Orientación vocacional y su importancia para elegir una

carrera
La elección vocacional contribuye a una experiencia centrada en el disfrute de los estudios de áreas en una profesión la
cual desencadena diversas dificultades de integración y vinculación significativa con la carrera. La vida que uno desea en
el camino a la felicidad se basara prácticamente en dicha decisión, es decir, es sumamente fundamental una orientación
vocacional, así como una preparación para la elección de una carrera para lograr las metas personales con eficacia.

El discernimiento vocacional es un proceso que genera contradicciones en los jóvenes, repercutiendo visiblemente en las
actitudes de estos, quienes en muchas ocasiones no cursan inmediatamente estudios superiores, o deciden cambiar de
carrera por falta de orientación vocacional; provocando que su eficiencia y productividad disminuya en una dimensión
general. Demuestra que es necesario encontrar un área de estudio de nuestro interés para motivarnos positivamente en el
desempeño del mismo y el posterior trabajo.

La Orientación intenta descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno tenga su oportunidad para desarrollar ese
potencial al máximo, es así que conlleva un proceso psicológico de autoconocimiento influyente en más aspectos de la
vida que la elección de una carrera universitaria. Como evidencias, en diversos estudios se expone que quienes tuvieron
un seguimiento de orientación vocacional, también mejoraron sus habilidades blandas o inteligencia emocional.

En la sociedad la actitud ha tomado un papel imprescindible para determinar la eficiencia y creatividad en sus distintos
roles, en una empresa, servicios públicos y privados, entre diversos organismos en los que participamos de manera
inevitable en medio del sistema político, social y económico al que pertenecemos por lo que depende de la población el
desarrollo de su sociedad, pero si al desempeñar sus funciones no se encuentra satisfecho; como resultado volverá
ineficiente su rol y como una cadena ello afectara el resto de procesos implicados.

Cuestionarios de personalidad, pruebas de aptitud y análisis de valores son herramientas utilizadas para obtener
información precisa sobre las inclinaciones, capacidades y motivaciones de los individuos. A través de estas evaluaciones,
se busca mapear las características individuales y correlacionarlas con las posibles opciones de carrera.

Teorías psicológicas reconocidas aportan conocimiento crucial a la orientación vocacional. La teoría de desarrollo de Erik
Erikson, por ejemplo, explora las crisis de identidad a lo largo de la vida, lo que arroja luz sobre cómo las decisiones de
carrera pueden estar ligadas a la búsqueda de identidad.

La teoría de Holland, basada en seis tipos de personalidad, identifica patrones de elección de carrera y cómo se relacionan
con los intereses personales.

La pedagogía también desempeña un papel fundamental en la orientación vocacional. La comprensión de los estilos de
aprendizaje y las preferencias de enseñanza de un individuo puede influir en la elección de una carrera que no solo
resuene con sus habilidades, sino también con su enfoque de aprendizaje.

Son algunas metodologías que siguen procesos científicos y evidencian la objetividad con que se toma el análisis de la
persona para ayudarlo y no a decidir por él.

En síntesis, la juventud, por el mismo hecho de estar en una etapa de autodefinición y reconocimiento de sus habilidades e
intereses, necesitan un apoyo objetivo para direccionarse a través de la elección de una carrera puesto que resulta en la
mayor parte de su actividad a futuro y a la cual tendrá que dedicarse no solo por responsabilidad sino por atracción y
disfrute de la misma. Es parte importante del desarrollo personal.