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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
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Índice
CAPITULO I. COMPONENTES SOCIALES Y PARTICULARIDADES PSICOLOGICAS
DE LA PERSONALIDAD INDIVIDUAL
Teoría multifactoria
3.12 l
4
Introducción
5
Objetivo general:
Justificación
7
Marco Teórico
CAPITULO I. COMPONENTES SOCIALES Y PARTICULARIDADES PSICOLOGICAS
DE LA PERSONALIDAD INDIVIDUAL
Conforme al modelo de los Grandes Cinco (Big Five, en inglés), todas las personalidades
están determinadas por una serie de factores que se dan en distinta proporción en cada
individuo. Estos cinco factores son:
hacen sentir. Es la personalidad típica de quienes viven en busca del placer, y por
lo tanto suelen buscar nuevos estímulos constantemente.
Como se ha dicho, este tipo de teorías corresponden a las elaboraciones por expertos
como producto de sus investigaciones, y basan en “datos recogidos de personas
realizando ejercicios que se suponen miden el funcionamiento inteligente” (Sternberg,
1990, p.25).
Entre los logros de estas teorías, también Sternberg (1990) resalta el hecho de que han
permitido una especificación de la estructura de la inteligencia y de los procesos
involucrados en el funcionamiento inteligencia; también han facilitado a los estudiosos del
tema ir más allá de las definiciones operacionales y algunas de ellas han demostrado ser
muy útiles para fines prácticos, como es el caso de la teoría de la modificabilidad cognitiva
de Feuerstein.
Pero el mismo Sternberg (1990) señala al respecto deficiencias como las siguientes:
muchas de las teorías no son falseables, tienen dudosa validez ecológica y no consideran
el contexto en el que tienen lugar las conductas inteligentes.
El gran número y variedad teorías explicitas que sobre la inteligencia se han propuesto, se
inscriben en cuatro grandes clasificaciones: las psicométricas, las biológicas, las del
desarrollo y las inteligencias múltiples.
Teorías psicométricas
Las teorías psicométricas se relacionan con el desarrollo de las pruebas de
inteligencia y con el análisis factorial. Estas teorías, en efecto, no pueden verse en
forma separada de las pruebas de inteligencia.
a creación del concepto de edad mental permitió a Stern construir la fórmula más
conocida del mundo psicológico, la del Cociente Intelectual (CI), el cual se
encuentra al dividir la edad cronológica entre la edad mental, y multiplicando el
resultado por 100 (CI = EC/ EM x 100) (Pichot, 1960; Kantor, 1990; Gregory, 2001;
Sattler, 2003)
Otras pruebas de inteligencia con alto reconocimiento son las tres elaboradas por
Kaufman y Kaufman (citados por Aiken, 2003). La primera fue diseñada para medir
la inteligencia de niños con edades comprendidas entre dos y medio y doce años,
a través del enfrentamiento a problemas solucionables por medio de un
procesamiento mental simultáneo y secuencial. Posteriormente, estos autores
diseñaron la Prueba de Inteligencia de Kaufman para Adolescentes y Adultos, así
como la Prueba Breve de Inteligencia de Kaufman. Todas estas pruebas se
fundamentan en la teoría de Catell sobre la inteligencia fluida y cristalizada.
…parece casi imposible que una cuestión tan polifacética y compleja como la
inteligencia y el conocimiento humano innato (rapidez de comprensión,
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Dos hombres pueden compartir el mismo nivel general de habilidad mental y aún
ser totalmente diferentes en cuanto a sus aptitudes y potencialidades y que, por lo
tanto, el simple índice de inteligencia es inadecuado para el propósito de describir
las dotes mentales (p. 338)
Luego Vernon (citado por Andrés, 1997) postuló un modelo jerárquico, compuesto
por dos factores, el verbal-educativo y el mecánico-espacial, los cuales, a su vez,
subdividió así: el verbal educativo en inteligencia verbal, fluidez ideacional, fluidez
verbal e inteligencia numérica; los correspondientes al mecánico-espacial son la
inteligencia espacial, la memoria visual, la información mecánica y la habilidad
manual. También distinguió tres tipos de inteligencia: A, B y C. La A es de carácter
genotípica e indica la capacidad del organismo para adaptarse al ambiente; la B se
encuentra relacionada con la conducta de los organismos en función del ambiente
y la cultura; la C, corresponde a las puntuaciones obtenidas en las pruebas de
inteligencia.
