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Falacia

Te explicamos qué es una falacia, diferencias entre formales e informales y


ejemplos. Además, diferencias con los sofismas.

¿Qué es una falacia?

La palabra falacia proviene de la voz latina fallacia, que significa “engaño”. Es


empleada en el campo de la lógica y la retórica para designar
a aquellos argumentos que parecen válidos a simple vista, pero que no lo son.

Es decir, se trata de una forma de razonamiento erróneo, que se puede cometer


inocentemente o con la intención de manipular a los demás, dado que aunque
su lógica interna es errónea de todas formas puede resultar emocional o
psicológicamente eficaz.

Ahora bien, que un argumento no sea válido (o sea, que sea falaz) no significa
que sus premisas sean necesariamente falsas, ni que sus conclusiones lo sean
tampoco. Simplemente significa que el razonamiento que conecta a las premisas
y las conclusiones es incorrecto, defectuoso. En este sentido, las falacias son
errores procedimentales, y no tanto de contenido.

Las falacias han sido estudiadas desde la antigüedad clásica, especialmente la


grecorromana. Filósofos como Aristóteles (384-322 a. C.) le daban a la lógica
una gran importancia, y en sus Refutaciones sofísticas se aborda el tema de
manera exhaustiva, logrando identificar trece falacias diferentes, organizadas en
dos grupos: aquellas cuya invalidez depende del lenguaje, y aquellas en las que
no.

Desde entonces se han incorporado a la lista una importante cantidad de


falacias, identificadas generalmente con un nombre que encarna su mecanismo
de razonamiento ilógico. A continuación veremos algunos ejemplos.

Ejemplos de falacias

Veamos algunos ejemplos de falacias:

1. La falacia del hombre de paja


También conocida como “falacia del espantapájaros”, consiste en la
caricaturización, tergiversación y exageración de los argumentos del
adversario, para así sacarlas de contexto y que sean más fáciles de rebatir, cosa
que no sucedería si las enfrentamos a través de un razonamiento lógico
verdadero.
Su nombre proviene del hecho de que antiguamente se empleaban muñecos
hechos de paja para entrenar a los soldados en el combate, ya que los primeros
son inmóviles y fáciles de abatir.

Por ejemplo, imaginemos que alguien aboga por la legalización del aborto,
argumentando que es un hecho que ya ocurre en la sociedad y que requiere de
ciertos controles. Otra persona puede tratar de refutar ese argumento
acusándolo de querer legalizar el robo y el asesinato después.

El problema está en que la falacia no enfrenta lógicamente los argumentos a


favor del aborto que se le esgrimen, sino que inventa unos argumentos más
fáciles de combatir y arremete contra ellos, achacándoselos a su contrincante.

2. La falacia del francotirador

Esta falacia adquiere su nombre a partir de una anécdota, real o no, en la que un
supuesto francotirador disparó varias veces contra un granero en Texas,
Estados Unidos, y posteriormente dibujó una diana de tiro en su superficie, para
así aparentar que cada disparo había sido perfectamente planificado y
demostrando así su pericia con el rifle.

Similarmente, quien emplea esta falacia maquilla, adecúa o manipula la


información para producir un sentido a posteriori, y que parezca que todo es
producto de una conclusión lógica, hallando patrones donde no los hay, a
conveniencia.

Supongamos que alguien camina de noche y se encuentra un billete en el suelo.


Lo toma y mira hacia arriba, y le parece que las estrellas forman una flecha
señalando hacia el billete, así que decide que quien siga esa flecha, conseguirá
dinero regalado. Cuando alguien pone en duda que eso sea cierto, le muestra el
billete encontrado como evidencia.

Obviamente, un evento único no sirve para determinar un patrón, y la existencia


del dinero encontrado no prueba automáticamente sus causas, como las dianas
pintadas por el francotirador no demuestran que tenga buena puntería.

