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El telescopaje de generaciones:

la genealogía

de CIertas identificaciones

* Haydée Faimberg (APA)

El primer paciente que me enseñó a reflexionar sobre el tema de este


artículo daba la impresión de tener un psiquismo vacío, muerto. En
la sesión resultaba inaccesible: parecía ausente y no reconocía mi
presencia. Yo interpretaba, pero no podía cambiar este fenómeno
porque el paciente no estaba ahí para escucharme. Mi único mérito
consistía en contener -en mi contra transferencia- la angustia de
no comprender y de no encontrar ninguna forma interpretativa eficaz
para hacerme presente en su psiquismo e interpretarle, justamente,
su ausencia.
Mario tenía treinta años y un aire adolescente. A pesar de ser estu-
diante en ciencias, tenía dificultades de pensar importantes, vivía en
un aislamiento casi total, no tenía amigos y nunca había tenido pa-
reja. A veces se mostraba desdeñoso y distante, otras veces lo invadía
una angustia catastrófica (que no comunicaba) o bien aparecía per-
plejo.
Mario era el mayor de tres hermanos. Tenía cinco años cuando
nació su hermano y siete al nacimiento de su hermana. Sus padres
eran judíos de origen polaco, que llegaron a la Argentina (donde
Mario fue tratado) antes de la segunda guerra y antes de que naciera

* Dirección: 15 Rue Buffon, 75005 Paris, France.


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el paciente. Fue tratado en una institución donde permanecía silen-


cioso. No parecía una persona, sino un mueble... salvo por su
imperceptible gesto desdeñoso. El grupo de pacientes que 10 rodea-
ban lo consideraban extremadamente desamparado y solitario, pero
él jamás hablaba de ello.
En esa época había en Argentina una crisis económica muy grave;
la gente comenzó a comprar dólares para defenderse de la desvalori-
zación. Mario no hizo ningún gesto de protección para defender su
sueldo: seguía sumergido en su sistema atemporal, en su no-hacer,
en una cristalización del tiempo y de su vida que en la presente si-
tuación tomaba características críticas. Sin embargo, no mostraba
ningún signo de preocupación y mantenía su actitud desdeñosa y
autosuficiente.
En la sesión que vamos a considerar, Mario se muestra por pri-
mera vez angustiado y dice que no podrá continuar su análisis porque
su sueldo no le alcanza para llegar a fin de mes. Es evidente que el
paciente desea continuar su tratamiento y también que no atina a
hacer nada en lo económico para preservarlo. Explica que alguien
quería convencerlo de que comprara dólares y le preguntó si tenía
idea de cuánto valía un dólar. Mario contestó que valía dos pesos.
Mientras me cuenta esto, hace un gesto apenas perceptible con su
mano, como para comprobar que algo en su bolsillo estaba todavía
allí, un gesto amoroso acompañado por una sonrisa tierna y secreta.
Al mismo tiempo, dice en forma distraída e indiferente que su inter-
locutor le comunicó que los dólares valían 5.000 pesos. No parece
reconocer que no sabía el valor del dólar, no muestra asombro por
su error. Parece implicar que es la realidad material la que está
"equivocada". El cambio que se opera en esta sesión consiste en
que Mario está presente en su deseo de seguir su análisis y en la
angustia ante la inminencia, para él irremediable, de perderlo. Está
ausente en lo que podríamos llamar realidad material: no es eficaz
para defender lo que desea.
Además del deseo y angustia que se expresan en la transferencia,
aparecen otros elementos dispares difícilmente articulables:

1. Mario se siente capaz de ganar dinero en su trabajo, pero total-


mente incapaz de defenderlo contra la inflación.
2. La compra de dólares, que representa un método para preser-
var el dinero que gana, parece imposible de ser llevada a la práctica.
3. Los "dólares de Mario" valen dos pesos; los de la realidad ma-
terial valen cinco mil pesos.
4. A pesar de estudiar ciencias, no muestra el menor asombro de
este error de cálculo".
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5. Acaricia tiernamente su bolsillo al hablar de los dólares de dos


pesos, mientras muestra indiferencia por el valor actual del dólar.
6. Parece "guardar en su bolsillo" dólares de dos pesos, que ama y
cuida en secreto.
7. Esos dólares, por su valor, son de otra época, tal vez de los
años cuarenta.
8. En esos años, Mario no había aún nacido.

