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Resumen ciencia política parcial

Poder político
Relacion de desigualdad basada en la posesión de ciertos
recursos

El medio especifico es la violencia física, la coacción, la


fuerza. La fuerza es el medio mas eficaz para condicionar el
comportamiento. Condición necesaria pero no suficiente.
También la voluntad de obedecer.

La política se torna una actividad ligada al uso del poder y su


retención, centrada en la decisión con efectos colectivos,
separada de la religión, separada de la sociedad en su esfera
privada y poseedora de rasgos y espacios propios.

Definición según wiki: es el conjunto de actividades que se


asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas
de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de
recursos o el estatus. también es el arte, doctrina o práctica
referente al gobierno de los Estados, promoviendo la participación
ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar
el poder según sea necesario para garantizar el bien común en
la sociedad.
QUE es política: la noción de ciencia política varía en función de qué se entienda por ciencia y qué
por política. En razón de ello resulta bastante vano hablar de una ciencia política “perenne”, que
se prepara con Aristóteles, nace o renace con Maquiavelo y se afirma con autonomía disciplinaria
propia a partir del siglo XIX. Antes de aventurarnos a delinear una historia de la ciencia política
como tal, y que lo sea realmente, se requiere que la ciencia sea “ciencia” y que la idea de ciencia
converja de modo singinifactivo con la idea de política. Hasta ese momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o mejor se divide, en una historia a dos voces: la de concepto de ciencia
por un lado, y la del concepto de política por el otro. Cualquier teoría de la ciencia política, breve o
extensa, debe ser atentamente dividida en períodos, en función de cómo se combina una y otra
vez, una idea diferente de la ciencia con una aceptación particular de la política.

Idea de política: Hoy estamos habituados a distinguir ente lo político y lo social, entre el Estado y la
sociedad. Al decir “animal político” Aristóteles se expresaba, pues, la concepción griega de la vida.
Una concepción que hacía de la polis, la unidad constituía (indescomponible) y la dimensión
completa (suprema) de la existencia. Por lo tanto, en el vivir “político” y en la “politicidad”, los
griegos no venían una parte o un aspecto de la vida; la veían en su totalidad y en su esencia. Por el
contrario, el hombre “no político” era un ser defectuoso, un ideón, un ser carente. La política de
Aristóteles era a la vez una antropología; una antropología ligada indisolublemente al “espacio” de
la polis. Caída la polis, la “politicidad” se atenúa, diluyéndose variadamente o trasformándose en
otra. Por un lado, la política se juridiza, desarrollándose en la dirección indicada por el
pensamiento romano. Por otro lado, la política se teologiza, primero adecuándose a la visión
cristiana del mundo, después en relación con la lucha entre el papado y el Imperio, y por último en
función de la ruptura entre el catolicismo y el protestantismo. En todos los casos, el discurso sobre
la política se configura como un discurso que es, conjunta e indisolublemente, ético – político. La
ética en cuestión podrá ser naturalista y psicologista; o bien una ética teológica; o incluso una ética
juridizada, que debate el problema del “bien” en nombre de lo que es “justo”, invocando la justicia
y las leyes. La doctrina del derecho natural, en sus sucesivas fases y versiones, resume bastante
bien esta amalgama de normativa jurídica y de normativa moral

La autonomía de la política: Cuando hablamos de la autonomía de la política, el concepto de


autonomía no debe entenderse en sentido absoluto, sino más bien relativo. Además, se pueden
sostener al respecto cuatro tesis: primero, que la política es diferente; segundo, que la política es
independiente, de sí misma; tercero, que la política es autosuficiente, autárquica en el sentido de
que basta para explicarse a sí misma; cuarto, que la política es una causa primera una casa
generadora no solo de sí mismo sino también de todo el resto, dada su supremacía.

Diferente: Con Maquiavelo la política se diferencia de la moral y de la religión. Es ésta una primera
y nítida separación y diferenciación. La moralidad y la religión son, ciertamente, ingredientes
fundamentales de la política; pero a título de instrumentos. Pero Maquiavelo no llega a la “verdad
efectiva de la cosa”. La mayor originalidad de Maquiavelo reside quizás en el hecho de que teorizó
con inigualado vigor sobre la existencia de un imperativo propio de la política. Maquiavelo no se
limitó a señalar la diferencia entre la política y la moral; llegó a proclamar una vigorosa afirmación
de autonomía: la política tiene sus leyes, leyes que el político “debe” aplicar. na política todavía
más “pura” que Maquiavelo. El orden político está creado por su fiat, por su poder de crear las
palabras, de definirlas, de imponerlas a sus súbditos. “Las verdades primeras – escribía Hobbes –
fueron implantadas arbitrariamente por los primeros en ponerle nombre a las cosas”. De ello
deducía Hobbes que las verdades de la política eran como las verdades arbitrarias y
convencionales de la geometría. Si el príncipe de Maquiavelo gobernaba aceptando las reglas de la
política, el Leviatán de Hobbes gobernaba creándolas. Hobbes no planteaba únicamente la
absoluta independencia y autarquía de la política, sino que afirmaba un “pan – politicismo” que
todo lo reabsorbe y lo genera todo a partir de la política.