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Teorías biológicas
En términos biológicos, además, se han creado teorías como las que relacionan la
inteligencia con el tamaño del cerebro y con la raza, que tienen una larga tradición
y, sirvieron, entre otras cosas, para justificar la existencia de un orden social.
Quienes postularon estos supuestos se fundamentaron en una pseudociencia, la
craneometría, que presuponía la existencia de una correlación entre tamaño del
encéfalo e inteligencia, supuesto que le permitía validar la supremacía de la raza
blanca, porque su población, comparada con los negros y los indígenas, tenía
mayor tamaño cerebral (Gould, 1984). Esta afirmación también justificaba la
supremacía intelectual masculina, ya que las mujeres tienen cerebros más
pequeños (Arsuaga & Martínez, 2004).
En relación con el término eminente, Galton afirmó que, para alcanzar tal
denominación, una persona debe sobresalir en alto grado por lo menos en un
campo del conocimiento (derecho, literatura, ciencia, artes o en otras profesiones).
Para incluir a una persona en tal categoría, realizó una serie de cálculos
matemáticos a partir del estudio de un manual que incluía la biografía de 2.500
personajes, reconocidos mundialmente por alguna habilidad, y el obituario
publicado por The Times del 1 de enero de 1869. Sus análisis le permitieron llegar
a la siguiente conclusión: “Cuando hablo de un hombre eminente quiero decir uno
que ha conseguido una posición que solo es alcanzada por 250 personas en cada
millón de hombres” (Galton, 1988, p. 46).
nuevamente libre de seguir su instinto de amor al trabajo. Dudar de que tal hombre
llegará, casi seguramente a ser eminente, es casi una contradicción en sí misma
(p. 68).
A partir del análisis del material referido, Galton (1988) concluyó lo siguiente:
• Los hombres dotados con grandes habilidades, independientemente de su
condición social, superan todos los obstáculos que se les presenten.
• Los países con menos obstáculos posibilitan la aparición de una mayor
proporción de personas cultas, pero no de hombres eminentes.
• Los hombres alcanzan la eminencia por influencias naturales (están dotados por
un don especial) y no por ventajas sociales.
Con base en los supuestos anteriores, se puede considerar que para Galton la
inteligencia es un proceso mental superior, cuantificable, variable de una persona
a otra y transferible por la herencia.
Las investigaciones realizadas bajo este marco presuponen que cuando una
persona realiza una operación intelectual, se activa una serie de mecanismos y
procesos psicológicos que se encuentran estrechamente relacionados con el
funcionamiento cerebral, los cuales se pueden identificar a través de las
frecuencias de ondas detectadas por el electroencefalograma (EEG).
En los momentos actuales, los estudios en este campo se han dirigido hacia la
búsqueda del sustrato neuronal de la inteligencia, la cual podría estar localizada
en el córtex prefrontal (García-Molina, Tirapu-Ustárroz, Luna-Tario, Ibáñez &
Duque, 2010).
Otro grupo de teorías estudia la inteligencia humana desde el desarrollo, tales como las
del ginebrino Jean Piaget y el ruso Lev Vigotsky. Sin lugar a dudas, entre las teorías más
mencionadas en la Psicología contemporánea, la del biólogo, lógico y epistemólogo
Piaget (1979) ocupa un lugar importante. Este autor consideraba la inteligencia como “la
forma de equilibrio hacia la cual tienden todas las estructuras cuya formación debe
buscarse a través de la percepción, del hábito y de los mecanismos sensomotores
elementales” (p. 16). En esa medida, la inteligencia es fundamentalmente adaptación,
pero no cualquier tipo de adaptación, sino la de orden superior, que tiende al equilibrio
total.
Piaget (1985) no consideró la inteligencia como innata. Propuso, en cambio, un desarrollo
gradual desde el nacimiento hasta la adultez; proceso en el cual intervienen dos factores
individuales: la interacción con el medio y la dotación genética. Dicho desarrollo consta de
cuatro estadios: sensoriomotor, preoperacional, operaciones concretas y operaciones
formales. En cada estadio, aparecen estructuras nuevas, que se van construyendo a partir
de las anteriores y permiten su diferenciación.