Es la primera vez que dispongo de tanto material. Salvo que todos


estos elementos contradicen un cierto tipo de lógica. Para relacionar
su deseo y su angustia con todo lo demás, yo no puedo interpretar
afirmativamente, sólo puedo ayudarnos (al paciente y a mí) a for-
mular algunas preguntas.
Me encuentro diciéndole: "Algo muy importante debe tener en su
bolsillo, algo secreto y que reclama su atención justamente en el
momento en que nos ocupamos de su dinero para asegurar su aná-
lisis y la posibilidad de seguir conmigo. Usted muestra deseo de
continuar y angustia ante la idea de estar obligado a perder su trata-
miento. Eso que reclama su atención tal vez pueda estar relacionado
con dólares que valen dos pesos. Si esto es así, deben pertenecer a
épocas lejanas, tal vez los años cuarenta. Yo no lo sé, pero si es así,
¿ tiene usted idea de para quién podrían estar destinados?"
La respuesta del paciente motivó el presente trabajo.
Si analizo la estructura de la interpretación, me doy cuenta de que
sobre un fondo de reconocimiento de su deseo y de su angustia de
pérdida, hago una construcción interrogativa. En ella hago saber
a mi paciente que yo no sé nada acerca del objeto de la interrogación.
Es la misma construcción-interrogación la que nos permite empezar
a investigar por qué están juntos elementos dispares que no siguen
un cierto tipo de lógica.
Mario responde instantáneamente en forma animada, viva, perso-
nal. Me habla con tal sentimiento de presencia que muestra que lo que
dice le concierne, nos concierne:

"Sí, yo sé para quién son esos dólares. Son para la familia de mi


padre. La familia de mi padre siguió viviendo en Polonia, cuando
mi padre dejó el país en los años treinta. Mi madre me contó que
el carácter de papá cambió completamente con la inmigración:
dejó de hablar, en realidad nunca aprendió bien el español. Du-
rante la guerra, empezó a enviar dinero cada mes a la familia
que había quedado en Polonia. Quedaron los padres y los herma-
nos. Dólares, eran dólares lo que enviaba. Una vez, nadie cobró el
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dinero. Creo que toda la familia murió. Mejor dicho, mi padre


nunca habló de su familia ni de nada de lo que ocurrió. Creo que
nunca supo lo que realmente les pasó. Es mi madre quien me contó
todo."

El secreto en la transferencia

Al igual que en otros casos que después pude individualizar, la de


Mario contiene un secreto. No se trata de un secreto por su conteni-
do, puesto que es el propio paciente quien lo relata en la sesión. Sin
embargo lo considero un secreto por lo menos por tres razones:

1. Se refiere a hechos que los padres no mencionan jamás.


2. El paciente ignora en qué aspecto esta historia secreta de los
padres le concierne.
3. El analista queda sorprendido en la sesión por un relato de
cuya existencia no tenía conocimiento.

¿Cómo pueden dos personas hablar de algo que la una (el paciente)
no considera que le concierne y la otra (el analista) desconoce? Com-
plementariamente, ¿cómo puede un paciente estar concernido por
una historia que pertenece a otro?
La paradoja es que Mario se hace presente en su tratamiento cuan-
do habla de una historia que ocurrió antes de su propia concepción.
¿Por qué habla de ella? Lo hace para responder a una pregunta implí-
cita en la transferencia: ¿por qué, aunque lo desea, no logra proteger
su tratamiento en su aspecto económico? Todo esto surge inaugurado
por la construcción-interrogativa.
Hasta ese momento, nada de lo que decía o hacía Mario permitía
reconocer trazas de lo que el padre había silenciado. Ni Mario ni el
analista tenían elementos que les permitieran interrogarse sobre su
pasado, reconocer el secreto. Era esa cualidad la que daba al psiquis-
mo del paciente su característica de vacío y muerte.
Vamos a considerar las condiciones que deben cumplirse para tener
la certeza clínica de que esta historia secreta es constituyente del
psiquismo del paciente y no una explicación que el psicoanalista cons-
truye fuera del movimiento transferencia!.
Considero de importancia primordial que el analista soporte en su
contratransferencia la angustia de no saber, y de no saber, siquiera,
que no sabe. Cuando sobre este fondo de angustia y desconocimiento
se moviliza algo inédito de la historia del paciente para resolver un
enigma que plantea la transferencia, tenemos (y sólo entonces) la
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certeza clínica de que esa historia es parte constitutiva del psiquismo


del paciente. En mi opinión esta certeza clínica se apoya en las si-
guientes razones:

