Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
,<. .,'"
-_....:.. .:....
. _-
Mmul Mm/1lolli
LaPrimeraEntrevista
con el Psicoanalista
Prefacio
por Fran~oise Dolto
•
por
Maud Mannoni
• •
l
INDICE
PALABRAS PRELIMINARES 41
l. LA SITUACION
CONCLUSIONES 139
BIOGR.o\FIA 143
PREFACIO
9
-El complejo de Edipo y su resoluci6n. Patogenia.
laxis de SUS
- La (la escuela), su rol educativo patógeno o
profiLictico.
13
Dilo del que se sieuten bIes, sino lo que el
para el que, con tal o conducta, actualiza el sen-
fundamental de su y las de rutwo
que, para este sujeto, el prepara, preserva o
'mete.
Cualquiera sea el actual ' ,. o per-
el psicoanalista intenta ,detrás del sujeto que
habla, a aquel que está en un qUe la angustia
, y oculta a la ' amunrllado en ese ~uet'po y esa
más o UiOD()S desa1TOllados, y que intenta ,la' ro-
con otro sujeto. El psicoanalista pelmite que las
y los de ayuda de los padres o de los j6ve-
nes sean por el pro y específico
del deseo profundo del sujeto que babla. Este efecto de
rme1a<k>r él 10 logra glacias a su y a su no
directa al pedido que se le hace de actuar pa'la
)a . .del Y calmu la - Al
suscitar la del sujeto, el al mismft
al sujeto y a su verdad. En un momento, el
momento de la <:fua del que este libro no se
ocupa, el sujeto si mismo su verdad y la liber-
tad relativa de su en reláci6n con su
el Jugar de la de este segundo es la baos-
Este libro también, algo que ~a muchos
será ntJe'YO;' nos al brimiento de que
de una sola psicoanalftica se ma-
ya cOn claridad ·Ia inh: incacl6n de las futrzus incoo!-
ct. t entre ascendientes y - El
sin dificu)tad romo un ser humano,
•
de9de
su vida está ya marca~ por la f01ma en. que se 10
'por 10 que luego repesenta. !lO existencia real para las
pro)"!:cclones. ~ de ,nspacJ1es; al ~ar 001110
y modelos naturales, con demasiada fre..
en el niño, el sentido preciso de las vivencias. suscitadas
por palab.3s, y ello desde su nacimiento en algu-
"
•
- c! Y a1ú. qué está?
-La de ,o,'uL
respuesta causó - los
El ui60 era hijo de una
de cabe. : por Jm
la adoraba, veintWnro afios que elJa, El
hijo ó de este modo su de
da y su fobia a la mediqnte __
buta el mÓIDento había sido Y con la que
¡el' El ~ con el
que, al D{weaO de no se aJie..
JW8 mú en la esa herida por su
vida
En la infancia, y a haya
de frente a o del
ClP,i sfe:mpre los tlastomos de a
dificulta9es de los packes, ante trastomos de los
o del -
tetra-
ta de de la o de la
yen 1apd mer infaMa DO se hayan
nes, los tIastohlOl en los
cos intI{nsec<>s·del niño &ente a las del medio
y a las diflcllltades del complejo de sin
go, .suele . que~ lugar a u nÁ reac-
cl6n de -en 101 para
o por la de su Diño a la
El niño' o el - que ya por si debe en-
d1llQS pmebas, 00 encu • a más seguridad en SU me-
dio social Y . . tal rolílO
en sns en 1M
épooas en que el ' a ellos en 1as de
constituía la -supt-ema de IuclUlO
cuando aparen 6nte DO se lo el lag. a IOme-
viviI' en los prhnaios aiíosde su vida_ ala yasiJ..
tencia, al - vegetativas, que Este lIlodelo de le-
sigue siendo el de todos
los humanos (-papa, • sed" lOO los·úJd.
roos reclamos de los que ). Ante la
del en de
mu~,
y La eD8I lo
¡fa residual •
se cada vez más,
•
17
nuevas por parte del joven y
lugar a lapéuilda de la si mismo. Palalelamenre
a la del niño, las que se dan en
tales • no o más que Uihl05 de plotección
y las. intf:rcambiadas 1010 en-
tre atacados y ,.
perdma el de conservación, la 'Y
el senl ¡mientos ligados a la culpabilidad irracio-
nal no resuelta, dan a reacciones de .
ción descmbllaUnmes.. Una superadas las edades las
que se trastornos de debilidad de . mental.
luego debilidad y ' tárde de debilidad
escolaT. el cuadlo cHnico de-, los bastomos del
catáctef CQD.. El de
la$ plOVoca bí de k
nemosis y de la y, más allá, de la involución
odela ~
21
experiencia (;oÍl los que la comparten con él, se ve inducido ·
a sentirse extraño, objeto de un malestar mágico y de,huma-
niDnte.
26
den prever graves trastoruos a partir de los 18 años,
momento en el que la 0pci611 por la vida genital y los senti-
mientos debieran asumirse con orgullo y buscar
socia . en un medio mi do.
¿Qué. quiere decir resolución .edipica. palabra que surge
siempre en los textos y a la que se presenta
como la - clave del éxito o, por el contrario, de una 'cierta
morbidez psicológica en ros seres humanos? Se trata de IIna
aceptación de la ley de prohibición del de una i&-
nuncia, incluso a nivel imaginario. al de contado cor-
poral (;()n el progenitor del sexo y
a la "rivalidad sexual con el dd mismo sexo. Esta aceptación.
que' coincide por otta parte con la é(i0C8 de la caída de los
dientes, es también. de hecho, una aceptación del duelo de la
vida imaginaria infantil protegida, llamada inocen-
te; se trata también de una .aceptación de la
posible de los sin culpabilidad mágica al pensar en
eHa. En el caso en que la pareja de los ~ sea equilibrada,
qUiciO deeir que esté por dos individuos sanos
psic:ol6gica y sexualmente, aun cuando no posean ningún oono-
cimiento (,onsclente de y de psicoaDÁlisis. y qnizÁs
sobre tOdo por eso, acontece en folma oldenada· 10
que se refiere a los del nifio. Las o la.
escelJas de oposición de o de celos de amor que
traducen elperlodo critico'de los 7 aftos cesan, ya no apa-
recen más ~s SÍntomas que la vida de
todos los niños en .esa época. El niño, en favo-
rables. (;OlllieJlZB a desinteresarse en forrua pero clara,
de ·la que causa a su padre o a IU madre, a des-
por su vida intima que, hasta el en que
su sentido (al que su nacimiento y el de SIlS
y ), estimulaba su curiosidad. Se vuelve
mucho más sem.ible a las sociales que su filiación
le procura, se ocupa más en observar- a SIlS padres en su vida
social con sus relaciones, y en cierta fOl naa
a su (;()nducta (;()n sus el de <--ompa-
ñerlsrOo de sus padres con sns amigos. Se interesa cada
más, lo demuestre o no, en la vida de los ni60s de su edad,
en su en SIlS propias ocupaciones Y
abandona el modo de vida en el que todo giraba· para él
alrededor del juicio de los adultos sobre su persona. tanto en
27
.su como en el mundo ~terior. El hecho de que el
de ha sido se en forma
cuando el niño que se bien en el hogar
desplazar la situaci6n biangular
y situarla en el medio ambiente, en la escuela y ~ acti-
vidades lúdicas: de entre sus muabos puede ha-
cene dos o tres verdaderos, que todavia.
IClpuestas a que las pongan a prueba. Por
el contrario, el niño que no ha resuelto su Edipo sigue es-
tando muy por el ambiente emocional de su rela-
ción con el padre o con la madre. Con sus compa-
ñeros el niño repite situaciones de pareja o entra en .
en en las que participan muchas personas por
crisis de de tipo homosexual, idénticos a los celos edípicos
aun presentes y que 10 COliGen. En nuestra época. se puede
un notable; nos al
hecho de que, a la prohibición de
que es conocida en Eonna consciente por todos, la probibicJÓIl
del en la fratria desapareció a nivel conceptual en
el caso de muchos niños; he enconhado varios en los que,
a JOS 12 años. 10 babia acontecido en relaci6n con la
prohibición de consumar el con los progenitores. Se
estudiar las causas sociales de este hecho. Los es-
tragos que causa esta falta de ley son ya
que la futuición del pe1i5tfo psicógeno de lo prohibido ha sido
barrido en ciudades por peligros de violencia
o de chantaje, provenientes del plovocaoor perverso,
a quien el niño siente todop>deroso, y por el medio ambienté
o ingenuo, que condena la no sumisión ciega al
padre abusivo Confillllando la universalidad en el
inconsciente complejo de castración, en todos los
en que uña ignorancia coDJCiente de la prohihición del
~a clínica encuentra la de graves trastornOs
y mentales en todos Jos miembros de la familia.
. Tampooo en este se trata de una herencia fatal, ya que
la o, mejor aun, un psicoanálisis,
permj~ que sujeto, por fin. explicite y resuelva su Edipo.
V a la situaci6n y a su
rol en la evolución Todo ser hu-
mano marcado . por la relación que tiene con SU
28
padre y Su madre, por el a priori simbólico que hereda. en el
momento de Su nacimiento, aun antes de abrir los ojos. Así,
un niño pue4.e ser esperado como aquel que debe colmar los
sentimientos de ~nferioridad de su padre, que nunca dejó de
ser un niño desconsolado por no haber nacido niña, capaz de
gestar un ser viviente de la misma fonna en que lo había
heobo su madre. ' A tal otra niña se la espera como debiendo
ayudar a su madre a repetir la misma situación de dependen-
cia que tuvo crm la suya y que super6 con muchas dificultades,
y co\Jnar la angustia de abandono que con un
marido que ha sido siempre un extraño para ella. Ese niño
necesario para su ·padre o para su madre, está ya, sí así puede
decirse, herido desde un punto de vista simbólico en su ~
tencia de desarrollo. En resumen, todo niño está marcado
por esta situación real. Pero, se nos dirá que hay niños que
no tienen padre, o al menos que no lo conocen; bien, si esta
es su .sihJsci6n -esa partír de ella que se irán
siempre que las palabras que el memo les diga sean las ade~
cuadas acerca' de esta ausencia de un representante vivo de
la persona paterna o materna .junto a ellos. Entre Jos ejemplos
proporcionados por Maud Mannoili y entre muchos 01105 en
los cuáles pienso, el rol o inhibitorio del de~
arroRo no depende de la ausencia de los padres (esta ausencia
siempre es dolorosa - pero la presencia de ellos también puede
serlo -; en todo caso, todo dolor puede ser sano, el
niño, habiéndolo" reconbcido como tal, puede estructonrsns
compénsadoras). Todas las palabras neurotizantes
se origjnan en las mentiras que. impiden que los hechos reales
hagan los frutos de la aceptación, a pal-tir de ]a situa~
ción real ' ..
Todo ser humano, por el hecho núsUlo de su existencia
corporizada, una imagen del hómbre y de la mujer com·
plementárias; él ubica esta imagen en los padres que lo ednc'\n
y gracias a adjudicación de algo a
reales él logrará: con ellas de
acuerdo con las posibilidades su patrimonio genético.
