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Muerte

Carl von Linneo. (1707-1778). Plantea que la sabiduría divina ha impuesto un orden natural
el cual descansa sobre cuatro fenómenos relacionados: propagación, distribución
geográfica, destrucción y conservación. Todas las calamidades han sido instauradas por
Dios por el bien supremo de los seres vivos en su conjunto, ya que hay que equilibrar
nacimientos y muertes. La muerte mantiene la justa proporción de la las especies.

Claude Bernard (1813-1878). Los organismos viven a la vez de su entorno y contra él; y
éste es para ellos al mismo tiempo oportunidad y amenaza. La existencia no es más que
una perpetua alternancia de vida y muerte, de composición y descomposición. No hay vida
sin muerte, ni muerte sin vida.

August Weismann (1834-1914). Hace una distinción entre causas externas e internas de
muerte, señalando que con la edad ciertos cambios en los tejidos minan su funcionamiento
y acaban por conducir directamente a lo que llamamos una muerte normal, o bien conducen
indirectamente a la muerte, al hacerlo incapaz de resistir ante influencias perjudiciales
externas de poca importancia.

Tipos de muerte
Los tipos de muerte suelen clasificarse de forma genérica en tres grandes grupos:

-Muerte natural: Causada generalmente por enfermedad o por procesos degenerativos


propios del envejecimiento.
-Muerte violenta: Asociada a aquellas muertes por homicidio, suicidio o accidentes de
cualquier tipo.
-Muertes indeterminadas, súbitas o inesperadas: Son aquellas que generalmente parecen
no tener una razón aparente, también son llamadas muertes sospechosas de criminalidad.

Clasificación de muerte ampliada

-Muerte reciente: Clasifica los casos donde no se ha iniciado el proceso de putrefacción


cadavérica.
-Muerte lejana: Se aplica cuando el cuerpo ha iniciado el proceso de putrefacción después
de cierta cantidad de horas.
-Muerte rápida: Se refiere a un deceso que se presenta de forma instantánea o en un tiempo
muy breve, sin dar tiempo de reacción.
-Muerte lenta o muerte agónica: Se presenta cuando existe un proceso degenerativo y
consecutivo y da como resultado que la persona muera. Un claro ejemplo son las
enfermedades terminales.
-Muerte natural o patológica: Es cuando el cuerpo, a causa de una enfermedad o por razón
de envejecimiento, tiene un cese de actividades biológicas.
-Muerte violenta: Producida por un agente externo que provoca un deceso de forma brusca.
-Muerte súbita, imprevista o inesperada: Se presenta en una persona sana y no parece
tener una causa o se desconocen antecedentes que logren explicarla.
-Muerte súbita del lactante: Conocida también como síndrome de muerte súbita del lactante
o muerte nocturna. Es cuando un lactante muere sin la presencia de una enfermedad grave
y los exámenes post mortem no revelan una causa aparente. Se produce de forma
inesperada en lactantes de entre 1 y 4 meses de edad. La causa real de este síndrome es
aún desconocida, pero algunas hipótesis contemplan explicaciones como la falta de
desarrollo de reflejos respiratorios y se conocen casos donde se ha confundido o usado de
fachada para encubrir infanticidios o muertes accidentales al dormir.
-Muerte por inhibición: es cuando los componentes de los sistemas de regulación
fisiológicos se ven afectados ante fuertes y bruscos estímulos externos. Desde un cambio
brusco de temperatura ambiental hasta un nivel alto de excitación, llevando a que estos
sistemas impidan, obstaculicen, reduzcan o disminuyan las funciones vitales, alterando la
evolución normal de las funciones corporales.
-Muerte por inanición: Se da por la ausencia de una alimentación adecuada por un periodo
de tiempo prolongado.
-Muerte sospechosa de criminalidad: Se produce de formas violentas o que no tienen una
explicación aparente.
-Muerte real o somática: Es cuando un cuerpo presenta todos los signos característicos de
muerte, tales como fallo sistémico, manchas cadavéricas o lividez, entre otros.
-Muerte momentánea o transitoria, es aquella que se presenta antes de los tres o cuatro
minutos y puede ser revertida mediante maniobras de reanimación y resucitación.
-Muerte cerebral: Se presenta como un coma profundo, como un estado vegetativo en el
cual la vida se prolonga de forma artificial.
-Muerte clínica: Es aquella que diagnostica el médico frente la ausencia de signos vitales,
en algunos casos llega a ser reversible.

