Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Watson
El condi.ictismo
La nota moderna en psicologla
(LA BATALLS\ DEL CONDUCTISMO, ExposicióM y discusion; del libro EL CONDUCTISMO por
J. B. Watson, Paidos, Bueflos Aires 1961k ppZS5-298)
por qué triunfará y por qué Ta comri psicologfa introspectista del profesor McDougall
está destinada aT 1racaso.
Todo esto parece plausible: tanto que cabria afirrnar que es mero sentido comn.
• PodFfa alguien objefá esta formulacióri?. Sin embargo, a pesãr de tôda su sensate.z, este
plantearnientö condLlc€ista del problema de Ia psicologia viene constitu,>’endo tin verdade
•
rd cmpa de-batalla dsde 1912. Para comprender el motivo será precso estudiar eltipo,,,
mas conservador.de psicologi’a, representado por €1 profesor McDougall. Pero, a fin de en-
tender cabalmente ese ültimo tipo de psicolog(a, debemos hacer un breve amálisis de
cómo se desarro1.lon las respuesta supersticiosas hasta convertirse en parte integrante
de nustra prdiaTriatualeza.
• -- -
.
•• - -
-
ei cierta época, acso hublera iinplicado arriesgar Ia vida. Todavfa hcry, para quien desem
peña un cargo universitario, el oner en tela dejuicio tal idea’ en rnuchas irtstituciones
equivald
a a flrrnar la jropia sentenciar demuerte profesional.
La filosofia muiieval no solo aceptaba el concepto de alma; intentaba deflnirlo, ma
nejarlo -tal como se rrianejan los objetas de Ia experiencia diana. Com consecuecia-”er
rios plaritearse en dicha filosaffa problemas tales coma: Cuántos ñngeles pueden pararse
sabre Ia punta de un aiflier?
El desarroflo renancentista de la ciencias flsicas disipá en cierta rriedida esta asf
ixiante nebulosa dej alma. Era posible pensar en astronomnfa en los cuerpos celestes y sus
,
nuestro interior.
n otras palabras, en lugr de mirar los bosques, árboles, puentes y objetos, debemos
rnirar es algo indenido inlefinible que tftulamos conciencia. Corisecuencia de dicHa
premisa capital -de que existe una cosa que desigriamos conciencia, y que podemos an
ali3
zarla por Introspecaón- es que encontrarnos tantos análisis cuantos psc6logos hey. No
ex—
iste elemento alguno .de control. No hay fon-na de atacar expermentalme, resolver los
(SI’ poblemas
menzo
medievale
por plantear el probtema de Ia pstcoiogla, bamendo con foda•s las concepcicnes
—..— •- —-——
nos a señalar qu hablar es hacer -esto es, comportarse. l hãbtar en forma explicita 0
si-lenciosareprése
ta ün tipo nde conducta exactamente tan objetivo comc el beisbol.
El conductista se ubica frente al organisrno humano y se pregunta: ‘cué puede ha
cer?, Lcuándo comienza a haceto? Si to que realiza no to hace a causa de su naturaleza
.congénita Lcuántas cosas puedë aprender a hacer? cuáles son los métodos de que debe
valerse Ia sociedad para enseñrselas. Y, una vez que el organisn’io las haya aprendido,
hasta cuándb serâ capaz de ajecutarlas sin practica’rr. Planteando su problema en esta
th-ma, Ia psicoIoga entra en (ntirna relación con Ia vida.
Desde hace mucho tiempb sabemos que no nos es posibte conseguir que el animal -
•1
de
mal:
ara eons uVras’delos. de ‘cenerfamilia,donde libros, entDda dase
quiey
escrbir
dibujar pianos, etc.
La sicoio’a coru3uctista Se nda sobre rel9eos tales comotos tu4eiqeuro-
fisiálo9. Ante todo, debemos aclarar en qué consisten. Supongamos (hasta tanto a o ser
1
vaaón fl05 proporcione una form ulación exacta)-que exista en el morn ento del nacwuento
un gran nümero de respuestas o “reflejos’ ontogenéticos, embriológicos. Personalmènte,
prefiero el téhiiino ‘retorcimientos”. Aun cuando solo hubiese Un centeriar par-a empezar
(y hay miles), el proceso de condicionamiento
perrnutacione
—que s.e cumple sugun Ia ley de
s y combinaciones-, establecerIa muchos millories de respuestas totales -caritidad muy
por encima de Ia quejamas provoca el ambiente en el más verstil de los seres humanos.
Ahora bien; qué eritendemos por condicionamientp de respuestas ernbriotógicas?
