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AUTOR:
Montoya González, Jaime Alberto (ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9562-0717)
ASESOR:
Dr. Rojas Luján, Víctor William (ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8153-3882)
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:
Enfermedades Infecciosas y Transmisibles
TRUJILLO – PERÚ
2020
I. INTRODUCCIÓN
Una vez desatados los reportes de los primeros casos, la población evidenció un
notable incremento de emociones negativas como ansiedad, depresión e
indignación, mientras que, por otro lado, emociones positivas como felicidad y
5,7
satisfacción se vieron disminuidas , dando lugar a un comportamiento errado,
pues ha existido un elevado nivel especulativo con respecto a la forma y velocidad
de transmisión de esta nueva enfermedad, así como la incertidumbre de contar
con un tratamiento definitivo 8. Por otro lado, medidas gubernamentales como el
9
asilamiento social y la cuarentena, incrementaron el riesgo de afecciones
psicológicas y mentales, sobre todo por el distanciamiento poblacional, con
10,11
situaciones potenciales como un aumento de la ansiedad y el estrés .
Las reacciones psicológicas cumplen un rol crítico en la ocurrencia de angustia
emocional y trastorno social durante y después del brote, a pesar de ello,
generalmente no se proporcionan recursos para gestionar o atenuar los efectos
de las pandemias en la salud mental y el bienestar, pues si bien es cierto esto
podría ser comprensible en la fase aguda de un brote, cuando los sistemas
sanitarios priorizan las pruebas, reducen la transmisión y la atención crítica del
paciente, las necesidades psicológicas y psiquiátricas no deben pasar por alto
1,12
durante ninguna fase del manejo pandémico. La posibilidad de que la salud de
la población o la de sus seres queridos se vean afectadas resulta en una fuente
12
natural de preocupación y ansiedad.
El problema planteado para la presente investigación fue: ¿cuáles son los factores
asociados a niveles de ansiedad en pobladores adultos de la ciudad de Trujillo en
Perú durante la pandemia por COVID–19?, y la hipótesis correspondiente: la
edad, el sexo, el nivel de instrucción, la procedencia, el estado civil, la religión, la
ocupación, el estado laboral, la baja percepción económica, el distanciamiento
social, el sedentarismo, el trastorno del sueño y padecer de enfermedades
crónicas no son factores asociados a niveles de ansiedad en pobladores adultos
de la ciudad de Trujillo durante la pandemia por COVID–19.
21
Torales J et al (Italia, 2020) con la finalidad de conocer el impacto del brote de
coronavirus COVID-19 sobre la salud mental global realizaron una revisión
estructurada de artículos publicados sobre salud mental relacionados con el brote
de COVID-19 y otras infecciones globales previas. Evidenciaron que este brote
provoca problemas de salud adicionales como estrés, ansiedad, síntomas
depresivos, insomnio, negación, ira y miedo a nivel mundial, y que, las
preocupaciones colectivas influyen en los comportamientos diarios, la economía,
las estrategias de prevención y la toma de decisiones de los responsables
políticos, las organizaciones de salud y los centros médicos, lo que puede debilitar
las estrategias de control de COVID-19 y generar más morbilidad y necesidades
de salud mental a nivel mundial.
25
Wang C et al (China, 2020) desarrollaron un estudio con la finalidad de
comprender mejor en el público en general los niveles del impacto psicológico,
ansiedad, depresión y estrés durante la etapa inicial del brote de COVID-19.
Realizaron una encuesta en línea en 1210 personas utilizando técnicas de
muestreo de bola de nieve, recopilando información sobre datos demográficos,
síntomas físicos en los últimos 14 días, historial de contacto con COVID-19,
conocimiento e inquietudes sobre COVID-19, medidas de precaución contra
COVID-19 e información adicional requerida con respecto a COVID-19. El impacto
psicológico se evaluó mediante la escala de impacto de eventos revisada (IES-R),
y el estado de salud mental mediante la escala de depresión, ansiedad y estrés
(DASS-21). Concluyeron que más de la mitad de los encuestados calificaron el
impacto psicológico de moderado a severo, y aproximadamente un tercio informó
ansiedad de moderada a severa.
26
Rajkumar RP (India, 2020) evaluó la asociación entre la pandemia de COVID-
19 y salud mental en la población mediante una revisión estructurada de la
literatura científica en la base de datos PubMed. Los artículos publicados fueron
clasificados según sus temas generales y se resumieron. La revisión preliminar de
la evidencia sugirió que los síntomas de ansiedad y depresión (16 % y 28 %) y el
estrés autoinformado (8 %) son reacciones psicológicas comunes a la pandemia
de COVID-19 y pueden estar asociados con trastornos del sueño, siendo varias
las variables individuales y estructurales que moderan este riesgo. Concluyó que
los problemas de salud mental subsindrómicos son una respuesta común a la
pandemia de COVID-19 y que resulta necesario realizar investigaciones más
representativas de los países más afectados, especialmente en aquellas
poblaciones vulnerables.
