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LA SEMÁNTICA

1. EL SIGNIFICADO.

Podemos definir la Semántica como la disciplina o la parte de la Lingüísti-


ca que estudia el significado de las palabras.

SAUSSURE habla sólo del significado y del significante. Más tarde, OGDEN y
RICHARDS representaron esta relación con un triángulo, pues añadieron un
nuevo elemento: el REFERENTE: éste es la realidad misma, o el objeto al
que se refieren tanto el significado como el significante.

Según esto, en relación con el significado, conviene distinguir entre:


▪ “Significado” es la idea mental de una palabra independientemente
de su posición en la cadena hablada. Además, hay palabras que tienen
significado LÉXICO (aquellas que designan entes, conceptos, cualida-
des, acciones o circunstancias; se trata de los Sustantivos, Adjetivos,
Verbos y Adverbios. Otras palabras, sin embargo, solo poseen significa-
do GRAMATICAL (indican género, número, o sirven para relacionar unas
palabras con otros). Son los artículos, determinantes, pronombres, pre-
posiciones y conjunciones.
▪ “Sentido” es el significado exacto y preciso de un vocablo en un con-
texto determinado. Mi padrastro me regañó. Tengo un padrastro en el
dedo. En la primera oración, padrastro significa >”esposo de la madre”;
en la segunda, “pedazo pequeño de piel que se separa de la carne en
las uñas”.

2. LOS CAMPOS SEMÁNTICOS:

En los últimos estudios semánticos, conviven dos tendencias:

▪ Estudio de los elementos FORMALES que sirven para indicar el significado.


Los significados se expresan a través de marcas formales que aparecen en
el significante; estas marcas pueden ser: desinencias, morfemas, sufijos,
prefijos, etc... Se trata de reducir o aislar estas marcas o partes mínimas
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que aportan significados. Sin embargo, esto no siempre es posible, por lo


que se ha recurrido a hablar de rasgos semánticos.

▪ Estudio de las estructuras CONCEPTUALES, es decir, mentales, psicológi-


cas. Son agrupaciones que se organizan a partir del significado, no del sig-
nificante. De este modo, surge el concepto de CAMPO SEMÁNTICO, que se
puede definir desde dos puntos de vista:

1/ Conjunto de palabras que están interrelacionadas; su significado depende


de las relaciones con otras palabras. Se trata de una definición sintagmática.
TRIER.

2/ Conjunto de palabras que pueden aparecer y entre las cuales es preciso


elegir en un determinado punto de la cadena hablada. Definición paradigmá-
tica. LYONS y COSERIU.

La teoría de los campos semánticos incorpora la Semántica al estructuralismo,


ya que se considera el campo como una estructura o sistema, es decir, es un
conjunto de elementos relacionados entre sí y que se definen por sus rasgos
semánticos (pertinentes), que reciben el nombre de SEMAS. Se denomina SE-
MEMA al conjunto de rasgos y SEMANTEMA al campo semántico.

3. CLASIFICACIÓN DE LAS PALABRAS POR SU SIGNIFICADO.

Según la relación que existe, en las palabras, entre significante y significado,


éstas pueden dividirse en las siguientes CLASES:

A. MONOSÉMICAS: son aquellas que poseen un solo significado. En español no


son muy abundantes.

B. POLISÉMICAS: son aquellas palabras que poseen varios significados diferen-


tes: banco.

C. HOMÓNIMAS: Poseen una misma forma y significados diferentes. A diferencia


de las polisémicas, aquí se trata de dos palabras diferentes que o se escri-
ben (homógrafas) o se pronuncian (homófonas) igual. Baca-vaca.

D. PARÓNIMAS: son palabras que se parecen un poco en la forma, sin ser total-
mente iguales, y que tienen significados completamente distintos: casa-
cosa.

E. SINÓNIMAS: dos o más palabras que tienen el mismo significado. Ordenador-


Computador/a.

Existen distintos TIPOS:

 Conceptual: los rasgos semánticos coinciden: Ordenador-computador.


 Contextual: palabras conmutables en un contexto determinado y no en
otros. Morir-fallecer.
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 Referencial: dos términos, completamente distintos, aluden a un mismo


referente: Mi suegro cumple años; el pobre...

F. ANTÓNIMAS: son palabras que poseen significados contrarios: frío-calor.


Existen varias clases:

▪ Antonimia propiamente dicha: entre los términos contrarios hay una


gradación: frío-caliente.
▪ Reciprocidad: un término implica necesariamente al otro: padre-hijo.
▪ Complementariedad: la presencia de uno excluye la del otro: soltero-
casado.
▪ Inversión: ninguno de los tres casos anteriores: meter- sacar.

4. JERARQUIZACIÓN DE SIGNIFICADOS:

A veces se produce este fenómeno porque unos signos tienen significados más
amplios que otros, y por lo tanto unos incluyen a otros. Surgen entonces los
siguientes conceptos:

A. HIPERÓNIMOS: Palabras cuyo significado incluye a los significados de otros


términos. “Flor” es hiperónimo de “rosa”.

