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3.1. SEMIÓTICA Y FILOSOFÍA DEL LENGUAJE: La semiótica estudia cómo los signos se usan
para comprender y comunicar conocimientos, y fue desarrollada por la escolástica medieval y
Charles Peirce. La filosofía del lenguaje explica que las palabras no se asocian mágicamente
con las cosas, sino que dependen de procesos de interpretación comunitarios. El significado
surge de un proceso social y cultural en el que los signos se transfieren.
3.2. LA CONCEPCIÓN TRIÁDICA DEL SIGNO: La concepción triádica del signo de Peirce dice
que el significado de un signo no se basa en la similitud entre su forma y su contenido, sino en
cómo lo interpretamos. Peirce cree que los signos nos ayudan a conocer el mundo, y que la
relación entre el signo, el objeto y el interpretante es triádica. El interpretante es clave para
entender el significado, y convierte la relación de significación en una relación triádica. Los signos
son importantes porque no solo representan cosas, sino que nos permiten ampliar nuestra
comprensión del universo y pensar en lo que no podemos ver, tocar o imaginar.
La filosofía del lenguaje estudia los problemas en el triángulo semiótico de los signos que reflejan
la relación entre el signo lingüístico, el pensamiento y el objeto. Se pueden identificar tres
relaciones en este triángulo: la relación entre el lenguaje y el sujeto, la relación del lenguaje con
el mundo, y la relación del sujeto con el mundo.
4.1.LA INTENCIONALIDAD DEL SIGNO LINGÜÍSTICO:
Los signos están presentes en nuestro conocimiento y se refieren unos a otros. Algunos filósofos
han dicho que todo es signo y que no podemos escapar de ellos, pero podemos entender cómo
funcionan en la comunicación y cómo se relacionan con la realidad. La palabra es un vehículo
del concepto, que es un signo formal que lleva al conocimiento de otra cosa. Es importante no
perder de vista la naturaleza formal del concepto. La filosofía del lenguaje ha separado lo
psicológico de lo lógico, por lo que es posible comprender los conceptos sin verlos como
imágenes mentales y evitar problemas en la filosofía.
Las tesis que a este propósito se pueden sostener son principalmente tres: el lenguaje como
traducción del pensamiento, como determinante del pensamiento y como vehículo
del pensamiento.
La relación entre el lenguaje y el pensamiento. Algunas personas creen que el lenguaje solo es
un medio para expresar lo que ya se ha pensado, pero esto plantea problemas de comunicación.
Además, separar el pensamiento y el lenguaje puede convertir el pensamiento en un proceso
mental que meramente acompaña al lenguaje, convirtiéndolo en un hablar interiorizado.
La hipótesis del relativismo lingüístico sostiene que el lenguaje influye en el pensamiento. Sapir
y Whorf apoyan esta teoría, pero Whorf la lleva al extremo al afirmar que la lengua determina la
mentalidad y conducta de una comunidad. Según Whorf, la gramática de cada lengua no es solo
un instrumento para expresar ideas, sino que también forma las ideas. Esta teoría afirma que las
estructuras lingüísticas predeterminan las culturales y conductuales, y no al revés. En resumen,
la teoría del relativismo lingüístico sostiene que la formulación de las ideas está condicionada
por la gramática de la lengua que se habla.