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DANIEL Y

APOCALIPSIS
PROFESOR:
JULIO C. VARELA Z.
BI 415 DANIEL/APOCALIPSIS
Profesor: Julio C. Varela
Oficina: Tel.- 380-8104
E-mail: jvarela@riogrande.edu

DANIEL 1
Daniel 1:1-4

Después de la victoria contra los ejércitos asirio-egipcios,


Nabucodonosor marcha a Babilonia para sentarse en el trono, puesto que su
padre había muerto. En su camino a Babilonia pasa por Jerusalén,
aproximadamente en el año 605 a.C. (Phillips). Al irse de Jerusalén se lleva
consigo tributos y un grupo de exiliados, entre los cuales estaban Daniel y sus
amigos. Estos jóvenes pertenecían a la clase noble, pero no necesariamente a la
realeza de Israel.

Daniel nos dice claramente el tiempo en el cual estos acontecimientos


ocurren. Al tiempo en que Daniel escribe este libro, él lo hace siguiendo el
método de Babilonia, en el cual el primer año del reinado se consideraba el año
de inauguración. Daniel nos dice que esto ocurrió en el año tercero del reinado
de Joacim. Nabucodonosor en su camino para ocupar el trono sitió la ciudad de
Jerusalén. Daniel es muy cuidadoso en mencionar que, la razón por la cual
Nabucodonosor pudo sitiar Jerusalén y tomar parte de los utensilios de la casa
de Dios, es porque Dios los entregó (•!TeYIw: del verbo !t;n" dar, entregar, presentar,
rendir), tanto a Joacim como a los utensilios, en las manos de Nabucodonosor.
No es sólo que Dios le permitió a Nabucodonosor ganar, sino que Él mismo
entregó la ciudad y los utensilios en sus manos.

Esta acción de parte de Dios no debería causar ningún asombro, puesto


que Dios solamente estaba pagando retribución a Israel por su infidelidad. De
acuerdo con la Biblia, Joacim era un hombre que no tenía respeto por los
profetas y, por lo tanto, tampoco por la palabra de Dios. Él manda quemar el
rollo del profeta Jeremías (Jer. 36). Este rey no vivió rectamente delante de Dios
(2 Cr. 36:5-8) y en el año 597 a.C. volvió a sitiar Jerusalén para tomar más
cautivos, entre los cuales, de acuerdo con Carballosa, estaba el profeta
Ezequiel. Aunque Joacim, quien comenzó a reinar a los 25 años, sólo reinó 11
años, no hizo lo recto delante de Dios, ni él ni sus hijos, especialmente
Sedequías (2 Cr. 36:9-13). El pueblo de Israel también estaba caminando lejos

1
de Dios. Ellos se habían olvidado del espíritu de la Ley Mosaica y no trataban ya
de agradar a Dios. Por lo contrario, el pueblo ahora adoraba ídolos y no tomaba
en cuenta la palabra de Dios y a sus profetas, y no obedecieron la ley del año
sabático en la cual deberían dejar descansar la tierra por un año (2 Cr.
36:13-16). Por todas estas razones Dios les entregó en manos de sus enemigos
(2 Cr. 36:17-21). Dios dejó descansar la tierra por los años que ellos no la
dejaron descansar.

Es de suponerse que Nabucodonosor no dio crédito a Dios por su


conquista. Es muy probable que Nabucodonosor acreditara su éxito a su
poderío militar o a alguno de los muchos dioses que adoraban en Babilonia.
Muchos eruditos concuerdan que Nabucodonosor adoraba al Dios Marduc .
Phillips dice: “Los Caldeos eran la crema de la sociedad Babilónica. Los eruditos
piensan que ellos eran los sacerdotes de el Dios Bel-Merodach (Marduc), de
quien Nabucodonosor era devoto”.1 Los Caldeos pensaban que este dios era el
mayor de los dioses y el creador del universo. No es entonces una sorpresa que
Nabucodonosor haya puesto los utensilios de la casa de Dios en el templo de
Marduc (Dn. 1:2b). La razón por la cual los caldeos vivían en Babilonia era
porque era considerada la ciudad de Marduc (Carballosa, 42). Aun así los
babilonios tenían más de un dios. Ellos adoraban al sol, la luna, Venus
(Shamash, Sin e Ishtar), la tierra, el cielo y el aire (Ea, Anu, Enlil) (Carballosa,
42).

Nabucodonosor no aniquiló a sus prisioneros, él tenía otra idea en


mente. En este aspecto Nabucodonosor demostró porqué él fue uno de los
grandes reyes de su tiempo. Como dice Phillips: “Como un sabio hombre como
él era, en vez de descuartizar sus prisioneros, él los deportó, y en vez de
meterlos en las prisiones los mandó a la escuela, esperando encontrar algunos
graduados brillantes que él pudiera poner en el servicio civil”.2

Por esa razón Nabucodonosor pidió al jefe de sus oficiales de la corte (la
RV dice que era jefe de los eunucos, pero no necesariamente era un eunuco,
aunque había muchas posibilidades), al cual en la Biblia se le conoce como
Aspenaz (que no es necesariamente un nombre, pero que es muy probable que
era un título que significaba “el que cuida la casa, el que mantiene lo de
adentro”, algo así como un mayordomo. Carballosa menciona que su titulo
puede entenderse como “el jefe del personal del palacio”), una importante
tarea. El rey no quería cualquier tipo de persona en estos puestos, él quería

1John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 31. Traducción mia.

2 Ibid., 30.

2
gente de la realeza, acostumbrada a un cierto estilo de vida, sin defectos
físicos, que tuviera cierto recato, acostumbrada a la vida de la alta sociedad,
con inteligencia, de buen porte y belleza física. La NVI traduce el versículo 4
como sigue: “Debían ser jóvenes apuestos y sin ningún defecto físico, que
tuvieran aptitudes para aprender de todo y que actuaran con sensatez; jóvenes
sabios y aptos para el servicio en el palacio real, a los cuales Aspenaz debía
enseñarles la lengua y la literatura de los babilonios”.

Aspenaz debería traer a su palacio jóvenes israelitas que fueran “de la


semilla de la realeza y de los nobles, de buena apariencia, conocedores de
conocimiento, entendedores de conocimiento, que tuvieran la fuerza para estar
de pie, sostenerse, en el palacio del rey” (NET Bible). La última parte de este
versículo tiene que ver con su servicio delante del rey. Estos jóvenes también
deberían ser capaces de aprender la lengua de los Caldeos, que era una lengua
semítica cuneiforme del este llamada Acadia (una lengua extinta de
Mesopotamia).

Walvoord comenta que el tener gente de la realeza de otros países


también cumplía otros objetivos, aparte de tener sirvientes. Él dice:

Nabucodonosor estaba cumpliendo varios objetivos al seleccionar


estos jóvenes para educarlos en la corte del rey de Babilonia. Los que
eran llevados cautivos podrían muy bien servir como prisioneros para
ayudar a mantener a las familias reales del reino de Judá en línea. Su
presencia en la corte del rey era también un grato recordatorio para el rey
de Babilonia de su conquista y éxito en la batalla. Aún más, su
entrenamiento cuidadoso y preparación para ser sus siervos podría servir
a Nabucodonosor bien en los futuros asuntos con los Judíos. 3

Daniel 1:5-21

Walvoord comenta que en el transcurso de la vida de Daniel varios reyes


tanto en Judá como en Babilonia reinaron y murieron antes de que terminara su
vida (menciona 12, entre ellos Nabónido, Nabucodonosor, Belsasar, Ciro, Darío,
Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín y Sedequías). Puesto que Daniel tenía unos 15
años cuando fue llevado a Babilonia, es muy acertado deducir que él nació
cuando Josías daba sus últimos esfuerzos para traer al pueblo de Israel de
regreso a los caminos de Dios.4 Se dice que en los primeros 5 a 8 años de vida
de una persona se forma el carácter a través de las experiencias y las cosas que

3John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press,
1971), 34. Traducción mía.

4 Ibid., 28.

3
aprende en esos años. Es muy probable que los esfuerzos de Josías por traer al
pueblo de Dios devuelta a Él hayan impactado la vida de Daniel y de los otros 3
jóvenes que se mencionan como sus amigos. Es muy obvio que Daniel y sus
amigos eran jóvenes temerosos de Dios, jóvenes que conocían la palabra de
Dios, la ley, y que estaban dispuestos a ser fieles a Jehová, el Dios de Israel.

Probablemente Daniel y sus tres amigos no fueron los únicos elegidos,


sin embargo, son los únicos que la Biblia nos menciona. La primera gran prueba
que enfrentaron fue el cambio de nombre que recibieron. Esto era parte del
proceso que tenían que seguir para estar listos. Carballosa menciona que este
era un proceso de “culturización” o “contextualización” (44). Claro que parte del
propósito también era que el rey no tuviera nombres que sonaran extranjeros
en su presencia. Sin embargo, había algo mas envuelto. Phillips dice en relación
al cambio de nombres que Nabucodonosor hizo:

Él les haría olvidar no solamente su pasado, como era simbolizado por


sus nombres hebreos, pero también su religión y su raza. Él les daría
nuevos nombres, nuevos dioses y nuevas proyecciones. Cada uno de los
cuatro nuevos nombres intercambió el nombre de Dios por el nombre de
un ídolo de Babilonia, un falso dios de Babilonia, con el cual ellos serían
subsecuentemente identificados. 5

Los nombres de Daniel y sus amigos fueron: Daniel, que significa “ D i o s


ha juzgado” o “Dios es mi juez” y fue cambiado a “Señorita, protege al rey”;
Ananías, “El Señor ha mostrado su gracia” por “soy temeroso a un dios”; Misael,
“Quien es como Dios” (Quien es lo que Dios es) por “Yo soy humillado delante
de mi dios” y, finalmente, Azarías, “Jehová ha ayudado” (Jehová es mi ayudador)
por “siervo de Nebo” (BKC).

Daniel y sus amigos fueron invitados a participar de los manjares de la


mesa del rey y de su vino. Una de las tareas de Aspenaz era engordar a los
estudiantes. De hecho, el versículo 15 se podría traducir: “Y al final de los diez
días su apariencia era mejor y sus cuerpos estaban más gordos de carne (o
gordos en la carne o sólo gordos) que todos los otros jóvenes que estaban
comiendo de los manjares del rey” (NET Bible). Como ya sabemos, Daniel
decidió que él no se iba a hacer así mismo “ceremonialmente impuro” o
“ritualmente impuro”, (NET Bible). La razón para esto puede ser dual.
Primeramente, es muy probable que los caldeos comieran animales que los
judíos consideraban impuros, o que no los preparaban de acuerdo a lo indicado
por la Ley Mosaica (Ex. 34:15). Así que Daniel no quería comerlos. La otra
posibilidad es que los alimentos y las bebidas eran ofrecidos primeramente a

5 Phillips, 32-33.

4
los ídolos de ellos. Lo que significaba idolatría para Daniel, y por no deshonrar
a Dios él no quería participar de ellos, pues haciendo eso estaría reconociendo
a esos ídolos como divinidades.6 Con respecto al vino, Pentecost nos dice que
los hebreos tenían por costumbre diluir el vino con agua (BKC, p. 1331). Vemos
claramente en Proverbios 20:1 que ellos no consideraban sabio tomar bebidas
muy fuertes o embriagantes: “El vino es escarnecedor, la bebida fuerte
alborotadora, y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio” (LBA). “El vino
lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus
efectos se comporta sabiamente!” (NVI). Por esa razón muchos diluían el vino
en agua, usando tres, seis o hasta diez partes de agua por una de vino. Es casi
seguro que los babilonios no hacían eso.

Daniel tuvo el valor de acercarse a Aspenaz y hablar con él acerca de su


decisión. Para entonces, los otros tres amigos ya se habían unido a él en esta
decisión. No sabemos si lo hicieron siguiendo el ejemplo de Daniel o si ellos
mismos llegaron a la misma conclusión que Daniel. Pero lo que sabemos es que
cuando Daniel habló con Aspenaz habló en beneficio, no sólo de él mismo (1:8)
sino también de los otros tres.(1:12).

Cuando Daniel habló con Aspenaz, Dios le concedió a Daniel “un amor
fiel y compasión delante del jefe de los oficiales de la corte” (1:9 NET Bible).
Este no era un amor malo, sino benigno, pues procedía de Dios. Sin embargo,
Aspenaz temía por su vida, pues estaría desobedeciendo una orden directa de
Nabucodonosor, lo que era una violación que se pagaba con la muerte. Dios
obra un milagro y Aspenaz accede a la petición de Daniel de probar 10 días
(1:12-14). Al final de ese tiempo, aunque Daniel y sus amigos sólo estaban
comiendo vegetales y agua, Dios los bendijo y Daniel y sus amigos estaban en
mejor condición que los otros jóvenes.

Vemos que Dios honra a los que le honran, y Daniel y sus amigos
sobresalen a la hora de ser probados delante de Nabucodonosor. Ellos son
hallados como los más sabios en todo el reino (1:15-21). Carballosa nos
menciona que cuando la Biblia menciona que fueron hallados diez veces más
sabios, se refiere a diez manos o diez personas (p. 51). Esto puede ser
solamente una referencia a su indiscutible superioridad o realmente una
comparación literal, dejándonos saber que valían en conocimiento y sabiduría
lo que diez personas juntas. Daniel, el autor del libro es cuidadoso en hacernos
saber que esto es obra de Dios. También, tal vez de manera introductoria,
Daniel nos revela que Dios le había dado a él un especial entendimiento en
sueños y en toda visión (17b). Aunque este capítulo nos dice que Daniel
continuó hasta el año primero de Ciro, es muy probable que siguió en sus
funciones después de terminar el exilio (10:1).

6 Walvoord, 37.

5
DANIEL 2
El profeta Daniel comienza este pasaje ubicando al lector en el contexto
histórico adecuado. Los eventos presentados a continuación ocurren en el
segundo año del reinado de Nabucodonosor. Algunos críticos vuelven a
argumentar que existe un error en cuanto a las fechas entre el primer y el
segundo capítulo de Daniel. La razón es que Daniel 1:5 nos dice que el
entrenamiento de Daniel duraría tres años y los eventos del segundo capítulo
se desarrollan en el segundo año del reinado de Nabucodonosor. El problema
no es difícil de resolver y se resuelve de la misma manera que el problema
cronológico presentado en el primer capítulo. El primer año del reinado de
Nabucodonosor era su año de inauguración. Así que, el segundo año era
realmente su tercero en el trono, y el tercero del entrenamiento de Daniel.

Walvoord ofrece una cronología que apoya la conclusión de que no existe


ninguna contradicción. Carballosa presenta la misma cronología en la página
58 de su libro. Como se puede ver, uno podría argumentar que no fueron
realmente tres años de entrenamiento los que Daniel recibió. El problema
radica en entender tres años de 365 días cada uno. Aparentemente no fue el
caso, pues en Daniel 1:17-20 vemos que Daniel y sus amigos se “graduaron
con honores” después de su periodo de entrenamiento y aparentemente esta es
la primera vez que Nabucodonosor tiene un encuentro con Daniel y sus amigos.
También vemos que Daniel ya era parte del grupo de los “sabios” de Babilonia,
al igual que sus amigos, lo que presupone que Daniel ya debería haber
graduado de su tiempo de estudio. Es pues necesario entender que los tres
años mencionados no son 1095 días exactos, sino un periodo de tiempo que
fue del 7 de Septiembre del 605 a.C. hasta probablemente Marzo-Abril del 602
a.C.. También es necesario considerar que Daniel no dice que estos eventos
ocurrieron al principio del segundo año. Aunque tampoco menciona que sea al
final del segundo año. Es muy probable que estos eventos ocurrieran poco
tiempo después de la graduación de Daniel y sus amigos, pues todavía era el
año segundo de Nabucodonosor. Aunque sabemos por el versículo 17 del
primer capítulo que Dios le había dado a Daniel la capacidad de entender toda
clase de visiones y sueños.

