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ÍNDICE
ÍNDICE .......................................................................................................................... 2
1. RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE LAS PALABRAS: HIPONIMIA, SINONIMIA, POLISEMIA,
HOMONIMIA Y ANTONIMIA .................................................................................................... 3
1.1 INTRODUCCIÓN A LA SEMÁNTICA ........................................................................................ 3
1.2 RELACIONES SEMÁNTICAS ................................................................................................... 4
1.3 HIPONIMIA, HIPERONIMIA, COHIPONIMIA ........................................................................... 4
1.4 SINONIMA ........................................................................................................................... 5
1.5 ANTONIMIA......................................................................................................................... 5
1.6 POLISEMIA Y HOMonimia .................................................................................................... 6
2. LOS CAMBIOS DE SENTIDO ..................................................................................... 6
2.1 La connotación .................................................................................................................... 7
2.2 El cambio semántico ............................................................................................................ 7
3. PROPIEDAD E IMPROPIEDAD LÉXICA....................................................................... 9
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1. RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE LAS
PALABRAS: HIPONIMIA, SINONIMIA,
POLISEMIA, HOMONIMIA Y ANTONIMIA
1.1 INTRODUCCIÓN A LA SEMÁNTICA
La Semántica puede definirse como la parte de la Lingüística encargada del
estudio del significado. Lo primero que había que precisar con respecto a significado
es que hay dos tipos: significado léxico y significado gramatical. Ambos son objeto de
estudio de la semántica, aunque no siempre se tenga esto en cuenta en los manuales
de Lingüística.
Pottier dice que habrá dos tipos de estudios semánticos, porque existen, en
nuestras lenguas, dos clases de morfemas:
- Los morfemas que integran las clases cerradas o limitadas: prefijos, sufijos,
artículos…
- Los morfemas que integran las clases relativamente abiertas o no limitadas:
adjetivos, verbos…
El término semántico tiene un origen relativamente reciente y se acuñó en la
segunda mitad del siglo pasado a partir del verbo griego que equivalía a “significar”.
Esto no quiere decir que desde los tiempos más primitivos los gramáticos no se hayan
interesado por el significado de las palabras.
La lingüística moderna mostró en un principio gran desatención por el estudio
de la semántica. La razón se debe a que muchos lingüistas han llegado a dudar sobre
la posibilidad de estudiar el significado con la misma objetividad y con el mismo rigor
con que se estudian la gramática y la fonología.
No obstante, esa desatención se ha ido transformando progresivamente en las
últimas décadas en un interés creciente por los estudios semánticos. Así, podemos
hablar de algunos intentos de aplicación del método estructural.
Coseriu define la semántica estructural o lexemática como el estudio estructural
del significado léxico. El objeto de la semántica estructural son las estructuras léxicas
de contenido. Reconocer estas estructuras implica una distinción entre las relaciones
de significación y las relaciones de designación. En las primeras se trata de relaciones
entre los significados de los signos (palabras) y en las segundas, de relaciones entre
los signos y los objetos.
La idea de los campos semánticos o campos léxicos ha sido desarrollada en este
siglo, bien con el nombre de campo semántico, bien con otros. Un campo léxico es una
estructura paradigmática constituida por unidades léxicas que se reparten una zona
de significación común y que se encuentran en oposición inmediata las unas con las
otras. Un campo léxico lo constituye el término presente en un punto determinado de
la cadena hablada y los términos que su presencia excluye de manera inmediata. Así,
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pantalón, blusa, falda, vestido, etc., son unidades que pertenecen al campo léxico
“vestuario”.
Aunque los resultados obtenidos en el estudio de los campos semánticos no han
sido todavía determinantes para demostrar la estructuración del léxico, sí podemos
apuntar una conclusión importante: los vocabularios de lenguas distintas no son
isomórficos, es decir, que en una lengua hay distinciones semánticas que no se
encuentran en otra.
