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oLozoya
Cl'Oll bB oBS>JlROLLO INSTITUCIONAL
Edid4n
Miguel Maldonado
Diseño de la colección
Germán Montalvo
Diseño editorial
César Susano
ISBN: 968-6254-83-8
ISBN: 978- 968-6254-83-9
Michel Maffesoli
Presentación
Pedro Ángel Palou
Colección Cátedra
a seguir
. con esta reflexión
. . , menos en borma d e conreren-
e
ás b1en como una d1scus1on a partir de las propuestas que
hech.o y "que voy
. a. seguir
,, haciendo. A mí me gusta mu-
el término. -sem1nano
- - - , además es una excelent e 1n1c1at1va.
· · · ·
so que es importante volver a la etimología. La idea misma de
· ario nos refiere a ese proceso de semilla, -ae sembr y si
go as1, no so o es por el placer de hablar de las palabras, sino
rque estamos en un mome~to en que justamente los grandes
emas cerrados ya no funcionan. E,n el marco uniyersitarip
JJlllY importante entrar en un verdadero debate a partir de
insern1nac1on e as 1 eas 1enso que son i eas tot mente
visionales. Quizás estemos en duelo por as certi umbres,
ue O e as grandes verdades tal como se han resentado y
f~uv~...~~~~~~~~~~I:;.:.I. Así entiendo yo la palabra
minario": un roceso de ensa o e"i"i el buen sentido el tér-
_.no. Nos acordamos de los ensayos de Montaigne, de Freud,
bién de los ensayos de Max Weber, cuando cada uno en su
a iniciaba un pensamiento, más que encerrarlo dentro de
istema. Yo no tengo sistema, tam oco me gusta el término
epto". urante mucho tiempo a 1 ea e
na que e pa a ra y no e concept .
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- - -- Posmodernidad - - --
O sea, las palabras que sean lo menos erróneas posibles para decir
tó que es esta realidad. En cuanto al tema del debate de hoy~
Zulturas populares, propongo dos entradas, entrar en materia
de dos formas. Digamos que estamos ante un banquete. Siem-
pre hay dos entradas, para después tener la discusión: el plato
fuerte. La primera entrada sería la parte histórico-antropológica
y la otra sería algo más epistemológico. Para la primera está la
idea de volver una vez más al o mu im ortante cuando se tra~
e iniciar un pensamiento: volver a lo ue está mu leºano. Si
es quiero presentar una imagen es más bien nuestro cerebr~
reptil, no la neocorteza, orque ya la conocemos. La ima en se -
e aboró en el si lo XVIII y XIX, pero se asa realmente en el cere-
Dro antiguo, animal, que está en cada in ivi uo, que tam ten
~tá en toda sociedad, ue es re tílico. Este cerebro reptiliano-
lo voy a ver primero como una lectura del fundamento de a
tfad1c1ón judeocristiana. Hay que decir que en el fundamento -
de la tradición semítica hay un allí, una lucha constante de
los profetas contra lo que en el Antiguo Testamento de la Bi-
blia se llaman los lugares importantes y los puntos fuertes: esas
montañas, esos puntos elevados donde se celebraban los cultos
alrededor de ídolos e iconos. Hay que recordar que eran cultos
femeninos. Se llamaban cultos de hierogamias, de matrimo-
nios sagrados. Eran realmente cultos de promiscuidad sexual,
donde en el fondo, a través de una imagen -voy a insistir
en la idea de imagen, de ídolo- había una especie de comu-
nión que se operaba. Era el vientre lo que se solicitaba y no Ja
mente. Es decir que de manera constante -y se puede leer así
el Antiguo Testamento- va a haber una tradición iconoclasta:
vamos a romper la imagen. Considero que la desconfianza ante
la imagen que todavía sigue en la tradición occidental es una
desconfianza que viene de ese momento. ¿Por qué se van a rom-
per el icono y la imagen? Porgue en el fondo el icono es algQ
q~e suscita lo sensible, las sentidos. Según la fórmula bíblica •
sólo adorarás a Dios en espíritu y verdad. Ahí tenemos el inicio,
66
Miehel ivíaffiso-/i _ __
67
• '-'-' ' i v , ...1 , n11 1 .1 ,1
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se basa en el cuerpo, diferente de lo sensible y con una separa-
ción entre ambos. En el fondo esta es la causa y el efecto de un
término que es difícil de cuestionar, pero hay que hacerlo. Pien-
so personalmente que es el gran universalismo, esa idea básica
cuyo origen encontramos en el pensamiento de san Pablo, que
culmina en la filosofía de la Ilustración en el siglo XVIII. Este
universalismo -y aquí les voy a dar otra palabra que facilita la
~mprensión- se basa en una explicación del mundo. En latín
la palabra explicación, explicare, quiere decir guitar los pliegyes,
bajo la mirada de la razón. Es la mirada de Dios y la mirada
~alente de Dios, que se~á la raz?n. Recu~rdo, haciendo un P,ª-
réntesis, el papel que tenia la D1osa Razon en la Revoluc1on
Francesa. Era la forma de divinizar la razón, de situarla en un
sitio divino. La psique es una concepción explicativa que quita~
los pliegues. Refl.exionen sobre la idea de pliegues, En francés
; traducen bien los pliegues individuales de los que constitu-
{eñlos pliegues de la cultura colecti~a. Hay un gran filósofo \ ·
i;.;;cés, Gilles Deleuze, que escribió un libro excelente sobre el ~ I
barroco. Muestra cómo el barroco es tomar en serio los pliegues ~ ~
deJ ser individual, los lie ues del ser colectivo. En el fondo L~
los p iegues son los estratos, la sedimentación. Para mí esa es f J1'
Ja:cülrura: los pliegue:¡. La pafubra que yo utilizo es el terreau: Ta \~"'-
bu_wa tierra donde puede crecer todq. • (\J__
El universalismo ex lica cómo uitar los lie ues. Doy .- oiJ
aquí gunos puntos, a lo que Max Weber condujo en su libro \\ \ '¡\
La _ética!'º:~stante del :spíritu del caP_italis"!'o, donde llama a la \J
rac10nal1zac1on generalizada de la ex1stenc1a. Es decir, todo se \_ fA"
somete a la razón, por lo ,tanto, ~odo tiene que dar sus razones. 11'<'}Y
H~y una palabra, en frances: arratsonnement, cuando el juez pide /
al mculpado cuales son sus razones o cuando un barco pirata
aborda a otro. El mundo, entonces, es un culpable y tiene que
dar sus razones de ser. En la base vamos a tomar lo que tiene
es~ mu~do, y me detengo: racionalización generalizada de la
ex1stenc1a. Lo que sigue en la fórmula de Weber es muy impor-
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Posmodernidad - -
70
. es un proceso de comunidad, eucar' .
