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Mmul Mm/1lolli
LaPrimeraEntrevista
con el Psicoanalista
Prefacio
por Fran~oise Dolto

por

Maud Mannoni

• •

l
INDICE

PREFACIO, por Frab~'Oise Dolto 9

1- Especi del pIÍC~málifú. 10. 11-


dad del pricoanalúta, 12.. 111 - c'o,
ClU .., mlor
sano o patógeno, 15. IV - ~I',,,, de ltU
patógtmtU, V- de
108 era la
22. VI - El com"lefo de rJ .., • Pato-
genio o de .." 20l VII - La
Su rol ptJt6geno o '
cO,32

PALABRAS PRELIMINARES 41

l. LA SITUACION

1 - Duórdene8 ucoloru, 45. 11- c'arocte·


rialu,59. 111- 'n.IV-
zos de untJ 88.

2. EL SENTIDO DEL SINTOMA 93

1- 95. 11- de co-


rcíder, loo. 111- 105. IV - Üla-
dos pre lmCÓl ;cCM rJ • 108.
7
3. LOS TFSfS 113

4. lE~ QU E C()NSJ~TE ENTONCES


LA ENTRI-..-VJ~TA CON EL PSICOANALIST.~? 123

PSIC(H~ALJSIS y PEDAGOGIA 131

CONCLUSIONES 139

BIOGR.o\FIA 143
PREFACIO

Maud. ~lannoni y Colette Audry me han hecho el honor


de soncitallJle el prefacio de este libro. Es posible que el
lector haya leído ya el libro anterionnente publicado de la mis-
ma autora L'e'~fant m'riéré et sa mere 1; en cuanto a este que
tiene en sus manos, sin duda no lo desilusionará. Este prefacio
puede parecer arduo y su lenguaje demasiado especializado a
los lectores de Maud Mannoni, que posee el talento de escribir
en una lengua clara y fácil. Sin embargo, creo que interesará
a algunos de e1los, puesto que planteo en él pmblemas de pro-
filaxismental de los trastolllosafectivos y socúiles, tema que
me interesa en grado sumo y en el <Il,le el- psicoanálisis de niños
nos exige pensar cotidianamente. El lector desalentado por mi
prosa puede dirigirse directamente al texto de Maud Ma'J1noni
y leer.luego el prefacio, <Iue le resultará entonces menos difícil.
\fi propósito ha sido el de señalar y desarrollar los problemas
('senda'les que este Hbro expone e ilustra:
- La espedficidad del psicoanálisis.
- La especificidad del psicoanalista, su escucha.
- LaS reliiciones dinámicas inCOllsdentes padres~hijos. Pat()..,
genia o, salud mental.
1 Maud ~fann-()ní: L'enfant aniéré el $(J mere, Editinns du Seuj],
mayo 1964, t'l:\ "Champ Frt'udien", cole<.-ción dirigida por Jacques Lacan.
(Hay traducdón' E'sPañola: Maud Mannoni, El niño retr(U(Vi" y 811
madre, Madrid, Edit"ionf'S Fax. 1971.)

9
-El complejo de Edipo y su resoluci6n. Patogenia.
laxis de SUS
- La (la escuela), su rol educativo patógeno o
profiLictico.

l .. ESPECIFICIDAD DEL PSICOANALISIS


.

El libro que a continuación es simplemente apa-


sionante. Contiene el de Uila en
consultas En pocas y en foulla muy
vfvida, nos penuite a una doomllentación clínica enor-
me y nos la oOluprensión del aporte e!peclfico del psi-
coanálisis a 'las consultas médico psicológicas. Este tema re-
1In en efecto, desde el comienm de este
debido al de la, erpeJimontal,
existe no mí'nelo ~ :: ,de,
nas cuya actividad consagrada a la
Dia, a la odexitaclón, • la a todo
tipo y, por ft a la Su es
~mente y todos los métodos enlpleados tienen
una y' presentan y
En actualidad, la está muy difUndida, tanto
que, por así ~ no 'hay ni llgún niOO de las
des en el ban 'IC1H'IO de su DO sea en
a o .
'Se tomen
" -

