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AÑO lxxvii N° 23 DIRECTOR: JORGE HORACIO ALTERINI Tomo La Ley 2013-A

BUENOS AIRES, argentina - Lunes 4 de febrero de 2013 ISSN 0024-1636

Cambios en el Diario “La Ley”


Desde un pasado emblemático y un presente vital,
nos convoca el futuro

E
s conocido el perfil de la Revista La “Actualidad en Derecho Tributario” y “Ac- Diario, será matizada mensualmente con im- Algunos de los destacados columnistas, que
Ley en el periodismo jurídico y que tualidad en Derecho Ambiental”. portantes contribuciones de la Doctrina Ex- discurrirán sobre distintos aspectos del De-
en todos los tiempos, desde el lejano tranjera, para mostrar cómo los aportes au- recho, tendrán presencia permanente en las
1936, supo ajustarse a las muchas Otra Sección abordará la “Experiencia Ju- torales llegados desde más allá de nuestras páginas de La Ley, para que la inquietud de los
variaciones que experimentaron la realidad risprudencial”, o sea el estado de la cuestión fronteras pueden iluminar y profundizar el lectores tenga habitualmente las esperadas
del Derecho y las formas de difundirla, pero en problemáticas concretas a través de la vi- conocimiento de escenarios jurídicos que tras- respuestas en las Columnas de Opinión.
convencidos de aquello de que detenerse sión que de ellas nos presente una adecuada cienden de la cotidianeidad más cercana.
es retroceder, nos ha parecido conveniente sistematización de fallos judiciales. Pero los cambios no se limitarán a nutrir
que en el 2013 se acentúen los logros unidos La doctrina de fondo tendrá como Valor los Contenidos sino que también alcanzarán
al ineludible mejoramiento continuo. Igualmente conformará una Sección es- Agregado referencias a elaboraciones parale- al Diseño del Diario, que aspira a ser más mo-
pecífica el “Panorama Mensual de los Tribu- las registradas en nuestros sellos editoriales, derno y atractivo.
Se han proyectado nuevas Secciones so- nales Superiores Provinciales”, donde se se- para su mejor correlación, como una suerte de
bre temas de Actualidad, siempre a cargo de leccionarán las más significativas decisiones Integración Doctrinaria. Las distintas razones expuestas explican
destacados especialistas, y en esa dirección a recientes de los máximos tribunales de nues- que se iniciaran estas palabras con la afirma-
las ya operativas: “Actualidad Societaria y de tros estados provinciales. El mismo enfoque crítico que tradicional- ción de que desde un pasado emblemático y
Otros Entes”, “Actualidad en Derecho Ban- mente ha sido aplicado fundamentalmente para un presente vital, nos convoca el futuro.
cario y Financiero”, “Actualidad en Derecho La publicación de parte importante de la las Notas a Fallos Nacionales, se hará extensivo
Internacional y Extranjero”; se le sumarán: Doctrina Nacional, que siempre prestigió al regularmente a las Notas a Fallos Extranjeros. El Director.

Funciones del derecho de daños y de prevención


Hugo Acciarri
SUMARIO: I. Introducción.- II. Un problema de ambigüedad: función-finalidad y función-relación.- III. ¿Es razonable asignar funciones-finalidades
únicas a cada norma o institución?- IV. Dos dimensiones de la prevención: “prevención general” y “prevención específica”.- V. Reflexiones finales.

La prevención específica, difiere muchos otros países. El centro de gravedad


de esos debates se sitúa primariamente en la
vo, expresamente se inscribe en esa línea. [2]
Confiere un espacio relevante a las funciones
Los resultados de esa búsqueda distan de
ser puramente teóricos. Muy por el contra-
de la general en punto al sujeto que prevención. Para las posiciones más tradicio- de la responsabilidad y, dentro de ellas, a la rio, diferentes aproximaciones a esas cuestio-
puede tomar la decisión de prevenir. nales, la función de la responsabilidad por da-
ños es exclusivamente resarcitoria, mientras
prevención. nes, pueden conducir a confusiones o a resul-
tados notablemente diferentes al momento
En la prevención general, será el autor que orientaciones más modernas le recono- A pesar de ese consenso parcial restan de concebir y aplicar normas fundamentales
potencial de la actividad susceptible de cen, juntamente con aquélla, al menos otra
función relevante: la preventiva. Dentro de
todavía muchas cuestiones dignas de estu-
dio. Algunas de ellas constituyen problemas
de esta área del derecho. E inciden, en parti-
cular, en la concesión, alcance y modalidades
causar un daño; en la específica, será las vertientes pluralistas, algunos extienden conceptuales de alcance general, que se pro- de ciertas medidas judiciales.
un funcionario estatal. Será el juez o ese elenco a otras adicionales, como la fun-
ción sancionatoria, la reducción de costos so-
yectan hacia múltiples aspectos de mayor
especificidad. Para ilustrarlo de un modo II. Un problema de ambigüedad: función-finali-
un funcionario administrativo, quien ciales, la función redistributiva o la llamada visible: hace más de quince años, Pablo Sal- dad y función-relación
decidirá la posibilidad de realización o la función de demarcación. vador-Coderch y María Teresa Castiñeira
Palou, en una obra ya famosa, preguntaban Para comenzar, cuando se habla de fun-
continuidad, de una actividad poten- Pasada la primera década del siglo XXI, el “¿cuáles son realmente las funciones del dere- ciones de una rama del derecho, es frecuen-
cialmente dañosa. debate parece haber decantado, al menos, cho de la responsabilidad civil?”. [3] Esa mis- te asumir que se está haciendo referencia a
hacia una conclusión mayoritaria. En la ac- ma pregunta fue el nudo de muchos otros algo sencillo y evidente. Que no es necesario
tualidad, aunque con variantes y excepcio- trabajos que por su cantidad me eximiré de detenerse a precisar de qué se habla, sino sim-
I. Introducción nes, tanto la doctrina autoral cuanto la juris- listar. En este artículo, al contrario y como plemente ingresar a debatir cuál o cuáles son
prudencia argentina dominantes, conciben su título lo sugiere, me propongo una pre- esas funciones.
La discusión sobre las funciones del dere- a la prevención como una de las funciones gunta diferente. Procuraré explorar sobre
cho de daños [1] ha dado lugar a controversias del derecho de daños. El Proyecto de Códi- qué se discute cuando se debate sobre la base de
significativas, tanto en Argentina cuanto en go Civil y Comercial en tratamiento legislati- aquella pregunta. continúa en la página 2

DOCTRINA. Funciones del derecho de daños y de prevención puerta de uno de sus locales que no contaba con rampa para discapacitados. Trato discri-
Hugo Acciarri......................................................................................................................................... 1 minatorio. Procedencia del reclamo por daño moral y de la multa civil. Rechazo del recurso
de inaplicabilidad de ley (sC Buenos aires)......................................................................................... 6
CORREO NOTA A FALLO. Procedencia de la multa civil del art.52 bis LDC
JURISPRUDENCIA EXTRANJERA
ARGENTINO

CENTRAL B Horacio L. Bersten................................................................................................................................ 6


Derechos humanos. Condena a los padres de una menor por lesiones y mutilación genital.
Error de prohibición. Los derechos humanos como límite natural a su respeto irrestricto Inexistencia de error de prohibición basado en factores culturales. Límite del respeto a las cultu-
FRANQUEO A PAGAR
CUENTA N° 10269F1

Ricardo Alberto Grisetti y Luis E. Kamada.................................................................................... 9 ras y religiones. Respeto de los derechos humanos. (TS España)................................................ 9

JURISPRUDENCIA
DEFENSA DEL CONSUMIDOR. Cliente de una empresa telefónica que debió ser atendido en la
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Funciones del rente de sentido. En estos casos podría in-


terpretarse que ese modo de hablar de sus
parten un mismo rótulo, un mismo término
que las designan.Es sabido que la confusión
en la mente de los legisladores, también es
una indagación de ese tipo. Pero se trata de

derecho de daños finalidades puede responder, al menos, a


dos posibilidades.
entre palabras y conceptos suele generar di-
ficultades muy serias en muchas áreas y
particularmente en la comprensión y aplica-
búsquedas muy diferentes.

Desde otro punto de vista, esas nociones


y de prevención La más sencilla, quizá, es atribuir a una, la
finalidad histórica de sus creadores. Aplican-
ción del derecho. Cuando un mismo término
(palabra) tiene significados muy diversos,
mantienen una particular dependencia. Si se
persiguen ciertas finalidades y no se emplean
do esta idea a la ley, la finalidad de la ley, sería el riesgo de confusión suele ser menor: es instrumentos consistentes con las mismas,
viene de tapa la finalidad que tuvieron en mira los legislado- difícil que la comprensión de un texto jurí- el resultado será previsiblemente insatisfac-
res, sean éstos legisladores formales [las per- dico sobre la mora, se vea afectada porque torio. En este último caso, la posibilidad de
El término función, sin embargo puede sonas que intervinieron en el procedimien- esa misma palabra, mora, designa también alcanzar las metas contenidas en las funcio-
denotar ideas muy diferentes . No es éste el to institucional de su creación) o materiales a una fruta. Pero cuando los significados de nes-finalidad, depende de que los medios em-
sitio para enumerar todas las posibilidades [aquellas que redactaron efectivamente los una palabra se aproximan, o poseen cierta pleados guarden una función-relación positi-
de empleo de esa palabra [4], pero es posi- textos que luego harían suyos los legisladores posibilidad de pertinencia, el riesgo de con- va, con esas metas. Las funciones-relación, en
ble advertir que, al menos una o un grupo de formales). [6] fusión suele incrementarse. otras palabras, son instrumentales a la efica-
esas nociones, da cuenta de un tipo de re- cia de las funciones-finalidad.
lación. Se dice por ejemplo, que la duración Otra posibilidad, algo más compleja, po- Algunas confusiones de esta clase proyec-
de un viaje es función de la distancia, o que dría describirse como el resultado del si- tan resultados que distan de ser triviales. Por Las discusiones sobre fines y las disputas
la vida útil de un automóvil es función de su guiente proceso: ejemplo, si un jurista predica algo de la función sobre medios involucran, por cierto, proce-
uso. Esto implica que existe una relación es- de una norma, refiriéndose, por caso, a la fina- dimientos de argumentación diferentes. No
pecífica entre dos variables: que [ceteris pa- a) Quien invoca la finalidad de una norma lidad de sus autores (función-finalidad) y otro es lo mismo fundamentar por qué es preferi-
ribus) para cada distancia habrá un tiempo parte de identificar una cierta finalidad po- controvierte su opinión, empleando el término ble visitar una ciudad y no otra, que discutir
de duración del viaje y para cada extensión sible para la institución implicada. En otras función como pura relación entre normas y conse- cuánto tiempo insume llegar, por cierta vía,
e intensidad de uso, un lapso de vida útil del palabras, entiende que, si se deseara alcan- cuencias sociales (función-relación), puede darse a una de esas ciudades. Del mismo modo, las
vehículo. [5] zar tal finalidad, la norma en cuestión sería que ambos aparentes contradictores sosten- discusiones sobre por qué es preferible incre-
un instrumento adecuado para lograrla. gan afirmaciones verdaderas, pero crean estar mentar la prevención por encima de cierto
En otro sentido, es posible y frecuente, disintiendo. Con referencia a la función pre- nivel, no dependen de los mismos argumen-
hablar de función para hacer referencia a un b) Luego, considera que existen razones ventiva, en particular, se daría esa situación, tos que el debate sobre si ciertos medios son
propósito o finalidad. Las referencias teleoló- plausibles para sostener que ésa debe ser con- por caso, si uno de ellos afirmara que una cier- herramientas idóneas para lograrlo. La pre-
gicas son moneda corriente cuando se trata siderada la finalidad relevante de la norma, ta norma posee una función preventiva porque cisión para distinguir las discusiones de una y
de conformar, analizar y describir las institu- con preferencia por sobre otras [respecto sus autores expresamente lo declararon así otra categoría, en definitiva, parece útil para
ciones jurídicas. Hay ejemplos muy explícitos de las cuales aquélla podría ser, también, un (es decir, si hablara de función-finalidad) [9] y llegar a los mejores resultados en cualquiera
de este tipo de invocaciones: el abuso del de- instrumento idóneo). Que debe priorizarse su contradictor (hablando de función-relación) de ambos géneros de debate.
recho, en el ordenamiento jurídico argenti- esa finalidad y utilizar esa norma para perse- afirmara que esa norma carece de tal función
no, por caso, incluye dentro de sus requisitos guirla de modo único o prioritario. porque en el mundo de los hechos, esa norma no ge- III. ¿Es razonable asignar funciones-finalidades
de operatividad “... los fines que aquélla [la ley) nera, ni favorece, ningún efecto preventivo. únicas a cada norma o institución?
tuvo en mira al reconocerlos...”. La idea de “fi- c) Finalmente, para la inteligencia de las
nalidad protectora de la norma”, frecuente en normas y su aplicación, elige la interpreta- Una aparente discrepancia como la ante- Cuando se diseña algún cuerpo norma-
la doctrina y jurisprudencia alemana del siglo ción que considera consistente con esa finali- rior no puede resolverse por ninguna com- tivo, es usual que sus autores persigan un
XX, es otro ejemplo de este tipo de ideas. dad que entendió preferible. [7] probación de hechos ni análisis de normas. conjunto de finalidades, entendidas como
Enfrenta, simplemente, dos afirmaciones pa- consecuencias sociales. Es muy razonable
En casos así, y pese a la naturalidad con A diferencia de la posibilidad precedente, ralelas que no se contradicen. Bien podría ser que prefieran por una sociedad en que se
que se aborda el tema, no siempre queda cla- esta última no apunta a descubrir la voluntad que los autores de una norma la hubieran di- produzcan menos daños, una que propor-
ro qué se quiere afirmar cuando se hace refe- histórica de los legisladores, sino que se trata señado con la finalidad de prevenir, pero que cione mayores indemnizaciones para las víc-
rencia a la finalidad de la norma o de la insti- de un procedimiento diferente, en el que in- en los hechos carezca de toda eficacia. Luego, timas, o también (y de modo no excluyente),
tución jurídica. terviene el juicio —y probablemente también, ambos juristas estarían en lo correcto, pero una que logre mayor premura o facilidad en
las preferencias— de quien sostiene tal finali- ninguno refutaría al otro. Una discusión de la percepción de esas indemnizaciones. Lue-
La idea de finalidad o propósito inicial- dad. La primera posibilidad, daría cuenta de esta especie puede ser parte de un mero de- go, es también natural que procuren con-
mente se asocia a un sujeto con voluntad: un un hallazgo; ésta, expondría una elección. [8] bate académico, pero también puede ser la tribuir a esas metas. Pero esto, no implica
agente, alguien que pueda decidir hacia dón- clave del argumento que defina el otorga- que deban diseñar un dispositivo especial,
de conducir sus acciones. “La ley”, sea lo que En síntesis: hasta aquí procuré distinguir miento de una medida judicial. una institución jurídica diferenciada, para
fuera, no es un sujeto tal. Una crítica rápida dos géneros de significados de función. Los alcanzar cada una de las consecuencias que
a este modo de invocar finalidades, luego, mismos, aunque no agotan todos los usos posi- Hacer explícitas las distinciones ante- estiman deseables. Es posible, al contrario
podría fundarse en estas bases. Se podría bles de ese término, resultan sumamente rele- riores, puede contribuir a advertir algunos —y es una estrategia legislativa plausible y
decir que supone una personificación meta- vantes en el discurso concerniente al derecho aspectos que a veces se soslayan y tratarlos bastante frecuente—, diseñar instituciones
física de la ley; que ello es impropio; que “la de daños. Para diferenciarlos, en adelante lla- de modo sistemático. En primer lugar, las que satisfagan, cada una de ellas, más de
ley” en tanto y en cuanto no es un agente, no maré función-relación a uno de ellos, y función- nociones de función-finalidad y de función-re- una función-finalidad y a su vez, perseguir
puede decidir hacia dónde dirigir sus accio- finalidad, al restante. Las finalidades a las que lación presentan ciertas interrelaciones. La cada función-finalidad a través del juego ar-
nes y por lo tanto, que carece sentido hablar esta última denominación refiere, pueden ads- relación que guardan las normas con ciertos mónico de más de una institución. [11]
de sus finalidades. cribirse de modos diversos. A veces, se invo- efectos empíricos –sus consecuencias socia-
can finalidades que —pretende—persiguieron les-, opera con una relativa independencia Si, por ejemplo, hablamos de función preven-
No obstante, muy frecuentemente habla- los legisladores. Otras, se postulan finalidades de los deseos, propósitos o finalidades de los tiva, en este sentido de función-finalidad, es
mos de finalidades de cosas o entidades que que se consideran valiosas, y se entiende que legisladores que las diseñaron. Aún si una posible que se proyecten varias normas e ins-
no son sujetos. Podemos decir, por ejemplo, la norma o institución es un instrumento ade- norma no fue pensada para prevenir, es po- tituciones para orientadas a esa meta y que to-
que la finalidad de un martillo es golpear, cuado para alcanzarlas. sible que igualmente prevenga, o viceversa. das o algunas de ellas, tiendan también a otras
sea para enderezar piezas de metal, clavar Estudiar si ello efectivamente ocurre, impli- funciones, como por ejemplo, a la función re-
clavos, etc. Referir a finalidades de la ley en No se trata de variantes de un mismo con- ca una investigación “en el mundo”. [10] In- sarcitoria. La adscripción de funciones “uno a
este orden de ideas, no sería una alusión ca- cepto, sino de conceptos distintos que com- tentar descubrir qué, intenciones primaron uno” (asignar a una institución exclusivamen-

