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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

PROGRAMA ACADÉMICO PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

AUTORES:

- Anton Tume Carolina


- Atarama Astudillo Maria
- Reto Perez Gino
- Reyes Castillo Katherine
- Tineo Guerrero Efrain

PROFESOR:

Aguirre Rodriguez, Luis Alberto

LUGAR Y FECHA:

Piura, Octubre del 2023


Introducción............................................................................................................................3
1. Régimen General del I.G.V................................................................................................4
2. Régimen Especial del I.G.V...............................................................................................4
3. Régimen MYPE Tributario.................................................................................................5
4. Régimen de No Domiciliados............................................................................................5
1. Deducción de Gastos:....................................................................................................5
2. Amortización Acelerada:................................................................................................5
3. Regímenes Especiales:..................................................................................................5
Régimen tributario aplicable al sector
de construcción

Introducción
El régimen tributario aplicable al sector de construcción en un país está sujeto a
regulaciones y leyes específicas que determinan los impuestos que deben pagar las
empresas y profesionales que operan en este sector. Uno de los impuestos más relevantes
en este ámbito es el Impuesto General a las Ventas (I.G.V.), que suele ser un componente
esencial en la tributación de las operaciones de construcción.

La actividad de construcción y la inmobiliaria o la mezcla de ambas son actividades que han


tenido en nuestro país bastante participación económica. En los últimos 20 o 30 años se
han desarrollado exponencialmente, aunque hubo un periodo en que el negocio bajó por
una temporada, donde las personas dejaron que comprar departamentos.

Esta actividad empresarial se puede dividir en dos tipos de negocio, cada uno con un
sistema de pago a cuenta distinto, pero bajo un solo régimen tributario (el régimen general):

-Empresa que se dedica exclusivamente a la construcción de inmuebles por encargo


de un tercero, se encuentra en el rubro de las empresas constructoras.

-Empresa que se dedica a vender inmuebles que ha construido o que ha mandado a


construir sobre terreno propio, está en el rubro de las empresas inmobiliarias.

En el primer caso, desde el punto de vista del impuesto a la renta, la empresa cuenta con
sistemas de pagos a cuenta regulado en el artículo 63 del TUO de la Ley del Impuesto a la
Renta- Decreto Supremo Nº 179-2004-EF (LIR). Dichos sistemas son opcionales y son de
uso exclusivo para las empresas constructoras.

Para las empresas que tienen ambos rubros del negocio; es decir, aquellas empresas que
construyen para sí o mandan a construir sobre terreno propio y venden los inmuebles, no
tienen ningún régimen de pago a cuenta especial, sólo tendrán que aplicar el principio del
devengo regulado en el artículo 57° del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta- Decreto
Supremo Nº 179-2004-EF (LIR).

Una vez que la empresa ha decido el rubro que desea desarrollar deberá hacer el trámite
ante la SUNAT para obtener el número de RUC respectivo, conforme al procedimiento N° 1
del TUPA de la SUNAT, que regula “La inscripción en el registro único de contribuyentes”.
Respecto a la emisión del Comprobante de Pago, como una obligación tributaria necesaria
para realizar la operación, la empresa necesitará autorización de SUNAT para imprimir
dichos comprobantes de pago. Para ello, se debe revisar el procedimiento N° 8 del TUPA
de la SUNAT, el cual regula la “Autorización de impresión de comprobantes de pago u otros
documentos /autorización de aplicativos”.

- Impuesto General a las Ventas (I.G.V.)

El Impuesto General a las Ventas (I.G.V.) es un impuesto indirecto que grava la venta de
bienes y servicios en una cadena de producción y comercialización. En el sector de
construcción, el I.G.V. Se aplica a la venta de inmuebles, servicios de construcción, y la
venta de bienes y materiales asociados a la construcción.

Regímenes Tributarios en el Sector de Construcción

Existen varios regímenes tributarios que pueden aplicarse en el sector de construcción,


dependiendo del tamaño de la empresa, su forma jurídica y otros factores relevantes.
Algunos de los regímenes tributarios más comunes son:

1. Régimen General del I.G.V.

Bajo este régimen, las empresas constructoras deben calcular y pagar el I.G.V. por sus
ventas y adquisiciones de bienes y servicios. Deben emitir facturas con el I.G.V. desglosado
y presentar declaraciones periódicas ante la autoridad tributaria correspondiente.

2. Régimen Especial del I.G.V.

Este régimen puede ser aplicado por las empresas que facturan un monto anual
determinado y que han optado voluntariamente por acogerse a este sistema. Las empresas
en este régimen tienen ciertas simplificaciones y beneficios tributarios.

3. Régimen MYPE Tributario

Para las micro y pequeñas empresas (MYPEs) del sector de construcción, existe un
régimen tributario especial que busca simplificar sus obligaciones fiscales y reducir su carga
tributaria, promoviendo su formalización y desarrollo.
4. Régimen de No Domiciliados

Cuando una empresa extranjera presta servicios de construcción en el país, se aplica un


régimen especial para no domiciliados que determina la forma y tasa de tributación sobre
estas operaciones.
- Beneficios Tributarios en el Sector de la Construcción:

El gobierno peruano ha implementado varios beneficios tributarios para fomentar la


inversión y el desarrollo en el sector de la construcción. Algunos de estos beneficios
incluyen:

1. Deducción de Gastos:

Las empresas de construcción pueden deducir los gastos relacionados con la


construcción de sus ingresos, reduciendo así su base imponible para el Impuesto a la
Renta.

2. Amortización Acelerada:

En algunos casos, se permite la amortización acelerada de activos fijos utilizados en


proyectos de construcción, lo que puede resultar en una reducción significativa de la carga
tributaria.

3. Regímenes Especiales:

Para empresas de menor tamaño, existen regímenes tributarios especiales que pueden
reducir la carga fiscal y simplificar los procesos contables y tributarios.

Requerimientos para la deducción del gasto:


Al momento de la elaboración de los Estados Financieros, que sirven de respaldo para la
elaboración de la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta en la tercera categoría,
se aplican una serie de reglas contenidas en la LIR, sobre todo para realizar las adiciones y
deducciones al resultado contable y así lograr ubicar la base imponible sobre la cual se
aplicará la tasa del 29.5%, para realizar el pago del Impuesto a la Renta correspondiente al
ejercicio.

El sentido de deducir los gastos aceptados y por lo tanto, bajar la base imponible generando
una disminución considerable del impuesto a la renta a pagar es que sean gastos
necesarios para la generación de la renta; y a ello, se le denomina principio de causalidad,
el cual se encuentra regulado en el último párrafo del artículo 37º de la LIR.
El Principio de Causalidad tributario es el método más exacto y justo el cual permite sólo la
deducción de gastos que guardan relación causal directa con la generación de la renta o
con el mantenimiento de la fuente en condiciones de productividad, en la medida que el
gasto no se encuentre limitado o prohibido por la norma tributaria. Cabe indicar que los
gastos que no son admitidos expresamente son aquellos que se encuentran contemplados
en el artículo 44º de la LIR y que en algunos supuestos constituyen una reiteración respecto
a la no deducibilidad por la inobservancia del Principio de Causalidad. Así tenemos que el
inciso a) del precitado artículo 44º dispone que constituyen gastos reparables los gastos
personales y de sustento del contribuyente y sus familiares, toda vez que estos no cumplen
el referido principio.

