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Pasos para el aconseja-miento pastoral

1. Escucha activamente: Escuchar activamente significa prestar atención completa a


la persona que busca tu consejo.
No solo oír sus palabras, sino también comprender sus emociones y expresiones
no verbales.
Pregúntales sobre su situación y anímalos a hablar abiertamente.
Evita las distracciones y muestra interés genuino en lo que están compartiendo.

2. Muestra comprensión: La comprensión implica validar los sentimientos y


pensamientos de la persona. Puedes reflejar sus emociones diciendo cosas como
"Parece que te sientes triste por esto" o "Entiendo que estás frustrado/a". Validar
sus emociones les hace sentirse escuchados y respetados.

3. Sé imparcial: La imparcialidad es esencial para crear un ambiente de confianza.


Evita emitir juicios o críticas hacia la persona o su situación. No impongas tus
opiniones o valores. Tu objetivo es proporcionar apoyo objetivo y ayudarles a
tomar decisiones basadas en sus necesidades y valores.

4. Proporciona información: Si tienes conocimientos relevantes sobre el tema en


cuestión, comparte esa información de manera clara y objetiva. Utiliza fuentes
confiables y datos verificables para respaldar tus consejos. Haz hincapié en la
importancia de la educación informada.

5. Ofrece opciones: Ayuda a la persona a explorar diferentes caminos o soluciones


para su problema. Puedes plantear preguntas como "¿Has considerado esta
alternativa?" o "¿Qué piensas de probar esto?". Esto les da el poder de elegir la
mejor solución para su situación.

6. Sé paciente: Comprende que la toma de decisiones puede llevar tiempo,


especialmente en situaciones emocionales o complejas. Evita presionar a la
persona para que tome una decisión rápida. Permíteles procesar la información y
sus emociones.

7. Brinda apoyo emocional: Además de ofrecer consejos prácticos, muestra empatía


y apoyo emocional. Escucha sin juzgar y muestra que te preocupas por su
bienestar emocional. A veces, el simple acto de desahogarse puede aliviar el
estrés emocional.

8. Respeta la confidencialidad: La confidencialidad es esencial para construir la


confianza. Asegúrate de que la persona se sienta segura al compartir contigo.
Solo rompe la confidencialidad si existe un riesgo para su seguridad o la de otros
y comunícalo claramente.
9. Sé honesto pero amable: Si debes dar consejos difíciles, hazlo con honestidad y
respeto. Evita culpar o criticar. En lugar de señalar los errores, enfócate en
encontrar soluciones y mejorar la situación.

10. Anima a la acción: Después de discutir opciones, ayuda a la persona a identificar


pasos concretos que pueden tomar. Establecer metas realistas y alcanzables
puede ayudar a convertir la conversación en acción.

11. Haz seguimiento: Si es apropiado, verifica cómo está progresando la persona


después de seguir tus consejos. Ofrece apoyo continuo y ajusta los consejos
según sea necesario. Mantén una comunicación abierta y muestra interés en su
bienestar a largo plazo.

En resumen, ser un buen consejero implica combinar la empatía con la objetividad,


ofrecer información útil, apoyar la toma de decisiones informadas y brindar un espacio
seguro para que la persona comparta sus preocupaciones y emociones. Tu objetivo
principal debe ser ayudar a la persona a encontrar soluciones que se ajusten a su
situación y necesidades individuales.

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