B. HIPÓNIMOS: Palabras de significado más concreto que son incluidas por los
significados de sus hiperónimos. “Rosa” es hipónimo de “flor”.

C. COHIPÓNIMOS: varias palabras que, a la vez, son hipónimos de una tercera.


“rosa” es cohipónimo de “margarita”.

5. SITUACIÓN Y CONTEXTO.

A/ SITUACIÓN: Es el conjunto de circunstancias que rodean al acto de comuni-


cación y que no tiene que ver con el lenguaje en sí, pero que influye a veces
en el significado de las palabras. Así, brazo: para un carpintero, será “parte
de un sillón”; en otra situación distinta significará “parte del cuerpo de una
persona.”

B/ CONTEXTO: Es el conjunto de palabras u oraciones que rodean a una pala-


bra, y que hacen que ésta adquiera un significado u otro. García Berrio le dio
el nombre de “cotexto”.

1. Acércame el brazo para que te lo cure.


2. Acércame el brazo que lo voy a pintar.

En la Oración 1), Brazo significa parte del cuerpo humano. En cambio, en


la frase 2), significa “parte de un sillón o butaca”. Esta diferencia de signi-
ficado la deducimos por las palabras que vienen después, es decir, por el
contexto.
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6. DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN.

A/ DENOTACIÓN: Es el significado objetivo de las palabras, el que es acepta-


do por todos los hablantes y que aparece en los diccionarios.

B/ CONNOTACIÓN: Es el significado subjetivo que puede adquirir una palabra.


Subjetivo quiere decir, en este caso, que son propios sólo de una persona (ha-
blante) en un momento dado, debido a las circunstancias, la situación, los
sentimientos que le produce, etc. Juan estudia música. Tus palabras son mú-
sica para mis oídos. En la primera oración, música se usa en su sentido estric-
to, denotativo: “sucesión de sonidos modulados, arte musical”>>; en la
segunda, se usa en un sentido más personal: “agradable, bonito”.

7. LOS CAMBIOS SEMÁNTICOS.

Llamamos cambio semántico a una modificación que se produce en los signifi-


cados de las palabras. Estos cambios pueden producirse por diferentes moti-
vos o factores:

A/ Factores lingüísticos:
-La situación o el contexto.
-El parecido entre los significados de dos palabras (calabaza>cabeza)
-Las relaciones de cercanía entre los significados (vaque-
ros>pantalones).

B/ Factores históricos:
La realidad, los objetos van cambiando a lo largo de la historia; en oca-
siones, desaparecen y son sustituidos por otros objetos. Por ejemplo, el
cambio de significado de la palabra azafata.

C/ Factores psicológicos:
Tales como la manera de pensar de los hablantes, su interés o no por
ciertas ideas, su estado de ánimo, etc.
El uso de la palabra gusano como insulto.

D/ Factores sociales:
Dependen del grupo o clase social que los utilice en cada momento.
Según use una palabra un determinado grupo u otro, podrá variar el
significado de la misma.
Por ejemplo, la palabra ácido, para el común de los hablantes significa
“de sabor agrio o desagradable”. Sin embargo, para un químico la pa-
labra ácido significa “sustancia que combinada con un óxido forma sa-
les”.

8. TABÚ Y EUFEMISMO.

A/ Tabú:
Por razones sociales, algunas palabras se consideran desagradables o moles-
tas. Son palabras que, en general, no deben utilizarse con personas con las
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que no tengamos mucha confianza, puesto que pueden molestar a nuestros


interlocutores.

Tabú, por tanto, significa “prohibido”; son las palabras que no debemos usar
para no molestar a los demás. Por ejemplo, los tacos.

B/ Eufemismo:
Es una palabra que, una vez cambiado su significado, utilizamos para sustituir
a otras que son tabú, es decir, que no se utilizan porque se consideran malso-
nantes u ofensivas.

Ejemplos: invidente por ciego


minusválido por inválido
enfermo mental por loco

9. EL LÉXICO ESPAÑOL.
Definimos el léxico como el conjunto de palabras que forman una lengua, es
decir, lo que comúnmente se denomina Vocabulario. Según Ullman, en la Lin-
güística hay toda una rama encargada de estudiarlo; recibe el nombre de Le-
xicología. Contra lo que es común (ya que solemos separar la Morfología y la
Semántica), según este mismo autor, la Lexicología abarca en realidad aspec-
tos morfológicos (se estudia la forma de las palabras y las partes de la misma)
y aspectos semánticos (se estudia su significado).

