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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA


LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
FUNDACION MISIÓN SUCRE
ALDEA BOLIVARIANA
“BEATRIZ DE RODRIGUEZ”
ORTIZ- ESTADO GUARICO

DERECHO PROCESAL
LABORAL

PARTICIPANTES:
Carlos Navarro
Margiory Ascanio

FACILITADORA:
Irma Lopez

Junio, 2022
DERECHO PROCESAL LABORAL

EL PROCESO POR AUDIENCIA ANTE EL TRIBUNAL DE


SUSTANCIACION, MEDIACION Y EJECUCION DEL TRABAJO

LA AUDIENCIA PRELIMINAR PRIMOGENIA Y SUS PROLONGACIONES


Con la finalidad de llevar una idea general de la audiencia preliminar en el nuevo
proceso laboral, se hace necesario por medio de la presente investigación, revisar
brevemente en este primer capítulo, la evolución del proceso laboral venezolano, hasta
llegar a la aparición innovadora de esta audiencia preliminar, así mismo se tratará la
concepción y finalidad de la misma en el proceso laboral.
Es preciso iniciar señalando en este punto, que la audiencia preliminar esta
concebida en el nuevo proceso laboral, en el artículo 129 de la ley orgánica procesal
laboral, que señala lo siguiente: “La audiencia preliminar será en forma oral, privada y
presidida personalmente por el juez de sustanciación y mediación, con la asistencia
obligatoria de las partes o sus apoderados. En la misma no se admitirá cuestiones previas”.
La norma en comento, señala la apertura de la audiencia preliminar, en la cual el juez debe
desplegar las funciones de conciliación y mediación como director del proceso, tratando
con la mayor diligencia para que éstas pongan fin a la controversia, a través de los medios
de autocomposición procesal, tal como lo prevé el artículo 133 ejusdem.
En este sentido, la doctrina especializada en esta metería, se han encargado desde la
promulgación de la ley, de expresar la concepción que sobre ella debe tenerse, en tal
sentido resulta ajustada toda las opiniones que serán citadas de seguida a lo que en
definitivas se debe entender por la audiencia preliminar, que sirven de complemento y
explicación al concepto que sobre la misma da la ley, antes citado.
Al respecto Marín (2003, 90) ha señalado que la audiencia preliminar,
es uno de los momentos fundamentales y estelares del juicio de trabajo y su realización y
conducción se materializa en la fase de sustanciación del proceso. Si hay lugar a
conciliación o arbitraje, es signo que la función mediadora del juez fue exitosa y no hay
lugar a proseguir la contención. En este orden de ideas, luego de la apertura a la celebración
de la audiencia preliminar, el juez debe conjuntamente con las partes establecer los criterios
a seguir para la consecución de la misma, mediante reglas claras que permitan discusiones
fluidas basadas en el respeto y consideración de las partes y la investidura del tribunal,
tomando en consideración que debe ser flexible ante la aplicación de las normas procesales,
habida cuenta de lograr el fin fundamental, creando un acercamiento y un clima de
confianza que permita conciliar posiciones opuestas (Luna, et al, 2005,138).
Para Zepeda (1990), la audiencia preliminar es un acto procesal concentrado, que se
desarrolla en forma oral y que tiene lugar una vez que se ha instruido la causa, con la
finalidad de depurar el proceso a los efectos del juicio oral o del logro de una decisión
compositiva anticipada. De esta definición, se siguen ciertas aclaratorias en primer lugar a
esta audiencia se le llama preliminar porque siempre es previa al juicio oral y en segundo
lugar, se realiza siempre después que se ha instruido la causa, es decir, después de que se ha
citado legalmente al demandado y se conocen sus defensas, así como las pruebas de que
han de valerse las partes y sus respectivas oposiciones (p.278).