Aunque la norma en cuestión recoge el principio de causalidad como criterio directriz,


existen gastos que no guardan una estricta relación con dicho principio y sin embargo son
deducibles, cuando la propia norma así lo permite expresamente (primas de seguro de
salud del cónyuge e hijos del trabajador, las donaciones), y por otro lado, gastos que
guardando vinculación con dicho principio, no resultan deducibles (gastos de representación
que exceden del límite, dietas de directorio que exceden del límite, entre otros). Adviértase
respecto de estos últimos, que una evaluación conceptual del principio de causalidad,
permitiría sustentar la deducción de los gastos sin ninguna limitación, en tanto sean
necesarios para el mantenimiento de la fuente y/o generación de renta; empero, la propia
norma exige además, que la deducción no esté prohibida por la Ley.

Además del requisito de cumplir con el Principio de Causalidad y que no se encuentren


prohibidos por Ley, los gastos deben cumplir con los siguientes requisitos para ser
aceptados tributariamente:

● El principio del devengo. Los efectos de la transacción y demás sucesos se


reconocen cuando ocurren (y no cuando se recibe o paga dinero u otro equivalente
al efectivo). (Párrafo 22 Marco Conceptual de las NIC). Ello va de la mano con la
imputación de gasto en el ejercicio que corresponde. Es decir, no se puede deducir
el gasto en ejercicios siguientes, con algunas excepciones.
● El gasto debe estar contabilizado, cuando sea exigible.
● Que se encuentre debidamente acreditado documentalmente con comprobantes de
pago y documentación adicional.
● Que el gasto cumpla con el criterio de Razonabilidad y proporcionalidad.
● Se cumpla con el Principio de Generalidad sólo respecto de gastos realizados en
beneficio de trabajadores, referidos en los incisos I), II) y a.2) del art. 37º de la
LIR[2].
● La bancarización (TUO de la Ley para la lucha contra la evasión y para la
formalización de la economía, aprobado por el D.S. Nº 150-2007-EF).

La deducción de estos gastos, en una empresa cumple un papel fundamental porque


registrados en el estado de resultados de la empresa, determinan, al reducir el monto
imponible, un menor pago del impuesto a la renta y esto es lo que se le llama ESCUDO
FISCAL. Este escudo fiscal reduce la salida de efectivo lo cual redundará en una mayor
disponibilidad de caja y se traducirá en una mayor generación de valor para el accionista.

La Relación de gastos deducibles más frecuentes sujetos a límites o condiciones para su


deducibilidad y que aumentan el escudo fiscal de una empresa es:
1.-Intereses, con las siguientes limitaciones:
Con personas vinculadas (Intereses calculados sobre el Endeudamiento comprendido
dentro del nivel máximo de endeudamiento, que equivale a 3 veces el Patrimonio Neto del
contribuyente al cierre del ejercicio anterior)

El gasto financiero sólo el exceso sobre el interés exonerado e inafecto.

2. Pérdidas extraordinarias (No se admiten las indemnizadas y se exige acción


judicial).
3. Depreciación (Contabilizada y hasta porcentaje máximo admitido conforme lo
indicado en el artículo 22º del Reglamento de la LIR).
4. Amortización (Solo para aquellos intangibles que tenga vida útil limitada. Se puede
amortizar en un ejercicio o en un plazo máximo de 10 años ha opción del
contribuyente)
5. Mermas (debe encontrarse acreditada con informe técnico) y Desmedros
(destrucción ante Notario Público y previa comunicación a SUNAT).
6. Provisión de Cobranza Dudosa (Acreditar Dificultades financieras y que se
discrimine en el Libro de Inventarios y Balances).
7. Gastos liberales otorgados a los trabajadores (Aguinaldos, Canastas de Navidad y
Similares, Gratificación Extraordinaria). Se tiene que gravar con la Renta de Quinta
Categoría, cumplir con la Generalidad y pago antes del vencimiento de la
Declaración Jurada Anual.
8. Gastos de salud, culturales, educativos y recreativos (límite 0.5% IN, con un máximo
de 40 UIT). Deben cumplir generalidad, excepto los gastos por capacitación.
9. Valor de Mercado de Remuneraciones (Aplicable en el caso de accionistas y
familiares, vinculados que trabajen en el negocio). Remuneración que excede
califica como Dividendo para el Impuesto a la Renta.
10. Retribuciones al Directorio (Límite tributario aceptable: 6% de utilidad comercial).
11. Gastos de representación (límite 0.5% IN con un máximo de 40 UIT).
12. Gastos de Viaje y Viáticos (Alojamiento, Alimentación y Movilidad). Los viáticos
tienen como tope el doble del máximo que corresponde a los funcionarios de carrera
de mayor jerarquía por día. Deben sustentarse con Comprobantes de Pago. En el
caso de viajes al exterior, los viáticos por alimentación y movilidad se pueden
acreditar con Declaración Jurada, hasta un máximo del 30% del importe máximo
deducible por día.
13. Gastos de funcionamiento, cesión y depreciación vinculados con vehículos de
categorías A2, A3, A4, B1.3 y B1.4 destinados a labores de dirección, administración
y representación (El número de vehículos se limita a un número máximo en función
a Ingresos Netos; deben identificarse cuales serán incluidos en el límite, así mismo
se tiene que verificar que el costo del vehículo no supere las 30 UIT). Los gastos de
los vehículos identificados se limitan al importe equivalente al porcentaje que
representan los vehículos identificados del total de vehículos.
14. Gastos de movilidad, que califiquen como Condición de Trabajo; cuando no puedan
sustentarse con comprobantes de pago, se acreditarán con las Planillas de
Movilidad que cumplan los requisitos exigidos. Límite: 4% de la RMV por día y por
trabajador.
3. Los sistemas de pagos a cuenta que pueden aplicar las
empresas constructoras en el impuesto a la renta.
El artículo 63° de la LIR determina actualmente dos incisos que pueden ser aplicables para
las empresas que tienen como actividad la construcción de inmuebles. Nos referimos al
inciso a) que considera el principio de lo percibido y b) que considera el principio de lo
devengado.

