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LAS PERSONAS MALAS

¿PUEDEN SER BUENOS JEFES?

La vida está llena de jefes, en la casa tenemos un jefe, en la escuela tenemos un jefe, en la
sociedad tenemos un jefe, una empresa necesita un jefe, por la mera razón de que los seres
humanos necesitamos seguir el ejemplo de una persona para poder tener una determinada
postura frente a distintas situaciones, el ser un buen jefe involucra habilidades interpersonales
esenciales para poder llegar de manera adecuada a las personas con el objetivo de que juntos
puedan alcanzar un objetivo común. Aquellos jefes que no sean capaces de autocontrolar sus
impulsos son quienes únicamente se enfocan en dictar órdenes a su personal de trabajo sin
considerar sus ideas en los proyectos.

Ante el mundo de hoy por hoy, los cambios que se han presentado en la comunidad implican
un desafío para el seguimiento de nuevos líderes u de buenos jefes, muchos de estos
afectados por situaciones que hayan repercutido en su pasado. Son aquellos momentos donde
son las personas las que deciden que respuesta tomar para actuar frente a estímulos colectivos
para que al final se tome una decisión que puede ser beneficiosa o perjudicial, esto va a
depender mucho del tipo de persona que se tenga enfrente y la vibra que transmita al
momento de enfrentarse a una situación conflictiva. Es por ello que decimos que el
comportamiento que adquiera un líder o jefe frente a un conjunto de individuos establecidos
influye en la manera en como lo consideren y que tanto respeto se gane.

Las malas personas son productos de malas vivencias las cuales no han sido tomadas como una
“lección de vida” sino más bien como una forma en la que ellos consideran que la “vida misma
se ha ido contra ellos” y es esto lo que utilizan como medio de justificación para desenvolverse
con los demás de una forma pesimista y grotesca en la gran mayoría de casos. Ante lo ya
mencionado, nos hacemos la pregunta, un buen o mal líder, ¿nace o se hace? Y también nos
podemos cuestionar, ¿Por qué las malas personas no pueden ser buenos lideres o buenos
jefes? En ocasiones se trata de algo personal e interno, como heridas emocionales o la falta de
ética. Si deseas conocer el porqué de este pensamiento o posición, te invitamos a continuar
leyendo el presente ensayo para aclarecer las preguntas mencionadas.

Mencionar en primer lugar que para que haya malos jefes o malos líderes tiene que haber
personas que se hayan hecho malas, y para que estas personas se hayan hecho malas tuvieron
que pasar por algún momento importante en su vida en los que su autoestima se ha visto
afectada y utilizan ese trauma como ejemplo para obrar equivocadamente en su vida actual, es
decir que el nivel de madurez jugará en estos casos un rol fundamental para la adquisición de
decisiones y comportamientos dentro de la persona.

Podemos hacer mención en estos casos a las distintas circunstancias que abren las puertas a
caminos que llevan a las personas a convertirse en malas, y que al final llevan a las personas a
la inmoralidad.

Para empezar, tenemos a la TRAGEDIA, cuando la tragedia te golpea a ti o alguien cercano, es


difícil no culpar a algo o alguien, incluso cuando nadie tuvo realmente la culpa, es por eso que
entonces una persona puede enfadarse con gente que no se lo merece. Así cuando una
persona se ve a sí misma como víctima de una tragedia puede sentirse justificada para tratar
mal a otras personas que considera que no han pasado por el mismo dolor que ella. Una mala
persona que haya pasado por una situación similar nunca será buen jefe por el hecho de que
no sabe ocuparse internamente de sus problemas personales y se desquita con su personal de
trabajo.

Por otro lado, tenemos a la SUPERIORIDAD MORAL, cuando se hace una buena acción puedes
sentirte moralmente superior a muchas personas, pero aquellos que se sienten de esta
manera rara vez se contentan con eso, pues solamente lo consideran como parte de uno de
sus deberes u obligaciones. Casi siempre para muchas personas la moralidad es un acto de
equilibrio, puesto que cree que por haber cumplido con una de las cosas que debía hacer ya no
se le puede exigir que cumpla con lo demás que se le corresponde. Por ejemplo, tenemos a un
individuo que se dirige a un orfanato a depositar un donativo, por el camino se encuentra con
un mendigo al cual no le pone atención y continua hacia su destino, pues piensa que, porque
ya está cumpliendo su cuota de bondad con el orfanato, él no tendría por qué ayudar al
mendigo.