• los OOiIlSCliptos, • los de ,las


los las Ié\UtaS. incluso, a a sus
la de a si , ..fsmos una
serie de vagamente con grupos y
que, con mayor omeuor SCli:vJad, han difUndido entre el gran
público conceptos de ¿Y el
En todas partes se habla de él, tanto en la· fácil
filosofía. sin ante
de tantas ..." y de
que se con excesiva
educativa, y están listos a dejar sus res-
paternas, en manOs de la fOlma
en que sus . en manos de los Frente
ala de un aparato semejante que se organiza
eLpúblico oonfuodeal con el·psi.ro-
10
técnico.-el el
dor el o, tDchllo, el .
(aquel que por p'cmt>CU ftJIC-
dones). En todo ('ASO, la mayor parte de las al
igual que muchos aún que el ya
a hacer o va. , monalizar, Uf fiar,
Dar, en va a actuar coa SUS «MDO OOU :un
unft de sugestión. para lIeYar al
sujeto a que se •
A.borabien, el no algo nuevo.
ellcollttar una a las fueras wladas q~
están en conflicto, pero el que las debe . es el
núffoQ ••• El · es y sigue el de im-
pIleto de un humanismo que se de Freud.
ron el descubñmiento de los que .AC-
tÚ4n sin que el lo sepa Y limitan su libertad. -L a fuMa
de {liocesos a menudo, del
de que se auaigaD en de la. eclosiÓD de
la personalidad, que, por su parte, la fuoCi6o
del leüguaje, modo de relación búico pena la
deJa
El psicoanálisis terapéutico es liD de cJto
DEis al1á de Jos . IR realidad
de estos P''' a nn sujeto dado, solo adq~ eeatido
por la -fo''IlIa en De ha.._ y se ha IeDtido
por el de decir todo • quien
todo )0 el paciente en análisis se • los fuoda-
de su afectividad. de nifio o de
El ser inconcJuso en el
de su nacimiento, debe enfrentar originados . su
impotencia.real y en su deseo de aQ)Or
clQn; se le aparecen a través de los
necesidades, y para colmarlas, por los
ilusiona . intercambiando el amor en
trampas del $fege0. El descubre el poder de eD(."\WihO, mú
aOá de las separaciones, eh las zona'! . que 10
con el del en el efecto ·a de las
vocales otro que. o
mimetinn los que el cuerpo ha La
función simbólica de la humana se
niza asi como Este lenguaje, portador de
ti
UD _ sujeto (:uya existencia re·
.. , : f IUI y R'S -'para él es su historia -,
l'Oil su coa -el (bajo la forül8 de seres
femeninos) le ha permitido asu--
~ine 001110 de un sexo o otro. Este saber, ~1e
Matar por verse-, volver desu_cllerpo
mudo, ciego, o a de
en ese Lo que busca el
terapéutioo DO es Dada mú que la su
de su ilusoria o de estos
y : al 000, y en algunos (oa·
. . la del boMnme excelencia, el psko-
de IU , se eDC\lenka en
y Jos- de su campo de estudio se
. vez más huta desórdenes de la salud
de la conducta, y de la salud somática.
-

11. ESPECIFICIDAD DEL PSICOANALISTA -

El «ka Maud es nn muy


que el loe lOt' el
eJl pasoefec-
tuado 1m que por o
de ... y que pide al
Gradas al del autor, cada se sentirá. aludido
o menor grado, en 1111 nuevo modo, dinámico.
las cnnluctu y tuS Compren-
el que tiene cuando se babia del psk:oana-
" " que 10 que CODJti.tuye SU es su ttAXiptividad,
su • Ved en el- Ubro que han
a - la sabiendo apenas a quién. se dirigían, remitidas

por 10 m6dioo, por el educador, o por que las
difiocoltades que deben . pero que DO ayudarlas
en en de un· per-
5IODU hablado, en un de la Dlisma en queje
a cualquiera. Sin la fonna de escuchar de
aquel. "escucha" ",n el sentido pleno del logra por
á IOla que su se 'Y asuma 1m nuevo
a sus propios El p5ÍC?O'lnalista no da la razón ni la
.pn, Las palabras los pacientes
sus palabras habituales; sin la manera
12
de encierra un llamado a la ve.dad que los
a su propia actitud fundamental frente al que
están dando .! que muestra ser a
todo otro contacto con psicólogos, o En
efecto, estos, ~. causa de su técnica, orientados .hacia el
descubrimiento y la curación de tma
a '·nivel del manifestado, del
de los padres, pertwbaci6n escolar o , caractem!ó-
gica del - la utilización de dispositivos de
ayuda especificas, uw:didas o
toras reed'K'ativas.
Hasta el primer encuentro el el
en consecuencia, es aboldado solo a ni~ del de .•
consulta, y esta se plantea en relacioo con de
carácter negativo para el Por ejemplo, el ,éxito
siempre ser en sí Dlismo fin y también
parecen ~rlo la ausencia de, trastomos " ('8rácter
para ,la del IO",JiO. Ahora bien, dos
tantes solo tienen ,ni valor cultural auténtioo si
el sujeto es efectivamente creativo y Do sólo sometido
, a las de los adultos, si la comunicación
verbal, y que COD su es
propia de su edad, Si está
liberado, al menos en sw y de la
deDCÍt frente al otro, si se siente rouaodo en el
trato con compañeros de ambos &!1;OS de ,SU generación, si es
capaz , de ' Y ser si puede ' sus senti-
Y las Y las dificultades coti-
dianas de todo en Si mues-
tra ·l a y que '
a la salud
,
el a
• ya que que ,lo adula,
CiegO,
son en pua él. que no vive ' ale-
¡ría, , ol'ci6n libre y cuya
de a .otras
rentes a las modus vivendi; estos síntomas son,
en f'ealidad, de y actual o en-
quistada. Para el lo qne importa llQsonJos , ~in-
tPDlas positivos o neoativos en sí mismos, 110
es la o la apgu~1 ia de los padres - que, por otra
parte, puede ser completamente sana y justificada - ante

