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Unidad 3

El proceso analítico
Gestión de muestras biológicas
ÍNDICE

OBJETIVOS ....................................................................................................................... 3
CASO PRÁCTICO DE LA UNIDAD.................................................................................. 4
1. EL PROCESO ANALÍTICO ..................................................................................... 5
1.1. Fases del proceso analítico ......................................................................... 6
1.2. Fase preanalítica (I) ...................................................................................... 6
1.3. Fase preanalítica (II) ..................................................................................... 9
1.4. Fase analítica (I) .......................................................................................... 11
1.5. Fase analítica (II) ......................................................................................... 12
1.6. La fase postanalítica................................................................................... 13
2. LOS ERRORES EN EL PROCESO ANALÍTICO..................................................... 16
2.1. Errores en la fase preanalítica................................................................... 16
2.2. Errores en la fase analítica......................................................................... 19
2.3. Errores en la fase postanalítica ................................................................. 20
2.4. Recuerda...................................................................................................... 21
3. EL MÉTODO ANALÍTICO .................................................................................... 21
3.1. Conceptos ................................................................................................... 22
3.2. La selección del método ........................................................................... 24
3.3. Sensibilidad y especificidad ...................................................................... 26
3.4. Reproducibilidad y trazabilidad................................................................ 27
4. LOS ANÁLISIS CLÍNICOS .................................................................................... 28
4.1. Según el tipo de estudio que se realiza................................................... 30
4.2. Según el tipo de información que proporcionan .................................. 32
4.3. Según la finalidad del análisis ................................................................... 32
4.4. Recuerda...................................................................................................... 34
Resumen ........................................................................................................................ 35

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OBJETIVOS
RA3. Identificar la documentación del laboratorio, relacionándola con los
procesos de trabajo en la fase preanalítica y con el control de existencias.

a) Identificar las fases del proceso analítico.

b) Se han identificado los errores más comunes en la manipulación


preanalítica.

c) Se han definido los factores del paciente que influyen en los resultados
analíticos.

d) Se han identificado aspectos relativos al género en cuanto a la salud


y enfermedad

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CASO PRÁCTICO DE LA UNIDAD
“El proceso analítico"

En el laboratorio se efectúan los análisis solicitados a muestras biológicas para


obtener resultados que se utilizarán para el diagnóstico de enfermedades o
evaluar su evolución.

Un error en un análisis puede conducir a un diagnóstico erróneo y a decisiones


médicas inadecuadas para el estado real de la persona, que pueden tener
consecuencias muy graves.

Para evitarlo, todas las fases del proceso analítico se desarrollan bajo estrictos
controles.

Estas fases son:

• Fase Preanalítica.

• Fase Analítica.

• Fase Postanalítica.

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1. EL PROCESO ANALÍTICO
Caso Práctico
Rosa ha ido al médico porque últimamente se encontraba muy cansada. Para poder saber qué
le pasa, la primera prueba que le han realizado ha sido un análisis. Rosa volvió a ir al médico
para conocer los resultados, le comentó que tiene colesterol y esto puede provocarle el
cansancio que dice tener. Así que iba a proceder a mandarle medicación para rebajarlo. Rosa
le comentó que no podía ser, ella tiene una alimentación muy equilibrada, hace todos los días
deporte y no tiene antecedentes de colesterol en su familia, así que no está de acuerdo con
los resultados del análisis. El médico le dice que van a repetir los análisis. En estos segundos
resultados, efectivamente no salen resultados altos de colesterol. El médico le comenta que
hubo un fallo en la fase preanalítica, concretamente en la identificación de la muestra y que
los resultados no eran los suyos. Menos mal piensa Rosa, que todo ha ido bien porque si no
estaría medicándose por algo que no tiene.

Fases que componen el proceso analítico


Fuente: Editorial Altamar.

En el laboratorio se efectúan los análisis solicitados a muestras biológicas para


obtener resultados que se utilizarán para diagnosticar enfermedades o evaluar
su evolución, para establecer tratamientos farmacológicos o descartarlos, etc.

Un error en un análisis puede conducir a un diagnóstico erróneo y a decisiones


médicas inadecuadas para el estado real de la persona, que pueden tener
consecuencias muy graves. Para evitarlo, todas las fases del proceso analítico
se desarrollan bajo estrictos controles. En todos los casos, el proceso sigue la
misma secuencia de la imagen.

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1.1. Fases del proceso analítico

Fases del Proceso Analítico.


Fuente: Editorial Altamar .

Como hemos visto en la página anterior, este proceso se desarrolla en tres fases
que son las siguientes:

• La fase preanalítica abarca desde la recepción de una solicitud de


análisis hasta que la muestra llega al equipo responsable de hacerlo.
Destaca en ella la obtención de la muestra.

• La fase analítica es aquella en la que se llevan a cabo las labores de


análisis, aplicando un método analítico adecuado.

• La fase postanalítica incluye todo aquello que sucede una vez finalizado
el análisis. Destaca la elaboración del informe.

Veamos con mayor profundidad qué acciones se suceden en un proceso


analítico. El esquema que se presenta recoge las más destacadas, que
explicaremos a continuación.

1.2. Fase preanalítica (I)

Todo el proceso se inicia con la recepción de una solicitud o volante de petición,


momento en el que se inicia la fase preanalítica. Esta solicitud la realiza el
personal médico y debe incluir, sin posibilidad de confusiones, toda la
información necesaria para que el laboratorio identifique qué pruebas deben
practicarse y a quién. Esta información es la siguiente:

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1. Datos de la solicitud

Normalmente una solicitud tiene los siguientes datos:

• Identificación de la petición (número o código). En los casos en que la


solicitud proviene de un sistema electrónico, el sistema asigna un código
de identificación.

• Tipo de petición. Puede ser normal o urgente.

• Datos de filiación del paciente. Son los que identifican al paciente


(nombre, apellidos, número historia clínica, número de la tarjeta sanitaria,
etc.).

• Datos clínicos y demográficos (al menos, edad y sexo). Son necesarios


para interpretar de forma correcta los resultados, llevar a cabo estudios
complementarios, revisar la coherencia de los resultados, etc.

• Datos identificativos del solicitante. Indican quién hace la petición, el


servicio de donde procede el paciente, etc.

