Está en la página 1de 5

lOMoARcPSD|12973173

Preguntas con respuesta SCHEJTMAN

Psicopatología (Universidad de Buenos Aires)

Studocu is not sponsored or endorsed by any college or university


Downloaded by Claudia Lubian (claudia.e.lubian@gmail.com)
lOMoARcPSD|12973173

1.La teoría freudiana del narcisismo. Fases del autoerotismo y del narcisismo. Caracterización y oposición de ambas
fases. Del autoerotismo al narcisismo: la constitución del yo por el “nuevo acto psíquico”. La síntesis de las pulsiones
parciales. El yo, el cuerpo y la realidad.

El narcisismo es un estadio necesario e intermedio entre el autoerotismo y el amor de objeto ya que para armar la
relación con ese otro primero es necesario tomar el propio cuerpo como objeto. El caso Schreber implica un caso de
psicosis que involucra el narcisismo. Otro fenómeno clínico que le sirve a Freud para el narcisismo es lo que se llama en
el historial “delirio de fin de mundo”. En algún momento Schreber cree que el mundo desapareció y lo único que
permanece es él mismo, y la suposición de que el único que sobrevive es él, que los psiquiatras llaman “delirio de
grandeza”. Freud se ocupa de traducir estos delirios en términos de relaciones libidinales. Lo explica así: se retiran las
cargas libidinales de la realidad, y de ahí la catástrofe. Llama narcisismo el destino de esa libido y de ahí que se produzca
el delirio de grandeza. Se le presenta una necesidad teórica de suponer que hubo un tiempo en que toda la libido estuvo
allí y el único objeto de amor fue el yo. A ese estadío lo llama narcisismo. Deduce que si la libido retirada regresa al yo, el
narcisismo puede ser un punto de fijación. La diferencia neurosis-psicosis para Freud no está en la pérdida de realidad,
sino en el destino de la libido. En la paranoia, la libido vuelve al yo, y de ahi se puede deducir que hubo fijación al
narcisismo. Hay cancelación, ruptura del lazo con el mundo. En la neurosis, la libido se refugia en la fantasía. Ese refugio
supone una conservación del lazo con el mundo.

“Es un supuesto necesario que no esté presente desde el comienzo en el individuo una unidad comparable al yo; el yo
tiene que ser desarrollado. Ahora bien, las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales; por tanto, algo tiene que
agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica, para que el narcisismo se constituya.” Freud explica que no hay
una unidad desde el comienzo, sino fragmentación y La pulsión se define siempre por su parcialidad. En todo caso en el
narcisismo podemos hablar de una ligazón particular de las zonas erógenas, que arroja siempre el resultado de un yo
escindido. Entonces cuando Freud dice que el yo se desarrolla, siempre es secundario. Pero plantea la idea de un
narcisismo primario y normal en tanto que es estructurante y forma parte de la constitución del sujeto. Así queda
zanjada la cuestión de diferenciar narcisismo primario de secundario, y además permite comprender que esa unidad
puede no constituirse, o perderse, y entonces quedar afectada la relación con los objetos de la realidad.

Freud dice que entre autoerotismo y narcisismo ocurre una nueva acción psíquica, que Lacan va a definir como
identificación, sirviéndose del estadío del espejo y de los esquemas ópticos para fundamentar esto, debido a que el
infans no está maduro para experimentarse como una unidad, entonces la anticipa a partir del encuentro de su imagen
con el espejo.

A partir de la identificación, donde ya empiezan a anudarse los tres registros y entra el lenguaje, de orden simbólico. Ya
implica una articulación entre los significantes. En este tiempo se constituye el narcisismo, se unen el yo, el cuerpo y la
realidad. Donde el sujeto se dirige al otro primordial, que encarna el todo poder, la omnipotencia. Esto implica un
entrelazamiento de lo real e imaginario por medio de lo simbólico.

