Está en la página 1de 5

1. ÉTICA Y FILOSOFIA POLÍTICA.

1.1. PRELIMINARES SOBRE LA FFILOSOFÍA MORAL.


La Filosofía moral tiene como centro de teorización la idea de la dignidad humana.
La idea de dignidad humana está en relación con uno de los avances de la modernidad:
la de la autonomía del individuo, basada en que su actuación sea conforme a los
criterios de la razón. Recordemos que, de acuerdo con Kant, la actuación moral consiste
en actuar de tal manera que tu comportamiento pueda ser válido para todo hombre, con
independencia de las consecuencias de dicha actuación, y tratar al otro siempre como un
fin en sí mismo y nunca como un medio. Hay otra gran corriente moral, que tiene su
fuente esencial en Aristóteles. En este caso, la filosofía moral se ocupa de las acciones
humanas en tanto que éstas pretenden realizar el bien.
La ética puede ser entendida como práctica reflexiva de la libertad, para que el
individuo pueda realizar su propio proyecto humano. Por otra parte, me convierto en un
sujeto moral que tiene que relacionarse con otros, que también son sujetos morales.

1.2. PRELIMINARES SOBRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA.


Para Castoriadis, la filosofía política responde a la voluntad de crear un imaginario
sociopolítico por parte de grupos históricos cuya voluntad es transformar esa sociedad
ya instituida en una sociedad instituyente. Este imaginario político está conformado por
una especie de conjunto de referencias de experiencias de vida e instituciones que
forman el entretejido de significados de una sociedad. Este imaginario político, en
momentos de radicalización y quiebra socio política de una sociedad, no sólo tiene
elementos relacionados con el derrumbe del orden social existente, sino que su
capacidad creativa se pone de manifiesto.
Podemos distinguir dos grandes imaginarios sociopolíticos:
a) El instaurado en Grecia, a partir del siglo VII a. C., cuya época de esplendor fue
en tiempos de Pericles.
b) Las dos grandes revoluciones de la modernidad: La Revolución Norteamericana
y la Revolución Francesa.

1.3. PROCESOS CONSTITUYENTES DE LA POLÍTICA.


Cuando existen mutaciones en las prácticas sociales o se dan ciertos fenómenos que
ya no pueden ser asumidos por la ideología dominante, surge la obligación de instaurar
nuevas categorías en el orden del conocimiento y en el de las prácticas sociales. Veamos
algunos de esos procesos que crearon el escenario primero de la filosofía política.

1.3.1. EL PASO DEL MITOS AL LOGOS EN EL MUNDO GRIEGO.


Aquí ocurrió, de una parte, la pérdida por parte de los mitos de su capacidad de seguir
dando sentido a la vida de los griegos y, por otra, que en el mundo griego se llegó a la
disociación entre mito y ritual. Así, mediante la asunción de las tensiones sociales,
cognitivas, religiosas y políticas de un momento determinado se elabora una nueva
perspectiva que de mejor sentido a la realidad humana. Se marca así el surgimiento de la
filosofía política.
En el caso concreto de Atenas, el rey pierde su poder y su función divina y los
distintos poderes pasan a ser ejercidos por otros. O sea, laización del poder e
implicación de la sociedad para determinar quién o quiénes realizan las diversas
funciones. El crecimiento de la población exige una nueva manera de repartir la tierra.
Se comienzan a poner en práctica nuevas formas de gobierno para la ciudad. Y la guerra
se hace de manera diferente: la clase aristocrática es sustituida por la nueva figura del
hoplita. Ya no es necesario el papel del héroe homérico, agónico e individual, puesto
que ahora es más necesario el control y la marcha de los hoplitas juntos, en orden.
Todos esos cambios, que reorganizaron el mundo de lo humano, también dejaron
entrever su alcance filosófico: nueva visión del mundo y de los valores.

2. SOBRE LA DISTINCIÓN ENTRE ÉTICA Y FILOSOFÍA POLÍTICA.


2.1. CATEGORÍAS DE LA POLÍTICA.
La filosofía política se instituye en el proceso de constitución de la democracia en
las polis griegas. La categoría central de esa democracia es la igualdad política.
1) Todos los individuos se encuentran a la misma distancia del poder.
2) El poder no hunde ya sus raíces en ninguna naturaleza extraña sino en la
capacidad y el juicio de los individuos.
Isabel Santa Cruz ha profundizado un tanto en la plural interpretación que puede
dase sobre la igualdad referida a la política. La igualdad lo que comporta es:
 Autonomía: Posibilidad de elección y decisión independientes
 Autoridad: O capacidad de ejercicio del poder
 Equifonía: Que sea posible al ciudadano emitir su voz y que sea escuchada
 Equivalencia: Tener el mismo valor; nadie es considerado por encima o por
debajo de otro.
Tras la igualdad, veamos otra dimensión importante, central, en la política: la
pluralidad. La pluralidad hace posible que los sujetos políticos, los ciudadanos,
alcancen su dimensión pública, sean visibles y reconocibles en los procesos de toma de
decisiones públicas.
Pasamos a otro elemento a considerar: La libertad. La libertad es parte sustancial de la
democracia, de sus procedimientos y de sus fines. El ciudadano, pues, no depende de la
voluntad arbitraria de nadie.
Ahora bien, claro que hay interferencias en la vida del ciudadano: las leyes que, de
acuerdo con el procedimiento de la democracia, establecen cuáles son los criterios de
justicia dentro de la ciudad.