• Análisis solicitados. Detalle de las pruebas o estudios solicitados. El


modelo de solicitud suele reflejar las distintas opciones y el profesional solo
debe marcar las que desea.

2. El registro de la solicitud

Los datos de la solicitud recibida se deben introducir en el sistema


informático del laboratorio. Dependiendo de cómo sean el modelo de la
solicitud y el sistema informático, este proceso comporta mayor o menor
dificultad y riesgo de error.

Los mecanismos de entrada de datos pueden ser:

• Manual mediante códigos. Es la forma clásica. Los códigos pueden


ser numéricos o alfanuméricos. Se necesita personal formado que
conozca bien los códigos, pero a pesar de ello, si se trabaja deprisa y
con códigos similares, es muy fácil cometer errores.

• Petición electrónica. Es un sistema rápido y fiable, ya que la calidad


de los datos es máxima al no ser necesaria la transcripción. Manual
mediante códigos. Es la forma clásica. Los códigos pueden ser
numéricos o alfanuméricos. Se necesita personal formado que
conozca bien los códigos, pero a pesar de ello, si se trabaja deprisa y
con códigos similares, es muy fácil cometer errores.

• Petición electrónica. Es un sistema rápido y fiable, ya que la calidad


de los datos es máxima al no ser necesaria la transcripción.

• Volantes de marcas ópticas. Las solicitudes realizadas son leídas por


un lector automático que vuelca la información de las marcas ópticas
y códigos de barras en el sistema informático.

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Por este medio se introducen la mayoría de las pruebas y algunos
datos demográficos. Normalmente es necesario completar algunos
datos de forma manual. Una de las ventajas de este sistema es que
permite incluir información para el personal que realiza las
extracciones, la cual no queda visible en el documento.

• Lector de caracteres o escáner. Se utiliza un escáner para leer el


volante. Es similar al anterior, pero con la ventaja de que es más
barato y se puede guardar la imagen del volante e introducir
caracteres alfanuméricos. El diseño del volante es muy parecido al
anterior.

Fig. 3.1. La introducción manual de datos es cada vez menos frecuente, ya que es fácil cometer
errores y requiere más tiempo que otros sistemas.
Fuente: Editorial Altamar.

3. La hoja de extracciones

El sistema informático procesa los datos introducidos y genera una hoja de


extracciones, donde constan las pruebas solicitadas y la información
correspondiente de la fase preanalítica, agrupada generalmente de la
siguiente forma:

I. Instrucciones para el paciente:

• Instrucciones para la recogida de muestras, que son esenciales


cuando el paciente debe recoger la muestra él mismo (por ejemplo,
en una recogida de orina): cómo debe tomar la muestra, qué
precauciones debe adoptar, cómo tiene que conservarla, en cuánto
tiempo debe llevarla al laboratorio tras la obtención, etc.

• Preparación del paciente, si fuera necesario: si debe seguir una dieta,


evitar usar ciertos cosméticos, ayunar unas horas, etc.

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II. Instrucciones para el personal que va a realizar la extracción:

• Instrucciones para la extracción con información sobre el número y tipo


de contenedores necesarios para las pruebas solicitadas.

• Requerimientos especiales del paciente o de las muestras que deben


obtenerse.

III. Instrucciones para el transporte: temperatura, contenedores, etiquetado e


identificación, etc.

A partir los datos de la solicitud, se da cita al paciente para la obtención de la


muestra, se le entrega la hoja de instrucciones y, si debe obtener la muestra en
casa, los recipientes o dispositivos de recogida que corresponda.

Las instrucciones para el paciente

Diversas pruebas analíticas exigen que el paciente siga algunas indicaciones las
horas o días previos a la obtención de la muestra. En estos casos, es necesario
garantizar que la persona recibirá esa información tanto de forma oral como
por escrito. Las instrucciones también son esenciales cuando el paciente debe
recoger la muestra en casa, para que sepa cómo hacerlo y cómo conservar y
transportar la muestra.

Este es un ejemplo de hoja de instrucciones:

1.3. Fase preanalítica (II)

Tras revisar la solicitud, los siguientes pasos son:

I. La extracción e identificación de la muestra

Así, el siguiente paso en la cadena es la obtención de la muestra. La extracción


se puede realizar en el propio laboratorio, en la sala habilitada para este uso, o
bien la puede obtener el paciente en casa o el personal de enfermería en
planta. En todos los casos, la persona responsable de la obtención de la muestra
debe disponer de la información necesaria y de los recipientes adecuados para
la recogida. Para las extracciones en el laboratorio, existe un protocolo de toma

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de muestras, que detalla el procedimiento que se aplica para cada tipo de
muestra que se analiza en ese laboratorio. El personal debe conocer y aplicar
este protocolo. Una vez que se ha tomado o recibido la muestra, se debe
identificar inmediatamente para evitar el riesgo de confusiones. La
identificación se hace mediante etiquetas con código de barras que genera el
sistema informático, y que asocian la muestra a la solicitud previamente
registrada. Cuando los puntos de extracción y recogida de muestras están
dispersos o cuando no se dispone previamente de la información de la solicitud,
se recurre a etiquetas preimpresas; en este caso, se adhiere una al documento
de solicitud que la persona presenta y una a cada una de las muestras que se
tomen, de forma que quedan asociadas a esa solicitud.

II. La conservación y el transporte de la muestra

En cuanto la muestra está recogida e identificada es necesario mantenerla en


unas condiciones que garanticen que llegará al laboratorio en perfecto estado.
En las próximas unidades veremos que las condiciones y los requisitos de
conservación y transporte son distintos según el tipo de muestra y el tipo de
análisis.

III. La recepción y registro de muestras en el laboratorio

Una vez que las muestras están en el laboratorio se deben hacer la recepción y
registro. Primero se verifica la solicitud y se efectúa una inspección visual de las
muestras y de su identificación. Las muestras deben ser las que corresponden a
esa solicitud, tanto en identificación como en número, cantidad, forma de
conservación, tiempo trascurrido desde la obtención, etc. Los requisitos son
distintos según las muestras y los análisis. Cada laboratorio dispone de un
protocolo para la recepción de muestras, y en él se especifican los casos en que
se debe rechazar cada tipo de muestra, así como el procedimiento
correspondiente. En caso de rechazo, se debe notificar a los responsables de la
extracción o al médico, según corresponda, indicando las causas del rechazo.
En caso de aceptación, la persona responsable lo hace constar y se registra la
entrada de la muestra en el sistema informático. A continuación, la muestra
sigue su curso.