Downloaded by Claudia Lubian (claudia.e.lubian@gmail.com)


lOMoARcPSD|12973173

2. Lacan, el estadio del espejo. Constitución de la imagen corporal: la identificación imaginaria con el semejante.
Articulación de lo simbólico y lo imaginario en el estadio del espejo. El soporte simbólico de la identificación
imaginaria. El yo ideal y el ideal del yo. La constitución de la masa y la del yo. ( Explique como retorna Lacan su
concepcion de Estadio del Espejo mediante los esquemas ópticos destacando el modo en que se articularon allí los
tres registros. Articule el distingo entre yo Ideal e Ideal del Yo.)

El estadio del espejo es la llave de la cual Lacan se sirve para leer y explicar la teoría del narcisismo de Freud. La
construcción del cuerpo, del yo, de la realidad y la relación con el semejante. Recurre a la reacción que el lactante
experimenta ante el espejo antes de hablar, Esa imagen lo captura, tiene gestos de emoción, fascinación y júbilo. El niño
aún no tiene la posibilidad de reconocerse unido a partir de sus sensaciones, sino que se siente totalmente
fragmentado, recibe una anticipación respecto de la prematuración biológica, y esa imagen que le devuelve el espejo es
una imagen completa. El sujeto se representa como un cuerpo entero y unificado por lo que viene de afuera, que es la
imagen de otro. A través del acto de la palabra el Otro ofrece el material significante y guía hacia esa identificación, para
que el YO, el cuerpo y la realidad se constituyan. La palabra del otro que señala esa imagen amable que constituye el yo
ideal a la cual identificarse, es el soporte simbolico de la identificación imaginaria que es constitutiva del yo. En este
sentido, la posición del sujeto va estar determinada por la lineas de corte que son el sosten simbólico, la legalidad que
introduce lo simbólico en las relaciones imaginarias y en la relación entre lo imaginario y lo real.

A partir de los esquemas ópticos toma la experiencia del ramillete de flores para poder cuenta como se intrincan lo
imaginario y lo real, en la constitución del yo, el cuerpo y la realidad. Se trata de un conjunto de elementos desordenado
(flores) quedan contenidos dentro del jarrón, produciendo la imagen de que esas flores están bien contenidas. Los
esquemas ópticos permiten visualizar la imagen armoniosa, ideal, a la cual el sujeto se va a identificar en la constitución
del yo. Con la adición del espejo plano, Lacan agrega el elemento fundamental que es el papel del Otro. Lacan piensa
que para que se produzca la acomodación entre lo imaginario y lo real, se requiere la mediatización de lo simbólico.

Podríamos ubicar en el campo de lo simbólico al espejo plano y el ojo. En el campo de lo imaginario a la ilusión óptica
que está por detrás del espejo plano. Y podríamos ubicar a lo real como eso que queda inaccesible. El sujeto sólo puede
acceder a esa imagen ideal a la cual se va a identificar a través de la palabra del Otro. La constitución de esa imagen que
llamamos yo ideal, y que ubicamos en la ilusión óptica se produce a partir de la palabra del otro. Se produce a partir de
lo simbólico, y de la posición del sujeto, y la posición del sujeto determinada por la palabra del Otro. Asi se lee el
esquema lambda: el eje imaginario está regulado por lo simbolico, o sea por la posición del Otro, y es lo simbolico que
determina el lugar del sujeto.

Esto le permite a Lacan distinguir dos narcisismos : uno en relación a la forma del cuerpo, el sentimiento de tener el
propio cuerpo; y el otro en relación a la constitución del yo en la identificación imaginaria al otro semejante, lo que le da
además al yo una permanencia mental. Con un narcisismo doy cuenta de la constitución del cuerpo, con el otro doy
cuenta de la constitución del yo. Me gustaría más transmitir: El movimiento por cual en la artitculación de lo imaginario,
lo simbolico y lo real en la operación del narcisismo, hay algunos matices para dar cuenta por un lado de la constitución
del cuerpo 3D, que ocupa un lugar en el espacio, y que supone ya un clivaje, unos bordes respecto del mundo exterior, y
por otro lado aquello que supone la constitución del yo, de la ilusión de unidad en tanto reconocimiento vía
identificación imaginaria en el otro semejante.

4. Los objetos a y los dos efectos del lenguaje. Fragmentación y unificación. Diferencia entre la identificación primaria
y la que constituye al yo. Viviente - sujeto - cuerpo. Versiones del objeto a. La castración: separación del goce y el
cuerpo. El lenguaje y los goces.