NATURALEZA JURIDICA
La Audiencia Preliminar es entendida como una institución de control formal y
sustancial de las actividades y diligencias de la investigación, principalmente de la
acusación. Esta diligencia, también permite la aplicación de alternativas dentro del proceso
penal, como la suspensión condicional, el procedimiento abreviado, la aplicación de
criterios de oportunidad y otras. Durante la sustanciación, el Juez Penal debe admitir o
rechazar la prueba ofrecida por las partes para el juicio, y al mismo tiempo podrá ordenar la
realización de otras que permitan una mejor preparación del juicio. También pueden surgir
incidencias propias de la sustanciación de la Audiencia Preliminar, en cuyo caso, si alguna
de las partes no está conforme con la determinación adoptada por el Juez Penal en el
desarrollo, deberán ejercer la única materia recursiva prevista para el caso, cual es, el de
reposición, señalándose que no es necesaria la apelación en subsidio, porque se trata de un
planteo en una audiencia oral que al formularse conlleva, implícitamente, la subsidiariedad
de la apelación si el vicio no es corregido al final de la discusión.
Una vez finalizada la audiencia preliminar, inmediatamente el Juez deberá resolver
todas las cuestiones que han sido planteadas, y en el caso que exista una acusación pública
(recuérdese que también puede existir una acusación particular, pero el paso a la fase del
juicio oral y público depende exclusivamente de una plataforma propia que la brinda una
acusación pública), dictará el auto de apertura a juicio oral y público, admitiendo la
acusación (pública -y privada también- si es que existe).
Esta es la resolución más importante de la Etapa Intermedia, porque en ella se
determina el objeto del juicio y la sentencia proveniente solamente podrá referirse a los
hechos que han sido expuestos en un debate contradictorio.
En la Audiencia Preliminar, como se puede constatar con las normas del CPP, se
adoptan decisiones de gran trascendencia procesal para el futuro del sostenimiento de la
acción penal, y, por esta propia envergadura de su importancia político-criminal (pone de
relieve la seriedad de la acusación y su eventual admisión es la que marcará el rumbo del
"objeto" del proceso penal para el juicio oral y público, sobre el cual se construirá la
"congruencia" de la decisión finalmente recaída en el juicio oral y público), exigen la
máxima responsabilidad en el tratamiento de las cuestiones deducidas.2 Y esta exigencia,
es la que precisamente no se cuida, o, directamente, se olvidan, principalmente los órganos
estatales, cuando la convierten en un rito in extremis y poco o nada permiten discutir
respecto a circunstancias perfectamente controvertibles durante la sustanciación de la
Audiencia Preliminar. No está demás admitir, en la realidad, que la investigación
desplegada por el Ministerio Público durante la Etapa Preparatoria, en cierto modo, puede
incorporar excesos en el ejercicio de sus amplias facultades, principalmente, de su poder
coercitivo. De ahí que su actuación pueda generar cierta "similitud" con el modelo
inquisitivo, lo que se pretende corregir durante la discusión con rasgos propios del modelo
acusatorio (oralidad, publicidad, inmediatez, sencillez, concentración, contradicción y
economía) de la Etapa Intermedia, y, en especial, la Audiencia Preliminar. De esta manera,
se preservan o restañan los derechos y garantías procesales, entre ellas, principalmente, las
concernientes a la inviolabilidad de la defensa y de la principio de presunción de inocencia,
que no sólo deben regir con todo su rigor conceptual y operativo en el juicio, sino en todo
el procedimiento penal (obviamente que se integra a dicho esquema, la Etapa Intermedia).
El Juez Penal como garantizador de las reglas del debido proceso penal dispone de
muchas facultades para corregir los vicios que ordinariamente se pueden observar en la
tarea de investigación desplegada por el Ministerio Público, pero, obviamente, se reitera
siendo cuidadoso y auto limitándose en esta actuación, para evitar incursionar por
reemplazos propios de las partes y arriesgando notoriamente su imparcialidad. De ahí
que su función se ciña a la enmienda -en la medida de lo posible- los errores de orden
formal o sustancial y salvaguardar la tarea informativa acumulada por el Fiscal, siempre
que no se encuentre frente a obstáculos insalvables como el caso de actos que vulneran
elementales garantías a favor del imputado, en cuyo caso, la nulidad absoluta jamás puede
ser objeto de saneamiento y mucho menos de convalidación, ya que admitir el ingreso de
evidencias o elementos probatorios contaminados por el germen de la nulidad absoluta, lo
único que contribuirá es a la nulidad insanable de la etapa subsiguiente, cual es, la del juicio
oral y público. Finalmente, el Juez Penal luego de oídas las partes respecto a sus
fundamentos y requerimientos, así como desarrollada la prueba pertinente a la posición de
cada una, se retirará inmediatamente para resolver y dictará una resolución que puede
tender a dos direcciones bien definidas:
a) Disponiendo la admisión de la acusación (con reformas de la calificación
requerida por el Ministerio Público o la querella, según el caso), dictando
el auto de apertura a juicio oral y público, o;
b) Admitiendo la oposición de la defensa, haciendo lugar al sobreseimiento
definitivo o provisional de la causa o a las excepciones perentorias
(ejemplo: prescripción o extinción de la acción, falta de acción en el
acusador público, etc.).

