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Índice
1. Introducción
2. La semántica
3. El estudio del significado
3.1. Enfoques onomasiológicos y semasiológicos
3.2. Tipos de significados
3.3. Relaciones sintagmáticas y paradigmáticas
4. Relaciones semánticas entre las palabras
4.1. Sinonimia
4.2. Antonimia
4.3. Hiponimia
4.4. Homonimia y polisemia
5. Cambios de significado
5.1. Tipos de cambio
6. La estructura del léxico: el campo semántico
7. Conclusión
8. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN
Platón definió en una ocasión al ser humano como “bípedo implume” o animal de dos
pies sin plumas, a lo que Diógenes de Sínope respondió desemplumando un gallo y
gritando por las calles “¡este es el hombre de Platón! Esto nos demuestra lo difícil que es
en ocasiones definir las cosas y como uno de los medios que tenemos para hacerlo es en
contraste con otros objetos, seres…
2. LA SEMÁNTICA
La semántica se entiende como el estudio del significado lingüístico expresado por medio
de unidades simples y sus combinaciones. Para la mayoría de autores se trata del plano
más subjetivo de la lengua, de hecho, no es una disciplina que para algunos autores deba
incluirse dentro de la gramática.
La lingüística postsaussureana abandonó al principio esta materia por ser un hecho mental
y psicológico con vinculaciones hacia el mundo exterior. Con Trier (estructuralista), años
después, se trasladó la idea central de Saussure de que, en una lengua, en un momento
dado, los significados de los signos también constituyen un sistema solidario, de forma
que descubrió que el vocabulario de una lengua se divide en sectores (campos semánticos)
constituidos por palabras interrelacionadas. Este descubrimiento planteaba el problema
de la significación fuera de los términos lógicos o psicológicos habituales, y de esta
manera se incorporó la semántica al conjunto de actividades estructurales.
Así, en relación con la semántica, siempre han estado vinculadas diferentes disciplinas,
como la filosofía, interesada por los valores de verdad de las proposiciones lingüísticas y
la capacidad que tiene para interpretar la realidad.
En este apartado vamos a analizar una serie de problemas íntimamente relacionados con
el estudio del significado de las palabras, cuya comprensión puede ayudarnos a entender
mejor la problemática que plantean las relaciones semánticas y su estructuración.
Existen numerosos estudios sobre los tipos de significado. Nosotros para este apartado
vamos a seguir el planteamiento que realiza Leech. Este autor establece siete tipos de
significados diferentes que son el denotativo, el connotativo, estilístico, afectivo, reflejo,
temático y colocativo. Veamos brevemente cada uno de ellos.
Por otro lado, el significado estilístico está relacionado con el registro, por ejemplo, de
forma general se emplea el termino casa, sin embargo, para un registro más formal
usaríamos domicilio.
En cuanto al significado reflejo es aquel que se da en los casos donde una palabra presenta
más de un significado conceptual, pero siempre se utilizan de una manera determinada,
como en el caso de copula que se asocia al significado sexual.
El significado temático por ejemplo demuestra como el orden en el que aparecen las
palabras varía la comunicación, no es lo mismo decir Se detuvieron al final del pasillo,
que decir Al final del pasillo, se detuvieron.
Por último, el significado colocativo demuestra cómo algunas palabras aparecen unidas
en una oración, como por ejemplo si en un texto aparece la palabra perro, es muy probable
que cerca aparezca la palabra ladrar.
Sin embargo, existe otra forma de afrontar el estudio del significado de las palabras, que
son las relaciones sintagmáticas entre las palabras, es decir, las relaciones, en presencia.
Por ejemplo, sabemos que una oración como Los perros ladran es gramatical y que otra
como Los hombres ladran no lo es porque el verbo ladrar exige en la cadena sintagmática
aparezca un agente canino.
Las formas que tiene el español para establecer relaciones semánticas entre las palabras
son principalmente dos: sinonimia y antonimia, aunque podemos añadir otras como la
hiperonimia, homonimia y polisemia.
4.1. Sinonimia
La sinonimia es la relación que se establece entre dos o más palabras que utilizan
significantes diferentes para expresar el mismo significado como por ejemplo
alegre/contento.
4.2. Antonimia
Hablamos de antonimia gradual para referirnos a los términos de una oposición entre
cuyos extremos cabe la existencia de grados intermedios. Es la relación que se da, por
ejemplo, entre las palabras caliente y frío o grande y pequeño. En estos casos, como
podemos ver, la negación de un término no implica necesariamente la afirmación del otro
porque existen términos intermedios. Una casa puede no ser grande, pero tampoco
pequeña.
Un autor muy actual como Cruse aporta matices diferentes a la clasificación de Lyons
hablando de antónimos que marcan dirección distinguiendo entre opuestos lineales
direccionales como arriba/abajo y antónimos inversos como subir/bajar.
4.3. Hiponimia
5. CAMBIOS DE SIGNIFICADO
Las razones extralingüísticas se dan cuando hay algún cambio en la realidad referencia y,
como consecuencia, o desaparece la palabra que designaba esa realidad, o cobra un nuevo
significado.
Cuando una palabra cambia su significado puede o bien restringirlo como lidiar que
antes significaba combatir, o bien ampliarlo como maestro que antes solo significaba
maestro de escuela o bien no variarlo de extensión como verde en el sentido de obsceno.
Por otro lado, dentro de los cambios por innovación lingüística encontramos los cambios
por metáfora como llamar dientes no solo a los dientes de humanos sino también a los
dientes de una sierra, dientes de ajo… o también cambios por metonimia, en cuyo caso
los dos significados no se parecen y entre ellos solo existe una relación de contigüidad
como por ejemplo decir mi plato favorito en lugar de mi plato de comida favorito.
A pesar de que el léxico siempre ha sido considerado como el plano de la lengua más
asistemático, ha habido diferentes propuestas para organizar el vocabulario, todas ellas
relacionadas con el concepto de “campo”, que podemos definir como el conjunto de
términos unidos por una estructura de relación. Hay varios tipos de campos, el campo
semántico, el campo morfo-semántico, campo temático y campo asociativo.
Por otro lado, se encuentra el campo morfo-semántico, en este caso la relación entre las
palabras se debe tanto a su forma como a su sentido. Es posible establecer un campo
morfo-semántico reuniendo los morfemas derivativos que tengan algún rasgo
significativo común como por ejemplo con los morfemas que se emplean para formar
sustantivos con el sema “lugar en donde” comedor, sanatorio, campanario…
7. CONCLUSIÓN
Mas allá de la semántica de un corte mas tradicional, como el que acabamos de comentar,
existe una semántica pragmática y textual que supera el nivel de la palabra para comentar
el significado desde un punto de vista global en un mismo discurso.
El significado sigue siendo uno de los pilares clave de la lingüística. Al fin y al cabo, se
trata de la configuración de nuestro pensamiento individual y colectivo, por lo que además
esta estrechamente ligado con la semiótica. Hoy en día empiezan a tomar mas valor otras
formas menos estructuralistas de contemplar el significado, como puede serlo la
semántica veritativa de Escandell, con la que se llega a conclusiones interesantes respecto
no solo a las relaciones semánticas, sino a una aplicación practica como puede serlo la
traducción y el aprendizaje de segundas lenguas.
Las relaciones entre palabras y las alteraciones de las mismas son, asimismo, las que
posibilitan un uso literario del lenguaje, por lo cual resultan interesantes ya no solo a nivel
comunicativo.
8. BIBLIOGRAFÍA
Moreno Cabrera, J.C. (1991). Curso universitario de lingüística general. Madrid, Síntesis.