1. El relato es respuesta a una pregunta explícita o implícita de


carácter transferencial,
2. Provoca sorpresa y alivio.
3. El paciente está afectivamente comprometido con el relato: se
dirige al analista de modo que éste puede comprender el movi-
miento transferencial.
4. Por su parte, el analista registra en su contratransferencia alivio
de su angustia y una comprensión súbita proviniente del relato
relativo a algo que no ha sabido antes.
5. Este no saber del analista garantiza que el propio relato del
paciente es el organizador del nuevo significado.
6. La interpretación o construcción no está basada, por consiguien-
te, en algo sabido de antemano.
7. El analista tampoco ha escuchado al paciente desde la perspec-
tiva de un saber previo.
8. El nuevo significado que se le revela con el fragmento secreto
lo lleva a comprender retroactivamente su propia interpretación y
las preguntas implícitas de la transferencia.
9. Ve de otra manera el funcionamiento psíquico del paciente.
10. Entiende de otro modo quién había estado siendo él, el ana-
lista, para su paciente desde el punto de vista de la transferencia.
11. Aprende algo nuevo que lo lleva a confrontarse con sus teorías
psicoanalíticas implícitas o explícitas.
12. Esto lo lleva a modificar convicciones previas: son momentos
creadores privilegiados.

Recapitulemos. Mario me cuenta, nos cuenta, su historia secreta


como respuesta a la pregunta transferencial de por qué no puede
proteger financieramente su tratamiento. Al contar su historia, Mario
muestra que cuando aparentemente está ausente, en realidad está en
otra parte. ¿Dónde está Mario cuando está ausente? Recordemos que
yo no podía encontrar hasta esa sesión el modo eficaz de hacerme
presente en su psiquismo para interpretarle su ausencia. En conse-
cuencia, esta pregunta es clave y sólo puede formulármela retroacti-
vamente después de esta sesión.
El descubrimiento de que Mario está en otra parte lleva a reconocer
que no se trata sólo de un vacío psíquico, sino también de una intru-
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sión tiránica de la historia que concierne al padre. En ese sentido hay


un "demasiado pleno", un objeto que 110 se ausenta jamás.
El tratamiento de Mario está amenazado y surge el deseo de pre-
servarlo. En otras ocasiones la angustia aniquiló en Mario todo deseo.
Así pudo cristalizar en su psiquismo la situación de-un-padre-que-no-
reconoce-Ia-muerte-de-su-familia-en-Polonia. A fuerza de preservar la
familia de su padre de todo pasaje del tiempo ligado a la muerte,
incurre en la muerte de su propia vida psíquica.
En este trabajo nos plantearemos una doble pregunta teórica:

1. ¿ Cómo explicar la transmisión de una historia que no pertenece


a la vida del paciente, por lo menos en parte, y que se revela
clínicamente (cumpliendo las condiciones que hemos examinado)
como siendo constitutiva del psiquismo del paciente?
2. ¿ Cómo dar cuenta de esa doble condición, contradictoria, de
un psiquismo vacío y al mismo tiempo "demasiado lleno"? En otros
términos, por un lado hay por parte del paciente una. falta de reco-
nocimiento de la relación de objeto y por otra parte hay efectiva-
mente un objeto excesivo que no se ausenta nunca.