COMPUTO
En fecha 29 de septiembre del año 2004, el Juzgado Cuarto Superior del Trabajo del
Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas dictó sentencia, mediante la cual repuso la causa al estado de que fuera certificada
la notificación de la demandada, a los fines de que comenzara a contarse el cómputo de
diez días hábiles para la celebración de la audiencia preliminar. Contra este fallo es ejercido
el presente recurso de control de legalidad.
Ahora bien, los artículos de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, cuya infracción
se denuncia son del tenor siguiente:
Artículo 2.- El juez orientará su actuación en los principios de uniformidad,
brevedad, oralidad, publicidad, gratuidad, celeridad, inmediatez, concentración, prioridad
de la realidad de los hechos y equidad.
Artículo 126. Admitida la demanda se ordenará la notificación del demandado,
mediante un cartel que indicará el día y la hora acordada para la celebración de la audiencia
preliminar, el cual será fijado por el Alguacil, a la puerta de la sede de la empresa,
entregándole una copia del mismo al empleador o consignándolo en su secretaría o en su
oficina receptora de correspondencia, si la hubiere. El Alguacil dejará constancia en el
expediente de haber cumplido con lo prescrito en este artículo y de los datos relativos a la
identificación de la persona que recibió la copia del cartel. El día siguiente al de la
constancia que ponga el Secretario, en autos, de haber cumplido dicha actuación,
comenzará a contarse el lapso de comparecencia del demandado.
También podrá darse por notificado quien tuviere mandato expreso para ello,
directamente por ante el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo
respectivo.
El Tribunal, a solicitud de parte o de oficio, podrá practicar la notificación del
demandado por los medios electrónicos de los cuales disponga, siempre y cuando éstos le
pertenezcan. A efectos de la certificación de la notificación, se procederá de conformidad
con lo establecido en la Ley Sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas en todo cuanto
le sea aplicable, atendiendo siempre a los principios de inmediatez, brevedad y celeridad de
la presente Ley. A todo evento, el Juez dejará constancia en el expediente, que
efectivamente se materializó la notificación del demandado. Al día siguiente a la
certificación anteriormente referida, comenzará a correr el lapso para la comparecencia de
las partes a la audiencia preliminar.
Parágrafo Único: La notificación podrá gestionarse por el propio demandante o por
su apoderado, mediante cualquier notario público de la jurisdicción del Tribunal.
Artículo 128. El demandado deberá comparecer a la hora que fije el Tribunal,
personalmente o por medio del apoderado, a fin de que tenga lugar la audiencia preliminar
al décimo día hábil siguiente, posterior a la constancia en autos de su notificación o a la
última de ellas, en caso de que fueren varios los demandados.
De la transcripción que precede se evidencia que el artículo 2 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo contiene los principios que deben orientar la actuación del Juez
laboral, destacándose entre ellos, la brevedad y la celeridad.
El artículo 126 de la referida ley adjetiva procesal, en primer lugar contiene el modo
y la oportunidad en que debe practicarse la notificación por cartel del demandado,
indicando expresamente que será a partir de la constancia que ponga el secretario, en autos,
de haber cumplido con dicha actuación, que comenzará a contarse el lapso de
comparecencia de la parte accionada.
Seguidamente, el citado artículo contempla la citación expresa, ante el Tribunal de
Sustanciación, Mediación y Ejecución, relativa a quien tuviere mandato expreso para ello,
sin exigir, en este caso, que el Secretario deje constancia o certifique dicha actuación.
En párrafo aparte, continúa, el mencionado precepto legal estableciendo la
posibilidad de notificación del demandado a través de medios electrónicos y remite en
cuanto a la certificación, en el caso de esta modalidad de notificación, a lo establecido en la
Ley Sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas, señalando, nuevamente que, a partir
de la certificación es que comenzará a computarse el lapso de comparecencia de las partes a
la audiencia preliminar.
Por último, alude el referido artículo 126 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, a
la posibilidad que tiene la parte demandante de gestionar la notificación del accionado
mediante cualquier notario público de la jurisdicción del Tribunal.
Asimismo, de la lectura del artículo 128 de la citada Ley Orgánica Procesal del
Trabajo se entiende que el legislador estableció que la celebración de la audiencia
preliminar debe realizarse al décimo día hábil siguiente a la constancia en autos de la
notificación de la parte demandada.
De lo expuesto puede concluirse que en el caso de la notificación expresa de quien
tuviere mandato para ello, no exige expresamente el legislador que el secretario certifique
tal actuación de la parte demandada y ello se entiende si se toma en consideración la
finalidad que persigue la certificación por parte de tal funcionario de la realización de la
notificación en sus otras modalidades, ya sea mediante cartel, por medios electrónicos o por
correo con aviso de recibo –artículo 127 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo-, puesto
que en el caso de estas tres últimas formas de notificación, ésta se materializa fuera del
expediente, puesto que en el caso del cartel éste es fijado en la sede de la empresa,
entregándose una copia del mismo en la secretaría o en la oficina receptora de
correspondencia de la accionada, por lo que resulta absolutamente necesario a los fines de
que exista certeza jurídica de la realización de tan importante acto procesal que el
funcionario correspondiente certifique en el expediente su efectiva realización, a los fines
de que no exista duda del momento en que deberá comenzar a computarse el lapso para la
celebración de la audiencia preliminar y lo mismo ocurre en los casos de notificación por
medios electrónicos o por correo con aviso de recibo.
No obstante lo anterior, en el caso específico de la notificación expresa, el
legislador no exige tal requisito de índole procesal, por cuanto la persona que tiene mandato
para ello se da por notificado en el mismo expediente que contiene la causa, ya sea
mediante escrito o diligencia. En el caso del escrito, consta en el expediente la fecha de su
recepción, mediante comprobante de recepción de documento emanado de la Unidad de
Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial correspondiente, y en el
caso de que se haga a través de una diligencia, aparte del referido auto de recepción, ésta
está suscrita por la diligenciante y por la secretaria del Juzgado respectivo, por lo que
exigir, además, una certificación por parte del secretario del Tribunal en estos casos resulta
innecesario, puesto que consta en autos la notificación de la parte accionada y la
oportunidad de su realización, por lo que no debe existir duda con relación al momento en
que debe comenzar a computarse el lapso para la celebración de la audiencia preliminar.
En virtud de las razones precedentemente expuestas, debe esta Sala concluir que el
lapso de diez días hábiles para la celebración de la audiencia preliminar debió comenzar a
computarse al día siguiente a aquél en que la parte demandada, mediante apoderado con
poder expreso para ello, se dio por notificada del procedimiento instaurado en su contra, tal
como fue considerado por el Tribunal de la causa, en consecuencia tal acto fue realizado
oportunamente por dicho Juzgado, de modo que a juicio de esta Sala el pronunciamiento
del Tribunal de alzada que ordenó la reposición de la causa al estado de que se certificara la
notificación expresa del demandado y, posterior a eso, comenzara a computarse
nuevamente el lapso para la celebración de la referida audiencia, violentó el principio de
brevedad y celeridad que debe imperar por mandato constitucional y legal en el
procedimiento laboral y en consecuencia infringió los artículos 2, 126 y 128 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, lo que conlleva a la procedencia del presente medio
excepcional de impugnación. Así se decide. En consecuencia, y visto que la parte actora no
compareció ni por si ni por medio de apoderado a la celebración de la audiencia preliminar
se declara desistido el proceso, de conformidad con lo establecido en el artículo 130 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, tal y como será establecido en la parte dispositiva del
presente fallo. Así se decide.

RECEPCION DE PRUEBAS
En la audiencia preliminar el Juez de la Instrucción dispone o no la apertura a juicio.
En esta audiencia no se examina la culpabilidad del imputado, sino si la acusación
presentada por el Ministerio Público y/o querellante está fundamentada o no en medios de
prueba suficientes y legalmente obtenidas que justifique la apertura a juicio. (art.303). La
audiencia preliminar termina, no con una sentencia, sino con un Auto de No Ha Lugar o
con un auto de apertura a juicio.
Es importante señalar que el requisito más importante para que se determine
apertura a juicio o no ha lugar a favor del imputado, lo es la forma en que fueron recabadas
y presentadas las pruebas en su contra, ya que las mismas deben ser obtenidas de forma
legal tal como lo establece la ley 76-02 (Código Procesal Penal), en sus artículos 166 y 167,
de lo contrario se estaría violentando el legítimo derecho de defensa del imputado.
La acusación, sea para solicitar la apertura a juicio, sea para la aplicación del
procedimiento abreviado, es uno de los actos conclusivos mediante el cual el Ministerio
Público le pone fin a la Instrucción Preparatoria o etapa de investigación de las infracciones
(Art.293). Es potestativo del Ministerio Publico presentar o no acusación, lo que hará si
estima que la investigación proporciona fundamento para someter a juicio al imputado
(art.294).
La presentación de su acusación por parte del Ministerio Público determina que se
convoque la celebración de la audiencia preliminar. Presentada la acusación por el
Ministerio Público, la victima esta facultada para presentar su propia una acusación propia
o adherirse a la del Ministerio Público. El Código Procesal Penal no faculta a la victima a
presentar su acusación en ausencia de acusación del Ministerio Público, lo que equivaldría
a considerar a la victima como titular de la acción pública. En conclusión: la audiencia
preliminar no puede convocarse en base a la sola acusación del querellante.