Descubrimiento de la sociedad: Debe quedar claro que “sociedad” no es demos, no es populus. En


cuanto actor concreto y operante, el demos muere con su “democracia”, es decir, con la polis en la
que operaba. Y así como la República romana no fue jamás una democracia, el populus romano no
fue nunca el demos de los griegos. Caída la República, el populus pasa a ser una ficción jurídica; y
sigue siendo sustancialmente una fictio iuris en toda la literatura medieval. Por otra parte, el
pensamiento romano y medieval no expresaba una idea autónoma de la sociedad. la sociedad se
configuraba – recuérdese – como una civilis societas y como una iuris societas. El pensamiento
medieval impregnó a estas mezclas de una fuere caracterización organicista, que procuraba incluir
a la sociedad – desarticulándola y articulándola – dentro de los múltiples “corpus” en los que se
organizaba el mundo feudal, el mundo de las jerarquías y las corporaciones. La separación fue
lentísima. A Locke se le atribuye con razón una primera formulación de la idea de sociedad. Pero
esta atribución corresponde a la doctrina contractualista en su totalidad, y en particular a la
distinción de los contractualistas entre pactum subjectionis y pactum societatis. No es la revuelta
contra el soberano, sino el “contrato” con el soberano.

Identidad política: Durante casi dos milenios se pensó siempre en la política, porque siempre se
pensó que el problema de los problemas terrenos era moderar y regular el “dominio del hombre
sobre el hombre”. Rousseau estaba ganado por esta preocupación cuando escribía que el hombre
nació libre pero está encadenado. Al decir esto, Rousseau pensaba en la esencia de la política, aun
cuando la palabra no apareciera en sus títulos. Hoy, en cambio, la palabra está en boca de todos.
Pero ya no sabemos pensar la cosa. En el mundo contemporáneo la palabra se emplea sin tasa ni
medida, pero la política sufre una “crisis de identidad”. El modo más fructífero de afrontar la crisis
de identidad de la política, no es preguntarse en qué se diferencian el comportamiento del animal
político del animal social y económica; es preguntarse cómo se han ido diferenciando y
organizando desde el punto de vista estructural las colectividades humanas. La sociedad es una
realidad espontánea sólo en el sentido de que no está regulada por el Estado, de que denota un
espacio extraestatal, en el cual no hay control político sino “control social”.

WOLIN:

Como forma de indagación

la filosofía política no es una escencia cuya naturaleza sea eterna, sino una actividad compleja,
mas fácil de comprender si se analizan las diversas formas en que los maestros reconocidos la han
practicado. No se puede decir que algún filosofo o época histórica la hayan definido de modo
terminante, asi como ningún pintor ni escuela pictórica ha llevadoa la practica todo lo que
entendemos por pintura. La filosofía política debe ser comprendida de la misma manera que se
aborda la comprensión de una tradición compleja y variada. Aunque talvez sea imposible reducir la
filosofía política a una breve definición, podemos, en cambio, elucidad las características que la
distinguen de otras formas de indagación y la vinculan con ellas. Pretende referirse a ver dades
públicamente alcanzadas y públicamente demostrables. Al mismo tiempo, una de las cualidades
esenciales de lo político es su relación con lo publico, res publica. Ocupándose de cuestiones como
defensa nacional, orden interno, administración de la justicia y la regulación económica.

Forma y sustancia: uno de los problemas básicos que enfrenta el filosofo político cuando intenta
establecer la especialidad de su objeto de estudio es determinar que es político, que distingue la
autoridad política de otras, o la participación en una sociedad política de la participación en otro
tipo de asociaciones, procurando dar respuesta a estas cuestiones se gesto una concepción de
filosofía política como forma permanente de discurso acerca de lo que es político y a describir al
filosofo político como alguien que piensa lo político , el campo político puede considerarse un
ámbito cuyos limites se han establecido a lo largo de siglos de discusión política y costumbre y
pensamiento humano. Asi como los perfiles de otros campos se han modificado, también los
limites de lo político han sido cambiantes.

Pensamiento político e instituciones políticas: los limites y la esencia del objeto de estudio de la
filosofía política están determinados en gran medida por las practicas de las sociedades existentes.
Entendemos por practicas los procesos institucionalizados y procedimientos establecidos que se
emplean habitualmente para resolver asuntos públicos. Estas practicas ordenan y dirigen la
conducta humana y determinan el carácter de los sucesos esto crea una naturaleza o ámbito de
fenómenos. Las instituciones políticas tienen autoridad para tomar decisiones aplicables a toda la
comunidad. Por medio de estas decisiones que adoptan y ponen en practica se reúnen actividades
dispersas, se las dota de una coherencia nueva y se moldea su curso futuro de acuerdo con
criterios públicos.

