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LA SEMIOLOGÍA
Definición
La semiología es la ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social. Así
definió Ferdinand de Saussure a la semiología. Èl la vislumbraba como la ciencia que iba a
estudiar en qué consistían los signos y cuáles eran las leyes que los gobernaban. Con esta
definición abarca todos los sistemas de signos: el alfabeto de los sordomudos, las señales de
tráfico, los códigos, el alfabeto Morse, etc. El lenguaje se exceptúa de esta definición
debido a su carácter especial, y por ello, la semiología se puede definir como el estudio de
los sistemas de signos no lingüísticos.
En Norteamérica, Charles. S. Peirce llega a una definición similar, sin embargo, éste
filósofo enfatiza el aspecto lógico formal de los signos. Para él, percibimos los signos tal
como podemos. A partir de ello, sometemos a los signos a un proceso de abstracción del
cual resulta el sentido quasi necesario que deben tener los signos para la inteligencia
científica. A pesar de que Peirce utiliza el término semiótica cuando se refiere a los
sistemas de signos, habla de la misma materia que Saussure y actualmente los conceptos
semiología y semiótica, en general, son utilizados indistintamente. Los europeos prefieren
el término semiología y los anglosajones prefieren hablar de semiótica.
Cabe señalar que no se deben confundir los conceptos de semiótica y semiología con el de
la semántica. Mientras que los primeros se refieren al estudio de los sistemas de signos no
lingüísticos, el segundo se concentra en el estudio del significado de los signos lingüísticos.
La semiologia, en su forma más pura, estudia los sistemas de signos no lingüísticos. Esta
definición se puede ampliar al estudio de las formas de comunicación social tales como los
ritos, las ceremonias, las fórmulas de cortesía, etc. y finalmente, también las artes se basan
sobre códigos y sistemas de signos. Por lo tanto, aquí se tratarán sistemas de signos
científico–técnicos, sociales y estéticos.
FUNCIONES Y “MEDIA”
La función del signo es la de comunicar ideas por medio de mensajes. En este proceso están
involucrados seis elementos:
• un referente
• signos
• un código
• un medio
• un emisor
• un receptor
Los referentes son el objeto del cual se habla mediante los signos cuya forma de relación
con el referente establece el código, y para que el mensaje pueda ser comunicado entre el
emisor y el receptor, debe transcurrir en un medio.
I. LAS FUNCIONES
1. La función referencial
Esta función forma la base de toda comunicación dado que determina las relaciones entre
un objeto y el signo que se establece para representarlo. El problema de esta relación es que
debe ser objetiva, observable y verificable. Cuando estas tres condiciones se cumplen, los
signos son idóneos para ser utilizados en al ámbito de las diversas ciencias, cuyos códigos
intentan evitar cualquier confusión entre el mensaje y la realidad codificada.
2. La función emotiva
La función emotiva establece la relación entre el emisor y el mensaje. En las situaciones
comunicativas no solo podemos expresar ideas mediante signos cuya relación con el
referente fue establecida objetivamente sino que también podemos expresar juicios acerca
del valor que los referentes tienen para nosotros. Así, la función referencial y la función
emotiva son dos aspectos básicos de la comunicación. Cuando se comunica con términos
determinados de forma cognoscitiva / objetiva, nos encontramos en el campo de las
ciencias y cuando comunicamos en el nivel afectivo / subjetivo mediante las connotaciones
y variantes estilísticas de los signos empleados, estamos en el terreno de las artes. La
codificación científica se esfuerza por neutralizar las connotaciones y las variantes
estilísticas mientras que la codificación estética las actualiza y desarrolla.
5. La función fática
El término fático fué introducido por Bronislav Malinowski a principios del siglo XX en el
contexto de sus estudios de los significados en las lenguas de las comunidades ‘primitivas’.
El objetivo de esta función es afirmar, mantener o detener la comunicación.
6. La función metalingüística
El objetivo de la función metalingüística es la operacionalización de los términos. Se teme
que el receptor no entienda los conceptos en el sentido que queremos asociarles, por ello,
tratamos de aclarar de qué hablamos, por ejemplo, colocando entre comilla los conceptos
en cuestión. Diciendo ’semiología, en el sentido médico del término’, logramos que nuestro
interlocutor extraiga el sentido del signo del código correspondiente.
Las obras de arte requieren frecuentemente de una contextualización precisa para permitir
su interpretación correcta, es decir, sabiendo que una obra pertenece a un estilo
determinado (cubismo, impresionismo, romanticismo, etc.) lograremos una interpretación
más acertada.
7. Comprender y sentir
Las funciones mencionadas son concurrentes, están presentes en mayor o menor proporción
en todos los mensajes están mezcladas en diversas proporciones. Una u otras dominan
según el tipo de comunicación. Las funciones referenciales (objetivas, cognoscitivas) y la
función emotiva (subjetiva, expresiva). La noción de una doble función del lenguaje puede
extenderse a todos los modos de significación. El comprender y sentir, el espíritu y el alma.