Dichas persoqy,s son portadoras también de su aspiración
que puede ser identificante, si se trata del padre
del DlisDlO sexo, ..0 COn'lplementaria, si se trata del padre del
sexo opuesoo; ahora bien, que conciernen a
imagen y que no pueden ser a la persone real porta-
,
dora de la misma, deformarán la imagen personal e intuitiva
del sujeto. Así, pueden llegar a darse situaciones paradó-
jicas como la de un niño que se desarrolla en una forma in-
vertida, o totalmente neutra, reprimiendo histéricamente su
vitalidad genital, por ejemplo, cuando la madre es quien porta
la imagen paterna o el padre la ¡mago materna. .
Lo importante no es esto; lo importante reside en que el
medio -que rodea al niño, testigo como él de la situación,
pronuncia rara vez las palabras que corresponden a su expe-
riencia infantil. La' crítica que él podría hacer al respecto
alrededor de los 10 años, se le hace imposible, y vive y se
desarrolla, sin saberlo él mismo, en fOllna caóticá, encarnán-
dose en el período preedípico de una manera que, para el
momento de la descatectización relativa de la libido a los
7 años, prepara un período de latencia neutro, de seudo-
castración. Si no media un psicoanálisis, esta sit~Jación lo
llevará a buscar, en la pubertad, la fijación a una opción de
complemento ulterior extrafamiliar, de tipo invertido o inde-
ciso, a buscar personas que no serán en absoluto complemen-
tarias de su verdadera naturaleza genital, que se mantuvo
confusa. Corre el gran riesgo de escoger personas que, a ima-
•
gen de las que k> han educado, están pólarizadas en forma
caótica, y, sobre todo, están genitalizadas en fOí ma solo par-
cial. Los niños de este tipo se convierten luego en padres
,abusivos, ya que su Edipo mal resuelto los,ha dejado sedientos
. de una libido de pulsiones no diferenciadas que se rr.anifestarán
en una relación de pareja e identificación artificial con su
propio niño, o en una reactivación del Edipo, es decir, que-se
mostrarán celosos del lazo que pueda tener el niño con su
cónyuge, hasta el punto de presentar graves síntomas en rela-
ción con ello. En ese momento, el niño necesita o\a solidez
de la pareja paterna para que sus fantasías de triunfo edípico
fracasen ante la realidad; si no, corre el riesgo de caer m~s
gravemente enferma de 10 que lo esta'ban su padre o $U madre.
En las observaciones que 'hemos señalado se puede escuchar
el siguiente mensaje: "Mi marido no tiene nada de hombre
ni de 'p adre, yo tengo que ser todo", o "Ah; me hubiese gustado
.tanto que mi 'hijo se pareciese a mi padre", o "Que no sea el
hijo de su padre", o si no "No puedo vivir sin mi hermana·',
"Quiero que mi hija sea como mi hermana,. ella tiene que ser
su reemplazo", o si no también "Yo que reemplacé a un her-
30
manito que nació muerto antes de mi y cuyo nombre llevo.
no puedo saber cómo hay que hacer para ocupar su lugar.
nunca sé lo que hay que decir ni hacer. ¿Lo he matado?
¿Quién nació? ¿Quién soy yo? U n ' tengo derechos
a medias", o también "No quiero a este hijo, él representa
para mí un hermano que' detesto·. También: "Mamá es tan
desgraciada con papá que yo tengo que seglJir siendo su bebé
para consolarla, el bebé de la época en que ella y papá se
querían, y además, ella tiene ta-nta necesidad de dedicarse a
alguien. .• Yo tengo que estar enfel'lIlO, si no por quién se
quedaría ella en casa ... y además, de esta fOJIIla yo soy ::asi
su marido, es a mi a quien ella ama y yo no quiero que haya
nadie entre mi madre y yo". Cada caso patológico es la mí-
mica de un discurso no verbalizado, que significa la afirmación
o la anulación de la dinámica del sujeto por quien se consulta.
Los descubrimientos clínicos psicoanalíticos imponen la com-
prensión dinámica de los trastornos de los niños mediante el
análisis de las dificultades en cadena que, en la estructuración
edipica, no se remontan a las carencias de los padres, sino a
las de los abuelos y en algunos casos, a las de los bisabuelos.
No se trata de heleucia (de serlo, un no cam-
biaría las cosas) sino de una neurosis ( despojando
a este télluino de todo sentido peyorativo y conservándolo
solo en su sentido dinámico). Se trata de una inmadurpz de
la libido, de represiones o perversiones "5elO1aJes, fruto de una
carencia sucesiva de resoluciones edípicas.
¿Puede este libro aportar a sus lectol'8S"'INlevas inquiet\ldes,
mostrándoles procesos aHí donde creían ver un destino fatal?
No es imposible, y seria de lamentar que lo luera,ya que
las inquietudes sobre uno mismo suscitan con rapidez un sen-
timiento de culpabilidad y una búsqueda de recetas rápidas
y acomodaticias para modificar las apariencias. Son muchas
las familias que viven en un estado de simbiosis m6rbida. Sin
un psicoanálisis del miembro inductor dominante, no se puede
modificar la neurosis familiar. Ahora bien, aun en la actua-
lidad el psicoanálisis es a menudo inaccesible (tiempo, Jugar,
dinero). Se puede temer que libros que se dirigen a todo
público provoquen reacciones imprevistas. De todas maneras,
este es siempre un escollo inevitable cuando se habla de psico-
análisis, y sin embargo, pese a ello, es necesario que el pú-
blico tenga en cuenta estos plOl:rlemas. Entre los ejemplos
31
citados, es posible que reCODOZCQn su retrato y sufran inútil-
mente por una situación de sobre la cual no habían
J'ef1erionado antes. tanto celosos o indiferentes como
madres o des¡o6ticas, parejas m6thida s, prisio-
neras del cuyo rol es d siado respetado,_
abusivo y Es posible que se sientan culpables cuan-
do en ellos son solo responsables ocasionales,
de la núsma fOJÍJla en que el conductor de un vehículo que
~ el control a cansa de un o de un choque
piOVOC8f "Los comieron uvas verdes
y los que se atiUinaron los dientes fW!'~n sus biJos." Esta
frue ilustra casi las historias clinicas de este libro. '
Por otta parte, no se debe comprender esta en el sen-
tido "la culpa es de los • o de este, o de aquel, sí 00
en su sentido verldico que es el de que los padrcs 'Y los hijos
5IOü ' no disociados por las
El
•
•
Yo pido que los jóvenes franceses no sean esclavos de m'.
'pIOgramas imperson&1es impuestos, y . . p8S'ale1os:
tal nivel de cAlculo que a tar nivel de gramática.
Pido que la enseñanza de la gramática no comience
antes del de la lengua pafectamente adquirido 1*a la
expresi6n Que no se contraríe. en todo momento
el ritmo de interés del niño en función de las lbnitaciones del
tiempo dedicado a tal o a tal materia. ¿Qué se
hace ahora para lograr un a la la dama,
la escultura, la pintura, la o para encaTar una inicia-
ción a la y a la annonía de las expresiones corporales
creativas? La gimnasia también está programada y el des-
arrollo de los movimientos obedece al imperativo de réndi-
estadísticos; no hay una al sentido de las
artes plásticas, al sentido estético la expresión gráfica o
verbal, no se 0]f;9ni7.8D charlas eri común en las que todos
hablen de lo que les interesa, interesando también a los otros
miembros del grupo que escuchan, y que pellltitan que los
niños tomen conciencia de su inserción social personal. ¿Cuán-
tos son los niños que, si se los dejase en libertad de sa:lir y
entrcK en la clase, pennaneoexían sentados durante una hora,
callados y escuchando, o fingiendo hacerlo? De este modo
se falsea el &entido de la verdad del sujeto en sociedad; las
fOl!luidables que un liiñodeSlllIollar ep fun-
ción de su cultura y su si sus motivaciones lo
-i mpulsan, son ahogadas en nombre del 'bien de
los demás, para ser dirigidas, mientras que nada
que se ocupe de despertar las motivaciones ni la origí-
del sujeto eola búsqueda de su alegria. Al deseo
no se lo constriñe. En la actualidad, los niñOs aceptan cada
vez esta mentira mutiladora desU5 {ue.t z-as vivas yen-
las filas de disléxicos, discalculadores, y retrasados esco-
lares; pero lo que es grave, es que los padres. entonces, y
por su angusl-ja a-nte el "futuro~, intenten' impOner la lepra
de los deberes obligatorios, de las lecciones devoradas, se jac-
ten de las buenas notas del niño y se deprirrlan ante las malas.
Las Eu'mas mensuales de los -boletines nas hacen pensar en
el tiet'cé.· Este deseo de los
,
impuesto en nombre
• TIe.cé: apu~sta dt" ':21Tt"1'ti d(" c:lhano~ muy dffundkla t.11 Francia.
•
(N. del T
J4 . ,
•
J6
los niños y los jóvenes a los que se llama inadaptados.
mantendrán como tales mucho tiempo si Ja
de los adultos no les un a Ja cultma?
Los insl intos pn8J1Jente hlHnanos de los j6venes, despren-
didos por si mismos de Ja obediencia patem8 superada, y aleja-
dos del entusiasmo por acceder a Ja cultura, no pueden mú
que comprometerlos en un pulsional fuera de todo
marco. ¿Cómo garantizar el reemplazo de los mayores que,
al no respelaflos, les inculcan el DO respeto por sí mismos f
por sus imágenes futuras? En los sectores socialmente favo-
recidos, el poder adquisitivo de los padres permite el
a distracciones-más o menos costosas que asumen, en muchos
y felizmente, UD valor cultural. En los medios intelec-
tuales y salvó .en los casos de neurosis parental, los valores
culturales que representan los intercambios con el medio sirven
aun como . de la carencia cultural escolar•. Pelo
en los medios trabajadores manuales, de comerciantes, de
funcionarios, ¿qué pueden hacer con sus energías aún no culti-
vadas niños y' ~iñas Que hasta los 16 años están obligados por
ley a una escolaridad que no les presenta ningún interés,
al rn~en de los intercambios 'Que los .
¡,Cómo- integrarse a una sociedad que les reprocha abieIta-
mente el no ~ber amado .la escuela, los conocimientos libres-
cos, las palal;)(as impersonales de sus la
pasiva y los juegos sin riesgos?
Puedo hablar así en el prefacio a un libro tan notable, que
señala e ilustra el rol del psicoanalista, gracias a que
práctica nos lleva cotidianamente a comprobar ef~tos neuro-
tizantes de .la vida escolar, en niños que han tenido una estruc-
tura personal familiar sana y un Edipo vivido sanamente. Los
fundamentos de su vida simbólica están bien estructUJ ados,
y lo que los conduce al psicoanalista es su creatividad de niños
o niñas que han llegado a un estadio de Ja vida social que no
puede canalizarse correctamente, junto con los desórdenes se-
cundados provocados por la escuela; en algunos casos estos
son graves a causa de la angustia de reacci6n de sus padres.