27
Zhang Y et al (China, 2020) investigaron el impacto inmediato de la pandemia
COVID-19 en la salud mental y la calidad de vida entre 236 residentes chinos
locales de edad ≥ 18 años en la provincia de Liaoning mediante una encuesta en
línea entre enero y febrero de 2020. Los participantes completaron un
cuestionario validado modificado que evaluó la escala de impacto de eventos
(EIE), indicadores de impactos negativos en la salud mental, apoyo social y
familiar, y aspectos relacionados con la salud mental y cambios en el estilo de
vida. La edad media fue de 37,7 ± 14,0 años, teniendo el 74,9 % un nivel
educativo alto. Se halló un impacto estresante leve según el EIE. El 53,3 % no se
sintieron indefensos debido a la pandemia; por otro lado, el 52,1 % se sintió
horrorizado y aprensivo debido a ella. La mayoría de los participantes (57,8 –
77,9%) recibió un mayor apoyo de amigos y familiares, un mayor sentimiento
compartido y cariño de los miembros de la familia y otras personas. Concluyeron
que la pandemia de COVID-19 se asoció con un impacto estresante leve, aunque
según el periodo en el que se desarrolló el estudio, ésta aún se encontraba en un
curso inicial.
28
Özdin S et al (Turquía, 2020) evaluaron los niveles de depresión, ansiedad y
ansiedad por la salud (APS) en la sociedad turca durante la pandemia de COVID-
19 y examinaron los factores que los afectan, mediante un cuestionario en línea,
que incluyó datos sociodemográficos, la escala de ansiedad y depresión
hospitalaria (EADH) y el inventario de ansiedad por la salud (IAS). En la EADH, el
23,6% (n = 81) de la población puntuó por encima del punto de corte de depresión
y el 45,1% (n = 155) puntuó por encima del punto de corte de ansiedad. En el
análisis de regresión, el sexo femenino, vivir en áreas urbanas y antecedentes de
enfermedades psiquiátricas previas se encontraron como factores de riesgo de
ansiedad; vivir en áreas urbanas fue encontrado como factor de riesgo de
depresión; y el sexo femenino, la enfermedad crónica acompañante y la historia
psiquiátrica previa se encontraron como factores de riesgo de APS. Concluyeron
que los grupos más afectados psicológicamente por la pandemia COVID-19 son
las mujeres, las personas con enfermedades psiquiátricas previas, las que viven
en áreas urbanas y las que tienen una enfermedad crónica acompañante.
29
Salari N et al (Irán, 2020) analizaron las investigaciones existentes en relación a
la prevalencia del estrés, la ansiedad y la depresión en la población general
durante la pandemia de COVID-19. Realizaron una revisión sistemática y
metaanálisis, buscaron artículos que se centraron en la prevalencia del estrés y la
ansiedad entre la población general durante la pandemia COVID-19 en Science
Direct, Embase, Scopus, PubMed, Web of Science (ISI) y Bases de datos de
Google Scholar, sin límite de tiempo inferior y hasta mayo de 2020. Para realizar
el metaanálisis de los estudios recopilados se usó el modelo de efectos aleatorios
y se investigó la heterogeneidad de los estudios mediante el índice I 2. La
prevalencia de estrés en 5 estudios (n = 9074) fue de 29,6 % (IC 95%: 24,3-35,4),
la prevalencia de ansiedad en 17 estudios (n = 63 439), 31,9 % (IC 95 %: 27,5–
36,7) y la prevalencia de depresión en 14 estudios (n = 44 531), 33,7 % (IC 95%:
27,5–40,6). Concluyeron que el COVID-19 no solo afecta la salud física, sino que
también provoca una serie de trastornos psicológicos, además que la propagación
del nuevo coronavirus puede afectar la salud mental de las personas en diferentes
comunidades.
