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EL SIGNIFICADO

En lingüística y semiótica, el significado es el contenido mental que le es


dado a un signo lingüístico. Es decir, es el concepto o idea que se asocia a la
forma sensible o perceptible (significante) del signo y al objeto que representa (su
referente) en todo tipo de comunicación (véase triángulo semiótico).

Definido así, este sería su significado objetivo o significado denotativo, el


universal que recoge todo diccionario (por ejemplo, el de lluvia sería "precipitación
atmosférica de agua en estado líquido"); pero el significado posee además un
componente subjetivo o connotación que no acoge el diccionario y depende de
cada persona e incluso grupo, ya que cada una le asigna un valor mental o
emotivo al significado (por ejemplo, el de lluvia sería "tristeza" para los
occidentales o "alegría" para los árabes que viven en el desierto). Sin embargo,
este significado debe ser convencionalmente igual y universal para que se pueda
realizar una comunicación óptima (véase definición), algo que es más fácil en la
ciencia, que tiende a la monosemia, que en las disciplinas humanísticas, que
tienden a la polisemia.

Según Charles Peirce, el significado es la interpretación del signo o


representamen. El "segundo" Wittgenstein define el significado de toda cosa como
proveniente del uso, de su función. Es otra manera de formular que el significado
proviene de la utilidad de algo. Gottlob Frege en Sobre el sentido y la referencia
advierte que el significado incluye algo más que referencia de una expresión u
oración.

ANÁLISIS DEL TEXTO ORAL Y EL TEXTO ESCRITO

En el ámbito de la comunicación cada persona o enunciador produce un


texto, ya sea oral o escrito. Si su comunicación se da dentro de un contexto común
o cotidiano, lo más probable es que su discurso fluya de manera natural o
espontánea. Sin embargo si nos ubicamos en otro ambiente, como por ejemplo en
el académico, es entendible que la persona piense un poco más en cómo decir las
cosas.
Los textos orales, producidos de manera natural no requieren tanta
elaboración estructural como los textos que van escritos, especialmente porque
los primeros contienen las ideas que surgen en nuestra mente a la velocidad de
nuestro propio pensamiento.

Cuando no tenemos la habilidad de hablar ante los demás es posible que


expresemos nuestras ideas con algunos errores e imprecisiones (limitaciones de
la expresión oral).

El autor puede corregir o cambiar aquello que no sea de su agrado,


oportunidad que no tiene cuando habla, ya que sus escuchas u oyentes están
pendientes de lo que dice, en el momento que lo dice.

El autor puede elegir las palabras apropiadas para comunicar sus ideas, ser
preciso, adecuarlo a la situación y a las personas a las que se dirige el texto
escrito.

SEMÁNTICA TEXTUAL

Los objetivos de la ‘semántica textual’ son similares a los de la semántica


pragmática, que estudia el significado discursivo, siempre teniendo en cuenta
estas dos cuestiones: no nos comunicamos con palabras, sino con enunciados, y
en todo acto de enunciación existe un contexto, delimitador del significado léxico y
generador de implicaturas. La ‘semántica textual’, por tanto, intenta ofrecer una
representación semántica del texto en la que, además, queden explícitas las
relaciones de coherencia, cohesión, progresividad, etc.”
Dentro de un texto podemos encontrar elementos (palabras) que nos sirven
para referenciar información. Es decir, son palabras que nos indican algo que se
ha dicho o que se dirá. Son como una especie de "recordatorios" o señales que
mantienen el hilo del discurso y nos ayudan a seguirlo. Antes de detallar estos
términos, recordemos lo que significa la cohesión y la coherencia con todos los
elementos o procedimientos que cada una de ellas implican o conllevan.

"La COHESIÓN es una característica de todo texto bien formado,


consistente en que las diferentes frases están conectadas entre sí mediante
diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada frase sea interpretada
en relación con las demás".

Las relaciones gramaticales se establecen a través de la anáfora, la


catáfora, la elipsis y la deixis.

ANÁFORA: Palabra o palabras que asumen el significado de una parte del


discurso (texto) que ya se ha mencionado antes.

Ej.: - Los niños que estaban en el jardín, sonreían.

¿Dónde está Luisa? La vi en el salón. (“La” asume el significado de Luisa)

El edificio se desmoronó súbitamente. Este acontecimiento sorprendió a los


ingenieros. (Este acontecimiento asume el significado de el edificio se desmoronó
súbitamente).

