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El texto: Significado y sentido.

Relaciones semánticas de la lengua (y otros temas adyacentes)

El texto: Significado y sentido. Relaciones semánticas de la lengua (y otros temas adyacentes)

“Antes de escribir, aprended a pensar” (Nicholas Boileau, poeta y crítico francés)


Un texto es una unidad de comunicación formada por un conjunto de enunciados que presentan

entre sí una relación de coherencia y que manifiestan un sentido completo, cerrado. Un texto
puede ser amplio, como una obra literaria (La Celestina o El Señor de los anillos) o muy breve o un
poema de Antonio Machado o unos versos de Bécquer o Walt Whitman. Excepcionalmente,
algunos textos constan de un solo enunciado, por ejemplo, los refranes: Por la boca muere el pez;
Al que madruga, Dios le ayuda…

El texto: significado y sentido

El texto. Un texto es una unidad de comunicación formada por un conjunto de enunciados que
presentan entre sí una relación de coherencia y que manifiestan un sentido completo, cerrado. Un
texto puede ser amplio, como una obra literaria (La Celestina o El Señor de los anillos) o muy breve
o un poema de Antonio Machado o unos versos de Bécquer o Walt Whitman. Excepcionalmente,
algunos textos constan de un solo enunciado, por ejemplo, los refranes: Por la boca muere el pez;
Al que madruga, Dios le ayuda…

Significado y sentido en el texto –> El significado de un texto es su interpretación literal. El


significado del refrán Por la boca muere el pez es “el pez muere por abrir la boca y tragarse el
anzuelo”. El sentido de un texto es lo que quiere decir. El sentido del refrán Por la boca muere el
pez nos dice que “la persona que habla en exceso cae víctima de sus propias palabras”. El
significado de un enunciado como Hace frío sería “la temperatura es baja”. Su sentido puede ser,
por ejemplo, “cierra la ventana”. Relaciones de sentido. Un texto manifiesta sentido completo si
se adecua a la situación de comunicación y no viola las normas sociales y personales que rigen la
convivencia; si es coherente, en su conjunto y en cada una de sus partes, al interpretar un mundo
real o posible dentro de la lógica y del sentido común; y si sus ideas y enunciados se van enlazando
unos con otros a través de los mecanismos de cohesión como los conectores, marcadores del
discurso, la repetición o la elipsis. Un texto es, por ende, una estructura cuyas piezas encajan
adecuadamente como encajan los elementos de una estructura
arquitectónica. Conectores o marcadores del discurso. Los conectores o marcadores del
discurso indican la unión, el avance y las relaciones entre las ideas de un texto. Se distinguen tres
tipos de conectores o marcadores del discurso: los conectores semánticos, los marcadores meta
discursivos y los marcadores conversacionales.

Conectores o marcadores del discurso

Conectores semánticos: Para seguir con la misma idea: además, incluso, aparte…
Para oponerse a otra idea: sin embargo, antes bien, no obstante…
Para indicar una consecuencia de la idea expresada: por tanto, por consiguiente, pues, de ahí
que…

Marcadores metadiscursivos:

Organizadores: Para ordenar el contenido del texto: en primer lugar, en segundo lugar, después,
por fin…
Para introducir un comentario: pues bien, bien, pues, siendo así…
Para señalar una digresión: a propósito, por cierto, también, en cuanto a…

Reformuladores: Para explicar: es decir, esto es, o sea, de otra manera, quiero decir…
Para rectificar: mejor dicho, más bien…
Para recapitular: en conclusión, en definitiva, en suma
Para marcar superación o distancia: de todos modos, en todo caso…

Marcadores conversacionales: De contacto: ¿eh?, ¿sí?, ¿me entiendes?


De evidencia: claro, sí, por supuesto, desde luego…
De aceptación: hombre, bueno…
La repetición de distintos elementos lingüísticos cohesiona el texto. Al componer un texto,
podemos utilizar varios procedimientos lingüísticos de repetición que contribuyan a lograr la
coherencia y la cohesión del escrito. Estos procedimientos son: la repetición de una misma
expresión o una misma palabra; las expresiones que pertenecen a un mismo campo semántico; las
palabras que mantienen entre sí relaciones de sinonimia, antonimia, hiperonimia e hiponimia; el
uso de expresiones correferentes, términos que se refieren a una misma realidad; las expresiones
anafóricas y catafóricas; la elipsis, correferencia entre un elemento presente y otro elidido; y el
avance o progreso de la información, es decir, lo que en un enunciado es información nueva
(rema), y que se convierte en información conocida en el siguiente (tema). Recuérdese que
la elipsis es un procedimiento para cohesionar el texto que consiste en suprimir aquellas partes
que el receptor suple con facilidad. Véanse diversos tipos de repeticiones en un poema de Blas de
Otero como el bellísimo “En el principio” de Verso y prosa (Cátedra): Si he perdido la vida, el
tiempo, todo / lo que tiré, como un anillo, al agua; / si he perdido la voz en la maleza, / me queda
la palabra. / Si he sufrido la sed, el hambre, todo / lo que era mío y resultó ser nada, / si he segado
las sombras en silencio, / me queda la palabra. / Si abrí los labios para ver el rostro / puro y
terrible de mi patria, / si abrí los labios hasta desgarrármelos, / me queda la palabra. //