30
Fu W et al (China, 2020) evaluaron la salud psicológica, la calidad del sueño y
los estilos de afrontamiento del estrés que enfrentan las personas ante el COVID-
19 en Wuhan, China. Realizaron una encuesta en línea, la cual incluyó la escala
de 7 ítems de trastornos (GAD-7), la escala de 9 ítems del cuestionario de salud
del paciente (PHQ-9), la escala de insomnio de Athens y el cuestionario de estilo
de afrontamiento simplificado. De un total de 1242 residentes de Wuhan
investigados, el 27,5% tenía ansiedad, el 29,3% tenía depresión, el 30,0% tenía
un trastorno del sueño y el 29,8% tenía una respuesta pasiva al COVID-19. Ser
mujer fue el factor de riesgo de ansiedad (OR = 1,62) y trastorno del sueño (OR =
1,36); estar casado se asoció con ansiedad (OR = 1,75); tener un ingreso
mensual entre 1000 y 5000 Yuan Renminbi Chino (YRC) (OR = 1,44, OR = 1,83,
OR = 2,61) o > 5000 YRC (OR = 1,47, OR = 1,45, OR = 2,14) fue un factor de
riesgo para la ansiedad, la depresión y el sueño trastorno; no hacer ejercicio (OR
= 1,45, OR = 1,71, OR = 1,85, OR = 1,71) fue un factor de riesgo común de
ansiedad, depresión, trastornos del sueño y estilo de afrontamiento pasivo; y tener
un nivel de educación superior (licenciatura y superior) (OR = 1,40) se asoció con
tener un trastorno del sueño. Llegaron a la conclusión de que el estado
psicológico y la calidad del sueño de los residentes de Wuhan eran relativamente
más deficientes que antes de la epidemia de COVID-19; sin embargo, la tasa de
afrontamiento pasivo del estrés fue relativamente más alta.
31
Gao J et al (China, 2020) con la finalidad de evaluar los problemas de salud
mental y exposición a las redes sociales durante el brote de COVID-19 realizaron
un estudio transversal entre ciudadanos chinos de edad ≥ 18 años del 31 de
enero al 2 de febrero de 2020. Utilizaron una encuesta en línea en un total de 4
872 participantes de 31 provincias y regiones autónomas. Además de la
demografía y la exposición a las redes sociales (ERS), la depresión fue evaluada
por la versión china del Índice de Bienestar de los Cinco de la OMS (OMS-5) y la
ansiedad fue evaluada por la versión china de la escala de trastorno de ansiedad
generalizada (GAD-7). La prevalencia de depresión, ansiedad y combinación de
depresión y ansiedad (CDA) fue del 48,3% (IC del 95%: 46,9% -49,7%), 22,6%
(IC del 95%: 21,4% -23,8%) y 19,4% (IC del 95%: 18,3% -20,6%) durante el brote
de COVID-19 en Wuhan, China. Más del 80% (IC del 95%: 80,9% 83,1%) de los
participantes informaron haber estado expuestos con frecuencia a las redes
sociales. Después de controlar las covariables, con frecuencia el ERS se asoció
positivamente con altas probabilidades de ansiedad (OR = 1,72, IC del 95%:
1,31–2,26) y CDA (OR = 1,91, IC del 95%: 1,52–2,41) en comparación con menos
ERS. Llegaron a la conclusión de que existe una alta prevalencia de problemas de
salud mental, que se asociaron positivamente con las ERS frecuentes durante el
brote de COVID-19.
32
Ahmed Z et al (China, 2020) evaluaron el estado de salud mental de una
población china. Se realizó una encuesta en línea sobre una muestra de 1074
chinos, la mayoría de los cuales eran de la provincia de Hubei. La falta de
oportunidades adecuadas para realizar entrevistas cara a cara, la ansiedad, la
depresión, el bienestar mental y el comportamiento de consumo de alcohol se
evaluaron mediante medidas autoinformadas. Los resultados mostraron una
mayor tasa de ansiedad, depresión, consumo de alcohol nocivo y peligroso, y un
menor bienestar mental de lo habitual. Los resultados también revelaron que los
jóvenes de 21 a 40 años se encuentran en una posición más vulnerable en
términos de sus condiciones de salud mental y consumo de alcohol. Propusieron
para abordar la crisis de salud mental durante esta epidemia, implementar un
enfoque multifacético (es decir, formar un equipo multidisciplinario de salud
mental, brindar tratamientos psiquiátricos y otros servicios de salud mental, utilizar
plataformas de asesoramiento en línea, programas de rehabilitación, garantizar
cierta atención para los grupos vulnerables, etc.).
33
Ni MY et al (China, 2020) examinaron los factores de riesgo, incluido el uso de
las redes sociales, para la probable ansiedad y depresión en la comunidad y entre
los profesionales de la salud en el epicentro del COVID-19, Wuhan. Realizaron
una encuesta en línea a 1577 adultos de la comunidad y 214 profesionales de la
salud. La ansiedad y la depresión probables se evaluaron mediante el
Cuestionario de Trastorno de Ansiedad Generalizada - 2 (punto de corte ≥3) y el
Cuestionario de Salud del Paciente - 2 (punto de corte ≥3). De los 1577 adultos de
la comunidad, aproximadamente 1/5 de los encuestados informaron ansiedad
probable (n = 376, 23,84 %, IC 95%: 21,8-26,0) y depresión probable (n = 303,
19,21 %, IC 95%: 17,3- 21,2). De manera similar, de los 214 profesionales de la
salud, una 1/5 parte reportaron ansiedad probable (n = 47, 22,0 %, IC 95%: 16,6-
28,1) o depresión probable (n = 41, 19,2 %, IC 95%: 14.1- 25,1). Alrededor de 1/3
de los adultos comunitarios y los profesionales de la salud pasaron ≥ 2 horas
diarias en las noticias de COVID-19 a través de las redes sociales. El contacto
cercano con personas con COVID-19 y pasar ≥ 2 horas diarias en las noticias
sobre COVID-19 a través de las redes sociales se asoció con probable ansiedad y
depresión en adultos de la comunidad. El apoyo social se asoció con una
ansiedad y depresión menos probables tanto en los profesionales de la salud
como en los adultos de la comunidad. Concluyeron que el Internet podría
aprovecharse para la telemedicina y la restauración de las rutinas diarias, sin
embargo, se justifica la precaución al pasar un tiempo excesivo buscando noticias
sobre COVID-19 en las redes sociales debido al contagio infodemico y emocional
a través de las redes sociales en línea.