/
Este prOceso nos- es familiar a todös. Desempena en La conducta humana un papel mucho
más importente de to que generalmente se cree. Será stflciente que sintetice unios pocos
hechos. Empecemos con (a suposición, ar-nba ex resada de ue at nacer €1 nii’io exhibe de
terrnjnadas res uestas incondicionadas o” retorcimientos: (I) R. Ahora hien,. deben axistir
deter-nm estirnu os ue roy uen cada una de estas res uestas. Pcr to que hasta el
presente hemos averiguado observando at ni?io,dichos estmulos ueden suscitar estàs
res uestas sin necesidad de a rendizade revio at uno. A estos estIrnulos lbs Ilarnarnos
-
(T)E (I)R
£_e’-rc) t’-’_
Despuésdel condicionarniento
Mencionam
1.
todavia Ia osibilidad de ue tat incondicion
relación entre estin-iulo respuesta
ados no sea un dato biotó •co. Tat vez é esta eci a en a Vi a em no o ca por
condicionamiento intrautenno. Al ha ar e estImulos y respuestas incondiciona as; solo
hacemos referenaa a que, coma observadores, veriflcamos que correspon
ciertas respuestas
den a cier-tos es-trn desde et instante del nacimiento.
En a órmula antenior,Arepresenta uno de asos est1rnu1os incondiciortados, e I u-na
de las respuestas. Aioa, si tomamos B (que, por cuanto s.abemos puede ser un objeto
cualquiera del univjerso) y to utilizamos como estfmulante del orgariismo conjuntamente
con A un señalado nümèro de veces (en ocasiones, uria sola es suficiente), tarnbiéni él en Ia
sucesivo provocará I. De la misrna rnanera nios es posible lograr que C, D, E susciten I; en
otras palabras, que cualquier àbjeto, a nuestro antojo, provoque I (sustitucióri de estfm
ub) Esto elimina Ia vieja hipó-tesis de que eidcte alguna conexión o asociación inmanente. o
5
saada de un objo on oo. E6rden uiver e dueáde onddarnento.
Ernpezamos a ecrbr a izquierda de Ia pagina y seguirnos haci Ia derecha. Los japoneses
comienzan arriba y continan hacia ábajo. La conducta del europeo es exactarnente tan
•
rdenada como ta del japonés. Todas esas liamadas asociaciones son condicionadas. Es-to
demuestra córno la arteestirnulante de nues-tra vida se corn lica rnás rnàs corrfomi
avanza en Ia existencia; córno un estImulo pronto. Ilega a estabiecer no solamente I en et
esquema anterior, sino tambien muchas otras respuestas.
Pero, acdmo e. van estudiar
ticando las res uestas cada vez rnás? Los neurálogos
on las integraciones, pero especialmente en cuanto a su nrrro y complejidad, a la
forma en que se estab’Lecen en una organización ya desarroltada, en que órden se realizan
(por ejemplo, en el reflejo de rascar), y qu estructUras nerviosas involucran, etc. Parc,
riurca se Han nteresadopor c5nocer su origen. En Ia formula siguiente, presumirnos que
at nacimieno A provocat- 1, B prcvocarâ 2 y C 3. Cuando se aplican .os tres es1mulos en
rápida sucesión, siempre suscitarân una pauta de reacciOn, cuyos componentes serán 1,2,3
(si no intervienen inhibiciones recIprpcas). Has-ta aqul no hay integración. Supongamos,
sin embargo, que emplee siempre et rriisrno estImulo )< cada vez que aplico A,B,y C. Al poco.
ratodicho estImulo)( podrá actuar solo, en reemplazo de los estimulos A,B y C; en oras
-
palabras, al estIrnuto < por Si puede provocar tres..respuestas: 1,2y 3.
(I) E ..‘..(I).R
A 1 Evocadas simultãneamente)
B aplicados simultáneamente 2 pero no integradas
3
C
(C) E
A 1
K B 2 Respuesta social integrada,
C 3 flamada Y”
Par ejemplo, Ia vision de-la esposa que entra en el cuartd puede ‘provocar en noso
ti-os ia respusta social integrada que denorninarernös Y, que consiste eri:(1) levantarnos
d nuestro asiento; (2) saludarla, y (3) ofrecerle la silla. Esta serfa Ia respuesta integrada.