LA REFORMA DE LA DEMANDA Y SUS EFECTOS PROCESALES


En efecto, el artículo 343 del Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente:
El demandante podrá reformar la demanda, por una sola vez, antes que el
demandado haya dado contestación a la demanda, pero en este caso se concederán al
demandado otros veinte días para la contestación, sin necesidad de nueva citación.
Del artículo antes transcrito emergen distintas oportunidades en que el actor puede
reformar o cambiar su demanda, a saber: a) Antes de la admisión; b) Entre la admisión de la
demanda y la notificación o citación (efectivas) del demandado; y, c) Luego de la citación y
antes de la contestación.
En efecto, tanto la doctrina nacional como la jurisprudencia han reconocido que el
recurrente puede reformar la demanda antes de que se produzca la admisión de la demanda,
y en este sentido, el doctrinario A.R.-Romberg, en su obra “Tratado de Derecho Procesal
Civil Venezolano”, expresamente señala lo siguiente:
...Se permite la reforma por una sola vez, poniendo así término a las dudas que
habían surgido en la práctica del foro, acerca de la admisibilidad de sucesivas reformas,
antes de la contestación de la demanda. La limitación ha de entenderse, lógicamente,
cuando se ha producido ya la citación, pues antes de ésta, las partes no están a derecho y no
hay litispendencia...
De igual forma, la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia,
en sentencia del 8 de abril de 1987, recaída en el Caso: Nike International Ltd. Contra Sport
Center, C.A., expresamente indicó lo siguiente:
...Esta Sala de Casación comparte en principio el criterio de la Sala Político-
Administrativa de no ser procedente la admisibilidad de una segunda reforma de la
demanda, pero considera que tal criterio es sólo aplicable al caso de estar para ese momento
citado el demandado, pues si no lo está, el actor a su conveniencia puede reformar la
demanda cuantas veces lo desee antes de la contestación.
En efecto, la facultad de reformar la demanda antes de que haya sido contestada, es
una consecuencia del derecho que se reconoce al actor en el artículo 206 del Código de
Procedimiento Civil, de poder retirar su libelo, sin el consentimiento del demandado, antes
de acto de la contestación. Para Borjas, ‘quien puede retirar su demanda en igual forma y en
otra, con los mismos o con diferentes pedimentos, puede desde luego sustituir una demanda
con otra, o limitarse a reformar simplemente la primera, pues ello queda comprendido
dentro de aquélla facultad del demandante. Para obviar a éste el trabajo de retirar primero
una demanda, y promover luego la otra, se le permite de una sola vez hacer reformas sobre
la primera, lo cual, por lo demás, no le quita aquel derecho, de que podrá usar libremente su
las reformas que necesita hacer fueren tales que requieran hacer desaparecer en su totalidad
el libelo primitivo’.
Ahora bien, la interpretación gramatical y filosófica que la Sala Político-
Administrativa formuló del mencionado artículo 265 del Código de Procedimiento Civil,
antes indicada, revela que el derecho del actor de reformar su demanda debe limitarse a una
sola vez, pero ello debe entenderse en el supuesto de que para la fecha de la segunda o
ulterior reforma el demandado esté citado, pues en caso de no estarlo, cesan las razones
economía y celeridad procesales y para evitarle sea mantenido indefinidamente que sea
mantenido de reforma en reforma...
(Subrayado de la Sala).
Por lo que atañe a la oportunidad de que la reforma sea realizada entre la admisión y
la notificación o citación (efectivas) de la parte demandada, se observa que la única
limitación para reformar el libelo ocurrirá en el momento en que el demandado decida
oponer cuestiones previas, en virtud de lo cual, habrá precluído para el actor la posibilidad
de reformar o modificar su demanda. (Negrillas y subrayado del Tribunal).
Ahora bien del estudio exhaustivo de las actas que conforman el presente
expediente, cabe verificarse que la citación de la parte demandada se hizo efectiva para el
día 03 de noviembre del año 2014, fecha en la cual el Alguacil Temporal del Tribunal
consigna la correspondiente boleta, y en fecha 01 de diciembre del año 2014, las Abogadas
en ejercicio M.M. y L.M., actuando en su carácter de Apoderadas Judiciales de la parte
demandada, presenta escrito de contestación a la demanda en el presente juicio, y luego en
esa misma fecha, la Abogada ejercicio A.B. en su carácter de Apoderada Judicial de la
parte actora, consigna escrito de reforma de la demanda.
Bajo ese marco conceptual y doctrinario, este Tribunal concluye que la reforma de
demanda se puede proponer una sola vez si a parte hubiere sido citada y no ha contestado la
demanda o propuesto cuestiones previas, varias veces en caso que no haya habido citación,
pero en el caso que ocurrió la citación y la parte demandada contesto la demanda antes de
precluir el lapso de comparecencia, no esta permitida la reforma de la demanda, es por ello
que en el presente caso al estar contestada la demanda antes de la proposición de la
reforma, esta ultima resulta inadmisible en cuanto a derecho se refiere, es por ello que este
JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y
AGRARIO DEL SEGUNDO CIRCUITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL
ESTADO BOLIVAR, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara INADMISIBLE la reforma de la demanda,
presentada por la Apoderada Judicial de la parte actora, Abg. A.B., en fecha 01 de
diciembre de 2014, en virtud que en fecha 01 de diciembre del año 2014, la parte
accionada, representada por sus apoderados judiciales, presento escrito de contestación a la
demanda en el presente juicio. Así mismo, se señala a las partes que los lapsos procesales
continúan transcurriendo sin interrupción, estando la causa en etapa de promoción de
pruebas, se ordena efectuar por secretaria un cómputo de los lapsos procesales contados a
partir de la citación hasta la presente fecha.-