Daniel nos dice que Nabucodonosor “soñó sueños”. Es claro que en los
versículos 1 y 2 el profeta usa el plural para “sueño”, pero en el versículo 3
Nabucodonosor pide que le interpreten “su sueño”, que es singular. La NET
Bible dice a este respecto:

El plural es usado aquí y en el v. 2. El plural “sueños” ha sido


variadamente explicado. Algunos interpretes toman el plural denotando
un singular indefinido…Pero pudiera ser que está describiendo una serie

6
de sueños relacionados, o el soñar como un estado físico. En el último
caso, uno debería de traducir: “Nabucodonosor estaba en un trance”.7

Nabucodonosor entendió que era sólo un sueño o que al menos todos


esos sueños estaban relacionados. Estos sueños turbaron o inquietaron su
espíritu de tal manera que se le fue el sueño. Podemos ver que de alguna
manera Nabucodonosor entendió o presintió que este sueño era importante.
Por lo menos, estamos seguros de que le despertó tal curiosidad que en ese
momento mando llamar a todos los hombres que, en su parecer, podrían
interpretar su sueño. Phillips dice a este respecto:

Las varias clases de sacerdotes caldeos fueron llamados a presentarse


delante del rey. Había magos, aquellos que llevaban el cetro en el oficio.
Su función era la de repeler demonios y espíritus malignos a través de
hechizos especiales y encantamientos. En otras palabras, ellos se
dedicaban a la magia, un arte de hace muchos años atrás. Los astrólogos
eran profetas que daban horóscopos y estudiaban las estrellas,
anunciando la voluntad del cielo, y prediciendo el futuro. Los adivinos
eran brujos… En la ley, Dios mandó a los hebreos a no tener nada que ver
con tal gente… (Ex. 22:18). La pena de muerte pronunciada por Dios
sobre toda la brujería es prueba suficiente de la realidad de la
interrelación con ángeles caídos, espíritus malignos y demonios. Los
caldeos eran una clase especial, distinta de los ordinarios babilonios (Jr.
22:25; Ez. 23:23), y pertenecían a la parte sur de Babilonia. Ellos también
al parecer formaban una clase especial dentro de los sacerdotes. Ellos
eran la élite, un grupo formado con toda esa gente de linaje
exclusivamente caldeo, y parece que tenían una relación especial con el
templo de Bel-Merodach (Marduc).

Estos eran los líderes poderosos de la religión babilónica a los cuales


Nabucodonosor llamó delante de su presencia.8

Es muy interesante ver que a pesar de que Nabucodonosor llamó a esta


clase especial de gente, Daniel no estaba ahí. Aunque Nabucodonosor ya había
reconocido la sabiduría de Daniel (1:20), él no fue llamado en esta ocasión,
porque no era considerado parte del sacerdocio pagano.

En el tercer versículo Nabucodonosor expresa lo que pasó, su sentir y su


deseo a todos los convocados. La razón del llamado: “He soñado un sueño y mi

7 Net Bible, Recurso electrónico, s.v. Daniel 2:1.

8John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 44-45. Traducción mia.

7
espíritu está ansioso por entender ese sueño” (NET Bible). La NVI lo traduce
“Tuve un sueño que me tiene preocupado, y quiero saber lo que significa”. La
Biblia de las Américas dice “He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por
el deseo de entender el sueño”. En todas estas versiones es un poco más
enfático que en la Reina Valera que la razón de la falta de tranquilidad en
Nabucodonosor venia por el deseo de conocer el significado del sueño.

Del versículo 2:4 al 7:28 Daniel escribe en arameo y del 8:1 en adelante
regresa al hebreo. Esto no es de sorprender, pues como los eruditos mencionan
en sus comentarios, el arameo era la lingua franca, la lengua usada como
medio de comunicación entre personas de diferentes nacionalidades en los
tiempos de Daniel, podría decirse que era la lengua dominante u oficial.
Además, esta parte del libro está dirigida de alguna manera a los gentiles,
razón demás para que estuviera en arameo. De hecho, “el punto aquí no es que
los sabios (caldeos) respondieron al rey en arameo... Más bien debe ser
entendido como una nota editorial, apuntando al hecho de que del 2:4b al 7:28
el lenguaje del libro cambia de hebreo a arameo” (NET Bible).

Es muy interesante ver que estos sabios, dirigiéndose muy cortésmente y


con toda la pompa y gala, le piden al rey que les declare el sueño que tuvo. De
hecho, ese es el principal requisito que ellos imponen sutilmente al rey para
interpretar el sueño. La Reina Valera da la idea de que el rey olvidó el sueño y
por eso le pide a los sabios que ellos le digan a él el sueño, así como su
interpretación. En otras versiones se lee así: “El rey respondió y dijo a los
caldeos: Mis órdenes son firmes, si no me dais a conocer el sueño y su
interpretación, seréis descuartizados y vuestras casas serán reducidas a
escombros” (BLA). “Pero el rey les advirtió: —Mi decisión ya está tomada: Si no
me dicen lo que soñé, ni me dan su interpretación, ordenaré que los corten en
pedazos y que sus casas sean reducidas a cenizas” (NVI).

Es más probable que el rey estuviera probando a los sabios. También es


muy seguro que el rey dudara de sus métodos o de su integridad. Walwoord
menciona que esta pudiera haber sido una oportunidad para el rey para
deshacerse de estos sabios, que seguramente eran más viejos que él y que
habían servido bajo su padre, para poder escoger él mismo gente más joven
para esos puestos. El también dice: “Nabucodonosor quizás también había
dudado de su honestidad, sinceridad y capacidad, y tal vez hasta había
especulado si ellos eran leales a él o no. El tal vez también había cuestionado
algunas de sus prácticas supersticiosas”. 9

9John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press,
1971), 50. Traducción mía.

8
Carballosa comenta que es muy seguro que estos hombres poseyeran
escritos y formulas que ellos o sus antepasados diseñaron para la
interpretación de sueños (p. 60). Nabucodonosor no quería que usaran esas
formulas. Si bien es cierto que esta era una prueba dura, también tenía buenas
recompensas. El rey prometió riquezas materiales y un puesto especial en el
reino (v. 6). Sin embargo, los sabios siguen insistiendo en su petición (v.7). El
rey les declara que es de su conocimiento que ellos lo único que estaban
haciendo era tratar de ganar tiempo para inventar algo que decirle para evitar
ser ejecutados (vs. 8-9). Los sabios declaran su incompetencia parcialmente
delante del rey y al mismo tiempo se justifican de su falla. Ellos aseguran a
Nabucodonosor que no existe un hombre sobre la tierra capaz de cumplir su
petición. Sólo los dioses podrían, pero ellos no moran con los hombres (vs.
10-11).

Esta respuesta le prueba al rey la incompetencia de los sabios y los


manda a ejecutar. Parte del enojo de Nabucodonosor tenía que ver con el hecho
de que esa inquietud de conocer el sueño que tuvo no había sido calmada. Es
casi seguro que esa intranquilidad que ahuyentó su sueño lo había puesto un
poco irritable (v. 12).

Daniel y sus amigos eran reconocidos como consejeros de la corte real


(Carballosa, p. 64) y por esa razón los estaban buscando para ejecutarlos (v.
13). Al enterarse de esto, Daniel, de una manera respetuosa, habla con Arioc, el
capitán de la guardia del rey (vs. 14-15) y después le pide al rey que le dé un
tiempo para interpretar el sueño. En esto podemos ver la protección de Dios en
dos maneras: primero, Arioc no ejecutó la sentencia del rey cuando halló a
Daniel, más bien le informó de los hechos y le permitió ir a la presencia del rey.
Si pensamos un poco, Arioc estaba desobedeciendo a la orden directa del rey y
al permitir a Daniel ir delante del rey, él se estaba poniendo en evidencia.
También Dios protegió a Daniel cuando estaba delante del rey y le dio gracia
delante de él de tal manera que el rey le concedió el tiempo que no le quiso dar
a los sabios (v. 16).

No sabemos qué tipo de conversación tuvieron Daniel y el rey, pero lo


que sí sabemos es que por alguna razón, sería porque el rey reconocía la
sabiduría de Daniel o por no ser uno del “grupo de los sabios” tuvo compasión
de él, o que por el hecho de ser más joven, lo consideró y le otorgó el tiempo
que pidió. La respuesta más obvia y correcta, independientemente de lo que
pasaba por la mente y el corazón de Nabucodonosor es simplemente que Dios
estaba protegiendo a Daniel y a sus amigos.

Daniel regresa a su casa y en un acto de reconocimiento de la soberanía


de Dios le pide a sus amigos que oren a Dios en este respecto (vs. 17-18). Este
es un gran ejemplo a seguir, puesto que Daniel no confió en sí mismo para

9
interpretar este sueño, a pesar de que ya había mostrado tener de parte de Dios
el talento para hacerlo (1:17b). Ni siquiera pensó en ir delante del rey para
interpretar el sueño, sino para pedirle tiempo para consultar a Dios. Dios honra
la humildad de Daniel y le revela el misterio en una visión nocturna (19). Daniel
responde a la magnificencia de Dios con una alabanza en la cual reconoce la
soberanía de Dios y el hecho de que si él podía interpretar ese sueño era por la
gracia y el poder de Dios, pues es Dios la fuente de toda sabiduría (vs. 20-23).

Daniel ahora va otra vez con Arioc y le pide que no mate a los sabios de
Babilonia, sino que lo lleve, o que “le ocasione el poder entrar” delante de la
presencia del rey para interpretar su sueño. Increíblemente, nuevamente Arioc
pone a un lado el decreto real y oye la voz de Daniel. De hecho, se apresuró a
llevar a Daniel ante el rey (v. 25ª). Pudiera ser que Arioc sabía del gran deseo
del rey de conocer el significado del sueño y por eso tomó por segunda vez el
riesgo de ser ejecutado por desobedecer la orden real. De hecho, ese temor
podría explicar el cómo se presenta delante del rey. Arioc dice que el encontró
un hombre entre los exiliados de Judá que interpretaría el sueño de
Nabucodonosor. Como se ha dicho, este pudiera haber sido un truco para
salvar su vida o simplemente un atentado de recibir algún beneficio de parte
del rey. No sabemos si recibió algún beneficio de esto, excepto que no fue
ejecutado por desobedecer las órdenes del rey de ejecutar a los sabios.

A pesar de que Daniel ya había estado delante de la presencia del rey


para pedirle tiempo con el fin de poder interpretar su sueño, el rey expresa su
incredulidad y le pregunta a Daniel si él realmente va a ser capaz de interpretar
el sueño (v. 26). Esta pareciera ser como una especie de prueba de parte de
Dios a través del rey para ver si Daniel seguía reconociendo la soberanía de
Dios y seguía dándole la gloria y el honor a él. Es fácil querer o intentar robarle
la gloria a Dios cuando trabajamos para él. Sin embargo, Daniel sigue en
actitud de humildad y es todavía congruente con la oración que elevó a Dios
(vs. 20-23) y declara a Nabucodonosor que no va a ser él el que le de la
interpretación del sueño, sino Dios (27-30).

Daniel 2:31-45

Daniel le declara al rey el sueño que tuvo (31-35), así como la


interpretación (36-45). Es interesante saber que Dios le reveló a
Nabucodonosor los eventos futuros porque Nabucodonosor estaba interesado
en saber que iba a pasar con su reino. Claro que en todo esto está incluida la
voluntad de Dios. Es decir, Dios no le hubiera revelado nada a Nabucodonosor
si no fuera su voluntad. La interpretación del sueño es resumida por Chisholm
Jr. como sigue:

La cabeza de oro simbolizaba a Nabucodonosor, a quien el Señor le


había dado un dominio extenso (vv. 37-38). Las porciones de la imagen

10
de plata, bronce y hiero representaban reinos subsecuentes que se iban
a levantar en sucesión (vv. 39-40). El cuarto, aunque inferior en calidad
(hierro), sería el más fuerte de todos e iba a tomar el lugar de sus
predecesores. Aun así, este reino sería dividido (v. 41). La mezcla de
hiero y arcilla indicaba que este reino dividido, a pesar de su fuerza, era
vulnerable (vv. 42-43). La roca simbolizaba el indestructible y eternal
reino de Dios que destruiría los reinos de este mundo. 10

Chisholm también agrega que el hecho de que estos reinos hayan sido
presentados por Dios como una estatua y no como entidades separadas sugiere
que estos imperios representaban, como una entidad, un imperio mundial
opuesto a Dios.11

La cabeza de oro era el reino babilónico, que representaba a


Nabucodonosor. El segundo reino el imperio medo-persa. Carballosa dice:

Tanto la evidencia bíblica como la historia secular confirman que el


pecho y los brazos de plata simbolizan el imperio medo-persa, que en el
año 539 a.C. reemplazó al babilónico (Dn. 5:28 y 6:8). El vientre y la
cadera de bronce representan el imperio griego establecido por Alejandro
Magno por el año 333 a.C. después de su brillante victoria sobre Darío III.
(p. 73).

Carballosa también declara que de acuerdo con los exegetas


conservadores, el cuarto reino es el imperio romano. Este reino tiene una
diversidad interna, que es lo que Daniel quiere decir cuando menciona que es
un reino dividido, fuerte políticamente, en su ejército y leyes, pero débil por su
diversidad étnica y por sus conceptos morales (Carballosa, p. 74). Carballosa
también hace hincapié en el hecho de que esta reino está simbolizado por las
piernas de la estatua, la cual tiene también 10 dedos que bien podrían
representar los 10 diez cuernos de la cabeza de la bestia de Daniel 7:24-27 y a
los reyes mencionados, puesto que Daniel 7:24-27 y 2:36-45 son paralelos (p.
75).

Siguiendo la interpretación premilenialista, que es la que mejor sigue


reglas hermenéuticas congruentes, la piedra que derriba y destruye la estatua
es el reino establecido por nuestro Señor Jesucristo en su segunda venida. Este
será un reino eterno sin rival y que será gobernado por el creador de todo el
universo. Daniel le declara a Nabucodonosor todas estas cosas y además

10Robert B. Chisholm Jr. Handbook on the Prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic,
2002), 297. Traducción mía.

11 Ibid.

11
declara que puesto que es Dios el que le ha dado ese sueño y declarado su
interpretación, este es verdadero y fiel.