{ NOTAS }

Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) ponsabilidad civil...” (BUERES, A. y PICASSO, S., “La cosa (entendida como variable) le corresponde sólo un esta- ca de sus acciones de acuerdo con las bases que postula
[1] Es sabido que no existe un consenso preciso sobre Función de la Responsabilidad Civil y los Daños Puniti- do o valor de la segunda. El término función, usado en este quien se vale de este recurso, es posible que se concluya
el alcance del derecho de daños. Si se entiende que la vos”, Revista de Derecho de Daños, Rubinzal-Culzoni, sentido, tiene un amplio campo de empleo en la matemá- que las finalidades que prefiere quien invoca a tal legisla-
responsabilidad civil es una parcela de aquél, pero que 2011-2, p. 48). Esta distinción no se presenta para quie- tica, pero no es privativo de esa disciplina. Al contrario, dor (elección), coinciden con las finalidades que efecti-
no agota su contenido, se pueden estudiar las funciones nes entienden que derecho de daños no son sino dos nom- tanto en el lenguaje corriente, cuanto en el discurso ju- vamente debió haber perseguido ese personaje platónico
de esta última como una parte de un campo más abarca- bres de una misma área del derecho. DIEZ-PICAZO, por rídico es común usarlo en ese sentido. Se trata de una (descubrimiento). Para una crítica clara y contundente
tivo. Si, al contrario, se adopta una noción amplia de res- ejemplo, comienza su conocida obra Derecho de Daños noción muy útil para la investigación porque, cuando se a ese proceder. NINO, C. S., “Introducción al Análisis Fi-
ponsabilidad o una suficientemente estrecha de derecho (Civitas, Madrid, 1999), diciendo: “El Derecho de la res- verifica ese tipo de correlaciones, basta conocer un es- losófico del Derecho”, 2ª ed., 7ª reimpr., Astrea, 1995,
de daños, que identifique el contenido de ambos, el deba- ponsabilidad civil o Derecho de daños...” (p. 19). tado o valor de uno de los términos de la relación, para p. 321 y ss.
te tendría un objeto único. Los autores enrolados en la [2] Especialmente en Tít. V, Sec. 1° y en sus Funda- conocer el estado o valor de otra. [9] Lo mismo ocurriría, si alguien hablara de función-
primera posición pueden sostener, por ejemplo, que la mentos. [6] La finalidad de los legisladores, integrada a un finalidad, no ya entendiendo finalidad como propósi-
responsabilidad civil tiene únicamente funciones resar- [3] SALVADOR-CODERCH, P. y CASTIÑEIRA PA- cuerpo normativo, suele considerarse por lo menos, una to efectivamente perseguido por los legisladores, sino
citorias, pero el derecho de daños, posee también, fun- LOU, M. T., “Prevenir y Castigar”, Marcial Pons, 1997, guía interpretativa importante. Así lo prescribe el Pro- como finalidad deseable o digna de ser perseguible.
ciones preventivas u otras. Parecen ir en esta dirección, p. 103. yecto 2012 (art. 2°). [10] Decir que se trata de una indagación “en el mun-
afirmaciones como la que sigue: “... la tutela inhibitoria [4] Me referí con más detenimiento a esta cuestión en [7] Subyace en esta noción, el llamado silogismo prác- do” no significa que los instrumentos teóricos no tomen
puede estar contemplada en normas penales, adminis- La Relación de Causalidad y las Funciones del Derecho tico. Al respecto, von WRIGHT, H. G., Explanation and parte de esa investigación y que sólo se trate, mecánica-
trativas y también en el Código Civil. Pero está muy de Daños. Reparación, prevención, minimización de cos- Understanding, Routledge and Kegan Paul Ltd., Londres, mente, de contrastar, verificar o medir hechos.
claro que no comporta función normativa alguna de la tos sociales, Abeledo Perrot, 2009, en varias partes y es- 1971, p. 23 y ss. [11] Entre muchos, CALABRESI, G. y MELAMED, A.
responsabilidad civil. Nadie hizo este planteo jamás... En pecialmente en p. 169 y ss. [8] Apelar a la hipótesis del legislador racional, tiende a D., “Property Rules, Liability Rules, and Inalienability:
definitiva, la tutela inhibitoria integra el derecho de da- [5] Más precisamente puede decirse que se trata de aproximar ambas posibilidades. Si se asume la existen- One View of the Cathedral”, Harvard Law Review, Vol.
ños sin que sus normas se superpongan con las de la res- una relación por la cual a cada estado [o valor) de alguna cia de un hipotético legislador racional y se juzga la lógi- 85, Nº 6, , pp. 1089-1128.
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te función preventiva; a otra, sólo función re- en su caso, frente a la instancia de justificar El problema de este modo de concebir a nos técnicos, ésa es la idea subyacente en el
sarcitoria, etc.), en síntesis, parte de una res- una reforma legal. En otras palabras, las la prevención es que da por sentado, aún sin término “costo” y los costos monetarios,son
tricción que no tiene por qué constreñir a los funciones-relación de una norma o institu- hacerlo explícito, que esas medidas agotan solo casos particulares de esa idea. Expuesto
legisladores, ni parece una guía adecuada para ción, pueden conformar un argumento de peso las posibilidades jurídicas de prevenir. Esta de un modo general, la perspectiva de afron-
legislar o para interpretar el ordenamiento ju- aunque no hayan sido previstas por los legisla- noción tan restringida, no obstante, no es tar, sea una indemnización o una sanción,
rídico. [12] No existe ninguna necesidad lógica, dores como funciones-finalidad. la única idea que puede denotar el término sirve para crear expectativas que incidirán
ni pragmática que la imponga. prevención ni aquellas medidas, las únicas en las decisiones de los sujetos. En otras pa-
Asimismo, dentro del marco de legítima que pueden prevenir. Al contrario, el efecto labras, genera incentivos para actuar de un
En lo que hace a las funciones-relación, interpretación de las normas, parece igual- preventivo derivado de ese tipo de acciones cierto modo y no de otro. [21]
esta cuestión se agudiza. Es posible pensar mente importante dilucidar qué posibilida- judiciales puede caracterizarse como una
que los legisladores, aunque sin necesidad, des resultan más consistentes con las fina- dimensión de las dos principales que inte- Pero no se trata únicamente de evaluar la
efectivamente asignaron a cada norma una lidades previstas por los legisladores. Para gran el campo de la prevención. Se trataría magnitud de los sacrificios que determinarán
función-finalidad exclusiva. Pero esa deci- saberlo, debemos conocer las funciones-re- de la denominada prevención específica. La tales consecuencias jurídicas, sino también
sión, más allá de su acierto o desacierto, no lación de las normas implicadas en cada una prevención general completaría el contenido la probabilidad de sufrirlos. El producto de la
impide que las normas surgidas de su labor de tales posibilidades. del campo en cuestión. magnitud de la sanción o indemnización, por
proyecten otras consecuencias o derivaciones, la probabilidad de que efectivamente se con-
ajenas a sus finalidades. Es decir, no implica Si hablamos de la función de prevención en En varias ramas del derecho se habla, con crete, determinará el valor esperado [22] de
que aquéllas, no posean otras funciones-re- particular, parece claro que ese tipo de ta- peculiaridades propias, de prevención gene- dichas posibilidades.
lación, diferentes de las finalidades a las que reas merece atención. Que resulta relevante ral y prevención especial. Aunque estas ideas
aspiraron sus autores. analizar sistemática y detalladamente el en- venían siendo discutidas desde mucho tiem- Esta noción de prevención general se refiere,
tramado que conduce a prevenir. Y más allá po atrás en el derecho penal [16], en el dere- en definitiva, a los casos en los cuales la pre-
La investigación de las funciones-relación de cierta costumbre intelectual que parece cho de daños cobraron popularidad, inaugu- vención surge de la decisión del propio autor
de las instituciones jurídicas, esto es, la labor limitar su alcance sólo a ciertos instrumen- ralmente, en el ambiente norteamericano, de la conducta potencialmente riesgosa. El
tendiente a sacar a la luz la correlación entre tos, es claro que la prevención abarca cam- bajo el rótulo de general deterrence (que tra- efecto disuasivo de las normas tradicionales
las normas y sus derivaciones fácticas, no es, pos más amplios que el reservado a las ac- duciré como “prevención general”) y specific de responsabilidad civil constituye una ins-
en modo alguno, una tarea trivial. Tomemos ciones que persiguen, de modo directo, par- deterrence (“prevención específica”). [17] Du- tancia clara de este tipo de prevención: ante
como ejemplo la función de prevención. Pare- ticularizado y explícito, la cesación de una rante las décadas de 1950 y 1960 se elabora- la posibilidad de enfrentarse al pago de una
ce difícil de sostener que la cantidad, calidad actividad peligrosa individual. Me referiré a ron, en los Estados Unidos, varios proyectos indemnización, cada persona puede decidir
y magnitud de los daños que se produzcan esta cuestión en los próximos párrafos. de reforma tendientes al tratamiento de los si prefiere colocarse en esa situación o adop-
en la sociedad, es y debe ser un dato com- daños derivados de la circulación de auto- tar las medidas de prevención que a la vez,
pletamente irrelevante para los juristas. [13] IV. Dos dimensiones de la prevención: “preven- motores. El debate que se generó en torno reducirán la probabilidad de causar ese daño
Igualmente parecería por lo menos, extraño, ción general” y “prevención específica” [14] de los mismos, y los trabajos académicos (o su magnitud en caso de acontecer), y la
argumentar que las normas jurídicas, su in- que los tuvieron por objeto —dentro de los probabilidad correlativa de ser condenado
terpretación y aplicación, carecen de toda in- Dificultades similares a las que afectan al cuales se resaltan nítidamente los de Guido al pago de la indemnización correspondiente
fluencia en el mundo de los hechos sociales. término función, derivadas de sus múltiples Calabresi— [18] discutieron de modo siste- (o su magnitud). En este orden de ideas es
Si, al contrario, se asume que esa influencia significados, se presentan con relación al em- mático estas dimensiones duales de la pre- posible afirmar que el sistema de responsa-
existe (al menos, que se da a veces y en cier- pleo del término prevención. vención. [19] bilidad civil genera, incentivos para preve-
tas condiciones), es posible inferir que algu- nir, cuando determina un deber de resarcir.
nas normas y ciertas posibilidades de inter- En una buena parte de la literatura jurí- La noción de prevención general asume una Desde este punto de vista, la función-relación
pretación y aplicación de las mismas, darán dica argentina, cuando se habla de preven- idea relevante sobre la conducta humana: resarcitoria, será instrumental a la función-
por resultado la producción de más daños, y ción en el derecho de daños se evoca la idea que, al menos en ciertas condiciones, las relación preventiva. [23]
otras, contribuirán a que disminuyan. de riesgo de una actividad, y una respuesta personas toman decisiones y actúan de un
jurídica única: una prohibición judicial par- modo tendiente a situarse en un estado que La prevención específica, en el sentido que
Puede que este tipo de análisis —una ticular —una orden de cesación, definitiva o consideran más agradable, o más beneficio- procuro exponer, difiere de la general en
modalidad de análisis funcional— y sus provisional— tendiente a evitar que el mis- so. Esta premisa ha merecido un estudio sis- punto al sujeto que puede tomar la decisión
productos, no se consideren enteramente mo se actualice en un daño, o en el agrava- temático en el campo del análisis económico de prevenir. En la prevención general, será
concluyentes. Pero aun cuando se pueda miento de un daño en curso. Este concepto del derecho. [20] Desde este punto de vista, el autor potencial de la actividad suscepti-
disentir sobre la medida de su valor, pare- de prevención sería el comprendido en la es- la posibilidad de sufrir una sanción puede ble de causar un daño; en la específica, será
ce difícil negarles toda relevancia a la hora fera de la denominada tutela inhibitoria, sea ser vista como un ingrediente que torna me-
de interpretar y aplicar normas vigentes o, provisoria o definitiva. [15] nos deseables muchas situaciones. En térmi- continúa en la página 4

{ NOTAS }

[12] Lo expuesto no significa que algunas instituciones PREVOT, J. M., “La Función de la Responsabilidad Civil de los Daños y Tutela Inhibitoria en Materia Ambien- [18] Los principales, CALABRESI, G., “Some
no tengan un rol prioritariamente vinculado a una función y los Daños Punitivos”, Revista de Derechos de Daños, tal”, en LORENZETTI, R. (Director), “Derecho Am- Thoughts on Risk Distribution and the Law of Torts”,
(finalidad o relación), en el sentido de que sean más im- Rubinzal-Culzoni, 2011-2, p. 77. biental y Daño”, pp. 93-102 y en LORENZETTI, R., “Las Yale Journal of Law, 70 (1961), p. 499 y su famosísimo li-
portantes o eficaces en relación con una función, que respec- [14] Las ideas más generales que integran esta sec- nuevas fronteras de la responsabilidad por daños”, La bro The Costs of Accidents. A Legal and Economics Analy-
to de otra. ción y se propagan a buena parte del trabajo no me son Ley, 1996-B, 1107 y ss. y en varias obras más recientes sis, Yale University Press, 1970.
[13] En sentido contrario, PANTALEON PRIETO, F. propias, ni son —en modo alguno— originales. Expuse de su autoría. En este sentido, la Comisión de Derecho [19] Probablemente la instancia de tutela inhibitoria
“Cómo Repensar la Responsabilidad Civil Extracontrac- las mismas, con mayor extensión, en ACCIARRI, H. de Daños de las XXIII Jornadas Nacionales de Dere- contenida en las injunctions,empleadas en el Common
tual (También la de las Administraciones Públicas)”, en A., “Elementos de Análisis Económico del Derecho de cho Civil realizadas en San Miguel de Tucumán, el 29 y Law desde antaño, que constituían la herramienta gene-
Estudios de responsabilidad civil en homenaje al profe- Daños, Asociación Latinoamericana y del Caribe de 30 de septiembre y 1° de octubre de 2011, aprobó —por radora de specific deterrence por excelencia, promovió el
sor Roberto López Cabana, Ciudad Argentina-Dykin- Derecho y Economía (ALACDE) and George Mason Uni- unanimidad— entre sus conclusiones que “las institu- estudio diferenciado en ambas estrategias alternativas
son, 2001, ps. 187-216): “La pretendida función preven- versity, L. & E. Center, Berkeley, 2009 y en ACCIARRI, ciones que determinan condenas pecuniarias implican de prevención.
tiva de la responsabilidad extracontractual parece, así, H. A., “La Relación de Causalidad...” (2009), cit., en pp. una función de prevención general que se adiciona a la [20] Para un tratamiento general en el área SHA-
disolverse en expresiones retóricas como la siguiente: 173-178 y en varias partes de esa obra. La literatura ar- función de prevención especial”. VELL, S. Economic Analysis of Accident Law, Harvard
si no cabe descartar que la amenaza de tal responsabili- gentina más moderna se ha ocupado de ideas tales en [15] Diversas vías procesales administrativas pueden Universtiy Press, 1987; COOTER, R. and ULEN, T.,
dad desincentive la realización de conductas creadoras varias instancias. En sentido básicamente crítico, por generar ese efecto: desde secuestros administrativos has- Law and Economics, Addisson-Wesley Longman, 3°
de riesgos irrazonables de daño, no resulta sensato que ejemplo, BUERES, A. y PICASSO, S., “La Función de ta cautelares, medidas autosatisfactivas o acciones sus- ed., 2000; nos ocupamos expresamente de las ins-
el legislador desprecie dicho potencial preventivo. Pero la Responsabilidad Civil...”, (2011), cit. y PREVOT, J. M., tanciales de cesación (v.g. las contenidas en los arts. 1071 tituciones del derecho continental en general y lati-
—repetimos— tiene que despreciarlo, y dejar la labor “La Función de la Responsabilidad Civil...”, (2011), cit. bis, 2499 ó 2618 del Cód. Civil , arts. 4º y 30 de la Ley Gene- noamericano, en particular, a la luz de esas ideas, en
preventiva a los especializados derechos penal y admi- Al contrario, estas ideas coinciden sustancialmente con ral del Ambiente, 25.675, art. 52 de la ley 24.240, etc.). COOTER, R. y ACCIARRI, H. A., (Directores), “Intro-
nistrativo sancionador, cuando su aprovechamiento sea las expuestas en TOLOSA, P., “Función de prevención [16] La referencia usual respecto del tratamiento sis- ducción al Análisis Económico del Derecho”, Civitas-
incompatible con las exigencias compensatorias de la y la acción preventiva de daños en el nuevo proyecto temático de esas nociones suele apuntar a la obra de Legal Publishing-Thomson Reuters, Santiago de Chi-
justicia conmutativa. Por eso sostenemos que la función de Código Civil y Comercial”, RRCyS, 2012-XII, p. 14 y BECCARIA, Cesare, Dei Delitti e delle Pene (1764). La le-Madrid, 2012 y en ACCIARRI, H. A. “Elementos...”
indemnizatoria es la función normativa de la responsa- ss. Fueron también materia de análisis y ponderación, idea no obstante, es sumamente intuitiva y está en el (2009), cit.
bilidad extracontractual; y la prevención, un deseable, entre otros trabajos, en LOPEZ HERRERA, E., “Teo- núcleo de una parte importante de la literatura jurídica [21] Lo expuesto no niega que puedan surgir otras de-
aunque poco frecuente en la realidad, subproducto fác- ría General de la Responsabilidad Civil”, Buenos Aires, de todos los tiempos. rivaciones de las normas, como aquellas que se denomi-
tico de la compensación. Y así debe sensatamente seguir LexisNexis, 2006, p. 39 y ss.; CAFFERATTA, N. “De la [17] Son conocidas las dificultades para traducción el nan efecto simbólico o expresivo. En esta instancia, más
siendo”. Aun desde esa posición, aparentemente extre- efectividad del Derecho Ambiental”, LA LEY, 2007-E, término inglés deterrence. Adicionalmente, mientras gene- allá de discutir esas ideas y su valor, simplemente inten-
ma, pareciera no haber obstáculo en considerar el efec- 1308; DE LORENZO, M., “La protección extracontrac- ral deterrence suele traducirse como prevención general, to sugerir que no debe descartarse la importancia de ese
to preventivo (función-relación de prevención) cuando el tual del contrato”, LA LEY, 1998-F, 927; MARQUEZ, J. probablemente hablar de prevención especial evoque intui- efecto al que hago referencia. Que ese efecto —en otras
mismo no sea incompatible con las exigencias compensato- F., “La sociedad del riesgo y el derecho de daños”, en tivamente más bien la idea de una prevención agravada o de palabras— es relevante.
rias de la justicia conmutativa. Fuera de esos casos, esta RRCyS, 2009-X, p. 10 y ss.; HERNANDEZ, C. y SOZZO, mejor calidad (lo que no es tal), que la noción de privación [22] Por ejemplo, tendrá el mismo valor esperado
posición probablemente profese una fe excesiva en la G., “La Construcción Judicial de los Daños Punitivos. de una facultad de actuación específica (que se aproxima al una situación en la cual estamos expuestos a sufrir un
división del trabajo jurídico y, en ese marco, en la (pre- Antecedentes, Funciones de la Figura en Argentina” significado relevante del término inglés). Por eso, prefie- costo de 100 con una probabilidad del 10%, que otra en
suntamente universal) superioridad de ciertas ramas Revista de Derecho de Daños, Rubinzal-Culzoni, 2011-2, ro usar prevención específica (y no especial) para specific la que sea posible sufrir un costo de 50 con una proba-
del derecho para el logro de ciertos fines, sea cual fue- p. 393 y ss.; SEGUI, A., “Prevención de los Daños y Tu- deterrence. No obstante, al menos en el campo del derecho bilidad del 20%.
ra el género de casos y las condiciones sociales implica- tela Inhibitoria en el Derecho del Consumo”, en PICAS- penal, parece justo reconocer que tiene mayor tradición [23] No faltan autores —algunos de ellos, muy fa-
das. Refieren esta afirmación, en un sentido (al menos, SO, S. y VAZQUEZ FERREYRA, R. (Directores), “Ley en castellano, el uso del término prevención especial. Se mosos que disienten con estas ideas sobre la base de
parcialmente) confluyente, BUERES, A. y PICASSO, S., de Defensa del Consumidor. Comentada y Anotada”, La trata, no obstante, de una cuestión puramente terminoló- argumentos como el que sigue: cuando se condena a
“La Función de la Responsabilidad Civil…”, cit., p. 46 y Ley, t. II, Parte Especial, pp. 661-679, y en “Prevención gica y, por cierto, menor. indemnizar, el daño ya está producido. Luego, la in-
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viene de la página 3 En los estudios de derecho penal suele ha- prevenir daños, incrementarlas o disminuir- ne exagerar la nitidez de esa distinción en el
blarse, también, de “prevención especial” con las, sino que apenas procura distinguir un mundo real. En los hechos, ambos efectos se
un funcionario estatal. Será el juez o un fun- un sentido algo diferente de lo que aquí ven- efecto que resulta de ese tipo de medidas proyectan con cierta promiscuidad, aun en
cionario administrativo, quien decidirá la go denotando mediante el término prevención con independencia de nuestras preferencias relación con instituciones particulares que
posibilidad de realización o la continuidad, específica: se la invoca, normalmente, con re- y de nuestros valores. parecen fuentes arquetípicas de uno u otro
de una actividad potencialmente dañosa. lación a las medidas que tienen como efecto de esos efectos. Una institución emblemáti-
La tutela inhibitoria es un vehículo típico de (deseado o verificado) prevenir nuevos hechos En cuanto al efecto reeducativo (deseable, ca asociada a la prevención específica, como lo
este efecto preventivo, de actuación judicial. del mismo autor. [25] Como se ve, esto es algo al menos) que incidiría específicamente en es una medida judicial o administrativa que
Clausuras administrativas, secuestro de ve- bastante diferente de la noción que intenté quien cumpliera la pena privativa de liber- disponga la clausura de un establecimien-
hículos, órdenes de demolición de construc- caracterizar, pero existen algunas proximi- tad, también corresponde efectuar aquí, una to fabril puede servir como ejemplo de esa
ciones, son fuentes representativas de ese dades conceptuales que pueden dar lugar a distinción importante. Si esa reeducación afirmación. Cuando se impone una medida
mismo efecto preventivo, pero generado por problemas para distinguirlas. efectivamente se cumpliera, y se modificara de esa clase, la misma no opera inicialmente
vías administrativas. la propensión del condenado a cometer nue- como una restricción física a las posibilida-
Por ejemplo, podría pensarse que el co- vos hechos delictivos, sería lícito decir, en el des de acción de quien la sufra, sino como un
Conceptualmente, la distinción entre am- rrelato de la pena privativa de libertad, en el sentido en que lo hace la literatura del dere- nuevo costo que debe afrontar si quiere con-
bas dimensiones de la prevención es nítida: derecho penal, sería el pago de una indemni- cho penal, que se verificó prevención especial. tinuar la actividad del establecimiento. Es
el dueño y potencial conductor de un auto- zación, en el derecho de daños, dado que se Pero aún en ese caso parecería inadecuado claro que, desde el punto de vista de las po-
motor puede decidir usarlo o no y tiene la trata de las consecuencias normativas ar- decir que operó prevención específica alguna, sibilidades de hecho, aun después de dictada
posibilidad (fáctica) de ser más o menos im- quetípicas de esos subsistemas. El efecto de con el significado con que vengo usando el la clausura, podrá decidir si ir en contra de
prudente. Las normas jurídicas que impo- la pena privativa de libertad en curso de eje- término. Es que aun si tal reeducación tuvie- la prohibición o no hacerlo. Tendrá, todavía,
nen sanciones a sus violaciones reglamenta- cución se encuadra en el campo de esta pre- ra éxito, cumplida su pena, el condenado se un margen para su decisión personal, en la
rias o indemnizaciones como contrapartida vención especial, según los penalistas. De allí, enfrentaría nuevamente a la posibilidad de que entrarán en juego, ahora, nuevos cos-
de los daños que pudiera causar, constitui- podría seguirse que la imposición de una in- actuar, sin otra injerencia fáctica externa. tos esperados. Estos, pueden comprender,
rán incentivos para optar por conducir o no, demnización, en tanto afecta especialmente a Se vería enfrentado, únicamente, al efecto el costo de sufrir medidas más drásticas,
y para decidir cuán diligentemente hacerlo. un sujeto y no a todos, también generaría pre- de prevención general de las normas corres- en caso de incumplir . Y este incremento de
Pero en todo caso, la evaluación de los esce- vención específica, en el derecho de daños. pondientes. [27] costos esperados, como vimos, es el compo-
narios alternativos y el dominio de la deci- nente determinante de la prevención general.
sión (nuevamente, en términos fácticos, no Esto no es así: la imposición de la indem- Más drásticamente aún, parece poco apro- La “pura” prevención específica surgirá, en
normativos), es enteramente suya. Este es nización no debe considerarse, en términos piado hablar de efecto reeducativo alguno consecuencia, no estrictamente de la orden
el campo de la prevención general. Al contra- generales, una fuente de prevención especí- proveniente del pago de una indemnización, de cesación o de clausura, sino de la adopción
rio, si, por la razón jurídica que fuera, su au- fica según el lenguaje que propuse. [26] Sea al menos en términos generales. Suele pen- efectiva de acciones materiales que impidan,
tomóvil es secuestrado, esa medida privará que la indemnización esté en curso de pago, sarse que una consecuencia jurídica, sufri- fácticamente, la realización o continuidad de
al propietario del vehículo de decidir usarlo. o completamente pagada, podrá el dañador da “en carne propia” es más efectiva que su la actividad.
Ya no le será fácticamente posible hacerlo. nuevamente decidir por sí mismo (sin acto de mera potencialidad y resulta, por lo tanto,
En el lenguaje que vengo empleando, deter- fuerza alguno de parte del Estado) si reite- más eficaz en su efecto preventivo. Esta idea En el campo de la prevención general, tam-
minará prevención específica. rar la acción que causó el daño —más pre- puede tener alguna plausibilidad, en ciertas bién se observan estas mismas vetas de in-
cisamente, si realizar una acción de la mis- condiciones y con un alcance temporal li- tervención estatal, que la alejan de la pura
La idea de prevención general que intenté ma clase—, o no hacerlo. Y mientras decida, mitado, si se trata de personas físicas. Pero comparación privada entre costos y bene-
caracterizar, coincidiría en alguna medida sólo se enfrentará a la usual prevención gene- parece ciertamente ingenua si se refiere a ficios. Una injerencia sutil, surge del proce-
con aquello que, en la dogmática penal más ral que surge de la vigencia de las normas in- personas jurídicas u organizaciones. Equipa- dimiento empleado para valuar los daños.
reciente, se denomina prevención general ne- demnizatorias. Estar cumpliendo una pena rar el procedimiento de toma de decisiones La valuación del daño causado no queda en
gativa. La idea de prevención general positiva, privativa de libertad, al contrario, proyec- de las últimas al de las personas humanas, manos de los sujetos implicados, sino de un
desgajada de aquélla, difiere notablemen- ta efectivamente prevención específica en el o juzgar sus acciones en términos de moral agente público (el juez o en su caso, un fun-
te de la anterior y no será motivo de trata- sentido que vengo empleando el término, en individual (pensar que tal entidad es “buena” cionario administrativo) y ello determina
miento en este trabajo. Resulta importante cuanto impone, coercitivamente —sin parti- y tal o cual otra “mala” juzgando sobre tales una decisión estatal, al margen de la utilidad
destacar, no obstante, que los juristas inte- cipación de la voluntad del condenado— una cánones las acciones pasadas que se imputan real de la víctima, que incide en ese balance.
resados en el derecho penal suelen referir- restricción de movimiento, que impide por a dichas organizaciones) suele ser un error Otra, más evidente, es que las medidas eje-
se a estos efectos preventivos como posibi- ejemplo, la realización de ciertas acciones bastante frecuente y que atenta contra la efi- cutorias, en su caso, comprenden, una acción
lidades de justificación (única o prioritaria) individuales constitutivas de delito. Aunque cacia de las estrategias de regulación jurídi- material que restringe o conculca la posibili-
de la imposición o de la existencia misma de un interno puede cometer el homicidio de ca de sus actividades. dad fáctica de sustraerse a las mismas.
las penas. [24] Si en cambio, estudiamos este otra persona que esté en el penal, no podría
efecto como una función-relación de ciertas hacerlo respecto de otra que esté fuera del Las bases propuestas para diferenciar De lo expuesto se desprende que si bien
normas o instituciones jurídicas —en lo que establecimiento, mientras esté fácticamen- conceptualmente ambas dimensiones de la resulta útil distinguir conceptualmente am-
nos ocupa, de las instituciones del derecho te impedido de salir del mismo. Lo expuesto, prevención parecen útiles para contribuir bas dimensiones de la prevención no es com-
de daños— el debate se torna más modesto obviamente, no guarda ninguna relación con a la investigación de esta función del dere- pletamente correcto asignar a las instituciones
y presenta mayores matices. proponer penas privativas de libertad para cho de daños. No obstante, tampoco convie- jurídicas reales uno sólo de esos efectos, con