Podemos distinguir dos clases de léxico:

A. Léxico heredado:
Está formado por el conjunto de palabras de diversa procedencia que se han
incorporado a la lengua mientras ésta estaba en formación, es decir, cuando
aún no se había formalizado como tal lengua.
A lo largo de la historia, el español ha sido una lengua que se ha caracterizado
siempre por la gran permeabilidad para acoger palabras de otras lenguas, las
cuales adaptaba fácilmente a su sistema fónico.
Se han incorporado términos de diferentes orígenes. Los más importantes son
los siguientes:
 ANTERIOR A LA ROMANIZACIÓN:
Se trata de palabras que proceden de las lenguas peninsulares anteriores a
la Romanización (siglo III a. C. ), y que dejaron una influencia de sustrato
en el latín. Sobre todo, pueden rastrearse casos en la onomástica y en la
toponimia. De todos modos, es difícil determinar cuáles son de esa proce-
dencia, pues no existe apenas documentación escrita, tan sólo algunas ins-
cripciones tartesias y celtibéricas.
 ROMANIZACIÓN:
La conquista de la Península por los romanos se produce en el año 218 a.
C., aunque no de manera homogénea en toda la Península. De todos modos,
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al implantarse de modo más o menos general, el latín, después evoluciona-


do, dará lugar a la aparición de las lenguas románicas peninsulares, entre
ellas el castellano, que son las que actualmente se hablan.
Por otra parte, existe también influencia de helenismos que han pasado a
través del latín, ya que éste los había tomado del griego. Ej.- katá dio
>cada; terminación griega izein >latín –izare, -idiare>castellano –izar; ki-
bernan > gobernare>gobernar; mintha > mentha>menta. Más tarde, apare-
cen términos propios de la religión que provienen del griego: eklesía
>iglesia, euangelion > evangelio, ángellos > ángel, basileis > basílica, mar-
tur > mártir...
 ARABISMOS:
La invasión de la península por parte de los árabes –año 711 d. C.- trajo
como consecuencia la adopción en castellano de muchísimos arabismos,
hasta el punto de que el árabe es la segunda fuente más importante del lé-
xico castellano, con unas 4.000 palabras.
Los arabismos pueden rastrearse en distintos campos semánticos:
-Topónimos: Medinaceli, Alcalá, Algarve...
-Guerra: alférez, alcazaba.
-Agricultura: aljibe, acequia, arroz, alhelí...
-Ciudad y casa: zoco, alcalde, azulejos...
-Comercio: arancel, quintal...
 GERMANISMOS:
Son las palabras que proceden delas lenguas germçánicas, habladas por los
pueblos bárbaros que invadieron gran parte de Europa tras la caída del Im-
perio Romano. En España, sobre todo los visigodos. Según M. MARÍN, la ma-
yor parte de las palabras de origen germánico pasaron a través del latín
vulgar, ya que era esa lengua la que utilizaban los visigodos de la Penínsu-
la. Germanismos puros hay pocos:
-saipo>sapone>jabón; werra>guerra; raubôn>robar; helm>yelmo;
burg>burgus>Burgos.
-Antropónimos: Álvaro; Roderico>Rodrigo.

B. Léxico adquirido:
Se trata del léxico incorporado a la lengua cuando ya ésta estaba consti-
tuida, es decir, a partir de los siglos X-XI. Los términos que se incorporaban
a ella reciben el nombre de préstamos léxicos. Según las lenguas de las que
proceden, podemos dividir los préstamos en:

 GALICISMOS:
Son las palabras provenientes de la lengua francesa; en la historia del es-
pañol existen dos momentos diferentes en que se produce esta entrada:
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-Siglo XII, debido a la emigración de los monjes de Cluny y las peregrina-


ciones a Santiago; entran palabras como afán, afanar, bajel, vergel, cora-
je, manjar...

-Siglo XVIII, debido a la influencia en nuestro país de la Ilustración francesa


y la dinastía borbónica que procedía de aquel país. La influencia fue tan
grande que provocó una intensa polémica entre los ilustrados españoles;
recuérdese la opinión al respecto del Padre Feijóo. En esta época penetra-
ron galicismos como hotel, coqueta o petimetre.
 ITALIANISMOS:
Aunque los primeros se registran ya en el siglo XIV (consorcio, cañón, flo-
rín), la época de mayor auge en la entrada de estos términos fueron los si-
glos XV (avería, piloto, bonanza, novela, soneto...) y sobre todo XVI:
madrigal, terceto, capricho, diseñar, valija...
 AMERICANISMOS:
La conquista de América trajo consigo la imposición de la lengua castellana
en estos territorios, si bien las lenguas indígenas, la mayoría de ellas desa-
parecidas, dejaron una influencia de sustrato en la nuestra. Palabras como:
canoa, piragua, cacique, tomate, chocolate, cacao, cacahuete, cóndor...
 ANGLICISMOS:
En nuestro siglo, la pujanza del inglés está influyendo notablemente en la
entrada de términos provenientes de esa lengua; aunque esta influencia es
general, se nota más aún en países americanos, por la mayor cercanía y el
contacto entre las lenguas; tanto es así, que en los últimos años ha apare-
cido el término “spanglish” para designar un habla de algunas zonas ameri-
canas donde se mezclan términos españoles e ingleses.
Son muy abundantes en el mundo del deporte: golf, fútbol, chut, chutar,
sprint, hándicap, hockey, tenis, boxeo, ping-pong, póker, baloncesto, ba-
lonmano...
Algunos otros anglicismos: mitin, estándar, récord, gánster, camping, par-
king.
Otros términos aparentemente españoles son malas traducciones del inglés,
como sugestionar (por sugerir), conducir una orquesta, chequeo, etc...

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