IV. La preparación y clasificación de las muestras

En este punto se hace una clasificación, y cada muestra se lleva a la zona que
corresponda, directamente a la zona analítica o bien a las zonas en que se
efectúan tareas de preparación. Todos los procesos que se apliquen deben
quedar debidamente registrados. Las tareas de preparación tienen como
objetivo dejar la muestra lista para la realización de los análisis solicitados. Puede
ser necesario: repartirla en diversos recipientes para aplicar distintos métodos
analíticos, centrifugar, homogeneizar, preparar cortes de tejidos para su
observación al microscopio, etc. Actualmente, y sobre todo en los grandes
laboratorios, se tiende a automatizar alguna o todas las acciones de
clasificación y preparación mediante sistemas preanalíticos robotizados
controlados por el sistema informático.

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¡Tenlo en cuenta!

La aceptación de una muestra que no esté en perfectas condiciones puede


hacer que luego no se pueda analizar, o que genere resultados erróneos.

1.4. Fase analítica (I)

Es la fase en que la muestra es sometida a los análisis o a la determinación


solicitados, siguiendo un método analítico adecuado.

Por eso, en cuanto a la realización de análisis, hay que saber que las pruebas
analíticas se pueden hacer mediante analizadores automáticos o
manualmente. En todos los casos, se deben cumplir los requisitos referentes a:

• Personal. El personal que lleva a cabo cada tarea debe estar cualificado
para hacerla.

• Instrumental, reactivos, equipos, etc. Todo lo que se use debe cumplir las
especificaciones que correspondan al tipo de prueba que se va a
efectuar, atendiendo a los parámetros de calidad del laboratorio y a la
regulación legal que corresponda.

• Procedimientos. Cada análisis se debe hacer aplicando el método


analítico seleccionado para esa prueba. El procedimiento concreto
debe estar debidamente detallado en un PNT y se debe aplicar siempre
siguiendo de forma estricta ese protocolo.

A continuación, se describen los dos procedimientos de realización de análisis:

Los analizadores automáticos

Por regla general ya en todos los laboratorios la mayoría de las determinaciones


analíticas se realizan en analizadores automáticos conectados por medios
informáticos.

Fig. 3.2. Analizador automático de pH y gases en sangre.


Fuente: Editorial Altamar.

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La conexión de estos analizadores puede ser:

• Unidireccional. Se le deben introducir los datos de la solicitud y el


analizador envía luego los resultados al ordenador.

• Bidireccional. El analizador capta la programación de las pruebas que


debe efectuar a cada muestra y luego envía los resultados.

El tipo de conexión puede ser:

• En tiempo real. En cuanto se introducen en el sistema los datos del


volante, pasan al analizador, que a su vez envía los resultados en cuanto
los tiene.

• Por lotes. El envío y la recepción de datos se hacen a requerimiento del


personal.

Las Pruebas Manuales

Todavía existen pruebas que no están automatizadas y/o que se realizan


manualmente. Para facilitar la gestión de los datos, en estos casos es habitual
que el sistema genere una lista de trabajo, diseñada a partir del PNT
correspondiente, en la que el personal ve todos los pasos que debe seguir y
puede ir incorporando los datos resultantes.

Para reducir el riesgo de error en las entradas manuales de datos, se pueden


incorporar avisos mediante colores o sonidos, para que alerten de que el
resultado que se está introduciendo es muy alto o muy bajo, o incongruente con
esa prueba.

1.5. Fase analítica (II)

En esta fase, también son importantes los controles de calidad y la validación


de los resultados. Se detallan a continuación.

Los controles de calidad

En esta fase es imprescindible que el sistema informático emita algún tipo de


alerta en tiempo real cuando detecte resultados anómalos. La programación
de estas alertas se puede hacer con base en distintos criterios. Lo habitual es
establecer unos valores máximos y mínimos para cada parámetro y programar
una alerta que se active cuando un valor quede por encima o por debajo de
ese margen de normalidad. Pero también se puede hacer un seguimiento a un
paciente concreto, de forma que el sistema compare su serie de resultados y
alerte cuando detecte una variación superior a la que hayamos programado.

Muchos analizadores tienen programas de control de calidad incluidos en el


software de gestión del equipo, pero lo ideal es utilizar un software específico de
control de calidad para todo el laboratorio, de tal forma que el sistema
informático recoja y valore en línea los resultados de todos los controles.

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Una de las principales ventajas que ofrece este sistema es el acceso desde
cualquier puesto de trabajo a los resultados de los controles y la posibilidad de
relacionar los resultados de los pacientes con el estado del control de calidad
en el momento de obtenerlos.

La validación

Una vez que se han obtenido los resultados analíticos y antes de pasar a la
siguiente fase en muchos laboratorios el personal técnico realiza una validación
en base a unos procedimientos normalizados establecidos por el laboratorio,
que le indican qué comprobaciones o acciones debe llevar a cabo en función
de determinados criterios (repeticiones, diluciones, calibraciones, cambios de
reactivos, avisos, etc.).

1.6. La fase postanalítica

Fig. 3.3. Sistema de archivo de biopsias del laboratorio de un hospital.


Fuente: Editorial Altamar.

Una vez que se ha llegado al final de una prueba analítica y se ha obtenido un


dato, antes de realizar el informe final, un facultativo legalmente acreditado
para ello debe hacer una revisión final y validar ese dato. Esta validación se
realiza mediante los siguientes pasos:

Revisión y validación

El facultativo revisa los resultados antes de emitir el informe. Por lo general:

• Revisa la congruencia de los resultados entre sí.

• Revisa la coherencia de los resultados con el tipo de paciente, el proceso


patológico, el tratamiento y el historial analítico anterior.