34
Lee SW et al (Corea del Sur, 2020) investigaron la asociación entre la
enfermedad mental y la susceptibilidad al COVID-19 y los resultados clínicos en
un registro nacional en Corea del Sur. Realizaron un estudio de cohorte a nivel
nacional con emparejamiento de puntajes de propensión en Corea del Sur
utilizando datos recopilados del Servicio de Revisión y Evaluación de Seguros de
Salud de Corea en pacientes mayores de 20 años a los que se les realizó la
prueba del SARS-CoV-2 a través de los servicios facilitados por los Centros de
Corea para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Servicio de Revisión y
Evaluación de Seguros de Salud de Corea y el Ministerio de Salud y Bienestar de
Corea del Sur. Corea. Investigaron el resultado primario (positividad de la prueba
del SARS-CoV-2) en toda la cohorte y los resultados secundarios (resultados
clínicos graves de COVID-19: muerte, ingreso a la unidad de cuidados intensivos
o ventilación invasiva) entre los que dieron positivo. En toda la cohorte con
emparejamiento de puntajes de propensión, 1 391 (3 %) de 47 058 pacientes sin
una enfermedad mental dieron positivo al SARS-CoV-2, en comparación con 1383
(2,9%) de 48 058 con una enfermedad mental (ORa 1, IC 95%: 0,93–1,08). Entre
los pacientes que dieron positivo para SARS-CoV-2, después de la comparación
de la puntuación de propensión, 109 (8,3%) de 1320 pacientes sin una
enfermedad mental tuvieron resultados clínicos graves de COVID-19 en
comparación con 128 (9,7%) de 1320 con una enfermedad mental (ORa 1,27, IC
95%: 1,01–1,66). Concluyeron que el diagnóstico de una enfermedad mental no
se asoció con una mayor probabilidad de dar positivo en la prueba del SARS-
CoV-2, los pacientes con una enfermedad mental grave tenían un riesgo
ligeramente mayor de resultados clínicos graves de COVID-19 que los pacientes
sin antecedentes de enfermedad mental.
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Iob E et al (Reino Unido, 2020) examinaron los niveles de gravedad de los
síntomas depresivos a lo largo del tiempo entre personas con alto riesgo en el
Reino Unido durante la pandemia de COVID-19 en adultos mayores de 18 años.
Los síntomas depresivos se midieron en 7 ocasiones desde el 21 de marzo al 2
de abril de 2020, utilizando el cuestionario de salud del paciente de 9 ítems (PHQ-
9). La muestra analítica comprendió a 51 417 adultos de 18 años o más (edad
media [DE], 48,8 [16,8] años; 26 276 [51,1%] mujeres; 6145 miembros [12,0%] de
negros, asiáticos y minorías raciales / étnicas comunidades). Entre estos, 17 143
participantes (33,3%) estaban en el cuartil más bajo de la PSEB y 11 342
participantes (22,1%) se clasificaron como trabajadores esenciales. Se
identificaron tres niveles de gravedad de los síntomas depresivos: bajo (30 850
participantes [60,0%]), moderado (14 911 participantes [29,0%]) y grave (5656
participantes [11,0%]). Después de ajustar por covariables, experiencias de abuso
físico o psicológico ( [OR], 13,16; IC 95%: 12,95-13,37; p < 0,001), condiciones de
salud mental preexistentes (OR, 12,99; IC 95%: 12,87-13,11); p < 0,001),
condiciones de salud física preexistentes (OR, 3,41; IC 95%, 3,29-3,54; p <
0,001), bajo apoyo social (OR: 12,72; IC 95%: 12,57-12,86; p <0,001 ), y una
PSEB (OR, 5,22; IC 95%: 5,08-5,36; p < 0,001) se asociaron significativamente
con síntomas depresivos graves. No se encontró una asociación significativa para
la raza / etnia (OR, 1.07; IC 95%: 0.85-1.28; p = 0,56). Los participantes con roles
de trabajador esenciales tuvieron menos probabilidades de experimentar
síntomas depresivos graves (OR, 0,66; IC 95%: 0,53-0,80; p < 0,001). Se
encontraron patrones similares de asociación para el grupo de participantes con
síntomas depresivos moderados (abuso: OR, 5,34; IC 95%, 5,15 a 5,54; p <
0,001; condición de salud mental: OR, 4,24; IC 95%, 4,24 a 4,24; p < 0,001;
condición de salud física: OR, 1,89; IC 95%, 1,80-1,98; p < 0,001; apoyo social
bajo: OR, 4,71; IC 95%, 4,60-4,82; P < 0,001; PSEB : OR, 1,97; IC 95%, 1,87-
2,08; p <0,001). Llegaron a la conclusión de que las personas con factores de
riesgo psicosociales y relacionados con la salud, así como aquellas con PSEB,
tenían un mayor riesgo de experimentar síntomas depresivos moderados o graves
durante el COVID-19.