Muerte en México
La muerte se ha celebrado por siglos, incluso desde antes de la Conquista. Los mexicas
entre sus dioses tenían a Mictlantecuhtli, Señor del inframundo, quien gobernaba en el lugar
donde de alguna manera se vive el sitio al que se iba una vez que fallecía. Se le
representaba descarnado, mostrando incluso el hígado o el corazón. La consciencia de la
muerte tampoco para los españoles era ajena, quienes durante la edad media consideraban
a la muerte como la gran niveladora, ante quien ricos y pobres, reyes y plebeyos eran
iguales. Ellos trajeron la fiesta religiosa de los Fieles Difuntos, dedicada a las almas que
aguardaban en el purgatorio, esa fiesta se unió a otras ceremonias que los grupos indígenas
realizaban para conmemorar el más allá como una parte indisoluble del ciclo de la vida.

Todas estas creencias se unieron en el bagaje cultural mexicano y dieron como producto la
celebración que hoy conocemos como Día de Muertos, en la que confluyen leyendas y
ceremonias de la más diversa índole, diversos, como nuestra propia cultura.
Eutanasia
La eutanasia es el acto deliberado de dar fin a la vida de un paciente. El especialista de la
salud causa la muerte de un paciente mediante una inyección de medicamentos que la
producen de manera rápida y sin dolor. Debe hacerse a petición del enfermo porque está
sufriendo y quiere acabar con esa situación.

En México se permite la decisión de suspender o rechazar tratamientos que prolongan la


vida y los cuidados paliativos.

En México no es legal, pero se cuenta con la Ley de Voluntad Anticipada, la cual permite
que se rechacen tratamientos que ya no quiere el paciente, que sólo le prolongan la vida y
le causan sufrimiento. Se puede hacer directamente o mediante un documento de voluntad
anticipada para cuando no pueda decirlo directamente. La persona deja de recibir
tratamientos que ya no le ayudan; antes se llamaba eutanasia pasiva.

Muerte asistida

Práctica mediante la cual los médicos proporcionan los medios para que una persona pueda
causar su propia muerte voluntariamente. Esto suele hacerse recetando dosis letales de
medicamentos. Aunque participa indirectamente en la muerte de la persona, el médico no
causa directamente la muerte. La muerte asistida por un médico solo es legal en unos pocos
estados.

Una persona con una enfermedad terminal puede pensar en la muerte asistida por un
médico. Entre los factores que pueden hacer que una persona considere poner fin a su vida
están el dolor, la angustia y el miedo de depender de otros. Una persona que está muriendo
podría preocuparse de ser una carga para los demás y no darse cuenta de que sus seres
queridos quieren proporcionarle atención como una expresión de amor y como una parte
saludable de su propio proceso de duelo.

Legislación de la muerte en México


En México de acuerdo con La ley General de Salud9 título decimocuarto: Donación,
trasplantes y pérdida de la vida. Capitulo IV, pérdida de la vida, artículo 343, la pérdida de
la vida ocurre cuando:
I. Se presente la muerte cerebral, o
II. Se presenten los siguientes signos de muerte:
a. La ausencia completa y permanente de conciencia;
b. La ausencia permanente de respiración espontánea;
c. La ausencia de los reflejos del tallo cerebral, y
d. El paro cardiaco irreversible.
Ley de Voluntad Anticipada: El derecho a una muerte digna

La voluntad anticipada puede ser entendida como “la decisión que toma una persona de
ser sometida o no a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretendan
prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal y, por razones médicas, sea
imposible mantenerla de forma natural, protegiendo en todo momento la dignidad de la
persona” (Art. 1 de la Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal). Es importante
entender que la voluntad anticipada no prolonga ni acorta la vida, respeta el momento
natural de la muerte y favorece la atención y los cuidados paliativos al final de la vida, es
decir, ofrecer acompañamiento al paciente sin intervención médica durante esta última
etapa.

No es necesario estar enfermo o sufrir un accidente para firmar la voluntad anticipada. De


manera preventiva, cualquier persona mayor de edad puede hacerlo, acreditando su
identidad, eligiendo a sus representantes y expresando su voluntad. Al elaborar el
documento, la persona tiene la oportunidad de manifestar si desea o no donar sus órganos
después del deceso; el 50% de las personas ha manifestado su voluntad a favor de la
donación. Para poder ejercer la voluntad anticipada existen dos modalidades, a) el
documento, el cual se tramita ante notario público, y b) el formato que se otorga en
instituciones de salud públicas, privadas y sociales.

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