13
Dilo del que se sieuten bIes, sino lo que el
para el que, con tal o conducta, actualiza el sen-
fundamental de su y las de rutwo
que, para este sujeto, el prepara, preserva o
'mete.
Cualquiera sea el actual ' ,. o per-
el psicoanalista intenta ,detrás del sujeto que
habla, a aquel que está en un qUe la angustia
, y oculta a la ' amunrllado en ese ~uet'po y esa
más o UiOD()S desa1TOllados, y que intenta ,la' ro-
con otro sujeto. El psicoanalista pelmite que las
y los de ayuda de los padres o de los j6ve-
nes sean por el pro y específico
del deseo profundo del sujeto que babla. Este efecto de
rme1a<k>r él 10 logra glacias a su y a su no
directa al pedido que se le hace de actuar pa'la
)a . .del Y calmu la - Al
suscitar la del sujeto, el al mismft
al sujeto y a su verdad. En un momento, el
momento de la <:fua del que este libro no se
ocupa, el sujeto si mismo su verdad y la liber-
tad relativa de su en reláci6n con su
el Jugar de la de este segundo es la baos-
Este libro también, algo que ~a muchos
será ntJe'YO;' nos al brimiento de que
de una sola psicoanalftica se ma-
ya cOn claridad ·Ia inh: incacl6n de las futrzus incoo!-
ct. t entre ascendientes y - El
sin dificu)tad romo un ser humano,

de9de
su vida está ya marca~ por la f01ma en. que se 10
'por 10 que luego repesenta. !lO existencia real para las
pro)"!:cclones. ~ de ,nspacJ1es; al ~ar 001110
y modelos naturales, con demasiada fre..
en el niño, el sentido preciso de las vivencias. suscitadas
por palab.3s, y ello desde su nacimiento en algu-

.1.& es la relación al uUsmo tiempo COUI-


daite'e del al
hila que .DO Y acepta 1011 de 1a
sujeto a través de sus La trande-
es el medio de la cura Su surgimiento.
su eli oIucloo y su deAParici6n final cada cura.'
14
nos casos. ¿Cuál es entonces, el rol del Acabo de
decir que consiste en ,!!,_~--presencia que ¿De
qué forma este ser bumano, constituido como los otros, . •

de la misma población,.ha sido fOlOlado para que su


produzca efectos de verdad semejantes? Y bien, él mismo ha
sido fONllado mediante lID por lo general largo,
y por la experiencia tratamientos po!'
él y controlados po1' un ~ uaás el,perimentado. En
fOJDlación le ha lI~J' .\UlL~ierta
su ser, el que del robot que en IOJDOI
todos debido a )a A lo que se le dice,
su sensibilidad receptora le oír los varios niveles. del
sentido hay en el 'Y
IIDa por lo general más de lo que hacerlo
los que no han sido

In. T.ASRELACIONES D1NAMICAS IEN1'ES


PADRES-HIJOS, su VA1,oll ESl'IlUCJ'U SANO
o PATOGENO.
ejemplos proporcionados 1"01' Maud
este fenómeno inducido la escucha y mue.
tran también la illlposibilidad de la de ir
alJ¡ de dete-, Dlinados umbrales. Ilnnde el se detiene.
lo. que hablando es la cuando se trata de
es el nii'ío q~lI. sus
hace las de CCl
o ronyugat y po!' padJa
. El nifio es quien el de las
tensiones e