El encabezado del artículo 63° precisa que es aplicable a las empresas de construcción o
similares, que ejecuten contratos de obra cuyos resultados correspondan a más de un (1)
ejercicio gravable podrán acogerse a uno de los siguientes métodos, sin perjuicio de los
pagos a cuenta a que se encuentren obligados, en la forma que establezca el reglamento.
Los métodos vigentes del artículo 63 de la Ley del impuesto a la renta son los siguientes:

3.1. El método de lo percibido contenido en el literal a) del artículo 63 de la Ley del impuesto
a la renta:

El literal a) del artículo 63 de la LIR precisa que se puede asignar a cada ejercicio gravable
la renta bruta que resulte de aplicar sobre los importes cobrados por cada obra, durante el
ejercicio comercial, el porcentaje de ganancia bruta calculado para el total de la respectiva
obra.

La concordancia de esta norma la ubicamos en el literal a) del artículo 36 del Reglamento


de la LIR, el cual indica que las empresas que se acojan al método señalado en el inciso a)
del artículo 63 de la LIR considerarán como ingresos netos los importes cobrados en cada
mes por avance de obra.

Para efecto de asignar la renta bruta a cada ejercicio gravable de acuerdo con lo previsto en
el inciso a) del artículo 63 de la ley, entiéndase por porcentaje de ganancia bruta al
resultante de dividir el valor total pactado por cada obra menos su costo presupuestado,
entre el valor total pactado por dicha obra multiplicado por cien (100).

El costo presupuestado estará conformado por el costo real incurrido en el primer ejercicio o
en los ejercicios anteriores, según corresponda, incrementado en el costo estimado de la
parte de la obra que falta por terminar y será sustentado mediante un informe emitido por un
profesional competente y colegiado. Dicho informe deberá contener la metodología
empleada así como la información utilizada para su cálculo.

3.2. El método de lo devengado contenido en el literal b) del artículo 63 de la Ley del


impuesto a la renta:

El literal b) del artículo 63 de la LIR considera que se puede asignar a cada ejercicio
gravable la renta bruta que se establezca deduciendo del importe cobrado o por cobrar por
los trabajos ejecutados en cada obra durante el ejercicio comercial, los costos
correspondientes a tales trabajos.

La concordancia de esta norma la encontramos en el literal b) del artículo 36 del


Reglamento de la LIR, el cual indica que en caso de acogerse al inciso b) del artículo 63 de
la LIR considerarán como ingresos netos del mes la suma de los importes cobrados y por
cobrar por los trabajos ejecutados en cada obra durante dicho mes. En el caso de obras que
requieran la presentación de valorizaciones por la empresa constructora o similar, se
considerará como importe por cobrar el monto que resulte de efectuar una valorización de
los trabajos ejecutados en el mes correspondiente.
Con respecto a este método, el Informe N° 184-2013-SUNAT/4B0000 señala que para
efectos del pago a cuenta del Impuesto a la Renta de los contribuyentes acogidos al método
previsto en el inciso b) del artículo 63º del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta, en el
caso de obras que requieran la presentación de valorizaciones:

1. No se ha previsto formalidad alguna para la acreditación de los trabajos ejecutados


en el mes y la valorización de estos; correspondiendo a la Administración Tributaria
valorar, en cada caso concreto, la suficiencia de los medios probatorios ofrecidos por
los contribuyentes[5].
2. Los contribuyentes deberán cumplir con declarar y cancelar sus pagos a cuenta del
Impuesto a la Renta dentro de los plazos previstos en el TUO del Código Tributario;
para lo cual, a efecto de cumplir cabalmente con esa obligación, deberán realizar
oportunamente la valorización de los trabajos ejecutados en el mes por el cual se
efectuará dicho pago a cuenta.

Contamos con un informe de SUNAT respecto del reconocimiento del ingreso que señala lo
siguiente:

Informe N° 38-2017-SUNAT/5D0000:

“La SUNAT señaló que en el supuesto de un contrato de concesión cofinanciado, suscrito al


amparo de la Ley de Concesiones, por el que el concesionario, que tiene la construcción
como actividad, presta servicios de construcción que involucran la ejecución de obras cuyos
resultados correspondan a más de un ejercicio gravable, y, además, presta servicios de
operación del servicio público que utiliza la infraestructura por él construida, durante un
periodo de tiempo determinado, el reconocimiento tributario de los ingresos provenientes de
tales actividades debe efectuarse en forma independiente una de la otra, considerando lo
dispuesto en los artículos 57° y 63° de la Ley del Impuesto a la Renta, según sea el caso.”

En la parte final del artículo 63° de la LIR se indica algunas reglas comunes para ambos
métodos (a y b):

● Se llevará una cuenta especial por cada obra. La cuenta especial por obra a que se
refiere el segundo párrafo del artículo 63 de la LIR, consiste en llevar el control de
los costos por cada obra, los mismos que deberán diferenciarse en las cuentas
analíticas de gestión. Además se deberá diferenciar los ingresos provenientes de
cada obra. Para tal efecto el contribuyente habilitará las subcuentas necesarias.
● En el caso de cualquiera de los dos métodos, la diferencia que resulte en definitiva
de la comparación de la renta bruta real y la establecida mediante los
procedimientos a que dichos incisos se contraen, se imputará al ejercicio gravable
en el que se concluya la obra.
● El método que se adopte se deberá aplicar de manera uniforme a todas las obras
que ejecute la empresa, y no podrá ser variado sin autorización de la SUNAT, la que
determinará a partir de qué año podrá efectuarse el cambio.
● En el caso de bonos dados en pago a los contratistas de obras de edificaciones,
pistas, veredas, obras sanitarias y eléctricas del Sector Público Nacional, dichos
contratistas incluirán, para los efectos del cómputo de la renta, solo aquella parte de
los mencionados bonos que sea realizada durante el correspondiente ejercicio.
Incluye los bonos de fomento hipotecario adquiridos por contratistas o industriales de
materiales de construcción directamente del Banco de la Vivienda del Perú con
motivo de la ejecución de proyectos de vivienda económica mediante el sistema de
coparticipación a que se refiere el artículo 11 del Decreto Ley N.º 17863.
● El literal c) del artículo 36 del Reglamento de la LIR considera que aquellas
empresas que obtengan ingresos distintos a los provenientes de la ejecución de los
contratos de obra a que se contrae el artículo 63 de la LIR, calcularán sus pagos a
cuenta del impuesto sumando tales ingresos a los ingresos por obras, en cuanto se
hayan devengado en el mes correspondiente.
Dentro del TUPA de SUNAT observamos dos procedimientos ligados a la construcción:

1.-El procedimiento N° 45 el cual regula la “Autorización para aplicar el régimen de


determinación de renta bruta a empresas similares a las de construcción”.

2.-El procedimiento N° 46 el cual regula la “Autorización de cambio de método de


determinación de renta bruta para las empresas de construcción o similares que ejecuten
contratos de obra cuyos resultados correspondan a más de un ejercicio gravable”. Este
procedimiento es gratuito y tiene una duración de 45 días hábiles y requiere que la SUNAT
se pronuncie mediante una Resolución.