LA COMPARECENCIA OBLIGATORIA DE LAS PARTES Y/O DE SUS


APODERADOS
Delgado nos explica como antes de la reforma del 2001, el COPP no contenía
regulación expresa acerca de la prueba pericial dentro de las normas que rigen la actividad
probatoria, aun cuando diversas disposiciones del mismo se referían a ella y a la deposición
de los expertos. Ahora sí contempla, en una nueva sección dentro del Capítulo II (De los
Requisitos de la Actividad Probatoria), del Título VII (Régimen Probatorio), denominada
“Sección Sexta. De la Experticia”, un conjunto de normas reguladoras de este medio
probatorio (artículos 237 al 242).
“Artículo 237. Experticias. El Ministerio Público ordenará la práctica de experticias
cuando para el examen de una persona u objeto, o para descubrir o valorar un elemento de
convicción, se requieran conocimiento o habilidades especiales en alguna ciencia, arte u
oficio.
El fiscal del Ministerio Público, podrá señalarle a los peritos asignados, los aspectos
más relevantes que deben ser objeto de la peritación, sin que esto sea limitativo, y el plazo
dentro del cual presentarán su dictamen.” COPP. Para Mayaudón, en el COPP este instituto
procesal del peritaje o experticias presenta deficiencias en cuanto a su regulación, lo cual
conlleva a malas interpretaciones sobre todo en lo referente a la potestad que tienen las
partes distintas al Ministerio Público para solicitar la práctica de experticias.
En este sentido el autor considera necesario hacer las siguientes aclaratorias: Se
presta a confusión la regulación de las experticias cuando en el artículo 237 del COPP se
silencia la facultad que tienen las otras partes, distintas al Ministerio Público, de pedir la
realización de experticias; pues no podrá jamás pretenderse que este medio probatorio sea
de exclusiva utilización del órgano público acusador. Tanto el imputado como la víctima
pueden solicitar la práctica de experticias y su utilización durante el debate del juicio
(2004:83). En efecto para solicitarlas al Ministerio Público se legitima en esa fase al
imputado (art. 125.5 y 305) y a la víctima (por el derecho que tiene de intervenir en el
proceso –art. 119.1- y como tal para proponer diligencias al fiscal –art. 305-, así como en
condición de querellante –art.295-). Y concretamente ambos (imputado y víctima
querellante) en el caso de las pruebas anticipadas (art.307) (Delgado:179). Es importante
destacar que el artículo 237 esta pensado sólo para la fase preparatoria (Pérez,2007:335),
posiblemente de allí sus limitados alcances.
Respecto al artículo 238 nos remitimos a lo comentado cuando desarrollamos el
punto 1.4.5. referido a la cualidad del perito o experto.
“Artículo 239. Dictamen pericial. El dictamen pericial deberá contener, de manera
clara y precisa, el motivo por el cual se práctica, la descripción de la persona o cosa que sea
objeto del mismo, en el estado o del modo en que se halle, la relación detallada de los
exámenes practicados, los resultados obtenidos y las conclusiones que se formulen respecto
del peritaje realizado, conforme a los principios o reglas de su ciencia o arte.
El dictamen se presentará por escrito, firmado y sellado, sin perjuicio del informe
oral en la audiencia.” COPP. Negritas nuestras.
El segundo elemento que complementa la experticia es la declaración en juicio del
experto o expertos que firman el dictamen. Elemento indispensable durante la fase del
juicio en el debate oral y público para que pueda ser apreciado por el tribunal este medio
probatorio. Esto se desprende del mismo artículo antes citado que en su parte final señala:
“El dictamen se presentará por escrito, firmado y sellado, sin perjuicio del informe oral en
la audiencia”. Además se compagina con lo establecido para la fase de juicio en el artículo
354 del COPP, donde queda establecido que los expertos responderán directamente a las
preguntas que le formulen las partes y el tribunal, pudiendo “consultar notas y dictámenes,
sin que pueda reemplazarse la declaración por su lectura” (ídem). Así también se consagra
en los artículos 356 (la inmediación entre el juez, los expertos y las partes en el debate, a
través del interrogatorio al experto), 357 (la comparecencia obligatoria del experto cuando
ha sido citado) y el 358, en su primer aparte, donde dispone que los objetos y otros
elementos ocupados, que sean exhibidos en el debate, podrán ser presentados a los expertos
y testigos para que los reconozcan o informen sobre ellos, así como las grabaciones y
elementos de prueba audiovisuales que sean allí reproducidos (Delgado:182).
Sobre este punto, Mayaudón concluye de la siguiente manera: “es bastante clara la
posición adoptada por nuestra ley procesal penal, de que para apreciar la experticia debe
exigirse la comparecencia de los expertos que firman el dictamen, en virtud precisamente
del principio de oralidad y la inmediación, por lo que no puede la lectura del dictamen
sustituir la declaración de quienes lo suscriben” (2004:86) Negritas nuestras.