Se podría definir a la emoción como una incapacidad de comprender; el amor, el dolor, la
sorpresa, el miedo, inhiben a la inteligencia que no comprende lo que le sucede.
Convencional Natural
Arbitrario Motivado
Homológico Analógico
Objetivo Subjetivo
Racional Afectivo
Abstracto Concreto
general Singular
Transitivo Inmanente
Selectivo total
8. Sentido e información
La función del sistema fonológico es puramente distintiva en la medida en que no hay
relación entre los rasgos pertinentes. El fonema labial no nos dice nada sobre la voz (soda o
sonora) debido al hecho de que voz y articulación son independientes.
Un sistema taxonómico, integra los signos en un sistema de relaciones, pero necesarias,
unívocas e inclusivas: mamífero implica necesariamente vertebrado y el segundo término
no agrega ninguna información al primero. Los términos solo poseen definiciones.
El sistema lexical, en el que los signos tienen una relación de intersección, implica el
sentido e información. Cuanto más significante es un código, es más restringido,
estructurado, socializado e inversamente. El contenido de información de un mensaje y la
redundancia son propiedades objetivas y mesurables.
9. Atención y participación
El receptor que recibe un mensaje debe descodificarlo, debe reconstruir su sentido a partir
de signos. Un rompecabezas es un mensaje cuyo sentido (la imagen) reconstruimos
ubicando las diferentes piezas en sus respectivas posiciones por medio de las indicaciones
de líneas, colores, figuras.
Por esa misma razón, una actividad programada con demasiado rigor o una enseñanza muy
acelerada, pierde interés. Esta noción de interés del receptor debe ser precisada. La
atención, mide el interés del receptor por el referente, objeto de mensaje; interés de orden
intelectual que tiene su origen en el placer que encuentra en interpretarlo reconstituyéndolo.
Por lo tanto, no hay que confundir la atención (intelectual) con la comunión (afectiva) o la
colaboración (práctica). La comunión y la colaboración postulan un aflojamiento de la
atención y poseen, sistemas de codificación antinómicos.
Según McLuhan, estamos pasando de una cultura caliente a una cultura fría, a raíz de una
mutación de los media del libro por la televisión, de las artes figurativas por las artes no
figurativas. Semiológicamente, tenemos dos tipos de experiencia: inteligible y afectiva,
experiencias que no son asimilables, sino inversamente proporcionales. Debe distinguirse lo
individual y lo colectivo; lo individual define nuestras diferencias, lo colectivo nuestras
similitudes con los demás. Es evidente que cuanto más diferentes somos, menos nos
asemejamos.
5. Denotación y connotaciones
Está vinculado con la distinción entre connotación y denotación. La denotación está
constituida por el significado concebido objetivamente. Las connotaciones expresan valores
subjetivos atribuidos al signo debido a su forma y a su función; una palabra argótica,
poética, científica, connota el significado que expresa.
1. El sistema
Hay varios tipos de sistema. Un sistema es un conjunto de signos estables y constantes. Los
lingüistas lo describen como un conjunto en el cual los signos son interdependientes.
Nuestra numeración decimal, constituye un sistema en el sentido lingüístico del término,
implica reglas de sintaxis y además las diez cifras son solidarias. Se distinguen dos grandes
tipos de sintaxis: temporal y espacial. En la lengua articulada, las señalares ópticas, la
música, los signos mantienen relaciones de sucesión en el tiempo. La pintura, el dibujo, los
diferentes modos de representación gráfica disponen los signos en el espacio.
2. La articulación
El lenguaje presenta una situación particular entre los sistemas de signos debido a su doble
articulación. No deben confundirse las dos articulares con los niveles sintácticos. En una
primera articulación podemos distinguir varios niveles; fase, oración, sintagma, palabra,
morfema. Cada uno de estos signos complejos sólo son las sucesivas combinaciones de los
signos básicos portadores de los elementos de sentido que son recuperados en cada nivel.
Tampoco debe confundirse la doble articulación con las transcodificaciones y los niveles de
lectura. Se considera que la doble articulación es una propiedad exclusiva de las lenguas
articuladas, lo que las distinguiría de todos los otros sistemas de signo.
3. La homología
La homología es una analogía estructural, los significantes mantienen entre sí la misma
relación que los significados, mientras que la analogía es sustancial. La homología no
excluye a la analogía los dos caracteres pueden combinarse.
La ciencia procede así cuando adopta un modelo de una ciencia similar. Esta distinción
entre dos modos de significación fundamentales, analógicos y nomológicos, permite
oponer, por una parte, la ciencia al saber tradicional y, por la otra, las artes a las ciencia.
El sentido es una relación y esta relación envuelve cada sentido en un nuevo sentido. Si la
simiología debe ser la ciencia de los signos, engloba todo el saber, toda la experiencia pues
todo es signo: todo es significado y todo es significante.