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• Según sus observaciones podrá:

o Ordenar la repetición de alguna prueba, o la realización de


pruebas complementarias.

o Añadir comentarios interpretativos y recomendaciones.

o Ponerse en contacto con el solicitante para transmitir un resultado.

o Validar el informe.

El informe

Una vez validados los resultados, se emite el informe, que debe incluir los
siguientes datos:

• Nombre y dirección del laboratorio, y nombre de las personas


responsables del informe que se ha emitido.

• Fecha de recogida y de entrega de los resultados.


• Número de identificación de la muestra y del informe.

• Datos o valores obtenidos de cada uno de los parámetros solicitados


agrupados según el estudio que los ha realizado: hematología,
bioquímica, microbiología, etc.

• Valores de referencia y procedimiento utilizado en cada determinación.


Indicación de si el dato obtenido es patológico en relación con los
valores de normalidad o referencia.

• En caso de que la determinación se realice en un laboratorio de


referencia o colaborador, tendrá que indicarse en el informe.

• Finalmente, el informe se hace llegar el médico solicitante, que lo


incorpora a la historia clínica.

Tradicionalmente, el informe del laboratorio se elabora en papel. Esto sigue


haciéndose en muchas consultas o centros pequeños; pero es cada vez más
frecuente el uso de los recursos informáticos, bien el propio sistema informático
del hospital, bien a través de internet o intranet, o simplemente mediante el
correo electrónico. Todas estas opciones agilizan el trabajo administrativo del
laboratorio, reducen el tiempo de entrega y minimizan el riesgo de pérdidas o
errores.

El archivo

El Real Decreto 1093/2010 recoge los datos mínimos que deben constar en los
informes clínicos en el Sistema Nacional de Salud, y algunas autonomías ya
disponen de las normativas que desarrollan este Real Decreto.

En él también se establecen los criterios que se deben aplicar para el archivo


de las muestras ya analizadas y de los informes.

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En cuanto a las muestras, una vez validado el informe correspondiente se deben
almacenar durante un periodo variable.

Este archivo se hace con el fin de:

• Poder realizar nuevas comprobaciones, si es necesario.

• Ofrecer al clínico la posibilidad de solicitar nuevas pruebas sin que haya


que extraer una muestra nueva.

• Guardarlas con fines científicos o legales.

Debido a que en los grandes laboratorios se manejan miles de muestras


diariamente, resulta muy útil que sea el sistema informático el que gestione los
archivos de muestras, pero habrá que definir funciones de búsqueda de
muestras o grupos de muestras con determinados criterios.

La normativa también establece que debe existir un archivo de informes que


cree un registro histórico de resultados por paciente y por técnicas. Como ocurre
con las muestras, el almacenamiento informatizado es la mejor opción.

La destrucción

Una vez superado el tiempo legal de archivo, las muestras se deben destruir,
siguiendo para ello los procedimientos establecidos por el laboratorio para
cada tipo de muestra. Todos los residuos resultantes se deben tratar según su
naturaleza, atendiendo a las normativas relativas a eliminación de residuos.

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2. LOS ERRORES EN EL PROCESO ANALÍTICO
Caso Práctico
Rosa le cuenta a su mejor amiga Marga lo que le ha sucedido. Marga comenta que a ella le
pasó algo parecido, concretamente en la f ase postanalítica, le calcularon mal las magnitudes,
es decir, la concentración de colesterol de LDL en el suero ya que se calcula a partir de las
concentraciones de colesterol total, de colesterol de HDL y de triglicéridos.

Fig. 3.4. Los retrasos en la emisión o envío de los informes son un error postanalítico que se debe
evitar.
Fuente: Editorial Altamar.

El resultado de un análisis depende en parte del método analítico que


empleemos, ya que no todos tienen la misma exactitud ni proporcionan el
mismo nivel de información. Pero también se pueden producir discrepancias
para un mismo método. A menudo se deben a factores personales, que
estudiaremos en la próxima unidad, pero en otras ocasiones se deben a errores
en la aplicación del método.

2.1. Errores en la fase preanalítica

En esta fase se producen más del 80% de los errores del proceso analítico.

Los más habituales son:

• Errores administrativos. En la fase preanalítica se reciben solicitudes que


se deben revisar y registrar, muestras que deben corresponder a las
solicitudes y se deben aceptar o rechazar y registrar, y se generan
muestras que se deben identificar y clasificar, etc. En todos estos procesos

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se pueden producir errores, aunque a medida que aumenta el nivel de
informatización la incidencia de estos errores se reduce.

• Preparación inadecuada del paciente. El paciente debe saber cómo se


debe preparar y el técnico debe verificar antes de hacer la toma que ha
seguido correctamente las instrucciones. Tomar una muestra cuando el
paciente no ha seguido al pie de la letra las instrucciones hará que el
resultado no sea útil, y supondrá una pérdida de tiempo para averiguar
la causa de esa variación.

• Información insuficiente. Los resultados de muchos análisis pueden variar


en función de distintas características y situaciones: embarazo, diabetes,
medicación, etc. Toda la información relevante se debe recoger para
que esté disponible en el momento en que se estudien los resultados para
su validación.

• Obtención defectuosa de la muestra (Doc. 3.2). Cada muestra se debe


obtener siguiendo el procedimiento establecido. En el caso de las
muestras que recogen los pacientes, se les debe informar previamente y
confirmar, a la recepción de la muestra, que han aplicado el
procedimiento de forma correcta. En algunos casos el laboratorio
dispone de un test que el paciente debe cumplimentar y firmar cuando
entrega la muestra.

• Conservación y transporte inadecuados de la muestra. Cada tipo de


muestra tiene unas condiciones de conservación y un tiempo máximo
entre la obtención y el procesamiento. Cualquier cambio podría
provocar una variación en los resultados o inutilizar la muestra.

• Clasificación o procesamiento incorrectos. Las muestras aceptadas y


registradas son clasificadas y, en las que corresponde, se aplican
métodos de preparación. Algunos errores en estos procesos son una
centrifugación insuficiente o excesiva, un alicuotado incorrecto, etc.

¡Tenlo en cuenta!

Aplicar correctamente los procedimientos y hacer todas las comprobaciones


necesarias resulta imprescindible para minimizar el riesgo de errores en la fase
preanalítica.