En los últimos versículos de este capítulo podemos ver como


Nabucodonosor es impresionado grandemente, tanto por la revelación así como
por la interpretación que Daniel le dio a su sueño, tanto que siendo,
humanamente hablando, el rey más grande de esos tiempos, se postra delante
de Daniel (v. 46). Nabucodonosor también declara la grandeza y supremacía de
Dios sobre los dioses falsos (v. 47). Nabucodonosor cumple su palabra y
recompensa y da a Daniel una posición importante en su reino, lo hace jefe
supremo de todos los sabios y le da muchos regalos materiales. Daniel no
olvida a quienes lo apoyaron en oración y, por petición de él mismo, sus
amigos también son elevados a posiciones importantes (v. 49). Daniel se queda
en la corte del rey mientras sus amigos son puestos como administradores de
la provincia de Babilonia.

12
DANIEL 3
El Segundo capítulo del libro de Daniel termina con Nabucodonosor
maravillado por la interpretación de su sueño que Dios le dio a Daniel. En el
versículo 2:47 Nabucodonosor reconoce la grandeza y soberanía de Dios. Sin
embargo, no podemos decir que Nabucodonosor se convirtió. El hecho de que
haya reconocido la grandeza de Dios, o como comúnmente decimos, que haya
creído en Dios, es decir, en su existencia y su poder, lo hacía un seguidor de
Dios.

Lo que sí es cierto es que el sueño que tuvo el rey lo impresionó de tal


manera que es muy probable que la estatua que levanta en este capítulo 3 tiene
algo que ver con este evento. La Biblia nos dice en Daniel 3:1 que “El rey
Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, de veintisiete metros de alto
por dos metros y medio de ancho, y mandó que la colocaran en los llanos de
Dura, en la provincia de Babilonia” (NVI).

No se sabe con exactitud, pues la Biblia no lo declara, si la estatua tenía


la imagen de Nabucodonosor, como muchos suponen, o si tal vez era la imagen
de uno de los dioses de Babilonia. Chisholm dice a este respecto: “El texto no
nos da la identidad especifica de la imagen, pero la asociación de la estatua con
la alabanza a los dioses de Nabucodonosor (vv. 12, 14) sugiere que
probablemente representaba una deidad, quizás Nabu, el dios por cuyo nombre
el rey había sido nombrado”.12 Phillips también opina que la imagen era un
ídolo, en vez de ser una imagen de Nabucodonosor mismo. Carballosa difiere y
piensa que era una imagen de Nabucodonosor mismo.

Otro punto que debaten los eruditos es si la estatua era completamente


de oro y si sus medidas, su altura especialmente, eran consideradas como
medidas solidas de la estatua. Es decir, algunos piensan que toda la estatua no
media los 27.43 metros que la Biblia menciona,13 sino que tal vez era un busto
de Nabucodonosor que fue puesto sobre un altar muy alto, o que de alguna
manera esta imagen estaba sobre una plataforma muy alta (Carballosa, 86). Sin
embargo, no era extraño, extravagante o imposible levantar una estatua con
esas dimensiones. Walvoord menciona que el propósito de las dimensiones de
la estatua era impresionar por su tamaño más que por sus características
particulares. Otros eruditos usan la imagen Zeus, que estaba en Babilonia y el
Coloso de Rodas que medía 32 metros de altura y las imágenes de oro en la

12Robert B. Chisholm Jr. Handbook on the Prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic,
2002), 299. Traducción mía.

13Esta medida se obtiene tomando en cuenta que cada codo equivale aproximadamente
a 45.72 cm o 18 pulgadas.

13
parte alta del templo de Belus, las cuales medían 18.28 metros de altura. 14 Así
que la estatua de Nabucodonosor no era nada fuera de lo común o imposible.

Un último punto concerniente a la estatua es si era una construcción de


oro sólido o si era una imagen de madera recubierta con oro. Otra vez, los
estudiosos difieren. Phillips piensa que es posible que Nabucodonosor
construyó la imagen de oro sólido para impresionar a futuras generaciones con
su grandeza, riqueza, y poder. Él continua diciendo: “Debió de haber sido hecha
de oro. Después de todo, él tenía suficiente oro recolectado de países
conquistados a través de los años. Egipto solamente debió haberle
proporcionado una cantidad vasta de oro. Él haría una imagen, o cualquier otro
tipo de símbolo, como un tributo a un dios”.15

La NET Bible dice: “No hay necesidad de pensar que la imagen de


Nabucodonosor era de oro solido. Sin duda, el sentido es que estaba recubierta
con oro (Ej. Is. 40:19; Jr. 10:3-4), con el resultado que presentaba un
destellante auto-cumplido a la grandeza de los logros de Nabucodonosor.16

Carballosa se inclina por pensar que era una estatua recubierta en oro.
Mucho del soporte de este argumento son citas bíblicas en las cuales algunas
de las cosas de las que se habla si son de puro oro y algunas de las cosas,
como el arca del testimonio, eran recubiertas con oro, y la razón puede ser que
el arca la iban a cargar, y por mucho tiempo. Además, que los israelitas y tal
vez otras naciones lo hicieran así no significa también que Nabucodonosor lo
hizo así. Por el contrario, conociendo la vanidad de Nabucodonosor, es muy
probable que la estatua fuera de oro puro. Sin embargo, no hay bases solidas
para comprobarlo.

La estatua fue erguida en una parte plana de Dura, una provincia de


Babilonia, probablemente a 9.6 kilómetros de Babilonia aproximadamente, en
donde, de acuerdo con Walvoord, existe una gran masa cuadricular de ladrillo,
“la cual podría idealmente haber servido como una base para la imagen que
Nabucodonosor irguió”.17 La razón por la cual es difícil definir el lugar en donde

14John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press,
1971), 80. Traducción mía.

15John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 44-45. Traducción mía.

16 Net Bible, Recurso electrónico, s.v. Daniel 3:1.

17 Walvoord, Daniel, 81.

14
la estatua fue ubicada es porque este nombre era muy común en Mesopotamia,
de hecho así era llamado casi cada lugar que estaba cercado por una pared. 18

Lo que es realmente importante en relación con la estatua es el uso que


Nabucodonosor le da. El segundo versículo nos dice que Nabucodonosor
manda llamar a todos los personajes importantes de su reino.

Todo aquel que era alguien tenía que estar presente. Los
representantes de varias naciones necesitaban estar ahí. Todos los tipos
de oficiales de gobierno fueron requeridos para estar presentes. Los tres
amigos de Daniel, quienes habían sido promovidos a posiciones de
responsabilidad en el gobierno Babilonio, también recibieron invitaciones
formales. Y ellos fueron. 19

La orden era simple, cada vez que oyeran el sonido de cualquier


instrumento, todos, sin excepción, se deberían postrar y adorar a la imagen
que Nabucodonosor había mandado levantar. Cualquiera que no hiciera esto
sería echado a un horno de fuego, con el fin de ser quemado vivo (3:3-7).

Parecer ser, como también Carballosa lo dice, que el propósito del


capítulo 3 es el de relatar la tremenda prueba a la que Sadrac, Mesac y Abed-
Nego fueron sometidos. Carballosa presenta el siguiente bosquejo de este
capítulo en la página 85 de su libro:

1. La prueba (3:1-7)
2. La acusación (3:8-12)
3. La firmeza (3:13-18)
4. La liberación (3:19-25)
5. La promoción (3:26-30)

En el primer capítulo de este libro no es muy claro si estos tres jóvenes,


amigos de Daniel, estaban tomando todas esas decisiones por iniciativa propia,
y aún por convicción propia, o si estaban siguiendo a Daniel y su ejemplo. En el
segundo capítulo, los amigos de Daniel no parecen tomar la iniciativa de nada.
De hecho, la única vez que se les menciona en este capítulo es cuando Daniel
les pide que oren. Sin embargo, en este capítulo 3 el lector puede ver
claramente la convicción, determinación e iniciativa de estos jóvenes, pues bajo
pena de muerte se atrevieron a hablar claramente al rey y a defender su fe. No
cabe duda que Daniel mismo reconocía que la fe y la comunión que estos tres
jóvenes tenían con Dios era genuina, por eso les pide que oren por él
(2:17-18).

18 Ibid.
19 Phillips, Exploring, 61-62.

15
Como el texto nos dice, Sadrac, Mesac y Abed-Nego fueron acusados
maliciosamente, lo que nos habla del corazón de las personas que los
acusaron. La acusación no provenía de un celo por las leyes o la promulgación
que el rey acababa de hacer. Tampoco nacía de un amor sincero al rey, sino, lo
más probable es que provenía de un corazón celoso (3:8-11). La frase acusaron
maliciosamente a los judíos, se podría traducir del arameo como: “comían los
pedazos de los judíos”. Ellos acusan a Sadrac, Mesac y Abed-Nego de rebelión,
no sólo contra el decreto, sino contra Nabucodonosor mismo, pues al no adorar
a sus dioses estaban dudando también de la posición que ellos le habían dado
(3:12). Nabucodonosor se enciende en ira (con ira y enojo), los manda traer y
los cuestiona y les da la oportunidad delante de él de” arrepentirse” de su falta
y de corregirse. Parece ser que el enojo de Nabucodonosor tenía mucho que ver
también con la falta de adoración a sus dioses por parte de estos tres jóvenes,
pues Nabucodonosor les pregunta ¿quién es ese Dios que puede rescatarlos de
mi mano? Era obvio para Nabucodonosor que estos hombres estaban
cometiendo todas estas faltas por causa de su fe. Parece que Nabucodonosor
había ya olvidado como él mismo había reconocido el poder y la magnificencia
del Dios de Daniel (2:47).

La respuesta de Sadrac, Mesac y Abed-Nego refleja una sumisión


completa a la voluntad de Dios. Ellos no ven ni necesidad de responder a esto
(16b), pues era obvio que ellos no iban a traicionar a su Dios. El versículo 17
ofrece un reto al traducirlo del arameo, pues tiene una construcción que
pareciera ser condicional. Se podría traducir: “Sí, nuestro Dios a quien nosotros
servimos, él puede rescatarnos del horno de fuego ardiente, y él nos va a
rescatar, o rey, también de tu poder” (NET Bible). No es que ellos dudaran de la
existencia de Dios, más bien es como si lo ofrecieran como una prueba. El
problema al traducir este versículo de la manera que lo hace la NET Bible viene
al tratar de entender el versículo 18. La frase “Y si no”, podría ser interpretado
como si los tres jóvenes dijeran que si aún Dios no existiera, ellos no adorarían
otros dioses. Aunque también se puede interpretar como “y si no nos rescata y
libra de tu poder”, que es como comúnmente se interpreta. La segunda opción
parece la más factible debido al contexto de los dos capítulos anteriores, pues
de ellos sabemos que estos tres jóvenes no dudaban de la existencia o el poder
de Dios.

Entonces, podemos ver la fe y la sumisión que Sadrac, Mesac y Abed-


Nego muestran para con Dios y su voluntad. Ellos saben que si Dios quiere Él
los puede rescatar de Nabucodonosor y de su juicio. Pero también están
abiertos a la posibilidad de que Dios les permita morir. Ellos no buscan
“comprometer” a Dios para que haga lo que ellos quisieran que pasara, que
seguramente era salir con vida de ahí.

16
Esta respuesta hace que a Nabucodonosor se le distorsione
completamente el rostro por el enojo. Su enojo lo ciega y comienza a dar
órdenes irracionales. Nabucodonosor manda calentar el horno siete veces más
de lo que normalmente se calentaba (3:19), la pregunta era ¿con qué
propósito?; ¿no iban ellos a morir de todos modos?; ¿no sufrirían más y por más
tiempo si el fuego estaba a su temperatura normal? Como fuera, estos jóvenes
no ofrecieron resistencia, ni se quejaron ni impresionaron por su castigo.
Fueron atados y llevados al horno. El horno estaba tan caliente que al abrirlo las
llamas mataron a los hombres que llevaban a estos tres varones (3:20-22).

Daniel nos relata en los siguientes versículo como es que Dios manda un
ángel, o más específicamente al Ángel de Jehová, quien es una teofanía
(aparición) de nuestro Señor Jesucristo (3:23-25). Lo que podemos enfatizar es
el cuidado de Dios para con aquellos que le son fieles. Nada les pasó a estos
tres varones, ni siquiera olían a humo (3:26-27). Otra vez Nabucodonosor
parece alabar a Dios y reconocer su grandeza y su soberanía (3:28-29). De
hecho, cualquiera que hablare mal del Dios de ellos sería castigado
fuertemente. Sin embargo, no podemos decir que Nabucodonosor era ya un
siervo de Dios.

Este capítulo termina mostrando que Dios recompensa la fidelidad de sus


tres siervos. No sólo salvándoles la vida sino usando a Nabucodonosor, aquel
que les quería matar, como un medio para prosperarlos en sus carreras y
económicamente también (3:30).

17
DANIEL 4
En el tercer capítulo de Daniel vimos como Dios le demuestra su
superioridad y magnificencia a Nabucodonosor al proteger a aquellos tres
hombres que le fueron fieles en tiempos difíciles. El rey preguntó: ¿Quién es ese
Dios que puede rescatarlos de mi mano? La respuesta a esa pregunta se la dio
Dios mismo librando a sus siervos de una manera sobrenatural y espectacular.

Al igual que el capítulo 2, el capítulo 3 (vv. 28-30) termina con


Nabucodonosor bendiciendo el nombre de Dios y hasta ocasionando que
Sadrac, Mesac y Abed-Nego prosperasen en la provincia de Babilonia. De
hecho, Nabucodonosor dicta una sentencia muy fuerte para aquellos que
hablaran algo ofensivo en contra del Dios de estos tres hombres (v. 29).

Sin embargo, no podríamos pensar todavía que Nabucodonosor ya había


aprendido su lección de humildad y que había reconocido a Dios como el único
y suficiente Dios, dador de la vida y de todo lo que él tenía, incluyendo el reino
por el cual estaba tan orgulloso. Quizás, para Nabucodonosor, Jehová, el Dios
de Daniel, era sólo un dios más de entre todos los dioses que él conocía. De
hecho, este cuarto capítulo nos habla de la gran lección de humildad que
Nabucodonosor recibió de parte de aquel Dios del cual él mismo había
declarado su grandeza y poder, pero sin creer únicamente en Él. No sabemos
hasta qué punto llevó Dios a Nabucodonosor espiritualmente, pero podemos
asegurar que esta experiencia ayudó a Nabucodonosor a entender más de Dios,
y, porque no, podríamos pensar que tal vez el rey de Babilonia finalmente se
rindió a los pies del creador del universo. Walvoord nos dice:

Este capítulo, el cual ocupa una larga porción del libro de Daniel, es
más que una historia profunda de cómo Dios puede traer a un hombre
orgulloso abajo. Indudablemente, este es el clímax de la biografía
espiritual de Nabucodonosor, la cual comenzó con el reconocimiento de
la excelencia de Daniel y sus compañeros, continuó con la interpretación
del sueño de la imagen en el capítulo 2, y avanzó aún más por su
experiencia con los tres compañeros de Daniel. 20

Antes de analizar brevemente el pasaje es necesario mencionar que


existen varios eruditos o críticos textuales que consideran que este capítulo no
es un capítulo histórico. Es probable, ellos dicen, que sea una alegoría, un
cuento, leyenda o cualquier otra cosas menos algo que realmente aconteció en
la vida de Nabucodonosor. Otros, sin embargo, no dudan de su veracidad
histórica. En este respecto Chisholm dice:

20John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press,
1971), 95. Traducción mía.