3. La falacia ad hominem

Su nombre en latín significa “contra el hombre” y quiere decir que, en lugar de


combatir las ideas del argumento, se combate a la persona que los propone,
dándolas así por inválidas mediante un razonamiento nada lógico. Es una falacia
sumamente común en distintos ámbitos de debate, sobre todo en la política, en
la que es común desvirtuar públicamente a un individuo para así desvirtuar
también sus ideas.
Por ejemplo, supongamos que un político propone una ley tributaria nueva, y en
lugar de combatir lo que la ley propone empleando argumentos que tengan que
ver con lo tributario, lo político o lo económico, sus adversarios le respondan
acusándolo de golpear a su mujer.

Sea o no cierta esta última acusación, por sí sola no dice absolutamente nada
sobre la ley tributaria y por ende no sirve para oponerse a ella, dado que la
popularidad o la moralidad de quien la propone no viene a cuento.

4. Falacia de la generalización apresurada

Consiste, como su nombre lo indica, en un procedimiento de extrapolación


o generalización que no se sostiene en premisas lógicas, sino que se da de
modo arbitrario, esto es, sin tener pruebas suficientes. Generalmente, estas
generalizaciones conducen a malas inducciones y conclusiones erróneas, de
modo que podemos considerarla un razonamiento inductivo falaz.

Imaginemos, a modo de ejemplo, que alguien adopta un gato, y que su mascota


demuestra una afición por comer chocolate. Entonces, generalizando
rápidamente, la persona decide que a los gatos les gusta el chocolate, sin
detenerse a pensar que quizá sea sólo a su gato al que le guste el chocolate, o
que tal vez a algunos gatos les guste y a otros no.

Falacias formales e informales

A lo largo del tiempo, las falacias se han clasificado de muy distintas maneras,
siendo la primera la que mencionamos al principio, obra de Aristóteles. Sin
embargo, más común hoy en día es la clasificación que las distingue entre
falacias formales e informales.
 Falacias formales. Son aquellas cuya invalidez puede demostrarse al
revisar las formas, o sea, el procedimiento lógico mismo, mediante
pruebas de validez.
 Falacias informales. Son aquellas cuya invalidez no radica tanto en lo
formal, o sea, en el método de razonamiento, como en el contenido de los
argumentos o la intención con que se formulan.

Falacias y sofismas

La diferencia entre falacia y sofisma era común antiguamente, pero hoy en día
se encuentra en desuso. Se basaba en las intenciones de quien lleva a cabo el
razonamiento inválido. De modo que, si esta persona no tiene intención alguna
de mentir, sino que simplemente se equivoca, estamos en presencia de una
falacia.
Por el contrario, un sofisma existe cuando una falacia se emite con mala
intención, o sea, a sabiendas del error lógico. Sin embargo, no siempre es
posible determinar las intenciones de una persona a partir de lo que dice, de
modo que esta diferenciación puede no ser tan útil como al principio aparenta.

Sigue con: Silogismo

Silogismo

Te explicamos qué es un silogismo en lógica, su estructura, relación entre


premisas, tipos, reglas y ejemplos. Además, qué es una falacia.

¿Qué es un silogismo?

En lógica, un silogismo es un método de razonamiento,


tanto inductivo como deductivo. Su nombre proviene del griego syllogismós y fue
estudiado por la filosofía de la antigüedad griega, especialmente por Aristóteles
(384-322 a. C.), quien fuera el primero en formularlo.

Se trata de un método fijo de razonamiento lógico que consta de tres partes: dos
premisas y una conclusión, esta última obtenida a raíz de las dos primeras.
Todo silogismo pone en relación dos partes mediante juicios, o sea, de su
comparación. Al primero, Aristóteles llamaba premisa mayor, al
segundo premisa menor y a la conclusión consecuente. Dichas partes suelen ser
entendidas como proposiciones, susceptibles de tener un valor verdadero (V) o
falso (F).
La lógica silogística o de silogismos es abundantemente practicada en la lógica
proposicional, dentro de estudios matemáticos o informáticos, y también dentro
del estudio de la filosofía.