El telescopaje de generaciones:
una forma particular de identificación

Examinemos el proceso que permitió la cristalización muda del psi-


quismo del paciente: descubrimos un proceso de identificación cuyas
características podríamos definir por los siguientes puntos:

1. Según acabamos de demostrar, estas identificaciones son mu-


das, inaudibles.
2. Sólo comienzan a ser detectadas en un momento clave de la
transferencia.
3. Las identificaciones se hacen audibles con el descubrimiento de
una historia secreta del paciente.
4. Esto significa, y es primordial, que las identificaciones tienen
una historia, no son un mero dato inicial que no necesita expli-
cación. Las identificaciones tienen una causa.
5. El comprender la historia de las identificaciones permite a su
vez hacer más significativas, más audibles estas mismas identifi-
caciones.
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6. Este tipo de proceso de identificación condensa una historia


que por 10 menos en parte no pertenece a la generación del paciente.
7. A esta condensación de tres generaciones la denomino telesco-
paje de generaciones.

Este artículo trata del telescopaje de generaciones tal como se des-


cubre en las identificaciones inconscientes ele los pacientes reveladas
en la transferencia.

El proceso de identificación y sus vicisitudes:


"amo, soy yo"; "odio, eres tú"

Puesto que este proceso de identificación debe ser explicado y no es


un mero dato inicial, intentaremos el análisis meta psicológico de las
causas de este tipo particular de proceso. El título de este capítulo
evoca el artículo de Freud (1915) "Los instintos y sus vicisitudes"
que será el eje de nuestra reflexión. Elegimos este único punto de
vista para facilitar la exposición dentro de un marco limitado. El
estudio de las relaciones con otros escritos de Freud, en especial
"Duelo y melancolía" y los que se relacionan directamente con el
concepto de identificación, merece una consideración aparte. No con-
sideramos las contribuciones a este tema efectuadas por otros autores.
En "Introducción del narcisismo" (1914), Freud muestra cómo el
niño puede quedar cautivo de los ideales narcisistas de los padres
y cómo la relación de objeto puede ser heredera de este narcisismo.
Por otra parte, el concepto de desamparo ligado a la prematuración
resulta indispensable para comprender cómo el narcisismo de los
padres puede ancIarse en el psiquismo del niño. Reconocer al niño
como alguien separado de sí implica para los padres un proceso ac-
tivo de elaboración de ese narcisismo para ubicarse en una real
posición edípica.
Ante todo, definiré el narcisismo (Faimberg, 1981) como "el amor
que el yo * dirige a sí mismo y a sus objetos, basado en la ilusión
de ser centro y dueño del mundo. Este amor pasa por el yo que se
ama como un objeto: este amor y esta ilusión están en relación con
la constitución misma del yo".
Queremos hablar ahora de los padres, no desde el punto de vista
de la realidad material o de la manera en que pudieron ser en el

* Utilizo el concepto de yo. en el sentido que le da Freud en "Los instintos v


sus vicisitudes", sin abrir juicio sobre otros conceptos de yo ni sobre el con-
cepto de self.
1050 Haydée Faimberg

pasado, sino de la manera en que los encontramos en la transferencia


como algo inscrito en la realidad psíquica del paciente. Esta ins-
crición podríamos llamarla "los padres internos", pero teniendo en
cuenta que el niño ya está identificado con ellos debido a este modo
de funcionamiento narcisista, sería mejor llamarla la organización
alienada o escindida del yo en la medida en que se somete a la his-
toria de otro: en eso consiste la alienación. La parte escindida o
alienada de la psiquis identificada con la lógica narcisista de los
padres dirá: "Todo lo que merece ser amado es yo, aunque venga
de ti, el niño. [Cuando digo "el niño" me refiero a la experiencia
interna del niño.] Lo que reconozco como procedente de ti, el niño,
lo odio; además, te cargaré con todo lo que no acepto en mí; tú, el
niño, serás mi no-yo". Doy al primer momento de amor narcisista
el nombre de función de apropiación, y al segundo momento de odio
narcisista, el nombre de función de intrusión: ambas funciones son
características de la regulación narcisista de objeto.
A causa de su origen, el narcisismo necesita de la aprobación del
otro, inicialmente, de la madre y el padre. La autoafirmación ilusoria
del narcisismo conduce a la contradicción de necesitar al otro para su
propia afirmación. Al mismo tiempo, pretende ser autosuficiente.
¿Ves cuán autosuficiente soy? Por esta razón, se trata de una relación
de objeto, pero relación narcisista de objeto.
La relación narcisista de objeto tolera al objeto sólo en la medida
en que pueda extraer de éste una validación placentera del yo. Recor-
demos lo que dice Freud en "Los instintos y sus vicisitudes": "El yo
es equivalente del placer; el no-yo, equivalente del displacer". Pero
el niño es objeto de odio no sólo porque sea diferente, sino sobre
todo, y paradójicamente, porque su historia está ligada a la historia
de sus padres y de todo lo que rechazan en su sistema de regulación
narcisista. No hay así espacio psíquico para que el niño desarrolle su
identidad libre del poder alienante del narcisismo de los padres. Esta
demostración nos llevaría a incluir sólo dos generaciones; pero como
vemos, en la realidad intervienen tres generaciones, pues los padres
forman parte, a su vez, de un sistema familiar.
No me ocuparé de los procesos de proyección e introyección en sí,
sino de las condiciones en que:

El otro se apropia de las proyecciones del sujeto.


El sujeto queda cautivo de la intrusión del otro.
("El otro" significa siempre: el narcisismo de los padres y la iden-
tificación con el mismo.)

Amo, soy yo (quiere decir que el objeto bueno soy yo), odio, eres tú
(quiere decir que el objeto malo eres tú), es la fórmula que permite
El telescopaje de generaciones: la genealogía [... ] J051

definir esta dramática situación en la que el paciente queda alienado


por sus identificaciones inconscientes con la totalidad de la historia
de los padres. Describo desde una perspectiva freudiana la situación
clínica descrita por Melanie Klein en el concepto de identificación
proyectiva. (Habrá que estudiar en otra oportunidad los lazos entre
estos dos puntos de vista diferentes.)
Habiendo completado esta indispensable etapa teórica, volvamos
al doble problema que estamos analizando. ¿Cómo podemos expli-
car la transmisión de una historia que no corresponde a la gene-
ración del paciente, y cómo podemos explicar la paradoja del psiquis-
mo del paciente, que al mismo tiempo está vacío y lleno en exceso? El
proceso de intrusión es el origen del objeto excesivamente presente.
El proceso de apropiación explica el vacío.

Retomemos la sesión de Mario desde esta perspectiva. El psiquismo


de Mario ha sido víctima de una intrusión y está sometido a un
objeto excesivamente presente, expulsado por el padre en un proceso
que cabe expresar en los términos siguientes: "La muerte de mi fa-
milia es una realidad que odio; la expulso, la deposito en mi hijo
a quien odio y rechazo". Esta formulación corresponde a la fantasía
inconsciente constitutiva del no-yo del padre, convertida en identifi-
cación alienante: Mario pasa a ser ese no-yo y, definiéndose de ese
modo, adquiere una identidad negativa. Al someterse a un poder
ajeno, el yo de Mario queda escindido. Ello explica la perplejidad
y el desdén ya mencionados, que probablemente corresponden a la
coexistencia de dos procesos: el repudio de toda realidad que pueda
comprometer su identificación y el repudio de esa identificación.
Mario se identifica en forma silenciosa e inconsciente con este padre-
hijo silencioso-frente-a-una-familia-que-no-cobró-Ios-dólares-único-signo
-de-su-muerte. Por otra parte, el proceso de apropiación explica el
vacío psíquico de Mario y su falta de deseo por miedo de poner en
peligro la familia de su padre. El tiempo debe detenerse. No es posi-
ble proteger el tratamiento y comprar dólares; la transacción impli-
caría comprar dólares que valen 5.000 pesos en vez de 2 pesos, y
aceptar que "esos dólares" no fueron cobrados: una sentencia de
muerte. No me limito a decir que el paciente se ha identificado con
su padre. Las identificaciones se forman a partir de la totalidad
del proceso que constituye toda la historia secreta, y no simplemente
sobre la base de un objeto.

Cabe considerar aún la manera en que se transmitió la historia.


