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La Báscula del Deseo

Conocimiento paranoico - para Lacan, el conocimiento es paranoico porque depende del yo. Conocemos
a partir del yo, pero como el yo siempre está referido a lo otro, se proyecta (atribuir al otro algo propio).

Yo lo amo - proyección

Yo lo odio transposición - en lo contrario

Él me odia - proyección

Todos me odian - generalización

Si todo conocimiento viene del yo, es paranoico porque conocemos al mundo proyectando la forma de
nuestro cuerpo. Ej: un libro no es parte de mi cuerpo, pero es a mis ojos, se refiere a mi cuerpo. La
función reguladora de la forma: la gestalt, la imagen especular. Por ende, los objetos del mundo son
especulares (tienen valor imaginario). Un objeto separado, es un objeto no integrable en una totalidad,
no referible a nuestro cuerpo. - eso no sucede habitualmente.

Lacan cita a psicoanalistas postfreudianos que denominan "la psicología del yo". Según estos, el yo tiene
un área libre de conflictos, "sana", con la que el analista debe aliarse para que el paciente se adapte a la
realidad.

Freud: no existe una autonomía del yo, tiene una función de desconocimiento, es vasallo, etc. Según
Lacan, reforzar el yo sería reforzar el desconocimiento. Desconocimiento de la castración, de la falta, de
la causa de las neurosis. El yo nada sabe sobre los deseos del sujeto. El yo es la sede del narcisismo, hay
que cuestionar al narcisismo, ponerle un límite.

Esquema de los dos espejos (Esquema simplificado de los espejos) - modelo visual. La imagen real
invertida se forma gracias al espejo cóncavo. Si ponemos un espejo plano, la imagen real se refleja hacia
el otro lado. Las imágenes del otro lado del espejo son imágenes virtuales. La imagen virtual de la
imagen real es una imagen de la imagen a = a´ . Las mujeres están más comprometidas con lo real de los
hombres, la mujer es castrada, está en falta (porque hay una teoría que dice que tiene que haber), la
mujer está conectada con la falta. La falta fálica acerca a la mujer a la castración, y por ende a lo real. El
hombre, por otro lado, debe mostrar que tiene porque tiene una posición fálica. Pasamos la vida entre a
y a´, debido a la rivalidad imaginaria, hay dos para un lugar, hay una tensión.

Relación entre la formación del objeto y formación del yo; el objeto que veo en otro lado es un objeto
yoico. Yo no soy yo, yo es el otro. Tú eres eso. No solo el yo es la imagen del espejo, sino la mirada del
otro, el deseo del otro, los objetos. El narcisismo caracteriza la cultura del yo, el otro soy yo: el
narcisismo es ser el otro. Da Vinci gustaba de los adolescentes y era muy maternal con ellos. Doble
identificación: él con su madre y él con los adolescentes. Hace un recorrido por la imagen del otro para
volver a sí mismo. Ama a los adolescentes porque se ama a sí mismo. El yo es en relación con el tú: el yo
de Da Vinci es el tú de los adolescentes que ama que son equiparables a él cuando era adolescente. Se
aprende a decir yo en referencia a un otro.

Desconocimiento no es ignorancia.

La ignorancia es una noción dialéctica: sólo se constituye como tal en perspectiva de la verdad. Se
constituye de modo polar en relación a la posición virtual (ilusoria) de una verdad que debe ser
alcanzada. Si el sujeto no se pregunta por lo que es y lo que no es, no hay ignorancia. La verdad que
debe ser alcanzada en análisis debe tener que ver con la historia del paciente. En análisis, cuando
comprometemos al sujeto en una búsqueda de la verdad, comenzamos a constituir su ignorancia. El yo
nada sabe sobre los deseos del sujeto: desconocimiento. La ignorancia y la verdad están en el campo del
orden simbólico como par de opuestos. Es un estado del sujeto en tanto ese sujeto habla, con equívocos.
El psicoanálisis es una búsqueda de la verdad.

El desconocimiento representa cierta organización de afirmaciones y negaciones a las que está apegado
el sujeto. Tras su desconocimiento hay un conocimiento de lo que se tiene que desconocer. El
desconocimiento es una función del yo. Todo lo que el yo puede conocer se lee desde la propia imagen
del cuerpo, conformando una unidad determinada. ¿Qué es ese conocimiento?:

En el animal, el conocimiento es una coaptación imaginaria (acción de ajustar partes anormalmente


separadas). Es decir, el animal hace coincidir ciertas imágenes que están en él con un objeto real que
pasa a encarnar esa imagen. Organizan el mundo proyectando las imágenes instintuales sobre el mundo.
El mundo para el animal está conectado con este a través de una fuerza orientadora: el instinto.

En el hombre, en vez de un instinto que organiza y orienta, hay caos porque hay anarquía pulsional. La
síntesis fracasa. Al hombre lo orienta la imagen del cuerpo, ese dominio imaginario que consigue. No es
innato, sino que el niño debe construir su imagen frente al espejo, asumirla e introyectarla.

En el momento del ocaso del complejo de Edipo se produce una introyección, que es más allá de que lo
que estaba afuera se convierte en el adentro. Es una introyección simbólica, acompañada por una
denominación simbólica. La introyección es siempre introyección de la palabra del otro.

El momento en que el estadio del espejo desaparece presenta una analogía con el movimiento de
báscula (oscilar algo en sentido vertical alrededor de un punto de equilibrio), que se produce en ciertos
momentos del desarrollo psíquico. Esto lo podemos verificar en los fenómenos de transitivismo en los
cuales la acción del niño equivale a la acción del otro. Entre el niño y su semejante existe un espejo
inestable. El sujeto se vive y se registra en el otro, el sujeto se confunde con esta imagen que lo forma y
lo aliena a la vez. El sujeto lo asume como forma vacía debido a su inmadurez motriz: el yo no surge de
un registro interno del cuerpo, sino desde esa imagen externa. El conocimiento que orienta y dirige el
desconocimiento es la imagen del yo. El hombre se aprehende como cuerpo en un movimiento de
báscula, de intercambio con el otro. Asimismo, aprenderá a reconocer invertido en el otro todo lo que en
él está. Antes que el deseo aprenda a reconocerse por el símbolo, sólo es visto en el otro.

Fort Da: Freud decía que en el arrojar y acercar el carretel puede dominar a la madre, pasa a ser activo y
puede decidir si se va o viene. Lacan dice que el niño comienza a jugar con el objeto y comienza a tener
una función simbólica. Cuando el objeto está cerca del niño lo expulsa, cuando no está allí lo llama. En
los primeros juegos, el objeto pasa al plano del lenguaje. Se procesa el narcisismo a través de una
operación del lenguaje.

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