{ NOTAS }

demnización en modo alguno previene, porque el médicos. Esto involucra dos cuestiones: una de ellas tes incriminaciones penales por hechos no muy graves, puede advertir fácilmente, esta idea difiere considera-
daño se produjo. De un modo más general y más sutil, es que esas conductas adicionales a las que se refie- (...). Prevención general positiva: intento más moderno blemente del contenido de la specific deterrence que ven-
algunos entienden que este efecto preventivo es míni- ren (más análisis, prácticas más complejas, etc.) sean de fundamental el sistema penal, ya que sobre la base go discutiendo en el texto, por encima de los puntos de
mo o irrelevante. Este modo de ver las cosas confunde aceptables; otra, que el incremento de la responsabili- de la concepción de Luhmann de que el derecho es ins- contacto entre ambos campos.
varias cuestiones. La idea de prevención no requiere dad motive efectivamente tomar más medidas de pre- trumento de estabilización social, se desarrolló la que se [26] En una instancia más refinada de análisis es
la eficacia absoluta del efecto preventivo, es decir, vención. Para mis fines, aquí, sólo me interesa poner denomina PGP. A) En la medida en que el delito desesta- posible encontrar efectos de prevención específica, de-
que resulte suficiente su presencia para que ningún de manifiesto lo segundo: quienes levantan esta queja biliza el sistema social y la confianza institucional de los finidos en concordancia con la caracterización general
daño se produzca. Al contrario, en los términos en que entienden que la responsabilización (ex post) motiva miembros de la comunidad, la función de la pena sería que propuse. La restricción patrimonial derivada de
procuro exponerlo, simplemente significa que, dadas efectivamente un conjunto muy superior de acciones precisamente restablecer dicha confianza, con lo que su haber pagado, por ejemplo, permite menores posibili-
ciertas condiciones, puede incidir en la disminución, preventivas suyas (ex ante). Y, más aún, las conside- finalidad sería preservar la estabilidad del sistema y la dades (fácticas) de acción. Algo aún más complicado es
sea de la cantidad o magnitud de los daños, en relación ran excesivas. De asistir razón a quienes desprecian integración social, ejercitando así el reconocimiento y la el tratamiento de impacto del efecto de haber pagado
con aquellos que se producirían de no existir las normas el efecto preventivo de la amenaza de indemnizar fidelidad al derecho. Este punto de vista considera que la versus el impacto de la mera amenaza, que rozaré en la
que generan ese efecto. Una evaluación más justa de la (función-relación de prevención general), los hechos de- meta del derecho penal no es la intimidación (PGN), sino próxima nota al pie. Lo que quiero expresar en el texto
cuestión podría partir de experimentar eliminando berían demostrar que la ampliación de las fronteras la PGP: afirmar y asegurar las normas fundamentales principal es que el término específica no se refiere, en el
todas las instituciones que producen prevención gene- de la responsabilidad médica, no incrementa de modo que en cada sociedad se consideran indispensables...”. lenguaje que empleo, al ámbito personal de impacto de
ral (entre ellas, pero no únicamente, toda la responsa- significativo la adopción de las medidas de prevención [25] RIGHI, E.,“Derecho Penal...”, 2007, loc. cit., la consecuencia jurídica (el deber de responder es gene-
bilidad civil) y luego observar si se produce la misma por parte de los médicos. “Prevención especial: de acuerdo con este punto de vis- ral, mientras que la sentencia que condena a un sujeto a
cantidad y magnitud de daños. Este experimento es, [24] En la actualidad, mayoritariamente se invoca la ta, la pena pública encuentra fundamento en la necesi- indemnizar, contiene una norma de mayor especialidad
por cierto, improbable, sino imposible. Alguien ha di- idea de prevención general negativa para rechazar que dad de prevenir nuevos hechos del mismo autor, es de- o particularidad) sino a la modalidad de ese impacto. Es
cho que la posibilidad de experimentación en ciencias sea una justificación plausible del Derecho Penal en ge- cir, evitar la reincidencia… la prevención especial pone específica, en tanto y en cuanto se priva fácticamente a
sociales y en el derecho, en particular, es tan dificulto- neral, o de la imposición de ciertas penas. Al respecto, el acento en la asocialidad del autor… procurando co- uno o más sujetos, del dominio de decisiones que el resto
sa como en astrofísica. No obstante, aunque una mo- por ejemplo, RIGHI, E. “Derecho Penal - Parte General”, rregir, intimidar o inocuizar. Su versión moderna, cono- de los sujetos conservan.
dalidad de experimentación de ese alcance, es irrea- Lexis-Nexis, 2007, p. 30 y ss. “... Prevención general: re- cida como prevención especial positiva, trata de evitar [27] Esta explicación podría, no obstante, dar lugar
lizable, eso no significa que toda experimentación sea nunciando a toda fundamentación de contenido ético, la reincidencia intentando neutralizar las causas que a algunos refinamientos. Si la reeducación cumplida en
imposible, ni que la experimentación, en términos tan las teorías relativas adoptaron una perspectiva utilita- gravitaron sobre el autor, a quien se procura adaptar prisión modificara la propensión del agente a producir
primitivos, sea la única posibilidad de investigación ria, explicando que la pena es un instrumento de moti- mediante tratamientos de resocialización. Los benefi- hechos dañosos, podríamos decir que algo al margen de
de estas cuestiones. Argumentos como el que motiva vación, y como tal una herramienta estatal de preven- cios políticos criminales de su versión positiva se vincu- su voluntad “pura” hizo decrecer la probabilidad de que
esta nota al pie, en definitiva, pueden revelarse inco- ción del delito. Descartando toda formulación idealista, lan con la humanización de los programas de ejecución cometa otros hechos, lo cual daría lugar a un debate in-
rrectos, sin necesidad de experimento alguno. Una procuraron apoyo científico para explicar la utilidad de de las penas privativas de libertad, ámbito al que la cri- teresante sobre los límites de la voluntad y las restric-
pista puede contribuir a mostrar la presencia de este la pena para prevenir la criminalidad. El fundamento es minología clásica y el derecho penitenciario prestaron ciones que deben ser consideradas externas a la misma,
efecto: las organizaciones de médicos y prestadores endeble, ya que no permite determinar el límite hasta el la mayor atención, para despojar a la pena de conteni- debate que obviamente no abordaré aquí. En términos
de salud suelen dolerse de la llamada medicina preven- que resulta tolerable que el Estado intimide, lo que favo- dos retributivos, proclamando a la prevención especial económicos, no obstante, difícilmente esas circunstan-
tiva derivada de la creciente responsabilización de los rece estrategias que se traducen en la adopción de fuer- como único fin del sistema de reacciones...”. Como se cias se puedan equiparar a las típicas condiciones de la
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abstracción de cualquier trazo del restante. Es se sistemáticamente y ese estudio se ve bene- Este razonamiento pasa por alto que, si se no parece suficiente para descartar que ese
útil, no obstante, comprender que algunas ficiado por el empleo de herramientas con- asume racionalidad por parte de la empresa efecto tenga, hoy, interés, al momento de in-
instituciones proyectan prevalentemente una ceptuales adecuadas para ello. (y de hecho, parece asumírsela, en esta línea terpretar tales normas y que provea razones
clase de efectos y otras, su complementario. de ideas) no importa cuál sea el patrimonio: lo de peso a la hora de su aplicación efectiva.
El punto central a la hora de ponderarlas en La discusión que ocupó los párrafos anterio- que pesará en la decisión será la relación entre
relación con sus consecuencias, es advertir res, sin ser en modo alguno definitiva, puede el beneficio de la actividad positiva u omisiva en La lista de preguntas de esta clase puede
que ambas categorías de instituciones, po- contribuir al desenvolvimiento del debate so- cuestión (aquella que dio mérito para la imposi- crecer de modo indeterminado. Pero más
seen ventajas y desventajas comparativas bre este tipo de problemas, centrales al dere- ción de estas condenas) y el valor esperado del allá de esas cuestiones puntuales, este modo
en diferentes géneros de casos, en cuanto a cho de daños. A continuación y a modo de sim- costo de realizarla. Una actividad que represen- de ver el problema permite advertir otra
la magnitud, eficacia o eficiencia de su efecto ple ilustración, procuraré plantear algunos in- te una pequeña ganancia neta (por ejemplo, un cuestión. Aunque sería más agradable que
preventivo. terrogantes relevantes y mostrar cómo juegan monto de $ 10.000), no será emprendida por todas las funciones-relación derivadas de un
en su respuesta las distinciones anteriores. un sujeto racional si prevé que existe una pro- conjunto de normas, fueran consistentes
Las diferencias entre ambos efectos pre- babilidad de más del 50% de sufrir una conde- con las funciones-finalidades que preferimos.
ventivos son, precisamente, una consecuen- a. ¿A quién disuaden los daños punitivos [30]? na de $ 20.000. Esta relación se verificará, sea En la realidad existen compromisos ajenos a
cia de ciertos rasgos del mundo real. [28] En ¿Cuál es su función? cual fuera la magnitud de su patrimonio. nuestros deseos. Y muchas veces no hay más
un mundo ideal, con ciertas condiciones que posibilidad que elegir instrumentos que de-
sólo pueden darse en ese grado y simultanei- La función-finalidad que decidan perseguir No obstante, existen razones que inclinan biliten una (por ejemplo, la función-relación
dad en un escenario tal, ambos tipos de dis- los legisladores, como toda decisión huma- a considerar la magnitud del patrimonio del preventiva) a expensas de otra (por ejemplo
positivos podrían llegar exactamente a los na individual, es contingente. No obstante, dañador, aunque son algo más sutiles. Una la función-relación resarcitoria, o viceversa).
mismos resultados. Lo interesante, precisa- aunque la función-finalidad tenida en mente empresa de mayor tamaño, por ejemplo, La ilusión de que esos compromisos no exis-
mente, es que en escenarios ajenos a esa per- fuera disuadir única y específicamente al au- usualmente tiene mayores posibilidades de ten y la fe infundada en que siempre exis-
fección, los efectos de una y otra estrategia tor de un daño ya producido, el efecto preven- desarrollar comportamientos estratégicos: ten posibilidades de lograr que todo lo de-
de prevención divergen en función de ciertas tivo de la institución (su función-preventiva, puede “perder en el corto plazo, para ganar seable, sea enteramente compatible, suele
propiedades diferenciales de las situaciones en el sentido de función-relación) se proyec- en el largo o perder” en un mercado para esfumarse cuando ingresamos al estudio de
implicadas. tará hacia todos los integrantes de la sociedad. ganar en otro. No es mi intención analizar las funciones-relaciones de modo detallado y
En el marco de las distinciones precedentes, detalladamente, las características de este separado de las funciones-finalidad. Cuando
Hay casos, por ejemplo, en los que una la institución proyecta claramente un efecto tipo de estrategias. Pero lo expuesto per- esto es así, se hace explícita la necesidad de
actividad, o su riesgo, no resultan percepti- de prevención general, en cuanto incrementa mite sugerir que el patrimonio del dañador, elegir entre posibilidades imperfectas. Pero
bles para terceros, sino hasta que se actua- el costo esperado de la realización de ese tipo más que constituirse en un dato autónoma- en todo caso, parece preferible debatir y de-
lizan en un daño, sea porque se desarrollen de actividades —gravemente antisociales— mente concluyente, proporciona un signo, cidir de modo consciente y explícito al res-
en ámbitos privados (como el interior de un al sumar al costo de una indemnización or- una pista, sobre ciertas posibilidades dife- pecto, que hacerlo de modo inadvertido.
complejo industrial) o porque la informa- dinaria, una carga. Y por ello desincentiva a renciales de acción que sí resultan relevan-
ción sobre los peligros potenciales involu- cualquier sujeto racional y solvente, de empren- tes para juzgar el efecto preventivo de este V. Reflexiones finales
crados no sea pública. En estos casos, no der ese tipo de actividades. tipo de instituciones.
existirá posibilidad de que medidas de tu- El propósito de las reflexiones precedentes
telas inhibitorias o tendientes a la preven- Asimismo, y como antes lo sugerí, en cier- c. ¿Tiene función preventiva la indemnización es modesto y tiende, apenas, a una aproxima-
ción específica, afecten el desarrollo de esas tas condiciones el efecto preventivo que se por daño extrapatrimonial? ción inicial. Se trata, simplemente, de esta-
actividades. La prevención general derivada derive de esta institución, será superior al blecer ciertas distinciones conceptuales que
del deber de indemnizar en caso de que se que generen otras. La dilucidación de la “naturaleza jurídica” parecen útiles para abordar algunos proble-
actualice el peligro, en cambio, podrá resul- [31] del daño extrapatrimonial fue motivo de mas cruciales. No pocas veces, una parte im-
tar operativa. b. ¿Cuáles son las fuentes de lucro en los lla- una discusión que hoy parece superada. Las portante del esfuerzo destinado a esas cues-
mados ilícitos lucrativos? ¿Cómo juega el pa- posiciones iban desde un extremo que lo con- tiones se ve consumido por confusiones evi-
A veces, todavía, es posible reforzar ese trimonio del condenado, en cuanto base de de- sideraba de “naturaleza” sancionatoria o pu- tables, que las involucran.
efecto de prevención general de la ordinaria terminación del monto de la condena por daños nitiva, hasta otro que lo entendía resarcito-
reparación de daños, mediante otros dispo- punitivos? rio, terciando una postura mixta. La tesis re- Expuestas de modo sintético, las premisas
sitivos. Si al carácter oculto de la actividad sarcitoria es hoy, francamente mayoritaria. empleadas son pocas y sencillas. En primer
riesgosa se le suma la previsión de que, en Muchas veces se habla de ilícitos lucrativos lugar asumí que dos ideas (conceptos), por
caso de efectivamente verificarse daños a como justificación para la aplicación de los Esta discusión es una de aquellas que po- el hecho de evocarse mediante la misma pa-
terceros, no todos serán reclamados o las in- daños punitivos. Se trataría de casos en los dría verse beneficiada por las distinciones labra (término) no necesariamente son va-
demnizaciones no alcanzarán al total de los cuales la ganancia que vaya a obtener el da- precedentes. La respuesta, si hablamos de riantes de la misma cosa, sino que pueden
daños producidos, puede advertirse que el ñador será superior a la indemnización que función-relación, es sencilla: el daño extrapa- ser cosas muy diferentes.
efecto preventivo del deber de responder se deba afrontar por los daños causados, cosa trimonial, en cuanto concepto indemnizable,
verá restringido. En estos casos, la imposi- que podría ser prevista por el dañador y ha- proyecta efectos de prevención general, al Si esto es así, parece conveniente aclarar
ción de daños punitivos puede resultar el me- ber generado incentivos para actuar, vulne- igual que las restantes categorías de daños. sobre qué ideas discutimos, en cada instan-
jor modo disponible de reforzar esa función rando gravemente intereses ajenos. Reconocer que más casos enmarcados en su cia del debate jurídico. Parece útil distin-
de prevención general. [29] ámbito son indemnizables, o conferir mayo- guir cuándo hablamos de función, si lo hace-
Esta relación subyacente entre costos y res montos indemnizatorios por estos con- mos, por ejemplo, en el sentido de relación
También es fácil advertir algunos casos en beneficios se replica, no obstante, en casos ceptos, incrementará la función de prevención entre normas y consecuencias sociales o en
los cuales la prevención específica es más efec- aparentemente muy diferentes. Cuando general del sistema. Esta conclusión es inde- el sentido de finalidad o en algún otro. En el
tiva. Por ejemplo, cuando la solvencia de los puede preverse que el monto de las conde- pendiente de la finalidad que hayan tenido en segundo caso, además, parece importante
potenciales dañadores es nula o limitada, la nas a sufrir sea inferior al daño causado, mente los legisladores y de la que procuren precisar si se pretende estar investigando la
amenaza de pagar una indemnización no sue- esa idea de lucro (aquí, por ahorrar en pre- perseguir los jueces. voluntad real, histórica, de los legisladores
le ser una amenaza suficiente para generar vención) y los incentivos consiguientes, se o si, al contrario, se procura persuadir de
incentivos para prevenir y la prevención ge- reproducen. Luego, las mismas razones que ¿Significa lo expuesto adoptar una posi- que, utilizar una norma como instrumento
neral se revela como un instrumento débil. El justifican la preferibilidad del efecto pre- ción contraria o alternativa a la mayoritaria, idóneo para perseguir una cierta finalidad,
efecto preventivo de prevención general, asi- ventivo (función-relación de prevención gene- que sostiene la función resarcitoria del daño será preferible que emplearla para otro pro-
mismo, puede ser insuficiente para lidiar con ral) que dimana de esa institución en aque- extrapatrimonial? Al contrario: precisamen- pósito.
empresas que entren y salgan rápidamente llos casos, puede aplicarse a este género te porque los casos que lo involucran son re-
de un mercado local, por razones similares. aparentemente diverso. sarcibles, aumenta la función-relación de pre- Cuando se sientan estas premisas, parece
Lo mismo puede acontecer ante la posibili- vención del sistema. fácil concluir que se trata de debates dife-
dad de verificarse daños de los denominados El patrimonio del dañador, por su parte, rentes y que los argumentos adecuados para
irreparables, o daños catastróficos. suele ser considerado relevante para deter- Pero si la discusión, al contrario, versara uno y para otros, pueden diferir. En este pun-
minar el monto de este tipo de condenas. No sobre una función-finalidad, en el sentido de to discutí también una idea que, aunque de
En resumen, cuando las condiciones se ale- obstante, a veces esta conclusión parte de referir a las finalidades tenidas en mente por modo implícito, suele asumirse muy frecuen-
jan de las bases ideales de los modelos más afirmaciones cuestionables. Se suele pensar los legisladores materiales o formales que in- temente: que cada institución tiene o debe tener
simples, las diferencias entre ambos tipos de que una empresa de gran patrimonio no su- cluyeron las normas correspondientes en el una única función-finalidad y que esta idea
prevención comienzan a manifestarse y las friría el impacto de una condena si es peque- ordenamiento jurídico argentino, parece po- carece de necesidad. Y que, incluso, no suele
ventajas comparativas de las instituciones ña, en relación con aquél, y que por eso debe sible sostener —por razones de época — que ser adecuado legislar de ese modo. Asimis-
que proyectan cada uno, pueden salir a la luz. aumentarse su cuantía hasta que el impacto la prevención no fue, seguramente, su pre-
Esas ventajas y desventajas pueden estudiar- sea significativo. ocupación prioritaria. Adicionalmente, eso continúa en la página 6