3
Ozamiz-Etxebarria N et al (España, 2020) investigaron los niveles de estrés,
ansiedad y depresión en la primera fase del brote del COVID-19 en una muestra
recogida en la Comunidad Autónoma Vasca (situada al norte de España).
Analizaron los niveles de estrés, ansiedad y depresión a la llegada del virus y se
estudiaron los niveles de sintomatología psicológica según edad, cronicidad y
confinamiento en una muestra de 976 personas. La medición de las variables
ansiedad, estrés y depresión se realizó mediante la escala DASS (Escala de
Depresión, Ansiedad y Estrés). Los resultados fueron concluyentes y demostraron
que, aunque los niveles se sintomatología han sido bajos en general al principio
de la alarma, la población más joven y con enfermedades crónicas han referido
sintomatología más alta que el resto de población. También se detectó un mayor
nivel de sintomatología a partir del confinamiento, donde las personas tienen
prohibido salir de sus casas.
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Rodríguez-Rey R et al (España, 2020) exploraron el impacto psicológico de la
pandemia de COVID-19 en la población adulta general (N = 3055) durante las
primeras etapas del brote en España, así como sus niveles de ansiedad, estrés y
depresión. También examinaron hasta qué punto las siguientes variables se
asociaron con la salud mental de los participantes: (1) demografía; (2) grado de
preocupación por la pandemia; (3) condiciones ambientales durante el encierro
domiciliario, (4) cambios en la vida diaria como consecuencia de la pandemia; (5)
contacto con la enfermedad COVID-19; (6) severidad real y percibida de la crisis;
(7) información sobre el COVID-19, (8) estado de salud percibido y (9) actividades
de ocio realizadas en las últimas 24 h. Los resultados mostraron que los
españoles consideran la actual crisis de salud del COVID-19 como bastante
grave, y la mayoría consideró que la crisis del COVID-19 había tenido un gran
impacto en su vida diaria, incluidos los cambios en sus rutinas diarias y la
cancelación de actividades importantes. Alrededor del 36% de los participantes
informaron un impacto psicológico de moderado a severo, el 25% mostró niveles
de ansiedad de leves a graves, el 41% informó síntomas depresivos y el 41% se
sintió estresado. Las mujeres, los jóvenes y aquellos que perdieron su trabajo
durante la crisis de salud mostraron los síntomas psicológicos negativos más
fuertes. Lo que más preocupaba a los españoles era la probabilidad de sufrir una
crisis económica derivada de la pandemia. Encontraron factores asociados a una
mejor salud mental, como estar satisfecho con la información recibida sobre la
crisis de salud, realizar actividades de ocio y la percepción de estar en buen
estado de salud.
37
Parrado-González A et al (España, 2020) identificaron los grupos sociales
especialmente vulnerables al impacto de la pandemia y los factores de protección
que pueden reducirlo. Mediante muestreo tipo bola de nieve, 1 596 personas
residentes en España durante la cuarentena contestaron un cuestionario online
que incluyó información sobre variables sociodemográficas, síntomas y contacto
con la enfermedad, percepción del riesgo, conductas para prevenir el contagio y
estrategias para afrontar la cuarentena. El impacto psicológico se evaluó
mediante la Escala de Impacto de Evento-Revisada (IES-R), y el estado de salud
mental con el Cuestionario de Salud General de Goldberg (GHQ-12). El 24,7 % de
los participantes presentó un impacto psicológico moderado o severo y el 48,8 %
mostró deterioro de la salud mental. Las mujeres, los estudiantes y la población
con menor nivel de ingresos económicos, además de con menos espacio
disponible por persona en la vivienda, presentaron mayor impacto psicológico y
peor salud mental. Convivir con personas de riesgo y prever los efectos
económicos negativos de la crisis socio-sanitaria elevaron el malestar emocional y
la morbilidad psíquica. Concluyeron en la existencia de determinados grupos
sociales especialmente sensibles al impacto de la pandemia.