Si lanzo este grito de alarma es porque estoy convencida
del poder emocional de la vida de grupo en un medio cultural,
cuando el grupo efectivamente al deseo de creati-
vidad y de fecundidad simbólica por los recíprocos canjes
interhumanos
.
de
.
los que es capaz un niño a pattir de los 7
• 37
años, cuando la estructura de su persona se ha desllrrollado
ya pleuamente en el medio También estoy conven-
cida, y tengo pruebas de en relación con algunos casos
privilegiados, del poder que podria tener en muchos
casos la vida de grupo entre los 2 1h años y los 4 en el CatO
de niños sometidos en el seno de ]a familia a inf]uéncias mór-
bidas y sin. que por ello tengan necesariamente que
su medio iniciaL Pero para ello se. requeriría que el
jardín de infantes cumpliese su función y sirviera de prótesis
a las imagos sanas de los niños que:_-en familia- solo en-
cuentran apoyos con carencias.
Es inadmisible que niños de 21k años a quienes su madre
.no puede en contacto cotidiano ron otros niños fuera
de la no admitidos en "el grupo social escolar
poJ1}ue son pequeños o porque, cualquiera sea su
edad, no han adquirido d <:ontrol de esfínteres, cuando la
no adquisición del control c..'Orporalrepresenta a esa edad un
signo patente de relaciones perturbadas del niño con su madre
en el medio . Es inadmisible que no se a
niños que a los tres años no hablan, o no oyen, entrar libre-
mente en grupos escolares corrientes antes de.la edad de la
instI ucción, que en su c.."8.S0, en efecto, métodos
cificos. Es inadmisible que todo niño ser sometido al
aplendizaje de Jos signos al partir de los 6 años, aunque no
posea aún los medios ni el deseo de hacerlo. Es inadmisible
que las clases llamadas de perfeccionamiento, <..'00 métodos
individualizados, no puedan admitir a los inadaptados al apren-
dizaje antes de los 8 años, cuando se han perdido ya dos
de los años más importantes en 10 que se al desarrollo
verbal y psicomotor, y ouando el sentimiento de no integra-
cÍl)n- a] grupo ha socavado el corazón de este niño, a menudo
más sensible y vulnerable que aquel al que se considera -inte-
ligente". La adquisición de su autonomía se le hace
al niño quebranta~ por los engranajes de la escuela y por
la pareja de sus padres. El desprendimiento libidinal de la
dependencia de los adultos, que estimula la atracción de los
niños hacia la sociedad, está trabado pru<}ne los maesbos son
confundidos (;()D los Agrada-r, no desagradar. tener
éxito por ellos y no para sí mismos, no tener motivación per-
sonal, todo ello -10. o 110-' t>S inCulcado -oerversamen-
te a los niños antes. y la adole~cencia •
•
31
,El intelé$ por UDa culhual compartido pa-
y y el entusiasmo común las letras, la
las ciencias, DO caben én horarios lo
que sí cabe es el conformismo psitácico per-
·v erIO de promoción social que se propone como modelo a to-
dos. No basta con vacunar contra las del cuer-
po, se debe pensar en vacunar al la
y la solitaria, en de dejarlo que se en
las alenas de sus en
El, rol del es el de . ,.uUlitir que Itljeto
neurotico o mental descubra su sentido, y también el
de lanzar un grito de ante las de la
ción estalal, los métodos e tan a
do patógenos, y frente a.las carencias y al rol , indi-
viduales de mu<-"hos padres del mundo al que se )J.u.. chlli-
zado. La civilización es un estado que se mantiene sólo me
mante el valor de cada uno de sus y el
creador entre ellos. No es que la civilización se
mantenga a costa de psicosis Y devutaduras cada
más pwcoces.
Se debe organizar nn trabajo de mental
y este no es el rol de los pero este trabajo DO
puede organizarse sin tener aportes del
a"'lisis al mundo civilizado. ¿~ se podrla •
de la edad en que -tIe abre la de a la
(no antes de los 7 afios, Y con variedades , para
abrir el camino a la expresión de los .deJos nf60s que
a ir a la escuela, adquirir la
de su valor del valor de •
l1n en su totalidad, permitirles que se que.in-
con sus semejantes, sus sus de·
. que expcmgan sus juicios Jabre su escuela, sus
su- oe¡'("8DO, sus padres, y se autonomicen
por el a una La
.s'Unida en un clima
libres, da lugar al misil 10 a una de
si mismo y del
¿No podrla tener escuela uno ° muchos psicó!osos. sin
'ningún ¡x.o\er ni legislativo, al de
las entrevistas solicitadas 1"01 los alumnos deMO-
sos de sus esperanzas, sns dificultades, sus dudas, y
de que se les cómprepderá y apoyará, sin
que e1interJocutor ni tampoco dé mues-
bas de complicidad, para que busquen por sí mi9DlOS la solu-
ción de sus dificultades?
Para la carencia educativa del ejemplo recibido
en familia, la escuela debetia dar también una instrucci6n
fOlmadora la vida en sociedad, y .hoy carece de ella.
Quimo decir que los nunca oyen de boca
de sus ni de sus padres, que las o que
decirselas, la forDlulación de las leyes
naturales a la especie humana: las leyes de la
y de la mata "idad legales, las leyes que rigen los
naturales y su vida en sociedad, la prohibición del
del del asesinato, de la violaci6n y del
adulterio. AhoJa bien, los niños están sumergidos en una so-
en la que, salvo el canibalismo, pueden observar todas
conductas delincuentes.
Nadie les comunica la ley, los derechos v los deberes 1}ue
sus padres sobre ellos ni los que ellos mismos tienen
:respecto de sí y de sus padres. Si interrogamos a cualquier
nlÓ() de 12 afios, .percibir que cree carecer de de-
civicos y que que está a la merced de todos
los cilantajes del amor o del abandono, mientras que la 18f(is-
ladón no solo ha formulado una declaraci6n de los Derechos
del sino también una sobre los Derechos del Niño.
•
40
PALABRAS PRELIMINARES
41
sujeto a artil:ular ~u demanda, a constituirse por ·Ia palabra
en relación con ~u historia para desentrañar al fin, a través
de un largo camino, un mensaje al que se podrá dar un sen-
tido. El analista no pretende darle un significado a talo cual
trastorno sino que busca confrontar la toma de posición del
sujeto a través de su mundo de fantasías con un sistema que
es del orden del significante. -
El lenguaje estructura un sistema en el que las palabras
ocupan un lugar en cierto orden. Lo mismo sucede en lo que
se réfiere a la idea de parentesco; el sujeto se sitúa en una
estirpe, y el lugar que ocupa en ella supone una cierta rela-
ción con los diferentes términos de este sistema. U no de es-
tos términos, el significante Padre, asume en el sistema una
importancia Que se revelará por el discurso del sujeto. En el
mismo, la palabra Padre tendrá sentido, por ejemplo, en re-
lación con la aceptación o el rechazo de un orden establecido
y rígido, re~ido ya por el sentido que este término ha tenido
para la madre. Las distintas formas de neurosis o de psicosis
se desencadenarán a raíz de accidentes en este registro.
Todo sujeto, entonces, se encuentr'a inscripto en una estir-
pe, de acuerdo con ciertas leyes. El análisis nos muestra que
su relación con estas leyes asume una ,significaci6n ng, solo
en su desarrollo, sino también en el tipo de relación que esta-
blecerá luego con el prójimo. •
Corresponde a Jacques Lacan el mérito de haber desentra-
ñado estos puntos de referencia esenciales de la topología
freudiana. De este modo, nos ·h a permitido entrar en forma
orientada en el universo del enfermo. He utilizado estas refe-
rencias en mi escucha psicoanalítica. Si pongb de relieve ·Ia
posición de todo sujeto respecto a la imagen paterna y a la
Ley, no lo hago en un contexto normativo e ideológico, sino
porque, recordémoslo, el significante paterno ocupa, ÍTente a
otros significantes, un cierto lugar en el inconsciente del su-
jeto, cuyos desórdenes se revelan a nosotros a través de lo
que nos es s~nificado a nivel del discurso. La madre, a tra-
vés de estas líneas. puede aparecer como el único soporte de
todas las faltas y de todos los crímenes; sin embargo, se debe
tener cuidado de no tomar al pie de la letra, a nivel de lo
real, ]0 que intento desentrañar, a menudo torpemente, como
accidentes en una topología a'b stracta. Lo querramos o no,
estamos inscriptos en un cierto sistema de parentesco. La his -
42
toria de cada UllO es función de la forma en 4ue cada uno
•
reaccIOna.
El niño que traen él mi l.'üDsulta está también situado en
una familia, soporta el peso de la 'h istoria de cada uno de sus
padres.
En las novelas rosas, todo final feliz se realiza a través del
matrimonio y con el nacimiento de muchos hijos; en la vida
real, sin embargo, la situación, en algunos casos, es menos
optimista: consiste en una nueva entrada en un sistema, con
sus leyes, sus vínculos, sus obligaciones. La llegada de un
niño plantea un interrogante a ambos padres: así, desde antes
mismo de su nacimiento, se estructuTa. ya cierto destino para él.
La primera relación es la que estahlece con la madre; ellll
es el primer Otro, en el cual su propio discurso va a asumir
un sentido. Esta relación es fundamental, ocupa un lugar
definido en un sistema en el que como un juego de ajedrez,
el padre aparece, en un Jugar no menos detelilJinado. El mo-
vimiento de los peones, y su situación uno respecto del otro,
nos proporciona la continuación de la historia.
Las mujeres me reprochan a veoes el que las reduzca, eu
mis escritos, a un rol de esclava a la Ley de! amo.
Todos, seamos quiénes seamos, somos de un cierto en-
granaje. Para que la mecánica fUncione, cada uno debe
hallarse en un lugar detenninado. El ser humano se consti-
tuye a través de mbeldías, ilusiones perdidas, aspiraciones
desesperadas. Está en movimiento en el interior de un siste-
ma que existe antes de su nacimiento. Choca en la vida con
los engranajes polítk'üs, con las exigencias del trabajo, con
las reglas jurídicas y sociales.
- ,L o que usted dice - se me reprocha -, no deja lugar a
la mujer . Ella está siempre
-¿Y acaso hay lugar para el hombre ¿No
está él también sometido siempre a alguien o a algo, o en
peligro de estarlo?
El sentido de la propia vida ¿no es acaso el looer reencon-
trarse a si mismo en una posibilidad de creación, con sus sin-
sabores, sus ·luchas, sus desilusiones? Y en toda ,cJeación,
ineJuso la más exitosa, en toda SU¡xución. aun la más feliz
¿no hay acaso siempre una parte de uDO mi!mo que se siente
atrapada por un espejismo, por la búsqueda eterna de uná
felicidad que se DOS par ¿Qué es, en realidad, la felicidad,
el y la maternidad?