EFECTOS PROCESALES DE LA INCMPARECENCIA DE LAS PARTES


1. Al dictarse una decisión sobre jurisdicción se suspende el proceso.
2. Si el TSJ en Sala Político Administrativa decide que si tiene jurisdicción,
entonces continúa el proceso.
3. Si el TSJ en Sala Político Administrativa decide que no tiene jurisdicción, se
extingue la causa y se llevará al órgano administrativo que corresponda conocer del asunto.
El sistema del CPC a este respecto tiende a resolver los problemas de competencia y
funciona como sustituto de la apelación ordinaria; y por otra parte, sustituye también el
sistema de conflicto de competencia entre jueces, los cuales quedan supeditados a lo
previsto en el Art. 70 CPC.
Es necesario determinar las siguientes situaciones para comprender lo que se refiere
a la regulación de la competencia:
1. Cuando el juez declara su propia competencia a través de sentencia
interlocutoria. (Art. 67 CPC)
2. Cuando el Juez declara su competencia, mediante sentencia definitiva, que
comprende (Art. 68 CPC):
 El pronunciamiento sobre la competencia, afirmando la misma.
 Sobre el mérito de la causa.
1. Cuando el Juez declara su propia incompetencia (Art. 69 CPC).
El procedimiento para la regulación de la competencia se destacan las siguientes
características que contribuyen a la celeridad de su tratamiento y al de la causa:
1. La solicitud de la regulación de la competencia no suspende el curso del
proceso (Art. 71 CPC); el juez puede ordenar actos de sustanciación y medidas preventivas,
pero no puede decidir el fondo de la causa mientras no se dicte la sentencia que regule la
competencia.
2. El tribunal a quien corresponde decidir la regulación de la competencia,
deberá hacerlo dentro de los 10 días después de recibidas las actuaciones con preferencia a
cualquier otro asunto, de conformidad con el Art. 73 CPC.
3. La decisión se dictará sin previa citación ni alegatos (Art. 74 CPC)
4. La solicitud de regulación se propone en todo caso, ante el juez que se ha
pronunciado sobre la competencia, y resuelve sobre la regulación, el tribunal superior de la
circunscripción y en los casos del Art. 70 CPC la decisión corresponde al TSJ, en caso que
no haya tribunal superior que sea común a ambos jueces, en la misma jurisdicción.
1. Si se determina que tiene competencia continúa conociendo de la causa y
lleva a término el proceso.
2. Si se determina que no posee competencia se remite el expediente al juez
competente.
3. No hay suspensión del proceso, se sigue sustanciando y realizando los actos
procesales pero no se puede dictar sentencia hasta tanto no se resuelva la competencia.
ADMISION DE LOS HECHOS
La admisión de los hechos encuentra su origen en el plea guilty del derecho
anglosajón, que permite la declaración de culpabilidad anticipada, ahorrándole al Estado
tiempo y dinero para invertirlos en otros juicios.
En el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, que entró en vigencia el 1º
de julio de 1999, disponía:
En la audiencia preliminar, el imputado, admitidos los hechos objeto del proceso,
podrá solicitar al tribunal la imposición inmediata de la pena aplicable.
En estos casos, deberá el juez rebajar la pena aplicable al delito desde un tercio a la
mitad de la pena que haya debido imponerse atendidas todas las circunstancias, tomando en
consideración el bien jurídico afectado y el daño social causado. Sin embargo, si se trata de
delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas, el juez solo podrá rebajar la
pena aplicable hasta un tercio.
En la reforma parcial de julio de 2000, el procedimiento de la admisión de los
hechos quedó con el siguiente texto:
En la audiencia preliminar, o en el caso de flagrancia una vez formulada la
acusación y antes del debate, el imputado, admitidos los hechos objeto del proceso, podrá
solicitar al tribunal la imposición inmediata de la pena.
En estos casos, deberá el juez rebajar la pena aplicable al delito desde un tercio a la
mitad d el apena que haya debido imponerse atendida (sic) todas las circunstancias,
tomando en consideración el buen jurídico afectado y el daño social causado.
Sin embargo, si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las
personas, y en los casos de delitos contra el patrimonio publico o previstos en la Ley
Orgánica sobre sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, cuya pena exceda de ocho años
en su limite máximo, el juez solo podrá rebajar las pena hasta un tercio.
En el 2006 la admisión de los hechos establecía:
En la audiencia preliminar, una vez admitida la acusación, o en el caso del
procedimiento abreviado una vez presentada la acusación y antes del debate el Juez en la
audiencia instruirá al imputado respecto al procedimiento por admisión de los hechos,
concediéndoles la palabra. Éste podrá admitir los hechos objeto del proceso y solicitar la
imposición inmediata de la pena.
En estos casos, el Juez deberá rebajar la pena aplicable al delito imponerse,
atendidas todas los circunstancias, tomando en consideración el bien jurídico afectado y el
daño social causado, motivando adecuadamente la pena impuesta.
Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas, y en
los casos de delitos contra el patrimonio publico previstos en la Ley Orgánica sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, cuya pena exceda de ocho años en su limite
máximo, el juez solo podrá rebajar la pena aplicable hasta un tercio.
En los supuestos a que se refiere el parágrafo anterior, la sentencia dictada por el
Juez, no podrá imponer una pena inferior al límite mínimo de aquella que establece la ley
parta el delito correspondiente.
En caso de que la sentencia condenatoria sea motivada al incumplimiento por parte
del imputado del acuerdo repartió, o de las obligaciones impuestas en la suspensión
condicional del proceso, no se realizará la audiencia prevista en este artículo.
El vigente artículo 375 dispone:
El procedimiento por admisión de los hechos tendrá lugar desde la audiencia
preliminar una vez admitida la acusación, hasta antes de la recepción de pruebas.
El Juez o Jueza deberá informar al acusado o acusada respecto al procedimiento por
admisión de los hechos, concediéndole la palabra. El acusado o acusada podrá solicitar la
aplicación del presente procedimiento, para lo cual admitirá los hechos objeto del proceso
en su totalidad y solicitará al tribunal la imposición inmediata de la pena respectiva.
En estos casos; el Juez o Jueza podrá rebajar la pena aplicable al delito desde un
tercio a la mitad de la pena que haya debido imponerse, pudiendo cambiar la calificación
jurídica del delito, atendidas todas las circunstancias, tomando en consideración el bien
jurídico afectado y el daño social causado y motivando adecuadamente la pena impuesta.
Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas cuya
pena exceda de ocho años en su límite máximo, y en los casos de delitos de: homicidio
intencional, violación; delitos que atenten contra la libertad, integridad e indemnidad sexual
de niños, niñas y adolescentes; secuestro, delito de corrupción, delitos que causen grave
daño al patrimonio público y la administración pública;
tráfico de drogas de mayor cuantía, legitimación de capitales, contra el sistema
financiero y delitos conexos, delitos con multiplicidad de víctimas, delincuencia
organizada, violaciones graves a los derechos humanos, lesa humanidad, delitos graves
contra la independencia y seguridad de la nación y crímenes de guerra, el Juez o Jueza sólo
podrá rebajar hasta un tercio de la pena aplicable.
De la revisión al instituto de la admisión de los hechos, tal como ha sido regulado
por el Código Orgánico Procesal Penal, desde el texto original hasta el vigente, se observa
que, en lo que atañe al procedimiento ordinario, había sido limitada a la Audiencia
Preliminar.

EL DESISTIMIENTO
El desistimiento consiste en la renuncia a los actos del juicio, es decir, es el acto de
abandonar la instancia, la acción o cualquier otro trámite del procedimiento, a diferencia
del convenimiento, que es el acto de concertar en todo las pretensiones planteadas en la
demanda; advirtiendose que, para la validez de tales manifestaciones volitivas, es requisito
sine qua non que las mismas no sean contrarias al orden público y a las buenas costumbres,
figura expresamente regulada en el artículo 263 del Código de Procedimiento Civil.
Sobre tal aspecto, la doctrina jurisprudencial ha resumido su noción y condiciones
de procedencia en sentencia Nº 10, de fecha 27 de febrero de 2003, proferida por la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, expediente 90-002, con ponencia del
Magistrado Dr. A.R.J., así:
(...Omissis...)
“El desistimiento, tal y como lo enseña la doctrina de nuestros procesalistas clásicos
(Borjas y Marcano Rodríguez), es un acto jurídico que consiste en el abandono o renuncia
positiva y precisa que hace el actor o interesado, de manera directa, ya de la acción que ha
intentado, ya del procedimiento incoado para reclamar judicialmente algún derecho, o de un
acto aislado de la causa o, en fin, de algún recurso que hubiese interpuesto.
Como todo acto jurídico está sometido a ciertas condiciones, que si bien no todas
aparecen especificadas en el Código de Procedimiento Civil, han sido establecidas por la
jurisprudencia en razón de lo cual el desistimiento deberá manifestarse expresamente, a fin
de que no quede duda alguna sobre la voluntad del interesado.
Se requiere además, para que el juez pueda darlo por consumado, el concurso de dos
condiciones: a) que conste en el expediente en forma auténtica; y b) que tal acto sea hecho
pura y simplemente, es decir, sin estar sujeto a términos o condiciones, ni modalidades ni
reservas de ninguna especie. Para desistir se exige capacidad para disponer del objeto sobre
el cual verse la controversia, y que se trate de materias en las que no están prohibidas las
transacciones.