En el plano fónico encontramos repeticiones en las rimas (agua-palabra-nada-patria), en las


palabras (perdido, todo, palabra, queda…), y en la aliteración de la [s] en el verso siete (si he
segado las sombras en silencio…). En el plano gramatical se repiten las estructuras sintácticas (Si
he perdido…, sufrido…; Si he segado…; Si abrí los labios…; me queda la palabra). En el plano léxico-
semántico cohesionan el texto los fenómenos de repetición constituidos por
los antónimos todo y nada, silencio y palabra, he perdido y queda. Véase asimismo la anáfora que
se da por cuanto existe la repetición constante de la estructura condicional “Si + forma verbal
(pretérito perfecto compuesto o antepresente de inidicativo)…”. Se pueden realizar ejercicios
similares con otros poemas, por ejemplo, con algunos versos del hipotético paredeño Jorge
Manrique y sus célebres Coplas por la muerte de su padre.

RELACIONES DE SIGNIFICADO – RELACIONES SEMÁNTICAS DE LA LENGUA

Entre una palabra y significado no siempre existe una correspondencia exacta. A veces, una
palabra se asocia a varios significados, como ocurre en el caso de la polisemia y de la homonimia; y
otras veces, un mismo significado viene expresado por varias voces (significantes), como sucede
con la sinonimia. Además, hay otros fenómenos de la relación de significado o semántica entre las
palabras, como la antonimia, la hiperonimia, la hiponimia y la ambigüedad.

La polisemia

La polisemia se produce cuando una palabra tiene varios significados que están de algún modo
relacionados entre sí. Por ello se define la polisemia como la pluralidad de significados que tiene
un mismo significante. Ejemplo: Estrella. 1. Astro solar que brilla en la noche emitiendo rayos. 2.
Figura constituida por varias líneas que parten de un centro común y que pueden formar picos
entre sí.

La homonimia

La homonimia se produce cuando dos palabras normalmente de distinto origen se confundieron


por evolución fonética y dieron la misma forma fónica (homófonos) o gráfica (homógrafos) en sus
significantes.

–> Clases de homónimos

Homófonos –> Se pronuncian igual, pero se escriben distinto: Ola y hola – Vaca y baca – Bello y
vello

Homógrafos –> Se pronuncian y se escriben de la misma forma Bota (de beber) y bota (de calzar) –
Coma (de la escritura) y coma (de enfermedad) – Cola (de pescado) y cola (de pegar)
Suelen distinguirse homónimos totales y homónimos parciales, los primeros serían los que tienen
la misma categoría gramatical: mango (sustantivo, fruta), y mango (de la sartén, sustantivo) y los
segundos tienen diferente categoría gramatical (vino, sustantivo y vino, forma del verbo venir).

La sinonimia

La sinonimia se produce cuando dos o más palabras o expresiones tienen el mismo


significado: septentrión y norte; cumbre y cúspide; marido y esposo. Por ende, la sinonimia es el
fenómeno que se produce cuando dos o más significantes tienen igual o muy parecido significado.
La sinonimia se da a menudo entre acepciones de las palabras. Por ejemplo, agudo es sinónimo
de afilado en una acepción, pero en otra es sinónimo de inteligente. A veces, se da entre palabras
que pertenecen a distintos niveles de lengua, por ejemplo: odontólogo pertenecería al nivel culto,
mientras que dentista pertenecería a un nivel de la lengua estándar; suspender pertenecería al
registro estándar y catear al vulgar; fútbol es un préstamo sinónimo de balompié; o insular es
sinónimo etimológico de isleño. Cabría distinguir entre la sinonimia conceptual, la sinonimia
denotativa o connotativa, los sinónimos referenciales… La sinonimia conceptual. Los términos
relacionados remiten al mismo referente y significan exactamente lo mismo (a veces puede haber
una cierta preferencia de un dialecto por una forma y la preferencia opuesta en otro dialecto). Por
ejemplo: asno – borrico; marido – esposo; alberca – piscina. La sinonimia referencial. Los términos
relacionados remiten al mismo referente pero no significan lo mismo, no presentan exactamente
los mismos rasgos significativos. Por ejemplo: limonada – mezcla líquida, mesa – mueble. La
sinonimia contextual. Los términos relacionados pueden conmutarse únicamente en
determinados contextos. Por ejemplo: Las legumbres son pesadas (indigestas). Tu amigo es muy
pesado (cansino). Este trabajo es pesado (duro, arduo). La sinonimia de connotación. Los términos
relacionados están cargados de valoraciones subjetivas, tanto que se pierde el significado objetivo.
Por ejemplo: Miguel es un monstruo de la informática (genio, hábil).