{ NOTAS }

specific deterrence. La reeducación podría reflejarse, en lisis económico del Derecho de Propiedad”, Capítulo II del presente. También MARTINEZ ALLES, M. G. ¿Para zación” (o, de considerárselo tal en el caso, sanción), solo
términos técnicos, en un cambio de valoraciones o en la del libro “Introducción al Análisis Económico del Dere- qué sirven los daños punitivos? Modelos de sanción pri- por simplicidad los llamaré de este modo.
provisión de información, pero en modo alguno será una cho...” (2012), cit., p. 29 y ss. vada, sanción social y disuasión óptima RRCyS. Año 14, [31] Empleo las comillas para dar cuenta de que se tra-
restricción que, en este campo, pueda considerarse ex- [29] En la literatura jurídica argentina, sobre esta Nº 5, 2012, p. 55 y ss. y LOPEZ HERRERA, E. “Los Da- ta de una expresión literal, —por cierto, abundante—en
terna o ajena a la gente. cuestión, IRIGOYEN TESTA, M., 2006 “Daños Puniti- ños Punitivos”, Abeledo Perrot. 2011. la literatura jurídica—. No obstante, creo que otra ter-
[28] La noción de costos de transacción, precisa- vos: Análisis Económico del Derecho y Teoría de Jue- [30] Es sabido que se han propuesto denominaciones minología y otro punto de vista pueden contribuir a dis-
mente capta una buena parte de tales “imperfeccio- gos”, JA, 2006-II, p. 1024 y ss. y sus referencias. Cabe diferentes para este tipo de instituciones. No obstante, cutir con más precisión y provecho las cuestiones que se
nes”. Nos referimos de modo sencillo e introductorio a advertir que el uso que allí se hace del término “función” sin desconocer la confusión a la que puede inducir la tra- tratan cuando se la emplea. Las ideas expuestas en este
la cuestión en co-autoría con COOTER, R., en “El aná- difiere significativamente, en ciertos tramos del texto, ducción de damages como “daño” y no como “indemni- trabajo se vinculan a esta posibilidad.
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viene de la página 5 al uso del término y a las posibilidades de que ninguna de ambas posibilidades es en- MAS INFORMACION
prevención. En este punto, intenté discutir tera e incondicionadamente superior que la
mo, si hablamos de función-relación, lo nor- que las únicas medidas que merezcan de- restante, sino que cada una es más adecua- Zavala de González, Matilde. “Función pre-
mal es que cada institución proyecte sus efec- nominarse “preventivas” o de prevención da y efectiva para cierto conjunto de casos. ventiva de daños”. LA LEY2011-E, 1116; Alterini,
tos sobre varias categorías de consecuencias sean aquellas que tienden a obtener una or- También, que no se trata de posibilidades Atilio Aníbal. “Perspectivas éticas y jurídicas de
sociales relevantes. den de cesación y se encarrilan a través de excluyentes, usualmente juegan de modo las tecnologías convergentes”. LA LEY2007-F,
la denominada tutela inhibitoria. Procuré conjunto, más allá de toda intención de que 891; Lorenzetti, Ricardo L. “Fundamento
Cuando se habla de función preventiva, to- mostrar que además de esa dimensión de ello ocurra de ese modo.l constitucional de la reparación de los daños”.
das estas distinciones previas, que atañen la prevención (prevención específica), puede LA LEY2003-C, 1184
al término función, resultan implicadas. distinguirse otra (prevención general). Esta- Cita on line: AR/DOC/179/2013
Pero se adicionan otras más, referentes blecida esta distinción, es posible advertir

jurisprudencia

Defensa del rampa para discapacitados y el personal se


negó a ayudarlo a acceder al edificio. Pro-
2.- El recurso de inaplicabilidad de ley, de-
ducido contra la sentencia que admitió el
Cita on line: AR/JUR/59228/2012

consumidor movió demanda reclamando una repara-


ción por daño moral y la aplicación de la
resarcimiento por trato discriminatorio
reclamado por un cliente de una compa- CoNTEXTO DEL FALLO
multa civil del art. 52 bis de la Ley 24.240. ñía telefónica que tuvo que ser atendido
Cliente de una empresa telefónica que La Cámara hizo lugar. La Suprema Corte en la puerta de uno de sus locales porque Jurisprudencia Vinculada: [1] Cámara de Ape-
debió ser atendido en la puerta de uno de de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, el área de atención no contaba con ram- laciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata,
sus locales que no contaba con rampa para confirmó el decisorio. pa para discapacitados, debe rechazarse, sala II, en “Machinandiarena Hernández, Nicolás
discapacitados. Trato discriminatorio. pues no cumple con la carga de bastarse c. Telefónica de Argentina S.A.”, 27/05/2009, La
Procedencia del reclamo por daño moral 1.- Una empresa telefónica debe ser multa- a sí mismo, en tanto no evidencia un error Ley 2009-C, 647, AR/JUR/10675/2009.
y de la multa civil. Rechazo del recurso de da en los términos del art. 52 bis de la ley en las motivaciones o en aplicación de las [2] Tribunal Superior de la Provincia: La Suprema
inaplicabilidad de ley. 24.240, si se acreditó que un cliente tuvo leyes efectuadas por el a quo. [2] Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
que ser atendido en la puerta de uno de en “Arellano, Luciana c. Soler, Dora Manuela s/
Véase en esta página, Nota a Fallo sus locales porque el área de atención 116.810 — SC Buenos Aires, 2012/11/06 - Ma- daños y perjuicios”, 06/07/2011, La Ley Online,
no contaba con rampa para discapacita- chinandiarena Hernández, Nicolás c. Telefónica AR/JUR/44647/2011,
Hechos: Un cliente de una compañía tele- dos, pues la exigencia de condiciones de de Argentina S.A. s/reclamo contra actos de par-
fónica acudió a un local de ésta para efec- atención y trato digno implica respetar al ticulares. Citas legales del fallo núm. 116.810: Leyes
tuar varios reclamos. Una vez allí, debió ser consumidor como persona que no puede nacionales 23.592 (Adla, XLVIII-D, 4179); 24.240
atendido en la puerta de entrada porque el ser sometida a menosprecio o desconsi- [El fallo in extenso puede consultarse en Aten- (Adla, LIII-D, 4125); 26.361 (Adla, LXVIII-B, 1295)
área de atención al cliente no contaba con deraciones. [1] ción al Cliente o en laleyonline.com.ar]

nota a fallo

Procedencia de la multa civil


multa civil pueda repararse en la relación de
consumo...”. “Además, en el sub examine la vio-
lación de los deberes impuestos por los arts. 42
de la Constitución Nacional y 8 bis de la ley de

del art. 52 bis LDC defensa del consumidor, se refieren a comporta-


mientos vinculados a la relación de consumo”.

Tal vez, desde una óptica un tanto apresura-


da, se podría pensar que ello es obvio, puesto
SUMARIO: I. La relación de consumo como presupuesto de aplicación.- II. La situación del usuario.- III. La coexistencia del daño que, hasta ahora, la multa civil solo se encuen-
moral y la multa civil.- IV. El monto de la multa civil y el efecto disuasivo.- V. Sobre la constitucionalidad de la multa civil y su destino. tra prevista expresamente en la 24.240, LDC,
con lo que la invocación de la relación de con-
sumo como presupuesto fundante de la apli-
cación del instituto, sería sobreabundante. Sin
Horacio L. Bersten sirve como evidencia de la marcha paquidér-
mica de nuestra justicia, puesto que salvo la
embargo, estimamos que el camino seguido
por la Corte bonaerense no sólo es el más co-
justamente y muy honrosa excepción de la rrecto y adecuado, sino que es el punto de par-
En el caso “Machinandiarena Hernández, Ni- El decisorio nos invita a reflexionar sobre celeridad constatada en el caso en comen- tida imprescindible para efectuar un abordaje
colás c. Telefónica de Argentina S.A.” recayó una serie de aspectos relacionados con la tario, no hay todavía fallos abundantes en la correcto, puesto que la falta de consideración
la primera sentencia dictada por un Tribunal multa civil, pero ya no sobre la base de los materia por la sencilla razón que “solo” han de esta cuestión central origina la mayor parte
de segunda instancia, que hiciera lugar al re- mayores acuerdos o desacuerdos que dicho pasado 4 años y algunos meses desde la en- de aquellas interpretaciones erróneas y/o dis-
conocimiento de la multa civil prevista en el instituto jurídico genera en la doctrina na- trada en vigencia de la reforma producida torsionadas de buena fe.
art. 52bis de la LDC 24.240 (t. o. conforme ley cional, sino a partir de las condiciones con- por la ley 26.361. Por eso, nos parece más
26.361) (Adla, LIII-D, 4125; LXVIII-B, 1295), cretas del caso. En ese sentido, cualesquiera que interesante hacer algunas breves re- Como es sabido los derechos contenidos
siendo por ello considerado como el “leading sea la postura adoptada respecto al institu- flexiones sobre las cuestiones en discusión, en el art. 42 de la Constitución Nacional lo
case” en la materia [1] así como la decisión de to, no hay duda que el art. 52 bis de la LDC pero partiendo del fallo en concreto, lamen- son “en la relación de consumo”, es decir no
la CNCom., sala “F” de 10/05/2012, dictada se ha constituido en un gran “provocador” tando no contar con muchas más sentencias están dados definitivamente y para siempre
en “R., S. A. c. Compañía Financiera Argenti- o disparador de la reflexión jurídica. Baste sobre la cuestión. a determinadas personas sino que son con-
na S.A.” [2] más recientemente es el inicial en señalar, que a la fecha presente existen más tingentes y estrictamente ligados a la veri-
el orden nacional. Ahora, como la SCBA ha de 150 trabajos dedicados a analizar, lo que I. La relación de consumo como presupuesto de ficación de la existencia del vínculo jurídico
procedido a desestimar un recurso de inapli- demuestra el gran interés que ha generado aplicación de consumo, por lo que su ámbito tuitivo es
cabilidad de ley interpuesto contra el deciso- y que lo ha posicionado como uno de los te- siempre con motivo o en ocasión del consu-
rio de la Cámara Civil y Comercial, sala II de mas jurídicos más abordados en los últimos La SCBA, luego de resolver sobre la aplica- mo y no brindado para siempre o para todas
Mar del Plata, con lo que “Machinandiarena”, tiempos. [4] Curiosamente —y como contra- ción del daño moral, analiza la procedencia las relaciones jurídicas. Y, constatada su
se constituye en el primer caso en que un Tri- partida muy evidente— las sentencias de se- de la multa civil o daño punitivo [6], partiendo existencia, la Constitución y las leyes deci-
bunal Superior Provincial admite la proce- gunda instancia en la materia de todas las de la constatación de la relación de consumo den proteger especialmente a las personas
dencia de la multa civil mencionada [3], lo que competencias, ya sea territoriales como por como presupuesto esencial y determinante. que se hallan emplazadas como usuarios o
lleva a poner de nuevo el foco de la atención materia, son muy escasas, puesto que ape- Afirma que “Estas consideraciones no obstan consumidores en cada relación, puesto que
en este significativo precedente. nas sobrepasan la veintena [5] lo que también a que al examinar luego la admisibilidad de la están en una desventaja estructural enor-