de la in-
de snS cuyo de mór-
bida es tanto iDt.enso culUllo mayor es el y el .se-
creto que se sobre ellas. La elocoeocia muda de UIl
trastorno de Jeacci6n en los niños al milmO
tiempo su sentido y sus dioullicas
En lesumen, ~l niño () el se convierten en porlSVO-
ces de sus De este modo, los síntomas de
que el niño manifiesta constituyen un 1ef1ejo de sus propias
angustias y procesos de reácción frepte a la de S"'
padres.
11
A menudo, IIL im(Qtencia es la a reducida, de la
. de UDO ~ los padres, del nivel en que
se en el adulto al nivel de la 1
de la del al nivel de la
organización ed.ípica La
clón .o la de
. de la
(OIal. aDaI o por parte
del niño de son la respuesta com-
a los <leen
su vida social o y que de sus hijos la cura-
ción o la coDlpensación de su sentimiento de Cuanto
más I0Il los humanos, mayor es el grado en que
el peso de las inhibiciones dinámicas
ta o e a través de las t~nsiones y el ejemplo
de los. adultos mutila el b1n juego de su vitalidad
y !lOO sus de en fqana
va; los muy del IIwmtal
o de la salud. por eUo llamados los
muy la de relaciones
hadas en el mundo exterior. en en que el mundo
del niño reducido aún al mundo del adulto que 10 alimen-
ta. Son muchos los desórdenes del bebé Y del niño
que )05 conflictos de la ma~
en especia') en la nelll'osis mateuJa, es decir
de su evolucjón al
o la del ·p adre que perturba el equilibrio l del
niño. a través de las experiencias emocionales que él mismo
pldece y que, a su vez, cotidian ntehace padecer a su
mujer, madre del niño.
- Me duele la - decía un hijo único de 3 añOs. ( Lo
habían <mJducido a mí pMlue era llevarlo al jardín
de infantes. donde se quejaba todo de su dolor de
cabeza; pasivo y de Además,
del que su DlMico no
orgánicas. ) repitiÓ su IQUJoquio. Le .
- ¿Quién dice eso?
él. con un tono quejumbroso, repetia: "Me duele
la "
- dónde te duele la cabeza. -Nunca
!le 10 hM>w., preguntado.
-Ahí. -y señaló el muslo cerca de la ingk-.

"

- c! Y a1ú. qué está?
-La de ,o,'uL
respuesta causó - los
El ui60 era hijo de una
de cabe. : por Jm
la adoraba, veintWnro afios que elJa, El
hijo ó de este modo su de
da y su fobia a la mediqnte __
buta el mÓIDento había sido Y con la que
¡el' El ~ con el
que, al D{weaO de no se aJie..
JW8 mú en la esa herida por su
vida
En la infancia, y a haya
de frente a o del
ClP,i sfe:mpre los tlastomos de a
dificulta9es de los packes, ante trastomos de los
o del -
tetra-
ta de de la o de la
yen 1apd mer infaMa DO se hayan
nes, los tIastohlOl en los
cos intI{nsec<>s·del niño &ente a las del medio
y a las diflcllltades del complejo de sin
go, .suele . que~ lugar a u nÁ reac-
cl6n de -en 101 para
o por la de su Diño a la
El niño' o el - que ya por si debe en-
d1llQS pmebas, 00 encu • a más seguridad en SU me-
dio social Y . . tal rolílO
en sns en 1M
épooas en que el ' a ellos en 1as de
constituía la -supt-ema de IuclUlO
cuando aparen 6nte DO se lo el lag. a IOme-
viviI' en los prhnaios aiíosde su vida_ ala yasiJ..
tencia, al - vegetativas, que Este lIlodelo de le-
sigue siendo el de todos
los humanos (-papa, • sed" lOO los·úJd.
roos reclamos de los que ). Ante la
del en de
mu~,
y La eD8I lo
¡fa residual •
se cada vez más,


17
nuevas por parte del joven y
lugar a lapéuilda de la si mismo. Palalelamenre
a la del niño, las que se dan en
tales • no o más que Uihl05 de plotección
y las. intf:rcambiadas 1010 en-
tre atacados y ,.
perdma el de conservación, la 'Y
el senl ¡mientos ligados a la culpabilidad irracio-
nal no resuelta, dan a reacciones de .
ción descmbllaUnmes.. Una superadas las edades las
que se trastornos de debilidad de . mental.
luego debilidad y ' tárde de debilidad
escolaT. el cuadlo cHnico de-, los bastomos del
catáctef CQD.. El de
la$ plOVoca bí de k
nemosis y de la y, más allá, de la involución
odela ~

