Está en la página 1de 3

Biografía de…

Leonardo Da Vinci: Leonardo da Vinci era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no
le permitió conocer a su madre, una modesta campesina. Se formó como artista en
Florencia, en el taller de Andrea del Verrocchio; pero gran parte de su carrera se
desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (en donde permaneció entre 1489 y
1499 bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza, llamado el Moro) o Roma (en donde
trabajó para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha
conservado ninguna escultura suya y parece que ninguno de los edificios que diseñó llegó
a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto sólo quedan indicios en sus
notas y bocetos personales.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como el
gran maestro del «Cinquecento» (por encima incluso de Miguel Ángel o Rafael) y como un
personaje cumbre en la historia del arte. De la veintena de cuadros suyos conservados,
destacan La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La
Adoración de los Magos y el Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La Mona
Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona (abreviatura de
Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.
(Rembrandt Harmenszoon van Rijn; Leiden, Países Bajos, 1606 - Amsterdam, 1669)
Pintor holandés. Nacido en el seno de una acomodada familia de molineros, Rembrandt
van Rijn recibió una esmerada educación y llegó a ingresar en la Universidad de Leiden,
donde estudió un curso, ya que por entonces decidió dedicarse a la pintura. De los dos
maestros que tuvo, uno en Leiden y otro en Amsterdam, fue este último el que más
influyó en el artista y el que le transmitió las tendencias italianizantes en boga. De hecho,
sus primeras creaciones (como la Lapidación de san Esteban) manifiestan una evidente
influencia del estilo de Pieter Lastman.
Las dos etapas, próspera y adversa, de la vida de Rembrandt van Rijn se reflejan en sus
obras, particularmente en los autorretratos, un género que el artista cultivó a lo largo de
toda su carrera; mientras que los primeros son alegres, brillantes y un tanto superficiales,
los de los últimos años tienen un carácter sombrío, sereno, y reflejan una profundidad
muy superior. De los numerosos géneros que cultivó, el religioso y el retrato fueron los
dos en que más brilló su talento de maestro del Barroco.
Entre sus 10 obras más famosas destacan:
1. La Ronda de Noche. 1642. Rijksmuseum en Amsterdam.
2. La tormenta en el mar de Galilea. 1663.
3. Autorretrato con dos círculos. 1665-1669. Kenwood House in London.
4. Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. 1632. Mauritshuis art museum en La
Haya.
5. Betsabé en su baño. 1654. Museo del Louvre de París.
6. Dánae. 1636. Muso del Hermitage de San Petersburgo.
7. La conspiración de Claudius Civilis. 1661-62. Museo nacional de Estocolmo.
8. Los oficiales de muestreo.1662. Rijksmuseum de Amsterdam.
9. El retorno del hijo pródigo. Hermitage Museum’s Western European Art collection.
c. 1668.
10. Jacob bendiciendo los hijos de José. 1656. Museumslandschaft Hessen Kassel de
Alemania.
Michelangelo Merisi da Caravaggio, pintor revolucionario, artista provocador, persona
inquieta de carácter pendenciero, genio incomprendido, loco violento, hombre
atormentado, que crearía él solo un estilo, el barroco, e influiría (y todavía influye) en todo
el arte posterior, de Velázquez al Scorsese de «Malas Calles».
Su vida transcurrió entre la pintura y las peleas, y en las dos artes era extremadamente
bueno. Sus características formas de pintar fueron, como todo lo revolucionario, en
principio no entendido y después imitado. En primer lugar, renuncia a todo tipo de
idealismo, representando a profetas y santos como gente real, sirviéndose de modelos de
la calle. La polémica fue enorme: santos como mendigos, vírgenes como prostitutas…
Además, vestidos con ropas contemporáneas. Pero el pintor capta perfectamente la
fuerza psicológica de esos personajes, resaltando sus rostros con una intensa luz y
envolviendo los fondos en tinieblas.
Sin embrago, y pese a las polémicas (o quizás gracias a ellas) sus cuadros comienzan a ser
objeto de interés por los coleccionistas y de repente el naturalismo extremo se convierte
en tendencia. Muerte de la Virgen (1606)
Algunos afirman que es su obra más emblemática, una obra maestra. Fue encargada por
un acaudalado abogado papal para su capilla en Trastevere, Roma, en 1601. Al finalizarla,
se consideró no apta para la parroquia, que rechazó la representación del cadáver de
María (o quizá por sus piernas desnudas). También fue una pieza controvertida porque se
dice que Caravaggio usó una prostituta como modelo para la Virgen María. Es una de las
mejores obras de Caravaggio y se conserva en el Museo del Louvre de París (Francia).

También podría gustarte