is16n . . tsuco, grf"o-1,_.
1 v chas eXpres1ones que se emiten a través d . -b~10. Hay
mud video y otras publicidades que mere e este Juego de pape-
les, e . h cen nuestra .
r a im en a al o contra 1 . atención.
En el . ul . d d e un1versali
el parnc ansmo es e el punto de v· . smo ue
realza tsta e tstemol O' .
e ecir que ya no nos po emos limitar 1co.
u1er . a tener una .
-;;ñfañtea las leyes, sino una actitud ideográfi La . actuucL
q~deo, idiotismo lo e es articulca, E ide~gcafu:
la Pªa pubhc1 . 'dad so'lo hay part1cu. 1ar1smos
. ar. n la imag
que ser, . . en
e .. ífi an pu61 tc1dades
, n los sinos espec cos, ya no generalidades A ,
segu . d . . · qui tenemos el
rgimiento e cosas 1nmemonales y ancestral S
resu . , . es. e puede de-
. de diferente forma, y voy a 1r rap1damente a est H
cir . d 1 . , o. - ay en este
resurgimiento e as 1ma enes al o .. . -
a es a cultura o ular en su sentido más sencillo E e ,
es 1 . 1 .d d . n rranc
ut izo un neo o 1smo: a 1 ea e realianza. Reali
neo ogismo se ún la etimolo ía latina
gap O con el término in lés reliance, ue uiere decir confianza.
Aprovecho estas dos ~alab~as q~e muestran en esta religiosidad lo
que en el fondo va ª. ir mas alla de la separación -la separación
corta- y va ~ func10nar en el contrato s~c\al. La religiosidad,
por el contrario, pone el acento en esta real1anza y evidentemen-
te vemos como , ' se expresa a traves'dl
esta ~ de lo sobre-
e regreso
natural. Les voy a dar ejemplos sencillos. Se puede pensar lo
que se quiera, pero ahí está el éxito de El Código Da Vinci, el
de Harry Potter o El Señor de los Anillos. No me estoy pronun-
ciando acerca de la calidad, sino sobre la cantidad. Quiere decir
que -nos guste o no- hay un proceso de contaminación que
realmente está subrayando esta realianza, estar unido al otro, a
las fuerzas de la naturaleza, a las fuerzas de la deidad en las dife-
J
rentes modulaciones. Una concepción holística, y empleo una
palabra que vimos en Durkheim y encontramos en el new age
contemporáneo: holismo. Esta concepción holística del mundo
es algo que subraya lo que es ~ntero, citando a Weber: lo irreal
y lo real. Pero hay que tener cuidado con esta dialogía tan fuer-
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u Posmodernidad - - -
. s1mp
no de expl1car . 1emente e1 mundo, smo . de quitarp11icar, .Ya
gues. v1a no 1a gran concepc1on. , de1patnmonio
. . sino volos plie-
idea de matrimonio. ' ver ª la
He aquí lo que caracteriza para mí la cultura popular: el re-
encantamiento del mundo, como hubo de diversas maner
. ,. asun
desencantamiento. Reencanto, retorno mag1co de ciertas for-
mas muy cotidianas, desarrollo de toda la multiplicidad de las
técnicas new age, desarrollo del Zehn, del canto brasileño, del
chamanismo. Gilbert Durand hablaba del retorno de los orien-
tes míticos. Yo diría orientalización de Occidente. Se entiende
que esta orientalización no es un orientatipo, sino que son las
fuerzas nativas de un sitio dado que pueden volverse a encon-
trar en Japón, India, Brasil, México... -Los orientes míticos son
para mí una reorientación. Aquí está realmente el fundamento
de la cultura popular. Ese proceso que llamé arraigamiento di-
námico: sólo hay crecimiento a partir de las raíces.
Una palabra final. Dije que el fundamento de lo que fue
nuestra tradición era la parte iconoclasta, romper la imagen;
traté de explicar cómo en el fondo la imagen vuelve de diver-
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- - Miche/ Majfeso/i - - -
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