La antonimia

La antonimia es el fenómeno que se produce cuando dos palabras tienen significados


opuestos: alto y bajo; frío y caliente; arriba y abajo. La lengua utiliza con frecuencia prefijos para
expresar la relación antonímica: in- (inadecuado, inanimado, inexperto); des-, o su variante dis-
(desacuerdo, disculpar); a- (anormal, atípico, amoral).

–> Clases de antónimos

Contrarios o graduales La oposición entre los antónimos es gradual y los términos pueden ser
cuantificables: (más) joven – (menos) viejo; (muy) claro – (muy) oscuro; (bastante) bueno – (muy)
malo; (más) rápido – (más) lento

Complementarios No existe gradación entre los antónimos: Vivo – muerto; Hablar – callar; Macho
– hembra; Sucio – limpio

Inversos o recíprocos Uno de los antónimos implica al otro (se necesitan): Padre – hijo; Abuelo –
nieto; Comprar – vender; Pagar – cobrar
La hiperonimia y la hiponimia

El hiperónimo es la palabra que tiene un significado general (fruta, pájaro, escritor) que incluye o
agrupa a otras voces más específicas, que son sus hipónimos (manzana, gorrión, novelista). La
hiperonimia, lo mismo que la sinonimia, son fenómenos muy importantes en la composición de
textos; permiten evitar repeticiones y contribuyen a lograr la coherencia y la cohesión del texto. La
palabra flor sería un hiperónimo y rosa, margarita, alhelí, tulipán serían hipónimos.

La ambigüedad

Y respecto de la ambigüedad, véanse estos diálogos humorísticos debidos precisamente a esa


ambigüedad: ¿Qué le dice el 1 al 10? Para ser como yo, tienes que ser sincero. -¡Manolo, que se
pegan las alubias! -Por mí como si se matan.Un sacerdote: “Ora, hijo, ora”, y el feligrés responde:
“Las cinco y cuarto, padre”. Véanse asimismo curiosos eslóganes como el de la promoción
bancaria “en esta casa todo cuenta; en esta cuenta todo casa” y se puede reparar en
las homonimias existentes (cuenta bancaria y cuenta como forma del verbo contar como sinónimo
de importar, y casa como hogar y como forma del verbo casar, sinónimo de cuadrar). Recuérdese
el mítico diccionario de José Luis Coll:

Bromear: Mear en broma. Cataputa: Antigua arma militar que servía para lanzar putas contra los
castillos asediados. Estúpedo: Ventosidad expelida por el ano de forma idiota y
extemporánea. Masturnarse: Cambiarse de lugar durante una masturbación colectiva. Lamida
Breve: obra literario-musical, de Falla, que relata el caso de Monica Lewinsky y Clinton. Maniático:
Que se desvive por vivir en el último piso. Mariscón: Exquisita especie marina, de gran tamaño,
tacaña y avara, porque antes de dar, prefiere que le den. Mascarilla: La que cuesta un poco más
que las otras. Mefistofálico: De pene diabólico. Ostiogenario: Anciano capaz de dar (h)ostias por
un tubo. Etc. (Ejemplos del Diccionario de Coll).

Pueden ser buenos ejercicios en que haya que ofrecer sinónimos a diversos vocablos, por
ejemplo: Era un obsequio con el cual quería pagar diferentes deudas de gratitud a
su insigneamigo. Este próvido sujeto administrativo había dado a la familia Bringas
nuevas pruebas de generosidad –> Era un regalo con el cual quería pagar diferentes deudas de
gratitud a su ilustreamigo. Este próvido individuo administrativo había dado a la familia Bringas
nuevas muestrasde generosidad. O sustituir por hiperónimos ciertos términos de un texto
dado: Manuel dejó la novela sobre la mesa del salón. Con la luz de la tarde, el azul intenso de las
pastas de aquella novela (libro) destacaba sobre la superficie rojiza de la mesa (mueble). La tarde
(momento) era tranquila en aquel salón (estancia, habitación).