38
Ribot VC et al (Cuba, 2020) analizaron la repercusión que sobre la salud mental
pudiera provocar la COVID-19 y las medidas para su prevención y control, así
como
las estrategias para favorecerla. Llevaron a cabo una revisión bibliográfica entre
marzo y abril de 2020. Consultaron fuentes de información disponibles en la
Biblioteca Virtual de Salud de la red telemática infomed, entre ellas, las bases de
datos SciELO, PubMed / Medline, Cumed, Lilacs y el buscador Google
académico. Diseñaron una estrategia de búsqueda a través de palabras claves,
en español e inglés, recuperaron 7 citas bibliográficas en materiales cubanos y se
seleccionaron para el estudio en total 21 referencias. Concluyeron que a la par de
las medidas sanitarias, urge potenciar la resiliencia, el crecimiento personal, las
relaciones intrafamiliares y la atención especial a los grupos vulnerables para así
minimizar el impacto psicosocial de la epidemia en la población.
39
Arias Y et al (Cuba, 2020) desarrollaron un estudio observacional descriptivo
transversal, en el consultorio médico de la familia 16-A perteneciente al Policlínico
docente “Jimmy Hirtzel” de Bayamo durante el mes de abril de 2020, con la
finalidad de identificar las manifestaciones psicológicas frente a la situación
epidemiológica causada por la COVID-19. Estudiaron las variables ansiedad,
depresión, estrés e idea suicida, para lo cual se aplicaron pruebas psicológicas.
Predominó la ansiedad como estado con niveles alto (30,96 %) y medio (26,90
%); la depresión se manifestó como estado en los niveles medio (36,54 %) y alto
(13,70 %) y medio (12,20 %) como rasgo; el 66,49 % de las personas presentaron
niveles de estrés alterado; el 98,47 % no mostró idea suicida. No se reveló
asociación entre el estrés, la ansiedad (p= 0,90) y la depresión como rasgo y
estado (p= 0,97). Concluyeron que frente a la situación epidemiológica causada
por la COVID-19, las personas estudiadas presentaron alteraciones psicológicas
de ansiedad y depresión como estado, altos niveles de estrés y sin idea suicida
en la mayoría de los casos.
40
Johnson MC et al (Argentina, 2020) exploraron los sentimientos y expectativas
que genera el COVID-19 en Argentina durante la primera etapa de la pandemia.
Aplicaron una encuesta de la Organización Mundial de la Salud adaptada al
contexto local. Incluyeron preguntas abiertas para indagar sentimientos de las
personas frente al COVID-19, y se realizó un análisis de contenido. Como
resultados se advierte que la población encuestada siente incertidumbre, miedo y
angustia, pero también emerge un sentimiento de responsabilidad y cuidado
frente al COVID-19. Así mismo se destacan sentimientos positivos para la
sociedad como una valoración de la interdependencia social. Los resultados
arribados señalan que el impacto en la salud mental es desigual según el género,
el nivel educativo alcanzado y el confort percibido en el hogar. El estudio concluye
que las dimensiones emocionales y vinculares de las personas resultan aspectos
centrales ante la pandemia del COVID-19 en Argentina.
41
Alomo M et al (Argentina, 2020) exploraron mediante una encuesta, las
actitudes y los temores frente al COVID-19, la presencia de sintomatología
depresiva y el patrón de consumo de alcohol de la población argentina durante el
confinamiento (n = 759). Como resultado, observaron que el temor al COVID-19
fue mayor en las personas de entre 55 y 59 años, con un descenso abrupto en los
mayores de 70. El ánimo depresivo y el incremento en el consumo de alcohol
fueron más frecuentes en los más jóvenes y el estado de ánimo depresivo fue
más frecuente en quienes perdieron el empleo durante el confinamiento.
Finalmente, hallaron que el grado de acuerdo con la medida de confinamiento fue
superior al 90 %.
42
Tusev A et al (Ecuador, 2020) tuvieron por objetivo establecer la prevalencia de
los síntomas informados de estrés, ansiedad y depresión, e identificar los factores
de riesgo que contribuyen a la angustia psicológica en la población de algunas
provincias de Ecuador en relación con la epidemia de COVID-19. Se realizó
mediante la aplicación de una encuesta que incluye variables sociodemográficas y
la prueba de escala DASS-21 a 789 personas. Los resultados indicaron que un
número preocupante de personas informó niveles severos o extremadamente
severos de depresión (10,3 %), ansiedad (19,4 %) y estrés (13,5 %).