{ NOTAS }

Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) nunciamientos que hicieran lugar a la aplicación del ins- nitivos”, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2008; el comen- [5] CHAMATROPULOS, Demetrio Alejandro ha he-
[1] Conf. PICASSO, Sebastián; “Revista de Derecho tituto, porque con anterioridad la Corte de Tucumán se tario al art. 52 bis de PICASSO, Sebastián, en la “Ley de cho una más que interesante y completa reseña de los
Comercial, del Consumidor y de la Empresa”, octubre pronunció desestimando la aplicación del mismo. Defensa del Consumidor Comentada y Anotada, dirigida fallos en la materia en LA LEY, del 03/09/12, p. 3.
2012, p. 90; La Ley, Buenos Aires. [4] CHAMATROPULOS, Demetrio Alejandro “Los por Picasso y Vázquez Ferreyra, La Ley, Buenos Aires [6] Siempre hemos preferido utilizar la denominación
[2] La Ley Online AR/JUR/15752/2012. Daños punitivos en la Argentina”, Errepar, Buenos Ai- 2009 y multitud de importantes artículos de diversos au- de “multa civil”, como hemos hecho en un trabajo ante-
[3] Cabe reiterar que consideramos a aquellos pro- res, 2009 y LÓPEZ HERRERA, Edgardo “Los Daños Pu- tores sobre el tema. rior (“La multa civil en la ley de defensa del consumidor”,
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me respecto de proveedores, muchas veces trante e intentar ser atendido de un modo procesal y como consecuencia directa de la acciones judiciales así como la de denunciar
monopólicos u oligopólicos, puesto que “... personalizado constituye una aspiración cua- conducta observada por el proveedor, es el en sede administrativa a un proveedor, lo que
las leyes no determinan las calidades espe- si utópica. [10] Ello nos lleva a ubicarnos en las que se encuentra previsto en el art. 8bis [13], le puede acarrear sanciones. Estas últimas
ciales que deben reunir los individuos para circunstancias fácticas en que se encontraba es el aplicado en este caso. En los demás su- pueden ser directamente pecuniarias, como
ser reconocidos como consumidores o usua- inmerso el consumidor accionante. Además, puestos se deberá analizar si se configura la las multas, o afectar su patrimonio mediante
rios, detentando un status propio y diferen- la particularidad de su situación personal no posibilidad de su aplicación. decomiso, clausuras, publicidad ordenada de
ciado en general; incluso quien es consumi- puede dejar de ser considerada, así como la la sanción, etc. No es del caso ahondar en la
dor en una relación de consumo puede ser situación adicional a la que fue expuesto, en Nuestro ordenamiento procesal general cuestión, pero tanto el reclamo judicial como
proveedor en otra. Las normas solamente razón de la imposibilidad de accesibilidad a contiene multas. Así el art. 45 del CPr. esta- la denuncia administrativa pueden ser simul-
precisan que, cuando las personas entran hacer el reclamo. blece sanciones por la conducta temeraria o táneos o sucesivos en el tiempo. [15]
en relaciones de consumo —y sin dejar de maliciosa asumida en el pleito por alguna de
ser ni habitantes y/o ciudadanos— son con- Bien dice la SCBA que “... la exigencia de las partes y/o a sus letrados y que consisten Incluso, si nos adentramos en las sancio-
sumidores o usuarios dentro del ámbito de condiciones de atención y trato digno apunta a en la imposición de una multa en favor de la nes administrativas contenidas en el art. 47,
dicha relación, y en consecuencia disponen la situación subjetiva, al respeto del consumi- contraria en el pleito. En cambio la multa ci- LDC, podemos observar que allí se encuen-
en ese caso de una protección adicional que dor como persona que no puede ser sometida a vil del art. 52 bis de la LDC se constituye en tra prevista la obligación de publicar la reso-
apunta a la defensa de sus intereses, atento menosprecio o desconsideraciones, resulta lógi- una acción adicional y accesoria a la princi- lución que impone las sanciones dispuestas
a la desigualdad que suponen las relaciones co que frente a su violación se originen no sólo pal [14] que es otorgada por el ordenamiento por la autoridad de aplicación. Cabe señalar
de consumo”. [7] la infracción de la ley 24.240, sino también la a los consumidores o usuarios, en la relación que algunos proveedores cuestionaron ju-
de otras normas previstas en leyes especiales: de consumo, para reclamar ante el Tribunal, dicialmente, la orden de publicación. Al ha-
La desigualdad entre las partes de la rela- tal el caso del trato discriminatorio y lo regula- que se imponga al proveedor una multa di- cerlo, sostenían que se trataba de una doble
ción de consumo está en la realidad y es un do por la ley 23.592”. neraria, según las condiciones y graduacio- sanción —por aplicarse en conjunto con los
dato esencial de la misma. En la sociedad de nes allí previstas. demás incisos del art. 47— como las multas
consumo existe una enorme desproporción Cuando el art. 8º bis de la LDC establece o el decomiso. La cuestión fue definitiva-
entre proveedores y consumidores de la que que “Los proveedores deberán garantizar con- El decisorio tomó nota de estos aspectos. mente decidida por la Corte Suprema, en el
son ejemplos evidentes los usuarios de servi- diciones de atención y trato digno y equitativo Adviértase que el Tribunal no solo merituó los caso “Bansud S.A. c. Secretaría de Comer-
cios públicos [8] o de algunas contrataciones a los consumidores y usuarios. Deberán abste- arts. 8°bis y 52 bis, sino que también sostuvo: cio e Inversiones” (Fallos 324:1740). En la
bancarias; que son casos en los que la concen- nerse de desplegar conductas que coloquen a los “A partir de tales premisas, no habiéndose acre- especie se había afirmado que la infracción
tración de poder económico, saber técnico, consumidores en situaciones vergonzantes, ve- ditado la inexistencia del acto discriminatorio ni era de carácter formal, por haber faltado al
información privilegiada, concentrada y re- jatorias o intimidatorios”, determina obliga- el error en lo que respecta a la aplicación del daño deber de información el banco infractor y
servada, se encuentran en un solo polo y para ciones que deben cumplir los proveedores. punitivo (fs. 371/372 vta.), el agravio en tratamien- sin que mediara intencionalidad. Por ello, la
el otro sólo parecen existir obligaciones (fun- Esa obligación es la contrapartida del dere- to tampoco puede ser acogido (art. 279, cit.)”. Cámara había desestimado la resolución de
damentalmente de pago). Y las regulaciones cho que la Constitución Nacional, en su art. publicación como accesoria de un apercibi-
dictadas con el objeto de proteger a los con- 42, le confiere a los usuarios y consumido- El acto discriminatorio resulta de la con- miento. El Procurador sostuvo que “Dicha
sumidores constituyen un intento —no siem- res a gozar de “condiciones de trato equitati- junción de la falta de accesibilidad en sí mis- disposición en examen —publicación impera-
pre exitoso— de paliar el desbalance consta- vo y digno”. Por eso, la disposición contenida ma, como factor objetivo de atribución, y la tiva— constituye una sanción accesoria insos-
tado en la realidad. Así las cosas, el derecho en el art. 8° bis de la LDC no es una norma ausencia de medidas adoptadas por la de- layable a aplicar, cualquiera fuere la sanción
del usuario y del consumidor configura un más, sino que es reglamentaria del art. 42 de mandada para subsanarlo —esto último era condenatoria principal y con prescindencia de
régimen tuitivo, de carácter exorbitante del la Constitución Nacional. Y la consecuencia lo que debía ser probado—. En tal sentido, la gravedad o levedad de la infracción cometi-
derecho común y que brinda mayor protec- prevista para el menosprecio a ese derecho, puede advertirse además, que ello implica da y sancionada. De no ser así —aplicable a to-
ción a quienes son considerados usuarios o de los usuarios y consumidores, mediante —pese a no estar explicitado— cumplir con la dos los casos— el legislador hubiera incluido a
consumidores, conforme a lo establecido por el incumplimiento de las obligaciones que norma procesal especial respecto de la prue- la publicación como un inciso más de los enume-
la Constitución Nacional y las leyes. deben asumir los proveedores de bienes y ba en los juicios de consumo, contenida en rados en el artículo en ciernes, convirtiéndola
servicios, en el marco de las relaciones de el art. 53 LDC, que dispone: “Los proveedores de ese modo en una sanción posible a aplicar,
No es ocioso recordar que la prestación consumo, determina la posibilidad de apli- deberán aportar al proceso todos los elementos junto o independientemente con las demás”.
del servicio de telefonía celular defectuoso car la sanción contenida en la última parte de prueba que obren en su poder, conforme a las
que padecía Machinandiarena y por la cual de la norma del art. 8º bis, es decir “podrán características del bien o servicio, prestando la De modo que no hay dudas que en nuestro
tuvo la “osadía” de intentar reclamar per- ser pasibles de la multa civil [11] establecida en colaboración necesaria para el esclarecimiento ordenamiento, tanto general como especial-
sonalmente ante una supuesta oficina de el artículo 52 bis de la presente norma, sin per- de la cuestión debatida en el juicio”. mente de consumo, es posible que ciertas
atención al público de la proveedora, era y juicio de otros resarcimientos...”. conductas pueden originar que coexistan in-
es prestado en condiciones de cuasi inexis- Quien debía probar la inexistencia en el sub demnizaciones y/o multas que tienen oríge-
tencia de competencia y no es casual que no Como señala la SCBA las obligaciones es- lite del acto discriminatorio era el proveedor nes diferentes y destinos diversos.
pudiera acceder a hacerlo. [9] tablecidas en el art. 8° bis apuntan al consu- y no que el usuario afectado acreditase que sí
midor como persona e incluso a su situación había ocurrido; especialmente cuando en el IV. El monto de la multa civil y el efecto disuasivo
Es bueno recordar, entonces, que su ac- subjetiva. Si bien la LDC no hace distinción caso existían elementos objetivos innegables
ción no deviene de la imposibilidad de acce- entre las personas físicas y las jurídicas que y acreditados, como lo constituyen la presen- En el caso, la cuestión del monto de la mul-
der a cualquier edificio de departamentos o merecen protección, la disposición en con- cia de una escalera de acceso y la inexistencia ta civil no fue motivo de agravios, puesto que
de oficinas al que concurriera de visita o que sideración apunta centralmente a las perso- de un ascensor o de una rampa en el lugar. el recurso de inaplicabilidad de ley sólo fue
el reclamo se hiciera en virtud de otro tipo nas físicas, víctimas de este tipo de incumpli- articulado por la parte demandada y se cen-
de relaciones jurídicas y más allá que todos mientos especialmente graves. III. La coexistencia del daño moral y la multa civil tró en su petición de improcedencia de la
los edificios deberían cumplir con la accesi- aplicación al caso. Ello hizo que el monto de la
bilidad que determinan las leyes. Sino que lo Pese a que se trata de una cuestión muy La decisión de la Corte provincial confir- multa civil no fuere considerado por la SCBA
fue como consecuencia de esa específica relación clara, no siempre se ha advertido que en mó la imposición del daño moral como de la y como consecuencia, una vez desechada la
de consumo. Muchas veces, la falta de consi- nuestro derecho la multa civil es un instituto de multa civil al proveedor del servicio de tele- objeción quedó confirmado el monto, pero di-
deración de este tipo de circunstancias, de índole procesal. Es así como fue prevista e in- fonía celular. Al hacerlo no advirtió la exis- cha circunstancia no hace omitir la posibili-
no estimar la carnadura concreta del caso, cluida mediante la ley 26.361 [12], según resul- tencia de incompatibilidad alguna respecto dad de opinar a ese respecto.
llevan al comentarista por caminos posible- ta de sus previsiones y de su ubicación meto- al otorgamiento de distintos importes que se
mente más puristas, pero que omiten consi- dológica dentro de la LDC, en el capítulo XIII, adicionaron, ello en razón de existir distintas La multa civil tiene en mira la disuasión
derar que el derecho no puede resumirse en denominado “De las acciones” y a continua- causas para su concesión. Al respecto cabe de ciertas conductas de los proveedores que
una mera técnica. ción de la disposición que enuncia las posibi- señalar que no hay duda que por un mismo perjudican a los consumidores o usuarios
lidades que tienen los usuarios individuales hecho nuestro ordenamiento, admite la posi- en la relación de consumo. Por eso, otorgar
II. La situación del usuario y sus representantes colectivos promiscuos bilidad de imponer, a quien los infirió, sumas un monto reducido en razón de ella dificul-
de accionar en pos de los intereses afectados distintas que se suman, en razón de advertir ta el cumplimiento de dicha función esen-
Para cualquier usuario o consumidor hacer y aun los amenazados, como una posibilidad la presencia de daños materiales, morales, cial. Desde ese punto de vista, no dudamos
un reclamo de cualquier tipo puede ser difí- adicional que se puede presentar en ciertas psicológicos, de pérdida de chance, etc., lo que debería haber sido mucho mayor a los
cil, especialmente si se trata de los referidos circunstancias y con la gradación que devie- que demuestra la inexistencia de imposibili- $30.000 acordados, siguiendo los paráme-
a la telefonía. Hablar con una máquina o con ne de determinados parámetros. Existe un dades al respecto. tros fijados por la teoría económica del de-
operadores de un call center —que también solo supuesto de fondo, que se encuentra ex- recho, como hace Matías Irigoyen Testa. [16]
funcionan siguiendo ese modelo mecánico— presamente definido en la ley, que contiene También desde hace casi veinte años co-
constituye una experiencia altamente frus- la posibilidad de aplicar esta multa de índole existe, en la LDC, la posibilidad de promover continúa en la página 8

{ NOTAS }

LA LEY, 2009-B, 997). com Bell South”, LA LEY, 2008-B, 572 (con comentario cuado, sólo utiliza la expresión “multa civil”, no puede gada o que no corresponda pagar en materia de ser-
[7) BERSTEN, Horacio; “Derecho Procesal del Con- de Dante Rusconi), aplicó a ese servicio la normativa ser sometida a la crítica fácil respecto de la denomina- vicios públicos domiciliarios, pero se encuentra es-
sumidor”, La Ley, 1ª reimp. 2005, p. 2. prevista en la LDC para la protección de los usuarios de ción “daño punitivo”. tablecida de un modo directo y no como de índole
[8] Si bien el servicio de telefonía celular no se encuen- los servicios públicos domiciliarios. [12] La sanción original de la Cámara de Diputados le procesal.
tra definido hasta ahora como servicio público, presenta [9] Diferir los reclamos, evitar que queden asentados reservaba otra ubicación. Sin embargo, en la revisión (14] Sin que por ello la suma que pueda corresponder
ciertas notas que lo asimilan notablemente a él, incluso como tales es una conducta de manual para los operado- realizada por el Senado se produjo ese cambio, que sin por ese concepto puede ser muy superior a la otorgada
es más “universal” que la telefonía fija y seguramente en res de supuestos centros de “atención al cliente”. duda no fue aleatorio. en razón de la acción principal.
algún momento será declarado como tal. Cabe señalar [10] Pese a lo establecido de un modo taxativo por el [13] El art. 31 tiene prevista la aplicación de una [15] Para un desarrollo de la cuestión, BERSTEN, Ho-
que la CNFed.Cont.Adm., sala IV, con fecha 22/11/2007, art. 27 LDC. multa civil tarifada para el caso que el prestador de racio; ob. cit., pp. 460/5.
en el caso “Unión de Usuarios y Consumidores c. Movi- [11] Como en el 8º bis, a mi entender de un modo ade- un servicio público pretenda cobrar una suma ya pa- [16] “Fórmulas para cuantificar los daños punitivos”,
8 | Lunes 4 de febrero de 2013

viene de la página 7 Así las cosas, el monto acordado en el caso V. Sobre la constitucionalidad de la multa civil carácter adicional. [28] Dicha norma, si bien
no cumple la función disuasoria pretendida. y su destino fue reformulada por la ley 26.361, estaba vi-
Sin embargo, estimamos que no puede ge- Sin embargo, existen algunas circunstancias gente desde su incorporación mediante la
nerarse crítica al pronunciamiento por adicionales que estimamos podrían contri- Tampoco tuvo oportunidad de pronun- ley 24.568.
cuanto, como hemos dicho la Corte provin- buir a cumplirla. En ese sentido, cabe recor- ciarse el fallo sobre la constitucionalidad
cial no tuvo oportunidad de pronunciarse y, dar un aspecto de la plataforma fáctica del de la multa civil, por las razones apuntadas Sostenemos que “La disposición opera,
en cuanto a la Sala 2° de la Cámara Civil y caso, con el objeto de destacar su relación y más allá de que existía la posibilidad de la para el prestador del servicio público domicilia-
Comercial de Mar del Plata, tuvo la valen- con un importante precedente. Nos referi- declaración de inconstitucionalidad de ofi- rio, como multa a su cargo y para el consumidor
tía de haber sido el primer tribunal en dic- mos al caso “Labaton, Ester Adriana c. E.N. cio. En ese sentido, el decisorio comparte constituye una indemnización a percibir por los
tar una sentencia, acogiendo la multa civil. – Poder Judicial de la Nación”, resuelto por lo que ha ocurrido con todos los fallos emi- perjuicios generados por la conducta del pro-
Sobre todo, tomando en consideración la la CNContencioso Administrativo Federal, tidos hasta el presente, tanto los que admi- veedor, que está determinada como un porcen-
renuencia de algunos tribunales en aplicar sala V, el 25/09/1996. [23] En esa oportuni- ten su aplicación a un caso determinado tual. Pena la conducta del proveedor, sin que
institutos novedosos, especialmente cuan- dad se trataba de una acción entablada por como los que no lo hacen: en ningún caso sea necesario que el consumidor o usuario ten-
do son justos y deben ser los poderosos los una abogada con una discapacidad motriz hubo declaración de inconstitucionalidad. ga que acreditar que el incumplimiento es dolo-
que tienen que responder, frente a los cuales que reclamaba la colocación de rampas de Sin embargo, cabe tomar en cuenta, que so o que le ha generado determinados perjuicios
siempre se reclama el ejercicio de la facul- acceso a los edificios judiciales, para poder existen calificados autores que sí la han concretos. Basta con que se verifique la actitud
tad de la prudencia, la que por otra parte es ejercer su profesión. La conexión que hace- cuestionado. [26] del proveedor de pretender cobrar un concepto
una característica que se espera que dispon- mos no deriva de la relación fácil que podría que no se adeuda —ya sea porque fue pagado o
ga todo magistrado. [17] hacerse respecto a las circunstancias per- Estimamos que la figura contenida en el porque no corresponde su cobro— para que se
sonales de los actores en ambas acciones. art. 52 bis no tiene diferencias sustanciales dispare el mecanismo que autoriza a la aplica-
Ello nos lleva de lleno a la cuestión de Tampoco porque, en esta oportunidad, pre- con otras de características similares y vi- ción de la multa allí establecida”. [29]
considerar la gravedad de la afectación. tendamos ocuparnos de la protección que la gentes desde hace mucho tiempo, tanto en
Esta constituye uno de los parámetros legislación otorga y la justicia debe acordar el derecho en general como en el derecho Desde la sanción de las leyes que impo-
contenidos en el art. 52bis para evaluar la a este tipo de situaciones. En rigor, el punto del consumo en particular. Nos referimos nen las multas laborales ha pasado bastan-
importancia de la multa civil a aplicar. [18] de interés sobre el que enfocamos la aten- a las multas previstas para las relaciones te tiempo. Muchas acciones intentaron de-
Sin embargo, según el anexo II de la ley de ción, está en directa relación con los efectos laborales en las leyes 24.013 y 25.323, así clarar su inconstitucionalidad, pero no han
aprobación del proyecto de Código Civil y jurígenos de ambas sentencias y su impli- como al caso de multa civil, contenido en el tenido éxito alguno. En cuanto a la multa
de derogaciones, en caso de ser aprobado y cancia para la comunidad. art. 31 LDC. civil contenida en el art. 31, no conocemos
sin modificaciones, pasaría ser la condición la existencia de planteo de inconstituciona-
sine qua non para que pueda imponerse la Hemos dicho en relación con el caso Laba- Las multas laborales le son impuestas al lidad. Más aún existen sentencias de Cáma-
multa civil. Según el diccionario de la RAE, ton que “El acogimiento de la demanda trajo empleador que ha incumplido con sus obli- ra, firmes, que disponen su pago aun en ca-
en su 4ta. Acepción [19], significa “Grande- como consecuencia que se instaran rampas de gaciones de inscribir en debida forma a sus sos colectivos. A ese respecto, Dante Rus-
za, importancia. Gravedad del negocio, de la acceso en diversos lugares, de modo que la re- dependientes y que se encuentran estable- coni apunta que la solución adoptada por la
enfermedad.” Ahora bien, ¿cómo se mide la solución favoreció a todos los afectados aunque cidas en favor del trabajador, afectado por alzada es satisfactoria ya que contiene un
gravedad, en relación a qué circunstancias, no promovieran una acción para ello”. [24] Se esta práctica que la ley reputa disvaliosa. doble objetivo: a) la devolución del dinero
a qué parámetros? Porque para algunos el apuntaba a que una pretensión que perse- Es la misma ley la que establece el quantum mal habido por la empresa con más sus in-
hecho juzgado en el caso Machinandiarena guía una prestación indivisible, al obtener de la reparación extraordinaria y adicional tereses y, b) una indemnización adicional
podría no contener estas características y favorable acogida, beneficiaba a todos aque- a otras indemnizaciones que debe soportar —tabulada en un 25% del lucro indebido—
para otros tal vez sea una de las cuestiones llos que estaban en iguales circunstancias el principal como consecuencia de sus in- por el perjuicio generado. De esta manera,
de mayor importancia. Entendemos que —aunque no hubieran litigado— con lo que cumplimientos. La conducta del empleador la empresa no sólo debe devolver las sumas
existen dos parámetros diferentes para se obtenía una sentencia con resultados erga no afecta exclusivamente a ese trabajador incorrectamente facturadas con más sus in-
evaluar la gravedad, que en lo posible debe- omnes, no ya en virtud que interviniesen su- —aunque sí principalmente— puesto que tereses, restableciendo las cosas a su esta-
rían coincidir. Uno de ellos remite al con- jetos con legitimación y representación ex- también perjudica la recaudación provisio- do anterior tal como lo demanda el art. 1083
cepto general que se puede tener respecto traordinarias sino por la simple y sencilla nal general, a las organizaciones gremiales del Cód. Civil, sino que también, a modo de
a la importancia de un acto o conducta, más razón del tipo de la mentada indivisibilidad por las cuotas sindicales y posiblemente a indemnización de naturaleza sancionatoria,
allá de la apreciación personal que pueda del objeto. Ese resultado devino de una sen- otros dependientes de ese mismo emplea- debió comprometer su ecuación de ganan-
realizarse. De tal modo, si (a) la sociedad tencia que obligó al Poder Judicial de la Na- dor. Pero la sanción económica especial, en cias y desembolsar dinero para “resarcir”
ha decidido garantizar la accesibilidad y se ción a cumplirla —bien que a regañadientes forma de multa que se le impone al princi- las consecuencias de su accionar. También
han dictado leyes a ese efecto y (b) si, por y de un modo parcial—. pal, es establecida únicamente en favor de señala que este tipo de accionar es posible
otra parte, hacer un reclamo en forma per- ese trabajador y es independiente de otras también debido a la falta de control estatal
sonal ha sido motivo expreso de una norma El punto II de la decisión de la SCBA, al indemnizaciones. También de la obligación [30], lo que sin lugar a dudas también es de
en las relaciones de consumo [20] y (c) quien recordar las razones que tuviera la Cámara subsistente de integrar los aportes provi- total aplicación al comentario del fallo de la
no cumple con esa norma en desmedro de Civil y Comercial, sala II de Mar del Plata sionales de ambas partes que omitió hacer, SCBA.
los usuarios es una empresa que tiene más para imponer la multa civil, apunto a que con más los intereses que determina la le-
de 16.000.000 de usuarios [21]; no pueden “valoró tanto su finalidad de prevenir ciertos gislación impositiva y de los aportes para Todo ello lleva a pensar que el destino
existir dudas que el hecho es objetivamen- daños y punir graves inconductas”. No puede con las obras sociales y de sus accesorios. dado a la multa civil hasta ahora no entra
te grave. Desde luego, que no alcanzaría la pensarse que la multa de referencia pueda Las multas laborales son objetivas, forma- en contradicción con el principio de igual-
gravedad que le asistiría a una intoxicación realmente servir para punir graves incon- les y determinadas por la ley, incluso son dad del art. 16 y resulta de toda justicia que
masiva [22] pero en ese caso entraríamos ductas que parecieran requerir de impor- independientes de la existencia de perjui- quien reciba la indemnización sea el Sr.
directamente a una cuestión directamente tes mucho más importantes. Sin embargo, cios concretos ocasionados al trabajador. Machinandiarena y no el organismo esta-
penal que se juzgaría según otros paráme- en atención a lo que venimos exponiendo, Tampoco el empleador puede evitar su apli- tal que, todavía que no ha controlado pueda
tros absolutamente diferentes. el decisorio sí estaría respondiendo al ob- cación sobre la base de ignorancia o error o ser premiado por algo que no hizo —como
jetivo de desalentar conductas violatorias incluso la de falta de colaboración del traba- generalmente ocurre—. [31] Ello no impli-
Pero desde otra mirada y tal como surge a las previsiones contenidas en el art. 42 jador en proporcionar los datos y documen- ca que pueda pensarse en alguna forma
del ejemplo que proporciona el diccionario de la Constitución Nacional. No ya por el tos necesarios. [27] de distribución especial en algunos casos,
(gravedad de la enfermedad), el concepto monto de la condena que debe responder la pero siempre y cuando la multa impuesta al
nos remite a la dimensión subjetiva, a la que empresa telefónica, sino por la repercusión A su vez, el art. 31 de la LDC, dispone una proveedor sea realmente significativa y se
nos referimos poco antes. Así como bien se que ese hecho y el fallo han tenido y tienen indemnización adicional que está tasada en asegure un quantum razonable para quien
ha dicho, no hay enfermedades sino enfer- en la doctrina y en el conocimiento público. un 25% y es conferida en favor del usuario sufrió la afectación personal y además tuvo
mos, es obvio que no es lo mismo la existen- [25] Sea cuál sea la razón, la consecuencia es o consumidor, como multa impuesta a un la decisión, la valentía, la consecuencia y la
cia de trabas para la accesibilidad de aque- que la función preventiva de la multa civil prestador de un servicio público domicilia- paciencia para llegar a obtener una senten-
llos que las sufren, que para aquellos otros parece que podría ser cumplida, lo que en rio, cuando cobre o intente cobrar un con- cia favorable, por lo que pensar en un enri-
que solamente las observan. Una conjunción definitiva constituye uno de los más sólidos cepto que el usuario no debe. Se le impone al quecimiento ilícito en esos casos no es más
entre ambos aspectos nos permite evaluar fundamentos de la inclusión del instituto en proveedor que incurre en esa actitud y debe que asumir las justificaciones de los incum-
que en el caso, sin duda alguna existió gra- materia de derecho del consumo y lo justifi- serle abonada al consumidor o usuario afec- plidores respecto de conductas que no tie-
vedad en la afectación. ca plenamente. tado como una indemnización especial, de nen ninguna justificación y que se encuen-

