia arriba de los receptores
NMDA, lo que podría generar alteraciones en la memoria, en el aprendizaje, y en la
neuroplasticidad.

CONCLUSION
Fuero muchos factores por la cual ocasiona la depresión en la pandemia y una de ella era el
encierro, los problemas económicos ocasionado por la pandemia, las pérdidas de trabajo, el
hecho que las mujeres embarazadas no podían salir por los contagios entre más cosa,
realmente la pandemia fue algo que afecto a todos desde los económica y lo psicológico .

Continua, C. M. (2021, 14 diciembre). LA DEPRESIÓN DURANTE LA PANDEMIA COVID-19

- med comunicación médica continua. Plataforma Galenus MED.

https://med-cmc.com/la-depresion-durante-la-pandemia-covid-19/

Continua, C. M. (2021, 14 diciembre). LA DEPRESIÓN DURANTE LA PANDEMIA COVID-19

- med comunicación médica continua. Plataforma Galenus MED.

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