El ser humano se construye a través de estas preguntas y
de 10 que ellas implican de esperanzas y desesperanzas. No
siempre se hace fácil verlo claramente. En las páginas siguien-
tes, se descliI>e una muacl6n. Veremos luego cómo extraer
de ella un sentido para que el sujeto pueda signüicarse en
relación con ella y consigo mismo.
Siguiendo un método de exposición, quizás objetable, lle-
~ré a una detellninada dimensión psicoanalítica a través de
30 casos de primera consulta.
El estudio se realiza en dos niveles düerentes: en el prhner
capítulo expongo una situación; en el segundo, intento extraer
un a 'Partir de estos datos. El lector se encuentra ante
el plan siguiente:
El aentido
•
,
1
LA SITUACION
I. DESORDENES ESCOLARES
ecuo l.
•
Madame Bernardin 1 me consulta en relación con su hijo
de 11 años, .incapaz de seguir el nivel de 1ma clase de 8eme."
,
1 I.QI apellidos son por supuesto ficticios.
• Los grados del ddo escolar en Francia se numeran en orden decre-
cia.te, La escuefa elemental abarca desde 12eme a 7eme, y el secunda-
riu -.:l~ 6tl",~ a lb~, ~'On un Último afio (t~,,"maJf!) dt!' ~studios pretmi·
\..r.¡tari~, (~'. del T.)
•
41
•
Co.ro II
Víctor, 14 años, es el menor de tres. hijos. Tiene dificulta-
des desde siempre, y se acentuaron en el co-
legio 5eCuudario.
"El ·m ayor -Dlf' dice la madre- es digno hijo del padre.
es brilJante.- .
•
"El menor es hijo de su madre, dicen los amigos, y des-
graciadamente, yo de todo y no teJlIlinénada."
La hija no tien('! y es autónoma. Víctor es difícil,
se por su padre. "En realidad. mi marido se
¡et:onoce en el mayor y se siente ajeno ante el otro, o knás
bien, el menor solo le sus complejos, mientras que
el · lo con sus éxito,.- .
A de IIn o('jciente intelectual supaior al
Víctor fracasa -en las pruebas esroIares. QUiel~ ser brillante,
pero sin que ello 18 cueste. Redu~za todo no puede
. el penar por un ejercicio escolar. De su odio bacia
el mayor, . para si la imagen del
. se esfuerza por imitar al mayor,
a y desprecia. interesar a su
el trabajo, si no es que nn medio de se-
aparece como desprovisto de sentido.
Victor se que el mundo le es hostil, está 1'ebeJdía
contra los adultos. El fraca80escolar es vivido como una in-
4.
Gracias a su relación con la madre, t>l niño se las arre·
-
glo siempre para no tener que hahérselas con la Ley del
Padre. El rechaza esta Ley tanto e~ la ~ompetición escolar
como en sus relaciones humanas. Se niega a que se lo domine,
no soporta que sus actos sean cuestionados. Quiere ser fuerte,
sin tener que pasar por la pmeba de la debilidad y del no
saber. '
No soporta ]a duda y busca el método para paliarla.
¿Un curso de recuperación? Sin duda, pero t'l niño no hace
otra ('Qsa desde el aeme .
. En realidad, mientras no se esc1are'zca la significación del
bloqueo escó]ar, toda reeducación corre el riesgo de dirigilSf>
en el sentido de las defensas del niñó a y de acentuar de este
modo, curiosamente, las dificultades 1igadas al red laZO del
sujeto para aceptar las puestas a prut"ha y la confrontación
con los mayores. ·
Sin embargo, Víctor rechaza toda idel\ de psiroanálisi~ "Es
un ataque a mi personalidad."
En ualidad, teme que un psicoanálisis provoque la pér·
dida de sus privilegios, dejándolo de este modo, desarnlado
ante la adversidad. Por ahora, no hay-prácticamente fracaso;
f'l sujeto "abandona- a fin de evitar toda confrontación.
El intenta .agotar todas las recetas educativas, utilizar todas
las salidas falsas, antes que comprometerse en la prueba de la
verdad que COnstituiría en su caso un psicoanálisis. ¡
En la actualidad el psicoanalista no puede hacer otra cosa
que esperar. El sabe que, detrás del espoctro del fracaso esco-
lar. se oculta toda la inseguridad de ser de Víctor, la que se
espresa en su rebeldía. su oposición. Incluso · su desanollo
sexual nOllllal de varón está en peligro, en esta aventura en la
que evita sistemáticamente toda confrontación con el Otro,
en la que todo deséo queda fijado '-en el universo cenado
detrás del cuál el sujeto se protege.
so
CtUO 111
La madre consulta de su hijo Nioolas, de 15 a6os,.
que ha ! "11 espectacular su Divél
escOlar. 10 ayudo trabajo, pero
~l ya no quiere. El .. ti
...
~,'
que su lo apoya Y
me cnando plesente. ,A·hola bien. si
cum blando, fatigado, nulo, es SIl •••
..
En realidad. el· del nivel
de un serio en los dos
tinencla El sujeto pesa de en ese
el que los adultos 1010 en
.
•
en el Ihll• • NicoIas YhIe :
el duelo de la madre. Todo apoyo masculino parece faltarle;
en cierta EmUla, él ha suspendido su vida. Culpabilizado por
sus fracasos, no puede emprender nada por cuenta propia.
I><:sea la posibilidad de ir a nn colegio pupilo, pero agrega de
inmediato: "El pretexto no debe ser la tristeza de mi bogar.
¿Qué sería de mis padres si yo no estuviese ya con ellos?"
Nicolas sea un objeto de preocupación para sus
padres ellos tendrán, en efecto, una razón para vivir. "Mi ma-
rido me dice todo el tiempo: todo está acabado, me voy a
morir. Yo misma soy un despojo, me aferro a mi hijo."
El problema escolar no es en este caso más que un timbre
de ahu lila que oculta el rieggo de una depresión en un ado-
angustiado por la atmósfera de muerte que flota
sobre los vivos.
Solo una sepanlciÓD del medio pat6geno, apoyada en un
puede sacarlo de su sihJaci6n. En el caso del
que hablamos ello es posible, ya que los padres son lo sufi-
del drama como para atenderse y per-
mitir que su hijo lo haga.
Caso N
VI/escolar
Martine, nifia inteligente que cursa el 4bne, experimenta
un e en su nivel escolar. Es la mayor de dos
•
IJI'OIÜ Di
DO pudo
54 •
'lrijaS (la menor, brillante, satistace las ambiciones del padre);
la.~artine
solo piensa en los En rcalidad,
, tomar partido Iun la uaad.e en conba de su
,marido. marido es un viejo "No selO
VII
56
¿El padre se 'ha decidido en contra de una posibilidad de
cura psicoanalitica? Por el momento poco importa. .Mediante
su negativa, se hace presente a la madre y a la hija, y decide
llevar a esta última de viaje, lo que en sí ya representa algo
importante.
Es posible que más tarde acepte una cura psicoanalítica, si
se da cuenta de que ella no atenta contra su autoridad.
•
57
. .
cuestiona la respuesta parental. A los padres les cuesta perdo-
narle que no se cómplice de su mentira. 8 Es por ello
que tan a menudo, y antes que ensayar un psicoanálisis, los
exigen del psicoanalista direcciones de lugares o gente
a quien acudir, y orientaciones urgentes.
5&
Tenemos derecho a preguntamos sí la indicación de reedu-
caciones masivas no fue realinda demaaiado y oon
eJlu se reft>Jzsron mecanismos de defensa de tipo obsesivo.
En la actualidad, la estructma ob~siva es tan rígida que
un psicoanálisis no deseado por el niño podría aportar muy
poc:o.
A los 10 años, se nos dice, el niño tenía "rasgos f6biC05 mar-
cado s"; hubiese sido collYeniente comenzar con un psicoaná-
lisis en ese momento y ocupane de los síntomas
dichos recién en segundo télJuino. Desgraciadamente, bajo la
-presión social, el wnsultante intenta a menudo "ganar tiempo"
remediando lo que considera más urgente.
En este caso, debemos comprobar el fracaso de las reedu-
caciones propiamente dichas: agravaron las del suje.-
to, aumentaron su inhibición intelectual y lhvaron al
paradójico siguiente: de sus düicultades or-
tográficas, Simon se bloqueó en su des9liollo in~e1ectu91 hasta
el punto de volverse incapaz para los utudios, pt'le al CI ele-
vado 'Y a rendimientos exitosos en el plano de la auo;tracción.
Al un síntoma que para el nifio era una fGn1l9 de
, es decir, el único medio a su disposición de ex¡.rC'"9t'
. sus dificultades, se 10 pu80 en pdigrO. Sus
se organizarán de otra fOlma. a costa, esta vez, de todo des-
pertar intelectllal
CD80 IX
Tb ierry , de 8 años, acude por -dificultades C8racteriales e
inadaptación escolar'".
Es el segur.lo de 3 hijos, único varÓn entre 2 mujeres; de
niño fue mimado por su la edad de 5 a60s, es
decir, hasta el nacimiento de ]a hermanita. Este . . nto
coincidió con el al de Thierry.
En el momento de la negada a casa de su se
una situacioo con ieute de celos. Sin embargo, la
de la madre de soportar la agresividad de su hijo, fijó muy
pronto a este en una "maldad- "denunciada" por el ;{ñulto.
Depresiva desde el nacimiento de la mayor,· esta madre
59
•
En la el analista DO puede
Solo puede señalar lo absmdo de una que se mani-
fiesta en el de la madre. y sus daños.
Sin embargo. no era esto 10 q1,le la madre acudía a
sino que deseaba recibir una opinión que lo co-
rreclo de su posiCión. Es posible que esté ya otro
a quien consultar.... tanta es , su necesidad de
garantra para su mentira ••.
.,
-, 61
Cao XI
,
62 •
CII80 XII I Niño en pellg,o
CtUO XVI
.
le rompe el hrsro a su
benn81J8. pone a los abos en Roba, se masturba
..
De superior a la Etienne babla solo de
con \111 chalet en el que tendrla muchos anjma~
.00n . el mar, con el sol En realidad, sobre
todo evadirse de Una atmósfera familiar nefasta. Odia a su
hasta el punto de a servirle agua en la mesa,
que al le trae el vino. Sin embargo, no se trata
más que de un Es madre per·
feccionista 1. que se a su hijo mayor ~ra impo-
nerle sus ¿El salir a dar UDa vuelta en bici-
cleta? Ella le propone nn trabajo en el campo. ¿Busca sole-
dad?· EUa invita a UD gl upo de chicos.
se : ante UDa imposibilidad total de
hacer ('osa; tocIo piOyectO aboda, incluso antes de
haber 1.,adIJiar.