{ NOTAS }

J.A. 30 de marzo de 2011. [21] Algo así como el 25% del total de los habitantes art. 31 LDC y su aplicación a casos colectivos”, La Ley, lución y/o indemnización se hará efectiva en la factura
[17] Nos preguntamos sino ¿tal vez no sería social- del país. 2009-B, 997. inmediata siguiente”.
mente mucho más necesario y útil requerir el uso de [22] Como la que precedió en poco tiempo a la sanción [28] En el texto ordenado conforme la ley 26.361, el [29] Conf. BERSTEN, Horacio L., art. cit.
la prudencia cuando se deben resolver desalojos de in- en 1993 a la LDC, provocada por la venta de vino adul- instituto se encuentra previsto con arreglo a la siguien- [30] RUSCONI, Dante; “El rol protagónico de las
muebles o en otras situaciones que sin duda pueden ge- terado. te redacción: “En los casos en que el reclamo fuera re- asociaciones de defensa del consumidor”, LA LEY,
nerar afectaciones más importantes que al bolsillo de [23] LA LEY, 1998-F, 345. suelto a favor del usuario y si éste hubiera abonado un 2008-B, 573.
grandes proveedores?. [24] BERSTEN, Horacio, ob. cit., p. 344. importe mayor al que finalmente se determine, el pres- [31] Todos los casos en que se declaró procedente la
[18] “... la que se graduará en función de la gravedad [25] Luego de la sentencia de Cámara y de su difu- tador deberá reintegrarle la diferencia correspondien- aplicación de la multa civil —ver en ese sentido el cuadro
del hecho y demás circunstancias del caso, independien- sión, en varios locales del rubro se han comenzado a te con más los mismos intereses que el prestador cobra sinóptico desarrollado por Chamatropulos en la nota 5—
temente de otras indemnizaciones que correspondan”. efectuar modificaciones edilicias para facilitar la acce- por mora, calculados desde la fecha de pago hasta la están en idéntica situación. Nos referimos a que gene-
[19] Las restantes no son aplicables al uso dado al vo- sibilidad. efectiva devolución, e indemnizará al usuario con un ralmente ha existido una falta de control adecuada y el
cablo por la norma. [26] Conf. PICASSO, Sebastián; ob. cit. crédito equivalente al veinticinco por ciento (25%) del consumidor o usuario afectado sufrieron una importan-
[20] El mencionado art. 27 introducido por la ley 26.361. [27] Conf. BERSTEN, Horacio L.; “La multa civil, el importe cobrado o reclamado indebidamente. La devo- te lesión a sus intereses.
Lunes 4 de febrero de 2013 | 9

tran claramente establecidas por la Consti- resultado eventualmente beneficioso de su gaciones de control, sino organismos no gu- { NOTAS }
tución Nacional y la ley. (32] acción o que lo alcance de un modo despre- bernamentales que propendan a la difusión
ciable, sólo puede tener un único destino: y educación de los derechos de los consumi-
Ni Machinandiarena ni la actora de la desalentar los reclamos y perjudicar a los dores o programas especiales que tengan (32) El enriquecimiento ilícito es el que resulta de impo-
acción mencionada en la nota 2, ni ningún consumidores. En todo caso, el importe a ese destino. l ner cargos inconsultos, impedir reclamos, insertar cláu-
otro consumidor o usuario perjudicado por destinar —sólo parcialmente a otro que no sulas abusivas, etc. Y no cuando un sufrido consumidor
los abusos sufridos se merecería un resul- sea el afectado— no puede ser el mismo Es- Cita on line: AR/DOC/96/2013 consigue que le otorguen algún tipo de resarcimiento.
tado así. Determinar que no los alcance el tado, generalmente incumplidor en sus obli-

jurisprudencia extranjera
Derechos humanos de una persona desconocida, su clítoris, mo-
tivados por sus creencias religiosas. La me-
pocos meses de vida no incurrió en un
error de prohibición fundado en factores
3.- La ablación del clítoris no es cultura,
sino una mutilación y discriminación fe-
nor y su madre se habían trasladado meses culturales, pues llevaba viviendo una dé- menina.
Condena a los padres de una menor por le- antes de Gambia hacia España, donde el pa- cada en España y estaba totalmente inte-
siones y mutilación genital. Inexistencia dre residía hacía una década. La Audiencia grado a su sociedad, por lo que tenía co- 116.811 — TS España, sala Penal, 2012/10/31. -
de error de prohibición basado en factores Provincial los condenó a la pena de prisión nocimiento que allí la mutilación genital Sentencia Nº: 835/2012.
culturales. Límite del respeto a las cultu- por los delitos de lesiones y mutilación geni- femenina es un delito.
ras y religiones. Respeto de los derechos tal, y consideró que la progenitora había in-
humanos. currido en un error de prohibición vencible. 2.- El respeto a las religiones, culturas y tra- Cita on line: ES/JUR/3/2012
El Tribunal Supremo confirmó la sentencia. diciones tiene como límite infranqueable
Véase en esta página, Nota a Fallo el respeto a los derechos humanos, que
1.- Un residente español originario de Gam- deben actuar como mínimo común deno- [El fallo in extenso puede consultarse en Aten-
Hechos: Los padres de una niña de pocos bia que, motivado por sus creencias re- minador exigible a todas ellas. ción al Cliente o en laleyonline.com.ar]
meses de edad extirparon, por sí o a través ligiosas, extirpó el clítoris de su hija de

nota a fallo

Error de prohibición III. Algunos conceptos de aproximación.

Habida cuenta de el aspecto central de la


fundamentación recursiva sostenida por la
Los Derechos Humanos como límite natural defensa consistió en la invocación de razones
de índole cultural en orden a proponer la evi-
a su respeto irrestricto tación del reproche, lo que motivó el abordaje
del tema por el Tribunal, conviene acercar-
nos al punto a partir de esta mirada.
SUMARIO: I. Introducción.- II. Sobre la mutilación genital.- III. Algunos conceptos de aproximación-. IV. La conducta sancionada y los derechos en
conflicto.- V. Fundamento dogmático y político criminal de la no punibilidad del error de prohibición invencible.- VI. La igualdad.- VII. Conclusión. Resulta útil tener en cuenta que Gar-
cía Canclini [6] propone definir a la cultura
como “el conjunto de los procesos sociales
de significación, o, de un modo más comple-
Ricardo Alberto Grisetti y Luis E. Kamada meninos. La mutilación podría referirse a la
clitoridectomía (corte del clítoris), escisión
jo, la cultura abarca el conjunto de procesos
sociales de producción, circulación y consu-
(remoción del labium menor) o infibulación mo de la significación en la vida social”. En
I. Introducción El argumento defensivo se afincó en la ne- (remoción del clítoris, labia y su cierre con aras de explicitar el concepto dado, destaca
cesidad de entender esta conducta como ple- sutura). [3] que “la cultura se presenta como procesos
El fallo sometido a comentario versa sobre namente identificada con las creencias cul- sociales, y parte de esa dificultad de hablar
uno de los aspectos que más polémicas ha le- turales inherentes al pueblo de origen de los Los motivos de la mutilación genital son de ella deriva de que se produce, circula y
vantado recientemente en el ámbito del de- padres de la víctima y que, por ello mismo, les múltiples, y a veces son confusos y poco pre- se consume en la historia social. No es algo
recho penal, a saber, la cuestión de error de impedía conocer cabalmente el carácter cri- cisos. Se mezclan cuestiones religiosas y cul- que aparezca siempre de la misma manera.
prohibición. minal de su obrar, contemplado en la legisla- turales así como otras que afectan a la sexua- De ahí la importancia que han adquirido los
ción punitiva española. lidad. [4] estudios sobre recepción y apropiación de
En el caso, el nudo del problema que inte- bienes y mensajes en las sociedades contem-
resa a los fines de este estudio estriba en lo II. Sobre la mutilación genital Queralt Jiménez [5] señala que la reforma poráneas. Muestran cómo un mismo objeto
que el Tribunal ha consignado en el apartado operada por la LO 11/2003 ha introducido sin puede transformarse a través de los usos y
Tercero de sus considerandos, en referencia Serrano Gómez/Serrano Maillo [1] se- ser técnicamente necesario, pero sí pedagó- reapropiaciones sociales. Y también cómo,
al “motivo segundo” de los agravios esgrimi- ñalan que como consecuencia de los movi- gica y simbólicamente, la mutilación geni- al relacionarnos unos con otros, aprende-
dos por la defensa de los acusados. En dicho mientos migratorios que ha supuesto un no- tal, aunque se ha empañado el logro con una mos a ser interculturales”.
punto, el análisis se centralizó en la alegada table incremento de población procedente pena específica ad hoc que no se justifica por
inaplicación del error de prohibición contem- de otros países, especialmente africanos, sí misma si no se generaliza. Por supuesto, el Se tornan relevantes, en pos de compren-
plada en el art. 849-1º de la Ley de Enjuicia- donde en alguno de ellos se practica con re- ámbito de sujetos pasivos que contempla el der cabalmente el significado del término cul-
miento Criminal español respecto del padre lativa frecuencia la mutilación genital, so- legislador es de aquellos que se encuentran tura, desde una perspectiva procesal, las cua-
de la niña víctima. bre todo en los niños, ha llevado al legisla- inmersos en culturas —algo más extenso tro vertientes destacadas por el autor citado,
dor español, lo mismo que ha sucedido en que las religiones— en las que la ablación de a saber, a) la que ve a la cultura como la ins-
Para ello, deviene útil recordar que la acu- otros europeos, a tipificar estas conductas los órganos sexuales femeninos, al inicio de tancia en la que cada grupo organiza su pro-
sación inicialmente formulada en contra de que se incorpora al Código por Ley de 29 de la pubertad o posteriormente, es una prácti- pia identidad; b) la que la visualiza como una
ambos progenitores de la niña, a la sazón, septiembre de 2003. [2] Se castiga en el art. ca habitual. Fruto de los flujos inmigratorios instancia simbólica de la producción y repro-
emigrantes provenientes de Gambia, versaba 149.2 al “que causare a otro una mutilación que genera una pobreza sin cuento, los nue- ducción de la sociedad; c) la que la identifica
sobre la realización, en jurisdicción española, genital en cualquiera de sus manifestacio- vos ciudadanos, que han vivido sometidos a con una instancia de conformación del con-
de una práctica consistente en la ablación del nes”. “La mutilación genital femenina es la esas culturas, traen consigo algunas de sus
clítoris de aquélla. remoción total o parcial de los genitales fe- prácticas. continúa en la página 10

{ NOTAS }

Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) Adam, M.D. en “La mutilación genital femenina y sus po- la entrada de la mujer en la sociedad, estableciendo su practican la mutilación genital es difícil, si no imposible,
[1] SERRANO GOMEZ, Alfonso/SERRANO MAÍ- sibles soluciones desde la perspectiva del Derecho Inter- legitimidad para casarse. Se cree a que a las jóvenes las para una mujer casarse si no ha sido mutilada. El matri-
LLO, Alfonso, “Derecho Penal. Parte Especial”, p. 109 y nacional Privado”, Córdoba, 2003, tras hacer referencia vuelve sumisas. Las justificaciones influyen en la creen- monio es casi siempre la única ruta para las mujeres en
ss., Dykinson, Madrid, 2010 a que en el mundo hay más de 135 millones de mujeres cia que los recién nacidos pueden morir si tocan el clíto- las sociedades que practican la mutilación porque reci-
[2] Véase VAZQUEZ GONZALEZ, C., “Inmigración, mutiladas, que existen graves riesgos para la salud, por ris de la mujer, que es algo higiénico y/o que mejora la ben poca educación y son desalentadas a superarse”.
diversidad y conflicto cultural. Los delitos culturalmen- la falta de control sanitario, sin olvidar los efectos psí- fertilidad y protege la castidad. En muchas sociedades [5] QUERALT JIMÉNEZ, Joan J., “Derecho penal
te motivados cometidos por inmigrantes (especial re- quicos. la razón principal es la creencia que reduce el apetito español. Parte Especial, p. 127 y ss., Atelier, Barcelo-
ferencia a la mutilación genital femenina), Madrid, 2010. [4] Según Amnistía Internacional “La mutilación ge- sexual de la mujer y por lo tanto disminuye las posibi- na, 2010.
[3] Así lo recoge Amnistía Internacional, MUÑOZ, nital femenina tradicionalmente es un ritual que marca lidades del sexo prematrimonial. En las sociedades que [6] GARCÍA CANCLINI, Néstor, Diferentes, desigua-
10 | Lunes 4 de febrero de 2013