Los fenómenos semánticos tienen que ver a menudo con juegos de palabras, véase la homonimia
(copa como vaso que contiene líquido y copa como parte superior de un árbol) que se produce en
un chiste como el que sigue: ¿En qué se parecen un árbol y un borracho? En que uno empieza en
el suelo y acaba en la copa; y otro empieza en la copa y acaba en el suelo. La ambigüedad. Un
mensaje es ambiguo cuando presenta dos o más interpretaciones posibles. Las ambigüedades
lingüísticas surgen por los fenómenos de homonimia, polisemia, paronimia(= semejanza de
significantes). Tenemos ambigüedades fónicas (Serrín de Madrid –> Se rinde
Madrid), ambigüedades sintácticas (Vio a dos niños con prismáticos); y ambigüedades léxicas(El
gato le costó caro). Asimismo convendría no olvidar la llamada anfibología (Hay mantones para
señoras de Manila).

Las expresiones correferentes

La correferencia es MUY importante en la composición y en el análisis de textos pues constituye


un procedimiento que tiene la lengua para indicar la relación entre las ideas de los enunciados y
de los párrafos, es decir, es un mecanismo de cohesión, que manifiesta la coherencia del texto.

La referencia –> La referencia es el acto de señalar o identificar. El referente es el objeto señalado.


La posibilidad de señalar con palabras realidades de cualquier tipo es una de las capacidades más
importantes del lenguaje y constituye su función referencial. Conocer el significado de las palabras
no es suficiente para identificar la realidad a la que se refieren. Es preciso tener en cuenta las
circunstancias en las que se emita el mensaje, su contexto, que modifica la referencia de una
expresión: un cubo en la playa es “un recipiente con un asa, con el que juegan los niños”; sin
embargo, un cubo en una clase de matemáticas es “una figura geométrica”. La correferencia o
identidad referencial. La correferencia se produce cuando dos expresiones señalan el mismo
referente dentro del mismo texto, por ejemplo: París y la capital de Francia. Dos procedimientos
lingüísticos que permiten marcar la correferencia son: los pronombres reflexivos (me, te, se nos,
os) que manifiestan la correferencia entre el sujeto y un complemento: Alejandra se lavó el pelo. Y
las terminaciones verbales de persona y número que hacen siempre referencia al sujeto: Mi amigo
y yo caminamos cinco kilómetros todos los días. Las expresiones correferentes sirven para no
tener que repetir una misma palabra evitando así lo farragoso que podría ser un texto: Cristiano
Ronaldo hizo un gran partido.Cristiano Ronaldo (El jugador del Real Madrid) está en su mejor
momento. Todos coinciden en señalar las extraordinarias cualidades físicas y virtudes deportivas
de Cristiano Ronaldo (del futbolista portugués). Etc.

Correferencia y sinonimia. Es importante, por tanto, diferenciar la correferencia de la sinonimia.


La sinonimia relaciona dos palabras con significados equivalentes: cima y cumbre.
La correferencia (lo que algunos llaman sinonimia referencial) relaciona dos palabras o
expresiones que se refieren a la misma realidad o referente, pero cuyos rasgos de significación

pueden ser muy diferentes: el autor del Quijote y el manco de Lepanto.

Es importante lo siguiente (en algunas regiones muchos se quedaron con los ojos a cuadros
cuando les preguntaron por la catáfora en unas pruebas de acceso a la Universidad, ¡con lo
sencillo que es!):

Anáfora y catáfora. Una palabra tiene valor anafórico cuando designa el mismo referente que un
sintagma precedente. En el ejemplo siguiente, el pronombre “la” tiene valor anafórico porque se
refiere a un sintagma anterior, esta película: Esta película la he visto muchas veces. Una palabra
tiene valor catafórico cuando designa el mismo referente que otra expresión pospuesta. En el
ejemplo Les di a tus primos las gracias, el pronombre “les” tiene un valor catafórico porque se
refiere a un sintagma a tus primos que aparece con posterioridad en la oración. Por ejemplo, estos
pronombres de CI catafóricos suelen ser mal concordados en ocasiones (Le regalé muchas cosas a
tus amigas) mientras que nunca se produce esta errónea concordancia cuando dicho pronombres
de CI es anafórico (A tus amigas les regalé muchas cosas). Referencia o denotación. La
palabra puerta, fuera del discurso (en el diccionario, por ejemplo) no señala ninguna realidad
concreta. Sin embargo, cuando en un acto de habla la usamos en una oración como Cierra la
puerta, sí podemos identificar el objeto al que se refiere. Esa realidad señalada se llama referente.
Algunos gramáticos lo denominan denotación.