El encuentro del ser viviente con el lenguaje produce la pérdida del instinto. Ese momento mítico como traumatismo
inaugural (no hay relación sexual) des-arregla lo natural y produce una fragmentación. Se trata del encuentro con el
material significante, es decir, el OTRO. Y es por esta alteración que produce el lenguaje, que la necesidad ya nunca

Downloaded by Claudia Lubian (claudia.e.lubian@gmail.com)


lOMoARcPSD|12973173

tendrá un objeto específico y adecuado que lo colme (a diferencia de los animales). Porque tanto la fragmentación, la
pérdida inicial del instinto y el proceso de unidad por el narcisismo, son hechos del lenguaje.

Los 2 efectos de la estructura del lenguaje empiezan con una fragmentación, que se entiende como un efecto
traumatico donde Freud plantea la id primaria, la cual se produce en una demanda que le llega al viviente del Otro
primordial, aquel que está ligado a esos cuidados maternos iniciales a partir de los cuales se libidiniza ese cuerpo del
niño (que no es aún cuerpo). Entonces queda tomado por esos significantes primordiales, que vienen a recortar en ese
organismo zonas erógenas pero no es un S deseante, y Lacan lo llama sujeto del goce. Estos significantes van a formar el
núcleo del Ideal del Yo. Es una instancia simbólica que se constituye en esa identificación primaria. Esto va a jugarse
luego, en la identificación especular que forma el yo en el estadío del espejo, sosteniendo la identificación imaginaria.
en este pasaje, El significante introduce un límite al goce y, a la vez, también es la causa del goce xq las pulsiones, al
verse limitadas buscan otros caminos, esto significa que siempre hay satisfacción sustitutiva. El goce pulsional es lo que
nos queda de vivo allí donde hemos renunciado al goce de la vida por esa identificación primordial. La satisfacción
pulsional autoerótica es un efecto simbólico, efecto de fragmentación de la estructura del lenguaje. Es preciso ponerle
un límite al goce pulsional para que el cuerpo se constituya como una ilusión de unidad. Para Freud, es la función del
padre venir a oponer a este goce autoerótico. Equiparemos por el momento la castración a esa función del padre y es
esta la que le pone el límite al goce autoerótico. Limitar el goce autoerótico es necesario para la posibilidad de constituir
un cuerpo como unitario.

El segundo efecto es la unificación que Freud llamó narcisismo. No hay narcisismo sin castración pero no es la castración
el nuevo acto psíquico, sino la identificación especular, imaginaria, que permite el pasaje del autoerotismo al narcisismo.
En el estadío del espejo, el sujeto de identifica con una imagen amable, yo ideal, instancia imaginaria soportada desde el
ideal del yo que es instancia simbólica.

El yo i(a)’ se constituye a partir de la imagen especular yo ideal i(a) sostenido por el ideal del yo I(A).

La castración no es la introducción de la falta en la estructura como tal sino que la falta se introduce en el nivel de esa
identificación primordial que vuelve perdido el objeto freudiano, a la cosa. La falta de objeto que está en juego allí,está
operada por el lenguaje. La castración implica el redoblamiento simbólico ya que solamente cuando es redoblada esa
falta, cobra toda su eficacia.

5. La metáfora paterna. Antecedentes freudianos: el Edipo y el mito de la horda primitiva. Los tres tiempos del Edipo.
El nombre del padre como carretera principal y como polarizador de las significaciones. Fórmula de la metáfora
paterna. Sustitución del significante del deseo de la madre por el significante del nombre del padre. La significación
fálica.