Estructura del silogismo

Como dijimos antes, la estructura del silogismo es fija, sin importar el asunto que
abordan o la naturaleza de sus premisas, y consta de tres elementos:
 Una premisa mayor, equivalente a un predicado de la conclusión (P).
 Una premisa menor, equivalente a un sujeto de la conclusión (S).
 Un término medio, con el que P y S se comparan.
 Un consecuente o conclusión, al que se llega afirmando o negando la
relación entre P y S.
Estos términos se relacionan entre sí por juicios, que pueden ser de una
naturaleza determinada, dependiendo del tipo de afirmaciones o negaciones que
hagan:
 Universales: sostienen que una propiedad atañe a la totalidad de los
elementos, es decir: todo S es P.
 Particulares: por el contrario, extienden una propiedad sobre algunos
elementos de una totalidad mayor, es decir: algunos S son P.
 Afirmativos: también llamados de unión, proponen una relación de
equivalencia entre los términos: S es P.
 Negativos: también llamados de separación, proponen todo lo contrario a
los anteriores: S no es P.

Así, existen cuatro tipos de argumentos posibles a partir de un silogismo:


 (A) Universales afirmativos: Todo S es P (donde S es universal y P es
particular). Por ejemplo: “Todos los humanos deben respirar”.
 (E) Universales negativos: Ningún S es P (donde S es universal y P es
universal). “Ningún humano respira bajo el agua”.
 (I) Particulares afirmativos: Algún S es P (donde S es particular y P es
particular). “Algunos humanos nacen en Egipto”.
 (O) Particulares negativos: Algún S no es P (donde S es particular y P es
universal). “Algunos humanos no nacen en Egipto”.

Tipos de silogismo

Dependiendo de cómo se relacionen las premisas de un silogismo, podemos


distinguir algunas de sus clases, como son:
Silogismo categórico o clásico. Se trata del tipo usual y simple de silogismo, en
el que las premisas y la conclusión son proposiciones simples. Por ejemplo:
 Todas las semanas comienzan un lunes.
 Hoy es lunes.
 Entonces hoy comienza una semana.
Silogismo condicional. En este tipo la premisa mayor establece una relación de
dependencia respecto a dos proposiciones categóricas. Por ende, la premisa
menor o afirma o niega alguno de los términos, y la conclusión afirma o niega el
término contrario. Por ejemplo:
 Si es de día, entonces el sol brilla.
 Ahora no es de día.
 Entonces el sol no brilla.
Silogismo disyuntivo. En él la premisa mayor propone una disyunción, o sea, la
elección entre dos términos que se oponen, de modo que no pueden ser
simultáneamente verdaderos o falsos. Por ejemplo:
 Un animal nace siendo macho o siendo hembra.
 Un animal nace siendo macho.
 Entonces no es hembra.
Reglas de los silogismos
Los silogismos se rigen por un conjunto de reglas inquebrantables, como son:
 Ningún silogismo consta de más de tres términos.
 La conclusión no puede ser más extensa que las premisas.
 El término medio no puede estar en la conclusión.
Por otro lado, las premisas también poseen sus reglas:
 De dos premisas negativas no puede obtenerse ninguna conclusión.
 De dos premisas afirmativas no puede obtenerse una conclusión
negativa.
 De dos premisas particulares no puede obtenerse una conclusión válida.
Ejemplos de silogismos

A continuación, algunos ejemplos simples de silogismos:


 Quienes nacen en España son españoles. Mi madre nació en España.
Luego, mi madre es española.
 Sólo llego tarde cuando llueve. Hoy no llovió. Luego, llegaré a tiempo.
 Algunas personas no saben nadar. Para salvarse hay que nadar. Luego,
algunas personas no se salvarán.
 Todos mis amigos hablan español. Rodrigo no habla español. Luego,
Rodrigo no es mi amigo.