Mediante los ~os hace


en las con casos
clfoi.cos que ilusfl&n todos los grados de estos
se originan, en f()lIna notoria, en la falta de sen-
sata auTUI . ajad tempxana, en 13 de una sitUAción
ttiangular socia]¡¡wmte sana o en la falta de aclalacioues vel-
bales a preguntas o implícitas del niño; esteencuen-
tta tardíamente la en un traumático,
que no comprende, y que lo tmstoma o paroiahneJr
te, . al no habérselo explicado a tiempo, se siente abro",.
por él. emocional (;()ofusa. enquistada
en mayor o mE Ilor grado, lo ha hecho a teda a
pn1eba de su y, semejante a un son4mbulo se
despierta y que se asusta ante la xuJidad, cada
to ulterior que lo a prueba 10 caer '.n 1000 mis en
la y la Cla..~enre.
Este pei....ite cómo la ausencia
Cl6nica de de vereadEilo en el mm-
de la de ti" ser es ten peihl'Abadora
los : si DO Poclriamo. decir
la iDtuici6n DClIDlal muchos sues se ve
conlradktorias plenas de per-
o de su natural
no en .. a la ley
18
natural como a la ley dictada, da lugar a relaciones simbólica!
alteradas. "L os adultos' gravemente neu."óticOs, cons,derado'i
como maestros y como son quienes confu-
sión. o una organización o perversa, a la
Maud Mannoni proporciona mu-
chos ejemplos sobre el tema, a través de los que ha
tratado. .
¿Cuáles son las condiciones y suficien-
tes que deben estar presentes en el medio de un niño para
que los al de todo serh~no
puedan en Colilla sana, es decir para que
surja .una pusona activa y en el ~ntD deci-
sivodel Edipo y de su en la ret"structuración de los
afectos, de las identifiCaciones y de 1005 incestuosos,
para que la angustia de castración ligada al wmplejo de Edipo
conduzca al abandono de las fantasias o perversas
intrafamüiares y pumita que el sujeto se exprese en la vida
social mixta la vida culhll'aJ situhólica. aceptando sus kyes?
Podemos que la única condición. tan dificil y sin Em-
bargo tan es que el niño no haya sido tomado por
uno de sus sustituto de significación abeuan-
te, incompatible con la dignidad humana O con su origen ge-

Para que esta condición del niño sea



estos adultos dehen haber s!1,mido su sexual
en el sentido amplio del afectivo y cultu-
ral, independientemente del de este niño. Ello quiere
decir que el sentido de su vida est.!. su cónyuge, en Jos
adultos de su misma edad, su trabajo, y no en el bijo o
en los hijos; quieIe decir que el o la preoropa-
ción -por este niOO. el trabajo hecho para él. el amor hacia él,
no ooUlinan nunca SU vida emocional, en.Jo que MI refiere a
tanto de orden positivo como oegath'O. El medio
parental sano de un niño se basa en que nunca haya una
dependencia preponderante del adulto de) ni60 (que
poc su -p arte, y en un primer momento, en forma
absoluta del adulto) y que dicha no
, mayor emocional que la que este adultD
a la y a la presencia ele otro adul-
to. En el contexto actual de nuestra es
qm" e!\te otro adulto sea el cónyuge; sin embargo, esta ron-
1.
dici6n no es en indispensable para lograr el equili-
de la del niño; 10 importante reside en que
este adulto, sea o no el cónyuge legal, sea un . real-
mente complementario, no solo de vida, sino que focaUce
lealmente los sentimientos del obo. Y sin embargo, hay seres
munanos que, en función de su destino o de accidentes que
se produjeron el de su infancia, se ven privados
de la de uno de los o de ambos. Su
no puede ser tan sano como el de los que lIna
familiar integra, aunque (;()fi características dife-
,.",tes, la Dlisma solidez. y sin mental ni hu-
potencia o

IV. LA PROFIl.AXlS MENTAL DE LAS RELACIONES


FAMILIARES PATOGENAS.

Lo que tiene i"'I'01 tanda, en efecto, no 90n los hechos reales


vividos 1m un niño. tal como otros podrían ' sino
el: deJas . del Diño Y el valor simbólico
en el estas
el : del sujeto. valor alto
del encuentro del sujeto con elperieocia sensible
nueva, y de las palabras ( o no) o la
de con al en las que
él o su faita, se y se volve-
rU1 a en su memoria como verdade-
o de la experiencia La imposición del silen-
cio ate las y ·las palabras del niño o la falta de
de estas peicepciones, no en
dad, percepción Teal del niño al humano. y
las . a ellas y a quien las ha vivido con pena o cop
al mundo de la o a 10 ineEable del muti ~ 10
....:~ I I Esto producil'se en relación con ex-
reales pero con DO
En efecto. ,lo que el desea, en su vida solitaria
y ser a nivel y .
de esa contra la él en
ron toda veniadera mteicambiada.
dan hlgar a se que
.ln niDo e fantasias en

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