MueoprobIemadecondicionamientosocial reside) pues, en hallar primero los tipos de
respuesta individua’es quedeseamos reunir an deestablecer alguna pauta de respuesta
qAndä par Ia sociedad,y despues en locahzar losestiujos indivduaIes susceptibles de
provocar tales respuestas y sustitutr el grupp corn pleto de los estirnulos par un estimTT
unico frecuenternente verbal Todas las ordenes verbales son de este tipo, par ejemplo
“De frente, marchen !“ En nuetra fOrmula, el est(mulo verbal es X, los movimientos sepa
rados necesar-ios para ejecutar esta maniobra estári representados par los nmeros 1 2 3.
De este niodo —que acaso -‘parezca un tanto corriplicado para quien no se halla fami
liarizado con el establecimiento de respuestas condicionadas-, el conductista intenta
tomar el anti o va o conce o de Ia forrnaciOndel hábito dane una nueva eacta7 (J
forrnulacidn cientitica en têrminos de res uestas condicionadas sobre esta base nuestros 1
màs corn ljcb jtos adultost-sultan ex licables en términas de series de res ues-tas jVV’
condicionadas simples
I
6
-
lodu’ o bs as i I
prin_cipio viljst Como, por ejemplo, el de in “finalidad’ CpurposC) de McDougall, en
.-
(I)E. (I)R
car-ida sonrisa
(QE. (I)R
VisiOn de Ia cara sonris.a
cie Ia madre
(t)E. (OR
acciàn de obstacuizar flanto violento, rigidez
los movimieritos del cuerpo,’ira, etc.
7
Pespues del condicionamlento
(C)E.(
visión de Ia persona ciue
ti-aba los movimientos
Enton ces
(I)E.(I)R.
Sonidofuerte, pérdida Comienza a Ilorar, etc..
de Ia basa de sustentación Miedo.
•
Despuês del cordicionamiento
Conejo,perro)objetos Miedo.
con pelaje. -
nci8
Ilosistema: a Ia l-ydra de Ia comida, sentemos al niño a un extremo de una mesa de diez a
doce pies de (argo; en el otro ubiquemos Ia pecera con los peces y cubrámosla. En el preci
so mornento en que se.tle present Ia comida, destaquemos Ia pecera. Si su vista provoa en
el riiño un estado de angustia, renovemos Ia experiencia utilizando un procedimiento rnás
largo y colocando Ia pecera a mayor distancia, tan lejos que no despiete ningunanqtte
tud. El niño se alimenta normalmente y no se producen trastornos digestivos. Repitase el
procedimientö at di’asiguiente, pero arrimando la pecera un poco más. En cuatro o cinco
dias será posible situar (a pecera al (ado mismo de Ia bandeja de Ia comida sin suscitar Ia
menor perturbación. Tómese eritonces un platilto de vidrio, Iléneselo con agua, dejándolo
un poco más lejos, y en las comidas siguentes acérqueseio cada vez más at niño. Entonces,
en tres o cuatro dias, podrá cotocarse dicho platillo sobre Ia bandeja junto a su leche. El
antiguo miedo habrá sido eliminado por el entrenamiento, se habrá completado el desa
condicionami en forma estable. CreO que este método se funda en el reentrenam
de corn onente visceral de una reacción co oral total en otras alabras r el
n do ha ue condicionar el intestino Ahorabien, cero que una de las razones por Ia
cual taritas curaciones psicoanailticasno son pernianentes reside en que se• condiciona el
intestino äl rnisrno tiempo que los componentes verbales
ana)ist
y rnanuales. En mi opinion, el
a no puede reentrenar el intestino rnediante ningn sistema de análisis o de instr
ucciOn verbal, prque en nuestro entrenamiento anterior no fueron palabras Ioque es
timu16
Ia respuesta intestinal.
Qmite a1go Ia pscoIogIa conductista? El profesor McDougall les dirá, sin duda que
-
€1 conducbsmà eli e sus rob.lemas. Admitirá que el tipo de trabajo que he bosquejado es
valioso para Ia sociedad, pero aducirá que el conductista descarta asidua y tal vez ne
ciamentemuchos otros problemas psicologicos. Uno de estos es el del. pensar.aCó.mo e licar
el” ensar en térmirios conductistas? Requiere bastante tiempo hacerlo.