A puUr de estos hechos, él se desiluollará en esta moda-
lidad y su no es más que la expresión
68
de un, defensa contra una vivida COIllO obs-
•
a toda posibilidad de evolución viril
Lo que .1a atención en casos es el contenido
neurótico de. una conductA que (sin
) ClOne el riesgo de fij8l'se en el que el
adulto le habrá dado. Si se denuncia la de este tipo
de nifio" no se hace más que aumentar 1111 de
que para ellos uoa nNcisisla contra
.
adUlta
A quien estos ·nffios guantan IeDCvr es a la . Al no
babel' do enconbar las pala para expresar su sed de
amor, intentan el dUUogo aCtos
lores" ,
XVII ., ..•.
Solo UD al nffio a 11 I :
a, DO
69
Caso XVlll
70 •
y hacer intervenir a ese tercero l{ue parece ha,berle faltadu
siempre (en los casos XVII y XVIII el niño, a partir del acto
incendiario, y por inteonedio de la consulta psicoanaHtica,
logró plantear su problema a padres hasta ese momento incons-
cientes del drama que se estaba desarrollando).
71
quiero deduelol·... explica, en la ex.presión real
:~
Estas palabras, que él no puede decir, las traduce en sus
actos.u
e xx
ReM, 15 afios, expulsado de varios institutos donde estuvo
pupilo y ex pensionista de un lMP-, '"rompe todo en casa, roba,
le incendiar todo y nos pega".
El padre reacciona ante esta conducta con episodios depre-
•
SlVOS,
Una helmana ha abandonado el hogar. -Nos volvemos todos
kx.'05 él está. .. La madrastra ~ con divorciarse. te
A los 3 afios, René, el de tres he, manos, pierde a su
los 8 años 10 educan una serie de sirviljIltas y
de tías. "'El era tan dmo que nadie 10 quería." Y entonces
eotrlÍenza la ronda ~ las consnltas psiquUibicas. A los 8 años,
l)eruUWEncia de -varios en el asilo en la sección de
hombres. A los 9 a.fios., en un hospital que lo dirige
a lIn o,p. el Que, a su vez. lo envía a 000, etcétela. A los
15 dos, ce lo a su famiJia.
¿QuA hacel? No se plantea la posibilidad de un psicoanálisis.
-"LoS Jos con~, y no le diré una sola palabra."
La inmediata para este chico es la posibillda~
de founaclón .profesional, y que él sepa que el día ~ue
de que se lo escuche, estaremos ruSpDe6tos a
oírlo.
~ .. llené siente al mundo adulto coalígado contra
éL _ e , la =~ de poneclo a y de medir
u{ es el "límite que pue-1e akanrsr el amor del obo
hacia éL
¿La del el pánico de la madrastra. la huida
de la heuuana, la de los educadores? Todo consti-
tuye, en cierta fouua, la expresión misma de la Queja del
~ijense 10 que ha hecho mi madre de mI al
o yo tenia 3 años."
1IFJ brio. la medida en que el nUlo se niega a
toda
-J. ED, cu6
(N. tú' T.)
R de René cusndo eoste tUlí. 8 ab.
72
•
Mientras haya un Otro al que pueda situar en un estado'
de inquietud, René continuará con eses conductas ': ••
Quizá la situación cambie el día en que esté solo y sea
responsable de su trabajo y de su ganancia, aunque .p odamos
prever que las relaciones de dependencia serán complicadas.
¿Quizá René se vúelva realmente un delincuente? Un psico-
anaüsta está en muy-mala posición para ayudar a un sujeto
que pasó l'0r varios institutos en los que había un equipo
de educadores y psiquiatras.
El psicoanálisis hubiese debido . comenzar antes · de los 8
años. Quizás me a los 3 años, a la edad en que surgieloll
los trastornos.
He citado aqui toda una gama de que van desde
la dificultad caracterológica simple hasta la delincuencia ca~
racterizada. En algunos casos, un exceso de
puéde convertir a un neurótico que pide ayuda en un delin~
cuente que la reohna.
Cuando el síntoma se ha convertido en la única posibilidad
de comunicaci6n del: sujeto, este se aferra a él. El- $ÍntOUla
se convierte en Slilel)guaje, y él se 10 reconozca
como tal. O, más bien, está decidido a solo una más~
cara cenada, impenetrable, indescifrable para quien no posea
•
su secreto.
-
relaciones homosexuales inconsciente~, lo <.jue determ:no <.jU!!
la disputa fuese muy violenta.
La imagen paterna no cuenta: en los primeros años, el
padre intenta vanamente oponerse a que la nifia esté todo el
tiempo en casa de la amiga de la madre, y tanto más cuanto
que esta lo despreciaba, al igual que a todo ser de sexo mascu-
lino. .
A la edad de 4 años, ya no se "presta" a la niña. <.jue reem-
plaza entOlK!eS en el lecho al marido. "La necesito para que
me dé calor."
La· niña es a(!eptada, ("Om() (.'osa excepcional, en su rol de
animal, pero rechazada como objeto de ternura. La madre
no puede experimentar temurd, de la misma forma en que
es ajena a toda sexualidad: "Oe tanto en tanto tenelllOS rela-
ciones; me abstendría con gusto de el1as~.
El único amor de la madre son laS"' flores. fue en el momento
en que la niña eomenzó a romperlas euando se comenz6 a
('Onsiderar la posibilidad de internarla como pupila.
•
14 •
,ondo de sus meoti1as, una calnUl y una seguridald que t"1
delincuente no posee.
Con muchas dotes se convierte (.'On rapidez
en una alumna modelo. No se la puede reintegrar ni siqdera
dUlante un día al medio familiar. a riesgo de que se reil'idc
la de desh ucdón.
75
r.p el ese la me que
él es
-¿Eso te
-Es la que se ocupa, DO yo."
El niiio a su
liado lejano. y se da
él solo a la madre.
Todas las figuras del TAT lT IOn vistas
maJás. ·ya que contra los chkos y contra la pelea-o
La del peligro práctfcamante llega basta la oon-
ciencia del sujeto. El desea y convm Ut", en amo de
su suo, si se le da la
•
. de :
Un . al niño en UD que
se ha debido a la actitud hipetansiosa de la
madre.
Mediante su el ni60 apresa en
clara la jUatu na. Podemos verlo al inter-
el sentido de aquella : -mi sexo -es· &Sunto de-
Dlamá y no mio·. E,ta siempre al del
:- . .:- aqui de su hijo. como regalo, S4e'O
masculino. Se establo:.e un en el que e bijo no
uno del otro Sin sentitse enpeJigIu.
El tema faDtasioso : 1M el niiio : ghar,
ef",,:tfvamente, de uua negativa a enbever el po-
blema de la en el Obo. Al dar su sexo· a Ii)anai,
la jns' ituye como XU9.dre: pero ello provoca en
tian Una negativa a p1antear el de su propia ubica-
El nifto que garantía de potente
se vea : por otra: la de ella no sea pelig,osa,
y pmbárselo a sí mediante SU5 de
m REACCIONES 'SOMATICAS •
CGIO XXIII I La
78
,
te...,
- xxn'
,',,."',-,../ .. '
- 18110. «o la
la del P.dno
el......,
..:¡ qur.
. " deck. •
~tldo, PCW"
,.
Monique parece entrever el peligro al presentar un comienzo
de : -Eq casa ajena comer, pero en mi casa M".
la madre: .. haré si ella me dice un dia: en
casa yo , pero no en mi casa?'"
Es ahi, en efecto, dobde se . el nudo mismo del
. y por fin la madre pue..[) estar a tomar
de él -Siempre te dije replica el marido . que la
peque6a te para alejar te de mi." La madre llora enton-
ces D O , · . ! que todo esto ser
con sus crisis f6-
bicas " la Em ma en que se defie~de de ellas a 1ravú de sus
hijos (el mayor tiene problemas de carácter, el menor también
a noa &DOleda).
para Mmtique? . pero más allá de Mo-
Dique, si la no cambia. 10 que calle el riesgo de verse
de mAs en <:OOIprometido es el equilibrio familiar en su
dotomal de Monique se presentan este caso
como de anuneian un que se
fuera de ella.
xxv / ~ patológica
80
de 7 dOl prt'seutl la de un tan regreSivo
es su Toda está de
toDO. by de vida. T tra-
bada: en los los áJboles están rodados,
tientes DO tieDen y los nüios son sin maBos.
Arthur tiene la apariencia de UD'l antes que la de
tÍn Ser viviente; el la fOlma en que puede ser
por su madre (criada sin padre por una pareja ).
Fóbico,Doroso ante el nlenor ataque de sus
Artbur tiene muchas dificultades en lograr ev~lución co-
necta.
Se indSca un pero este . solo puede -efecbial'Se
si la m.drc! acepta que se la cuestione. La enfermedad
deloifto lleDas en caJa, la de la
.el liifio expresa o . la de la
·un lenguaje "Mi . soy yo, ... Esta
Erase, en toda su . el
en Jo que este en de
y
En todos estos CaJOS, lo. padies están ausentes. q porque
han ya a eScuchar. ·
•
• •
XXVII
Paul, 2 ~ años, va a ser hospitalizado una vez más. Ante la
.reticencia del pad te• el pediatra sugiele una consulta con liD
.
• ,.
81
En ese momento Pau} tiene 10 meses: '"En cada criSis, ge le
adminisba brom1J!o sedante", la madre.
¿Cómo él?
Mediante una y masturbaciój1 a los 18 meses.
El psiquiatra. consultado nuevamente, explica del!lnte del
niño en qué consiste la erección y ~l dolor, este dolor que
produce mier.ló. .
En ese momento Paul tiene .2 años.. .. Sale de la consulta rete-
niendo la del médico: a pa¡lir de ese momento, el
nifio, teniendo IIna elección, va a deSpel tar a la madre todas
las noches diciendole -me duele", y yolviéndose a •.•
. de haberle "dar"
. ' .
84
•
15
En sus prucluedones plásticas, que como hemos dicho eran
todas imágenes de L-uerpos des~dazados, el tema central era
un coronado con un falo fUTancado de su apoyo. Cabe
preguntarse si la sepanlcjÓn precoz del niño no fue vivida
por él como una mutilación imposible de asumir. Para que
la madre siga viviendo para Raoul~' él debe inhoducir entre
ambos algo que participe de la muelte (su adormecimiento,
su mutismo). El sujeto encuentra €"n esta muerte una posi-
bilidad de eternizar su deseo, y de esta forma puede acceder
al mundo de los símbolos que había amenazado con desapa"
recer con la pérdida de la madre. Sus enojos y su rechazo
hacia ella son solo la otra cara del deseo de la presencia ma-
tema. Si los enojos con la madre concluyen con el adorme-
cimiento (es decir, mediante una especie de unión con la
madre), Jos que lo enfrentan al padre tienen <:.'Omo objetivo
la introducción de un tercer término: una instancia superior
uue Je imponga la Ley y Jo devuelva.de ese modo al estado
de sujeto. ,
Raoul busca visibJementeser marc-lluo por la amt!naza pa-
terna, para que a través de ella su d~seo pueda formularse,
Pero choca entonces con la madre, que teme toda
cwn de ]a Ley en relación con su hijo enfermo, y 10 priva de
este' modo de toda posibilidad de identificación con el padre.