Cuando Mario dice: "Mi madre me contó" (la historia del padre), no
creo que se refiera a la transmisión que dio origen a la identificación
inconsciente. El mensaje materno no tiene un efecto de sometimiento,
1052 Haydée Faimberg

sino al contrario, de liberación, y es incluso el texto que nos permitió


comenzar a entender el origen de esa apropiación identificatoria.
Empero, ese mensaje no basta para explicar por qué la totalidad del
psiquismo debía organizarse en torno de ese proceso de identificación.
Quiero examinar brevemente otra sesión donde la madre ni siquiera
aparece como mensajera de su propia historia. Se trata de una sesión
que tiene lugar un año más tarde. Mario dice: "Pregunté a mamá por
la tía Rita. Se sorprendió mucho de que conociera su existencia, y
me preguntó cómo sabía yo que la tía Rita existía. Yo me acuerdo de
ella. No sé si siempre recordé su existencia, pero en los últimos
tiempos me di cuenta de que sabía de ella. Mamá me dijo que Rita
estaba internada en un hospital psiquiátrico. Le pregunté cuándo la
habían internado, y me dijo que fue cuando ella estaba esperando
a mi hermano. Yo tenía cinco años en ese entonces. Mi madre nunca
fue a visitarla, y nunca habló de ella. Pero mi otra tía la visitaba con
frecuencia. Todo esto pasó hace tres meses, pero por algún motivo
no se lo pude decir hasta ahora. En estos tres meses, averigüé dónde
está y le pedí a mi hermano, que es médico, que viera si la estaban
atendiendo bien. He estado visitándola y me puse a contarle todo
lo que ha ocurrido en estos 25 años en que ella ha estado aislada del
mundo. Le enseñé a lavarse", dice señalando sus zapatos, que por
primera vez están limpios, "y me he puesto como ejemplo".
Mario añade que en estos meses ha interrogado a su madre, quien
le dijo que al nacer su hermano, él había dejado de jugar y de hablar y
nunca había vuelto a ser el mismo. Mario dice que se siente culpable
de haber ocultado este asunto, pero que no pudo evitarlo. Mis inter-
venciones en distintos momentos de la sesión pueden resumirse de la
siguiente manera: "Tuvo que hacer todo en secreto, pues sólo de esa
manera podía transmitir el aspecto secreto de la cosa. Usted no sabía
cómo hablar de un secreto, sólo podía someterme al secreto y excluir-
me. Así yo me convertía en la persona aislada, la que no sabe nada,
no siente nada, no existe. Usted se sentía de ese modo, igual que su
tía. Pero ahora usted puede decirse a sí mismo, decir a su tía y de-
cirme a mí que el tiempo ha pasado, que tiene un hermano que ahora
es médico."
Pienso que la interpretación de las identificaciones con el padre
permitió que un año más tarde aparecieran identificaciones relacio-
nadas con la historia de la madre, y que el recuerdo de la existencia
de la tía junto con todo lo que hizo Mario para desalienarla simbo-
liza la aceptación del embarazo de su madre y el nacimiento de su
hermano. Poder manifestar su sentimiento de culpabilidad por haber
mantenido un secreto que me excluía como analista permite suponer
que yo existo como persona (excluida) y no he sido suprimida sin
pena de su existencia. La existencia de la tía fue repudiada por la
El telescopaje de generaciones: la genealogía [... ] 1053

madre y esto sucedió cuando Mario habría debido pasar por la expe-
riencia de los celos y la exclusión representada por el embarazo de
su madre. Pero la tía Rita no existía, como tampoco existía Mario
en su capacidad de sentir la exclusión. Mario no llega a tener celos
por el nacimiento de su hermano. Es la identidad misma de hermano-
hermana la que queda negada en su existencia. La exclusión ocurre
en el registro del ser, y no del tener. Mario se identifica con la no-
existencia de un hermano-hermana. Al no hablar, no jugar, no ser ya
el mismo, él no existe como hermano y repudia el nacimiento de su
propio hermano. La identificación se produce en forma solidaria con
la historia de la madre. Así, la madre no es mensajera de su propia
historia que deviene causa de la identificación inconsciente de Mario.
La historia no se transmite como mensaje explícito, sino que está
estrechamente relacionada con la modalidad de decir y no decir que
utilizan los padres. La madre sólo puede hablar cuando Mario co-
mienza a desidentificarse de la tía alienada y puede formular las pre-
guntas necesarias. Hasta ese momento, Mario nunca había hablado
de sus padres, ni mencionado ningún conflicto. Había llegado a ser lo
que cada uno de ellos no había aceptado de su historia respectiva.
Toda la identidad de Mario había quedado cautiva de la organización
narcisista de los padres. No había distancia entre el yo y los objetos.
No ha habido reconocimiento de la pérdida del objeto. La amenaza de
perder el tratamiento desencadena el proceso relativo a la pérdida
del objeto. A partir de ese momento, Mario comienza a quejarse de su
desamparo y a manifestar malestar. Habíamos creado una nueva
familia, en conflicto con la familia del padre. El padre de Mario lle-
gaba a ser verdaderamente el padre y dejaba de ser el hijo del abuelo.