Variabilidad en la toma de muestras de sangre

En lo que se refiere al proceso de obtención de la muestra, hay distintos factores


que pueden influir en los resultados que se obtendrán al analizarla. En el caso
de las muestras de sangre podemos destacar los siguientes:

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• Postura. La postura mantenida por el paciente interviene en la
concentración de proteínas y por tanto en la concentración de las
sustancias transportadas por ellas, así como en la concentración de
algunas hormonas y otras sustancias, debido al intercambio de agua
entre los espacios intersticial e intravascular.

• Tiempo de aplicación del torniquete. Si el compresor puesto antes de la


extracción se mantiene más tiempo del que se recomienda, que suele
ser dos minutos, puede producirse un aumento de concentración de los
parámetros que se van a analizar o alteraciones en la coagulación.
También existen sustancias cuya extracción se tiene que realizar sin poner
el torniquete, como es el caso del ácido láctico.

• Vías y sueros terapéuticos. Cuando la persona lleva una vía colocada, la


extracción se efectúa preferentemente en el otro brazo. Si el espécimen
debe obtenerse a través de un catéter, debe desecharse antes una
cantidad de sangre para evitar la dilución de la muestra. Si lo que se
quiere es realizar un análisis de coagulación, se evitará utilizar para la
recogida una vía que tenga anticoagulante (heparinizada).

• Aditivos. Dependiendo de la muestra y el tipo de análisis, se añaden en


ocasiones sustancias al espécimen que aseguran la estabilidad y
conservación de la muestra hasta el momento de su análisis. Estas
sustancias deben cumplir su función sin alterar a las que deseamos
analizar; un error en el aditivo puede hacer inviable el posterior análisis.

Estos procedimientos se aplican normalmente en las muestras de sangre,


principalmente para evitar su coagulación. Para facilitar el trabajo y evitar
errores, existen tubos para la recogida de sangre con distintos aditivos, y existe
un código de colores normalizado para identificarlas; así, viendo el color del
tapón se puede saber qué aditivo contiene el tubo y, en consecuencia, para
qué tipo de análisis está indicado.

Para los tubos que contienen algún aditivo, es necesario respetar la cantidad
de espécimen que se debe incorporar, ya que viene determinada por la
cantidad de aditivo que ya contiene el tubo.

• Asepsia. Cualquier obtención de muestras se debe realizar en


condiciones higiénicas adecuadas. En el caso de las muestras para
microbiología, será esencial evitar contaminaciones durante la
extracción o conservación.

• Orden de extracción. Cuando hay que tomar muestras para distintos


análisis, es necesario seguir un orden en la recogida que evite la
contaminación microbiológica o contaminación cruzada de aditivos
entre tubos. La extracción de varias alícuotas es habitual en las muestras
de sangre, ya que se necesitan muestras con distintos aditivos para poder
realizar distintos análisis.

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Por ejemplo, si se solicita un hemocultivo junto con un hemograma y pruebas de
coagulación el orden de extracción es: primero el tubo para hemocultivo, para
garantizar la máxima esterilidad, a continuación, el tubo de coagulación y por
último el de hemograma.

Los procedimientos establecidos para la toma de estas muestras prevén estos y


otros factores que pueden provocar una variación de los resultados analíticos.
Es imprescindible, por tanto, aplicar de forma estricta el procedimiento que
corresponde a cada tipo de muestra.

2.2. Errores en la fase analítica

Esta es la fase en que se producen menos errores, solamente alrededor del 13%
del total; esto se debe a que es la fase que se desarrolla en un entorno más
controlado y con protocolos de calidad más estrictos.

Los errores que principalmente se producen son:

Controles y calibrado defectuosos

Por ejemplo, la medición de una magnitud biológica sin haber procesado antes
un material de control de calidad interno o el procesamiento de una serie de
muestras empleando una calibración defectuosa.

Problemas con los reactivos

El uso de reactivos caducados, mal conservados o reconstituidos de forma


incorrecta alterará los resultados. Los reactivos se deben conservar a la
temperatura indicada por el fabricante y reconstituirlos tal como indica su

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prospecto. Además, se debe registrar la fecha de caducidad y la fecha del
inicio de la utilización de cada reactivo.

Errores de dilución

Un error en la dilución de una muestra puede causar una alteración significativa


del resultado. Los analizadores automatizados evitan este tipo de errores.

2.3. Errores en la fase postanalítica

La mayoría de los errores en la fase postanalítica derivaban de la transcripción


de los resultados, que se hacía de forma manual. En la actualidad, la
informatización de los laboratorios prácticamente ha eliminado este factor de
error, ya que casi todos los resultados pasan directamente del analizador al
sistema informático del laboratorio.

Otra posible fuente de errores era el cálculo de magnitudes a partir de otras (por
ejemplo, la concentración de colesterol de LDL en el suero se calcula a partir
de las concentraciones de colesterol total, de colesterol de HDL y de
triglicéridos). También en este caso la informatización ha minimizado estos
errores, ya que el sistema efectúa el cálculo de forma automática a partir de los
resultados obtenidos.

A pesar de todo ello, aún se producen algunos errores en esta fase (sobre el
18%). Los más habituales en la actualidad son las deficiencias en la
comunicación y el incumplimiento de los plazos establecidos.

¡Tenlo en cuenta!

Cada laboratorio tiene establecido el plazo en que se deberán tener los


resultados y el informe. A partir de estos plazos se fijan horarios de visitas para los
pacientes, se programan intervenciones, etc.; un incumplimiento puede alterar
todas estas previsiones, y retrasar el diagnóstico y el inicio del tratamiento.

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2.4. Recuerda

3. EL MÉTODO ANALÍTICO
Caso Práctico
Raquel, la profesora de muestras biológicas, está explicando en clase lo que son los
procedimientos analíticos.

- Raquel: ¿Me explica alguien qué es un procedimiento analítico?

- Lidia: Creo que el proceso por el cual se hace un análisis.

- Raquel: Muchas gracias Lidia, pero no es eso. Un procedimiento analítico recoge las
instrucciones generales necesarias para aplicar un método. Los procedimientos analíticos
fijan los mínimos para la aplicación de ese método. A partir de ellos, cada laboratorio
desarrolla su propio protocolo en el que detalla la forma concreta en que se llevará a la
práctica, dadas sus características, recursos, requisitos de calidad, personal disponible,
exigencias de los clientes, etc.