En este caso el rol del psicoanálisis 'sería, justamente. el
de lograr que el niño viva su Edipo en forma L'OITecta, al
introducir en el lenguaje los deseos de muerte o de asesinato
vividos a nivel del cuerpo.
Raoul puede negar a asumirse en su "sexo oe varón solo a
través de una dialéctica verbal, en la cual la palabra reem-
plazaría
, .
entonces a un síntoma y superaría sus efectos neu-
rotIcos.
Las noticias recibidas posteriormente, de boca de la psico-
analista que se ocupa del niño, confirmaron lo acertado de
la aprehensión psicoanaJítica del caso, tal como me fue ~
sibJe obtenerla en la primera consulta. ,
El niño aprendió con rapidez el lenguaje el día en que
,Jos deseos de muerte pudieron ser conscientes, y lo adquirió
a traua de una fa:Je de int;eraWn total de sonidos. El día en
que fue posible la· <:onfrontaC'Íón con el padre, Raoul aban-
donó una forma de dis]cxia pura de reacción.
16
Caso XXVIII I Retraso de lenguaje
'7
la su ( • DO
múla de un 8Clulto para JeDtine des(
Quo XXIX /
..
me niego a caer. Dicen que soy una mala.
reltaurante me· ocupo de comidas pcT dta.
mente nadie me ayuda. Mi libre e.$ para mis hijos.
Me hubiese gustado que no me absorbieran tanto, y me
tiempo para leer tlJ:'I poco, Y contacto con el
mundo. A los bes ma)'Oles los pero hacerlo Con los
dos úJtlmos~ y con 105 que Deguen después, e$(). ya está por
encima de mis fuelzas. .
"Si la razón ;Quién ganaráalJro cun etIó? Vivo en
un Jugar aislado, mi maridb . solo dos voces. : semana.
Juchar de frente por todo 10 que En eSte. IDO-
mento, tengo la impresión de tener que pelear ['ala salvanne
a mi Dlisana."
-r.a pe-)uefia - •
el padre provocó nuestra
Y, a partir deE!.ro. me habla de su infancia de
lanéldida de u'n -al que las personas y basta .los ani-
males quemn", y de una tía enfeilua que en su
. a una madre poco afectuosa.
El hecho de Que 'su mujer no quiera plOCiear continua-
mente es para él un sil(ilo de que es una mala madre, al igual
que la suya propia. (La colocaci6n como pupi19s de los ma-
yores, evoca en él a Ja Asistencia Pública... es decir. las
profecfas de su tia: -ru madre es muy ca1)QZ de internarte
en Ja Asistencia Pública, ahora que tu padre no es-
tá máL-) . ,
8.
Sin duda se impone Wi de la niaill. ¿Cómo
. embargo. a aoo kilómetros de Parls? Todo 10
que le era llevar un pO<."O de 7. al corazón de
los
•
'1
muy
.Ja
• muy a di-
en otro ••• de-
(es de uuestra )ócúpe-
se • •
• N. al '1'.
2
EL SENTIDO
.. DEL SINTOMA
' .
93
del caso. en su rol de an,lfsta, el
. , evitar las , , apresllladas, el colocar
pitadameote al . nifio eo 110 Hogar ,o nn InstitUto, puNe
tar que una veadad a una mentiaa. Peró pan
es necesario que logre una blmprensión suficientemt"tlte
funda de la situación familiar. No todas las consultas condu-
nen a la indicación de un psicoanálisis, pelO en todas. sin
duda. es la: dimensión psicoanaHtica. e
incluso ayudar con ella al pediatra o al médico dt" cabecera
de la familia.
,
94
·.' ya que veremos que la posición que el padre tenga para
.niño, dependerá del lugar que aquel en el dillCU.nO
y ello tiene importancia en con la maneta
·"que el niño podrá, entonces, vivir correctamente o no ~u
acceder o no a de sublimación.
ahora rever los expuestos en el capítulo
'1',-.
... . -"
-1.: .
l. DIFICULTADES ESCOLARES
, , 95
mue ho más graves. sobre todo
"
•
fue inútil. Esclareció para Francois la fragilidad de una ma-
dre omnipotente, y.el rol imposiLle que de él le esperaba en
ese contexto fa!lljliar~ Sin embargo, para que los padlC' a(:e~
ten la idea de nn análisis su hijo, se IOjUiere to.Javia que
tengan el corajeQe ser (por su hijo) del confort
que otorga la de la
Hemos visto ( 11 ) que las dificultad.. de
Victor un conflicto de con el lleuDaoo mayor.
Este, mediante sus éxito$, acaparab:a toda la atención del
e impedfa...1 menor (asOo creía Vlctor) todo acceso al mUDdo
paterno. ' , .
Sin t"mbargo, esta situación de hel IDaDOs enemigos
surgir solo como consecuencia de la torpeza del medio, que
inmovilizaba en la reaUdad al mayor . JIIantenia al menor
en un status rígido. .A 108 ofo.r de lo. uno era
nado como hijo del padre. y el otro hijo de la madre.
De esta fOlma, mientras que para el mayor el de la
identificación estaba ya trazado en su Ja
situación. de Victor era diferente. a que se lo
aprisione dentro de los límites busca en una oou-
ducta falsa de recio afit mación viril, como si de modo
desviar de ' sí la fatalidad del destino. 'E n lealidad.
hemos visto que lo que Victor 'teme es colwetlhse en nn
reflejanda-de este modo la angustia , *10
único que él le lecueroa a mi marido son sus complejos", me
dice la madre •.. Ehujeto. evidentemente, rechaza toda
biUdad de psicoanálisis, como si ello la
misma de su debilidad. Este tipo de conflictos son los que,
por detgracia, engendran las conductas . el
ambiente no sabe apreciar a tiempo la gravedad de los
.mimlos.
. La preocupación par el estado de hubiae debido
_.
.sUJlgir cnando este tema 7. añOs. En la actualidad el adoles-
t-ente, amargado por su. fracasos y por un escolar
teriamente comprome~,ido, ya . a defeosas de
obJe.ivo. Tal es la le.pue.ta a la que él aporta.
. lejol .de aoeptar que lelo ~uClltione, Nico-
·i U (CalO IU), de
. dispuesto, a la. edad, a dejarse ayudar, e. a
con un medio familiar vivido como patógeno. En
Jasituadón d~ lo~ dos niños e!l {'nmpletaml"ntt" dife-
91
-
••
"
un -yo diña casi que Intenta afbDlarse en el
JeDO de un sbllllo)lo-.
Por elJo. es que el consultante ese
en el en que fue (nivel
se proteja del peliglo de una
a nn-el de lo real· (es
en t tI' . ) ya que esto· la puerta a
los
•
11. DIFICULTADES DE
100
,
101
Uzado all IE(.'hazo materno. por (:ompensación él se ha
vertido en el .. que puede pu~.cindir de todos pero q"e.
realidad. traduce con su conducta · una c.-oufusfón de su
espíritu. . .. ••
'02 •
do eJ-adolescente
esta frase:- "Cllando abuno
mi fuerza bruta. y no cOila el de eDC!()Ubar UI! inter-
locutor a niveL En el caso de SiUlOfi se <ODlCuZÓ "" psiciO-
análisis, pero plcsentó . li&tque el sujeto
habia haHado ya IIna especie de delic-
tivos inscriptos en una A ese de
qllien la madre Jo habia habla
bado a bavés de un de fuerza A patlh de
ello, una psicología lo llevaba a reducir toda de-
manda a nivcl de las .
a: ,e e-
asila y
el robo.
En .rcalidad, lo impOJ !:ante paza es hallar a
Plccio un Obo que no ser malCado por la I6y ese
primer fue de hecho madre, que siempre se poso .1
malgen dc la Palabra del Padre).
Esta complicidad -que 1'" su de toda.
identificación masculina a 'COnduelas
se presenta también cntre piños y abuelos (tal como
10 ilustran los Casos XIlIy XIV). Los pCIjuicios son
cn ambos casos, ya que el niño no malCd.do por el
queda librado a sus pi opios caprichos y a todas Sil' exigen-
das. Su omnipotencia es el reflejo de la ma-
tenIa. En cierta !oulla. vive por mi sueño que
algunos tienc todo el colorido de un. •
Ese mismo C9quema familiar. acompañado por carencia
o una ausencia de afectividad pl'ccipita conductas
asociales en realidad. : reivindicaciones de amor. Para
expresarse, solo encuenhan como medio una
Incómodos en sus ctisis de oposición, esbin a me-
ntido dispuestos a dejarse ayudar. Lo absurdo o la giav~dad
de sus gestos (incendio, occidentes provocados) es a menudo
el equivalente de un suicidio. Estos sujetos
un proceso de simbolización que los ayudaría a 'Yivir
(aunque quizá no sea nada más que -un intento de ete¡nizar
sus deseos) a través de la muerte de algo o de
El hecho de que el delincuente presente por un lado nna
cierta seguridad. y euncia en su voluntad de ~ el
mal: "solo me g"-""n los vagos. no quieio hacer .nada (ea.
XIX). no es más:-,-que el IC,,"USO de una angusha a memJ.do
dolorosa: "si yo ICviento, nadie me llorará". A esto pod~UlO$
103
dada la del Otro ¿para qué tener
Ya que pua él no el Otro. DO t1eDe
de ter como ..jeto. A de Ilhí nada tiene
..todo lOO el muDdo es tonto y
)'O , a través de IIds
es. según lo· . la de Samuel (Caso XIX).
""Yo a los psiquiatras me ReDé (Cuo XX) ,
DO le diré a una lOIa palabra." En Reué
mmca ha a bavés de mtomas; estuvo
7 .años En una Cua de . Esta volvió
imposible toda de la a traVé~ de la pala-
bra, lo que dio lUjEar al drama de tener delante a
los 15 aIlos, a un delincuente confirmado; en efecto. él 00111-
que solo su síntoma le permitía oosibilidad de
o. más bien. de protesta. en un mundo que él con-
:
ejemplo contiene muchas para nosotros. El
el dicuJO de las f\XIUsultas a de la edad
de 7 a6os. Al no a tiempo su queja y su
a de sus el jsis de carácter, se 10 convirtió en
un ftlbelde cOllfhUlado oue, de acuerdo con sus propias ,pala-
bras. "CODOCe bastante bien el medio mÉ·J¡co" lI y se encuentra
. de 105 médi... us. educadores. asistentes
tIOCiaJes. en raumen. de todo lo que hubier.e podido simBo-
li7ar pan¡ él un intento de o de cm ación.
Que se . en el fondo del 110 existe
en el Intenté señalar este hecho en
el Cieso XXI. F. niii. abolida en el plano
simbólico. no : sujeto sirve al deseo materno. Es
de todo ello oue se libna toda .traDQuilidad a
su juego favorito: la dcsbuccl6n a escoooidasde los objetos
preciosos y de las . No n Iste ninJlún pedido de ayuda.
ningún mensaie que se le Dueda hacer Mientras oue,
por el en el aun en el mAs rebelde,
¡nmee siempre de que se haot
olr desde el fondo de lO y de su drama.