Así también, otro factor que podría ser el más relevante para que una persona sea mala es por
traumas de ABUSO, un jefe que haya sufrido de abuso va a continuar con este círculo vicioso,
pues las personas que la han sufrido presentan la tendencia de abusar de otras personas en el
futuro porque es lo único que conocen, esto puede reflejarse en forma de violencia,
manipulación, discriminación o cualquier explotación no consentida de los demás para
satisfacer los propios deseos.

Se presenta también lo que es la OPULENCIA, es ese argumento que lleva a que el


pensamiento de muchas personas se sienta invadido por la arrogancia, pues aquellas
consideran que lo que todo lo que tienen es gracias al duro esfuerzo que han realizado para
conseguirlo, un jefe que piense de esta manera tomará la idea de que toda justificación que
presente su equipo de trabajo para no ejercer sus labores es sinónimo de pereza, es decir, que
no considerará valores como la empatía y la comprensión con el prójimo.

Así mismo, cabe mencionar al profesionalismo, está comprobado que una persona mala nunca
llega a ser un buen profesional, porque para ser buen profesional es importante contar con
ciertos requisitos que te dan el valor suficiente para decir que eres muy bueno en lo que haces.
Además, es bien sabido que no podemos desintegrar nuestra vida interior de nuestra vida
profesional. Lo mencionado está confirmado por Howard Gardner, quien nos dice que para
alcanzar el verdadero profesionalismo es necesario que dentro de tu personalidad cuentes con
la excelencia, compromiso y ética. Muchos dicen que conocen a gente mala que es un buen
profesional, FALSO porque una persona mala no alcanzas la excelencia si no vas más allá de
satisfacer su ego, su ambición o su avaricia. Si no te comprometes, por tanto, con objetivos
que van más allá de tus necesidades para servir las de todos no puedes decir que eres un gran
profesional. Pues eso exige ética.

Así también tenemos la idea de que no solo es necesario contar con formación y experiencia
adecuadas para el puesto de un jefe. Las flexibilidades que van juntamente de la mano con la
inteligencia emocional son absolutamente imprescindibles para las organizaciones actuales y la
buena gestión de estas. El entorno laboral está asociado en muchos casos con las trampas
profesionales, con la mentira, con el juego de influencias y con las traiciones. Esta realidad
negativa existe, pero es una decisión personal entrar en ese juego negativo o apostar por
avanzar en el trabajo desde la honestidad de ser uno mismo, defender los derechos personales
de una forma asertiva y expresar la opinión sin miedo. Por último, las malas personas nunca
van a ser buenos jefes porque, además, nunca se van a preocupar por que su personal cuente
con un buen espacio de trabajo o que se sienta cómodo al ejercer su función dentro de él, es
esta la razón por la que muchas personas renuncian, no a sus labores sino a sus jefes, pues
como cualquiera, no toleran la falta de interés por el bienestar, la motivación extrínseca e
intrínseca de su personal de trabajo, y es lógico porque ¿quién va a querer que no lo traten
como considera que lo traten para hacer bien su encomienda?.

En conclusión, las malas personas nunca van a poder llegar a ser buenos jefes por el hecho de
que en su forma de vida guardan malos hábitos que han adquirido a lo largo de su vida, ya que
son estos los que rigen la manera en cómo tratar a los demás y de cómo van a gestionar su
empresa, negocio, trabajo, etc. No cabe duda que todos somos vulnerables a convertirnos en
malas personas en alguna determinada circunstancia que nos afecte significativamente, pero
depende del nivel de madurez que haya desarrollado uno mismo para hacer frente a ello y
tomar las mejores decisiones para con la sociedad y los grupos sociales que nos rodean.

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