18
Algunos han intentado poner esta narración al nivel de una leyenda
debido a su extraña narración de cómo el rey llegó a ser un animal. Como
sea, esta condición es conocida en los círculos médicos como
Boantropía, 21 una forma de locura en la cual una persona toma la manera
de pensar de un animal y exhibe comportamiento animal. R. K. Harrison
atestiguó tal caso en una institución británica en 1946. El paciente en
cuestión llego a ser antisocial y durante el día vagaba por las tierras de la
institución comiendo pasto. Aún durante los fríos y lluviosos meses de
invierno, él vestía ligero, pero nunca contrajo ninguna enfermedad. Su
cabello se hizo largo y sus uñas crecieron rudas y gruesas. 22

Algunos reconocen esta enfermedad en Nabucodonosor con el nombre


de Zoantropía. Lo que es un término un poco más general, pues se refiere a una
persona que toma el comportamiento de cualquier animal. En el caso de
Nabucodonosor parece ser que su comportamiento era el de un buey
específicamente. Puesto que ha habido más casos documentados en la historia
aparte del de Nabucodonosor, no hay elementos muy firmes para negar la
veracidad e historicidad de estos acontecimientos relatados en este capítulo 4
de Daniel.

Otro punto a tratar es acerca de quién es el autor de este capítulo.


Algunos piensan que Nabucodonosor es quien escribió este capítulo. Otros, que
algunos de sus escribas lo plasmaron en forma escrita mientras él lo narraba.
Los que niegan la veracidad de este capítulo lo atribuyen a alguien más que no
es ni Nabucodonosor ni Daniel. Es muy probable que aún Daniel mismo hubiera
asistido al Rey Nabucodonosor a escribir este capítulo. Otra opción es que
Daniel mismo lo hubiera escrito después, sin embargo, esta opción no es tan
viable, pues como dice Chisholm: “El capítulo está enmarcado por las
narraciones autobiográficas del rey sobre las experiencias que le cambiaron la
vida (vv. 1–18, 34–37) en las cuales está incrustado un reporte en tercera
persona del juicio del rey y su eventual restauración”. 23 Como haya sido, lo más
importante es reconocer que es por inspiración divina que Daniel incluyó este
capítulo en su libro.

21El nombre de esta enfermedad en ingles es Boanthropy y su definición es: “Un


desorden mental donde la víctima cree que él o ella es un buey. El rey babilonio Nabucodonosor
es considerado por algunos cristianos uno de los pocos casos históricos documentados”.
www.dictionary.com s.v. Boanthropy. Accesado el 24 de Enero del 2008.

22Robert B. Chisholm Jr. Handbook on the Prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic,
2002), 301. Traducción mía.

23 Ibid., 300.

19
Es importante notar la introducción que Nabucodonosor da a este
capítulo. Pareciera que este fuera un hombre diferente. No se siente la misma
arrogancia que Nabucodonosor mostró antes. En el primer versículo el rey se
dirige a todas las personas sobre la faz de la tierra. Esto indica que el mismo
considera que el mensaje siguiente es digno de ser oído por todos los
habitantes de la tierra. También les da un saludo cordial y no poco común en
esos tiempos. Aparentemente este era un edicto. Estas palabras se deberían
declarar en todo el mundo conocido y que era dominado por Nabucodonosor. El
propósito de este escrito: Declarar las señales y maravillas que Dios había
hecho en la vida de Nabucodonosor, las cuales, según él mismo son grandes y
maravillosas (vv. 2-4).24 Es muy especial ver que finalmente Nabucodonosor
reconoce que hay alguien más grande y poderoso que él. Él mismo, el rey más
poderoso sobre la faz de la tierra en ese tiempo, declara que el reino de Dios es
eterno, en lo cual parece reconocer la brevedad y fragilidad de su reino.
Nabucodonosor ya había alabado a Dios (3:28), pero en esta ocasión su
alabanza es sincera y real, no como si estuviera alabando a uno de los tantos
dioses que adoraba, sino como reconociendo al único y verdadero Dios.

En los siguientes versículos Nabucodonosor relata lo sucedido.


Nabucodonosor tuvo un sueño, aparentemente a la mitad de su reinado, en el
tiempo en que su reinado estaba más sólido que nunca, lo que puede darnos
una idea de porque estaba tan tranquilo (Carballosa, 97). De hecho, este
primer versículo se podría traducir: “Yo, Nabucodonosor, estaba relajándome
en mi palacio y viviendo lujosamente” (NET Bible). En este tiempo de
prosperidad el rey tuvo otro sueño. Al igual que el sueño anterior, este le quitó
el sueño, pero la gran diferencia es que este sueño lo aterrorizó. El sueño del
capítulo dos le causó curiosidad y ansiedad al rey, pero este sueño lo asustó (v.
5). Al igual que en la ocasión anterior, Nabucodonosor mandó traer a todos los
sabios, pero a pesar de que en esta ocasión él les declaró el sueño, ellos no
pudieron darle una interpretación. Por lo menos podemos ver que en esta
ocasión los sabios fueron sinceros y aceptaron su incapacidad, quizás porque
sabían que podían ser descubiertos si mentían, ya que probablemente sabían
que Daniel podía interpretar el sueño, o por alguna otra razón, realmente el
texto no nos lo dice (vv. 6-7).

Después de muchos adivinos, magos, encantadores, caldeos que


fracasaron, vino Daniel delante del rey. El rey declara el nombre que le dio a
Daniel y la razón por la cual se lo dio, ese era un nombre derivado del nombre

24 En el texto arameo los primeros tres versículos de lo que conocemos como el capitulo
4 son realmente los versículos 31 al 33 del capítulo 3. Lo que ocasiona que el principio del
capítulo 4 en el texto arameo sea lo que nosotros conocemos como el versículo cuatro del
mismo. A pesar de esta diferencia se puede levantar un buen caso para probar que los
versículos 3:31-33 del texto arameo son la introducción del capítulo cuatro (NET Bible).

20
del dios del rey (v. 8). El texto declara en el versículo 8 que en Daniel “está el
espíritu de los dioses santos”. Realmente esta frase puede ser traducida “en
quien está el espíritu del Dios santo”. La palabra en el arameo es usada para
describir “dioses” o “Dios”, en este caso Jehová, por el contexto del resto del
libro. Nabucodonosor le cuenta el sueño a Daniel, no sin antes reconocer que
Daniel tenía algo especial, una relación especial con los dioses. Seguramente
Nabucodonosor olvidó las palabras de Daniel y de sus tres amigos, quienes le
declararon la existencia de un solo Dios al cual ellos servían (vv. 9-18).

Después de escuchar a Nabucodonosor Daniel se queda atónito y a


petición e insistencia del rey (v. 19ª), no sin antes expresar con sinceridad sus
condolencias (19b), le interpreta el sueño (vv. 20-26). Básicamente, Dios le iba
a mandar a Nabucodonosor una enfermedad que lo iba a aquejar por siete
años. Nabucodonosor sufriría de Boantropía (o Zoantropía, como algunos la
conocen) y viviría como y con los animales, sin embargo, él no perdería su
reino, por eso las raíces del árbol que él representaba eran dejadas en la tierra.
Después de pasados los siete años y de que Nabucodonosor se arrepienta de su
arrogancia, su reino sería restaurado. Daniel le da un consejo a
Nabucodonosor: arrepentirse de sus pecados y ser misericordioso con los
pobres, para que así su reinado fuese prosperado (v. 27).

Parecer ser que el susto se le pasó rápido a Nabucodonosor, pues un año


después su arrogancia parece desbordarse y precisamente cuando estaba
tomando el crédito que le pertenecía a Dios, pues era Dios quien le había
permitido reinar y gobernar sobre todas esas naciones (vv. 29-30), una voz del
cielo le declara al rey que su reino no le pertenecía más y que su sueño de hacía
un año se haría ahora realidad (vv. 30-32). Es bien claro que el propósito de
esta experiencia era quebrantar el orgullo y vanidad de Nabucodonosor. El final
del versículo 32 dice: “…hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el
reino de los hombres, y que lo da a quien le place” (BLA).

Vemos que precisamente eso fue lo que pasó (v. 33). Al final de los siete
años, Nabucodonosor recobra la cordura y lo primero que hace es bendecir al
Dios altísimo y alabar y glorificar al que vive para siempre (v. 34). Parece ser
que de alguna manera Nabucodonosor estaba consciente de lo que había
pasado. No sabemos si mientras estuvo enfermo parte de su mente entendía lo
que pasaba o si simplemente al recobrar la cordura recordó su sueño y la voz
que le había declarado el principio del cumplimiento del sueño y la razón de
este evento.

Lo cierto es que la perspectiva del rey cambió y la primera cosa que hizo
fue alabar al Dios verdadero, reconocer la finitud del hombre y la soberanía y
poder de aquél que hace todo de acuerdo a su voluntad. Ahora Nabucodonosor
reconoce que nadie puede resistirse a la voluntad de Dios o cuestionarla (vv.

21
34-35). Parece ser que la actitud que tenía en el capítulo 3, cuando le preguntó
a Sadrac Mesac y Abed-Nego ¿quién es ese Dios que puede rescatarlos de mi
mano?, ya no estaba. Esa pregunta había sido contestada por Dios en el
capítulo 3 y reafirmada a Nabucodonosor en este capítulo.

Como Dios prometió el rey, éste conservó su reino, y fue restaurado y


aún fue prosperado por Dios (v. 36). Nabucodonosor termina su narración
declarando que él alaba, ensalza y glorifica al Rey del cielo. Por tres razones:
porque sus obras son verdaderas, justos sus caminos y porque puede humillar
a los soberbios.

Mucho se debate si Nabucodonosor fue salvo o no. Pareciera que este


capítulo nos indicara que sí. Aunque hay muchos estudiosos que dicen que
Nabucodonosor nunca dejó de ser politeísta. La verdad es que no sabemos a
ciencia cierta si fue salvo o no. Lo cierto es que Dios cumplió su propósito y
mostró que Él es capaz de quebrantar al hombre más soberbio y poderoso
sobre la tierra, pues Él es el único soberano. No hay nadie más grande que
Dios, no lo hubo y no lo habrá.

22
DANIEL 5
Sería grato saber que la culminación del capítulo 4 fue la conversión de
Nabucodonosor. Sin embargo, no podemos nada más que especular, pues Daniel
no nos habla más de él. De hecho, Daniel comienza el capitulo 5 hablando del rey
Belsasar. Este episodio, dice Chisholm, ”…ocurrió en el año 539 a.C., el año en que
Ciro conquistó Babilonia. Para este tiempo Nabucodonosor había muerto y Belsasar
estaba gobernando Babilonia. Nabónido era el rey actual de Babilonia, pero él había
pasado varios años en Teima y dejó a su hijo Belsasar a cargo de Babilonia”.25 Con
esta información sabemos que Belsasar era realmente el segundo al mando. El
versículo 29 de este mismo capítulo nos da una buena confirmación de esto, pues
Belsasar eleva a Daniel al puesto del tercer más alto gobernante de Babilonia, que
era la más alta posición que él podía dar, pues él era el segundo más alto en los
niveles de ese gobierno. 26

Desde la muerte de Nabucodonosor hasta que Nabónido empezó su


gobierno pasaron aproximadamente seis años, en los cuales varios reyes ocuparon
el trono. La siguiente tabla nos muestra una cronología de los reyes que vinieron
después de Nabucodonosor y ciertos eventos importantes: 27

Rey Año que Año que Comentario


comenzó terminó
Nabucodonosor 597 a.C. 562 a.C. Muere Nabucodonosor quien reinó por 35 años,
aproximadamente.
Evil-Merodac 562 a.C. 560 a.C. Hijo de Nabucodonosor. Asesinado por su cuñado
Neriglisar en 560 a.C.
Neriglisar 560 a.C. 556 a.C. Yerno de Nabucodonosor. Posiblemente ascendió al
trono debido a la revolución.
Labassi-Marduc 556 a.C. 556 a.C. Hijo de Nariglisar. Reino sólo unos meses pues fue
asesinado poco después de ocupar el trono por una
banda de conspiradores que incluía a Nabónido.
Nabónido 556 a.C. 539 a.C. Probablemente yerno de Nabucodonosor a través
de un matrimonio para asegurar el poder, ocupa el
trono. Debido a sus constantes viajes, su hijo
Belsasar queda como segundo al mando.
Ciro 539 a.C. 10 de Octubre del 539 a.C. El suburbio de Sipar
cayó y Nabónido huye. Ciro conquista Babilonia dos
días después (12 de Octubre del 539 a.C.) mientras
Belsasar ocupaba el puesto de rey de facto.

25Robert B. Chisholm Jr. Handbook on the Prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic,
2002), 302. Traducción mía.

26 Ibid.

27 Datos tomados de los siguientes libros: Evis L. Carballosa, Daniel y el Reino Mesiánico
(Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 1999),109-110 y John Phillips, Exploring the Book of
Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2004), 85. Traducción mía.

23
Cuando Ciro conquistó Babilonia, la profecía hecha por Daniel (2:39 y
7:5) fue cumplida. Daniel no fue el único que profetizó a cerca de la caída de
este gran imperio, de hecho, Jeremías (100 años antes, Jr. 25:11-12) e Isaías
(200 años antes, Is. 45:1-7) mencionan el instrumento de Dios para esta
conquista. 28 Este soporte derriba la teoría de que Daniel escribió estos hechos
después de que ya habían pasado. Lo que sí es cierto es que debido a las
profecías, Daniel sabía exactamente lo que iba a pasar, ya que Dios explicó
exactamente como se iba a realizar la conquista. Phillips nos dice que de
acuerdo a la profecía de Jeremías los eventos fueron:

1. Babilonia sería atacada del norte (1:3, 9, 41) por “el rey de los
Medas” (51:11, 28).
2. La cuidad estaría bien abastecida (51:26).
3. La ciudad confiaría en sus enormes paredes, torres, y puertas altas
(51:53, 58).
4. La ciudad sería tomada a través de una ingeniosa estrategia; sería
“capturada en una trampa”.
5. La exitosa estrategia estaría ligada a la fuente de abastecimiento de agua
de la ciudad. Específicamente, Dios secaría su “fuente” (51:36).
6. El plan estaría conectado con el flujo del Éufrates a través de Babilonia.
Los “pasajes” (transbordadores) serian tomados por sorpresa, y los
juncos serian incendiados (51:32).
7. En este tiempo critico, un festín estaría llevándose a cabo en el cual todos
los nobles y notables estarían presentes.
8. La ebriedad de estas gentes los guiaría a su masacre (51:57). 29

Como dice Carballosa: “El cumplimiento de la profecía de Daniel 2:39


estaba a las puertas. La cabeza de oro sería reemplazada por los brazos y el
pecho de plata de la imagen”.30 Aun con todo, Babilonia no fue totalmente
destruida. La ciudad permaneció allí por varios años más. De hecho, la historia
nos dice que ahí fue donde Alejandro Magno murió en el año 323 a.C., de
acuerdo con Carballosa (p. 110). La Biblia también nos dice que Babilonia va a
ser reedificada, pero volverá a recibir juicio, esta vez para su completa
destrucción (Ap. 17 y 18).

Mientras las profecías de Jeremías e Isaías nos relatan cómo Babilonia iba
a caer, el Libro de Daniel nos relata los acontecimientos internos de este hecho.