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Validación de métodos analíticos.
Fuente: fernandotazon.com.es

3.1. Conceptos

En este apartado, vamos a estudiar algunos conceptos importantes que hay


que conocer para poder estudiar el método analítico. Los describimos a
continuación.

Analito

El componente de interés analítico de una muestra cuya presencia o


concentración se quiere conocer se denomina analito.

En muchos casos, esa cuantificación o detección se puede hacer mediante


distintos métodos, Por ejemplo, añadiendo una sustancia para que reaccione
con el analito y viendo qué cantidad de esa sustancia ha reaccionado,
mediante técnicas ópticas, provocando una sedimentación, etc.

Método analítico

Un método analítico es la adaptación de una técnica para llevar a cabo una


medición o una detección determinadas.

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Para cada método existe un procedimiento asociado que detalla la forma de
aplicarlo: los pasos que se deben seguir, las especificaciones que deben cumplir
los reactivos, los equipos y el instrumental, la forma en que se deben interpretar
los resultados, etc.

Procedimiento analítico

Un procedimiento analítico recoge las instrucciones generales necesarias para


aplicar un método.

Los procedimientos analíticos fijan los mínimos para la aplicación de ese


método. A partir de ellos, cada laboratorio desarrolla su propio protocolo en el
que detalla la forma concreta en que se llevará a la práctica, dadas sus
características, recursos, requisitos de calidad, personal disponible, exigencias
de los clientes, etc.

Protocolo analítico

Un protocolo analítico reúne las directrices específicas escritas para


desarrollar un método analítico en un contexto determinado.

Cada protocolo concreta qué tipo de muestra se puede utilizar para aplicarlo.
También detalla cuál debe ser el método de obtención y conservación de la
muestra, y la cantidad necesaria. Por tanto, el protocolo analítico que se
aplicará en el laboratorio determina cómo deberá ser la recogida de muestras
en la fase preanalítica.

Los procedimientos normalizados de trabajo (PNT)

El protocolo se redacta en forma de procedimiento normalizado de trabajo


(PNT). Cada PNT debe incluir:

• El objeto y alcance.

• Principio del procedimiento (en este caso, del método analítico).

• Tipo de muestra en la que se puede determinar.

• Valores de referencia.

• Reactivos y preparación de estos.

• Procedimiento, técnica o tipo de reacción.

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• Cálculo de la reacción.

• Linealidad e interferencias.

• Almacenaje y estabilidad.

• Bibliografía.

3.2. La selección del método

Para muchos análisis hay varios métodos analíticos autorizados, o existe la


opción de aplicar un método de forma manual o automatizada, en estos casos
el laboratorio debe seleccionar el método más adecuado a sus características
y necesidades, con base en criterios de practicabilidad y de fiabilidad. Vamos
a ver estos criterios.

Criterios de Practicabilidad

Son criterios que se refieren a los aspectos prácticos de la utilización del método:

• Rapidez, comodidad y bajo coste en la obtención de la muestra


necesaria.

• Tiempo que requiere el procedimiento y rapidez con que se obtiene el


resultado.

• Habilidad o experiencia del personal que exige el método, y si el


laboratorio dispone de personal preparado para realizarlo o no.

• Riesgos específicos del método y medidas de seguridad que requiere:


reactivos tóxicos o inflamables, procesos que pueden generar vapores
tóxicos, etc.

• Coste por muestra. Qué vale, en total, conseguir el resultado en una


muestra con este método.

En función de estos parámetros, cada laboratorio seleccionará el método


analítico para el que esté mejor preparado y que pueda aplicar de forma fácil,
segura y económica para obtener resultados fiables en un tiempo aceptable.

Criterios de Fiabilidad

Son los criterios técnicos que definen el método. Destacamos los siguientes:

• Exactitud. Es el grado de coincidencia entre el valor obtenido en el


análisis y el valor real (el que sabemos que tiene la muestra). Cuanto más
se acerque el resultado obtenido al valor real, más exacto será el
método.

24
• Precisión. Es el grado de similitud o concordancia entre resultados de
varios análisis efectuados a una misma muestra en condiciones idénticas.
Cuanto más similares sean los resultados, más preciso será el método.

• Sensibilidad. Es la capacidad de discriminar pequeñas diferencias en la


concentración de la sustancia que se analiza (analito). Un método que
permite medir centésimas de unidad será más sensible que otro que solo
llega a medir décimas.

• Selectividad. Es la capacidad de medir con exactitud y específicamente


el analito en presencia de otros componentes.

• Robustez. Es la capacidad del método de mantener sus características


(de exactitud, precisión, sensibilidad, etc.) ante pequeñas
modificaciones ambientales o de procedimiento.

Teniendo en cuenta estas características, para cada método se definen:

• Incertidumbre o nivel de confianza. La concordancia absoluta entre el


valor medido y el valor real no se puede garantizar. Cualquier método
tiene un grado de incertidumbre que nos indica entre qué intervalo de
valores estará el valor real. Se expresa en porcentaje o mediante una
cifra:

o En un porcentaje. Por ejemplo, un 0,1% indica que el valor real


puede estar hasta un 0,1% por encima o por debajo del valor
medido.

o En una cifra. Por ejemplo, ± 0,1 indica que el valor real está en el
intervalo que hay entre el valor medido – 0,1 y el valor medido +
0,1.

o Límite de detección. Es la cantidad o concentración mínima de


analito que es capaz de detectar el método, para un nivel de
confianza dado.

o Límite de cuantificación. Es la cantidad o concentración mínima


de analito que es capaz de cuantificar el método, para un nivel
de confianza dado.

¡Tenlo en cuenta!

No existe correlación entre exactitud y precisión. Por ejemplo, un método puede


ser muy preciso (porque varias determinaciones de una misma muestra dan
resultados casi idénticos), y a la vez ser poco exacto (porque esos resultados
difieren del valor real).

25
3.3. Sensibilidad y especificidad

La sensibilidad y la especificidad son otras características destacadas de los


métodos analíticos que es necesario tener en cuenta.