5. La NIC 11 Contratos de Construcción.

El Informe N° 184-2013-SUNAT/4B0000 concluye que la NIC 11 resulta aplicable para


determinar la renta del ejercicio gravable de acuerdo con el método previsto en el inciso b)
del artículo 63° de la LIR, en tanto permite determinar los importes cobrados o por cobrar
por los trabajos ejecutados en cada obra, así como los costos correspondientes a tales
trabajos.

En ese sentido, según lo que señala la norma contable, su objetivo es prescribir el


tratamiento contable de los ingresos de actividades ordinarias y los costos relacionados con
los contratos de construcción. Debido a la naturaleza propia de la actividad llevada a cabo
en los contratos de construcción, la fecha en que la actividad del contrato comienza y la
fecha en la que termina el mismo caen, normalmente, en diferentes periodos contables.

Por tanto, la cuestión fundamental al contabilizar los contratos de construcción es la


distribución de los ingresos de actividades ordinarias y los costos que cada uno de ellos
genere, entre los periodos contables a lo largo de los cuales se ejecuta. Esta Norma utiliza
los criterios de reconocimiento establecidos en el Marco Conceptual para la Preparación y
Presentación de los Estados Financieros Alcance, con el fin de determinar cuándo se
reconocen, los ingresos de actividades ordinarias y costos de los contratos como ingresos
de actividades ordinarias y gastos en el estado del resultado integral. También suministra
una guía práctica sobre la aplicación de tales criterios.

Los alcances de esta norma es que debe ser aplicada para la contabilización de los
contratos de construcción, en los estados financieros de los contratistas.

Según lo que establece esta norma los costos del contrato deben comprender:

(a) los costos que se relacionen directamente con el contrato específico;

(b) los costos que se relacionen con la actividad de contratación en general, y pueden ser
imputados al contrato específico; y

(c) cualesquiera otros costos que se puedan cargar al cliente, bajo los términos pactados en
el contrato.

Con respecto al reconocimiento de ingresos de actividades ordinarias y gastos del contrato


la norma señala que cuando el resultado de un contrato de construcción puede ser
estimado con suficiente fiabilidad, los ingresos de actividades ordinarias y los costos
asociados con el mismo deben ser reconocidos como ingreso de actividades ordinarias y
gastos respectivamente, con referencia al estado de realización de la actividad producida
por el contrato al final del periodo sobre el que se informa. Cualquier pérdida esperada por
causa del contrato de construcción debe ser reconocida inmediatamente como un gasto, de
acuerdo con el párrafo 36. El cual señala que cuando sea probable que los costos totales
del contrato vayan a exceder de los ingresos de actividades ordinarias totales derivados del
mismo, las pérdidas esperadas deben reconocerse inmediatamente como un gasto.

6. La actividad Inmobiliaria:

La actividad inmobiliaria tiene características diferentes según la CINIIF 15 y son las


siguientes:

-El propietario del terreno es el que construye y/o manda a ejecutar a un terreno su obra.

-La empresa inmobiliaria vende unidades inmobiliarias antes de iniciar el proyecto.

-La empresa inmobiliaria tiene varios clientes por cada proyecto a ejecutar.

-La venta de inmueble se realiza con un contrato de compra y venta futuro.

-Los proyectos inmobiliarios se venden con planos específicos y son diseñados por el
ejecutor del proyecto.

En este caso, los resultados financieros y tributarios deberán reconocerse cuando se


cumplan todas y cada una de las cinco condiciones del párrafo 14 del NIC 18. En la
práctica, en nuestro país, se reconocerá el ingreso cuando exista el Acta de Entrega del
bien inmueble (devengo)[6].

7. Régimen especial de depreciación para edificios y construcciones:

El domingo 16 de Noviembre de 2014 se publicó la Ley Nº 30264 la cual regula el régimen


especial de depreciación de edificios y construcciones.

Este es un régimen excepcional y temporal que se encuentra vigente desde el 01.01.2015


sólo para los contribuyentes del régimen general del Impuesto a la Renta y consiste en
depreciar en línea recta los edificios y las construcciones, para efecto del Impuesto a la
Renta, aplicando un porcentaje anual de depreciación del veinte por ciento (20%) hasta su
total depreciación, siempre que los bienes sean destinados exclusivamente al desarrollo
empresarial y cumplan las siguientes condiciones concurrentes:

1.-La construcción debe haberse iniciado a partir del 1 de enero de 2014.

Se entenderá que la construcción se ha iniciado desde el momento en que se obtenga la


licencia de edificación u otro documento que establezca el Reglamento.

La norma, hace una aclaración que es que para determinar el inicio de la construcción, no
se considerará la licencia de edificación ni cualquier otro documento que sea emitido como
consecuencia de un procedimiento de regularización de edificaciones. Ello debe entenderse
que si la empresa al inicio de la construcción no cuenta con la licencia de construcción
(donde se señala la fecha de inicio de la construcción y su vigencia) y después de 1 o 2
años realiza el procedimiento de regularización de edificaciones, la licencia que le emita la
entidad edil por esa regularización no se tomará en cuenta para determinar el inicio de la
construcción.
2.-Al 31 de diciembre de 2016 la construcción debe tener como mínimo un avance de obra
del ochenta por ciento (80%).

Tratándose de construcciones que no hayan sido concluidas hasta el 31 de diciembre de


2016, se presume que el avance de obra a dicha fecha es menor al ochenta por ciento
(80%), salvo que el contribuyente pruebe lo contrario. Es decir, al 31 de diciembre del 2016
la empresa en realidad debe haber terminado de construir el bien inmueble, caso contrario,
no le van considerar que ha cumplido con este requisito.

Se entiende que la construcción ha concluido cuando se haya obtenido de la dependencia


municipal correspondiente la conformidad de obra u otro documento que establezca el
Reglamento.

Aquellos contribuyentes que hayan adquirido la propiedad de bienes durante los años 2014,
2015 y 2016 también podían aplicar este régimen especial de depreciación pero cumpliendo
las dos condiciones previstas.

Conforme lo señalado en el artículo 3º de la Ley Nº 30264 los costos posteriores, siempre


que reúnan las condiciones señaladas, también se podrán depreciar bajo este régimen pero
se debe computar de manera separada respecto de la que corresponda a los edificios y las
construcciones a las que se hubieran incorporado.

En el caso de los edificios y construcciones que hayan empezado a depreciarse en el


ejercicio gravable 2014; igual se les puede aplicar la tasa de depreciación del veinte por
ciento (20%) anual a partir del ejercicio gravable 2015, y se entiende que en el último
ejercicio se le aplicará el porcentaje de depreciación menor que corresponda (porcentaje
residual).