28 Carballosa, Daniel y el Reino Mesianico, 110.

29 Phillips, Exploring the Book of Daniel, 84.

30 Carballosa, 115.

24
Con esto, el lector tiene una descripción completa y detallada de lo que ocurría
fuera y dentro de las paredes de este gran imperio.

Daniel comienza su relato diciendo que Belsasar tenía un banquete al


cual invitó a mil de sus príncipes y bebió vino. Parece ser que el vino nubló su
juicio, pues bajo su influencia cometió un acto sacrílego delante de Dios. El
mandó traer los vasos de oro de plata que habían traído del templo de Jehová
de Jerusalén. Belsasar, los príncipes y las mujeres que los acompañaban
bebieron y alabaron a sus dioses. Es obvio que a través de este acto ellos
estaban poniendo a sus dioses como a superiores al Dios de Israel (vv. 1-4).

El gozo de Belsasar y sus convidados no iba a durar mucho. Dios,


mostrando su omnisciencia y su soberanía, empezó a pagar a los babilonios
conforme a todas sus malas obras y les demostró que sus dioses de oro,
bronce, plata, madera o de cualquier otro material que ellos usaran, dioses que
estaban felizmente adorando, no podían hacer nada para ayudarles.

Unos dedos de una mano humana “vienen al frente” o aparecen y


empieza a escribir en la pared (v. 5). Al ver esto Belsasar se asusta de tal
manera que el color se le va de su rostro, sus caderas se debilitan y sus rodillas
empiezan a chocar una con la otra y empieza a gritar con todas sus fuerzas un
grito de auxilio desesperado pidiendo la presencia de todos los sabios de
babilonia, los cuales vinieron ante él. Sin embargo, no pudieron leer ni
interpretar la escritura, a pesar de los buenos incentivos que Belsasar había
ofrecido, que eran: un vestido de púrpura, un collar de oro y el tercer lugar más
alto cargo en el reino (vv. 6-8).

Viendo que nadie podía interpretar la escritura, Belsasar se turba aún


más. La reina es llamada a la presencia del rey y ella trata de consolar a
Belsasar y le recuerda de un hombre que fue capaz de interpretar los sueños de
Nabucodonosor cuando nadie más pudo (9-12). Entonces Daniel es traído
delante del rey, el cual le cuestiona a cerca de su identidad y capacidades,
seguramente sólo para corroborar la información recibida, ya que lo más
probable es que esta era la primera vez que se encontraba con Daniel para algo
como esto. Belsasar ofrece a Daniel las mismas recompensas que ya había
ofrecido a los otros sabios, las cuales Daniel rechaza (13-17). Sin embargo no
se niega a dar la interpretación de la escritura.

Daniel comienza aclarando que la grandeza de Babilonia no se debía al


gran poderío y reinado de Nabucodonosor, sino a la voluntad de Dios, pues fue
Dios quien le otorgó el reino y el poder (18-19). Daniel también relata acerca
de la lección de humildad y quebrantamiento que Dios le dio a Nabucodonosor
(20-21). Es seguro que esta experiencia de Nabucodonosor era bien conocida
entre los babilonios, pues fue proclamada, por edicto de Nabucodonosor a

25
todas las naciones, pueblos y lenguas (4:1). Belsasar conoció de estos hechos y
aún así no se humilló delante de Dios y reconoció su grandeza (22), sino que
más bien se burló de Dios y profanó sus utensilios de oro y plata (23). Daniel le
recuerda a Belsasar que su vida está en las manos de Dios.

Fue Dios mismo quien mandó esa mano a escribir en la pared (24). La
escritura decía: MENE, MENE, TEKEL UPARSIN (MENE TEKEL PERES) ‫מְנֵא (מְנָה) תְּקֵל‬
‫ פַרְסִין (פְּרֵס‬es el singular de ‫ )פַרְסִין‬Esto se vería así en arameo o hebreo: ‫פַרְסִין‬
‫ תְּקֵל מְנֵא מְנֵא‬Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin. Has sido pesado en la
balanza y hallado falto de peso. Tu reino ha sido dividido y entregado a los
medos y persas (24-28).

Daniel interpreta el sueño y recibe las recompensas que le prometieron,


aunque ya las había rechazado. Esa misma noche Belsasar muere y Darío de
Media, de sesenta y dos años, toma el reino (29-31).

26
DANIEL 6
El capítulo 6 es el último de la sección histórica de este libro. En los
escritos en arameo, el versículo 5:31 de nuestras versiones en español, e
inclusive en inglés, viene siendo el primer versículo del capítulo 6 (5:31 = 6:1
en arameo).31 Por consiguiente, el capítulo 6 de Daniel en arameo tiene 29
versículos.

Así que en arameo el capítulo seis comienza mencionando que Darío el


Meda recibió el reinado a la edad de 62 años. En este tiempo, el 539 a.C.,
Daniel sería ya un hombre de 81 años aproximadamente. Existen algunos
críticos que encuentran un error histórico en este capítulo, pues mencionan que
no existe mención de este rey fuera de lo que la Biblia menciona. Algunos
piensan que ésta es una confusión con Darío I de Persia (522-486 a.C.), quien
tuvo que poner fin a dos revueltas en Babilonia. Los que proponen que el Darío
de Daniel es Darío I piensan que existe una confusión y que algunos han
confundido la intervención de Darío I en las revueltas con la conquista de
Babilonia.32 Si aceptamos esta opción, entonces estaremos aceptando que el
libro de Daniel contiene errores históricos, y esto minaría su credibilidad.

Existen otras posibilidades. Probablemente las dos más populares son:


Ciro tenía otro nombre, el cual era Darío. Esta posibilidad se viene abajo si uno
considera el versículo 9:1 de este libro en donde se dice que Darío fue
establecido como rey de los caldeos, o “fue hecho rey”. Esta frase implica que
hubo otro poder superior que le otorgó este privilegio, lo que implica alguien
más en una posición más alta. Es mejor pensar que Darío es otra persona
diferente a Ciro. Algunos piensan que Darío fue Ugbaru, el general que estuvo
envuelto en la conquista de Babilonia, pero que murió tres semanas después de
haber tomado Babilonia. Otros más identifican a Darío con Gubaru, un
gobernador que estuvo bajo la autoridad de Ciro.33 Ésta es la opción más
plausible, puesto que concuerda con los registros históricos seculares.
Walvoord recuenta estos hechos históricos de la siguiente manera:

Babilonia fue conquistada por Ugbaru, el gobernador de Gutium,


quien guío al ejército de Ciro y entró en la cuidad de Babilonia en la

31 Net Bible, recurso electrónico, s.v. “Daniel 5:31”.

32Rebert B. Chisholm Jr., Handbook on the prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2002),
294.

33 Ibid.

27
noche del festín de Belsasar. Nabónido, quien era el padre de Belsasar,
había huido de Babilonia el día anterior solamente para ser capturado y
después morir en el exilio. Cuando Babilonia cayó ante Ugbaru el 11 de
octubre del 539 a.C., Ciro mismo había permanecido con otras tropas en
Opis, y no hasta dieciocho días después, en octubre 29, realmente en
Babilonia. Un hombre de nombre Gubaru fue elegido por Ciro para
gobernar en Babilonia. Ochos días después de la llegada de Ciro, Ugbaru
murió.34

Así que, en vez de negar la historicidad del libro de Daniel, podríamos


inclinarnos a pensar que este Darío es el mismo Gubaru. No era raro en la
antigüedad que personas importantes tuvieran, e incluso adoptaran o se les
diera un segundo nombre, el simple caso de Daniel mismo nos lo dice. A
demás, como Walvoord también dice: “Debe ser enfatizado que no hay un
hecho establecido que contradiga a una persona con el nombre de Darío el
Meda reinando sobre Babilonia si Darío es un nombre altanero para un
gobernador conocido”.35 Concluimos pues que no existe evidencia suficiente
para negar que Darío y Gubaru pudieran ser la misma persona, Sin embargo,
hay muchas posibilidades de que sí lo sea, aunque hay que ser honestos y
aceptar que esa posibilidad no es tampoco completamente cierta.

El segundo versículo del capítulo 6, según los escritos en arameo, 6:1 en


nuestra versión, nos dice que Darío estaba organizando su gobierno
estableciendo 120 sátrapas, es decir gobernadores que estaban bajo ciertas
porciones de tierra o provincias llamadas satrapías (Carballosa, p. 123). Estos
sátrapas tenían bajo su cuidado todo el reino. Ellos a su vez estaban bajo el
cuidado y la dirección de tres presidentes, entre los cuales estaba Daniel. Esta
medida la había tomado Darío para evitar fraudes, robos, o cualquier otro tipo
de merma en los negocios del gobierno de este reino.

34John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press, 1971),
132-133.

35 Ibid., 134.

28
Dario

Daniel Principe 2 Principe 3

40 40 40
Sátrapas Sátrapas Sátrapas

Todo el reino sobre el cual


Darío estaba a cargo.

Es de suponerse que estos 120 gobernadores, o príncipes, debieron de


haberse considerado gente capaz de realizar el trabajo y confiables, gente que
estaba familiarizada con las regiones y con impuestos, así como los problemas
que estos conllevaban. Aun así, por orden de Darío, ellos debían dar cuenta a
estos tres superiores. Es obvio que estos tres debían ser aún más capaces que
los sátrapas, pues debían tener la capacidad de atender a 40 de estos 120
sátrapas y con ellos todos los asuntos que las provincias o satrapías
implicaban. Es también prudente pensar que, puesto que seguramente estos
tres presidentes eran los que al final daban cuenta a Darío, eran hombres de su
confianza, a tal punto de dejarles a cargo de esa gran tarea y de ser
responsables de reportarle directamente a él, lo que implicaba contacto directo
con Darío. Sin embargo, de entre estos tres Daniel sobresalió.

La invariable integridad de Daniel, claro, fue lo que preparó el


camino para él. Las cortes del este fueron siempre lugares que
propiciaban los sobornos y la corrupción. Rara era la persona que estaba
en cualquier lugar de poder no obteniendo lo necesario para su propio
beneficio. Los varios sátrapas bajo Daniel llegaron a odiarle. Él era el
obstáculo entre ellos unos bolsillos llenos. Él estableció un paso firme, y
era duro para algunos de ellos mantenerse a su paso. No habría tiempo
para flojear bajo sus ojos de águila. Y no había oportunidad de hacer
malabarismos con las cuentas o de retirar algún dinero extra para ser
depositado en un lugar seguro hasta necesitarlo.36

Así que viendo su integridad, Darío decide poner todo el reino bajo su
cargo. Esto podría significar que los otros dos presidentes quedaron a su cargo
o que él estaba ahora a cargo de todos los sátrapas o príncipes. Cualquiera que

36John Phillips, Exploring The Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2004), 98.
Traducción mía.

29
fuera el caso, esto significaba una cosa: Ahora todos estarían bajo una estricta
supervisión. Esto era catastrófico para estos hombres, sus oportunidades para
hacerse de riquezas, una mejor vida, un mejor puesto político, se estaba
desintegrando. Si era el caso de que los otros dos presidentes quedaron bajo
Daniel, uno puede al menos imaginar su disgusto. Daniel, un judío exiliado, de
aproximadamente 81 u 82 años, era ahora su jefe, y era muy probable que
muchos de estos sátrapas y aun los presidentes fueran más jóvenes que él. Así
que tener a Daniel sobre ellos quería decir que su carrera política había llegado
a su tope máximo, lo que ellos no querían. Además de que, como ya se dijo,
sus ganancias económicas estaban en peligro. Si todos los sátrapas quedaron
bajo la autoridad de Daniel quiere decir que los otros dos presidentes fueron
removidos de sus puestos y que los sátrapas tenían que rendir cuentas
directamente a Daniel.

Viendo las circunstancias anteriores podríamos deducir que era muy


probable que existiera una atmósfera de tensión y descontento entre los
presidentes y los sátrapas, aun entre los que hacían “negocios” con ellos.
Podríamos decir que no había poca gente inconforme con esta decisión. Es muy
probable que estas fueran las causas, incluyendo la envidia, que motivaron a
estos hombres a conspirar contra Daniel. Ellos buscaron algo, algún pretexto,
dice la Biblia, para poder acusarle, pero “ninguna negligencia ni corrupción
podía hallarse en él” (BLA v.4b).

Así que al no poder encontrar nada corrupto o alguna negligencia o


infidelidad para acusarle, planearon usar aquello que hacía a Daniel especial en
su contra: Su fe (v.5b). Nos dice la Biblia que estos hombres planearon apelar al
ego del rey Darío (vv.6-8), ya que con la petición que hicieron a Darío le
estaban confiriendo un lugar entre las divinidades, así que Darío firmó (v.9).
Esto con el propósito de condenar a Daniel al foso de los leones. Walvoord nos
explica un poco diciendo: “Bajo el impacto psicológico de la conglomeración de
estos oficiales en tal fuerza y presentando tal inusual petición diseñada para
honrar a Darío y reconocer en el poderes divinos, Darío firmó el escrito y el
decreto; y se convirtió en una ley la cual no podía ser cambiada”. 37

La trampa era simple, “convirtamos a Darío en un símbolo e incitemos a


Daniel a cometer idolatría, la cual, si él sigue fiel a sus principios, no cometerá
y así, se condenará a sí mismo”. Este edicto no cambió para nada la fe y los
hábitos piadosos de Daniel. Él seguía orando a Jehová, es decir, llevando sus
peticiones delante de Dios y no delante de Darío, lo que constituía una falta
contra el edicto. Daniel no se escondía, sino que abría las ventanas de la
cámara y oraba tres veces al día (v.10). No es entonces extraño saber que Dios

37 Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation, 136.

30
le bendecía en todo lo que él hacía, pues estaba en constante comunicación con
Dios. Es muy probable que las ventanas apuntaran a Jerusalén. Daniel seguía las
instrucciones del profeta Jeremías (Jr. 29:1).

Los acusadores seguían con su plan y seguramente montaron una


guardia para ver el comportamiento de Daniel y poder acusarlo. Y precisamente
eso hicieron (vv. 11-13). Es interesante notar que ellos primero hacen una
pregunta retórica a Darío, en la cual el propósito es sólo poner en evidencia a
Daniel y desechar cualquier posibilidad de que Daniel pudiera escapar de su
condena. El rey había declarado y firmado un edicto que no podía ser revocado.
Y aunque el mismo Darío, nos dice la Palabra, “trabajó hasta la puesta del
sol” (v.14) para tratar de liberar a Daniel, no pudo. Este versículo 14 nos dice
que Darío estaba realmente angustiado y preocupado por Daniel. Él quería
salvarlo y se propuso firmemente hacerlo. Pero aun con todos sus esfuerzos no
pudo (15).

Darío manda entonces traer a Daniel y es llevado al foso de los leones.


Entonces Darío dice algo interesante: “Tu Dios, a quien tú constantemente
sirves, Él mismo te va a librar”. No podemos tomar esto como una declaración
de fe en el Dios de Daniel. Es muy probable que era algo así como un deseo de
buena suerte. Eso lo sabemos porque él mismo pregunta a Daniel al día
siguiente si su Dios lo libró (v.20).