43
Becerra BD et al (Perú, 2020) identificaron la relación del grado de ansiedad
ante la muerte con variables sociodemográficas, sanitarias y religiosas, en 386
adultos peruanos, durante la pandemia por la COVID-19, mediante un estudio
descriptivo transversal, realizado en la región Ica durante abril y junio del 2020,
que respondieron a un cuestionario y a la Escala de Ansiedad ante la Muerte de
Templer, adaptada al contexto actual. El grado de ansiedad ante la muerte en
promedio es medio/alto. Puntuaron más alto en la escala las mujeres, viudos,
amas de casa y profesores, alcanzando significación estadística. Si bien, los que
no enfermaron de COVID-19, tienen familiar con COVID-19, no tienen familiar
fallecido por COVID-19, se consideran religiosos y tienen edad de 30 a 59 años,
puntuaron alto, las diferencias no fueron significativas. Los resultados variaron
según temor a la muerte, temor a la enfermedad y temor al paso del tiempo.
Concluyeron que, durante esta pandemia, el grado de ansiedad ante la muerte es
de tendencia alta, y existen factores sociodemográficos relacionados.
44
Oblitas GA et al (Perú, 2020) identificaron el nivel de ansiedad según las
características sociodemográficas de los adultos en aislamiento social obligatorio
por COVID-19 en un barrio de Chota. Realizaron un estudio descriptivo de corte
transversal, desarrollado durante una parte del período de aislamiento social
obligatorio en el Perú (marzo-junio) en una población de 142 adultos, siendo la
muestra compuesta por 67 participantes. Se identificó los niveles de ansiedad
mediante la Escala de Autoevaluación de la Ansiedad de Zung y un cuestionario
con nueve variables sociodemográficas. La ansiedad alcanzó al 43,3 % de los
participantes, 20,9 % presentaron ansiedad leve, 13,4 % moderada y 9 % severa.
El nivel de ansiedad según variables sociodemográficas fue más frecuente en el
sexo femenino, en personas de 40 o más años, casados/convivientes y
divorciados/
separados, en los que llevan entre 10 y 12 días de aislamiento, cuando se está en
compañía de alguien, cuando hay afectación económica o cuando no se realizan
actividades distractoras. Concluyeron que los niveles de ansiedad durante una
pandemia pueden llegar a reducirse cuando la duración del aislamiento es lo más
corta posible, la persona recibe información precisa, se informa de medios de
comunicación confiables, cuenta con el suministro suficiente para disminuir la
frecuencia de salidas, tiene una situación financiera estable, realiza actividades
lúdico/recreativas y cuando mejora la comunicación (física o virtual).
III. METODOLOGÍA
O1
M r
O2
Donde:
▪ M: pobladores adultos de la ciudad de Trujillo (Perú).
▪ O1: factores asociados (1. edad, 2. sexo, 3. nivel de
instrucción, 4. procedencia, 5. estado civil, 6. religión, 7.
estado laboral, 8. baja percepción económica, 9.
distanciamiento social, 10. sedentarismo, 11. trastorno del
sueño, 12. padecer de enfermedades crónicas.).
▪ O2: ansiedad.
▪ r: relación entre las variables.
III.3.1. Población:
La población estará constituida por todas aquellas personas
mayores de 18 años de edad que acepten participar en forma
voluntaria en la presente investigación a través de una encuesta
estructurada vía electrónica (Formulario de Google, Google Forms
en su redacción en inglés) durante el periodo 15 – 30 de diciembre
del 2020.
Criterios de Selección:
▪ Criterios de inclusión:
✔ Personas de ambos sexos mayores de 18 años de edad
nacidos en Perú.
✔ Pobladores habituales de la ciudad de Trujillo con un
tiempo de antigüedad no menor de 1 año.
✔ Personas que acepten participar en el estudio mediante el
marcado de aceptación del consentimiento informado.
✔ Personas que cuenten con conexión a internet y posean
cuenta personal en redes sociales (Facebook, Instagram,
Twitter, Telegram, WhatsApp, etc.) y/o correo electrónico.
▪ Criterios de exclusión:
✔ Personas que presenten llenado incompleto de la
encuesta.
✔ Personas de procedencia extranjera o que no lean y/o
hablen español.
III.3.2. Muestra:
La muestra estará constituida por todas aquellas personas mayores
de 18 años de edad que acepten participar en forma voluntaria en la
presente investigación a través de una encuesta estructurada vía
electrónica (Formulario de Google) durante el periodo 15 – 30 de
diciembre del 2020 y que cumplan con los criterios de selección.
Tamaño de la muestra:
k
n=3+ 2
c
Donde:
2
▪ k =(Z α + Z β ) .
1+r
▪ c= ( 0,5 ) . ln .
1−r
▪ r: coeficiente de correlación esperado (0,2 según Parrado-
González A et al 37).