•
.
• que el medio JÑdJco y el de Jo. educad«X'eS. M el
. plano ha Illuido Para el • la La ·
¡...1....docdc5n de un tUOIlr ) habria que ..J
.~ ae medio que..... ,. ,..ud.J. hacía lo ¡"'"
1M
• •
lOS
, ·
IN
muy a menúdo. para a las relaciones se-
de las dos ~ en este un
madle. para abeverse a vivir con su
en sus propios padres. o la hija. para sentir el
de dejar de ser para su madlC un objeto conbafóbico?
..•. : En estas situaciones en las que madre e hijo su
. .•. cuellM) un malestar idéntico, el problema nuO( a es simple.
.. En el caso de AtlJiur (XXV), la solución DO es fáciL En
opOitunidades, tenemos delecho a si la
del niño no achía como una pieza esencial del
equilibrio de la mame: "Mi hijo, soy y'b, somos iguales". Una
semejante evoca una situación -en la que madre e hijo,
en el plano fantasioso, tienen un Único y mismo
cuelpo. Muy a menudo. el que aqueja a la madre
mucho m's grave que el hijo. pero este paga peUgrósa-
mente con su cuel po la neurosis materna. El de Pau}
(XXVI) es intelesAnte en la medida que esta madre, relati-
'Vilil~nte equilibrada, no tiene pnliblemas g¡ aves t..-on sus otros
hijos. La llegada de un último bebé, en el momento en que
los mayOlu est6n ya en edad de llenó a la madre de
. y dé . "¿Qué van a decir las otras
), viéndome embatazada oba a mi
Y, lo hemos visto. los meses Paul va a mani-
festar llamativos ( espedacular de la- piel,
de llanto. insomnio y. tatde, anorexia) como
según de la materna.
Se creó una relación fóbica que : brus-
(:amente «>11 la introducción del padre en esa Al ayudar
a la a a ·un (el padre, esta-
bl",da la Ley para ella y su hijo), el al nifio
a la ma~ el intellogstorio ansioso labre IIUS
.- ""'" y -poner fin a que DO
que sin Impuesta ( ..",q quiere de para
llamarme de esa formar). A paltir de ese el ni60
pudo tener deseos fuera de los de su ella
obas ocupaciones que el niño. La sitwK-ión
con facilidad debido a que se trataba. lecordlmoslo. de
madre relativamente equilibrada. en un estado de
pasajera. agravada por las predÍL't.iones del .~ico tal como
ella las habia comprendido: ·Si usted -no 10 quiebra
107
DÜÍO la quel .... a usted,. . Solo el ~'U1J ir al
romper (l1'1ID esta eJe.. fuerzas, que se
-para colUlAr la de
uaoyabo ...,
• deq~. l~
c.- . . .erios Y rebelde. a todo tratamiento badicional, el
1e('I1'la a
•
le del
(como
enflentar estos casos de
en los que el ni60 de es salvado
en forma por la Palabra del médico (dirigida al sujeto
ó a la familia). Al el iocluido en el sínto-
ma, le le . eJ1 un lenguaje diferente al del
108
-
nació con buena salud, y durantr. "ItI prh~r año de vida no
padeció ninguna apesión IOmátAca. Tamhién a la M'ld de 1
aoo le fue impuesta IIna
Al parecer, e$ en , de la primera relaclOn , con la
madre que la eIJ' uno y otro caso va a asumir
marca , ,para la. fuhlfade
, -
Con la de IU Baoul al
tor de somático,; la '
brar su salud. pero se reintegra al o:ao f6bico
grave. POI' otra no sabe ya qUé con, ' 1".ZCK.
El traumatismo ,' la es a trav& eJel len-
guaje oorporal (pieíde toda ). al pare- ,
RaouI ."
de Juega a
lechazar a la madre para su ,
111
lino necrsUa al Otro nir. y n ..¡¡mudo solo du-
el ~ ~
En este tJpo
de que le airW
de • " .. 18 debe , a
lraw. de la . . que .... es esta ello
otI'Il ( que la "co-
I I I •
que la ....-
la con-
.
terJa de entrar vez en
UD a .partir '1n
de
• •
que se debe
de ....iJtlflcar vincu-
1'f'Iact6n ron la qUf' no est6 ,.....
pu1l ,,1 romo mi"o.
111
3 . ,
LOS TESTS
l1J
so aftoslos intt-ntaiOlI elabOlar dfv~
de ~iclón de aptitudes mentales; no solo se mide
cuantitativamente la inteligencia, sino también se la analiza
. Se intentan . roll ·plleClsf6n las posIbI-
lidades de de memoda,del Sujeto. Por oba parte,
se elaboran. de ~ comprender la
nizaclón espacial del nfAo, se utilizan, pi uebas motOi'11S para
su desanoUotrlOlor. En múltiples
de . tanto el plano intelectual como
Tamb~ . le ha desaJiOllado una ' gama no me-
nos consick-rable de te~ para el carácter e incluso la
-moralidaa del sUjeto. En Jesumen, se cada vez más
su . a la que, ob·. ,parte, no se
vacila en evaluar criterios El ver-
animal de laboratorio, es de
acuado con Es eviden-
te que el alcance ·de este examen es según que lo
eft"CtÚe un psicólogo o \ln · Mi intención no es
la de criticar · de
me el aporte de la
anaUtica, que él pslcoa&tlhta teMli en cuenta en
el ' ~e psicológica. En efecto,
él no puede seI' desde un a
a pitwba" del ni60, y al que
puntu~ÓIl Tanto si 10 CORlO si no 10
el en tanto que examinador, ocupa un lugar en
10 parentaL Se nos pide que a este rufio.
que Jo hagamos salir de penl1l'ubra. ¿pero para qué?
Pues para orientarlo, para atenderlo. Sin embargo, nunca se
trata de eso- solo. Al clasificarlo, lo que .se antes que
es calmar la angustia parentaL-
El niiio, a en una especie de pánico,
también la palabra del psicólogo, su 'Veredicto, C.OillO
UDa salvación. ¿De qué? Ello no está elalo. ·Usted me va
a dt!cir 10 que deseo hacer." "Usted me va 'a decir lo que
usted que yo tengo qúe hacer." Tanto si lo desea co-
mo si no Jo desea, se le propone al j n c1uit a este
en su fantasia fundamental, CODveJlirlo en tes-
tigo de sus Esta trampa es..p* ecisa-
~Dte, la que se debe evitar.
Se debe ayudar al niño a reConocerse. Para ello, es ¡m-
114
•
seno de
Rohfort. 15 años. tiellf" dificultades ell matemática. El des-
115
ceuo de su ea tal· que el colegio lo y
le el de loa •. El sujeto .ti en
. :w... el ti El eICOlar
el de la pero Dulo en la
Y. ea nna
-Ea mi todo el el DuIo DOS dice dia.
mi era del DeipÚl, nadie pudo
a . .Jo.-
¿Qoth &.da 1u
de. para la te
, Lo que le en este CQ) fue UD
lisis, para al sujeto a superar con
nI' ~ valor DUDCa fue por su
116
.,
-
bastoJWdo por el de este hijo ea el
la vaa en otro hijo el cnkmo
en el lugar de
es solo
paterna se perf~la de la .
117
reales del sujeto. En estas situaciunt.'s sc debe escuchar al
mensaje más allá de toda medición.
La malá organización temporo-e!lpklcial, la im:oroinlldón
psicolllotora del sujeto no exigen en forma automática una
J eeducación. Puede sUl.'t'der que ese sea el único modo de
exptcsión del niño: "Vea -parel."e decirnos- este cuerpo que
no me pertenece. Yo no lo controlo y poco me importa en-
tonces mi posición en un punto dado del espacio. Vivo sin
puntos de referencia. La brújula, la tiene mi mamá." ¿Qué
desea mi madre? Esa es la preguuta que parece plantear, pe-
ro la responde prohibiéndose la Illotricidad. Su l'uerpo se
inmoviliza. Un estudio más profundo, .e~ efecto, nds informa
sobre la importancia de las fantasías de a.gresión en estos ni-
ños en los que el deseo materno: "que ..~a inteligente y ágil"
recubre a veces otro deseo: que muera". Si nos limitamos
N
• 20
•
111
(Iue el sujeto se vuelva a ubicar en su propia historia, antes
que inducirlo autoritariamente a que emprenda un camino que,
en reaUdad, deberla descubrir por si mismo.
¿Pero entonces, me dirán ustedes, usted pone en duda el
valor de los tests en general?
Lo que cuestiono en realidad no , es su ajuste teórico por
parte del investigador sino su aplicación a menudo demasiado
, '- ,
.
•
122
4
lEN VE CONSISTE ENTONe Jo
LA ENTREVISTA ,
CON EL PSICOANALISTAl
124
,
125
por ejt"mplo, un ·qlicidio. El marido, detcripto COmo "ama-
ble", "admJrable por ~u ", muestra luego ser dile-
!'ente; "¡ec1én abora veo cuán era. me pegaba, me insul-
taba me decía todo el que yo 10 enpñaba, no me
atrevía ya a salir y el no se a llotar, quedaba
inmovilizado deJante él cual una estatua de málüloI".
En un film teciente, te hizo dramatiza!' a cada uno-de los
actores de un drama sentimental su historia, y se proporcionaron
de -esta f(jl ma dos visiones - de un mismo
miento. Por l o c a d a de la familia suele
vivir una familiar de con una que
~ es propia. Viven uno- junto a otr()~ y, en .ealidad, igno-
ran todo lo referente al otro. El hecho de el cu-
bierto, un techo, pJaceres, 1m Jecho. bastar, ya que
son los que intentansa·ber es con el que
dke.n "vivir"'. Es queJa . de pudOl'
ello: es compallir Ja y quizás, y
en primer lugar, especialmente dificil miS'illo.
Por ello, la primera con el . es más
en lo que se refiere a las del dúcuno
que a su contenido Este y alguno. se sor-
prenden 1'O()f ello, varia de sesión a otra; · de un analista
a otro; esto es asi, cabe repetirlo, porque ' Ja verdad de ese
. (como nos ·lo Lacan) se constituye en el
siempre a través .de nna cierta ilusión. ~Es curioso. me
doy cuenta de que le digo cosas que son 10 opuesto de 10 que
le dije al doctor." . . .
-¿Por qué Jo
-Porque me eJlcontré desplEvenida y dije al comienzo lo
. que crei que habia que decir y ahora tuve tiempo para lecu-
pelaune confesarme lo que pmerfa .
Sin son ~ las personas -que p;erciben con tanta
~ la entre los discursos. que manifiestan .••
Al vivir · eon su hijo• . la madre nega, en algunos ca~, a
al ser ·que se oculta debb del objeto que En
relación consigo misma de una distancia que le
a por un clertoestilo de <.ou-
Como perfecta ama de casa, tranquila cuando
cada objeto está en su lugar~ marido e bijos asuinen una cie~a
función en este uni~1O del que toda evasión ·es im-
posible. En algunos C8!105 y ,,) ('1IJ'e('@T de " una posibilidRd
•
126
rnt'jor. el niño husca la t"vasión en la enft'llJIedad.
a la madre como objeto para , él le manifiesta con su
eofelllledadqUe ella no hacer nada por él, salvo quizá
tener deseos fuera de él.