2.2. RELACIONES ENTRE ÉTICA Y FILOSOFÍA POLÍTICA.


La Filosofía moral entiende acerca de la autenticidad con que el sujeto moral asume
su vida personal, desde la práctica de su libertad. La Filosofía política tiene su centro en
la percepción de sí mismo que realiza el sujeto político en cuanto que es ciudadano.
Aristóteles, en su obra Política, había expresado que la ciudad que lo sea
verdaderamente tiene que procurar hacer a los ciudadanos buenos y justos. ¿Puede
interpretarse, pues, que se subordina la ética a la política?
La política lo que hace es generar un contexto desde el que es posible pensarnos
reflexivamente como agentes de la sociedad histórica en la que vivimos, y reflexionar
sobre el significado moral de la libertad. La relación entre Ética y Filosofía política no
se sitúa, hoy día, en ninguna clase de jerarquización. Los hombres no nacen ni libres, ni
no libres, ni iguales, ni no iguales. Somos nosotros quienes los queremos libres e iguales
en una sociedad justa y autónoma.

3. ÉTICA-POLÍTICA EN EL PRIMER IMAGINARIO FILOSÓFICO.


3.1. REPENSAR LA POLIS.
El primer imaginario sociopolítico es el mandato de Pericles, Aristóteles nace 45
años después de la muerte de Pericles y coincide con la quiebra definitiva de la
democracia en la polis ateniense estableciendo un gobierno absolutamente regido por
los ricos. Se abre, pues, una nueva legalidad que se opone frontalmente a la que había
venido rigiendo en la polis. Aquella que formuló Aristóteles y que defendía al
ciudadano, no por su riqueza, sino por el derecho a participar en la justicia y en los
cargos públicos. Pero tras un intervalo oligárquico se volvió a instaurar la democracia
en el 403 a.C. De ahí, la actitud de Platón volviéndose hacia la filosofía, para afirmar
que sólo bajo su luz se podría repensar la realidad. Aristóteles se hará cargo
críticamente de esta posición de Platón en el ámbito político ya que contemplar un
mundo alternativo, como hace Platón, se convierte no sólo en una utopía sino en un
mundo sin viabilidad.

3.2. SOBRE LA POLÍTICA.


Es conocida la afirmación de Aristóteles de que “el hombre es por naturaleza un
animal político” cuyo fundamento no es la utilidad o el mero hecho de estar juntos, sino
la constitución de una comunidad de hombres libres que gobiernan en vista del interés
común. Así pues, la actuación política, exige una reflexión no fácil de conseguir y un
comportamiento virtuoso para llegar a ella. Lo bueno y lo mejor es lo deseado por sí
mismo y no debido a otra cosa. Por ello, Aristóteles piensa que la suprema directiva, en
grado sumo, es precisamente la política.

3.3. ÉTICA Y POLÍTICA: LA POLÍTICA COMO CRITERIO


SUPERIOR DE VIRTUD.
Seguimos analizando la relación entre la Ética y la Política en la Atenas clásica,
antes del final de la polis democrática. ¿Qué es lo que caracteriza a la Política, según
Aristóteles? Pues, sencillamente, la política tiene como fin el hacer de los ciudadanos
buenos y capaces de acciones nombres. Por tanto, la virtud es necesaria para el ejercicio
de la política, si bien no es suficiente, puesto que además hay que ser apto para el
gobierno. La prudencia es la virtud, el punto de unión de las demás virtudes, esta actúa,
ordena y manda sobre lo hecho, no sobre los dioses, sino sobre la ciudad.
En definitiva, la política, con su nacimiento en Grecia significa acabar con la
posibilidad de la dominación sobre un grupo de hombres libres e iguales. El ateniense
asume que su ejercicio de libertad es fruto de la política que se desarrolla en forma de
leyes convirtiendo esas mismas normas de la vida pública en el afán más preciado y
apremiante de los ciudadanos.

4. ÉTICA-POLÍTICA EN LA MODERNIDAD O SEGUNDO IMAGINARIO


POLÍTICO.
Kant, asume, que la época de la modernidad es una época propia de la crítica, a la
cual todo ha de someterse. El filósofo de Königsberg quiere ofrecer un nuevo
fundamento a todo lo que deba regir como verdadero. Se trata de una verdadera
revolución tanto en el campo del ser, como en el del deber-ser. Y se asumirán dos
categorías centrales de la modernidad:
 La autonomía del sujeto moderno.
 La que tiene por objeto su libertad radical.
Este cambio fundamental, encontrará su plasmación histórica en la Revolución
Norteamericana y en la Revolución Francesa. Es lo que denominamos el segundo
imaginario político, tras la época clásica de Grecia. Vamos a seguir dos de las
principales concepciones, dentro de la modernidad, las posiciones de Kant y de Hegel.

4.1. KANT O LA FILOSOFIA DE LA POLÍTICA.


Kant, en su obra, resume los dos modelos posibles de interrelación humana que él
considera: el propio de una comunidad ética, y el propio de una comunidad jurídica.
Kant habla del “mal innato” en la naturaleza de los hombres por lo que el cumplimiento
del deber moral se hace difícil y señala una reforma necesaria. Se impone el obrar no
conforme al deber, sino por deber. De entrada, podría objetarse que la separación radical
de dos mundos, el sensible y el inteligible, haría inviable la ley moral.

También podría gustarte