Lacan propone repensar los complejos freudianos en términos de sgtes a partir de los elementos de la lingüística. En
este sentido, lee al complejo de Edipo a partir de dos significantes que producen una significación. Esto es, el deseo
materno y el nombre del padre dando como resultado la significación fálica.
El nombre del padre se entiende a partir de la elaboración freudiana de tótem y tabu en tanto padre simbólico, es la
función lo que importa más allá de quien ocupe ese lugar. Freud investiga sobre el origen de las sociedades totémicas y
sus tabúes, la prohibición del incesto y la salida exogámica. El mito de la horda primitiva ubica a un padre primordial que
tenía a todas las mujeres y expulsaba o mataba a los hijos. Ellos deciden matar y devorar al padre. En consecuencia,
parte de la fuerza paterna es introyectada entre los hermanos y advienen las normas sociales con la prohibición del
incesto y por ende la exogamia. Entonces el NP, se trata de la función de un lugar vacío, aquel padre muerto, desde
donde se articula una ley a partir de una obediencia retrospectiva. Lacan lo compara con la carretera ppal como aquella

Downloaded by Claudia Lubian (claudia.e.lubian@gmail.com)


lOMoARcPSD|12973173

que organiza y ordena, explica que el sgte NP polariza, es decir, agrupa en un haz y crea el campo de las significaciones, y
le otorga el estado de significante primordial.

Lacan va a decir que el sgte NP opera a través de una metáfora, como operación simbolica y estructurante: se trata de la
metáfora paterna como formalización del CdE para salir de ciertos impasses que se dan en la teoría psa que toman al
mismo como una trama imaginaria; es necesario correr de vista de forma concreta una mama y un papa como tal. Esta
metáfora se trata de la sustitución de un sgte por otro. Lacan dice que el Nombre del Padre viene a dar significación a la
relación primordial de un sujeto con el otro, Con la madre o quien haya tomado esa función. Explica que la madre se
caracteriza porque va y viene, por este movimiento “presencia/ausencia”. Entonces el niño capta de ese movimiento un
deseo (de la madre). Hay una simbolización de esa ausencia como un deseo, a lo que llama deseo materno el cual se
sustituye por el NP y da como resultado la significación fálica. Es parte del sentido compartido con el que todos
armamos un mundo, implica un lazo con el otro en el entendimiento de la significación.

En este sentido, La metáfora paterna permite que se configure el falo como objeto de deseo en el campo imaginario. Por
lo que permite que el niño pueda identificarse con él y pueda operar la trama edípica.

Hay un despliegue en tres tiempos de la estructura de esa metáfora.

El primer tiempo es una operación imaginaria. Concretamente la frustración como un daño en el imaginario del sujeto,
cuyo agente es el Padre Simbólico, ese significante que el sujeto encuentra en el discurso de la madre. Cuyo objeto es el
falo como objeto imaginario del deseo del otro. En ese primer tiempo, se sostiene la creencia de que el sujeto puede
igualar su ser de deseo a ese objeto imaginario y virtual que encuentra como significación en el deseo de su madre. Ese
primer tiempo se sostiene de la creencia de que se puede ser el falo y se intenta ocupar el lugar que completa a la
madre. el sujeto del deseo insiste en el intento de ser el falo, es decir, siente la frustración e impotencia que se
corresponde con el hecho de que se puede serlo y por lo tanto seguir intentándolo.

Segundo Tiempo Tiene que ver con una operación real cuyo efecto se percibe en lo real. Cuyo agente es imaginario: es el
Padre imaginado como terrible o temible, en el discurso de la madre. Y cuyo objeto problemático es un significante. O
en todo caso, es El o Lo significante que hay en el deseo. Es decir, el hecho de que el deseo tiene su punto de partida y
sostén en LO significante. Hay intervención del padre como privador, vinculando a una ley.
Tercer Tiempo Experiencia simbólica de la castración propiamente dicha. Lacan la clasifica como deuda simbólica, para
insistir en el hecho de que también se trata de un tiempo con su cronología, su despliegue y sus vueltas en donde lo que
hay es un intercambio con la falta o con lo que falta, como el objeto que dinamiza esos intercambios y que, al mismo
tiempo, los instrumentaliza. Tenemos allí al falo imaginario, pero negativizado: es decir, afectado por la falta. Y
convertido fundamentalmente en el instrumento del deseo. El agente es el Padre real, el que – por primera vez en esos
tres tiempos - tiene que intervenir de hecho. Efectivamente. Dando concretamente alguna prueba de que puede
disponer de ese instrumento en que consiste el falo.

Downloaded by Claudia Lubian (claudia.e.lubian@gmail.com)

También podría gustarte