Daniel fue puesto en el foso y una piedra tapó la entrada y la sellaron. El


rey no comió, ni bebió, ni pudo dormir esa noche, y muy de mañana fue a ver
qué había pasado con Daniel (vv.18-19). Daniel le respondió al rey sin
resentimiento y le dio testimonio al rey de cómo su Dios, a quien él servía y la
causa por la cual él estaba allí, lo había salvado cerrando la boca de los leones.
Delante de Dios, Daniel era inocente. Daniel es sacado del foso, posiblemente
usando algunas cuerdas y sin quitar la piedra de la entrada, pues esto les
ahorraría trabajo y sería más rápido. 38 El rey estaba contento de que Daniel
estaba vivo. Enojado de ser utilizado por estos hombres corruptos para realizar
su venganza y librarse de Daniel, el rey mandó a echar a todos los acusadores
de Daniel y a sus familias al foso de los leones, y mandó un escrito
reconociendo la soberanía y poderío del Dios de Daniel (vv.24-27). Daniel gozó
de un buen tiempo bajo el reinado de Darío (v.28).

38 Ibid., 142.

31
DANIEL 7
El capítulo 7 de este libro comienza la sección profética del mismo. Hay
que recordar que este capítulo es el último en la sección escrita en arameo. En
los primeros seis capítulos Daniel nos relata eventos históricos que nos ayudan
a conocer la manera en que Dios mostró su poder y soberanía, aún en los
tiempos de opresión de su pueblo. Dios siempre está con aquellos que le
quieren servir y le honran. Estos seis capítulos también pudieran ser un
preámbulo a las profecías que iban a ser reveladas. No hay una mejor nota que
saber que Dios es omnipotente y soberano para ayudar al lector a recibir con un
corazón y mente abiertos lo que Dios está revelando a través de Daniel.

Como ya se había mencionado antes, el sueño de Nabucodonosor y la


profecía de Daniel de este capítulo son paralelos. Daniel comienza este capítulo
mencionando que este sueño y las visiones que tuvo ocurrieron en el primer
año del reinado de Belsasar. Parecer ser que en vez de que la cronología vaya
avanzando conforme pasan los capítulos, está retrocediendo. Pentecost nos
ayuda a ubicarnos históricamente. Él dice:

La visión registrada por el profeta Daniel en este capítulo le fue


revelada en el primer año del reinado de Belsasar, 553 a.C., cuando
Belsasar fue hecho corregente con Nabónido. El sueño de Daniel precede
por 14 años a su experiencia en el foso de los leones (cap. 6), el cual
ocurre en, o poco después, del 539 a.C. Cuando el sueño viene Daniel
tiene como 68 años de edad, porque él fue tomado cautivo 52 años
antes, en el 605 a.C.39 (aproximadamente a la edad de 16).

Según el relato, Daniel estaba en su cama cuando recibió esta revelación


y después escribió la substancia de su sueño (NET Bible). Esta revelación no es
una repetición en sí de lo que Nabucodonosor vio. Daniel da muchos más
detalles y cosas celestiales también le fueron reveladas. La gran diferencia es
que Daniel era un siervo de Dios y Nabucodonosor un pagano, y aunque a Dios
le plació revelar a Nabucodonosor algunas cosas, no le reveló lo mismo que a
Daniel.

Daniel comienza diciendo que los vientos estaban agitando el gran mar
(v. 2). La expresión no es muy clara y no se puede saber si se refiere al mar
Mediterráneo o a una multitud de gentes. Walvoord explica que la mención de
los cuatro vientos del cielo, el gran mar y las cuatro bestias indican

39J. Dwight Pentecost, The Bible Knowledge Commentary, eds: John F. Walvoord y Roy B.
Zuck(Victor Books, 1985), 1349, s.v. “Daniel.”

32
universalidad. 40 De este mar salen cuatro diferentes bestias (v. 3). Daniel
comienza a describirlas una por una. La primera era semejante a un león con
alas de águila. Carballosa apunta al hecho de que las figuras del león y el águila
representan realeza o grandeza, uno en la tierra y el otro en el cielo. Esta
bestia, sabemos por la información del capítulo 2:38, es Babilonia. A esta bestia
se le arrancan las alas y se le obliga a pararse en dos pies, como un humano y
se le da “un corazón humano”. Hablando del versículo 4 de este capítulo,“La
referencia de que sus alas fueron arrancadas…”, dice la NET Bible, “…es
probablemente una referencia al tiempo de la enfermedad de Nabucodonosor
(cap. 4). La ultima parte del v. 4 entonces describe la restauración de
Nabucodonosor”.41

Daniel sigue describiendo a las otras tres bestias. La segunda se


asemejaba a un oso, el cual estaba levantado más de un lado que del otro y
tenía tres costillas en su boca, a la cual le dijeron “levántate y devora mucha
carne”. Esta bestia representa al reino Medo-Persa y las tres costillas, de
acuerdo con muchos eruditos, pudieran representar los reinos de Lidia,
Babilonia y Egipto. 42

La tercera bestia, Daniel nos dice, era semejante a un leopardo con cuatro
alas en su espalda y cuatro cabezas. Este es el imperio Griego. Tanto el
leopardo como las alas simbolizan velocidad y movilidad, características con las
que se podría identificar a Alejandro Magno, quien en un periodo de diez años
(334 a.C. al 324 a.C.) conquistó un gran imperio. Phillips nos dice: “El leopardo,
con su gracia y belleza, velocidad y ferocidad, era un símbolo que le sentaba
bien a Alejandro el Grande y el imperio Griego. Las cuatro alas del leopardo
agregadas a la imagen, representando la increíble velocidad con la cual el joven
macedonio subyugó el mundo entero”.43 Cuando Alejandro Magno muere en
Babilonia en el 323 a.C., el reino es dividido en cuatro. Eso es lo que
representan las cuatro cabezas. Carballosa nos dice que Grecia y Macedonia
fueron dadas a Casandro; Egipto y Palestina, a Ptolomeo; Tracia y gran parte de

40John F. Walvoord, Daniel The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press,
1971), 152.

41 NET Bible, recurso electronic, s.v. “Daniel”.

42 Carballosa, Phillips y Chisholm están de acuerdo con esta interpretación. Evis L.


Carballosa, Daniel y el Reino Mesiánico (Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 1999), 136; John
Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2004), 114 y
Robert B. Chisholm Jr., Handbook on the Prophets (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2002),
306.

43 Phillips, Exploring the Book of Daniel, 115. Traducción mía.

33
Asia Menor, a Lisímaco; y Siria y gran parte del Medio Oriente, a Seleuco. Como
a cada gobierno y reino que ha existido en este mundo, a este reino le fue dado
dominio por Dios para gobernar. Nadie puede gobernar si esa no es la voluntad
de Dios.

Daniel no identifica la última bestia con ningún otro animal conocido. Sin
embargo, da una descripción muy impresionante. En la versión de las Américas
se lee así: “Después de esto seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí,
una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte que tenía
enormes dientes de hierro; devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus
pies. Era diferente de todas las bestias que le antecedieron y tenía diez
cuernos”. Esta bestia no era como ninguna de las otras. Daniel la describe
como terrible y con una fuerza descomunal, destructora y sin misericordia.
Además, esta bestia tenía diez cuernos. Esta bestia representa el reino romano,
el cual era poderoso y despiadado en la batalla.

Phillips nos dice que este reino duró 500 años, mientras que los otros
reinos duraron menos que eso, aun si se combinan sus años de reinado. Los
babilonios reinaron por 70 años, los persas por 200 años y los griegos por 180
años. Es ahora lógico ver porque en el sueño de Nabucodonosor este imperio
era representado por las piernas y los pies, pues eso podría hablar de la
longitud de su reinado. Roma conquistó toda la península itálica en el 266 a.C.,
y de ahí fue expandiendo su territorio: Conquistaron Cartagena en el 202 a.C.,
derrotando a Aníbal; absorbió Grecia y Macedonia y en el 1 a.C. toda la
península Griega era ya otra provincia romana. Después comenzaron su
conquista en el este, conquistando Bitinia, Siria, Palestina y Jerusalén. En el 30
a.C. Egipto, el último reino sobreviviente del imperio de Alejandro el Grande, es
conquistado. Para el 84 d.C. Britania o Gran Bretaña es subyugada. Después
conquistaron más naciones, excepto por las tierras más allá del Éufrates.44
Todas estas naciones fueron gobernadas con mano de hierro. Phillips agrega lo
siguiente:

Los romanos construyeron magníficos caminos para unir los varios


alejados territorios a la capital imperial. Las disciplinadas tropas romanas
acabaron con revueltas e impusieron leyes romanas e instituciones a los
subyugados. Junto con todas estas cosas trajeron supersticiones
religiosas paganas y crueldad innegable.
Daniel captó solamente un vistazo de estas cosas en su visión, pero lo
que él vio era suficientemente terrible—un monstro con grandes dientes
de hierro y garras de latón, devorando, rompiendo todo en pedazos y
aplastando debajo de sus pies lo que quedaba. Ciertamente, la historia

44 Ibid., 116.

34
de Roma fue más sanguinaria que aún la de Persia y Grecia.
Principalmente, entre sus muchos crímenes se debe de contar la
crucifixión del Hijo de Dios. Si este crimen de crímenes no es suficiente.
Diez cesares desde Nerón a Diocleciano persiguieron a la iglesia sin
compasión.45

Esta es la gran bestia que vio Daniel. Los diez cuernos son diez reyes. Sin
embargo, Daniel ve salir un cuerno más, que derriba tres de los cuernos ya
existentes, lo que indica que todos los cuernos estaban firmes. Tal vez lo más
asombroso e inquietante para Daniel es que este cuerno pequeño tenía ojos y
boca con la cual hablaba insolencias o cosas arrogantes, según la NVI y LBA.

En el versículo 9 la visión parece cambiar y ahora Daniel describe una


visión celestial. Él sigue mirando hasta que se establecen tronos y el anciano, o
el eterno, se sienta. Este anciano viste vestiduras muy blancas y el cabello de su
cabeza es como la lana de una oveja, lo que habla de la pureza de Dios. Esta
visión está relacionada con un jurado y es interesante que este jurado se
prepare al momento en que el pequeño cuerno aparece. Carballosa menciona
que el río de fuego que sale de delante del anciano representa el juicio, la gloria
y la justicia de Dios (v. 10). La siguiente escena habla de la soberanía y
grandeza de Dios y de cómo los ángeles, miles de millares, le sirven. Existen
miles de ángeles y seguramente cada uno de ellos tiene diferentes actividades,
aun así todos trabajan para servir a Dios. La LBA traduce el final de este
versículo: “El tribunal se sentó y se abrieron los libros”. Esto nos dice que un
juicio estaba a punto de empezar y que además de Dios hay más seres
sentándose en el resto de los tronos. En los libros estaban seguramente
escritas las obras de aquellos que iban a ser juzgados (Ap. 20:11-13).

Los versículos 11 y 12 nos hablan del juicio que vino sobre las bestias. La
bestia con el cuerno pequeño que hablaba palabras arrogantes es muerta y su
cuerpo destruido y echado al fuego, lo que nos recuerda el juicio en Apocalipsis
(19:17-21, juicio completo a la bestia, su líder y al anticristo). A las otras
bestias se les quita el dominio, aunque no son destruidas, por lo menos por un
tiempo determinado.

Los versículos 13-14 nos describen una escena en la cual todo dominio y
soberanía es dada a Jesús por el Padre. Este dominio es eterno. El reino de Jesús
es eterno, nunca será destruido y se extiende sobre todos los pueblos,
naciones y lenguas.

Daniel parece no entender las visiones y su espíritu se angustia y sigue


pensando en ellas, lo cual lo perturba (v. 15). Daniel se acerca a uno de los
seres que estaban ahí presentes y le pide que le interprete las visiones, lo cual

45 Ibid., 116-117.

35
el ser hace. Seguramente este ser era un ángel, así como un ángel le explicó
algunas cosas al apóstol Juan (Ap. 19:9-10; 22:8-9), también uno le explicó
estas cosas a Daniel (v. 16). El ángel le explica a Daniel que las cuatro bestias
son cuatro reyes terrenales que se levantarán. Después del reinado de estos
cuatro reyes, el cual es temporal, los santos (de todas la edades y posiblemente
aun los ángeles, según Carballosa, p. 146). Recibirán un reino eterno (vv.
17-18).

Daniel sigue teniendo curiosidad por saber la identidad de la cuarta


bestia, de los diez cuernos y del cuerno pequeño, cuya apariencia es mayor que
la de los otros cuernos y el cual hizo guerra contra los santos (Ap. 13:7). Este
cuerno pequeño estaba ganando la guerra que hizo en contra de los santos
hasta que Dios interviene y hace justicia pagando al cuerno pequeño la debida
retribución y dando el reino a los santos. Este cuerno pequeño es el anticristo
(Ap. 13:1-10). Ya se vio anteriormente (v. 11) que la cuarta bestia junto con sus
cuernos, incluyendo el pequeño, va a ser destruida. Después de su destrucción
los santos van a reinar. Escatológicamente uno puede identificar esto con la
segunda venida de Cristo a la tierra, en donde empezará un reino de mil años,
que es una antesala al reino eterno que todos los santos vamos a disfrutar, y un
cumplimiento a las profecías de Dios en relación a Jesús y el trono de David.

El ángel termina de explicar a Daniel que la cuarta bestia es un cuarto


reino terrenal. Aparentemente este reino va a ser terrible, pues siendo diferente
de todos los demás va a ser despiadado. Como se ha dicho ya, este reino
representa el reino romano. El cual, aparentemente resurgirá. Los diez cuernos
son diez gobernantes que se levantarán. Después de estos diez, uno más se va
a levantar y va a subyugar a tres de los diez anteriores. Este cuerno pequeño se
va a manifestar claramente en contra de Dios y de sus santos. Hablará palabras
contra Dios y va a afligir a sus fieles (Ap. 12; 13:7 y 17) (Carballosa, p. 150).
Este cuerno pequeño también tratará de cambiar los tiempos y la ley. Phillips
piensa que esto tiene que ver con las costumbres y la ley de los judíos, él dice:
“Él va a repeler el sistema de leyes judío-cristianas, junto con su religión e
instituciones”.46 Lo cual tiene sentido si uno piensa en la persecución que los
cristianos, y todo lo asociado con ellos, van a sufrir. Además, concuerda con el
contexto del pasaje. Carballosa piensa que esta frase tiene más un sentido
general (p. 150). Al cuerno pequeño se le va a dar potestad sólo por tres años y
medio. El texto en el idioma original usa la palabra !D'[i que se puede traducir
“tiempo o año”. La NET Bible nos dice que la segunda vez que se usa esta
palabra es en una forma que representa dualidad y no pluralidad. Por eso se
debe interpretar como tiempo y dos tiempos o años y dos años y medio.

46 Ibid., 128.

36
Después de estos tres años y medio la corte se sentará y juzgará, y el
dominio que se le dio al cuerno pequeño le va a ser quitado y él será destruido
(Ap. 19:20). El dominio que tenía será dado a los santos de Dios y todos los
dominios le van a servir.

Esta visión trajo gran conmoción, miedo y silencio en la vida de Daniel.


Esto nos dice que físicamente hablando, no era fácil recibir revelación de parte
de Dios. Aparentemente el cuerpo y el alma sufren cuando reciben este tipo de
visiones. Daniel estaba pálido, lo que habla de un desgaste físico de algún tipo
y su alma y su mente estaban turbadas (7:28).