Desidentificación y tiempo

Cuando en la transferencia se ponen de manifiesto identificaciones


del tipo que hemos descrito, se inicia un proceso esencial del psico-
análisis, la historización.
El proceso de identificación congela el psiquismo en un para
siempre" característico del inconsciente que se califica de atemporal.
Tal vez sea más correcto hablar de otra temporalidad.
Conocer la historia secreta permite modificar sus efectos sobre el
yo, modificar el clivage alienante. Este proceso de desidentificación
permite restituir la historia en su carácter de "pasado". La desiden-
tificación es así la condición de posibilidad para liberal' el deseo v
constituir el futuro.
1054 Haydée Faimberg

El telescopaje de generaciones implica un tiempo circular y repe-


titivo, en tanto que la diferencia de generaciones está ligada al paso
inevitable del tiempo; la distribución de generaciones significa que se
ha producido algo irreversible.
Esta manera de concebir el problema permite, a mi juicio, superar
un dilema teórico que tiene importantes consecuencias clínicas y
cuyos dos polos podrían expresarse así:

1] Considerar que las identificaciones son una mera ilusión del yo,
y por consiguiente prescindir del análisis de ese tipo de identifica-
ciones inconscientes, o
2] privilegiar la identificación con el analista.

Desde mi perspectiva, interpreto las identificaciones inconscientes


reveladas en la transferencia porque son constitutivas de la formación
del psiquismo, al que someten por esa vía a una historia que no le
pertenece y lo aliena. Desde este punto de vista, resulta lícito el tra-
bajo analítico que libera al paciente de esta sujeción, trabajo que se
lleva a cabo mediante la escucha e interpretación de la transferencia
desde un punto virtual y que conduce a la desidentificación. En otro
artículo he mostrado que este modo de escuchar e interpretar la
transferencia es un modo privilegiado de revelar las identificaciones
y de resolverlas. Mi perspectiva escapa a toda idea de adaptación a
un modelo identificatorio. Es, por el contrario, el régimen narcisista
de apropiación-intrusión el que fuerza al paciente a una adaptación
alienante. Esta perspectiva contribuye además a resolver la antinomia
entre interpretar en el presente o en el pasado. El "pasado" se cons-
tituye como tal en el trabajo de desidentificación que libera el "para
siempre".

Conclusiones

El descubrimiento de las identificaciones alienantes y su historia que


concierne a tres generaciones permite reconocer dónde está el pacien-
te y encontrar su lugar en relación con la diferencia de las genera-
ciones. Estimo que este tipo de identificación implica un telescopaje
de generaciones.
Cabe preguntarse si el telescopaje de generaciones puede ser expli-
cado siempre por las funciones de apropiación e intrusión que men-
ciono como características de la regulación narcisista.
y teniendo en cuenta los casos de varios otros pacientes, cuyos
conflictos resultan compatibles con el análisis de una situación edí-
El telescopaje de generaciones: la genealogía [... ] 1055

pica clásica, cabe preguntar además si el telescopaje de generaciones


no es un fenómeno universal, que podría ser interpretado en una u
otra etapa de todo análisis.
En síntesis: la apropiación y la intrusión se detectan en la transfe-
rencia, y en especial en las asociaciones con que el paciente responde
a las interpretaciones. Los pacientes temen que el analista se apropie
de sus logros o que haga intrusión por medio de sus palabras o de su
silencio. He examinado este problema en otro artículo. Aquí sólo cabe
decir, en conclusión, que entre la intrusión y la apropiación, entre el
vacío y un objeto siempre presente, la interpretación psicoanalítica
se propone establecer la presencia, constituida por las palabras, para
designar la ausencia.