viene de la página 9 En cambio, la segunda fuente de pluralis- ción tácita, no pensada, de todo pensamien- y hasta entrar en conflicto con los derechos
mo cultural es la inmigración, que se mani- to que lleva al conocimiento”. reconocidos a los individuos que integran la
senso y la hegemonía, o sea de configuración fiesta en aquellos países que aceptan gran colectividad por parte del ordenamiento ju-
de la cultura política, y también de la legiti- número de individuos y familias de otras En el otro extremo, la salida que ofrece el rídico general.
midad y d) la que la ve como dramatización culturas y les permite mantener algunas de nacionalismo suele resolver los problemas re-
eufemizada de los conflictos sociales. sus singularidades étnicas. A diferencia del lacionados con los derechos humanos de los En aras de clarificar la mecánica de pro-
primer supuesto, los grupos inmigrantes no grupos que resultan victoriosos en un enfren- tección, destaca Kymlicka [16] que “los dere-
Todas y cada una de ellas responde a una constituyen naciones ni se asientan en tie- tamiento interno, mientras que, simultánea- chos especiales de representación para un
faceta del problema que estriba en la de- rras natales, sino que su particularidad es- mente, provoca nuevas víctimas colectivas, grupo dentro de las instituciones políticas
terminación del contenido de lo que debe triba en su vida familiar y en las asociacio- cuya situación en lo que respecta a la misma del conjunto de la sociedad hacen menos
entenderse por cultura, pero su sumato- nes voluntarias que integran. materia —derechos humanos—empeora. Los probable que una minoría nacional o étnica
ria, tampoco representa la totalidad del nacionalistas tienden a proteger los derechos sea ignorada en decisiones que afectan glo-
significado buscado. Decimos esto porque, Numerosos nucleamientos identificados de las mayorías, a la vez que desatienden la balmente al país”; “los derechos de autogo-
a esta altura de nuestra investigación na- con cualquiera de ambos fenómenos posee tutela de los derechos de las minorías. Así, las bierno confieren poderes a unidades políti-
die puede negar con visos de seriedad que una cultura distinta en uno de los sentidos minorías requieren de medios de apelación cas más pequeñas, de manera que una mi-
la cultura implica identidad colectiva, que habituales del vocablo, esto es, cuando alu- en contra de las disposiciones particularistas noría nacional no puede ser desestimada o
le proporciona una determinada perma- de a las distintas costumbres, perspectivas que adoptan las mayorías”. [14] sobrestimada por la mayoría en decisiones
nencia espacio-temporal y que le permite o ethos de un grupo o de una asociación, que son de particular importancia para su
construir un cierto poder aglutinante que, aunque, a los fines del desarrollo de su tesis, Si tenemos en cuenta que casi todas las cultura, como las cuestiones de educación,
por ello mismo, le abre frentes de contro- Kymlicka [10] se circunscribe a la noción de democracias liberales se caracterizan por inmigración, desarrollo de recursos, lengua
versia con aquellos nucleamientos que no multiculturalismo identificada con las dife- ser multinacionales o poliétnicas, no resulta y derecho familiar”; “los derechos poliétni-
participan de los elementos constitutivos rencias nacionales y étnicas. En referencia a sorprendente que el llamado desafío del mul- cos protegen prácticas religiosas y cultura-
de aquel. Mas tampoco puede omitirse con- ello recuerda Cristina de Maglie que “la po- ticulturalismo consista en adecuar dichas les específicas que podrían no estar adecua-
siderar el carácter dinámico que impregna sición dominante define la ‘multietnicidad’ divergencias nacionales y étnicas de modo damente apoyadas mediante el mercado...”.
a la cultura —enunciada como tal desde la como una ‘situación de coexistencia en un de- estable y moralmente defendible. Para abor- Cada una de estas modalidades de derechos
perspectiva de una de las colectividades— terminado espacio físico o relacional de dife- dar el tema, cabe señalar que en la mayoría diferenciados en función del grupo contri-
que experimenta modificaciones más o me- rentes grupos étnicos con distintos patrimo- de los estados nacionales, las naciones que buye a reducir la vulnerabilidad de las mi-
nos profundas a lo largo del tiempo al punto nios culturales’“. [11] los integran suelen reivindicar algún tipo de norías ante las presiones económicas y las
de transformar su posición relativa frente autonomía o de jurisdicción territorial, en decisiones políticas de la mayoría.
al resto de los grupos sociales y, recíproca- A tal punto llega la importancia de este orden a tener garantizado el pleno y libre
mente, de éstos respecto de aquella. tema, vinculado a lo étnico, como compren- desarrollo de sus respectivas culturas y los Ciertamente que este modo en el que se
sivo de lo racial y de todos los contenidos intereses de los individuos que componen el entablan las relaciones entre el Estado y las
Finalmente, como lo afirma María Merce- que trae aparejados, que Michel Foucault grupo, constituyendo una de sus manifesta- naciones que lo integran o, dicho de otra ma-
des Gagneten [7] a partir de una mirada di- [12] llega a proponerlo como uno de los dos ciones extremas la pretensión de secesión. nera, entre el todo y sus partes, genera no
námica del fenómeno, “la cultura indica la modos de existencia del planteo relativo a En su mérito, el culturalismo liberal aplica pocos conflictos de distinta significación. Al-
marcha de un pueblo desde sus determina- lo que él llama el discurso de la guerra per- una variedad de medidas políticas que van gunos de ellos son de contenido y alcance co-
ciones histórico-políticas, en sus condiciones petua, como expresión de la continuidad de desde la admisión de los derechos lingüísti- lectivo, como aquellos en los que se ponen en
concretas de existencia cotidiana. Estas di- la beligerancia más allá de la victoria de una cos, la política inmigratoria y la educación juego pretensiones inspiradas en derechos
mensiones constituyen la práctica cultural, fracción —política, económica, racial, cultu- multicultural, entre otras, lo que hace decir económicos, sociales o culturales, y otros
esto es, lo que ancestralmente viene trayen- ral, nacional, etc.— sobre otra. Esta propo- con un dejo de no embozado optimismo a de envergadura individual, como aquellos
do nuestro pueblo, como raigal acumulado y sición, vinculada a una noción que intenta Kymlicka [15] que “a lo largo de los años las en los que entra en crisis la posición de un
sedimentado de generación en generación, explicar la naturaleza del persistente en- democracias liberales han aprendido a im- sujeto determinado frente al poder puniti-
e historia que a la vez condensa la construc- frentamiento humano, da cuenta que todos portantes lecciones sobre como tratar a los vo del Estado. Desde luego que ni siquiera
ción político-social. Dicha sedimentación his- los conflictos se reducen a dos tipos, suce- grupos etnoculturales de un modo coheren- en este último supuesto es posible soslayar
tórica determina a la cultura, en el sentido de sivamente exteriorizados, a saber, primero, te con las garantías constitucionales de li- la circunstancia de que también existe una
que es el lecho, el continente, la matriz basal la guerra de razas, con un sentido histórico bertad e igualdad”. innegable repercusión política y que, por
donde se despliegan las condiciones concre- biológico y, luego, la lucha de clases. Es en ende, trasciende lo puramente individual,
tas de la vida actual”. las controversias inspiradas en el primer Sin embargo, estas posiciones, general- pues lo que resuelva desde el punto de vista
modelo que encontramos la clásica división mente se expresan en el marco de una de- jurídico-penal contiene también un mensaje
Sostiene Kymlicka [8] que las sociedades entre las “super razas” y las “subrazas”, en mocracia liberal, cuyo compromiso más acerca de la manera en que el Estado trata o
contemporáneas se enfrentan con mayor las que, evidentemente, aquellas oprimen, relevante es, precisamente, la libertad y la mira a las prácticas culturales de una mino-
frecuencia a grupos minoritarios que recla- por superioridad numérica, cualitativa o igualdad de los ciudadanos que la compo- ría. He allí la importancia del tema.
man el reconocimiento de su propia identi- cualquier otra, a estas. Este fenómeno, con nen, encontrándose tal circunstancia refle-
dad y la consecuente acomodación de sus diversos grados de violencia, también se jada en los derechos de naturaleza constitu- IV. La conducta sancionada y los derechos en
diferencias culturales, fenómeno que ha produce en los casos expuestos por Kymlic- cional, que garantizan los derechos civiles y conflicto.
tomado la denominación de multicultura- ka, en la medida en que, por traslación de políticos básicos a todos los individuos, sin
lismo. Es dable reconocer distintas formas una etnia a un lugar ya ocupado por otra o perjuicio de su pertenencia a un grupo de- En la especie, y como se desprende de la
mediante las cuales las minorías [9] se in- por la convivencia ancestral de varias en un terminado. Deviene menester tener en cuen- descripción de hechos realizada por el Tri-
corporan a comunidades políticas de mayor mismo territorio, algunas de ellas entran en ta que, en este contexto grupal, se producen bunal Supremo, el obrar castigado consiste
envergadura, ora mediante la conquista y un contacto conflictivo. dos tipos de reivindicaciones simultáneas, haber extirpado el clítoris de la niña vícti-
colonización de grupos sociales otrora titu- a saber, la primera, dirigida hacia adentro ma, traducido en términos jurídico-penales
lares de autogobierno, ora por la inmigra- A su vez y en orden a explicitar cuáles son del nucleamiento, destinada a protegerlo del como una lesión con secuelas en su capaci-
ción de individuos y familias. Advierte este las soluciones asequibles, Zygmunt Bau- impacto desestabilizador del disenso inter- dad sexual.
autor que hay, al menos, dos fuentes de di- mann [13] afirma que “el ‘multiculturalismo’ no; mientras que la segunda, enderezada ha-
versidad cultural. es la respuesta más habitual entre las cla- cia el exterior, está orientada a preservar- A la luz de una concienzuda lectura del de-
ses cultas y creadoras de opinión a la incer- lo de las decisiones externas. Dentro de las cisorio comentado, entendemos que el con-
La primera de ellas “es la coexistencia, den- tidumbre mundial respecto a qué tipos de mencionadas en primer término, es posible flicto se produce entre la falta de conciencia
tro de un determinado Estado, de más de una valores merecen ser estimados y cultivados encontrar pedidos del grupo para que se le de antijuridicidad alegada por los padres de
nación, donde ‘nación’ significa una comuni- y qué direcciones deben seguirse con firme confíen competencias legales en orden a li- la niña, con fundamento en sus prácticas cul-
dad histórica, más o menos completa insti- determinación. Esa respuesta se está con- mitar la libertad de sus propios miembros turales ancestrales, y el derecho de la niña a
tucionalmente, que ocupa un territorio o una virtiendo rápidamente en el canon de la ‘co- y poder conservar, de tal suerte, sus prác- desarrollar y ejercer en plenitud su capaci-
tierra natal determinada y que comparte una rrección política’; es más, se convierte en un ticas tradicionales, de distinta índole. Re- dad sexual. Ambas pretensiones tienen igual
lengua y una cultura diferenciadas”, añadien- axioma que no es necesario explicitar; en el sulta llamativo que el término “derechos tutela constitucional y legal por lo que el pro-
do que esta noción se identifica, en un sentido prolegómeno a cualquier deliberación pos- colectivos”, con el que se persigue designar blema se acrecienta cuando, prescindiendo
sociológico, con el de “pueblo” o “cultura”, re- terior, la piedra angular de la doxa: no en un los derechos acordados y ejercidos por las de los aspectos que singularizan el caso, se lo
sultando, a menudo intercambiables. conocimiento en sí mismo, sino en la asun- colectividades, pueden llegar a ser distintos expresa en términos de derechos.

{ NOTAS }

les y desconectados, Gedisa, Barcelona, 2005, p. 34. de las masas, al señalar que “la sociedad es siempre una hostil, Siglo XXI, Buenos Aires, 2005, p. 147. Irónica- si lo fuera, no habría de todos modos forma de saberlo,
[7] GAGNETEN, María Mercedes, La cultura popular unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las mente, expresa BAUMANN que “en pocas palabras, la así que canta con entera libertad (compón, si sabes) tu
como práctica histórica en la globalización, publicado minorías son individuos o grupos de individuos especial- invocación del ‘multiculturalismo’ en boca de las clases propia canción (en cualquier caso, no aumentarás la ca-
en Antropología, cultura popular y derechos humanos, mente cualificados. Las masa es el conjunto de personas cultas, esa encarnación contemporánea de los intelec- cofonía; ya es ensordecedora y una canción más no cam-
Carlos Eroles, María Mercedes Gagneten y Arturo Sala, no especialmente cualificadas” Planeta-Agostini, Barce- tuales modernos, significa: lo siento, no podemos sacar- biará nada)”.
Ed. Espacio, Buenos Aires, 2004, p. 72. lona, 1993, p. 44. te del lío en el que estás metido. Sí, hay confusión sobre [14] IGNATIEFF, Michel, Los derechos humanos
[8] Ciudadanía multicultural, Paidós, Estado y Socie- [10] Ciudadanía multicultural, Paidós, Estado y Socie- los valores, sobre el significado de ‘ser humano’, sobre como política e idolatría, p. 42, Paidós, Colección Estado
dad, Barcelona, 1996, p. 25. dad, Barcelona, 1996, p. 36. las formas adecuadas de convivir; pero de ti depende y Sociedad, Barcelona, 2003.
[9] Es importante dejar sentado en este punto que [11] DE MAGLIE, Cristina, Delitos culturalmente mo- arreglártelas a tu modo y atenerte a las consecuencias [15] La política vernácula. Nacionalismo, multicultu-
nuestra referencia al concepto de “minoría”, es emplea- tivados, p. 45, Marcial Pons, Madrid, 2012 en el caso de que no te satisfagan los resultados. Sí, hay ralismo y ciudadanía, Paidós, Estado y Sociedad, Barce-
da en el sentido propuesto por Kymlicka y no debe ser [12] Defender la sociedad, Fondo de Cultura Económi- una cacofonía de voces y es improbable que se cante una lona, 2003, p. 78.
confundido con la noción que sobre el mismo término ca, Buenos Aires, 2000, p. 65. canción al unísono, pero no hay que preocuparse: ningu- [16] Ciudadanía multicultural, Paidós, Estado y Socie-
proporciona ORTEGA Y GASSET, José, en La rebelión [13] Comunidad. En busca de seguridad en un mundo na canción es necesariamente mejor que la siguiente, y dad, Barcelona, 1996, p. 61
Lunes 4 de febrero de 2013 | 11

Es, precisamente, en estos casos, en los debe entenderse como derechos humanos y pos de representación errónea. [24] En este ña diez años con anterioridad a la comisión
que surge la riqueza conceptual — política— también para establecer si los derechos en ámbito, y sin perjuicio de lo dicho, Rocín [25] del hecho. Por tal motivo, su incorporación
del derecho. juego en la especie lo son, cabe examinar una conceptualiza el error de prohibición como al patrón de vida, costumbres y criterios de
perspectiva para nada complaciente con la aquel que existe “no sólo cuando el sujeto se convivencia propios del Estado de acogida
Nadie puede dudar a esta altura de la evo- materia y, particularmente, con la conducta representa positivamente que no actúa de no pudieron ser ignorados por el autor, a esa
lución del pensamiento jurídico que ambos que fue sancionada por el Tribunal Supremo modo antijurídico, sino ya cuando le falta la altura de los acontecimientos, culturalmen-
derechos presentados en pugna exceden la Español. conciencia de la antijuridicidad sin que hu- te asimilado al medio en el que se desenvol-
naturaleza meramente jurídica para nutrir- biera reflexionado nunca sobre tal posibili- vía su cotidianeidad, siendo por ello mismo
se de elementos que autorizan a considerar- En este orden de ideas, De Maglie recuer- dad”. O bien, puede señalarse que “el tema vencible cualquier posibilidad de error res-
los también como políticos e incluso mora- da el distinto trato que merece en los orde- del error de prohibición gira en torno a si pecto de la prohibición vigente. Esta cir-
les, sin que esta valoración pueda hoy sor- namientos jurídicos —penales y extrapena- el autor pudo o no motivarse en el concreto cunstancia, probada con ajuste al procedi-
prender a espectadores menos avisados. No les— occidentales la circuncisión masculina deber jurídico y entonces es esencial para miento llevado a cabo y con observancia de
es posible seguir sosteniendo, a la luz de la respecto de lo que llama “circuncisión feme- ello analizar si el sujeto tenía, además de ser las debidas garantías constitucionales, re-
evidencia que se desprende de la irrupción nina”, destacando la no punibilidad de la pri- capaz, en el caso concreto, la posibilidad de sultó suficiente para que el Tribunal Supre-
de los derechos humanos como un fenómeno mera y la punibilidad de la segunda. conocer la específica prohibición de su con- mo confirmara la sentencia del órgano juris-
global, que su pertenencia se sitúa exclusi- ducta”. [26] diccional inferior.
vamente en lo jurídico y no en otros ámbitos En referencia al ordenamiento punitivo
estrechamente asociados a él pero que, por italiano, dice que, en lugar de comportarse Admite sobre este punto Gunther Stra- V. Fundamento dogmático y político criminal
imperio de concepciones excesivamente li- como los misioneros cristianos, el legisla- tenwerth que “aun cuando el autor dispon- de la no punibilidad del error de prohibición in-
mitadas, buscaban consagrar como aséptico dor penal habría podido dejar a las mujeres ga, según su constitución psíquica, de la vencible
a cualquier otra influencia que no provenga adultas, capaces y cuyo libre consentimien- capacidad de comprender lo ilícito del he-
del dogma. to haya sido rigurosamente probado, la ple- cho, puede suceder en el caso concreto que Cabe en este punto hacer alusión tanto al
na libertad de hacerse circuncidar. Aduna esta comprensión quede imposibilitada por fundamento dogmático como a los argumen-
Hoy, derribados eficazmente algunos mitos que del mismo modo en que puede libremen- otras razones, las que pueden derivar de su tos de política criminal para determinar la
como el que pretendía insistir pertinazmente te decidir si seguir o no embarazada, si te- trayectoria vital”, entre las que se cuenta, punibilidad del error de prohibición invenci-
en la ausencia de ideología en la formación ner un hijo o abortar, debe poder decidir su por ejemplo, su pertenencia u origen en otra ble. Dogmáticamente la no punibilidad será
del derecho y en su interpretación, corres- y cómo modificar sus órganos genitales ex- cultura. [27] Para el caso, conviene recordar siempre como consecuencia de la elimina-
ponde admitir la importancia que adquiere, ternos. La mutilación genital femenina pue- que “[p]ara que la configuración de la au- ción de la culpabilidad. Sea porque cuando
para una correcta solución del caso, prescin- de de hecho ser realizada en condiciones que sencia de responsabilidad por un error de el error es inevitable el autor no ha podido
dir de una visión artificial como aquella y ha- garanticen la higiene, la ausencia de dolor y prohibición culturalmente condicionado sea obrar de otra manera, como sostiene Wel-
cernos cargo de la realidad plasmada en este la prevención de las complicaciones físicas y posible, el yerro debió haber sido invencible zel, sea porque el autor no tiene a su cargo la
reconocimiento. psíquicas. [21] o insuperable, lo que quiere decir que el su- evitabilidad desde la posición de Jakobs, sea
jeto tuvo un razonable cuidado por conocer porque quien no ha tenido la posibilidad de
Postula Ignatieff que “los derechos son algo Sin perjuicio de que no compartimos ple- y comprender que su conducta podría haber conocer la ilicitud no puede alcanzado por el
inevitablemente político porque implican un namente el enfoque propuesto por De Ma- sido contraria a Derecho”. [28] Ahora bien, el mandato normativo siguiendo a Roxin, o sea
conflicto tácito entre el sujeto de derechos y glie, toda vez que denota una exagerada condicionamiento cultural no siempre da lu- finalmente, porque el autor no ha podido co-
un ‘tenedor’ de derechos, una autoridad fren- simplificación de un problema que resulta gar a un error de prohibición, sino que pue- nocer la ilicitud a pesar de haber empleado
te a la que el sujeto de derechos dirige justifi- ser significativamente más complejo pues de dar lugar a distintas clases de error que su capacidad para ello según Rudolphi. En
cadamente sus pretensiones”. Por ello, alerta en nada se parecen ambos tipos de interven- pueden llegar a alcanzar más o menos a la todo caso, la exclusión de la punibilidad se
diciendo que “confundir los derechos con las ciones —n los órganos genitales masculinos comprensión del acto, a la tipicidad, a la an- basa en la ausencia de la culpabilidad. Sólo
aspiraciones y las convenciones en materia y femeninos— ni pueden ser equiparadas tijuridicidad o a la culpabilidad, con diferen- excepcionalmente Zielinski, Mir Puig y San-
de derechos con unas síntesis sincréticas de sus consecuencias psico-físicas, advertimos tes efectos sobre la reprochabilidad. cinetti postulan que el error inevitable de
valores mundiales equivale a hacer desapa- la importancia que surge de resaltar el sig- prohibición debe operar como una causa de
recer los conflictos que definen el propio con- nificado cultural que encierra esta conduc- Por ese motivo este error requiere que se justificación. [31]
tenido de los derechos”. [17] ta para quienes la practican genuinamente verifique en su entidad, es decir, la intensi-
persuadidos de su sentido trascendente, dad con la que se manifiesta para el autor, Esta dependencia de la punibilidad del
Por lo demás, recuerda el autor seguido aunque ello no sea compartido por la mirada pudiendo ser vencible —o evitable— o in- error de prohibición de su inevitabilidad tie-
que “los derechos humanos son ‘una cons- occidental. vencible —o inevitable—, según sea menor ne también una significación político-crimi-
trucción occidental de aplicabilidad limita- o mayor su grado. El error de prohibición nal. El legislador ha tenido que optar por el
da’, una ficción del siglo XX, dependiente El núcleo duro de la discusión es el relativo “no sólo es invencible cuando la formación principio del conocimiento o por el principio
de las tradiciones jurídicas de Estados Uni- a la repercusión que debe considerarse que de dudas era materialmente imposible, sino de la responsabilidad como punto de partida
dos, Gran Bretaña y Francia y, por lo tanto, tiene ese convencimiento, culturalmente mo- también cuando el sujeto poseía razones y lo ha hecho por el último: la responsabili-
inaplicable en culturas que no comparten tivado, sobre el error de prohibición. sensatas para suponer el carácter permiti- dad penal no dependerá del conocimiento de
esta génesis histórica del individualismo li- do de su hecho, de modo que la actitud hacia la antijuridicidad, como lo postula la “teoría
beral”. [18] En virtud de este reconocimien- Conforme lo expresa Cristina de Maglie, el el Derecho que se manifiesta en su error no del dolo”, sino sólo de la posibilidad de su co-
to, “el discurso de los derechos humanos delito culturalmente motivado consiste en “... precisa sanción”. [29] nocimiento, en el sentido de la llamada “teo-
debe tener en cuenta que existen visiones un comportamiento realizado por un sujeto ría de la culpabilidad”. En otras palabras:
muy distintas sobre lo que constituye la bue- perteneciente a un grupo étnico minorita- Ciertamente que en el caso de ser inevi- el principio de la responsabilidad establece
na vida, que la occidental es una entre otras rio que es considerado delito por las normas table el error no podrá aplicarse reproche que las personas serán responsables por la
y que, en el supuesto de que los agentes dis- del sistema de la cultura dominante. El mis- al autor, en tanto que si es evitable, deviene corrección de sus decisiones dentro de los
fruten de un mínimo grado de libertad a la mo comportamiento en la cultura del grupo posible concluir en su menor culpabilidad, ya límites de su capacidad ético-social. De esta
hora de elegir la vida que desean llevar, de- al que pertenece el autor es por el contrario que no ha podido motivarse de manera co- manera, la punibilidad del error evitable tie-
ben decidir por sí mismos cómo dotarla de perdonado, aceptado como normal o apro- rrecta por la norma, de lo que se deriva una ne lugar porque el autor pudo haber tenido
un contenido que se ajuste a su historia y bado o, en determinadas situaciones, incluso correlativa disminución de la penal. [30] la conciencia de la antijuridicidad que real-
sus tradiciones”. [19] En consecuencia, “los impuesto”. [22] mente no tuvo al ejecutar, el hecho, es decir,
derechos humanos no son universales por En la especie, la solución judicial se com- porque pudo obrar de otra manera. [32]
ser un mandato cultural, sino como un dis- En lo que respecta al error —en cambio— padece, desde el punto de vista dogmático,
curso de atribución de poder moral. Su fun- cabe recordar, primero, que la conciencia con el razonamiento que posiciona la con- La opción político-criminal sobre la existen-
ción no es la definir el contenido de la cul- de la antijuridicidad significa que el sujeto ducta de autor como inspirada en un error cia o no de lagunas de punibilidad tendrá que
tura, sino la de liberar a todos los agentes sabe que lo que hace no esta jurídicamente evitable. A su vez, y ya desde la perspectiva tener en cuenta la necesidad de pena con la
para que puedan definir este contenido sin permitido sino prohibido. [23] Ahora bien, probatoria, aquella conclusión es el resulta- vigencia del principio de culpabilidad. Como
restricciones”. [20] puede decirse que la tradicional distinción do forzoso de la ponderación de la prueba señala Sancinetti es preciso afrontar investi-
entre error de tipo y error de prohibición aportada a la causa. Conforme este mate- gaciones jurisprudenciales prolijas que nos in-
Ahora bien, vistas las limitaciones que de- como conceptos distintos es consecuencia rial, recibido por el juzgador en las distintas diquen, más que si predomina el lenguaje de
berían ser tenidas en cuenta a la hora de de- de la decisión legislativa antes que de una instancias por las que transitó el conflicto,
terminar qué es lo que, en el caso concreto, estructura preconcebida de diferentes ti- el padre de la niña llevaba viviendo en Espa- continúa en la página 12