SENSIBILIDAD

Nos indica la probabilidad de que una prueba diagnóstica dé positivo, ante una
muestra positiva. Para su cálculo se utiliza la fórmula:

Donde S es la sensibilidad, VP son los verdaderos positivos y FN los falsos


negativos. Se expresa como la proporción de personas positivas que están
enfermas.

ESPECIFICIDAD

Nos indica la probabilidad de que una prueba diagnóstica dé negativo, ante


una muestra negativa. Una alta especificidad evita los falsos negativos. Para su
cálculo se utiliza la fórmula:

Donde E es la especificidad, VN son los verdaderos negativos y FP son los falsos


positivos.

Evidentemente tanto los falsos positivos como los falsos negativos pueden tener
consecuencias graves para la salud y, por tanto, el laboratorio debe descartar
cualquier método que no proporcione unos niveles aceptables de sensibilidad
y especificidad, y establecer un sistema de control para el método escogido
que permita detectar cualquier desviación respecto de los valores establecidos.

Sensibilidad y Especificidad

Estamos valorando una prueba diagnóstica para detectar un tipo de cáncer.


Para hacerlo, a 3.000 pacientes se les practica la prueba antes de hacerles la
biopsia, que es el método de diagnóstico habitual. Se obtienen los siguientes
resultados:

26
A partir de aquí, podemos calcular la sensibilidad y la especificidad de la
prueba:

El 89,31% de los positivos de la prueba serán realmente casos de cáncer.

El 92,86% de los negativos de la prueba serán realmente casos en que no hay


cáncer.

3.4. Reproducibilidad y trazabilidad

La aplicación de cualquier método analítico debe garantizar la


reproducibilidad y la trazabilidad. Se definen de la siguiente manera:

• Reproducibilidad. Significa que cada análisis se debe hacer


exactamente igual todas las veces que se haga. La existencia de los PNT,
que detallan los procesos paso a paso, garantiza que sea así. Esta
característica garantiza que todos los análisis mantienen exactamente el
mismo nivel de fiabilidad, los haga quien los haga.

• Trazabilidad. Implica que una vez concluido un proceso se deben poder


reconstruir todos los pasos que se han seguido desde el principio,
incluyendo los productos y equipos que se han usado. Esto permitirá, en
caso de que se produzca algún error, detectar en qué momento se ha

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producido, determinar qué alcance tiene y aplicar las medidas
necesarias para que no vuelva a ocurrir. Para conseguirlo, todas las
operaciones deben quedar guardadas mediante documentos de
registro; en el próximo apartado estudiaremos la documentación que
permite garantizar la trazabilidad de cada proceso.

La trazabilidad es un concepto muy vinculado al de calidad y un requisito


esencial en cualquier laboratorio. Pensemos, por ejemplo, en una prueba
diagnóstica que ha dado un resultado claramente erróneo. No será
suficiente pensar que ya se ve que está mal y pedir su repetición: será
necesario averiguar qué ha pasado, porque quizás en otros casos el error
no sea tan obvio y no lo detectemos.

Para averiguar dónde está el problema deberemos volver atrás, paso a


paso, para estudiar todos los procesos a que ha sido sometida esa
muestra: ¿se ha obtenido correctamente?, ¿cómo y dónde se ha
conservado?, ¿se le ha aplicado algún procedimiento de preparación?,
¿los distintos equipos que se han utilizado con ella funcionan
correctamente?, ¿los reactivos que se han empleado están en buen
estado?, etc.

Este proceso permitirá detectar el problema y aplicar las medidas para


que no se repita. Pero solo será posible llevarlo a cabo si se han
planificado debidamente todas las fases para garantizar la trazabilidad.

4. LOS ANÁLISIS CLÍNICOS


Caso Práctico
Siguiendo con la explicación de clase...

- Raquel: Ahora sí, ¿qué me podéis explicar de los análisis clínicos?

- Lidia: Los tipos de análisis, y los analitos que se van a analizar son información esencial
para la correcta obtención y conservación de las muestras. En relación con los tipos de
análisis, y centrándonos ahora en el laboratorio de análisis clínicos, podemos distinguir
entre distintos tipos según la disciplina que apliquemos en el estudio: estudios bioquímicos,
hematológicos, inmunológicos o genéticos.

- Raquel: Muy bien, ahora sí.

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Fig. 3.5. El método analítico que se aplicará condiciona la forma en que se debe obtener y
conservar la muestra.
Fuente: Editorial Altamar.

El tipo de estudio que se deba realizar a la muestra y el método analítico que se


aplicará no solo son importantes en la fase analítica, sino también en la
preanalítica, ya que condicionarán el tipo de muestra, la cantidad necesaria,
la forma de conservación de la muestra, el tipo de envase que se deberá usar,
etc.

Así, por ejemplo, una muestra de sangre se toma en un tubo con anticoagulante
o sin él, dependiendo de si para los análisis se necesita la sangre total o
solamente el suero.

O una muestra de heces se conservará en la nevera tras su obtención o no,


dependiendo de si se le deben practicar estudios parasitarios (las bajas
temperaturas afectan a algunos parásitos, por lo que la conservación en
refrigeración alteraría los resultados).

Los tipos de análisis, y los analitos que se van a analizar, por tanto, son
información esencial para la correcta obtención y conservación de las
muestras. En las próximas unidades estudiaremos los distintos tipos de muestras y
los análisis que se pueden aplicar a cada una, pero veamos ahora cómo
podemos clasificar los análisis según el tipo de estudio que se realiza, según la
información que aportan y según la finalidad del análisis.

29
4.1. Según el tipo de estudio que se realiza

En relación con los tipos de análisis, y centrándonos ahora en el laboratorio de


análisis clínicos, podemos distinguir entre distintos tipos según la disciplina que
apliquemos en el estudio: estudios bioquímicos, hematológicos, inmunológicos
o genéticos.

Los estudios microbiológicos se pueden realizar en los laboratorios de análisis


clínicos, pero es un tipo de estudio que presenta características propias, que
ampliaremos en la próxima unidad.

Los de anatomía patológica, como ya hemos explicado, se deben realizar en


laboratorios específicos para estos estudios.