Resumen

El vacío psíquico de un paciente constituía un obstáculo insuperable que


negaba la presencia psíquica del analista. Este fenómeno volvía imposible no
sólo interpretar esta negación sino también interpretar la ausencia psíquica
del analizando. El descubrimiento de las identificaciones alienantes y sus his-
torias respectivas que conciernen a tres generaciones hace posible reconocer
dónde estaba el paciente cuando aparecía como psíquicamente ausente. La inter-
pretación de estas identificaciones permitió modificar la situación.
Consideramos que las identificaciones se refieren a todo el proceso histórico
y no solamente al objeto. Las identificaciones tienen una causa y no son un
mero dato inicial que no necesita ser explicado.
Estudiamos clínicamente las condiciones que cabe reunir para poder consi-
derar que esta historia secreta (causa de estas identificaciones) es efectiva-
mente constitutiva del psiquismo del paciente.
La función de apropiación-intrusión, ejercida por los padres internos del
paciente, es un concepto clave que permite entender la escisión alienante del yo.
Existen simultáneamente un objeto interno que nunca fue perdido y una falta
de reconocimiento de la relación de objeto.
Gracias a esta perspectiva es posible superar ciertas aporías. Es probable
que estas identificaciones puedan descubrirse en todo análisis, a condición de
pensar en ellas. Permiten explicar .ciertas reacciones paradojales, así como
ciertas formas de reacción terapéutica negativa.

Résumé

LE TÉLÉSCOPAGE DES GÉNÉRATIONS:


LA GENEALOGIE DE CERTAINES IDENTIFlCATIONS

Le vide psychique d'un patient constituait un obstacle indépassable. Le phéno-


mene niait la présence psychique de l'analyste et rendait impossible son
interprétation, ainsi que celle de l'absence psychique de l'analysand.
La découverte des identifications aliénantes et de leurs histoires respectives,
qui concernent trois générations, permet de reconnaitre OU était le patient
pendant eette absence psyehique. L'Interprétation de ces identifications rendit
possible la modification de la situation.
1056 Haydéc Faimberg

Les identifications sont établies avec tout le processus historique et pas


seulement avec l'objet. Les identifications, ont une cause et ne sont pas une
simple donnée. Initiale san S besoin d'explications.
Nous étudions cliniquement les conditions qui doivent étre assurées pour
que la découverte de cette histoire secrete (cause de ces identifications) puisse
étre considerée comme étant vraiment constitutive du psychisme du patient.
La fonction d'appropriation-intrusion, exercée par les parents internes du
patient, est un concept cIé qui permet de comprendre le clivage aliénant du moi.
Il y a un objet interne qui ne s'est jamais perdu, et simultanément il manque
la reconnaissance de la relation d'objet.
Gráce a cette perspective, certaines apories peuvent étre surmontées. Ces
identifications sont probablement passibles d'étre découvertes dans toutes les
analyses a condition toutefois d'y penser. Elles permettent d'expliquer certaines
réactions paradoxales, voire certaines réactions thérapeutiques négatives.

Surnrnary

THE TELESCOPING OF GENERATIONS:


THE GENEALOGY OF CERTAIN IDENTIFlCATIONS

The psychic emptiness of a patient was an insurmountable obstacle which


negated the analyst's presencc and rendered the interpretation of this presence,
as well as of the psychic absence of the analysand, impossible.
The discovery of alienating identifications and their history which concerns
three generations makes it possible to recognize where the patient was during
the psychic absence and to modify the situation.
Identification involves an entire historical process and not only the object.
Identifications have a cause and are not merely a given fact.
We study the clinical conditions which must be satisfied in order to be sure
that this secret history, cause of the identifications, is really constitutive of the
patient's psyche.
The function of appropriation-intrusion exercised by the internal parents of
the patíent is a key concept which aIlows us to understand the alienating
splitting of the ego. There is at the same time an internal object which is
never lost and a failure to recognize the object-relation,
Thanks to this perspective we are able to fill certain gaps. These identifica-
tions probably exist in al! analyses, and we should be ready to recognize them
as such. They will allow us to explain certain paradoxical reactions, even certain
forms of negative therapeutic reaction.

Bibliografía

Faimberg, H. (1976), "Richard a la luz de la guerra y de la estructura edípica",


REV. DE PSICOANÁLISIS, XXXIII, 1, pp. 149-168.
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