E creciente predominio de los hábitos verbales en Ia coriducta del nino en desarrollo,
lleva naturalmente a a conce dOn conductista del ensar. El conductista no hace misterici
alguno con él. Sostiene que elipensar es comportamiento,orgariizaciOn
cualquierotrfma muscular motr-iz,aligual
quejugar at tenis o al golf o de actividad Pero, a ue ti o
de actividad
habl muscular? La mis e em lea alhabr Pensarest ro
ar con mt.isculos oculto
Tomen ustedes un niño cualquiera (como Ic he hecho ye ultimamente con dos)
cuando reciéri comienza a hablar. Atisben por el ojo de Ia cerradura y obsérvenlo en las
primeras horas de Ia mañana. Está sentado en su cama atareado con sus juguetes, les
habla en voz alta, habla de altos. Si es un poco más grande, habla en voz alta de sus planes
para et dia, dice qua Ia “nurse Ic llevará a pasear, que su “papi” le traerá un auto. En otras
palabras, cuando se encuentra a solas habla axplicitamente con Ia misnia naturalidad con
que trabaja explicitamente con sus manos. Interviene un factor social. El padre se enoja
porque Ia estorba su sueño de Ia mañana. Le grita: “calla !‘. El niño empieza entonces a
musitar para si mismo existen rnuchos individuos que nunca pasan de este estadlo, y
-
siguen murmurandora si nismos durante toda Ia vida cuando intentan hablar. Al padre
rio Ic agrada el murmullo más que Ia conversación en alta voz, y quizá le dé una palmada
en los labios. Por fin, los padres consiguen que el nine hable siIenciosamenteprasi
misrno. Cuando sus labiosestán cerrados, a nadie interesa Ic qua ocurre de- de ellos. Es
como logramos conducirrns a nuestro antojo con tat que no to mánifestemos par
fS
9
• -ningün signo rnatriz exterior en otras palabras -. nuetros pensamientos son ex
-
ciusivarnente
nuestros.
Plantase ahora lna nueva cuestión que requiere cuidadoso examen: nsamos sólo
• en alabras
Hoy , entiendo que, toda vez ue el individuo iensa traka im Ii I ament.f
total or •araiZaoónCQ ora uriqueesjfcfo final cansiste en una formutaciãn verbal
iablada, escrita o expresada subvocalmente. En otros términos, dsde el momerito en que
(por Ia situación en que se encuentra) se le plantea at individuo e pro ema dea-,se
djj lerta en el Ia actividad que ha de conducirle nalmente a Is atptaci6n En ocasiones,
Ia activi ad sedarrckllaverbaF
dgizacion coma (1)organización manual () implfcita, niás frecuentemente
co (2 implfcita, y a veces coma organización visceral impilcita
(a mci siv xtItita):5i (1) 6(3) predôitririari,el
250). iensa-
eorfa desàrofla
s del sin palabras.
Un iagrama veasepág. esclai cerá Ia acerca pensar que con toda
convicción sustento en Ia actualidad. Doy alli por supuesto que el cuer
pohasidoorganizado
sin ultarjç, ijtpara
present
visceral. Doy par supuesto, además, que solo uno de los objetbs, el inicial E 1 se hatla
e y pane en marcha Ia actividad de todo el cuerpo sobreet problema a pensar. El ob
jeto materialmente presente puede ser. una persona ciue formule la pregunta: “Quiere.X
dejar su ocupaciOn para asociarse con Y?”. Por hipotésisel mundo queda eliminado y el
tiene que resolver su problema pensando. •
Asf,ob
Las alabras son Los ‘nados -(C)E -&nuestro mundo de
\ )f”tos,El e/ ensresunécurso ararnar ,jL el rnutjdo de los a
/
, IiIanal alcance nhdos E ensa a auri más nuestrae-ficacia Nos
te Ievar con nosotros a Ia cama nuestro mundo diario y manipularlo durante Ia noche, o
cuando se halta a mu millas de riosotros. Los psicoanalistas, at librar a un iridividuc de una
defectuosa situación, a nienudo olvidan que el paciente Ileva consigo’la defectuosa situa
10
don verbal a su ndvo cstado. Casi todos los ê.xitos logrados por ci análisis se deben a que
ci analista construye ui nuevo niundo verbal correlacionado con un nuevo mndo vicerai
ymariuaL No puede existir virtud alguna en el anáiisis per sen.
Aqu( termina mi breve exposiciOn. Solo pude exponer rapidamente al iector urias p0-
cas palabras conductistas; seria irrazonable esperar que reaccione de un modo fakruf1
ante un planteamiento cientffico que en tantos aspectos choca con su organización an
Si logro que ustedes adopten una actitud un poco crftica frente a las superficiales
terior.
formulaciones psicologicas de nuestra época, me dare por satisfecho. Para aceptar ci con
ductisrno, piena y libremente, se requiere un desarrollo lento ci abandono de antiguos
-
C (
II ( I
1 I
/_‘
LçTh
/
(
.7
ç(r
JLh. ct
cc CC
C C’. (
4