{ NOTAS }

[17] IGNATIEFF, Michel, op. cit., p. 88. lar, precisamente en relación con los órganos genitales en estructuras sanitarias que garantizan la salud física y [27] STRATENWERTH, Gunther, Derecho penal.
[18] IGNATIEFF, Michel, op. cit., p. 82. femeninos, los medios de comunicación nos mantienen psíquica del paciente”. Parte general I. el hecho punible, p. 295, Hammurabi,
[19] IGNATIEFF, Michel, op. cit., p. 94. continuamente informados de cómo la mujer occiden- [22] Op. cit., p. 68. Buenos Aires, 2005.
[20] IGNATIEFF, Michel, op. cit., p. 93. tal puede hoy en día ‘rediseñar’ o ‘reestructurar’ su va- [23] ROXÍN, Claus, Derecho penal. Parte general, t. [28] GRISETTI, Ricardo Alberto y KAMADA, Luis
[21] DE MAGLIE, Cristina, op. cit., p. 83. En aras de gina por la única razón de ‘aumentar el placer sexual’ o I, Fundamentos. La estructura de la teoría del delito, p. Ernesto, Diversidad cultural. Implicancias dilemáticas,
fundar su posición, agrega esta autora que “en todos los de ‘modificar estéticamente sus labios’, en Internet hay 866, Civitas, Madrid, 2003, citando BGHSt 2, 196. p. 453, Moglia, Corrientes, 2012, citando un pronuncia-
países occidentales son realizadas intervenciones de ci- abundante información sobre la llamada DLV (‘Designar [24] MANSO PORTO, Teresa, Desconocimiento de la miento del Consejo Nacional Electoral de Colombia.
rugía estética en la cara y el cuerpo de las personas, in- Laser Vaginoplasty’) y sobre sus diversas tipologías: ¡in- norma y responsabilidad penal, p. 47, Universidad Ex- [29] ROXÍN, Claus, op. cit., p. 880.
cluso menores, para adecuarlas a los cánones culturales cluso la virginidad puede ser reconstruida ‘para las mu- ternado de Colombia, Bogotá, 1999. [30] DONNA, Edgardo Alberto, op. cit., p. 332.
dominantes: piénsese en los tatuajes, los piercings, las jeres americanas que buscan compartir la experiencia [25] Op. cit., p. 871. [31] BACIGALUPO, Enrique, “Derecho Penal. Parte
intervenciones para colocar prótesis sobre los pómulos de la virginidad con su marido’! También estas prácticas [26] DONNA, Edgardo Alberto, Derecho penal. Parte General...”, cit. p. 434.
y sobre el seno, las operaciones de reducción o amplia- conllevan riesgos operatorios, pero son aceptadas co- general, t. IV, Teoría general del delito-III, p. 322, Rubin- [32] BACIGALUPO, Enrique, “Derecho Penal. Parte
ción de los labios, la nariz y las liposucciones. En particu- múnmente y son objeto de publicidad comercial y están zal-Culzoni, Santa Fe, 2009. General...”, cit. p. 434.
12 |lunes 4 de febrero de 2013 Síganos en /thomsonreuterslaley @TRLaLey

viene de la página 11 neral de igualdad se entiende en el sentido de del asunto y haciéndose cargo de un tema anteproyecto del Código Procesal Penal de
igualdad jurídica, cuando la igualdad de trato sensible para los países europeos en general Neuquén. [37]
la teoría del dolo o de la culpabilidad, que “si- ordenada constitucionalmente se compren- y para España en particular, a mérito de la
tuación de hecho” —si se permite ésta expre- de como relativa al acto. Esto significa que masiva llegada de inmigrantes provenientes Como señala Queralt Jiménez: “La relación
sión— merece la impunidad hasta cierto “défi- la igualdad ordena un tratamiento similar de países en desarrollo que ingresó a la re- entre la religión y la mujer y, por ende, con la
cit de conocimiento” y cual merece el castigo, en la ejecución de un mismo acto (...). Por el gión hasta poco antes de la crisis del 2008. sexualidad, no es algo de lo que las religiones
ante un autor incrustado en tal y cual marco contrario, la igualdad fáctica es relativa a las monoteístas puedan estar especialmente or-
cultural. Sólo un estudio de este tipo, que des- consecuencias. Este tipo de igualdad apunta Por nuestra parte, creemos que en mate- gullosas: la mujer ha sido y aún es, en buena
vista a las teorías del error de su ropaje verbal a la igualdad en el resultado. Si existen dife- ria penal la diversidad cultural sólo puede medida, percibida como portadora de una im-
de alta abstracción, para discutir el conflicto rencias naturales o sociales entre las perso- ser esgrimida como defensa, a título de ex- pureza natural o divina que la hace merecedo-
social concreto, puede ser útil para relacionar nas cuyas situaciones deben ser reguladas, cluyente de la categoría de la culpabilidad, ra de cualquier ultraje, sojuzgamiento y prete-
la necesidad del castigo con las exigencias del para producir una igualdad fáctica es necesa- de manera restringida a los supuestos de rición. Pero no es sólo un cuestión religiosa; en
principio de culpabilidad. [33] rio que exista un trato jurídico desigual”. [35] delitos que excluyan el resultado muerte. algunas culturas, y no sólo de cuño islámico, la
Abordar, la cuestión a nivel de antijuridici- mutilación sexual femenina —la ablación del
VI. La igualdad Este es el criterio de igualdad definido por dad, se presenta como dificultoso en torno a clítoris en diversas modalidades— es un com-
nuestra Corte Suprema de Justicia de la Na- la elaboración de principios generales. Exis- ponente significativo, por más que indigno; y
Una solución como la consagrada, no lo ig- ción en cuanto admite que la correcta lectura te un núcleo duro de derechos —en él cabe es más: en muchos países que padecen estas
noramos, puede llegar a ser reprochada de del principio de igualdad consiste en la simul- enfatizar fundamentalmente la vigencia al formas de dominación social está perseguida
violatoria del principio de igualdad. Mas no tánea admisión de las diferencias, o la igual- derecho a la vida— que no es dable abordar tal práctica; otra cosa es la posibilidad de que
debe perderse de vista que a la par de la admi- dad de iguales en igualdad de circunstancias. desde las causas de justificación. [36] Estados en ciernes puedan luchar con éxito
sión de la igualdad como prioridad fundacio- —en el caso de que tengan interés— contra
nal, debe reconocerse que ello sólo se logra si, Siendo ello así, el tratamiento dado al autor Ello, no impide la posible existencia de estas lacras”. “La tolerancia cultural occiden-
simultáneamente, se acepta una justificación del hecho, lejos de ser violatorio del principio causas de justificación supralegal, que de- tal no debe ceder ante el ataque a la dignidad
individual para cada uno de aquellos que pue- de igualdad, fue la consecuencia de su aplica- berán ser evaluados por los jueces en cada personal más elemental. Ni las razones de to-
den ser potencialmente afectados por las ins- ción, toda vez que la dilatada estadía del pa- caso concreto, atendiendo, a una probable lerancia religiosa —cuyo límite lo constituyen
tituciones del Estado. En este orden de ideas, dre de la niña en España y su incorporación colisión de deberes, entre el cumplimiento los derechos fundamentales [art. 3.3 LOLR)—
afirma Rosenkrantz que “la Justificación In- material al conocimiento de las prohibiciones del mandato de la cultura hegemónica y el ni de tolerancia cultural permiten que el Es-
dividual es requerida para garantizar que los existentes respecto de la conducta lesiva asu- mandato de la norma de cultural particular tado no impida tales ataques, manifestados
intereses de cada uno de nosotros sean teni- mida para con su hija, impedía considerarlo de cada etnia. La categoría de la inimputabi- primariamente en atentados a la integridad
dos en cuenta como intereses de un individuo distinto, en términos penales, al resto de los lidad, en la medida que implique una estig- física, moral y a la propia libertad de actuación
en particular y no como intereses del colectivo habitantes del Estado. En razón de ello, su matización, una segregación, y como tal, un de las personas”.
que formamos con nuestros conciudadanos. punición, con prescindencia del error de pro- elemento más de control social irrazonable,
Ahora bien, la Justificación Individual sostie- hibición, por resultarle claramente vencible, también debe ser excluida, como material En suma, opinamos que respecto del nú-
ne la Prioridad Fundacional de la Igualdad en se imponía como única solución al caso. de abordaje de la cultura diversa en mate- cleo duro del derecho penal, no puede sos-
tanto y cuanto, en principio, nadie aceptará un ria penal. La teoría de la adecuación social, layarse, como correctamente se hizo en el
arreglo político o social en virtud del cual tiene VII. Conclusión a nivel de la conducta atípica, puede ser un caso en análisis, mediante el recurso a la in-
menos de aquello que el Estado distribuye de instrumento de trabajo, en la medida que se terculturalidad, la vigencia irrestricta de los
lo que tienen cada uno de los demás”. [34] A nuestro modo de ver, la riqueza del pro- trate de conductas insignificantes. Consi- derechos humanos.l
nunciamiento comentado, aumentada por la deramos que, es dable remitir la resolución
Conforme lo sostiene Martín Borowsky, es jerarquía del Tribunal que lo dictó, estriba en de los conflictos que excluyan el resultado
necesario distinguir entre igualdad jurídica e no haber circunscripto su análisis a aspectos muerte, a la jurisdicción de la comunidad, Cita on line: AR/DOC/208/2013
igualdad fáctica. Afirma que “el principio ge- meramente formales, accediendo al meollo en una norma similar a la contemplada en el

{ NOTAS }

[33] SANCINETTI, Marcelo A. “Sistema de la teo- impreciso— un catálogo de situaciones punibles y otras [34] La igualdad en la política, publicado en Semi- [36] GRISETTI, Ricardo Alberto/KAMADA, Luis Er-
ría del error”, cit., p. 22 Esta relación se tiene que re- no punibles, con relativa prescindencia de que se quie- nario en Latinoamérica de Teoría Constitucional y nesto, “Diversidad Cultural. Implicancias dilemáticas”,
flejar en el establecimiento de “reglas”, en definitiva ra fundamentar la solución con las palabras de la teo- Política, SELA 2004, AA.VV., Editores del Puerto, p. 483, Moglia Ediciones, Corrientes, 2012.
“normas”, que den seguridad, por ejemplo respecto del ría del dolo o con las de la teoría de la culpabilidad. Es p. 16. [37] GRISETTI, Ricardo Alberto, “Criterios de opor-
juicio de evitabilidad, del mismo modo que existe una posible que si encara realmente esta tarea —por ejem- [35] La estructura de los derechos fundamentales, tunidad en el sistema penal y en el proceso penal. Prime-
cierta estandarización de los parámetros que deciden plo, partiendo de una compulsa de decisiones judiciales Universidad Externado de Colombia, Serie de Teoría ra parte: La dogmática. La insignificancia o bagatela.”,
la infracción al deber de cuidado en el delito impruden- relativamente amplia— alguna de estas dos teorías se Jurídica y Filosofía del Derecho, nº 25, Bogotá, 2003, Revista Nova Tesis, Directores: Ghersi-Weingarten,
te. Sólo así se podría reconstruir —de un modo menos muestre como preferible a la otra. p. 188. ejemplar, Abril 2005 III, p. 5 y ss., Buenos Aires, 2005.

edictos
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en tancias que pudiesen obstar a dicho pedido. Nro. 16 sito en Libertad 731, 7° piso de Capi- fin que comparezcan a hacer valer sus dere- a herederos y acreedores de RAUL DERMAN, María Alejandra Morales, sec.
lo Civil N° 21, Secretaría Unica sito en Talca- Buenos Aires, 17 de diciembre de 2012 tal Federal, hace saber que MARIA TOMASA chos. Publíquese por tres días. para que dentro del plazo de 30 días compa- LA LEY: I. 09/01/13 V. 11/01/13
huano 490 1er. Piso de CABA, cita a ETCHE- José Luis Cassinerio, sec. MARQUETTI ALVAREZ, nacida en La Ha- Buenos Aires, 5 de diciembre de 2012 rezcan en autos a hacer valer sus derechos.
VERRY JESUS RAMON para que compa- LA LEY: I. 29/01/13 V. 29/01/13 bana – Cuba, el día 08/01/1963, con DNI N° Adrián E. Marturet, sec. Publíquense edictos por tres días en La Ley. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
rezca a estar a derecho bajo apercibimiento 94.415.235, ha peticionado la concesión de la LA LEY: I. 15/01/13 V. 17/01/13 Buenos Aires, 18 de diciembre de 2012 lo Civil N° 80, sito en Av. de los Inmigrantes
de declarar su fallecimiento presunto (Art. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en ciudadanía argentina, a fin de que los intere- Gustavo G. Pérez Novelli, sec. 1950, piso 6°, CABA, cita y emplaza por trein-
24 y sgtes. De la Ley 14.394). Autos: “ET- lo Civil y Comercial Federal N° 5, Secretaría sados hagan saber a este Juzgado las circuns- 98530/2012. OLIVERA AMADO CALIX- LA LEY: I. 09/01/13 V. 11/01/13 ta días a herederos y/o acreedores de EMILIA
CHEVERRY JESUS R. s/ AUSENCIA CON N° 9, sito en la calle Libertad 731, piso 10 tancias que pudiesen obstar a dicho pedido. TO Y SAN MARTIN MARIA ELSA INES s/ FACHAL, a los efectos de hacerles saber que
PRESUNCION FALLECIMIENTO” (Expte. de la Capital Federal, hace saber que, MA- Buenos Aires, 13 de diciembre de 2012 SUCESION AB-INTESTATO. El Juzgado PASTORE DOMINGO s/ SUCESION AB-IN- deben comparecer a hacer valer sus derechos.
N° 36.637/11 – CABA). Se deja constancia RIN VASQUEZ LUIS ALBEIRO con DNI N° Fernando G. Galati, sec. Nacional en lo Civil N° 71 cita y emplaza por el TESTATO. El Juzgado Nacional de 1ª Instancia Publíquese por tres días en La Ley.
que el presente debe ser publicado una vez 94.248.010 de nacionalidad colombiano de LA LEY: I. 24/01/13 V. 25/01/13 plazo de treinta días a herederos y acreedo- en lo Civil N° 105, cita y emplaza a herederos Buenos Aires, 11 de diciembre de 2012
por mes, durante seis, meses, en el diario La ocupación médico ha iniciado los trámites res AMADO CALIXTO OLIVERA y MARIA y acreedores de don DOMINGO PASTORE Santiago Pedro Iribarne, sec.
Ley, sin costo alguno en virtud del beneficio tendientes a la obtención de la Ciudadanía El Juzgado Nacional de Primera Instancia en ELSA INES SAN MARTIN a presentarse en por el plazo de treinta días, a fin de que hagan LA LEY: I. 09/01/13 V. 11/01/13
de litigar sin gastos nro. 36649/11. Argentina. Cualquier persona que tuviere lo Civil Nro. 55 sito en Av. de los Inmigrantes autos a fin de hacer valer sus derechos. Pu- valer sus derechos. El presente edicto deberá
Buenos Aires, 16 de octubre de 2012 conocimiento de algún acontecimiento que 1950, piso 4to. de Cap. Fed. cita y emplaza blíquese por tres días. publicarse por tres días en el diario La Ley. Juzgado Nacional de Primera Instancia en
Horacio Raúl Lola, sec. pudiere obstar a dicha concesión, deberá por treinta días a herederos y acreedores de Buenos Aires, 7 de diciembre de 2012 Buenos Aires, 31 de octubre de 2012 lo Civil N° 42, Secretaría Unica, sito en Uru-
LA LEY: I. 01/02/13 V. 01/02/13 hacer saber su oposición fundada al Juzga- MIGUEL ANGEL FERNANDEZ FELLINI. Manuel Pereira, sec. ad-hoc Santiago Strassera, sec. guay 714, piso 2°, C.A.B.A., cita y emplaza
do. Publíquese por dos veces, en el lapso de Publíquese por tres días en LA LEY. LA LEY: I. 17/01/13 V. 21/01/13 LA LEY: I. 09/01/13 V. 11/01/13 por treinta días a herederos y acreedores de
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en quince días. Buenos Aires, 21 de diciembre de 2012 MARTINEZ, NAIR, DNI 1.304.123. Publí-
lo Civil Nro. 80, cita y emplaza por 30 días a Buenos Aires, 11 de diciembre de 2012 Olga María Schelotto, sec. El Juzgado Nacional en lo Civil N° 6, El Juzgado Nacional de Primera Instancia quese por tres días en La Ley.
herederos y acreedores de MIGUEL CARLOS Ximena Rocha, sec. LA LEY: I. 11/01/13 V. 15/01/13 sito en Avenida de los Inmigrantes 1950 en lo Civil N° 58, Secretaría Unica de la Ca- Buenos Aires, 28 de diciembre de 2012
RENATO SANGIOVANNI. Publica por tres LA LEY: I. 22/01/13 V. 22/01/13 piso 4° de Capital Federal, cita y empla- pital Federal cita y emplaza por el término Laura Evangelina Fillia, sec. int.
días. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en za por 30 días a herederos y acreedores de treinta días a herederos y acreedores de LA LEY: I. 10/01/13 V. 14/01/13
Buenos Aires, 22 de mayo de 2012 El Juzgado Nacional de 1ª Instancia en lo lo Civil Nro. 53, cita y emplaza por 30 días a de ALBIÑANA LIDIA ISABEL y BONINI CAYETANO SPATARO (DNI 384.549). Pu-
Santiago Pedro Iribarne, sec. Civil N° 90, Secretaría Unica, cita y emplaza herederos y acreedores de JORGE RAUL LISANDRO, a efectos de hacer valer sus blíquese por 3 días. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
LA LEY: I. 22/01/13 V. 24/01/13 por treinta días a herederos y acreedores de FRUM a fin de presentarse a hacer valer sus derechos. (Expediente 89.693/2012). El Buenos Aires, 26 de diciembre de 2012 lo Civil Nro. 108, a cargo de la Dra. Susana A.
PATRICIO JORGE AIELLO, a efectos de que derechos. El presente deberá publicarse por 3 presente edicto debe publicarse por tres María Alejandra Morales, sec. Novile, Secretaría única a mi cargo, sito en
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en hagan valer sus derechos. El presente deberá días en el diario La Ley. días en el diario La Ley. LA LEY: I. 09/01/13 V. 11/01/13 la calle Talcahuano 490 3° piso de Capital
lo Civil y Comercial Federal Nro. 8, Secretaría publicarse por tres días en el diario La Ley. Buenos Aires, 19 de diciembre de 2012 Buenos Aires, 28 de diciembre de 2012 Federal, cita por el plazo de treinta días a he-
Nro. 15, sito en Libertad 731, 7° piso de Capital Buenos Aires, 30 de noviembre de 2012 Jorge I. Sobrino Reig, sec. int. Silvia Cantarini, sec. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en rederos y acreedores de FEDERICO MIGUEL
Federal, hace saber que LIU SIJING, nacido en Gustavo Alberto Alegre, sec. LA LEY: I. 11/01/13 V. 15/01/13 LA LEY: I. 17/01/13 V. 21/01/13 lo Civil N° 58, Secretaría Unica de la Capital CONNOR a los efectos de estar a derecho.
Shangai – China, el día 7/9/1985, con DNI N° LA LEY: I. 24/01/13 V. 28/01/13 Federal cita y emplaza por el término de treinta Publíquese por tres días en La Ley.
94.011.018, ha peticionado la concesión de la El Juzgado Nacional de 1ª Instancia en lo Civil 99648/2012. DERMAN RAUL s/ SUCESION días a herederos y acreedores de ROSA BOR- Buenos Aires, 26 de diciembre de 2012
ciudadanía argentina, a fin de que los intere- El Juzgado Nacional de Primera Instancia en N° 16, cita y emplaza por treinta días a here- AB-INTESTATO. El Juzgado Nacional de Pri- SOVA (LC 167.527). Publíquese por 3 días. Juan Martín Ponce, sec.
sados hagan saber a este Juzgado las circuns- lo Civil y Comercial Federal Nro. 8 Secretaría deros y acreedores de NICOLAS MAZZEO a mera Instancia en lo Civil N° 35, cita y emplaza Buenos Aires, 26 de diciembre de 2012 LA LEY: I. 08/01/13 V. 10/01/13

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