Falacias
La falacias son aquellos argumentos que formalmente parecen válidos, pero no
lo son. Ello no implica que sus premisas y conclusiones sean falsas ni
verdaderas, sino que la relación establecida entre ellas es inválida.
En sus Refutaciones sofísticas, Aristóteles identificó hasta trece tipos de falacia,
pero existen cientos de ellas en las clasificaciones modernas. Un ejemplo simple
de falacia es el siguiente silogismo:
 Todos mis compañeros son ingleses. Boris es inglés. Luego, Boris es mi
compañero.
Como se verá, se llega a una conclusión que no se extrae necesariamente de
las premisas, ya que el hecho de ser inglés no condiciona el ser un compañero,
sino al revés. De esa premisa inicial podríamos únicamente concluir que Boris es
inglés si se nos dijera que es un compañero.

Argumentos deductivos e inductivos

Te explicamos qué son los argumentos deductivos e inductivos, cómo


diferenciarlos, su importancia y ejemplos de cada uno

¿Qué son los argumentos deductivos e inductivos?


Los argumentos deductivos y los inductivos son dos formas en que pueden
presentarse los razonamientos lógicos.
La lógica procede por medio de argumentos. Estos están compuestos por una
serie de premisas de las que se deriva una conclusión. Según cómo sea la
relación entre las premisas y su conclusión, se estará frente a un argumento
deductivo o un argumento inductivo.
 Argumentos deductivos. La verdad de las premisas hace imposible la
falsedad de la conclusión. Estos argumentos se mueven por
consecuencia y necesidad lógica.
 Argumentos inductivos. La verdad de las premisas sugiere o “induce” la
verdad de la conclusión. Estos argumentos se mueven por probabilidad y
costumbre, no por necesidad lógica.
En el caso de los argumentos deductivos, la validez del argumento depende de
que se mantenga la verdad de las premisas en la conclusión. En su caso, los
resultados del razonamiento inductivo no pueden medirse en términos de validez
o invalidez, ya que solo afirman la probabilidad de ciertas conclusiones.

¿Cómo diferenciar argumentos deductivos e inductivos?


Los argumentos deductivos e inductivos se distinguen entre sí de acuerdo a su
lógica interna y al lenguaje empleado para formularlos. Sus principales
diferencias son:

Argumentos deductivos Argumentos inductivos

Se sostienen en bases lógicas, paso por Carecen de base lógica, se sostienen en


paso. la intuición y en la generalización.

Parten de premisas generales y arriban a Parten de premisas específicas para formular


una conclusión específica. una conclusión general.

Aspiran a ser concluyentes. Aspiran a una cierta probabilidad.

La relación entre sus premisas y sus La relación entre sus premisas y sus
conclusiones es de necesidad. conclusiones es de probabilidad.

Las conclusiones no dependen de ningún Las conclusiones dependen de elementos por


dato que no esté en las premisas. fuera del razonamiento.