Los supuestos piagetianos han sido sometidos a prueba por diversos investigadores, y
estos han modificado algunos, como el relacionado con la aparición más temprana de
algunas capacidades. Por ejemplo, la imitación, y el desarrollo posterior al estadio de las
operaciones formales, en particular, lo relacionado con los pensamientos dialéctico,
relativista y analógico (Corral, 1998).
Otros críticos han demostrado las influencias de la época y del contexto en la teoría
piagetiana. Al respecto, Kincheloe (2004) señala que considerar el pensamiento formal
como el momento cumbre del desarrollo cognitivo, “supone una aceptación de una visión
del mundo mecanicista cartesiana-newtoniana que está atrapada en un sistema de
razonamiento causa-efecto hipotético deductivo” (p. 22)
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Por otra parte, para Vigotsky (1979), el desarrollo humano es la resultante de la síntesis
producida por la unión de dos factores distintos: la maduración biológica (línea natural), y
la histórica cultural (línea cultural). El desarrollo cognitivo, por su parte, es producto del
aprendizaje logrado a través de la mediación, de pares y mayores que apoyan y estimulan
su comprensión y destreza para utilizar los instrumentos culturales.
Para Vigotsky (1979), casi todo lo que las personas deben hacer se encuentra implícito en
el contexto en el cual viven, pertenece a su cultura. Por ejemplo, los niños aprenden el
idioma materno y diferentes guiones sociales, como saludar y pedir algo, por estar
culturalmente expuestos a ellos. Afirmó que las actividades conjuntas, realizadas entre
niños y adultos, permiten a los primeros comprender y participar en forma más rápida en
las actividades sociales y culturales. También estableció diferencias entre desarrollo real y
potencial; el primero corresponde a lo que las personas están en capacidad de hacer
solas, y el segundo, a lo que pueden llegar a hacer bajo la asesoría o dirección de otro.
Teorías de las inteligencias múltiples
Otras teorías son las denominadas de las inteligencias múltiples. Ellas enfatizan en la
adquisición, almacenamiento y utilización activa de la información. Entre las más
sobresalientes se encuentran: la Teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, la
Teoría de las inteligencias múltiples de Elaine De Beauport, y la Teoría triárquica
postulada por Robert Sternberg.
Para Gardner (2001), inteligencia es “un potencial biopsicológico para procesar
información que se puede activar en un marco cultural para resolver problemas o crear
productos que tienen valor para una cultura” (p. 45).
Inteligencia lingüística. Relacionada con la capa Inicialmente, Gardner (1997) propuso la
existencia de siete inteligencias:
Inteligencia lingüística. Relacionada con la capacidad para manejar
adecuadamente el lenguaje, tanto hablado como escrito, y con la facilidad para
aprender idiomas.
Luego, Gardner agregó otros dos tipos de inteligencia: inteligencia naturalista, que se
relaciona con la capacidad para conocer el mundo viviente y el talento para cuidar e
interaccionar con los seres vivos; y la inteligencia espiritual o existencial, que se asocia
con la inquietud por las cuestiones esenciales, así como con la capacidad para situarse
en relación con las facetas más extremas del cosmos y con ciertas características
existenciales de la condición humana, como los significados de vida y muerte (Gardner,
2001).
Y aun posteriormente, según Ander-Egg (2006), Gardner planteó la existencia de otras
dos inteligencias: la sexual, relacionada con la forma de vivir el placer erótico sexual, y la
digital, asociada con la habilidad para manejar las nuevas tecnologías.
Aunque Gardner se ha mostrado reacio a aceptar inteligencias diferentes a las planteadas
por él, diversos investigadores han propuesto otras inteligencias como la emocional,
derivada de las inteligencias inter e intrapersonales, la pictórica, la cultural, la distribuida,
la productiva y la creativa.
Otra teoría que contempla las inteligencias múltiples es la de Elaine De Beauport (2008).
Ella fundamenta su teoría en las investigaciones sobre el cerebro triuno realizadas por
Paul MacLean, en los trabajos sobre el cerebro escindido, desarrollados por Roger
Sperry, y en la teoría de la relatividad.
Según la teoría del cerebro triuno, este órgano se encuentra constituido por tres
estructuras cerebrales: la neocorteza, el sistema límbico y el cerebro reptiliano.
La neocorteza está conformada por dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, que
realizan funciones específicas: el izquierdo tiene que ver con los procesos lógicos y los
analíticos; el derecho, se relaciona con los procesos asociativos y creativos.