EL ORDEN PUBLICO LABORAL


"El orden público está integrado por todas aquellas normas de interés público, que
son de cumplimiento incondicional, que no pueden ser derogadas por las partes y, en las
cuales el interés general de la sociedad y del estado supedita el interés particular, para la
protección de ciertas instituciones que tienen elevada importancia para el mantenimiento de
la seguridad jurídica, tales como la oportunidad para la contestación de la demanda, la
apertura del lapso probatorio, y la preclusión de los actos procesales, entre otras."
A la Asamblea Nacional corresponde, entre otras funciones, legislar y aprobar por
ley los tratados o convenios internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional, salvo
excepciones; y, en particular, legislar en materia de trabajo, previsión y seguridad sociales.

FACULTADES Y DEBERES DEL JUEZ


El ordenamiento jurídico venezolano específicamente a través de un normativa
procesal a dotado al Juez de una serie de potestades o facultades con las cuales busca su
norte principal como lo es la verdad dentro del procedimiento con la intención de proteger
a las partes que lo conforman, cuando se encuentra convencido según los argumentos que
estas traen al proceso que realmente a una u otra parte les asiste el derecho reclamado
porque lo ha logrado demostrar a través de medios de prueba suficientes e idóneo para ese
fin. Dentro de esas facultades o deberes del juez se encuentra:
1. potestad inquisitiva en la cual sin traspasar los límites de orden público
respetando el debido proceso indaga con base a los hechos traídos por las partes al proceso
los cuales son demostrados por las pruebas aportadas por ellos buscara la verdad a través de
todo medio que este a su alcance sin perder de vista la irrenunciabilidad de derechos y
beneficios acordados por la ley a favor de trabajadores con la intención de protegerlos
(facultad tutelar) por lo cual debe actuar de forma activa dentro del proceso dándole
impulso y dirección con base a los derechos fundamentales que protege dicha potestad se
prevé en art 5 Ley Orgánica Procesal del Trabajo (LOPTRA).
Gracias a esta facultad el juez es el rector del proceso y debe impulsarlo
personalmente hasta su conclusión, dándole la posibilidad o potestad de promover medios
alternativos de resolución de conflictos (conciliación mediación y arbitraje (facultad de
Rectoría o promotora) contemplada en esos términos en el artículo 6 (LOPTRA) porque
debe satisfacer el interés general de la justicia de una manera efectiva y expedita, cosa que
va aunada el hecho de sentenciar, es decir, las facultades del juez se ampliaron de tal forma
que no solo se obliga a tomar una decisión, sino que debe impulsar, inquirir la verdad y
promover soluciones alternativas de resolución de conflictos, presenciar el debate y evacuar
pruebas adicionales a las de las partes de las cuales obtenga su convencimiento o certeza
suficiente para determinar la verdad (material) conforme art 71 LOPTRA estableciendo
facultad probatoria.

SEGUNDO DESPACHO SANEADOR


Un Segundo momento, lo constituye el segundo despacho saneador que esta
establecido en el artículo 134 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
se le impone al Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución una nueva función como lo
es corregir o aclarar, bien por haberlo advertido directamente de oficio o por solicitud de
parte, en el mismo acto, que está referido a aspectos bastantes puntuales, sin retardar el
proceso, en cuyo caso el juez debe resolver los vicios procesales que adviertan las partes,
expresando de manera oral lo decidido y corrigiendo directamente, por lo que se puede
denominar el saneamiento del Proceso, por lo que podemos concluir que éstas dos
instituciones tienen un alcance jurídico distinto.
Este segundo Despacho Saneador, tiene por finalidad, corregir y subsanar la controversia de
todos los errores y omisiones que puedan haberse presentado, para permitir el correcto
establecimiento de la relación jurídica procesal, para que se inicie con la necesaria
seguridad, el debate sobre la controversia y que el juez de juicio pueda resolver sin
obstáculos en el momento de dictar el fallo. Si en la audiencia preliminar no fue posible
poner fin al juicio, quedando ésta pendiente en su totalidad o en parte, el Juez de
Sustanciación, Mediación y Ejecución puede proceder oficiosamente, mediante un
Despacho Saneador a resolver todos los vicios procesales que pudiera detectar, ahora bien
hay que puntualizar que se pudiese considerar como VICIOS PROCESALES, los mismos
podrían constituir los datos que no se hayan advertido por el Juez en las funciones de
admisión o que hayan surgido en el curso de la audiencia preliminar, como serían, por
ejemplo que exista dudas en la identificación de las partes, que falte la determinación
precisa de fechas y montos, que falte la precisión de hechos y circunstancias que no se
hayan explanado con claridad en el libelo. Este Segundo Despacho saneador debe aplicarse
y resolverse dentro de la audiencia preliminar, es decir, antes que la misma concluya y
cuando se den por agotados los medios de resolución de conflictos, se deben pormenorizar
los vicios procesales detectados y conjuntamente con las partes el juez debe proceder a
resolverlos. Una vez que el juez de mediación se pronuncie sobre lo ordenado a subsanar,
será que concluirá la audiencia preliminar, para que continúe el proceso con la contestación
de la demanda. Cabe destacar, que corresponde solamente al Juez a través del Segundo
Despacho Saneador resolver en forma oral todos los vicios procesales que pudiere detectar,
sea de oficio o a petición de parte, y no a las partes y, razón por la que corresponde al juez
de Mediación resolverlos en forma oral, que se harán constar en acta.