Es necesario sentar unos principios que impidan que a la hora de hablar de
campo semántico olvidemos el rigor lingüístico y llamemos así a lo que sería un campo
asociativo (de criterio psicológico) o un campo conceptual (de criterio lógico). Para
ello debemos partir de la definición de las unidades semánticas fundamentales:
- El sema es la unidad mínima de significación
- El semema es el conjunto de semas que componen una unidad léxica. La
forma en que se apoya este semema es el lexema. El semantema los incluye a
ambos
- Además, podemos distinguir el archisemema o conjunto de rasgos distintivos
comunes a varios sememas.
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1.4 SINONIMA
En general, se define la sinonimia como la identidad de significado entre dos
significantes distintos. La sinonimia, por tanto, ataca de lleno la ley de la economía que
rige todas las lenguas.
Las teorías van desde las que niegan totalmente la existencia de la sinonimia
hasta las que la defienden. Se barajan distintos conceptos de sinonimia. Por lo tanto,
es primordial una definición adecuada del término.
Para Salvador Gutiérrez, sinonimia es “la identidad de significado entre dos o
más signos lingüísticos”. Ello implica varias consecuencias:
- Ha de existir igualdad de significado, no parecido
- La sinonimia plantea solo entre significados, no entre denotaciones o
connotaciones
- La sinonimia plantea entre significados de signos, no de términos
Podemos hablar de la sinonimia como figura retórica, que se da cuando en un
texto se acumulan intencionadamente palabras de análogo significado. La intención
del recurso es normalmente intensificadora.
1.5 ANTONIMIA
La antonimia es un caso particular de oposición semántica. Para Lyons, este
concepto ha de ser diversificado en tres tipos: reserva el concepto de antonimia para
uno de ellos, mientras que habla en general de contrariedad.
La primera relación de “contrariedad” que cabe distinguir es la que se mantiene
entre pares de palabras tales como: soltero-casado, macho-hembra… Estos términos
son complementarios
La característica que define a estas parejas de términos es que la negación de
uno implica la aserción del otro y la aserción del uno implica la negación del otro.
Lyon da el nombre de antonimia a la relación que puede ejemplificarse mediante
los términos grande-pequeño. Son regularmente graduables. Si intentamos aplicar la
regla expresada para los términos complementarios, vemos que solo se cumple la
segunda de las implicaciones: la aserción de uno implica la negación del otro, pero no
se puede decir que la negación de uno implique la aserción del otro. Así, grande implica
no pequeño, pero no grande no implica necesariamente pequeño.
La tercera relación de sentido es la que se forma entre comprar y vender o entre
padre e hijo. Lyons llama inversos a los términos que se relacionan de esta forma. Otro
nombre utilizado para esta oposición es reciprocidad.
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1.6 POLISEMIA Y HOMONIMIA
La lingüística se ha preocupado por buscar rasgos que permitan sostener que
homonimia y polisemia son hechos de naturaleza opuesta:
- Desde una perspectiva diacrónica se afirma que a la homonimia se ha llegado
por un proceso de confluencia fónica
- Por el contrario, a la polisemia se habría llegado por medio de un proceso de
diversificación semántica.
Pero un estudio semántico funcional del léxico ha de hacerse en sincronía. La
diferencia hay que buscarla en la organización interna de los significados. Así, Pottier
dice que existirá homonimia cuando los significados asociados a un significante
homonimito no presenten intersección. Por el contrario, en la polisemia se da mayor
cercanía significativa. De todas formas, este criterio tampoco es fiable. La distinción
entre homonimia y polisemia no es, pues, siempre posible. En cualquier caso,
hablaremos de homonimia y no de polisemia:
- Cuando exista homofonía pero no homografía: haya/aya
- Si nos encontramos ante dos categorías diferentes: vino (nombre) / vino
(verbo)
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Hay, sin embargo, dos aspectos que aun debemos considerar dentro de este
“ambiguo” apartado de los cambios de sentido: la connotación y el llamado cambio
semántico.
2.1 LA CONNOTACIÓN
El término connotación, normalmente opuesto a denotación, ha sufrido diversas
definiciones, a menudo poco rigurosas. Es típico definir denotación como “el contenido
significativo de una palabra compartido por todos los hablantes, es decir, el que
aparece en el diccionario”. La connotación se define, en oposición, como “la nota de
estima o desestima que los hablantes o grupos de hablantes añaden al valor denotativo
de las palabras”.