37
DANIEL 8
En el tercer año del reinado de Belsasar, Daniel tiene otra visión a la edad
aproximada de 69-70 años (551 a.C.). Daniel mismo declara que es una visión
subsecuente a la que tuvo anteriormente o como se traduciría literalmente “en
el principio”. Hay que recordar que esta sección está escrita en hebreo y no en
arameo. Aparentemente Daniel se ve así mismo en la ciudad de Susa, de la
provincia de Elam, que se localizaba a unos 380 km. de Babilonia. Era una
ciudad a la cual los reyes persas iban a pasar el invierno. 47 Cabe la posibilidad
de que Daniel hubiera sido transportado físicamente a ese lugar, o que
solamente se hubiera visto en ese lugar como parte de la visión. Daniel se ve
así mismo a un lado del canal Ulai. Ulai era un canal artificial y no un río de
cauce natural. 48

En esta visión Daniel no estaba durmiendo. Podemos suponer que él


estaba despierto cuando la visión vino a él. Daniel ve ahora dos animales: Un
carnero y un macho cabrío. En los versículos 3 y 4 Daniel habla de un carnero
que tiene dos cuernos, sin embargo, uno le crece más que el otro. El significado
de este carnero es revelado aquí mismo en el versículo 20. Nos habla
claramente del los medo-persas, en cuyo reino los medos fueron dominados
por los persas cuando Ciro subió al poder (550 a.C. según Carballosa, p. 158).
Eso está relacionado con la bestia que parecía un oso parado más de un lado
que del otro (7:5).

El macho cabrío del capítulo 8:6-8 simboliza al imperio Griego, el cual


derrocó al imperio Medo-Persa entre los años 334 y 331 a. C., cuando
finalmente derrota a la mayoría de su ejército en la batalla de Gaugamela.
Alejandro Magno no conocía fronteras y su ambición era mucha. Pensando que
la India era sólo una pequeña península se lanzó a conquistarla en el verano del
327 a.C.. Alejandro emprendió la conquista y lo hizo con la misma rapidez y
furia con la que lo había hecho en otros continentes. Por eso Daniel lo describe
así: “Un macho cabrío venía del occidente sobre la superficie de toda la tierra
sin tocar el suelo” (v. 5b BLA). La mención de “no tocar el suelo” se refiere a su
rapidez, ya mencionada en el 7:6. Este hombre era tan entusiasta y ambicioso
que sus hombres no podían seguirle el paso. En relación con la conquista de la
India, Phillips nos relata.

Pero las tropas de Alejandro ya estaban cansadas de eso. Coenus, uno


de sus fieles oficiales, ahora viejo y enfermo, trató de razonar con el

47 NET Bible, recurso electrónico, s.v. “Daniel 8:2”.

48 Ibid.

38
infatuado Alejandro, diciéndole: “Señor, si hay una cosa que un hombre
exitoso debe de saber, es cuando parar”. Alejandro estaba furioso. Él
trató con persuasión y trucos, pero no fueron útiles. Era el fin.
Enfurecido, Alejandro se regresó.
Fue en el otoño del 326 a.C., y ellos tuvieron que pelear otras batallas.
Alejandro fue seriamente herido por una flecha. Sus hombres no podían
imaginar tener otro líder y, mientras el gran conquistador colgaba entre
la vida y la muerte, ellos se preguntaban como regresarían a casa.
Alejandro se recuperó, como sea, y la larga marcha de regreso continuó
con más batallas y más victorias.
El carácter de Alejandro se comenzó a deteriorar. Ha sido bien dicho
que “el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
Alejandro había conocido una larga serie de victorias, y ellas—
combinadas con riqueza, poder, estrés, y una creciente dependencia en el
alcohol— empezaron a cobrar su pago de Alejandro. 49

Este macho cabrío vence al carnero y le destroza los dos cuernos y lo deja
sin fuerzas para volver a levantarse (v. 6-7). En el pináculo de su carrera
Alejandro Magno muere. Eso es lo que significa el cuerno largo del macho
cabrío que se rompe. Alejandro muere y el reino es dividido entre cuatro reyes.
Esos son los cuatro cuernos que salen en lugar de este cuerno grande. Como ya
se mencionó antes, cuando Alejandro Magno muere en Babilonia en el 323 a.C.
el reino es dividido. Carballosa nos dice que Grecia y Macedonia fueron dadas a
Casandro; Egipto y Palestina, a Ptolomeo; Tracia y gran parte de Asia Menor, a
Lisímaco; y Siria y gran parte del Medio Oriente, a Seleuco (136). Como a cada
gobierno y reino que ha existido en este mundo, a éste le fue dado dominio por
Dios para gobernar.

Phillips nos presenta una cronología muy detallada de la muerte de


Alejandro Magno. Él nos dice:

Hacia el final de mayo del 323 a.C. Alejandro estaba de regreso en


Babilonia, preparándose para invadir Arabia, pero ese país fue perdonado
porque la muerte vino a escena.

En la noche de mayo 29 Alejandro asistió a una función ofrecida en


honor de su almirante, Nearcus. Ellos bebieron mucho. Después de la
cena Alejandro decidió irse a la cama pero fue persuadido por su amigo
Medius de ir a otra fiesta en vez de irse a acostar. Después de más
bebidas alguien le pasó a Alejandro una copa grande de vino no diluido.
Él la dejó vacía tomándola toda… Fue llevado a la cama y despertó la

49John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 136. Traducción mía.

39
mañana siguiente con una fiebre alta, la cual decidió ignorar. Se levantó
y, más tarde en el día, comió y bebió con su amigo Medius. Esa noche la
fiebre se elevó. Pasó la noche en la tina de baño tratando de mantenerse
fresco, al día siguiente, estaba de regreso en su recamara jugando dados.
Él hizo un valiente esfuerzo por conducir sus negocios, discutiendo
los planes de invasión de Arabia con su almirante y otros altos oficiales.
Pero fue en vano. La noche de junio 3 fue encontrado muy enfermo. En
junio 5, él se retiro a su recamara. En junio 6, le pasó su anillo a Pérdicas,
su oficial mayor, para que la administración del día a día continuara
fluyendo suavemente. Él todavía estaba aguantando esa noche cuando
sus tropas macedonias, amontonadas alrededor de su palacio,
demandaron el permiso de verlo. Ellos desfilaron frente a su cama sin
cesar, despidiéndose del hombre que los había llevado tan lejos.
Temprano en la mañana de Junio 10 del 323 a.C., él murió, cortado en su
juventud y en el pináculo de su éxito. El gran cuerno fue roto. 50

Phillips también nos dice que no se sabe a ciencia cierta qué causó la
muerte de Alejandro Magno. Pudo haber sido que nunca se recuperó totalmente
de esa fatal herida que recibió en el campo de batalla. También existe la
posibilidad de un complot en su contra, puesto que había muchas personas
celosas buscando poder o venganza. Como lo dice Phillips, Alejandro había
llevado a sus tropas a través de más de 32,000 kilómetros de batallas
sangrientas, destrucción de ciudades, montañas de hombres muertos y ríos de
lágrimas. Si ocurrió una conspiración, no es seguro. Aunque algunos piensan
que Alejandro fue envenenado. Los que sostienen esta teoría piensan que
Aristóteles, su tutor, preparó el veneno; que Casander lo llevó a Babilonia y que
su copero Iolaus se lo administró.51 Pudo haber sido que murió de alguna
enfermedad como malaria o de una infección de su herida. Realmente no se
sabe.

Después de ver la destrucción de este cuerno grande, salen cuatro


cuernos más y de uno de estos cuernos sale un cuerno pequeño. Este cuerno
pequeño crece y se hace poderoso, tanto que quiere tomar el lugar de Dios y
profana su santo templo (vv. 9-12). Este cuerno va a tener poder por un tiempo
y toda su desolación y profanación van a durar 2,300 días y noches. Este
cuerno pequeño se refiere a Antíoco IV Epífanes, quien reinó en Siria del 175 al
163 a.C. Cuando este hombre falla en conquistar Egipto se vuelve contra
Jerusalén destruyendo sus paredes y profanando el templo, poniendo una

50 Ibid., 136-137.

51 Ibid., 137.

40
imagen suya en el lugar santísimo y ofreciendo un cerdo, un animal impuro,
como sacrificio, (Carballosa, p. 160). Este hombre también persiguió a los
judíos incansablemente. Los 2,300 días y noches pueden representar el tiempo
transcurrido del 171 a.C., el año del asesinato del sumo sacerdote del templo
Onías tercero, y el 25 de Diciembre del 165 a.C., cuando el templo fue
purificado (Carballosa, p. 161).

Daniel también nos dice que no podía entender la visión y que una voz
que vino de entre los bancos de Ulai le pidió a Gabriel que le interpretara la
visión (vv. 15-16). Daniel nos habla de los estragos físicos causados por la
presencia del ángel Gabriel delante de él (vv. 17-19).

Finalmente, Gabriel le explica a Daniel la visión. La explicación del


carnero es simple: el carnero representa los reyes de Meda y de Persia. Daniel
vería conquistado el reino de los babilonios por los medos y los persas muy
pronto (Cap. 5 de Daniel). La explicación del macho cabrío es un poco más
extensa. Los primeros dos versículos hablan claramente de los griegos y lo que
pasó con Alejandro Magno (vv. 21-22). Los siguientes versículos se piensa que
son una profecía de dos etapas. Una ya tuvo cumplimiento con Antíoco IV
Epífanes y la otra tiene cumplimiento futuro. Antíoco IV Epífanes fue un
anticristo que representa de alguna manera el anticristo que va a venir en un
futuro (Ap. 13) (Ver Carballosa, pp. 161-165).

41
DANIEL 9
En este capítulo encontramos a Daniel en el año 538 a.C., el cual era el
primer año del rey Darío, hijo de Asuero. Carballosa aclara que este Asuero no
es el mismo del capítulo 1 del libro de Ester (p.p. 168-169). Daniel estaba
meditando en la Palabra de Dios y nos dice que él miraba en los libros, lo que
nos puede indicar que tenía acceso a más rollos que sólo el del profeta
Jeremías. Estos libros eran los del Antiguo Testamento. La siguiente escena nos
muestra que Daniel creía lo que leía en las Escrituras. Daniel creyó las profecías
de Jeremías. Y no sólo eso, sino que buscó entenderlas. La traducción del
versículo 2 en la BLA nos dice: “En el año primero de su reinado, yo, Daniel,
pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del
Señor que fue revelada al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones
de Jerusalén: setenta años”.

Daniel entendió el número de años en los que se deberían cumplir las


desolaciones de Jerusalén. Estos eran 70 años. Vemos dos cosas interesantes
en esto: Daniel estudiaba las Escrituras; aún más, podemos decir con seguridad
que las escudriñaba y, en segundo lugar, él creía las profecías de la Palabra.
Daniel ahora sabía que estas desolaciones estaban a punto de terminar, pues
esos 70 años ya iban a pasar. Jeremías 25:11-12 nos dice que después de 70
años Dios iba a castigar al rey de Babilonia. En el 29:10 de Jeremías también
nos dice que Dios iba a visitar a Babilonia después de 70 años. Es claro que
Daniel sabía que la desolación iba a durar 70 años. Tal vez el problema real es
que él no sabía exactamente cuando iban a terminar estos 70 años. Phillips nos
dice:

Durante esta “semana” de años, Daniel parece haber estado viviendo


una vida contemplativa. Sus visiones requirieron tiempo para ser
asimiladas a través de estudio bíblico, meditación y oración. Recuerde,
Daniel no tuvo la ayuda de la historia para iluminarlo. Nosotros podemos
ver hacia atrás ahora y ver qué tanto de la verdad profética en el libro de
Daniel se ha cumplido ya. Nosotros tenemos la sabiduría de la
retrospectiva, pero Daniel no tenía esa ventaja. Tampoco pudo él ir a su
biblioteca y sacar una docena de libros para ayudarlo en sus estudios
proféticos. Todo eso tomó tiempo—largas horas, días y semanas de
espera en Dios. Entonces, en el primer año de Darío, la luz se levantó. 52

Hay que recordar también que la gente de Jerusalén fue llevada cautiva en
porciones, es decir, no fue llevada en cautiverio toda junta. De hecho, Jeremías

52John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 152. Traducción mía.

42
escribe a los cautivos en Babilonia y les pide que se establezcan ahí, que no
tengan esperanza de volver pronto a su tierra (Jr. 29:4-10). Eso no suena muy
patriota que digamos. Así que, siendo Daniel uno de los primeros cautivos, era
lógico que le interesara saber cuándo iba a terminar todo esto. El ministerio de
Jeremías se extendió por un buen número de años. Charles H. Dyer dice en
referencia a esto: “El ministerio de Jeremías se extendió desde el 13º año del
reino de Josías (Jr. 1:2) hasta el Exilio de los Jerusalenitas (Jr. 1:3). Así, él
profetizó desde cerca del 627 a.C. hasta al menos el 586 a.C.. De hecho,
Jeremías 40-44 indica que su ministerio continuó más allá de la caída de
Jerusalén, por lo menos hasta el año 582 a.C.”. 53

En los siguientes versículos leemos una hermosa oración en la cual Daniel


intercede por su pueblo y por él mismo como parte de ese pueblo. Es curioso
ver a Daniel haciéndose parte de los pecados que el pueblo había cometido
contra Dios. Después de leer las profecías de Jeremías, Daniel dobla sus rodillas
y busca el rostro de Dios en oración, junto con señales de duelo como el ayuno,
el cilicio y la ceniza. No cabe duda que Daniel estaba de duelo y quería de
verdad demostrarle a Dios su arrepentimiento, tristeza, y tal vez hasta
vergüenza, de todo el mal que el pueblo de Israel había cometido contra Dios.

La oración de Daniel la podríamos bosquejar de la siguiente manera:

1. La confesión del pecado del pueblo de Dios por Daniel (9:4-6). En


el versículo 4 Daniel reconoce la grandeza y fidelidad de Dios para
con los que le temen. En el 5 y 6, Daniel confiesa específicamente
cómo Israel pecó contra Dios.
2. Daniel confiesa la justicia de Dios y declara que el pueblo de Israel
(9:7-8), sus líderes, sus padres y aún él mismo, son los que tienen
los rostros llenos de vergüenza. Esta es una declaración firme de
que Dios no ha hecho nada malo, nada de lo que él debiera
avergonzarse o tratar de esconder su rostro.
3. Daniel reconoce nuevamente la misericordia de Dios y como Dios
está dispuesto a perdonarlos. Daniel está reconociendo el carácter
de Dios y no solamente sus acciones. Es parte del carácter de Dios
el perdonar y tener misericordia; y es a pesar de las iniquidades del
pueblo que Dios sigue actuando de acuerdo a su carácter (9:9-11).
4. Daniel ahora declara que Dios no ha obrado arbitrariamente o de
una manera sorpresiva o desconocida (9:12-14). Dios ha obrado de
acuerdo a todos los estatutos y decretos que él ya le había dado de
antemano a conocer a Israel, de acuerdo a su ley y a sus promesas.

53Charles H. Dyer, The Bible Knowledge Commentary, eds: John F. Walvoord y Roy B.
Zuck(Victor Books, 1985), 1349, s.v. “Jeremiah.” Traducción mía.