LOS RECURSOS JUDICIALES


Los recursos son actos procesales que impugnan una sentencia o una resolución
judicial que, o bien es gravosa para la una parte o bien no se ajustan a normas de
procedimiento. Como fundamentos de los recursos podemos encontrar dos diferentes:
1º) Que el recurso o medio de impugnación sirve para recurrir el error de las
resoluciones judiciales si lo que se intenta en este caso es que el órgano judicial pueda
reconsiderar su decisión.
Los defectos que se denuncian pueden consistir en vicios de la actividad procesal,
un error de juicio (error in iudicando).
2º) Atender no tanto al error de las resoluciones judiciales sino al gravamen que
provoca la resolución judicial. Esto se produce porque la mayor parte de las veces no es
posible traducir a un dato objetivo los daños producidos.

Clases De Recursos.-
1º) Recursos devolutivos y no devolutivos
Los recursos devolutivos son aquellos cuya resolución corresponde al tribunal
jerárquicamente superior del que dictó la sentencia o resolución. Este tribunal superior se
llama tribunal ad quem; el tribunal que dicta la sentencia que se recurre, tribunal a quo. Por
tanto, son los recursos no devolutivos los que su tramitación y resolución corresponde al
mismo tribunal que dictó la sentencia que se impugna. Son devolutivos: la apelación, la
queja y la casación; son no devolutivos la reposición y la súplica.
2º) Remedios y recursos
Los recursos son aquellos medios de impugnación que tienen efectos devolutivos;
los remedios son todos los que no lo tienen.
3º) Ordinarios, extraordinarios y excepcionales
Los recursos ordinarios son aquellos que no exigen causas específicas para su
admisión y, además, no limitan los poderes de los tribunales ad quem. Como recursos
ordinarios tenemos la apelación, la queja, la súplica y la reposición.
Los recursos extraordinarios son los que exigen motivos taxativos para su
interposición. Además, limitan las facultades del tribunal ad quem. Sólo lo es el recurso de
casación.
Por último, los recursos excepcionales serían aquellos que al menos en teoría se
dirigen a atacar la cosa juzgada que se produce con la sentencia firme. Existen dos recursos
excepcionales en nuestro Derecho: el de revisión y la audiencia al rebelde.

4º) Principales y por adhesión


Estamos ante un sólo recurso, sólo que existe una diferencia temporal con respecto
al momento de su planteamiento. Los recursos por adhesión se plantean cuando el
recurrente aprovecha el planteamiento del mismo recurso por la otra parte. Solamente
tenemos como recurso de adhesión a la apelación.
5º) Recursos contra resoluciones de los tribunales y recursos contra resoluciones de
los juzgados
Contra los juzgados se interpondrán los recursos de apelación, queja o reposición.
Contra un tribunal, si estamos ante la Audiencia Provincial, se planteará la súplica, la queja
o la casación. Si estamos ante el TS, sólo el de súplica.
FIN DE LA AUDIENCIA PRELIMINAR
La audiencia preliminar es el acto procesal más importante de la fase intermedia de
los llamados sistemas acusatorios de oralidad plena (como el del COPP). El contenido de
esta audiencia es básicamente un debate sobre los hechos del proceso sobre su calificación
y sobre la viabilidad de la acusación. La audiencia preliminar tiene como objeto
fundamental resolver sobre la admisibilidad o no de la acusación. Si bien tal audiencia tiene
carácter contradictorio ello no posibilita que en la misma puedan plantearse cuestiones
propias del juicio oral, vale decir actos que requieran de una actividad probatoria que
resulta ajena a ese momento procesal.
Presentada la acusación el juez convocara a las partes a una audiencia oral, que
deberá realizarse dentro de un plazo no menor de diez días ni mayor de veinte. La victima
podrá, dentro del plazo de cinco días, contados desde la notificación de la convocatoria,
adherir a la acusación del Fiscal o presentar una acusación particular propia cumpliendo
con los requisitos del artículo 326. La admisión de la acusación particular propia de la
víctima al término de la audiencia preliminar, le conferirá la cualidad de parte querellante
en caso de no ostentarla con anterioridad por no haberse querellado previamente durante la
fase preparatoria. De haberlo hecho, no podrá interponer acusación particular propia si la
querella hubiere sido declarada desistida.
Conforme a lo establecido en el Art. 328 del COPP, hasta cinco días antes del
vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar, el Fiscal, la
víctima, siempre que se haya querellado o haya presentado una acusación particular propia,
y el imputado, pueden realizar por escrito los actos siguientes:
a. Oponer las excepciones previstas en este Código, cuando no hayan sido
planteadas con anterioridad o se funden en hechos nuevos.
b. Pedir la imposición o revocación de una medida cautelar.
c. Solicitar la aplicación del procedimiento por admisión de los hechos.
d. Proponer acuerdos reparatorios.
e. Solicitar la suspensión condicional del proceso.
f. Proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes.
g. Promover las pruebas que producirían en el juicio oral, con indicación de su
pertinencia y necesidad.
h. Ofrecer nuevas pruebas de las cuales hayan tenido conocimiento con
posterioridad a la presentación de la acusación fiscal.

El día señalado se realizara la audiencia en la cual las partes expondrán brevemente


los fundamentos de sus peticiones. Durante la audiencia el imputado podrá solicitar que se
le reciba su declaración, la cual será rendida con las formalidades previstas en este Código.
El juez informara a las partes sobre las medidas alternativas a la prosecución del proceso.
En ningún caso se permitirá que en la audiencia preliminar se planteen cuestiones que son
propias del juicio oral y público. Finalizada la audiencia el Juez resolverá, en presencia de
las partes, sobre las cuestiones siguientes, según corresponda:
1. En caso de existir un defecto de forma en la acusación del Fiscal o del
querellante, estos podrán subsanarlo de inmediato o en la misma audiencia, pudiendo
solicitar que esta se suspenda, en caso necesario, para continuarla dentro del menor lapso
posible;
2. Admitir, total o parcialmente, la acusación del Ministerio Publico o del
querellante y ordenar la apertura a juicio, pudiendo el juez atribuirle a los hechos una
calificación jurídica provisional distinta a la de la acusación Fiscal o de la victima;
3. Dictar el sobreseimiento, si considera que concurren alguna de las causales
establecidas en la ley;
4. Resolver las excepciones opuestas;
5. Decidir acerca de medidas cautelares;
6. Sentenciar conforme al procedimiento por admisión de los hechos;
7. Aprobar los acuerdos reparatorios;
8. Acordar la suspensión condicional del proceso;
9. Decidir sobre la legalidad, licitud, pertinencia y necesidad de la prueba ofrecida
parea el juicio oral.

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