6.1. Aplicación de porcentajes mayores:

El artículo 5º de la Ley Nº 30264 señala que en el caso que por normas especiales la
empresa se encuentre aplicando porcentajes mayores al 20% anual, pueden aplicar dichos
porcentajes mayores. Se entiende que el legislador está aplicando el principio de
especialidad, el cual señala que la norma especial prima sobre la norma general. Una
norma especial podría ser el Decreto Legislativo Nº 299-el cual regula el arrendamiento
financiero- y establece, en su artículo 18º, que podrá aplicarse como tasa de depreciación
máxima anual aquella que se determine de manera lineal en función a la cantidad de años
que comprende el contrato.

6.2. Cuentas especiales de control:

Los contribuyentes que utilicen el porcentaje de depreciación establecido en este régimen


especial de depreciación, deben mantener cuentas de control especiales respecto de los
bienes materia del beneficio, detallando los costos incurridos por avance de obra. El registro
de activos fijos debe contener el detalle individualizado de los referidos bienes y su
respectiva depreciación.

8. Modalidades de embargo dentro de un proceso de cobranza coactiva en los casos


en que las empresas constructoras e inmobiliarias no abonen los pagos de su deuda
tributaria

El procedimiento de cobranza coactiva es el procedimiento regulado en el artículo 112° del


TUO del Código Tributario aprobado mediante Decreto Supremo N° 133-2013-EF (CT), por
el cual la Administración, en virtud de su facultad de auto tutela, utiliza los medios legales
para hacer efectivo el cobro de una deuda pendiente del contribuyente hacia la
Administración.

Se sustenta en la facultad de recaudación de la Administración Tributaria regulada en el


artículo 55 del CT la cual establece lo siguiente: “Es función de la Administración Tributaria
recaudar los tributos. A tal efecto, podrá contratar directamente los servicios de las
entidades del sistema bancario y financiero, así como de otras entidades para recibir el
pago de deudas correspondientes a tributos administrados por aquella. Los convenios
podrán incluir la autorización para recibir y procesar declaraciones y otras comunicaciones
dirigidas a la Administración”.

Este procedimiento inicia con una deuda tributaria impaga, motivo por el cual la SUNAT
emite los valores correspondientes y notifica la Resolución de Ejecución Coactiva (REC) en
la cual se señala que vencido el plazo de siete (7) días hábiles, de haber sido notificado sin
que acredite el pago de la deuda, el ejecutor coactivo podrá disponer se traben las medidas
cautelares que considere necesarias. En dicho sentido el artículo 118 del Código Tributario,
contempla taxativamente las siguientes medidas cautelares:

Embargos:

1. a) En forma de intervención:

(i) En recaudación. (ii) En información. (iii) En administración de bienes.

1. b) En forma de depósito:

(i) Con extracción de bienes. (ii) Sin extracción de bienes.

1. c) En forma de inscripción.
2. d) En forma de retención.

Además del Código Tributario, contamos con la Resolución de Superintendencia N° 216-


2004/SUNAT-Reglamento del Procedimiento de Cobranza Coactiva. Esta Resolución
determina la aplicación de reglas del procedimiento coactivo en cumplimiento de lo
dispuesto por el tercer párrafo del artículo 114° del CT.

9. Emisión de Comprobante de Pago

El artículo 1° del Reglamento de Comprobante de Pago, sustituido por el artículo 2° de la


Resolución de Superintendencia Nº 156-2013/SUNAT, señala que el comprobante de pago
es un documento que acredita la transferencia de bienes, la entrega en uso o la prestación
de servicios.

En los casos en que las normas sobre la materia exijan la autorización de impresión

y/o importación a que se refiere el numeral 1 del artículo 12° del presente reglamento, sólo
se considerará que existe comprobante de pago si su impresión y/o importación ha sido
autorizada por la SUNAT conforme al procedimiento señalado en el citado numeral. La
inobservancia de dicho procedimiento acarreará la configuración de las infracciones
previstas en los numerales 1, 4, 8 y 15 del artículo 174° del CT, según corresponda.

El Reglamento establece quienes se encuentran obligados a emitir comprobantes de pago,


sin considerar para ello que la operación se encuentre gravado o no con el
Impuesto General a las Ventas, pues la finalidad de los comprobantes de pago es dejar
constancia de la realización de una operación, la que de acuerdo a sus características,
surtirá efectos en la determinación de la deuda tributaria y podrá ser sujeta a posterior
control por parte de la Administración.

Los sujetos que pueden realizar las operaciones susceptibles de ser documentadas a través
de comprobantes de pago pueden ser personas naturales, jurídicas, sociedades
conyugales, sucesiones indivisas, sociedades de hecho u otros entes colectivos que
realicen operaciones como: La transferencia de bienes muebles o inmuebles, prestación de
servicio, etc.

Con respecto a la oportunidad de la emisión del comprobante de pago, en el caso de los


contratos de construcción el numeral 6 del artículo 5° del Reglamento de Comprobante de
Pago señala que se debe realizar en la fecha de percepción del ingreso, sea total o parcial y
por el monto efectivamente percibido.

Respecto a la venta de inmuebles, el primer párrafo del numeral 3 del artículo 5° del
Reglamento de Comprobante de Pago, señala que se debe emitir el Comprobante de Pago
en la transferencia de bienes inmuebles, en la fecha en que se perciba el ingreso o en la
fecha en que se celebre el contrato, lo que ocurra primero. Y, en la primera venta de bienes
inmuebles que realice el constructor, en la fecha en que se perciba el ingreso, por el monto
que se perciba, sea total o parcial.

Como se puede verificar se considera la fecha del ingreso para la emisión del comprobante
de pago no la fecha del devengo. Recordemos que son momentos que no necesariamente
van a coincidir.

Para este tema debemos considerar lo señalado por el Informe N°


039-2014-SUNAT/4B0000 (25.03.2014):

“1.-En caso no se llegue a celebrar el contrato definitivo por la primera venta de inmuebles
realizada por el constructor, puede emitirse una nota de crédito respecto de la boleta de
venta emitida por los pagos efectuados en calidad de arras, depósito o garantía gravadas
con el IGV.

2.-Las empresas inmobiliarias que perciban parte del precio por la venta de un inmueble
deberán emitir un único comprobante por dicho importe, no pudiendo emitir un comprobante
de pago por el terreno, y otro por la construcción.”

En el caso que el comprobante de pago no se emita, se incurre en la infracción regulada en


el numeral 1 del artículo 174° del CT. La sanción se aplicará a la persona o entidad que
efectúe la venta de un bien, entregue en uso el mimo o preste un servicio. Es importante
precisar que la emisión tardía del comprobante de pago no acarrea infracción, ya que la
tipificación de la infracción hace referencia a la no emisión del comprobante de pago no a la
emisión tardía.

● Dificultades que se pueden presentar cuando se brinda un servicio al sector público:


La dificultad surge precisamente por el momento de la emisión del comprobante de pago
(culminación del servicio, percepción de la retribución, el vencimiento del plazo del
contrato), pues la empresa puede estar cumpliendo con lo señalado en la norma y emitir el
comprobante a la entidad pública en el momento correcto desde el punto de vista tributario,
aparte que se va a declarar en el PDT 621 del periodo en el cual el mismo se devengó, por
lo que el emisor del comprobante de pago “anula la operación” del servicio brindado, para
emitir nuevamente a la emisión de otro comprobante de pago, ello trastoca la normativa
tributaria. Primero que el emisor ha cumplido correctamente con la emisión del
comprobante, segundo que sobre un servicio brindado no se puede anular la operación por
medio de una nota de crédito precisamente porque el servicio ya se encuentra brindado.
En ese sentido, ¿Qué hacer ante dicha situación?, pues si la empresa no anula el
comprobante de pago no cobra, pues la entidad pública no le pagará por el servicio, y si
opta por emitir la nota de crédito, estaría incumpliendo con la norma tributaria, y tendría
contingencias tributarias frente a SUNAT. Bajo este contexto, la entidad pública debe
entender que no debe exigir la anulación del comprobante de pago.

10. Afectación con el IGV en el sector construcción e inmobiliaria:

9.1.-Supuesto uno: Empresa que sólo se dedica a la construcción de inmuebles para


terceros

Conforme lo regulado en inciso c) del artículo 1° de la LIGV, se encuentra gravado con el


IGV el servicio de contrato de construcción, entendiéndose como tal, conforme el inciso f)
del artículo 3° de la misma norma, aquel por el cual se acuerda la realización de las
actividades señaladas en el inciso d); es decir, actividades clasificadas como construcción
en la CIIU de las Naciones Unidas[7].

Este servicio, siendo el IGV un impuesto territorial, tiene que ejecutarse en territorio
peruano, para que se encuentre gravado con el impuesto; no siendo relevante donde se
firme el contrato, o quiénes son los sujetos del contrato (domiciliados o no), ni donde se
efectuará el pago del servicio.

Con respecto al nacimiento de la obligación de tributaria, esta se produce en la fecha de la


emisión del comprobante de pago o en la fecha de la percepción del ingreso (total o parcial
o por valoraciones periódicas); lo que ocurra primero. Incluso si estamos ante un adelanto,
valorización periódica, avance de obra o los saldos respectivos, incluso pueden ser arras,
depósito o garantía, en este último caso, siempre que superen el 3% del valor total de la
construcción.

9.2.-Supuesto dos: Empresa que construye o manda a construir inmuebles sobre terreno
propio para su venta.

El literal d) del artículo 1° del TUO de la Ley del IGV, aprobado por el Decreto Supremo Nº
055-99-EF, (en adelante LIGV) contiene como operación gravada con dicho impuesto a la
primera venta de inmuebles que realicen los constructores de los mismos.

Para tal efecto, la misma norma define el término “venta” como todo acto por el que se
transfieren bienes a título oneroso, y la norma reglamentaria agrega a dicha definición una
variante, constituida por el hecho de que el acto esté destinado a transferir propiedad, es
decir, la venta de bienes futuros. En cualquiera de los casos, existe una venta para la Ley
del IGV, si la propiedad se transfiere o se transferirá producto del acto jurídico celebrado.

Al respecto cabe indicar que, toda vez que el artículo 3° de dicha ley y el inciso c) del
numeral 3 del artículo 2° del Reglamento de la Ley del IGV consideran venta, entre otros, al
retiro de bienes, en general, se entiende que dicho concepto comprende también a los
bienes inmuebles, por lo que el retiro de inmuebles (dentro del cual se incluye la
transferencia de propiedad a título gratuito) se considera como una venta.

Con respecto al concepto de inmueble para efecto del IGV, la propia SUNAT ha señalado
que solo se puede dar cuando se trate de edificaciones o construcciones, tal como concluye
el Informe Nº 094-2002-SUNAT/K00000 (03/04/2002). En efecto, el citado informe del
órgano administrador señala que “Así pues, con respecto a esta operación, resulta
necesario que para la configuración del supuesto de hecho previsto en la ley, se trate de
bienes inmuebles construidos o edificados. Por el contrario, la venta de inmuebles que no
han sido materia de construcción, no se encontrará dentro del campo de aplicación del
IGV”. De esta forma, ninguna transferencia de inmuebles distintos a una edificación o
construcción –como podrían ser los intangibles (concesión minera o para explotar servicios
públicos) a los que se refiere el Código Civil en el artículo 885– estará sujeta a tributación
por el IGV.

Con respecto a la primera operación de venta en la que un determinado inmueble está


comprometido, se puede indicar que, cada vez que un inmueble nuevo o recién construido
es vendido, nace el IGV por única vez para ese inmueble.

Así, si el mismo sujeto vende otro inmueble al día siguiente, la operación también estará
gravada, pues se trata de otro bien que se está vendiendo por primera vez. Como vemos, la
operación sujeta a tributación es la primera venta del inmueble, independientemente de
cuantas ventas anteriormente haya realizado el sujeto, del cual solo interesa su calidad de
constructor.

Con respecto al sujeto del impuesto, es decir, al denominado “constructor” del bien
inmueble, el artículo 3 de la LIGV define al constructor como “Cualquier persona que se
dedique en forma habitual a la venta de inmuebles construidos totalmente por ella o que
hayan sido construidos total o parcialmente por un tercero para ella”.

En esa medida, serán sujetos del IGV por la venta de inmuebles aquellos que se dediquen
habitualmente a la construcción de dichos bienes (por ejemplo, empresas constructoras,
personas naturales o jurídicas que sean habituales), o incluso, cuando contraten a un
tercero para que construya por ellos para luego venderlos, como es el caso de los que
subcontratan la construcción.

Conforme al numeral 1 del artículo 4° del Reglamento del IGV, tratándose de lo dispuesto
en el inciso e) del artículo 3° de la Ley del IGV, se presume la habitualidad cuando el
enajenante realice la venta de, por lo menos, dos inmuebles dentro de un período de doce
meses, debiéndose aplicar a partir de la segunda transferencia del inmueble. Agrega que de
realizarse en un solo contrato la venta de dos o más inmuebles, se entenderá que la
primera transferencia es la del inmueble de menor valor.

● Otros supuestos gravados:


Si bien la norma señala como operación sujeta a tributación la primera venta que se haga
de un determinado inmueble, también existen situaciones en la que el legislador ha querido
que una posterior venta de un inmueble previamente transferido se considere como afecto
con el IGV. Pues podría producirse en el mercado artificios para evitar el nacimiento de la
obligación tributaria. Se podría señalar que estamos ante normas anti elusivas.

Así, tenemos que el inciso d) del artículo 1° de la LIGV establece que está gravada con el
IGV “la posterior venta del inmueble que realicen las empresas vinculadas con el
constructor, cuando el inmueble haya sido adquirido directamente de este o de empresas
vinculadas económicamente con el mismo”, y siempre que tal venta hubiera sido realizada a
un precio inferior al valor de mercado, pues de lo contrario no habría posibilidad de elusión
tributaria.

En este caso, el literal d del numeral 1 del artículo 2 del Reglamento de la LIGV precisa que
estas posteriores ventas están referidas “a las ventas que las empresas vinculadas
económicamente al constructor realicen entre sí y a las efectuadas por estas a terceros no
vinculados”.

De igual manera, la norma en mención establece que estará gravada como primera venta
de inmuebles “la que se efectúe con posterioridad a la reorganización o traspaso de
empresas”, toda vez que en atención al literal c) del artículo 2 de la Ley no está afecta con
el IGV “La transferencia de bienes que se realice como consecuencia de la reorganización
de empresas”, mecanismo que responde al principio de empresa en marcha y que podría
utilizarse como mecanismo de elusión para el pago del IGV por la transferencia de
inmuebles.

También debe tenerse presente lo establecido por el segundo párrafo del literal d del
numeral 1 del artículo 2 del Reglamento de la Ley del IGV, en el sentido que “Se considera
primera venta y consecuentemente operación gravada, la que se realice con posterioridad a
la resolución, rescisión, nulidad o anulación de la venta gravada”; es decir, un supuesto
distinto a los ya comentados que se materializa, por ejemplo, cuando habiendo celebrado
un contrato de compraventa de un inmueble cuyo valor estuvo gravado con el IGV, se
vuelve a vender el mismo bien previa resolución del primer contrato, como podría ocurrir si
el primer comprador no canceló el precio en el plazo acordado.

Tratándose de inmuebles en los que se efectúen trabajos de ampliación, la venta de la


misma se encontrará gravada con el Impuesto, aun cuando se realice conjuntamente con el
inmueble del cual forma parte, por el valor de la ampliación. Se considera ampliación a toda
área nueva construida. También se encuentra gravada la venta de inmuebles respecto de
los cuales se hubiera efectuado trabajos de remodelación o restauración, por el valor de los
mismos.

Para determinar el valor de la ampliación, trabajos de remodelación o restauración, se


deberá establecer la proporción existente entre el costo de la ampliación, remodelación o
restauración y el valor de adquisición del inmueble actualizado con la variación del Índice de
Precios al Por Mayor hasta el último día del mes precedente al del inicio de cualquiera de
los trabajos señalados anteriormente, más el referido costo de la ampliación, remodelación
o restauración. El resultado de la proporción se multiplicará por cien (100). El porcentaje
resultante se expresará hasta con dos decimales. Este porcentaje se aplicará al valor de
venta del bien, resultando así la base imponible de la ampliación, remodelación o
restauración.

● Operaciones exoneradas
El literal B) del Apéndice I del TUO de la Ley del IGV establece que está exonerado de
dicho impuesto “La primera venta de inmuebles que realicen los constructores de los
mismos, cuyo valor de venta no supere las 35 Unidades Impositivas Tributarias, siempre
que sean destinados exclusivamente a vivienda y que cuenten con la presentación de la
solicitud de Licencia de Construcción admitida por la Municipalidad correspondiente, de
acuerdo a lo señalado por la Ley Nº 27157 y su reglamento”.

Los elementos concurrentes son:

1. Que el valor de venta no supere de 35 Unidades Impositivas Tributarias:

Cuando la norma hace referencia al valor de venta, básicamente se refiere a la base


imponible antes del IGV, de manera tal que es un punto común de comparación entre todas
las operaciones de venta de inmuebles.

Este valor de venta, y no precio de venta que ya incluye el IGV, debe ser menor al que
corresponda a 35 UITs, y aunque ni la Ley ni el Reglamento precisan algo sobre el
particular, debemos entender que la comparación se efectúa respecto de valor de la UIT
vigente en el momento que se realiza la operación de venta.

El Informe N° 026-2015-SUNAT/5D0000 señala que tratándose de la exoneración del IGV


en la primera venta de inmuebles efectuada por el constructor de los mismos, prevista en el
literal b) del Apéndice I de la Ley del IGV, a efectos de establecer si el valor de venta del
inmueble supera o no las 35 UIT debe considerarse el valor del terreno como parte de dicho
valor.

2. Que el inmueble vendido sea exclusivamente destinado para vivienda.

El destino exclusivo para vivienda se puede verificar no solo por la naturaleza de la


construcción, sino principalmente por los planos, proyectos e, incluso, la misma licencia
otorgada por la municipalidad del distrito. Un caso particular lo constituyen los
estacionamientos que se venden de manera separada o conjuntamente con los inmuebles.
De manera independiente, cada uno de los estacionamientos representa un inmueble
distinto y separado de la unidad de vivienda, de modo tal, que en principio, siempre están
gravados por no estar destinados exclusivamente a vivienda, aun cuando su valor no sea
superior a 35 UIT y tenga la licencia a la que se refiere el siguiente literal.

3.-Que se haya presentado la solicitud de la licencia de construcción y que haya sido


admitida por la municipalidad correspondiente.

Este requisito supone que la municipalidad distrital en cuya jurisdicción se ubique el bien
inmueble vendido, haya admitido la solicitud de Licencia de Construcción, es decir, que la
haya recibido, pero no exige que se haya otorgado la misma, es decir, la respuesta positiva
sobre la solicitud expedida por el Gobierno Local.

● Base de cálculo de operaciones gravadas:


De acuerdo al literal d) del artículo 13 del TUO de la Ley del IGV, la base imponible en la
primera venta de inmuebles es “El ingreso percibido (…) con exclusión del correspondiente
al valor del terreno”.

Sobre el particular, el numeral 9 del artículo 5 del Reglamento, señala que “Para determinar
la base imponible del impuesto en la primera venta de inmuebles realizada por el
constructor, se excluirá del monto de la transferencia el valor del terreno. Para tal efecto, se
considerará que el valor del terreno representa el cincuenta por ciento (50%) del valor total
de la transferencia del inmueble”.

En ese sentido, cuando la primera venta de inmuebles resulte afecta con el IGV, la base
imponible se calcula restándole al valor de venta el 50% del mismo como si ese fuera el
valor del terreno, con lo cual, la tasa del impuesto solo se aplica sobre el otro 50% restante.

11. La detracción en la actividad de construcción e inmobiliaria:

11.1.-En la primera venta de inmueble:

Mediante la Resolución de Superintendencia N.° 022-2013/SUNAT, se determinó que desde


el 1 de febrero de 2013, la primera venta de inmuebles que realicen los constructores de
estos bienes gravada con el IGV, esté sujeta al Sistema de Detracciones. La tasa de la
detracción es de 4% y se aplica sobre el importe total de la operación, es decir, sobre el
valor de venta del bien más el IGV.