En la definición anterior surge la división de las connotaciones en tres tipos:
socializadas, cuando son compartidas por toda la sociedad (ej: ignorante para asno);
de grupo, cuando son propias de un grupo determinado; e individuales dentro de las
que incluimos las de los poetas (ej: primavera como juventud)
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Los cambios semánticos enriquecen el idioma añadiendo nuevos significados a
los significantes ya conocidos. Ya Aristóteles clasificó la metáfora, la metonimia y la
sinécdoque como los tipos básicos de los cambios de sentido
La metáfora: se llama metáfora a la transposición de significados entre dos
palabras que tienen alguna semejanza significativa. Existen múltiples posibilidades de
clasificación de la metáfora. Nosotros expondremos una clasificación morfo-sintáctica,
que distingue los siguientes tipos:
- Nominal: cuando la imagen poética se concreta en un sustantivo, en forma de
aposición, sustitución, sintagma preposicional, etc. Ejemplo: “amapola,
sangre de la tierra”.
- Adjetival: “Corrientes aguas, puras, cristalinas”.
- Verbal: “Volvía por el campo balando mi amargura”
- Adverbial: aquí se identifica a la mujer con una serpiente: “Viscosamente
fuiste solo un instante mía…”
Muchas de las metáforas que usamos en la lengua común están plenamente
lexicalizadas: valle de lágrimas, pata de gallo, etc.. En la lengua coloquial echamos
mano continuamente de las metáforas cuando hablamos.
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La sinécdoque: Se llama sinécdoque cuando se designa una parte con el nombre
del todo. Podemos distinguir también varios tipos de sinécdoque:
a) La parte para representar el todo: veinte abriles
b) El todo por la parte: la universidad está revolucionada (los estudiantes)
c) El continente para designar el contenido: tomaron unas copas
d) El objeto por la materia de que está hecho: se hizo dueño del cuero (balón)
e) El singular por el plural y viceversa: La época de los Velázquez
f) El número determinado para indicar otro indeterminado: ya se ha repetido
mil veces
g) El uso de un término abstracto para designar una realidad concreta: la
juventud impone la moda
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- Apertura y abertura se confunden a menudo, Abertura tiene que ver con la
boca, agujero, mientras que apertura es el acto de dar principio a algo.
- Bienal no es lo mismo que bianual. Bienal es algo que sucede o se repite cada
dos años, mientras que bianual ocurre dos veces al año
- Cesar significa “dejar de desempeñar algún empleo o cargo”, mientras que
destituir es “separar o deponer a alguien de su cargo”. No se puede decir
“cesaron al director de informativos”, sino “cesar” se encuentra “dimitir,
nunca sinónimo de “destituir” (“El consejero de cultura dimitió”, no:
dimitieron al consejero de cultura”)
- Desternillarse es reírse mucho sin poderse contener, mientras que
destemillarse es desconcertar obrando o hablando sin juicio.
- Detentar es retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público, no
es sinónimo de ejercer, ocupar, desempeñar. Tampoco ostentar (mostrar o
hacer algo, hacer gala de grandeza lucimiento y boato) debe usarse por
“desempeñar un cargo”.
- Escuchar es prestar atención a lo que se oye, mientras que oír se limita a
percibir con el oído sonidos.
- Hojear es pasar las hojas de un libro o escrito, leyendo deprisa algunos
pasajes. Su homónimo ojear es mirar sin prestar atención superficialmente.
Es correcto “hojear el periódico”, pero no “hojear los titulares del periódico”.
- Ingerir es introducir por la boca comida, bebida, etc., mientras que injerir es
meter una cosa en otra, o entremeterse, inmiscuirse en asuntos ajenos.
- Reticente se dice de quien, con malicia oculta o calla algo que debiera decir.
NO puede usarse por reacio, remiso o terco. No se puede decir “mi padre es
reticente a las discusiones entre nosotros”
- Reverter, rebosar; revertir es volver una cosa al estado que tuvo antes
- Visionar es ver imágenes cinematográficas o televisivas, especialmente desde
un punto de vista técnico, mientras que visualizar significa imaginar algo que
no se tiene a la vista.
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