La deixis. La deixis es una modalidad de la referencia que consiste en señalar realidades con
expresiones (los deícticos) que toman como punto de referencia al emisor, así como el lugar y
el tiempo en que se produce el mensaje. Los deícticos personales. Los deícticos personalesseñalan
las personas del discurso, tomando como punto de referencia el yo que habla. La gramática
dispone de dos conjuntos de deícticos personales: los pronombres personales (yo, tú, él, nosotros,
ellos, me, ti os…); los posesivos (mía, tuya, suya, nuestra…). Los deícticos espaciales. Los deícticos
espaciales señalan un lugar tomando como punto de referencia la ubicación del hablante. La deixis
espacial se expresa mediante tres categorías de palabras: los demostrativos (este, ese, aquel); los
adverbios deícticos de lugar (aquí, acá, ahí, allí, allá); los verbos de movimiento (ir, venir, traer,
llevar). Los deícticos temporales. Los deícticos temporales se refieren al tiempo, tomando como
punto de referencia el momento de la enunciación. La deixis temporal se realiza
fundamentalmente a través de la oposición de los adverbios de tiempo: antes –> ahora –>
después.

La información en el texto

Un mensaje es como un iceberg, tiene una parte explícita, visible (el significado), y una parte
implícita, oculta (el sentido). El tema y el rema. Al organizar informativamente un mensaje, se
divide la secuencia en dos bloques: el soporte o tema, que es la información conocida por el
oyente, sobre la que se apoya el resto; y el aporte o rema, que es la información nueva, lo que el
emisor considera como tal y que constituye la verdadera aportación informativa. En la emisión del
mensaje Andrés rompió el cristal con una piedra, la información puede organizarse de la siguiente
manera: el tema puede estar constituido por Andrés rompió el cristal y el remasería la nueva
información con una piedra. La información implícita. Como ya se ha dicho, un mensaje está
formado por información explícita (el significado) y por informaciones implícitas (el sentido). Para
comprender un texto, hemos de interpretar tanto la información explícita como la implícita. La
duplicidad entre contenido literal o explícito y contenido implícito encuentra numerosas
manifestaciones tanto en el lenguaje diario como en los textos literarios. Estas manifestaciones
son las presuposiciones y las implicaturas. Las presuposiciones. Las presuposiciones son
contenidos implícitos constantes. En cualquier momento y lugar que alguien diga Pepe dejó de
fumar nos comunica también que “Pepe fumaba”.

Pepe dejó de fumar –> Pepe fumaba (presuposición).

Los sobrentendidos o implicaturas. Los sobrentendidos o implicaturas son informaciones implícitas


no constantes, que el hablante infiere tomando en cuenta el contexto.

Los chicos tienen hambre –> Tengo que preparar algo de comer (sobrentendido).

Muchos actos de habla transmiten contenidos sobrentendidos. Si alguien dice a otra


persona ¿Tienes hora?, lo normal es que no le esté haciendo una pregunta, sino una petición. Y
cuando el interlocutor le contesta No tengo reloj, el sentido real no es “No tengo reloj”, sino “No
puedo decirte qué hora es”. Esto tan bonito lo estudia esa relativamente novedosa disciplina
lingüística llamada Pragmática. Dicho esto, la terminología de tema y rema es llamada por otros
autores presuposición y foco refiriéndose a lo mismo. Asimismo sería interesante traer a
colación la teoría de los actos de habla de John Austin: el acto locutivo (lo que se
dice), acto ilocutivo (la intención con que se dice) y acto perlocutivo (las consecuencias o efectos
que se producen).

La información implícita en los textos literarios –> En todos los recursos literarios léxico-
semánticos existe una distancia entre el significado y el sentido: metáforas (Esta aula
es unanevera), metonimias (las canas para referirse a la vejez), contradicciones (el sonido del
silencio, recuérdese el oxímoron: ruidoso silencio), hipérboles (Lloró ríos de lágrimas)… En
la antífrasis o ironía, el contenido implícito o intencional es justamente el opuesto al significado.
En ocasiones, el enunciado irónico Es usted muy generoso quiere decir: “Es usted un tacaño”. Ante
una broma pesada respondemos frecuentemente ¡Muy gracioso!, cuando lo que queremos decir
es todo lo contrario. Recuérdese que el sarcasmo se define como el mayor grado de ironía.

En un mensaje tautológico, el significado literal del predicado es idéntico al sujeto (Un hijo es un
hijo; Un euro es un euro…), pero su sentido dice mucho más. Por el contrario, la paradoja es un
enunciado contradictorio en su forma literal, pero que deja de serlo en su interpretación figurada.
Las paradojas en literatura siempre tienen una interpretación no contradictoria; así, por ejemplo,
los versos de San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús: Un no saber sabiendo; Vivo sin vivir en
mí. Los refranes no contienen una información literal (significado) y una interpretación figurada
(sentido): Perro ladrador, poco mordedor. Las fábulas, las parábolas, los relatos míticos son tipos
de textos que se caracterizan por presentar un contenido literal y otro figurado. Su interpretación
debe partir de lo que se dice de forma expresa, para llegar a la interpretación de lo que se quiere
decir.

Las connotaciones. Las connotaciones son los significados que asociamos a una palabra según
nuestra experiencia individual, su valor cultural o los conocimientos que disponemos de la realidad
a la que aluda. Por ejemplo, la palabra balón tiene un significado constante, pero no provoca las
mismas connotaciones en un futbolista que en una persona que desconoce este deporte. De la
misma manera, examen tiene una connotación distinta para el estudiante y para el profesor.

Clases de connotaciones

Lingüísticas –> La connotación lingüística se produce cuando se asocia una palabra al idioma, al
dialecto o al nivel de lengua de origen Las palabras hall, adagio, Intifada, currículum connotan,
entre quienes conozcan su origen, valores como “inglés”, “italiano”, “árabe”, “latín”.

Culturales –> La connotación cultural se produce cuando se asocia una palabra con un hecho
cultural, provocada por las creencias, actitudes y conocimientos específicos del hablante La
palabra batalla tiene el mismo significado para todos los hablantes del español; pero el
conocimiento histórico o estratégico de un militar no es el mismo que el de un ciudadano medio.

Las connotaciones culturales. Las connotaciones culturales son un elemento fundamental en los
textos literarios. Los buenos escritores saben cargar sus palabras y expresiones de esos elementos
culturales y emocionales asociados al significado habitual del término. Cuando Rafael Alberti dice
“Se equivocó la paloma / se equivocaba”, el poema se carga de sentido porque todos
consideramos a esa paloma como el símbolo de la paz. Serrat, entre otros (como Mercedes Sosa),
versionó el poema.

El tabú y el eufemismo. Un caso extremo de las connotaciones culturales son los tabúes: palabras
que hacen referencia a determinados hechos, personas y objetos, que producen un rechazo
cultural; por lo que se evita su pronunciación. Así, por ejemplo, se evitan las voces que se asocian
a caracteres negativos: sería muy raro, por ejemplo, que un cristiano bautizara a un hijo con
nombres como Judas, Herodes, Pilatos o Caifás. Son también muy comunes los tabúes en términos
referidos al sexo o a determinadas necesidades fisiológicas. Las palabras que sustituyen a las
tabúes son los eufemismos; por ejemplo: anciano es un eufemismo para la palabra viejo, menos
aceptada socialmente. Pueden ser útiles ejercicios que consistan, por ejemplo, en indicar las
palabras de distintas parejas que pertenezcan a un nivel estándar de la lengua y las que
pertenezcan a un nivel vulgar (por
ejemplo, embarazada y preñada, trabajo y curro, bocadillo y bocata, policía y pasma, amigo y coleg
a, cárcel y trena). Otro ejercicio podría ser el de señalar lo presupuesto en una oración
como Gonzalo empezó a hacer deporte(Gonzalo no hacía deporte) y también se puede instar a
explicar el significado y el sentido de las metáforas de los versos de cualquier poema, por ejemplo,
del famoso de Gerardo Diegodedicado al ciprés del monasterio de Santo Domingo de Silos: Mástil
de soledad, prodigio isleño; / fecha de fe, saeta de esperanza//.

A modo de resumen

EL TEXTO: SIGNIFICADO Y SENTIDO

SIGNIFICADO La interpretación del texto es literal


SENTIDO La interpretación del texto está relacionada con lo que quiere decir

RELACIONES DE SENTIDO

CONECTORES O MARCADORES DEL DISCURSO –> DEFINICIÓN: Indican la unión, avance y


relaciones entre las ideas

–>CLASES:

Conectores semánticos Para seguir con una misma idea: además, incluso…
Para oponerse a otra idea: en cambio…
Para indicar una consecuencia: por tanto…
Marcadores meta discursivos Los organizadores ordenan el contenido, introducen un comentario
o señalan una digresión:
Los reformuladores explican, rectifican, recopilan o marcan distancia
Marcadores conversacionales: De contacto: ¿eh?, ¿sí?…
De evidencia: claro, sí, por supuesto…
De aceptación: bueno, hombre…
REPETICIÓN DE ELEMENTOS Para cohesionar el texto: repetición de palabras y expresiones;
sinonimia, antonimia; hiperonimia, hiponimia; expresiones correferentes; expresiones anafóricas y
catafóricas; elipsis; tema y rema.

RELACIONES DE SIGNIFICADO

POLISEMIA Cuando una palabra o significante tiene varios significados (relacionados entre
sí): estrella, antena, banco…
HOMONIMIA –> DEFINICIÓN: Se produce cuando una palabra tiene varios significados que no
están relacionados entre sí, mera coincidencia entre significantes por evolución fonética.
CLASES –> Homófonos: cuando se pronuncian igual, pero se escriben distinto: vaca y baca
Homógrafos: cuando se pronuncian y se escriben de la misma forma: cola (de pescado) y cola(de
pegar)
SINONIMIA –> DEFINICIÓN: Se produce cuando dos o más palabras tienen el mismo
significado: insular e isleño
ANTONIMIA –> DEFINICIÓN: Se produce cuando dos palabras tienen significados opuestos
CLASES –> Contrarios: oposición gradual: joven y viejo
Complementarios: sin gradación: vivo y muerto
Inversos o recíprocos: uno implica al otro: abuelo y nieto
HIPERONIMIA Se produce cuando una palabra tiene significado general: fruta
HIPONIMIA Se produce cuando una palabra tiene un significado más específicos: manzana, pera,
plátano, albaricoque, piña, naranja

LAS EXPRESIONES CORREFERENTES


REFERENCIA Acto de señalar o identificar un referente: por ejemplo, la capital de Francia señala
una ciudad francesa
CORREFERENCIA Cuando dos expresiones señalan el mismo referente: por ejemplo, la capital de
Francia y París señalan el mismo referente
ANÁFORA Designa a un referente nombrado antes: Esta película la he visto antes
CATÁFORA Designa a un referente que está pospuesto: Les dije a tus amigos que vinieran
DEIXIS –> DEFINICIÓN: Señala realidades con expresiones (los deícticos), tomando como punto de
partida al emisor, así como el lugar o el tiempo en que se produce el mensaje
CLASES –> Deícticos personales: pronombres personales (yo, tú, él, nosotros…) y posesivos (mío,
tuyo, suyo…)
Deícticos temporales: adverbios (ahora, después, antes…)
Deícticos espaciales: demostrativos (este, ese, aquel) y adverbios de lugar (aquí, allí…)

LA INFORMACIÓN EN EL TEXTO

TEMA Y REMA: TEMA O SOPORTE Información conocida por el oyente


// REMA O APORTEInformación nueva
LA INFORMACIÓN IMPLÍCITA –> PRESUPOSICIONES Información conocida por el oyente
–> SOBRENTENDIDOS Informaciones implícitas no constantes
LA INFORMACIÓN IMPLÍTICA EN LOS TEXTOS LITERARIOS En todos los recursos literarios había
distancia entre el significado y el sentido: en metáforas, metonimias, hipérboles, hipérboles…; en
la antífrasis o ironía; en la tautología; en la paradoja; en refranes, fábulas y parábolas

LAS CONNOTACIONES
DEFINICIÓN Significados que asociamos a las palabras según nuestra experiencia individual, su
valor cultural o los conocimientos que disponemos de la realidad a la que alude: por
ejemplo, balón connota valores diferentes para un futbolista que para una persona que no
practique el deporte
CLASES –> LINGÜÍSTICA: Se asocia una palabra a un idioma, a un dialecto o a un nivel de lengua
CULTURAL: Se asocia una palabra con un hecho cultural, unas creencias, unas actitudes o unos
conocimientos específicos

Me gustaría hacer un apunte, en esta ocasión sobre aspectos ortográficos como es el de


la coma en las enumeraciones. En las enumeraciones se usa coma para separar los diversos
miembros, excepto si vienen precedidos de las conjunciones y (e), o (u), pero esta regla tiene
algunas excepciones, ya que suele ponerse coma si la enumeración de elementos hace que la frase
sea muy larga (Agustín se levantaba muy temprano, se duchaba todos los días, tomaba un fuerte
desayuno, y se ponía a leer y a meditar); también se pone coma si en esa enumeración el último
elemento no enlaza solo con el precedente sino con todo lo anterior: Dani estudia, sale con los
amigos, saca buenas notas, trabaja los sábados en un bar, y le da tiempo a todo. Asimismo se
pone coma si en la enumeración el último elemento expresa matices diferentes a los otros: El fin
de semana pasado compré tres discos nuevos, le hice un regalo a mi amiga en su cumpleaños, salí
un día a cenar, y me sobró dinero. Si esta enumeración precede al verbo, detrás del último
miembro no se pone coma: Manuel, Ester, Marta, Óscar, Ramón, Miguel y Ana leen hoy sus
trabajos.