El sistema límbico, base de las emociones, regula aspectos afectivos y motivacionales.
Está constituido por el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, los bulbos olfatorios, la región
septal y el hipocampo.
El cerebro reptiliano, el más antiguo de los tres, se encuentra conformado por el cerebro
básico. Se asocia con la conformación de las costumbres, rutinas y hábitos humanos.
A pesar de sus enormes diferencias estructurales, estos tres sistemas funcionan
integralmente y se comunican entre sí (Torres, 1984).
En cuanto a la teoría de la relatividad, según De Beauport (2008), al aplicar en los seres
humanos la formula E=mc², estos terminan percibiéndose como energía, y dado que esta
es vibración, cada una de las estructuras cerebrales deben vibrar a velocidades
diferentes. Esta situación la obligó a buscar las diferencias físicas y químicas existentes
entre los sistemas mencionados.
Como resultado de dicha búsqueda, De Beauport identificó 10 procesos que describen las
principales capacidades humanas y hacen referencia a las siguientes inteligencias:
racional, asociativa, espacial visual y auditiva, intuitiva, afectiva, de los estados de ánimo,
motivacional, básica, de los patrones y de los parámetros.
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con otras personas o para manejar otras facetas de su vida. Gardner y sus colaboradores
podrían afirmar que Stephen Hawking no posee una mayor inteligencia que Leo Messi,
sino que cada uno de ellos ha desarrollado un tipo de inteligencia diferente.
Por otro lado, Howard Gardner señala que existen casos claros en los que personas
presentan unas habilidades cognitivas extremadamente desarrolladas, y otras muy poco
desarrolladas: es el caso de los savants. Un ejemplo de savant fue Kim Peek, que a pesar
de que en general tenía poca habilidad para razonar, era capaz de memorizar mapas y
libros enteros, en prácticamente todos sus detalles.
Estos casos excepcionales hicieron que Gardner pensase que la inteligencia no existe,
sino que en realidad hay muchas inteligencias independientes.
Inteligencias múltiples: 8 tipos de inteligencia
La investigación de Howard Gardner ha logrado identificar y definir hasta ocho tipos de
inteligencia distintas. Vamos a conocer de manera más detallada cada una de las
inteligencias propuestas por la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner a
continuación.
Inteligencia lingüística
La capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás es transversal
a todas las culturas. Desde pequeños aprendemos a usar el idioma materno para
podernos comunicar de manera eficaz.
La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral,
sino a otras formas de comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc.
Quienes mejor dominan esta capacidad de comunicar tienen una inteligencia lingüística
superior. Profesiones en las cuales destaca este tipo de inteligencia podrían ser políticos,
escritores, poetas, periodistas, actores…
Inteligencia lógico-matemática
Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la inteligencia en
bruto. Suponía el axis principal del concepto de inteligencia, y se empleaba como baremo
para detectar cuán inteligente era una persona.
Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el
razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para
solucionar este tipo de problemas es el indicador que determina cuánta inteligencia lógico-
matemática se tiene.
Los célebres test de cociente intelectual (IQ) se fundamentan en este tipo de inteligencia
y, en menor medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos, economistas,
académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia.
Asimismo, los ajedrecistas también requieren de capacidad lógica para desarrollar
estrategias de juego mejores a las de su oponente, y a su vez anticipar sus movimientos.
Inteligencia espacial
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Inteligencia interpersonal
La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas
más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que
permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Más
allá del contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia interpersonal evalúa la
capacidad para empatizar con las demás personas.
Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos numerosos.
Su habilidad para detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás resulta
más sencillo si se posee (y se desarrolla) la inteligencia interpersonal. Profesores,
psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son perfiles que suelen puntuar muy alto
en este tipo de inteligencia descrita en la Teoría de las Inteligencias Múltiples
Inteligencia naturalista
Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los
aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o
fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza.
Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original sobre las
Inteligencias Múltiples de Gardner, concretamente en el año 1995. Gardner consideró
necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la
supervivencia del ser humano (o cualquier otra especie) y que ha redundado en la
evolución.
Hay que señalar que, aunque para Gardner este tipo de inteligencia se desarrolló para
facilitar el uso creativo de los recursos que nos brinda la naturaleza, actualmente su uso
no solo se limita a los entornos en los que no hay construcciones humanas, sino que
estos últimos también podrían ser "explorados" de la misma forma.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS