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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PRIVADO JOHN VON

NEUMANN

CARRERA PROFESIONAL TÉCNICA

CONTABILIDAD TECNICA CONTABLE II


“GASTOS DEDUCIBLES CONDICIONADOS”

ALUMNOS:
Pumachagua Aurora
Paul Luciano
Vasquez Anais
Garcia Condori Irene

DOCENTE:

ddd
TACNA – PERÚ

2020
INDICE
INTRODUCCIÓN..........................................................................................................1
GENERALIDADES FRENTE A LOS GASTOS DEDUCIBLES..............................3
BASE LEGAL..........................................................................................................3

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD..............................................................................3

Criterios para observar la causalidad de un Gasto....................................................4

Principio de razonabilidad:..................................................................................................4

Principio de normalidad:......................................................................................................4

Principio de generalidad.....................................................................................................4

GASTOS DEDUCIBLES CONDICIONADOS.............................................................9


Mermas, desmedros y faltantes de existencias..........................................................9

Retribuciones al personal........................................................................................11

Gratificación extraordinaria....................................................................................15

Entrega de asignaciones no remunerativas y aguinaldos........................................16

Provisiones de cobranza dudosa y castigos deducibles...........................................17

El castigo de la provisión de cuentas de cobranza dudosa......................................23

Rentas de segunda, cuarta y quinta categoría.........................................................24

Bienes y servicios SPOT.........................................................................................26

Gastos por premios..................................................................................................30

Pérdidas extraordinarias y delitos contra el contribuyente.....................................33


Gastos del exterior..................................................................................................36

CONCLUCIONES........................................................................................................38
REFERENCIAS............................................................................................................39
BIBLIOGRAFIA...........................................................................................................41
1

INTRODUCCIÓN

Todos los gobiernos necesitan financiar sus gastos públicos entre ellos: obligaciones

educativas, sociales, de salud, de seguridad, entre otras; y para ello requieren los ingresos

necesarios existiendo así los tributos, que representan una de las principales fuentes de ingresos

de casi todos los gobiernos.

De acuerdo con lo dispuesto por el literal a) del artículo 59º del Código Tributario, dentro de

la determinación de la obligación tributaria, el deudor cumple un rol activo al verificar el hecho

generador de la obligación tributaria, señalar la base imponible y también la cuantía del tributo.

En nuestro país el Impuesto a la Renta constituye uno de los principales tributos que grava las

rentas que provengan del capital, del trabajo y de la aplicación conjunta de ambos factores,

entendiéndose como tales aquellas que provengan de una fuente durable y susceptible de generar

ingresos periódicos. En el TUO de la LIR, el cual tiene como reglamento el Decreto Supremo No

159- 2007-EF; se encuentra establecido diversos gastos, entre ellos; los gastos condicionados.

Dentro de la determinación propia de la renta neta de tercera categoría para aquellos

contribuyentes que la generan, deben verificar en su balance anual la deducción de los gastos

necesarios para producir y mantener la fuente generadora cumpliendo con los requisitos que se

establecen. De allí la importancia de poder efectuar un proceso de verificación de los gastos a

efectos de poder evitar algún reparo con el fisco. Como se observa, el propio contribuyente al

momento de efectuar el cálculo tendiente a la verificación del pago del Impuesto a la Renta

realiza un proceso de autodeterminación, cumpliendo así lo dispuesto en el artículo 59º del

Código Tributario.
El problema que puede presentarse es que al momento de realizar la determinación de la renta

neta algunos gastos que fueron incluidos y considerados en dicho proceso pueden ser reparables,

ya sea porque no cumplen en principio de causalidad, no se cumplió con la formalidad exigida en

las operaciones, no existe fehacientica en las mismas, entre otras situaciones.

Así la presente monografía titulada “GASTOS DEDUCIBLES CONDICIONADOS”, serán

organizados en dos capítulos. En el primero, se abordan generalidades frente a los gastos

deducibles; en el segundo, desarrollo del tema sobre los gastos deducibles condicionados.

Finalmente, el trabajo culmina con el desarrollo de casos prácticos y la presentación de las

conclusiones.
GASTOS DEDUCIBLES

GENERALIDADES FRENTE A LOS GASTOS DEDUCIBLES

BASE LEGAL

TUO de la Ley del Impuesto a la Renta, Artículo 37º del inciso a) hasta el inciso z).

Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta, Artículo 21º del inciso a) hasta el inciso y).

GASTO DEDUCIBLE

A fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos

necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los vinculados con la generación de

ganancias de capital, en tanto la deducción no esté expresamente prohibida por esta ley.

(SUNAT)

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

Este Principio señala que los gastos deben ser necesarios para mantener la fuente. Los gastos

deben ser necesarios para producir la renta. Para realizar la acreditación de determinados gastos

como deducibles, es necesario que se acredite la relación causal con los ingresos del

contribuyente, es decir, que los gastos realizados sean normales y propios del giro del negocio,
además estos deberán guardar coherencia como también deberán estar ligados a la generación de

la fuente productora. (ORTEGA, Rosa; PACHERRES, Ana, 2014)

Criterios para observar la causalidad de un

Gasto Principio de razonabilidad:

Este principio consiste en la proporcionalidad que existe entre los gastos incurridos y la

generación de renta o mantenimiento de su fuente. Asimismo, este principio se encuentra muy

relacionado con el principio de causalidad ya que el aporte generado frente a este da énfasis en

la evaluación del gasto en tal sentido se determina como un criterio cuantitativo donde

relacionamos el monto del gasto deducible con el importe de los ingresos de la empresa.

Principio de normalidad:

Consiste en un criterio básico aplicado a todos los gastos producidos para la actividad que

genera la renta gravada. Es necesario recalcar que se trata de un criterio cualitativo que está

estrechamente vinculado con el principio de causalidad. En otras palabras, este principio ayuda a

evaluar la vinculación del gasto con el giro propio del negocio. En definitiva, el principio de

normalidad indica que los gastos son deducibles cuando cumplen con el objetivo de obtener

beneficios para la empresa.

Principio de generalidad:

Este principio está vinculado con la aplicación de los incisos I, II y a.2 del Art. 37° de la LIR.

Es necesario recalcar que este principio es relativo, es decir que un gasto no necesariamente debe

beneficiar a todos los trabajadores de la empresa. Por otro lado, en el caso de pagos a favor de

los trabajadores por cualquier concepto en virtud de la existencia de un vínculo laboral, así como
también en los gastos concurridos y contribuciones de salud, educativas, culturales y recreativas,

etc. este deben ser evaluados a fin de que cumplan con los principios de razonabilidad,

normalidad y generalidad.

En los últimos años, se ha podido verificar que en los procedimientos de fiscalización

tributaria, los mayores reparos a las empresas están dirigidos al cuestionamiento de la

fehaciencia de las operaciones, por un lado, al no contar con la documentación mínima

probatoria que respalde las adquisiciones que incidieron en los gastos deducibles en la

determinación del Impuesto a la Renta Anual, y de otro lado, por no observar las formalidades

requeridas para la deducción de los gastos.

Sobre el particular, si bien en muchos casos las empresas se han confiado en la

documentación contable para sustentar la deducción de sus gastos en un determinado ejercicio, y

han reiterado en las respuestas a los diversos requerimientos notificados por la Administración

Tributaria que los gastos cumplen con el principio de causalidad, es necesario que identifiquen

cual es la documentación que permita sustentar debidamente sus adquisiciones, su vinculación

con la generación o el mantenimiento de la fuente productora, la deducción del gasto en el

periodo en el cual se ha devengado y el cumplimiento de las formalidades previstas para cada

tipo de gasto, de acuerdo a lo señalado en la Ley del Impuesto a la Renta y su Reglamento.

Por ello, a continuación compartimos los cuatro (4) aspectos o requisitos que las empresas

deben observar para una correcta deducción de sus gastos y evitar contingencias tributarias en un

eventual procedimiento de fiscalización tributaria:


Fehaciencia del gasto:

Los contribuyentes deben considerar que el primer aspecto a priorizar incluso antes que la

causalidad, está referido al sustento de las operaciones con documentación contable, legal,

interna y complementaria que permita demostrar en un eventual procedimiento de fiscalización

tributaria que el gasto obedece a una operación fehaciente y que en caso la Administración

Tributaria, tuviera duda de la misma, puede realizar un cruce de información o toma de

manifestación con proveedores o terceros, si pretende reparar la operación por falta de

fehaciencia; sin embargo, si el contribuyente cuenta con toda la documentación que sustente el

origen y destino de las adquisiciones, ya pasó el primer filtro cual es el adecuado sustento del

gasto.

En relación a este aspecto, debemos indicar que si bien en la Ley del Impuesto a la Renta no

se hace referencia a la fehaciencia como un elemento a considerar para la deducción de los

gastos, ni constituye un principio adicional a la causalidad o al devengado, de conformidad con

el numeral 7 del artículo 87° de la Ley del Impuesto a la Renta, los contribuyentes se encuentran

obligados a conservar toda la documentación que respalde sus operaciones durante el lapso de

cinco (5) años o durante el plazo de prescripción, el que resulte mayor, por ello se le atribuye al

contribuyente la carga de la prueba para sustentar la realidad de sus operaciones en un efectuar

procedimiento de fiscalización tributaria.

Causalidad del gasto

Los contribuyentes deben observar que las adquisiciones realizadas en un determinado

periodo fiscal, se encuentren destinadas a mantener la fuente productora (capital y/o trabajo), y

de otro lado, que busquen generar potencial ingresos o ganancias de capital que incidan en el
normal desenvolvimiento de la empresa frente a terceros, esto es, el gasto debe resultar

necesario, normal, razonable, y en el caso de los gastos en favor del personal, deben cumplir con

el principio de generalidad, aunque pueden acreditar criterios que rompan la generalidad, como

es el rango, jerarquía, ubicación geográfica, edad, y rendimiento de un trabajador o grupo de

trabajadores en relación al resto.

Este requisito lo encontramos expresamente previsto en el artículo 37° de la Ley del Impuesto

a la Renta, el cual contiene una lista enunciativa de gastos que las empresas pueden deducir, y en

el artículo 44° de la aludida Ley del Impuesto a la Renta encontramos los gastos prohibidos.

Devengo del gasto

Con la modificación realizada al artículo 57° de la Ley del Impuesto a la Renta por el Decreto

Legislativo N° 1425, se incluyó en la Ley, el tratamiento del principio del devengado en el

reconocimiento de los ingresos y los gastos, siendo que de acuerdo a lo dispuesto en el aludido

artículo 57°, se desprende que los gastos deberán reconocerse cuando se haya producido el hecho

económico de su reconocimiento, haya nacido la obligación para efectuar el pago de los mismos,

aun cuando no se haya materializado el pago efectivo de la adquisición, y que el reconocimiento

del gasto no esté sujeto a condición suspensiva o a un hecho o evento futuro.

Cabe recordar que el devengo del gasto no está condicionado al registro del comprobante de

pago en el ejercicio fiscal en el cual se produjo el devengo ni a la emisión oportuna del

comprobante de pago, toda vez que dichas formalidades no condicionan el devengo del gasto el

cual responde a un principio de imputación del gasto a un determinado ejercicio fiscal.


Formalidad del gasto

Cabe recordar que cada gasto detallado en el artículo 37° de la Ley del Impuesto a la Renta se

encuentra condicionado al cumplimiento de una formalidad, esto es, a un requisito que de no

observarse impedirá que la empresa pueda deducir el gasto en la determinación de la renta neta

de tercera categoría, ello, independientemente a que la sustancia sea más importante que la

forma, para efectos tributarios dada la cantidad de requisitos para la deducción de los créditos

tributarios puede afirmarse que incluso la forma termina siendo más importante que la sustancia.

Sobre este punto, podemos poner como ejemplo: la depreciación tributaria, cuya deducción

está condicionada a la contabilización de la misma en los libros o registros contables; las mermas

sobre existencias, cuya formalidad consiste en sustentar la pérdida cuantitativa con un informe de

un profesional independiente, competente y colegiado; la pérdida extraordinaria de bienes por

delitos ocasionados por dependientes o terceros ajenos a la empresa cuya formalidad consiste en

contar con la sentencia judicial en la cual se acredite el hecho delictuoso o el Dictamen Fiscal

que disponga el archivamiento provisional por no haberse identificado a los sujetos que

cometieron el hecho delictivo; entre otros gastos sujetos al cumplimiento de requisitos

específicos.

En consecuencia, es necesario que las empresas procuren cumplir con los cuatro (4) aspectos

en referencia para evitar contingencias tributarias en un eventual procedimiento de fiscalización

tributaria, fehaciencia, causalidad, devengo y formalidad a cumplir para cada tipo de gasto,

implica que las empresas prioricen contar con toda la documentación sustentatoria posible la cual

permita identificar el origen, el destino, la oportunidad y la formalidad requerida en las

adquisiciones que sustenten la deducción del gasto en la determinación del Impuesto a la Renta

de Tercera Categoría.
CRITERIOS

Criterio de devengado denominado también “Causado”, es el principio rector por el que se

reconoce los ingresos y gastos de las rentas de tercera categoría en función de un periodo

contable con independencia de haberlas cobrado o pagado. La Ley del Impuesto a la Renta no

establece expresamente que se debe entender por el criterio del devengado, en consecuencia,

recurriremos a la definición contable a efectos de conceptualizar este principio.

GASTOS DEDUCIBLES CONDICIONADOS

Los gastos deducibles condicionados son aquellas sobre las que la Ley permite que,

cumpliendo con las reglas generales (causalidad, razonabilidad, proporcionalidad y fehaciencia),

el contribuyente puede deducir el concepto, pero únicamente si cumple con los requerimientos

planteados por la norma.

PRINCIPALES GASTOS DEDUCIBLES CONDICIONALES

Mermas, desmedros y faltantes de existencias

BASE LEGAL: Se encuentran indicados en el inciso f) del artículo 37º de la Ley del Impuesto

a la Renta. Asimismo se menciona en inciso c) del artículo 21º del Reglamento de la Ley del

Impuesto a la Renta.
PÉRDIDA CUANTITATIVA INFORME TÉCNICO

GASTOS POR MERM

Sustentació
MERMAS Y

DESMEDRO PÉRDIDA CUALITATIVA NOTARIO PÚBLICO O JUEZ DE


MERM PAZ

Ilustración 1 Mermas, desmedros y faltantes de existencias

Para la deducción de las mermas y desmedros de existencias dispuestas en el inciso f) del

Artículo 37 ° de la Ley, se entiende por:

Merma: Pérdida física, en el volumen, peso o cantidad de las existencias, ocasionada por

causas inherentes a su naturaleza o al proceso productivo.

Desmedro: Pérdida de orden cualitativo e irrecuperable de las existencias, haciéndolas

inutilizables para los fines a los que estaban destinados.

Cuando la SUNAT lo requiera, el contribuyente deberá acreditar las mermas mediante un

informe técnico emitido por un profesional independiente, competente y colegiado o por el

organismo técnico competente. Dicho informe deberá contener por lo menos la metodología

empleada y las pruebas realizadas. En caso contrario, no se admitirá la deducción.


Cabe recordar que para la deducción de los gastos por concepto de desmedros de existencias

(a excepción del procedimiento para los productos alimentarios perecibles), se deben cumplir

con los siguientes requisitos:

La destrucción de las existencias ante Notario Público o Juez de Paz, a falta de aquél.

La comunicación previa de la destrucción a SUNAT siendo que el plazo que medie entre la

fecha en que se cumple con la acción de comunicar y aquella fijada para la realización de la

diligencia de destrucción sea igual o mayor a 6 días hábiles.

Dicha entidad podrá designar a un funcionario para presenciar dicho acto; también podrá

establecer procedimientos alternativos o complementarios a los indicados, tomando en

consideración la naturaleza de las existencias o la actividad de la empresa.

Retribuciones al personal

BASE LEGAL: Inciso l) del artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta.

De acuerdo con el inciso l) del artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta, son deducibles

los aguinaldos, bonificaciones, gratificaciones y retribuciones que se acuerden al personal,

incluyendo todos los pagos que por cualquier concepto se hagan a favor de los servidores en

virtud del vínculo laboral existente y con motivo del cese, precisando que estas retribuciones

podrán deducirse en el ejercicio comercial a que correspondan cuando hayan sido pagadas dentro
del plazo establecido por el reglamento para la presentación de la declaración jurada

correspondiente a dicho ejercicio.

Criterios aplicables para evaluar la deducción de los gastos vinculados al personal:

Se debe verificar si el gasto es normal para la actividad que genera la renta, es razonable y

proporcional y el cumplimiento del criterio de generalidad para el caso de gastos señalados en el

literal l) del artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta, referidos a gastos por aguinaldos,

bonificaciones, gratificaciones y retribuciones que se acuerden al personal.

Asimismo, es relevante que el gasto se haya devengado en el ejercicio gravable y/o se hayan

cumplido con los requisitos establecidos en la normativa específica, para su deducción.

Principales gastos derivados del vínculo laboral:

Las asignaciones destinadas a cubrir provisiones por beneficios sociales: Gratificación legal,

vacaciones, participación en las utilidades y la asignación familiar.

Los gastos que corresponden al otorgamiento de gratificación legal, vacaciones, participación

en las utilidades obligatoria, asignación familiar, y otros beneficios sociales son provisionados en

el tiempo, en aplicación de la normativa contable internacional que rige la contabilidad en

nuestro país.

Desde el punto de vista tributario, van a ser deducibles a efecto de establecer la renta neta de

tercera categoría siempre que cumplan con el principio de causalidad, la cual deberá ser
acreditada no solamente con la boleta de pago del trabajador sino con toda otra documentación

que acredite la realización del gasto y al beneficiario del mismo. Con respecto a la deducción del

gasto por participaciones de utilidades obligatorias el artículo 10 del Decreto Legislativo Nº 892

señala, que a efectos de establecer la renta neta de tercera categoría, constituye gasto deducible la

participación de utilidades obligatoria que otorguen las empresas a sus trabajadores.

Gasto por indemnizaciones pagadas al trabajador en el desarrollo del vínculo laboral.

Dentro del marco jurídico laboral existen supuestos en que el empleador se encuentra

obligado a pagar indemnizaciones laborales a los trabajadores, entre ellas tenemos:

Indemnizaciones por vacaciones no gozadas: De acuerdo a lo establecido por el Decreto

Legislativo Nº 713, y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 012-92-TR, el

trabajador tiene derecho a tener treinta (30) días calendario de descanso vacacional por cada año

de servicios, y los trabajadores, en caso de no disfrutar del descanso vacacional dentro del año

siguiente a aquel en que adquieren el derecho, percibirán la denominada “triple remuneración

vacacional”.

Indemnización por horas extras impuestas por el empleador: Corresponde pagar esta

indemnización si se demuestra que las horas extras fueron impuestas por el empleador, en cuyo

caso se tendrá derecho a una indemnización equivalente al 100% del valor de la hora extra.
Indemnización por retención indebida de la CTS: Esta indemnización se paga cuando el

trabajador ha originado perjuicios a la empresa el empleador tiene derecho a retener la CTS de

dicho trabajador a condición de que en el plazo de 30 días hábiles de producido el cese del

trabajador interponga la demanda de daños y perjuicios contra el trabajador. En caso contrario, se

producirá la caducidad del derecho del empleador a la retención de la CTS, y el trabajador podrá

disponer de su CTS y además tendrá derecho a una indemnización por los días que estuvo

impedido de retirar su CTS.

Indemnización por despido arbitrario: Esta indemnización se abona cuando el empleador

comete el abuso de despedir de manera injustificada al trabajador, y esto es demostrado frente a

un juez, el cual obliga a la empresa a pagar esta indemnización.

En ninguno de estos supuestos, la empresa podría proceder a deducir el gasto desde el punto

de vista tributario, porque ninguna de estas erogaciones al trabajador cumple con el principio de

causalidad. El pago de estas indemnizaciones es responsabilidad de la empresa, es decir, son por

faltas cometidas o abusos efectuados contra el trabajador. Este contexto hace que el gasto no sea

razonable ni causal para la empresa.

En ese sentido, puede que se hayan devengado, que se demuestre la relación laboral con el

trabajador, se cumpla con colocarlo en la boleta de pago, se verifique que no se haya retenido la

renta de quinta, precisamente porque no se encuentra gravado con el impuesto a la renta,

conforme lo señala el artículo 18° de la LIR; sin embargo, por el principio de causalidad, el gasto

tendrá que ser reparado.

Gratificaciones entregadas a los trabajadores.


Dentro del rubro de las gratificaciones que se otorgan a los trabajadores tenemos de un lado a

las gratificaciones legales u ordinarias las cuales son las gratificaciones de Fiestas Patrias y de

Navidad obligatorias; y de otro lado, tenemos a las gratificaciones extraordinarias que se otorgan

como una liberalidad del empleador.

En este último caso, estamos frente beneficios económicos que nacen de la voluntad del

empleador, por lo que, son otorgados “a título de liberalidad”.

Gratificación extraordinaria

Estos pagos se rigen por lo señalado en el inciso l) del artículo 37° de la LIR y existen varias

razones por las cuales el empleador otorga gratificaciones extraordinarias a los trabajadores que

se encuentran en la planilla, sin embargo, lo más lo más importante en este caso para deducir

como gasto este desembolso, es que se encuentre dentro de la política de la empresa; es decir, se

encuentre documentado o en todo caso dentro de un convenio colectivo y además sea pagado en

el ejercicio que corresponde o hasta antes de la presentación de la declaración jurada, tal como lo

señala el inciso v) del artículo 37° de la LIR.

Para el caso del trabajador, este monto debe encontrarse en la boleta de pago del trabajador y

se encuentran gravado con el impuesto a la renta de quinta categoría.

Gratificación ordinaria: Como lo hemos señalado es una entrega obligatoria que hace el

empleador, es un beneficio laboral que se encuentra regulado en la Ley N° 27735. En ese

sentido, no sólo es gasto deducible para la empresa sino que califica como renta de quinta para su
perceptor, y de igual manera debe ser pagado en el ejercicio que corresponde o hasta antes de la

presentación de la declaración jurada, tal como lo señala el inciso v) del artículo 37° de la LIR.

Entrega de asignaciones no remunerativas y aguinaldos

En el literal g) del artículo 19° de la LCTS indica que las asignaciones por cumpleaños,

matrimonio, nacimiento de hijos, fallecimiento y aquellas de semejante naturaleza (por bautizo

de hijo, aniversario de bodas, etc.) y las que se otorguen por determinadas festividades siempre

que sean consecuencia de una negociación colectiva (por ejemplo, sería el aniversario de la

empresa) no son remuneraciones. Las primeras, serían asignaciones personales de los

trabajadores y las segundas, generales–inclusive, se supedita la percepción del beneficio a la

existencia de un convenio colectivo que disponga su entrega–, por ciertas festividades.

En este caso, dichas asignaciones califican como gasto deducible para efecto del impuesto a la

renta, tal como lo señala el inciso l) del artículo 37 de la LIR, y califican como renta de quinta

para el trabajador dado que se otorga dentro del marco del vínculo laboral y responden a un acto

de liberalidad del empleador; por lo tanto, igual deben cumplir con lo indicado en el inciso v) del

artículo 37 de la LIR.

De la misma manera los aguinaldos entregados a los trabajadores como canastas navideñas, el

vale del pavo, el vale de consumo en un supermercado etc., califican como renta de quinta para

el trabajador; por lo tanto, debe encontrarse en la boleta de pago del mes en que se entregue el

aguinaldo. Cabe precisar que, no tiene una naturaleza remunerativa.


Desde el punto de vista formal, para que la empresa proceda con la deducción del gasto,

deberá:

Contar con una lista con los nombres y apellidos, firma y número de DNI de los trabajadores

(se entiende sólo personal en planilla) que reciben el aguinaldo.

Deberá emitir un comprobante de pago (boleta de venta) por el aguinaldo.

Se tiene que colocar el valor de mercado como base imponible y se debe gravar con el IGV.

Deberá colocar ese aguinaldo en la boleta de pago del trabajador y retener el impuesto a la

renta de quinta categoría.

Deberá contar con el comprobante de pago de compra.

Se deberá efectuar la bancarización de corresponder.

Deberá cumplir con los principios de razonabilidad, proporcionalidad y generalidad.

Provisiones de cobranza dudosa y castigos deducibles

BASE LEGAL: Se encuentran indicados en el inciso i) del artículo 37º de la Ley del Impuesto

a la Renta, inciso f) del artículo 21 del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta.

En consecuencia son deducibles los castigos por deudas incobrables y las provisiones

equitativas por el mismo concepto, siempre que se determinen las cuentas a las que

corresponden.
La misma norma no se reconoce el carácter de deuda incobrable a las siguientes:

Las deudas contraídas entre sí por partes vinculadas.

Las deudas afianzadas por empresas del sistema financiero y bancario, garantizadas mediante

derechos reales de garantía, depósitos dinerarios o compra venta con reserva de propiedad.

Las deudas que hayan sido objeto de renovación o prórroga expresa.

Momento en que se debe efectuar la provisión por deudas de cobranza dudosa

El numeral 1) del literal f) del artículo 21º del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta

determina que, el carácter de deuda incobrable o no deberá verificarse en el momento en que se

efectúa la provisión contable. Este simple mandato obliga entonces a que la provisión deba

efectuarse cuando se genera la situación en la cual el deudor no puede pagar o la deuda es

potencialmente incobrable.

Requisitos para la deducibilidad del gasto por la provisión de deudas de cobranza dudosa

Para que se pueda efectuar la provisión de las deudas de cobranza dudosa se requiere que se

cumplan los siguientes requisitos:

Primer requisito: Que se identifique el derecho de cobro al que corresponde.

En este caso puede tratarse de una factura que un cliente le debe a la empresa y no es

cancelada. Ello significa que la provisión debe estar detallada de manera completa a efectos que
en posterior oportunidad el fiscalizador no encuentre dificultad alguna y la empresa evite la

contingencia de un reparo.

Segundo requisito: Que se demuestre la existencia de dificultades financieras del deudor de la

obligación impaga, determinando la provisión en el momento en el cual ocurre el hecho

generador de la provisión.

En este supuesto el legislador ha optado por considerar una serie de supuestos en los cuales el

contribuyente que efectúe la provisión debe por lo menos cumplir algunos de ellos.

Siendo ello así, es pertinente revisar lo dispuesto en el literal a) del numeral 2 del inciso l) del

artículo 21º del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta, el cual señala que para efectuar la

provisión de cobranza dudosa, la deuda se encuentre vencida y se demuestre la existencia de

dificultades financieras del deudor que hagan previsible el riesgo de incobrabilidad:

¿Cómo se demuestra el riesgo de incobrabilidad?

El mismo reglamento nos otorga una serie de supuestos:

Mediante análisis periódicos de los créditos concedidos o por otros medios, ello implica por

decir una revisión de la cartera de clientes morosos dentro de la propia empresa para verificar si

el cliente paga sus obligaciones con ciertas dificultades o simplemente no paga.

Aquí podría ser de utilidad informaciones de la prensa que indique las zonas afectadas por las

lluvias y que han sido perjudicadas por inundaciones o huaycos. Se entiende que en estas zonas

debe encontrarse el deudor que no ha cumplido con el pago de la deuda al proveedor.


Se demuestre la morosidad del deudor mediante la documentación que evidencie las gestiones

de cobro luego del vencimiento de la deuda, aquí por ejemplo puede presentarse el caso de la

emisión de alguna o varias cartas notariales, entregadas al deudor por parte de una Notaría por

encargo de la empresa acreedora, en la que se le indica, la existencia de la deuda y la posibilidad

de acercarse a regularizar su situación en el más breve plazo, como también las cartas reiterativas

o aquellas de tipo conminativo y de exigencia de la deuda bajo amenaza de hincar el proceso

judicial correspondiente.

También podría servir de sustento los reiterados envíos de correos electrónicos sin obtener

respuesta a los mismos, siempre que la cuenta electrónica del deudor esté habilitada y haya sido

el mecanismo de intercambio de comunicaciones permanente entre el deudor y el proveedor en

tiempo anterior.

Se efectúe el protesto de documentos, esto puede presentarse en el caso de documentos que

califiquen como títulos valores que no fueron cancelados en su momento y el contribuyente hizo

uso del derecho que le corresponde para poder así efectuar el protesto de los documentos ante el

Notario o Juez de Paz.

En el caso específico del protesto de una letra de cambio como título valor si el deudor no

cumple con efectuar la cancelación de la deuda contenida en la letra de cambio (que de seguro

corresponde a la cancelación de una factura), no obstante que ha vencido la Letra de Cambio, el

que tenga la calidad de tenedor de la letra deberá entregarla a un notario Público o un Juez de
Paz para efectos que lleve a cabo la diligencia de protesto por falta de pago, en ese caso el

tenedor tiene un plazo de ocho (8) días naturales.

Así, entonces el Notario o el Juez de Paz, en todo caso, deberán realizar el protesto mismo

luego de entregada la Letra de Cambio. Este tipo de diligencia deberá llevarse a cabo hasta antes

de cumplirse el décimo quinto (15) día calendario contado desde su vencimiento.

Se dé el inicio de procedimientos judiciales de cobranza, lo antes señalado implica presentar

una demanda de cancelación a través de un proceso que se lleva ante los Juzgados estableciendo

una exigencia que a través de la sentencia el Juez ordene al deudor a cancelar.

Que hayan transcurrido más de doce (12) meses desde la fecha de vencimiento de la

obligación sin que ésta haya sido satisfecha, en este último punto observamos que si solo se

cumple el transcurso del tiempo ya se podrá provisionar la deuda de cobranza dudosa.

De la lectura del texto y de los diversos supuestos, no existen parámetros que indiquen si

existe prioridad en cuanto a la utilización de los mismos o si exista alguna valoración en cuanto a

la probanza (como una especie de prueba tasada).

Ello equivale a decir que de acuerdo con las circunstancias que se desarrolle cada caso, el

contribuyente que decida provisionar alguna deuda como de cobranza dudosa, deberá elegir

algunos de los supuestos antes mencionados.

Tercer requisito: Que la provisión al cierre de cada ejercicio figure en el Libro de Inventarios

y Balances en forma discriminada.


En este punto debemos resaltar que la obligación del contribuyente que efectúe la provisión de

la deuda de cobranza dudosa deberá efectuarla de manera discriminada y no de manera genérica.

Ello significa que serían reparables aquellas provisiones efectuadas considerando estimaciones o

porcentajes que no corresponde a la deuda real que no ha sido cancelada hasta el momento en el

cual se realiza la provisión.

Ello implica que la provisión:

deba encontrarse respaldada con el documento que sustenta la operación o el comprobante de

pago respectivo.

se debe identificar al deudor.

la provisión sea apropiada con el monto de la deuda.

Cuarto requisito: Que la provisión, en cuanto se refiere al monto, se considerará equitativa si

guarda relación con la parte o el total si fuere el caso, que con arreglo a las reglas antes señaladas

se estime de cobranza dudosa.

Aquí lo que debemos resaltar es el hecho que el contribuyente que realice la provisión de

cobranza dudosa, deberá verificar un proceso de conciliación entre las cuentas contables y el

aspecto tributario, ya que de no cumplir las condiciones señaladas el gasto de la provisión será

reparable y se generará una diferencia temporal.


El castigo de la provisión de cuentas de cobranza dudosa

El castigo de las cuentas que el contribuyente ha considerado como de cobranza dudosa,

representa una confirmación de lo que anteriormente había previsto y que era el hecho de

verificar, con una mayor seguridad, que no podrá realizar la cobranza de lo adeudado por el

cliente respecto de la obligación que mantiene pendiente de cobro.

Hay que advertir que si bien la provisión ya afectó a resultados en el ejercicio en el que se

consideró, la cuenta pendiente de cobro existe y ésta solo puede ser retirada de la contabilidad

con el respectivo castigo de la misma, lo cual finalmente representa la desaparición de la deuda

del activo del contribuyente.

Requisitos que se deben cumplir para efectuar el castigo de las cuentas de cobranza dudosa

Conforme lo determina el texto del literal g) del artículo 21º del Reglamento de la Ley del

Impuesto a la Renta, para efectuar el castigo de las deudas de cobranza dudosa, se requiere que la

deuda haya sido provisionada y se cumpla, además, con alguna de las siguientes condiciones:

Se haya ejercitado las acciones judiciales pertinentes hasta establecer la imposibilidad de la

cobranza, salvo cuando se demuestre que es inútil ejercitarlas o que el monto exigible a cada

deudor no exceda de tres (3) Unidades Impositivas Tributarias.

Tratándose de castigos de cuentas de cobranza dudosa a cargo de personas domiciliadas que

hayan sido condonadas en vía de transacción, deberá emitirse una nota de abono en favor del
deudor. Si el deudor realiza actividad generadora de rentas de tercera categoría, considerará

como ingreso gravable el monto de la deuda condonada.

Cuando se trate de créditos condonados o capitalizados por acuerdos de la Junta de

Acreedores conforme a la Ley General del Sistema Concursal, en cuyo caso el acreedor deberá

abrir una cuenta de control para efectos tributarios, denominada “Acciones recibidas con ocasión

de un proceso de reestructuración.

Rentas de segunda, cuarta y quinta categoría.

BASE LEGAL: Se encuentran indicados en el inciso v) del artículo 37º de la Ley del

Impuesto a la Renta.

Se mantiene el reparo por participaciones de utilidades de trabajadores no pagadas dentro

del plazo de ley, debido a que el pago no realizo dentro del plazo para la presentación de la

declaración jurada anual del impuesto. (RENTA, TUO DE LA LEY DEL IMPUESTO A LA

RENTA, 2017)

Que de lo expuesto, se tiene que de conformidad con lo establecido por el inciso v) del

artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta, para deducir como gasto la provisión de

remuneraciones vacacionales materia de reparo, la recurrente debía haber cumplido con el pago

de las mismas dentro del plazo establecido para la presentación de la declaración anual del

Impuesto a la Renta del ejercicio 2002, por constituir dichas remuneraciones rentas de quinta

categoría para su perceptor.

Que en consecuencia, al no haber cumplido la recurrente con el pago correspondiente dentro

del plazo establecido, no resultaba procedente la deducción de las provisiones por vacaciones
como gasto del ejercicio 2002, por lo que el presente reparo debe mantenerse y confirmarse la

apelada en este extremo”.

Condiciones para la deducibilidad del gasto de participación en las utilidades de los

trabajadores inactivos RTF N° 11362-1-2011

Si bien la empresa fiscalizada considera que, como los cheques para el pago de la

participación en las utilidades de los trabajadores inactivos se emitieron el 03 de abril de 2004,

desde esa fecha estuvieron a disposición de los trabajadores cesados, ello es erróneo, pues la

emisión de tales documentos no necesariamente implican que desde tal fecha los cheques

pudieron ser cobrados por los trabajadores, sino tan solo que internamente para la empresa tales

documentos se emitieron con dichas fechas, máxime si no obra en el expediente documento que

acredite fehacientemente que la recurrente haya comunicado a sus acreedores que los cheques

había sido emitidos y se encontraban a su disposición.

El Tribunal Fiscal, al advertir que la empresa fiscalizada no cumplió con lo exigido por el

artículo 37, inciso v, de la Ley del Impuesto a la Renta mantuvo el reparo, por ende, el gasto por

participación de los trabajadores en las utilidades no resultó deducible.

Las remuneraciones vacacionales para que sean deducibles debe cumplirse con el

requisito de que sean pagadas dentro del plazo para la presentación de la Declaración

Jurada Anual del Impuesto a la Renta RTF N° 10167-2-2007 (26.10.2007)

Las remuneraciones vacacionales se rigen por lo dispuesto por el inciso v) del artículo 37° de

la Ley del Impuesto a la Renta y no por el inciso j) del citado artículo. Por ello, para que sean

deducibles debe cumplirse con el requisito que sean pagadas dentro del plazo para la

presentación de la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta.


Bienes y servicios SPOT

La adquisición efectuada, sea bien o servicio, debe constituir gasto o costo para efectos del

Impuesto a la Renta, esto es, debe cumplir con el principio de causalidad del gasto y asimismo

debe cumplir con los requisitos para el reconocimiento del costo computable.

Cuando se hace referencia a gasto para efectos del Impuesto a la Renta, debe entenderse que

el gasto debe cumplir con el principio de causalidad, previsto en el artículo 37° de la Ley del

Impuesto a la Renta, esto es, debe estar vinculado con el mantenimiento de la fuente productora

o la generación de ingresos, es decir, el gasto debe resultar necesario, y asimismo, cumplir con

otros criterios como la razonabilidad, proporcionalidad, y generalidad para el caso de los gastos

en favor del personas de las empresas.

El sistema de detracciones, comúnmente conocido como SPOT, es un mecanismo

administrativo que coadyuva con la recaudación de determinados tributos y consiste básicamente

en la detracción (descuento) que efectúa el comprador o usuario de un bien o servicio afecto al

sistema, de un porcentaje del importe a pagar por estas operaciones, para luego depositarlo en el

Banco de la Nación, en una cuenta corriente a nombre del vendedor o prestador del servicio, el

cual, por su parte, utilizará los fondos depositados en su cuenta del Banco de la Nación para

efectuar el pago de tributos, multas y pagos a cuenta incluidos sus respectivos intereses y la

actualización que se efectúe de dichas deudas tributarias de conformidad con el artículo 33° del

Código Tributario, que sean administradas y/o recaudadas por la SUNAT.

El sistema de detracciones se aplica a las siguientes

operaciones: La venta interna de bienes y prestación de

servicios.
Servicio de transporte de bienes por vía terrestre.

Servicio de transporte público de pasajeros realizado por vía terrestre.

Operaciones sujetas al IVAP (Impuesto a la Venta de Arroz Pilado).

Es importante mencionar que las detracciones pueden servir para el pago de sus impuestos:

En la venta de bienes

Operaciones exceptuadas

El sistema no se aplicará para los bienes señalados en el Anexo N.° 2 en cualquiera de los

siguientes casos:

El importe de la operación sea igual o menor a S/ 700.00 (Setecientos y 00/100 Nuevos

Soles), salvo en el caso que se trate de los bienes señalados en los numerales 6, 16, 19 y 21 del

Anexo 2.

Se emita comprobante de pago que no permite sustentar crédito fiscal, saldo a favor del

exportador o cualquier otro beneficio vinculado con la devolución del IGV, así como gasto o

costo para efectos tributarios. Esto no opera cuando el adquiriente es una entidad del Sector

Público Nacional a que se refiere el inciso a) del artículo 18° de la Ley del Impuesto a la Renta.
Se emita cualquiera de los documentos a que se refiere el numeral 6.1 del artículo 4° del

reglamento de Comprobantes de Pago, excepto las pólizas emitidas por las bolsas de productos a

que se refiere el literal e) de dicho artículo.

Se emita liquidación de compra, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento de

Comprobantes de Pago.
Sujetos obligados a efectuar el depósito

En el caso de los bienes del Anexo N.° 2 son los obligados a efectuar el depósito: En la venta

gravada con el IGV o en la venta de bienes exonerada del IGV cuyo ingreso constituya renta de

tercera categoría para efecto del Impuesto a la Renta:

El adquiriente.

El proveedor, cuando reciba la totalidad del importe de la operación sin haberse acreditado el

depósito respectivo, o cuando la venta sea realizada a través de la Bolsa de Productos.

En el retiro considerado venta:

El sujeto del IGV.

Momento para efectuar el depósito:

En la venta gravada con el IGV de los bienes señalados en el Anexo 2 o en la venta de bienes

exonerada del IGV cuyo ingreso constituya renta de tercera categoría para efecto del Impuesto a

la Renta:

Hasta la fecha de pago parcial o total al proveedor o dentro del quinto (5) día hábil del mes

siguiente a aquel en que se efectúe la anotación del comprobante de pago en el Registro de

Compras, lo que ocurra primero, cuando el obligado a efectuar el depósito sea el adquirente.

Dentro del quinto (5) día hábil siguiente de recibida la totalidad del importe de la operación,

cuando el obligado a efectuar el depósito sea el proveedor.


Hasta la fecha en que la Bolsa de Productos entrega al proveedor el importe contenido en la

póliza, cuando el obligado a efectuar el depósito sea el proveedor.

Gastos por premios

BASE LEGAL:

Se encuentran indicados en el inciso u) del artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta.

(RENTA, TUO DE LA LEY DEL IMPUESTO A LA RENTA, 2017) Los gastos por

premios, en dinero o especie, que realicen los contribuyentes con el fin de promocionar o

colocar en el mercado sus productos o servicios, siempre que dichos premios se ofrezcan con

carácter general a los consumidores reales, el sorteo de los mismos se efectúe ante Notario

Público y se cumpla con las normas legales vigentes sobre la materia.

Al realizar una revisión del texto del literal u) del artículo 37º de la Ley del Impuesto a la

Renta, se precisa que califican como gastos para la determinación de la renta neta de tercera

categoría, los gastos por premios, en dinero o en especie, que realicen los contribuyentes con el

fin de promocionar o colocar en el mercado sus productos o servicios, siempre que se cumplan

las siguientes condiciones allí señaladas:

Que dichos premios se ofrezcan con carácter general a los consumidores reales.

El sorteo de los premios se debe efectuar ante Notario Público.


Se cumplan con las normas legales vigentes sobre la materia.

ANÁLISIS

LOS PREMIOS DEBEN SER ENTREGADOS CON CARÁCTER GENERAL

Un elemento al cual debe prestarse especial interés es que los premios que el contribuyente

entregue deben ser otorgados con carácter general a todas aquellas personas que cumplan una

determinada condición, la cual puede estar representada por:

El hecho de adquirir un bien sujeto a promoción.

El mantener una cantidad de dinero en una cuenta bancaria (como es el caso de contar con una

cuenta con saldo positivo, ya sea de ahorros o de Compensación por Tiempo de Servicios).

El estar al día en el pago de algún cronograma de préstamo de dinero.

Ser usuario de un servicio sujeto a promoción.

Entre otras situaciones.

Cabe indicar que aquí es necesario indicar que las promociones deben tener un tiempo

específico de duración4 y es justamente en ese tiempo donde se debe cumplir la condición que

habilitaría la entrega del premio.

No sería correcto hacer una diferenciación entre aquellos que cumplan las condiciones,

excluyendo a algunos y a otros no5. Se deberá verificar la generalidad en este caso.

EL SORTEO SE DEBE REALIZAR ANTE NOTARIO PÚBLICO

El Notario es un funcionario público que recibe facultades a través de la Ley del Notariado:

Para poder dar fe de los contratos y demás actos de tipo extrajudicial.


Se encuentra dedicado a asesorar, redactar, custodiar y poder dar fe en acuerdos, documentos,

testamentos y una serie de otros actos de naturaleza civil y mercantil.

Se encuentra obligado a poder controlar y buscar preservar la ley, a la vez de poder mantener

la neutralidad en sus actos.

Para efectuar los sorteos, se requiere la presencia del Notario Público, con la finalidad que

dicha persona, en cumplimiento de las facultades otorgadas por la Ley del Notariado, otorgue el

acta respectiva a través de la cual se certifica la entrega de los premios.

Lamentablemente este requisito es el que generalmente los contribuyentes incumplen, por lo

que el gasto incurrido es reparable para efectos de la determinación del gasto y es materia de

revisión por parte del fisco.

SE CUMPLAN CON LAS NORMAS LEGALES VIGENTES SOBRE LA MATERIA

Se debe establecer que el procedimiento aplicable en el caso de las autorizaciones para la

realización de sorteos está consignado en el Decreto Supremo Nº 006-2000-IN8, el cual aprobó

el Reglamento de Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales, el cual fue modificado

mediante el Decreto Supremo Nº 011-2002-IN.

El artículo 1º de dicho Reglamento precisa que “Es objeto del presente Reglamento establecer

las disposiciones que regulen los procedimientos para la autorización, supervisión y control de

Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales y la aplicación de las sanciones por su

contravención”.
El artículo 2º considera que “Su finalidad es velar por derechos de las personas que participan

en actividades de Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales, garantizando que las

entidades organizadoras cumplan con desarrollar los eventos conforme a lo autorizado y en el

marco de las normas sobre el particular”.

En dicho reglamento se precisa en su artículo 15º lo siguiente: “En los sorteos, concursos o

cualquier otra modalidad similar de Promociones Comerciales donde intervenga el azar,

participará un representante de la Dirección General de Gobierno Interior, a fin de supervisar el

cumplimiento de lo autorizado y de las demás disposiciones sobre el particular. La misma

disposición regirá para los sorteos de Rifas con Fines Sociales”.

Esta norma debe concordarse necesariamente con la Ley Nº 29571, norma que aprobó el

Código de Protección y Defensa del Consumidor10, el cual señala en el texto del artículo 15º que

en el caso de sorteos, canjes o concursos se procede de acuerdo con el Reglamento de

Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales, aprobado mediante Decreto Supremo Nº

006-2000-IN, o con las normas que lo sustituyan.

Pérdidas extraordinarias y delitos contra el contribuyente

De manera general, se puede entender por Pérdidas Extraordinarias a aquellos hechos de

carácter no usual, o que salen de lo común que derivan en una pérdida. En ese sentido, y de

acuerdo a lo que señala el inciso d) del artículo 37º de la Ley del Impuesto a la Renta, las

pérdidas extraordinarias que podrían ser deducibles son básicamente aquellas generadas:
Por caso fortuito o fuerza mayor en los bienes productores de renta gravada o,

Por delitos cometidos en perjuicio del contribuyente por sus dependientes o terceros, en la

parte que tales pérdidas no resulten cubiertas por indemnizaciones o seguros y siempre que se

haya probado judicialmente el hecho delictuoso o que se acredite que es inútil ejercitar la acción

judicial correspondiente.

CONSIDERACIONES PARA DEDUCIR LAS PÉRDIDAS

Pérdidas Extraordinarias sufridas por caso fortuito o fuerza mayor.

Para deducir las perdidas extraordinarias generadas por un hecho que califique como caso

fortuito o fuerza mayor, se debe acreditar que efectivamente ocurrieron estos hechos, lo cual se

podría realizar con fotos, informes, entre otros.

Pérdidas extraordinarias sufridas por delitos cometidos en perjuicio del contribuyente

por sus dependientes o terceros.

De otra parte, tratándose de las pérdidas extraordinarias sufridas por delitos cometidos en

perjuicio del contribuyente por sus dependientes o terceros, para la deducción del gasto se debe

considerar lo siguiente:

Pérdida no cubierta por seguros: La primera condición que establece la Ley del Impuesto a

la Renta para deducir este tipo de pérdidas es que la misma no esté cubierta por indemnizaciones

o seguros. Sin embargo, debe considerase que, aun estando cubierta por éstos, es posible deducir

las pérdidas extraordinarias sufridas, pero sólo en la parte que tales pérdidas no resulten cubiertas

por dichos conceptos.


Así, por ejemplo, asumiendo que un activo de la empresa cuyo valor en libros era de S/.

100,000 ha sido objeto de hurto, y que el seguro contratado sólo indemnizó S/. 90,000, en ese

caso la diferencia (S/. 10,000) sería deducible.

Momento para deducir el gasto: Una segunda condición para deducir los gastos por

pérdidas extraordinarias sufridas por delitos cometidos en perjuicio del contribuyente por sus

dependientes o terceros, está referido a que se haya probado judicialmente el hecho delictuoso o

que se acredite que es inútil ejercitar la acción judicial correspondiente.

En el ejercicio en que se logre cumplir con alguna de estas condiciones, el gasto será

deducible. Esto significa que, si una pérdida extraordinaria sufrida por delitos cometidos en

perjuicio del contribuyente por sus dependientes o terceros ocurrió en el año “X“, la deducción

del gasto se realizará en el ejercicio en que se acredite alguno de los dos supuestos señalados

anteriormente.

Respecto de la primera condición, la misma básicamente se refiere a que exista una sentencia

judicial en la que se pruebe el hecho delictuoso. De otra parte, en relación a la segunda

condición, debe considerarse que la forma más usual de acreditar “que es inútil ejercitar la acción

judicial correspondiente”, es con el documento emitido por el Ministerio Público (Fiscalía), que

ordena el archivamiento (provisional o definitivo) de la denuncia realizada debido a la dificultad.

Cabe indicar que, si al cierre del ejercicio no se cumple con alguna de las condiciones para la

deducción del gasto, se configurará una diferencia temporal, la cual será deducible en el ejercicio

en que se cumpla con lo señalado en la norma tributaria.


Gastos del exterior

BASE LEGAL:

Se encuentran indicados en el inciso r) del artículo 37º de la Ley del Impuesto a la Renta.

(RENTA, TUO DE LA LEY DEL IMPUESTO A LA RENTA) Los gastos de viaje en el

exterior o en el interior del país, por concepto de viáticos, comprenden los gastos de

alojamiento, alimentación y movilidad y no pueden exceder del doble del monto que, por este

concepto, concede el Gobierno Central a sus funcionarios de carrera de mayor jerarquía

Para sustentar los gastos incurridos en el extranjero se podrán sustentar con los documentos

emitidos en el exterior de conformidad con las disposiciones legales del país respectivo, siempre

que conste en ellos, por lo menos, el nombre, denominación o razón social y el domicilio del

transferente o prestador del servicio, la naturaleza u objeto de la operación, así como la fecha y el

monto pagado, conforme a lo dispuesto en el artículo 51°-A de la Ley; o también se podrá

sustentar con la “declaración jurada del beneficiario de los viáticos (alimentación y movilidad)”

para lo cual dicha declaración deberá contar con la información mínima contenida en el

Reglamento 15, y la misma no debe exceder del treinta por ciento (30%) del monto máximo

establecido en la tabla.

Los gastos por alojamiento sólo podrán ser sustentados con los documentos emitidos en el

exterior, con los requisitos señalados en el párrafo anterior.

Con ocasión de cada viaje se podrá sustentar los gastos por concepto de alimentación y

movilidad, respecto de una misma persona, únicamente con los comprobantes emitidos en el

exterior o con la declaración jurada hasta por el límite señalado.


En el caso que dichos gastos no se sustenten, únicamente, bajo una de las formas previstas,

solo procederá la deducción de aquellos gastos que se encuentren acreditados con los

comprobantes de pago emitidos en el exterior de conformidad con las disposiciones legales del

país respectivo, siempre que conste en ellos, por lo menos, lo señalado anteriormente.

En ningún caso se administrara la deducción de la parte de los gastos de viaje que

corresponda a los acompañantes de la persona a la que la empresa o el contribuyente, en su

caso, encomendó su representación.


CONCLUCIONES

De acuerdo a los señalado en el inciso f) del artículo 37 de la LIR, se verifica que no existe

una remisión directa al reglamento para la deducibilidad del gasto por mermas y desmedros, ello

estaría vulnerando el principio de Reserva de Ley, ya que este principio regula que los elementos

esenciales del tributo deben ser establecidos por Ley, y de manera excepcional puede admitir una

remisión al reglamento siempre y cuando se establezcan de manera clara los parámetros en la

Ley, caso contrario se generaría una distorsión del cálculo de la base imponible lo cual , como se

mencionó en líneas anteriores, debe ser delimitado por la propia Ley.

Dentro del concepto de merma, recogido en el RLIR, no se hace la distinción entre la merma

que forma parte del costo y la que forma parte del gasto (merma normal y anormal

respectivamente), lo cual debería ser especificado ya que existe un tratamiento diferenciado para

los costos y los gastos dentro del cálculo de la Renta Neta, lo que afectaría el cálculo real del

Impuesto a la Renta, el cual podría sufrir alteraciones debido al diferimiento de la merma que

forma parte del costo de los bienes o servicios no vendidos (los costos se reconocen cuando se

vende el producto que los origino).

Así también debemos considerar dentro del concepto de merma los que se originan dentro de

proceso comercial, proceso que actualmente no está incluido en el RLIR pero que si ha sido

considerado y forma parte de criterios recogidos en diversas jurisprudencias.

En el caso de existir normas específicas que regulan el tratamiento de las mermas y

desmedros para un sector económico en especial debe complementarse la norma específica a la

general para que en conjunto se llegue a una armonía en aplicación de ambas normas sin que una

trasgreda a la otra y así poder llevar a la realidad el tratamiento mermas y desmedros según la

naturaleza del bien.


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