1. Estudios Bioquímicos

Los estudios bioquímicos se centran en realizar determinaciones para conocer


las concentraciones de los distintos componentes químicos. A cualquier muestra
se le puede realizar un estudio bioquímico. Los analitos pueden ser muy diversos:

2. Estudios Hematológicos

Los estudios hematológicos se centran en estudiar todos los componentes de la


sangre.

En el caso de las células, el estudio no se efectúa sobre la estructura celular sino


sobre las cantidades de cada tipo de células o sobre la integridad de estas.

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La forma de obtener y conservar las muestras variará según el tipo de análisis
que se deba realizar.

3. Estudios inmunológicos

Los estudios inmunológicos se dedican a estudiar todo lo relacionado con el


sistema inmune: enfermedades autoinmunes, hipersensibilidades,
inmunodeficiencias, el rechazo a trasplantes, el nivel de inmunización frente a
vacunas y/o enfermedades.

Las sustancias analizables en este caso son: antígenos, anticuerpos, interferones,


inmunocomplejos o el complejo mayor de histocompatibilidad.

4. Estudios genéticos

Los estudios genéticos se dedican a detectar las causas que producen una
determinada enfermedad (cariotipo), las mutaciones puntuales de algunos
tipos de enfermedades a través de análisis de ADN (biología molecular), ver cuál
es la mejor terapia para el tratamiento del cáncer, etc.

Las sustancias de estudio son los cromosomas, el ADN y el ARN.

¡Tenlo en cuenta!

Los distintos tipos de estudio requieren la presencia de personal especializado


en cada uno de ellos, y de los equipos, el instrumental y los productos de
laboratorio necesarios para aplicar las técnicas específicas de cada disciplina.

31
4.2. Según el tipo de información que proporcionan

Es posible clasificar las pruebas o análisis que se le pueden hacer a una sustancia
analizable dependiendo de la información que nos faciliten en: análisis
cualitativos, cuantitativos o semicuantitativos.

Análisis cualitativos

Nos indican solo si la muestra analizada contiene el analito, pero no en qué


cantidad o concentración está presente. Los resultados obtenidos se dan como
positivos o negativos.

Suelen ser métodos más baratos, rápidos y sencillos, y muchos de ellos se


comercializan en forma de test. Ejemplos típicos son las pruebas de embarazo
(detectan la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana [GCH]
en sangre o en orina) o los test de drogas (detectan la presencia de uno o varios
tipos de drogas en saliva o en orina).

Análisis cuantitativos

Son determinaciones que dan resultados numéricos. Estos métodos de análisis


son más caros, lentos y complejos que los anteriores. Cualquier determinación
bioquímica y casi todas las hematológicas nos proporcionarán números o cifras
como resultado, y podremos compararlos con los valores de referencia de ese
parámetro.

En cualquier análisis cuantitativo es imprescindible que el resultado se exprese


correctamente, para que no se puedan producir errores. Para hacerlo se debe
dar el valor numérico, y las unidades que se corresponden: 15 g/dl, 30 mg/ml,
etc.; además, las unidades del resultado y del valor de referencia deben
coincidir para que se pueda hacer fácilmente la comparación.

Análisis semicuantitativos

Son un término medio entre los dos anteriores. Detectan la presencia o no de un


analito y para los positivos, proporcionan una orientación sobre la
concentración. Las tiras reactivas son un ejemplo: si la sustancia está presente
cambian de color, y dependiendo de la concentración, la intensidad del color
es mayor o menor (no dan la concentración exacta, pero sí una idea de entre
qué valores se encuentra).

4.3. Según la finalidad del análisis

Dependiendo de su finalidad, podemos distinguir entre pruebas básicas y


pruebas funcionales:

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PRUEBAS BÁSICAS

Son las pruebas aisladas que normalmente llamamos de rutina, como las
determinaciones de glucosa, de colesterol, de urea, etc. Para cada tipo de
muestra, suele haber un conjunto de parámetros que se valoran de forma
estándar, y otros opcionales, para ciertas patologías.

Fig. 3.6. Las pruebas básicas y, entre ellas, las generales de sangre y orina, son las más frecuentes
en los laboratorios de análisis clínicos.
Fuente: Editorial Altamar.

PRUEBAS FUNCIONALES

Son conjuntos de pruebas analíticas que nos permiten ver las distintas funciones
tanto de la célula como de los distintos órganos del cuerpo humano. Algunos
ejemplos de pruebas funcionales son la prueba de tolerancia a la lactosa, una
curva de glucosa, una prueba de permeabilidad intestinal o pruebas
funcionales del tiroides (TSH y T4 libre) o del eje hipotalámico.

33
4.4. Recuerda

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Resumen
En este tema hemos estudiado todos los aspectos relacionados con el Proceso
Analítico en un Laboratorio, empezando por las fases que lo componen,
describiendo las mismas, viendo las actuaciones que se llevan a cabo en cada
una de ellas, así como los errores que se pueden cometer y los que son más
habituales en cada una de estas fases.

En la fase preanalítica hay que destacar el volante o solicitud de petición, con


unos datos específicos, así como su registro, la extracción e identificación de la
muestra, así como su conservación y transporte, y finalmente, la recepción,
registro, preparación y clasificación de las muestras.

En la fase analítica se produce la realización del análisis (dos tipos), los controles
de calidad y la validación.

Y, en la fase postanalítica, se produce la revisión y validación, es decir, que el


médico debe revisar los resultados antes de emitir el informe, el cual se archiva,
y finalmente, superado el tiempo legal del archivo, se destruye.

Como ya hemos mencionado, hay una serie de errores característicos de cada


fase, que se deben conocer.

Respecto al método analítico es importante realizar una buena selección del


método que se va a escoger según dos tipos de criterios que son los criterios de
practicabilidad y los criterios de fiabilidad. Otras dos características importantes
en el método analítico son la especificidad, la sensibilidad, la reproductibilidad
y la trazabilidad.

Finalmente, respecto a los Análisis Clínicos hemos estudiado que se pueden


clasificar según el tipo de estudio que se realiza, según la información que
aportan y según la finalidad del análisis.

Dentro de cada uno de ellos encontramos una subdivisión en distintos tipos que
se deben estudiar con profundidad.

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