En cuanto al análisis del texto, me parece de suma importancia destacar el esquema que no es
sino la manifestación organizada de la estructura de un texto. En un esquema deben verse
reflejadas las ideas principales y secundarias, su jerarquía y su interrelación. En un buen esquema
deben evitarse los enunciados demasiado largos, los demasiado cortos si resultan inconexos y
poco claros y, por supuesto, la confusión de lo anecdótico con lo principal. Asimismo es
importante trabajar la comprensión de los textos, hacer resúmenes del contenido y ejercicios
sobre el tema y la organización de las ideas escribiendo, por ejemplo, un posible título (el tema)
que recoja el sentido del texto así como indicar la idea principal de cada parte de un texto
completando un esquema o analizando los mecanismos de cohesión(familias léxicas, campo de
experiencia, marcadores textuales…). No hay que olvidarse del comentario crítico en que se puede
argumentar si el autor o autora logra transmitir bien las ideas que exponga en el texto que fuere y
si el tema tiene interés en algún ámbito, por ejemplo cultural y social o si también puede tener
aplicación al ámbito más personal. Finalmente el comentario lingüístico es esencial para señalar si
el lenguaje es sencillo o complicado resaltando los tecnicismos en caso de haberlos, para decir
el género y funciones del lenguajepredominantes y cuestiones de léxico y morfosintaxis que
siempre son interesantes, ya sea para explicar el significado de distintas palabras, el de distintos
enunciados, para analizar morfológicamente palabras separando cuando sea posible sus
componentes (lexema y morfemas) o el análisis sintáctico de una oración compleja extraída del

texto sobre el que se trabaje (pero para todo ello ya están los apartados correspondientes ).
Para terminar, vuelvo a dejar por estos lares un bellísimo
fragmento del magnífico y grandioso discurso de ingreso en la RAE (2008) de S. Gutiérrez Ordóñez,
el discípulo de Alarcos, titulado “Del arte gramatical a la competencia comunicativa” que yo –si de
mí dependiera- establecería como lectura obligatoria en su integridad dada mi fascinación por
dicho discurso, verdaderamente brillante, francamente sublime. El fragmento habla del mito de
Sísifo, precisamente a lo que yo me referí, citando dicho discurso, en las palabras que pronuncié
yo en el funeral de mi madre y que tanto impacto causaron entre los asistentes en abril de 2013.
Procedo a transcribir ese fragmento: “Cada niño debe iniciar su escalada. Durante la larga travesía
de la Prehistoria, el Homo sapiens sapiens ha venido acumulando conocimientos y experiencias.
Este saber adquirido o creado por la mente humana constituye un tesoro valiosísimo para la
especie: la cultura. Será la clave de su supervivencia y de su desarrollo. Pero es un tesoro frágil y
volátil: no forma parte de la dotación genética y no se hereda. La especie humana encarna el mito
de Sísifo que recuerda Homero en el Canto XI de la Odisea. En su visita al Hades, Ulises encuentra
a Sísifo castigado a subir eternamente “un peñón monstruoso” hasta la cima del monte; con la
desesperanza de que, una vez arriba, la piedra vuelva a caer rodando hasta el valle, para verse
obligado a comenzar de nuevo el ascenso. Algunos han visto en esta terrible historia un símbolo
de la vana lucha de nuestra especie en su afán de conquistar la sabiduría. En efecto, el hombre
atesora conocimientos a lo largo de su vida. Pero todo ese saber adquirido en su largo ascenso
desaparece con el último soplo de su existencia. La piedra de Sísifo (el conocimiento) regresa al
valle y cada niño debe iniciar su escalada cognitiva desde la base. Sin embargo, un hecho biológico,
la coexistencia de generaciones, y un hallazgo cultural, el lenguaje, nos permiten perpetuar
conocimientos a través de la transmisión, es decir, de la educación. Gracias a ella, podemos
entregar como legado el cofre del saber a las generaciones que nos siguen”.

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