Escuohemos las palabras de madres:
"Mi hija tiene IIn asma incurable. dicen: es
su Yo llor~ cuando
•
esta nió. vino al .
Me decía a mí miMna que yo nunca mi lo p.R-
ciente para darle todo Jo que querría darle. Ella se
a romero Sí, me hacía eso, que yo me ocupaba tanto
de ella. La ponia cen~ de mi cama para y ella no
donnfa. ¡Ah, cuantas por su Y
he aquí que un día ella a a tener
Ese di&, el enbó ella. Me que
no un asilla verdadero,· un Se
le dio cortisona y no si¡ rió nada. La se volvió
exigente. Abandoné mi para todo ~ ella. A
partir de ese momento, todo Me un dia.
Es una enfermB tiene la puro bloqueada
para la • "Sé que no me curaré nunca', me
mi hija, eso me Vuelve y cono a otro
Mi marido y yo ya no tenemos nn,! vida Claro. es
inevitable, estamos vigilando todo el su
"Un doctor se SOlplCndiÓ . vez al d4I fm-
pr01JÚO, cuando lino no se ocupa de ella, la nena
mente. Yo DO en absoluto que sea as(. A ud hay que
evitarle los las los celos: "Vos lOS mi
mamá mía -me dice ella-, no ! naclle.
Tengo que prestarle atención, ya que a la ptA¡ueña no le
que yo me ocupe de su padre. Por otra parte, ella ., Jo
•A mamá vos le decís palabras y a mí, _ _'. Mi
vida está annjnada. Todo el tiempo en ;
Me ocupo yo misma de ponerle sus de .
pero de nada sirve. Por ob a parte, a v~.
igual que los otros. ·...,pl no podrá hacer nGdd:~r·,';¡,m..
¿Qué se puede a este
presenta . poéticas? El discllrso
ra yado por la neurosis de la mad.e. . .
esta niña es ya objeto de la
de amor no
el peligro de un sofocamiento totaJiL
de! los humores de la bastá tal punto que la madre
.be que nadie podrá hacer narla • En reslidad, ella no desea
Efne la situación cambie. Carne de su (,11! nc, sufrimiento de
su· COla ZÓn, herida intima, BU hija tiene que mantenerse así.
Trastornada por la de 1111 cambio, Ro-
berUn me dice: -Es para que le
pe njfia, volveré sola.
No le hablé de JUis con la enfer-
de mi -hija, Y eso
10 miedo.. Ea oouib1e la idea que ~ me de
eS es si me pidiesen que eligiese entre mi
y la de mi hija. ¿Qué' DO es Si uno se
queda mucho (iOn por - cualquier
cosa, por .eutido"
si alg<J se en la con el
es una a través de este abandono,
el sujeto ICcme en cambio y olmo verdadero don, el atteso
asu
Me limité a la Dejo en sU5penso
la las no sin lObee lo si-
la. C()IWIQltan por. su hijo, más allá de
este CJbjeto que le bacll , el debe el sentido
de su o de su en la de los
dos un del no a
lo. tJ .tU vida. Al comienzo. antes
de la entrada del niDo en su propio refle-
xionar el que Ce en la fantaDa parentaL La
es para los aceptar
que el niño! mi Un nifio sano,
si es obtiene autonomfa crisis de
El
cf60
parla
119
5
PSICOANALISIS y PEDAGOGIA.
ta2
•
la Educación Nacional debería ocuparse de que los
pudiesen ejercer su funci6n. Mientras tanto, los
escolares- aumentan cada 'año el mÍlIlero· de las ~
públicas y privadas. Se paliativos a los bajo
la fClima de privados, de
Se recurre incluso a la
escuelas especializadas en las técuicas de recuperaci6n esco-
lar. No me propongo en absoluto critk~ar el aporte indiscnti-
ble de estos diversos organismos. Sin embargo,· y por su
existencia, señalin uoa faHa de la Enseiianw~ De
la medicina de~ enfrentar en días la ingrata tarea
de
Ahora bien, IQs progresos realizados en la detección de tras--
tomOS" de de dfscálculo, no deben Meemos de
vista este hecho esencial: nos referimos a que la
de una enseñanza adaptada a los
prouorcionada en- el marco de la Escuela
Pero ello supone un retomo a clases reducidas, con maes--
tras no sobrecal1(8.dos en su trabajo. No se deberla .
la enseñanza en la.clase preparatoria y elemental a los. prhlci-
piantes o a a-]umnos del magisterio; todo . , déberfa m-
fOlmarse en mayor grado sobre los del campo de la .
lectura, de la ortografía, del cálculo. EI,niño al que se
alas 7 años tiepe más posibilidades de su
que el que es abordado a los 10 años, (;()Il UD . de-
fracaso escolar de,trás de sí. Alites de plC,glintaase qué puede
aportar el psicoanálisis a la ;lIJporta,cabe
rada, crear una situación en la que la ... -
Para un niño siempre· es mejor que la ' : - de su
nivel ocurra en str"llIarco escolar que en el
se trate de un hospital de día.1 •
ala
el punto de
113
toda · de obligación o de J i : " cuas
hna cateBoria de IKMlegiados a quienes todo se
les debe.. El futmo nos d1r6 qué lese. va esta · fonna de
Una vez máa no me animá en absoluto la
ción de detener la actual debextemados mMioo-
De maneras, sin embargo, ~ta
nn al igual que el de' la C8iCncia de la
evidente que la mejor sol~ción para el ni60
es la de -la de todo el mundo; para eno,
sin •
se n:queriria que esta instrucción respondiese a
•
sus
La refledón nos permite elucidar la significa-
cl6n de los en UDa cate-
gorla de nh1Os. ( Estos por lo general, se
graves el campo de la kctura, de la oilogra-
fía. del cálculo. Antes toda fonna de ree.ducación es
serio mantener al
ni60 en el
•
que se
en su ca50t el de los -calO'
.)
bastamos se acvmpa6lln una dificultad del
suJ-!to para situarse relación -con su propio (muy a
menudo. este DO le no le M, en
zea:Ii~ de la:Oladre; 8e b:ata de 'una . relacl6n
muy la madre, como la que le observa 108
cuos y de psicosis).
t}fJ) Se . para situarle UD
mi . se en mi mujer. Y mi
abuela en una dama sin ' de
taco. Nadie tiene su lugar en este mundo y
gobielPa las relaciones de parente:KO. A .. paitir
en 'que el sujeto. a utilizar el le lIna
•
39) Tanto cuando 'se trata de los meteS del do. de los cUas.
del . . de la hora, ~1 suJeto 18'\1bka <en UD
liD pUlltO' de. 18.Diega . a· UM
elato.. Y, tri en utiUzatla, 10 hacE.
a nada, no sentido, y tam-
.
•
. a a tra~s de
qn que les escapa. -1De diCe
. ,
dor a Claude: sentado, Le
'¿Cántoa CIa. ha)tf"; no que el
hay .,10 1100. '1,
. Desde nuestro de se
elucidaci6n: en efecto. lObre el
que en la relación de este nUlio con el Otro. tIeoe tu
de bloqueo. de le le si ,. es ano o si
es 'fU.
.¡e.... es Claude que debe pus Jatb.
la exigencia del l~oeducador. de esta
evn las de estos "flkJl que que el
de Jos. padres de que tensa ftito, de q1Ie sea beDo. •
menudo obo ·deseo ( ): el de que BIta
simple pregunta nos una de las
sfones de ciedas ..,..1aN&. En euos aJIDO . . .
Jos maestros, incluso muy no
ya que este tf'astorDO., nos rendte a otro a
la mental) del As(. uua
ftarl. las de lO e1ige. me dice la
sus operaciones, sus a... ' _
y obos
es el de esta
-Vos. .... dia, .,
estabas &as la de la tu ~p6
~ y te dio UD M. ellaha
de vacaciones. trabajaba. que- : tenfa
que trabajar. Doraba le pitaba Doraba
en la vida sobre su trabajo. Madame M.. no W.DO
abL ¡Ah, los oJos de Madame M., los ojos que te
haclas a misma tenta. afiol por
elpsto de darte miedo. cuando tenW 1 Dorabas,
y a Dios que loca, pero DIos no ot,a
nadie. era también \lOS. 3 MIDI: eras ! pero
los otros no ~ Joca. uaa boca
cfal para el pan. VOS te Jo fabricabas. No babia nadJe
te lo ,hicie8e. YO" lo digo, .,la. A los 4 M5c»,
una banana y Decías Ifn que eltabu lota,
, • su 1IIUIIdo de
J(1iOta (1m lUOIIeI
sin que ~I sujeto leS . pcJI' sin_
o si es ff'ft puede 1eI', n, .... Prelunla o iDc1ulo per-
turbrtdOl·. ,
UI
dedas todo en el vacío f nadie. Yo te lo digo, Dios es el
vacio. él es Nadie. 5 . las existen, pmo son tontas.
y vos no les hablás. 6 años: eras liJYIa para vos. No querías
ser linda para los otros. Yo te lo digo, los onos DO existen."
1M
<
•
U7
CONCLUSIONES
situada en 110 La
interlocutor 10 de que
investidurá (en es que ~l no_ DI
profesor). su en el de
acepta lugar de a de Q. mU'
él. una verdad rochA -ser por e l _ f .
de conciencia, ni guia, ni, por sobre todo,
No !fto por dar 111'1' o por desear 1m
rol (Os permitir que la palabra
119
Esta palabra no es indiferente. La confesión a sí mismo no
se ¡caliza en cualquier tipo de situación. ¿A quién voy a
10 más íntimo de mi ser? No a cualquiera, sin duda. Lo
que cuenta no es la investidura sino la calidad del interlocutor
capaz de situar al debate en un nivel distinto al de la pura
relación dual La primera entrevista no es a menudo más
Que una puesta a punto, una ordenación de piezas de un juego
de ajedreL El resto queda para después, pero los personajes
han sido ubicados. Lo Que finalmente puede estructuraJ:5e es
el 8Ujeto, perdido, olvidado en las fantasías Su
surgimiento COmo ser autónomo, no alienado en padres, es,
en sí. un momento importante. Por sí solo, el hecho de que
se planteen problemas de orientación, .de escolaridad, repre-
senta un detaIJe. Lo que importa es su inserción en una diná-
mica de .
El pricoon&iria no e3 un deber. Por ello, y antes de consi-
derar su divulgación tal como podría hacerse con una inten-
ción de prog¡eso socia], conviene examinar con seriedad los
que él plantea.
En la actualidad, las dificu1tades psicológicas de lIn niño
otorgan a la familia derechOtf, sin que por ello se pongan sufi-
eO relieve los de los • (o del su-
•
140
•
141