● En la venta con pagos parciales, si la venta se pacta con pago en partes, la


obligación nace en la fecha de percepción del ingreso, por el monto que se perciba,
aun cuando el mismo sea parcial.
● En la venta con boleta de venta, también se aplica la detracción, cuando una
persona natural sin negocio adquiere directamente del constructor el inmueble,
pagando el precio total de la operación. En este caso, la empresa deberá auto
detraerse, es decir, debe abonar a su propia cuenta el 4% del valor de la operación.
En este caso, es obligatorio consignar en la boleta el número de DNI, apellidos y
nombres del adquirente, ya que estos son los datos que deben consignarse en el
formato de pago que se haga al Banco de la Nación por el monto detraído.
● En caso se emita una factura por la compra-venta del inmueble, la empresa
adquirente será la obligada a realizar la detracción. En la venta de un bien a futuro
(en planos) usualmente en la modalidad de “venta en planos” se fracciona el pago
en dos partes: una cuota inicial del 10% o 20% del precio total, y el saldo, al mes
siguiente, a través de un financiamiento de préstamo hipotecario.
La Ley del IGV contempla que los adelantos de este tipo estarán gravados aunque
físicamente no exista el bien materia de la operación. En ese sentido, estos adelantos
(cuota inicial) estarán sujetos a la detracción del IGV por el importe parcial. En caso el
banco que financia el saldo del inmueble, le pague al vendedor (constructor o inmobiliaria)
el saldo hipotecado, será en ese momento en el cual se aplicará la detracción sobre el saldo
restante.

● Plazos para pagar la detracción: Si se emite una boleta de venta, la detracción


puede pagarse hasta que se firme la escritura pública o hasta el día que se realice el
pago en efectivo, lo que ocurra primero. Si se emite factura, el plazo será hasta el
quinto día hábil del mes siguiente al que se registra la operación o hasta la firma de
la escritura pública, lo que ocurra primero.
● Sanciones aplicables: Las personas que incumplan con realizar la detracción,
tendrán una multa del 50% del importe no depositado, siempre que sea detectado;
es decir, mientras que la SUNAT no notifique la resolución de multa, el contribuyente
tendrá una rebaja del 100%, caso contrario, tendrá que pagar el integro de la multa.
Asimismo, no podrá usar el respectivo crédito fiscal, mientras que no cumpla con la
subsanación de hacer el depósito de la detracción en el Banco de la Nación. En
caso de uso indebido de los recursos depositados en las cuentas de detracciones, la
multa será del 100% del importe usado.
11.2.-En el contrato de construcción:

El Servicio llamado contrato de construcción (incluidas los contratos de construcción de


suma alzada y el de administración), el cual como hemos señalado se encuentra gravado
con el IGV, también se encuentra sujeta a la detracción, tal como lo señala el numeral 9 del
Anexo 3 de la Resolución de Superintendencia N° 183-2004/SUNAT, con una tasa del 4%.

Las empresas que brindan este servicio, suelen usar mucho el concreto premezclado como
una especie de insumo, al respecto cabe indicar que mediante el Informe N° 040-2013-
SUNAT/4B0000, la venta y el bombeo de concreto premezclado, prestado por el vendedor
al comprador con el fin de dicha venta, no se encuentra sujeta a la detracción.

En otro informe de SUNAT el N° 055-2014-SUNAT/4B0000 se señala que califica como


servicio de construcción, la construcción de proyectos públicos, la instalación de líneas de
transmisión de energía eléctrica, las obras auxiliares en zonas urbanas, así como la
instalación de sistema de alumbrado y señales eléctricas en las calles.

12. Preguntas frecuentes:


● Los Contratos de arrendamiento, sub arrendamiento o cesión en uso de maquinaria
o equipo de construcción dotado con operador ¿se consideran Contratos de
Construcción?
De acuerdo a la definición de Contrato de Construcción establecido en la RS N°293-2010-
SUNAT, no se considera Construcción a los Contratos de Arrendamiento, sub
arrendamiento o cesión en uso de maquinaria o equipo de construcción dotado con
operador, por lo que no les es aplicable la detracción por este concepto.

Sin embargo, la misma RS N° 293-2010/SUNAT establece que este tipo de Contratos están
sujetos a la detracción aplicable a Arrendamiento de Bienes Muebles, con una tasa de 10%.

● ¿Se debe aplicar detracción a los contratos de instalación y montaje de estructuras?.


Dentro de la División 43 de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU) de las
Naciones Unidas el CIIU Versión 4 (v.4), se consideran como Actividades de Construcción a
las “Actividades especializadas de construcción (4390)”, entre las que se encuentra:

● Erección de elementos de acero no fabricados por la propia unidad constructora.


En tal sentido, sí corresponde aplicar la detracción a los contratos de instalación y montaje
de estructuras.

● ¿Si el contrato es únicamente por la fabricación de las estructuras, ¿se debe aplicar
la detracción?.
La fabricación de estructuras sin instalación no se debe considerar dentro de las actividades
de Construcción pues las estructuras por sí mismas son un material utilizado para la
construcción. En tal sentido las estructuras sin instalación no están sujetas a la detracción
por concepto de Contratos de Construcción.

● Los Contratos de construcción, mantenimiento y conservación de obras públicas


como carreteras, ¿están sujetos a la detracción?
La División 41 de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU) de las Naciones
Unidas el CIIU Versión 4 (v.4), consideran como “Actividades de Construcción” a las “4210-
Actividades construcción de carreteras y líneas de ferrocarril”, entre las que se encuentran
las Obras de superficie en calles, carreteras, autopistas, puentes o túneles: asfaltado de
carreteras, pintura y otros tipos de marcado de carreteras e instalación de barreras de
emergencia, señales de tráfico y elementos similares. En tal sentido, sí corresponde aplicar
la detracción del 4% sobre este tipo de contratos

Consideraciones Finales

Es fundamental que las empresas del sector de construcción conozcan y cumplan con las
obligaciones tributarias que les corresponden de acuerdo con el régimen que les sea
aplicable. Esto asegurará su adecuada tributación y contribución al desarrollo económico
del país, así como evitará sanciones y problemas legales derivados de incumplimientos en
materia fiscal. Asimismo, se recomienda buscar asesoramiento profesional especializado
para una gestión tributaria óptima y adecuada al contexto específico de cada empresa del
sector de construcción.

El régimen tributario aplicable al sector de la construcción en Perú es complejo y está sujeto


a regulaciones específicas. La comprensión de estos aspectos es crucial para las empresas
y profesionales que operan en este sector. Además, es importante estar al tanto de los
beneficios fiscales disponibles para maximizar la eficiencia fiscal y promover el desarrollo de
proyectos de construcción en el país.
Es fundamental consultar a un contador o asesor tributario para asegurarse de cumplir con
todas las obligaciones tributarias y aprovechar al máximo los beneficios fiscales disponibles
en el sector de la construcción.

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