Indole de lo político: casi todos los grandes enunciados de la filosofía política han sido propuestos
en épocas de crisis, ósea cuando los fenómenos políticos son integrados por las formas , por
institucionales con menos eficacia que antes. El colapso institucional pone en libertad , por asi
decir, fenómenos que hacen que los comportamientos y acontecimientos políticos tomen un
carácter algo aleatorio y destruyen los significados habituales que habían formado parte del
antiguo mundo político. La tarea del filosofo político es la de estudiar el caos político en medio de
la crisis, e integrarlo a la teoría.

Vocabulario de la política: es transmitido mediante un lenguaje bastante especializado. Las


palabras son utilizadas en ciertos sentidos especiales y que ciertos conceptos y categorías son
considerados fundamentales para una comprensión del temacualquier lenguaje especializado
representa una creación artificial, ya que se lo construye deliberadamente de modo que exprese
significados y definiciones del modo mas preciso posible, con frecuencia de trata de palabras de
uso común pero redefinidas y retocadas para hacerlas mas útiles

Visión e imaginación: las diversas concepciones del espacio indican que cada teorico ha visto el
problema desde una perspectiva diferente, desde una angulo de visión particular. Esto sugiere que
la filosofía política constituye una forma de ver los fenómenos políticos y de modo de visualizar los
fenómenos depende, en gran medida del lugar donde se situe el observador, la visión es un
informe descritivo acerca de un objeto o suceso. En la actualidad se subestima el papel que
cumple la imaginación en la construcción de teorías científicas, esta permite ver cosas que de otro
modo no se advierten.

Conceptos políticos y fenómenos:toda filosofía política representa una perspectiva


necesariamente limitada, a partir de la cual contempla los fenómenos de índole política. Los
enunciados y formulaciones que produce son abreviaturas de la realidad, que no agotan la amplia
gama de la experiencia política, los conceptos y categorías de una filosofía política pueden
compararse con una red que se arroja para apresar fenómenos políticos, que luego son recogidos
y distribuidos. De tal modo el uso de ciertas categorías políticas pone en juego un principio de
exclusividad especulativa, mediante el cual se proponen para su examen algunos aspectos de los
fenómenos políticos y algunos conceptos políticos, mientras que se deja languidecer otros.

Tradición discursiva: en el acto de filosofar el teorico interviene en un debate cuyos términos ya


han sido establecidos, en gran medida, de antemano. Muchos filósofos anteriores se ha ocupado
de reunir y sistematizar las palabras y conceptos del discurso político. Con el tiempo, este material
ha sido elaborado y transmitido como legado cultural, aquellos conceptos han sido enseñados y
discutidos, examinados y , confrecuencia modificados. Se convirtieron en un cuerpo de
conocimiento heredado.

Tradición e innovación: al poner de relieve el horizonte especulativo que limita a cada pensador
político, es esencial no ignorar las respuestas sumamente originales y creativas que han tenido
lugar. Enfocando la experiencia política común desde un angulo algo distinto del predominante,
presentando de manera novedosa una antigua cuestión rebelandose contra las tendencias
conservadores del pensamiento y el lenguaje , determinados pensadores han ayudado a liberar
modos de pensar establecidos y a plantear, ante sus contemporáneos y la posteridad, la necesidad
de pensar la experiencia política. Por ejemplo, cuando platon pregunto ¿ que es la justicia y que
relación tiene con la comunidad? Se creo una nueva serie de problemas, y se abrieron nuevas
líneas de reflexión política.

la noción de ciencia política


varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro
la noción de ciencia política
varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro
la noción de ciencia política
varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro
la noción de ciencia política
varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro
la noción de ciencia política
varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro
la noción de ciencia política
varía en función de
qué se entienda por ciencia y
qué por política. En razón de
ello resulta bastante
vano hablar de una ciencia
política “perenne”, que se
prepara con Aristóteles,
nace o renace con Maquiavelo
y se afirma con autonomía
disciplinaria propia a
partir del siglo XIX. Antes de
aventurarnos a delinear una
historia de la ciencia
política como tal, y que lo
sea realmente, se requiere
que la ciencia sea
“ciencia” y que la idea de
ciencia converja de modo
singinifactivo con la idea
de política. Hasta ese
momento, una historia de la
ciencia política se reduce, o
mejor se divide, en una
historia a dos voces: la de
concepto de ciencia por un
lado, y la del concepto de
política por el otro

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