43
Aún la disciplina que estaban recibiendo era una consecuencia de
la desobediencia que Israel no desconocía, de acuerdo con las
mismas palabras de Daniel.
5. Daniel suplica a Dios por su perdón (9:16-19). Es importante notar
que en todo momento Daniel se incluye tanto en la confesión como
en la declaración de la justicia de Dios, y aún en la súplica por el
perdón. Cualquiera podría decir que Daniel había tenido un
comportamiento que le permitía excluirse y hasta excusarse de las
transgresiones que Israel había cometido. Sin embargo, no lo hace.
La oración de Daniel es una oración de intercesión por su pueblo,
con un arrepentimiento real y un deseo genuino de ser perdonado
y restaurado. Es una oración de carácter corporativo. Daniel ve a
Israel como una sola entidad y él, siendo parte de este cuerpo o
unidad, se incluye, tomando su responsabilidad. Una oración
semejante la encontramos en el libro de Nehemías 1:4-11.

Daniel aún estaba orando, pidiendo el perdón de los pecados de su


pueblo, cuando el ángel Gabriel viene “volando con presteza” (NVI) delante de él
y lo instruye revelándole algunas cosas. Es impactante ver la razón por la cual
Dios le revela a Daniel estas cosas (vv. 20-23). Gabriel vino a Daniel a darle
sabiduría y entendimiento. Este mandato le fue dado desde que Daniel empezó
a orar y la razón por la que Dios decidió hacer eso es porque, de acuerdo con
Gabriel, Daniel es “un especial tesoro” (NET Bible).

Gabriel procede ahora a revelarle otra profecía a Daniel. Debe pasar un


periodo de siete semanas antes de que termine la prevaricación y para
completar o terminar los pecados tAaJ'x; ~teÛh'l.W.. La frase crítica de entender es
“setenta semanas”. En realidad dice setenta unidades de siete ~y[iøb.vi ~y[i’buv' . La
palabra días no aparece en este versículo, por eso es difícil de interpretar.
Gabriel le dice a Daniel: “Están determinadas setenta unidades de siete”. ¿Pero,
unidades de siete qué? Para encontrar la respuesta debemos de ver en el
contexto del mismo capítulo, del libro en sí y de la Biblia entera. En el capitulo,
cuando se usa este concepto, no se especifica el tipo de unidades de siete. La
misma palabra ~y[i’buv' es usada en este mismo libro en el 10:2, pero ahora viene
acompañada de la palabra ~ymi(y" que es el plural de ~Ay , que significa día.
Entonces, podemos ver que no es posible que en el capitulo 9 Gabriel esté
hablando de días, pues no está especificando que sea así.

¿Cómo se deben de entender pues estas setenta unidades? Carballosa


sugiere tres razones para interpretar éstas como unidades de años. Primero,
Daniel está pensando en años al principio del pasaje (9:1-2); segundo, la
cautividad es resultado de no guardar el año sabático, entonces aquí tenemos
unidades de siete años representadas (seis de trabajo + uno de descanso);
tercero, sólo en los capítulos 9 y 10 de Daniel se usa la palabra “semana” o

44
“unidad de siete”, y sólo en el capítulo 10 se especifica que son unidades de
siete días (p. 179). Entonces, podemos concluir que lo más indicado es pensar
que son unidades de 7 años.

Hay seis objetivos que Dios busca en esas 70 unidades de 7 años (490
años):

1. Sujetar firmemente la prevaricación (p. 179).


2. Cancelar o terminar los pecados.
3. Hacer reconciliación o perdonar la iniquidad.
4. Hacer venir la justicia de los siglos (p. 180).
5. Sellar la visión y la profecía (p. 181).
6. Ungir el lugar santísimo.

¿Cuándo comienzan los 490 años a contarse? Lo más seguro es que


comienzan con el edicto de la restauración de Jerusalén dada por Artajerjes a
Nehemías en el 444 a.C.. “Desde la promulgación del edicto hasta el Mesías
príncipe transcurrieron 69 hebdómadas (483 años). Estos años eran de 360
días, ya que era la duración normal de un año en la cultura bíblica” (Carballosa,
p. 186). Parece ser que la semana 69 termina el 30 de Marzo del año 33 d.C.
con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén (Carballosa, p. 186). Al parecer
muchos quieren terminar la semana 69 con la muerte del Mesías; sin embargo,
la Palabra dice que el Mesías iba a morir o a ser cortado después de la semana
62, mas no por sí mismo, lo iban a matar. Después Gabriel hace referencia al
pueblo romano que destruyó la ciudad de Jerusalén y el santuario en el año 70
d.C.. El anticristo procede de este mismo pueblo (v. 26b).

En cuanto al cumplimiento de la semana 70 existen varias posiciones.


Algunos dicen que la semana 70 ya se cumplió. La posición más
hermenéuticamente correcta es pensar que la semana 70 es futura y que es lo
que se conoce como el periodo de la tribulación, en el cual el anticristo va a
venir y va a hacer pacto con Israel, pero a la mitad de la semana, o de los siete
años, va a romper su pacto y va a perseguir a Israel y matar a todos aquellos
que se identifiquen con el Dios verdadero (Carballosa, p.p. 191-192). Este
hombre va a querer ocupar el lugar de Dios y se le dará poder, pero sólo por un
tiempo, 42 meses, lo que equivale a 3 ½ años (Ap. 13:5-8).

45
DANIEL 10
A estas alturas no es una sorpresa ver a Daniel al comienzo de este
capítulo ubicando al lector cronológica (v. 10:1) y geográficamente (10:4).
Daniel ubica al lector en el tercer año de Ciro, el rey de Persia. La LXX difiere un
poco y nos dice que esto pasó en el primer año de Ciro. Podríamos ubicar estos
eventos en el 536 a.C. y pensar que Daniel tendría unos 84 años (NET Bible).
Una de las razones por la que es posible que Daniel siempre ubica
cronológicamente a sus lectores es porque sus relatos no ocurren uno tras otro
con periodos cortos de espera entre uno y otro. De hecho, entre el capítulo 9 y
10 hay un periodo de 2 años de diferencia; entre el 8 y el 9, 13 años; y entre el
capítulo 7 y 8, solamente 2 años. Esto hace que entre el capítulo 7, que es
cuando Daniel tuve la segunda visión, y el capítulo 10, hay una diferencia de 17
años aproximadamente. Es bueno notar que este capítulo está ubicado casi dos
años después de que Daniel tuvo su experiencia en el foso de los leones y 69
años después, aproximadamente, de que Daniel llegó a Babilonia como un
cautivo.

Hay dos datos muy importantes a considerar en este pasaje. Uno de ellos
es un dato histórico. Para estas fechas ya hacía dos años que Ciro había
promulgado un decreto en el cual se les permitía a los judíos regresar a
Palestina. Phillips nos dice en relación a este evento:

El decreto de Ciro terminando la cautividad Babilónica vio a los judíos


más espirituales llenar sus maletas y dejar Babilonia por la tierra
prometida. Muchos judíos se quedaron atrás, incluyendo Daniel, quien
para ese entonces era muy viejo para ir en tan peligroso viaje… No
mucha gente regresó en relación con la población total de judíos en
exilio, pero ellos eran la sal de la tierra…
Babilonia estaba solitaria sin ellos. Sin dudar, Daniel permaneció en
buenos términos con los judíos que escogieron quedarse. Algunos de
ellos, así como él mismo, eran muy viejos o incapacitados por una salud
enferma. Pero la mayoría de ellos estaban demasiado cómodos en
Babilonia. Ellos habían nacido ahí. Babilonia era su hogar y ellos tenían
negocios ahí. Ellos erróneamente creyeron que su dinero, donado a la
causa, era un buen sustituto en lugar de darse ellos mismos.54

Carballosa también sugiere que es posible que Daniel se quedara en


Babilonia por el hecho de que teniendo él una posición elevada en el gobierno

54John Phillips, Exploring the Book of Daniel (Grand Rapids, MI: Kregel Publications,
2004), 174. Traducción mía.

46
podría ofrecer su ayuda a sus compatriotas (Carballosa, p. 198). Así que, por
esa razón decidió quedarse.

La segunda cosa que se debe notar es en relación a este capítulo y los


subsecuentes. Al parecer, los últimos tres capítulos de este libro ofrecen un
panorama escatológico de la consumación del plan de Dios para con el pueblo
de Israel. Por lo tanto, se deben ver como una unidad, como una fotografía que
va revelando poco a poco detalles en relación, inclusive, con eventos ya
mencionados en el capítulo 8 (Carballosa. P. 197).

Daniel, tal vez por clarificación, al identificarse menciona su nombre


Babilónico. Ya han pasado muchos años y algunos podrían pensar que es otro
Daniel y que el anterior ya había muerto. Sin embargo, él aclara que es el
mismo Daniel que fue llevado cautivo muchos años atrás (v. 1). Él recibió una
palabra que trajo conflicto, o guerra, posiblemente espiritual, a su vida. La NET
BIble sugiere traducciones como: “duro servicio” o “el servicio fue grande”
considerando el contexto, especialmente los versículos 10:16-11:1. Sin
embargo, Daniel también declara que esa palabra es verdadera. “Daniel
entendió el mensaje y ganó discernimiento por la visión” (NET BIble).

Daniel también nos dice que estuvo afligido, de tal manera que mostró
señales de duelo. No comió cosas suculentas y no se ungió con aceite, lo cual
era una señal de gozo (Carballosa, p. 198). Debe notarse que en el versículo 2
de este capítulo Daniel usa la expresión “tres unidades de siete” y después
agrega “días”, así que podemos traducirlos como semanas, lo que no hace en el
capitulo anterior al hablar de las setenta unidades de siete que se le revelaron.

Daniel ahora nos da una fecha y un lugar exactos. Él está en el río Tigris y
es el 24 del mes Nisán, el cual era el primer mes del calendario judío.
Carballosa apunta al hecho de que esto ocurre tres días después de la fiesta de
los panes sin levadura, la cual se celebraba del 15-21 de Nisán (p. 198). Daniel
no nos dice la razón por la cual él estaba allí. Sin embargo, siendo un hombre
de negocios, no sería raro que tuviera que viajar mucho.

Daniel ahora ve a un hombre, que no pudieron ver los hombres que


estaban con él (vv. 4-7). Esta es una experiencia semejante a la que Pablo y sus
acompañantes sufrieron en Hechos 9:1-7. Daniel dice que al alzar sus ojos ve a
un varón y lo describe (vv. 5-6): Estaba vestido de lino, lo que simboliza
pureza, los sacerdotes de Israel se vestían con lino puro; su cinturón era tejido
de oro puro; su cuerpo era semejante al berilio, una piedra de una belleza
deslumbrante, transparente y refulgente como oro; su rostro era deslumbrante
como un relámpago y sus ojos, como antorchas de fuego; sus brazos y sus pies
eran como el bronce bruñido, el cual en la Biblia muchas veces simboliza juicio.
Tal vez lo más impactante era el sonido de su voz, la cual era como el sonido

47
de una multitud. La presencia de este varón era tan impactante que aún los que
no lo pudieron ver sufrieron estragos físicos, pues los invadió un gran temor, lo
que los movió a buscar un escondite. Daniel quedó solo. Él fue el único que
pudo ver a este varón y sufrió aún más estragos físicos que los que huyeron.
Daniel perdió la fuerza y cayó en tierra bajo un profundo sueño al oír la voz de
este varón (vv. 7-9), tanto así que tuvo que ser fortalecido por una mano,
probablemente la mano de este varón o la de un ángel. Aún después de haber
sido fortalecido, lo único que pudo hacer fue ponerse sobre sus rodillas y
manos. Sin embargo, Daniel estaba temblando. “Entonces, he aquí, una mano
me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis
manos” (10:10 versión BLA).

Es importante notar que este varón es descrito de una forma especial y su


voz es potente, lo que habla de su autoridad. Una descripción semejante de
nuestro Señor Jesucristo es dada en Apocalipsis 1:10-18 (también Ezequiel
1:13-14). Juan también sufre estragos físicos semejantes a los de Daniel. Ahora
el varón, quien es muy probable que sea una teofanía de nuestro Señor
Jesucristo, debido a la descripción que se da de él y a la autoridad con la que
habla, le dice a Daniel que él es un hombre muy preciado, muy valorado o de
alta estima. Esta misma descripción de Daniel fue vista ya en el capitulo 9:23,
donde se puede traducir “un especial tesoro” (NET Bible).

Nuestro Señor Jesucristo le pide a Daniel que se ponga de pie, pues él fue
enviado para declararle unas palabras, las mismas que el ángel de Jehová o
nuestro Señor Jesucristo le pide que entienda. Daniel debería estar en pie
delante de Jesús. Es curioso ver que cuando el apóstol Juan cae como muerto
delante de Jesús, nuestro Señor también le da ánimos y le toca con su diestra
(Ap. 1:17b). Así que, podríamos también estar casi seguros de que la mano que
toca a Daniel es la de nuestro Señor Jesús. Daniel se pone de pie temblando y,
al igual que a Juan, Jesús le pide a Daniel que no tema.

La razón por la cual Jesús estaba ahí para responder las oraciones de
Daniel era simple. Daniel reconoció su dependencia de Dios y se humilló
buscando respuestas en Él y no en su propia sabiduría (v. 12). Ahora, este
varón le dice a Daniel que una autoridad espiritual maligna se le había opuesto
y lo había entretenido por el mismo tiempo que Daniel estuvo orando, lo que
nos indica que la oración de Daniel fue contestada inmediatamente. Ahora, es
por la siguiente parte que algunos no creen que este varón es Jesús: este varón
necesitó la ayuda de Miguel para librarse de esta autoridad demoniaca.

Las respuestas pueden ser que este varón no era Jesús, o que es un varón
diferente al de 10:5-6, lo que significaría que es otro ángel de menor rango o
igual rango que Miguel. En lo personal creo que puede existir otra posibilidad.
Si este varón es Jesús, existe la posibilidad de que fue entretenido, no porque

48
no tuviera el poder de derrotar a este ángel caído, sino porque eligió no
hacerlo. Sabemos que Jesús va a luchar contra Satanás y sus demonios en el
futuro (Ap. 19:11-21) y los va a derrotar. Ahora, es posible que Jesús le haya
dejado esta tarea a Miguel (Judas 1:9), pues aparentemente ese es su trabajo y
el tiempo que le tomó a Miguel llegar ahí fueron 21 días. Además, este varón va
a regresar a pelear contra este demonio y contra otros más (10:20-21), Miguel
va a pelear contra ellos también. Aparentemente Miguel es un ángel asignado
para guardar a Israel. Se le llama el príncipe de Israel (10:21), lo que significa
que los príncipes de Persia y Grecia son también seres espirituales que tienen
cierta autoridad sobre esas regiones, pero en este caso malignos.

Daniel pasa por estragos físicos y tiene que ser fortalecido una y otra vez.
Él no tiene fuerzas ni para hablar, hasta que uno con semejanza a un humano
tocó sus labios, primero para que pudiera hablar y después para fortalecerlo
(10:14-18). Fue hasta que Daniel fue fortalecido y animado por este varón
cuando pudo estar listo para escuchar (10:19). Este varón vino a Daniel para
revelarle eventos futuros concernientes a lo que iba a ocurrir con Antíoco
Epífanes y lo que iba a ocurrir en la semana 70.

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