Reconocemos los dos modos de significación opuestas que distinguimos anteriormente con
los nombres de signos lógicos, técnicos y signos afectivos, estéticos y observamos también
que las dos nociones no se superponen exactamente.
El lenguaje presenta, dos niveles de significación; un sentido técnico basado en uno de los
códigos y un sentido poético que está dado por el receptor a partir de sistemas de
interpretación implícitos y más o menos socializados y convencionalizados por el uso.
Para los códigos técnicos significan un sistema de relaciones objetivas, reales, observables
y verificables, mientras que los códigos estéticos crean representaciones imaginarias que
adquieren valor de signos en la medida en que se dan como un doble del mundo creado. el
mensaje estético es lo análogo de lo zúrrela, de lo invisible, de lo inefable o de una realidad
que los signos técnicos no son o no han sido hasta ahora capaces de expresar, verificar y
afectar con un signo convencional y unánimente aceptado.
1.- Los relevos del lenguaje.- Lo ubican los diferentes alfabetos. Estos son: la escritura
alfabética, el morse, el braile, el sistema marinero de señales con banderas, el alfabeto
digital de los sordomudos y diversos tipos de tam-tam. El alfabeto digital de los
sordomudos es visual, el braile es táctil. El morse es múltiple: acústico, óptico, gráfico,
eléctrico. Un mensaje oral será escrito, ese mensaje escrito será criptografiado y este
último, transcrito en morse, primeramente en forma táctil, forma a su vez recodificada en
impulsiones eléctricas, las que son inscritas en puntos y trazos gráficos.
2.- Los sustitutos del lenguaje.- Entre estos sustitutos del lenguaje, uno de los más
elaborados es el lenguaje gestual de los monjes trapenses que contiene más de 1300 signos.
La traducción a una lengua extranjera constituye una remodificación de ese tipo, así como
la filmación de una pieza de teatro o de una novela, la pintura de un relato de batalla o, por
el contrario, la descripción de un cuadro.
3.- Los auxiliares del lenguaje.- La comunicación lingüística se basa en el empleo de signos
articulados. Ya acompañado con frecuencia de signos paralelos; entonaciones, mímicas,
gestos. Se trata de indicios naturales, espontáneos, que cumplen una función puramente
expresiva, pero algunos pueden ser convencionalizados a los fines de la comunicación.
En ciertas culturales, esos códigos pueden estar muy elaborados. El italiano que habla con
las manos no efectúa una vana gesticulación como podría creerse a simple vista, pues cada
gesto tiene su propia significación. Esos auxiliares del lenguaje adquieren una gran
importancia en ciertas formas de expresión y su función es más expresiva que técnica.
El código kinésico.- Se utiliza los gestos y las mímicas. Es también un código paralelo
estrechamente asociado al habla y, muy particularmente, a los signos prosódicos.
Las señales y los programas tienen por función coordinar la acción por medio de
conminaciones, instrucciones, avisos o llamados de atención. Las señales permiten dirigir la
circulación o movimientos de conjunto. Entre los sistemas de señalización, los más
conocidos son los códigos de circulación caminera, ferroviaria, aérea, marítima y fluvial.
Todas las formas de trabajo en común utilizan sistemas que tiran de las cuerdas hasta los
más complejos programa de una cadena de producción o de una orden de batalla. La
naturaleza de esos sistemas depende, por una parte, de su campo semiológico, de la
información y órdenes que deben transmitir y, por otra parte, de las condiciones de la
emisión y de la recepción.
Las insignias y las señales son signos de comunicación. Su función explícita consiste en
informarnos sobre la identidad de los individuos y en transmitir informaciones apropiadas
para coordinar la acción. Por otra parte, los signos pueden tener por función la
representación de una realidad compleja, haciendo conocer su estructura.
1.- Los códigos científicos.- son de tipo lógico. Toda ciencia consiste a en acentuar la
función referencial protegiéndola de las interferencias y connotaciones de las otras
funciones (emotiva, conminativa). Los códigos científicos están sometidos a una doble
exigencia: por una parte, la arbitrariedad. Por otra parte, una motivación que ayuda a la
memoria.
Las taxonomías de las ciencias naturales son puros sistemas de clasificación cuya función
consiste en definir las entidades por sus relaciones recíprocas.
Son medios de comunicación con los dioses, el más allá, el destino. Constituyen sistemas
de signos. Los más conocidos son: la adivinación por medio de los astros (astrología) por
medio de las cartas (cartomancia), por medio de las líneas de la mano (quiromancia), por
medio de los sueños (oniromancia), sin hablar de la borra del café, las bola de cristal.
El término estético está justificado, en la medida en que ese modo de expresión es el de las
artes. Por lo tanto la expresión estético no se aplica aquí simplemente a lo bello sino
también a lo concreto, a lo sensible, valor etimológico que Valery recupera cuando
introduce la palabra estético.