Luego:
o Con los valores α de 0,05 y 1 – β de 0,8, calculamos k, lo que
corresponde a 6,2 (se maneja a una cola ya que la hipótesis
alterna es unilateral por mencionar que r > 0).
o Se calcula C que es igual a 0,5 que multiplica al logaritmo
natural de (1+r)/(1–r) = (0,5).ln(1+0,2/1–0,2) = (0,5).ln(1,2/0,8) =
(0,5)(ln1,5) = (0,5)(0,405) = 0,2025.
o Se sustituye en la fórmula y se obtiene: n = 18, con lo que se
requieren 18 personas para el estudio.
Con la finalidad de incrementar la validez interna de la investigación,
se incrementará el tamaño de la muestra a 200 personas en total.
III.3.3. Muestreo:
No probabilístico por bola de nieve. El muestreo por bola de nieve es
una técnica de muestreo en la que los individuos seleccionados para
ser estudiados reclutan a nuevos participantes entre sus
conocidos, esta técnica permite que el tamaño de la muestra vaya
creciendo a medida que los individuos seleccionados invitan a
45,46
participar a sus conocidos. Puesto que la actual pandemia del
COVID-19 pone en riesgo al encuestador y al encuestado, este tipo
de muestreo resulta la opción más segura para el desarrollo de
nuestro estudio.
III.5. Procedimientos:
1. El proyecto de investigación será presentado a la Escuela de Posgrado
de la Universidad César Vallejo para su revisión y aprobación.
2. En forma paralela, el proyecto será presentado al Comité de Ética en
Investigación de la Red de Salud Trujillo, a fin de que cuente con la
valoración externa de un comité científico.
3. Una vez aprobado, el proyecto de investigación será registrado en la
plataforma PRISA, del Instituto Nacional de Salud (INS), conforme a lo
establecido por la ley vigente para investigaciones sobre tuberculosis y
COVID-19 en el Perú.
4. Con el visto y bueno para su desarrollo, se distribuirá la encuesta en
línea a través de las redes sociales para su llenado correspondiente,
mediante el muestreo bola de nieve se irá incrementando su cobertura a
fin de completar el tamaño muestral establecido, incluyéndose aquellas
encuestas de personas que cumplan los criterios de selección.
5. Luego de ello, toda la información será recopilada en una base de datos
en el programa estadístico SPSS 26.0 versión en español para su
posterior análisis y elaboración del informe final.
6. Una vez elaborado el informe de investigación se solicitará la viabilidad
de sustentación del mismo y la asignación de jurados correspondientes.
IV.1.1. Personal:
Investigador 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 5 h/d
Asesor 1, 2, 5, 6 1 h/d
IV.1.3. Locales:
▪ No se hallan contemplados locales físicos por la actual pandemia
y la modalidad en línea en la que se desarrollará el presente
estudio.
IV.1.4. Presupuesto:
b. Servicios:
IV.2. Financiamiento:
El presente estudio será financiado en su totalidad con recursos propios del
autor.
ACTIVIDADES MESES
Set. Octubre Nov. Dic. En. Feb.
1 Revisión Bibliográfica.
Formulación de Proyecto y
2
Presentación.
3 Adquisición de Materiales.
4 Trabajo de Campo.
5 Análisis de Datos.
Redacción del Informe
6
Final.
Presentación del Informe
7
Final.
REFERENCIAS
Niveles de la ansiedad
medidos con el 7-item
Generalized Anxiety Evidencia del registro de 1. Normal.
Niveles Disorder (GAD-7; rango: 0- los niveles de ansiedad 2. Leve. Categórica
de 21). Los niveles se dividen en la encuesta realizado 3. Moderado. / Nominal
ansiedad en síntomas normales (0-4 por el participante. 4. Severo.
puntos), leves (5-9 puntos),
moderados (10-14 puntos)
y severos (15-21). 47-49
I. CONSENTIMIENTO INFORMADO
Acepto No acepto
II. CONTEXTO SOCIODEMOGRÁFICO
años,
Masculino Femenino
Sin estudios
Primaria
Secundaria
Superior
Rural
Urbana
Soltero(a)
Casado(a)
Conviviente
Separado(a)/Viudo(a)/Divorciado(a)
6. Por favor, díganos si profesa alguna religión:
Si
No
Empleado
Desempleado
8. Por favor, díganos si sus ingresos económicos le alcanzan para sus gastos
del mes:
Si
No
Si
No
Si
No
Si
No
12. Por favor, díganos si padece alguna enfermedad crónica (por ejemplo:
diabetes, hipertensión arterial, artrosis, artritis reumatoide, etc.):
Si
No
Señale con qué frecuencia ha sufrido los siguientes problemas en los últimos 15
días:
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
5. Se ha sentido tan intranquilo que no podía estarse quieto:
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.
( ) Ningún día.
( ) Menos de la mitad de los días.
( ) Más de la mitad de los días.
( ) Casi todos los días.