Dijo que había estado, pero no me lo creí. (“lo”, hace referencia a dijo que
había estado).

RELACIÓN ANAFÓRICA: Es el uso de diferentes palabras para referirse a


un mismo término o elemento mencionado con anterioridad en un grupo de
oraciones (cláusulas), en un párrafo o en un texto, en general.
Ej.: Los ministros del Presidente son todos muy distintos. Él los ha
seleccionado de entre un grupo amplio de corrientes políticas, aunque la mayoría
son liberales.

Observa que las palabras subrayadas se refieren a ministros. Ahora bien,


estas palabras que sirven para referirse a una anterior es lo que llamamos
anáforas, y la relación de significado que se da entre ellas es una relación
anafórica. Esta relación puede presentarse a través de:

Pronombres (pro-nominalización). Distintas clases de pronombre sirven


para hacer referencia a palabras ya mencionadas en el texto.

Ej.: Luís y Enrique son buenos amigos, ellos siempre están juntos, su
amistad es muy sincera.

En este ejemplo de oraciones yuxtapuestas vemos claramente cómo los


pronombres ellos y su hacen referencia a Luís y Enrique, manteniendo así la
ligazón o cohesión entre las proposiciones.

Sinónimos. Las palabras de significado semejante son también usadas, a


menudo, para establecer la cohesión de los textos mediante relaciones anafóricas.

Ej.: Las serpientes generalmente causan temor en la mayoría de las


personas; sin embargo, nadie tiene una explicación para la causa del miedo
desmesurado por los ofidios.

Aquí encontramos miedo como sinónimo de temor y ofidios como sinónimo


de serpientes.

Determinantes. Los determinantes, principalmente los adjetivos y


pronombres demostrativos, así como los artículos definidos con función de
pronombre (lo, la, las, los...), son quizás las formas más usadas de relación
anafórica. El uso de los demostrativos (esta, este, estas, esto, estos, ese, esa...)
es la forma más común para establecer relaciones de cohesión o continuidad en
los textos, tanto que se llega al abuso en el empleo de ellos. Esta práctica
exagerada hace que los textos pierdan brillo y variedad.

Ej.: Las pinturas que se conservan en las cuevas de España representan,


con increíble exactitud, bisontes, caballos y ciervos. Estas representaciones están
realizadas con pigmentos extraídos de la tierra.

CATÁFORA: Palabra o palabras que sirven para anticipar parte del discurso
(texto) que aún no se ha enunciado o mencionado.

Ej.: La energía producida por los alimentos debe asegurar cuatro funciones
vitales: el metabolismo basal, el trabajo muscular, el mantenimiento de la
temperatura corporal y el crecimiento. (Cuatro funciones vitales pre-anuncia lo que
viene luego).

Esto es lo que dijo: me voy, pero volveré. (Esto es una referencia anticipada
de "me voy, pero volveré")

ELIPSIS: En el discurso (texto), es la omisión o supresión de una o varias


palabras que ya se habían mencionado antes o que se pueden presuponer o
sobreentender. Esta construcción evita el uso de repeticiones innecesarias.

Ej.: Obras son amores, pero no buenas razones. (Después de “no” se


sobrentiende el verbo son).

En el espejo, los ojos y en el cabello, el peine; en su vida, el desengaño; en


sus deseos, la muerte. (Se sobreentiende el verbo “tienen” en cada grupo de
oraciones).

Se entiende, pues, que la elipsis consiste en omitir en la oración una o más


palabras que quedan sobrentendidas porque ya se habían mencionado antes.

Ej.: Juan estudia matemáticas y su hermano, química. En la segunda


oración (su hermano, química) se ha omitido el verbo estudia, puesto que ya se
había mencionado.
La elipsis puede ser de varias clases: nominal, verbal, proposicional y
oracional. Es decir, en un texto se puede omitir un sustantivo, un verbo, una
proposición o toda una oración.

D E I X I S: Señalamiento que se realiza mediante ciertos elementos


lingüísticos que muestran o indican una persona, un lugar o un tiempo; también
puede referirse a otros elementos del discurso o presentes solo en la memoria.

Ej.: ''Llamé a Juan y María, pero solo ésta contestó”.

''Ésta” desempeña la deixis.

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