Ejemplos de argumentos deductivos


1. Premisa: Los planetas son redondos.
Premisa: La Tierra es un planeta.
Conclusión: La Tierra es redonda.
2. Premisa: Los alumnos que hayan faltado al examen deberán rendir el
recuperatorio.
Premisa: Alfonsina es una alumna.
Premisa: Alfonsina ha faltado al examen.
Conclusión: Alfonsina deberá rendir el recuperatorio.
3. Premisa: Los cítricos son una gran fuente de vitamina C.
Premisa: El limón es un cítrico.
Conclusión: El limón es una gran fuente de vitamina C.
4. Premisa: Los domingos de febrero se juegan los partidos del campeonato
zonal de baloncesto.
Premisa: Hoy es domingo 13 de febrero.
Conclusión: Hoy se jugará un partido del campeonato zonal de
baloncesto.
5. Premisa: Los ganadores del concurso deberán subir al escenario.
Premisa: Marcelo obtuvo el primer premio en el concurso.
Conclusión: Marcelo deberá subir al escenario.
6. Premisa: El candidato debe obtener más del 50 % de los votos para ser
elegido presidente.
Premisa: El candidato del Frente Joven obtuvo el 23 % de los votos.
Conclusión: El candidato del Frente Joven no fue elegido presidente.
7. Premisa: Los hijos de Jorge son mis primos.
Premisa: Juan es hijo de Jorge.
Conclusión: Juan es mi primo.
8. Premisa: Los días feriados la peluquería permanece cerrada.
Premisa: Hoy es feriado.
Conclusión: La peluquería está cerrada.
9. Premisa: La raíz cuadrada de los números primos es un número
irracional.
Premisa: 7 es un número primo.
Conclusión: La raíz cuadrada de 7 es un número irracional.
10. Premisa: Todos los maestros de la escuela asistieron esta mañana a la
jornada pedagógica.
Premisa: Juliette es maestra de la escuela.
Conclusión: Juliette asistió esta mañana a la jornada pedagógica.
11. Premisa: Los mamíferos se reproducen sexualmente.
Premisa: El león es un mamífero.
Conclusión: El león se reproduce sexualmente.
12. Premisa: El agua hierve a 100 °C.
Premisa: El agua de la pava está hirviendo.
Conclusión: El agua de la pava está a 100 °C.
13. Premisa: La banda dará este año conciertos en todas las provincias de
Argentina.
Premisa: Neuquén es una provincia argentina.
Conclusión: La banda dará un concierto en Neuquén este año.
14. Premisa: Todas las hijas de Zulema tienen los ojos marrones.
Premisa: Nuria es hija de Zulema.
Conclusión: Nuria tiene los ojos marrones.
Ejemplos de argumentos inductivos
1. Premisa: Ayer llovió en la Ciudad de Buenos Aires.
Premisa: Hoy está lloviendo en la Ciudad de Buenos Aires.
Premisa: Mañana está anunciado lluvia en la Ciudad de Buenos Aires.
Conclusión: En la Ciudad de Buenos Aires llueve mucho durante la
primavera.
2. Premisa: La comida de este restaurante mexicano es deliciosa.
Premisa: La comida de este restaurante peruano es deliciosa.
Premisa: La comida de este restaurante venezolano es deliciosa.
3. Premisa: La comida mexicana, peruana y venezolana es comida
latinoamericana.
Conclusión: La comida latinoamericana es deliciosa.
4. Premisa: La maestra de computación lleva un delantal azul.
Premisa: La maestra de literatura lleva un delantal azul.
Conclusión: Todas las maestras de esta institución usan delantal azul.
5. Premisa: Mi hermano tiene un pastor alemán que pierde mucho pelo.
Premisa: Mi abuela tiene un pastor alemán que pierde mucho pelo.
Conclusión: Los perros de la raza pastor alemán pierden mucho pelo.
6. Premisa: En la escuela de mi barrio izan la bandera todas las mañanas.
Premisa: En la escuela de la esquina izan la bandera todas las mañanas.
Conclusión: En las escuelas izan la bandera todas las mañanas.
7. Premisa: Encontré un error de tipeo en este libro.
Premisa: Encontré otro error de tipeo en este libro.
Conclusión: Este libro tiene muchos errores de tipeo.
8. Premisa: El agua de la Plage de Maui es cristalina.
Premisa: El agua de la playa de Matira Beach es cristalina.
Conclusión: Todas las playas de la Polinesia francesa tienen agua
cristalina.
9. Premisa: El local de ropa deportiva tiene descuentos en sus productos.
Premisa: El local de ropa de hombre tiene descuentos en sus productos.
Premisa: El local de ropa para niños tiene descuentos en sus productos.
Conclusión: Hay muchos descuentos en los locales de esta calle.
10. Premisa: El cactus de mi balcón está en flor.
Premisa: El cactus del vecino está en flor.
Conclusión: En esta época florecen los cactus.
11. Premisa: El viernes había mucho tráfico en la autopista.
Premisa: Hoy es viernes y hay mucho tráfico en la autopista.
Conclusión: Los viernes hay mucho tráfico en la autopista.
12. Premisa: A Sonia le robaron el teléfono móvil en la calle Domano.
Premisa: A Pastor le robaron el teléfono móvil en la calle Domano.
Conclusión: Está habiendo muchos robos en la calle Domano.
13. Premisa: Suspendieron el vuelo a Lima de esta mañana.
Premisa: Suspendieron el vuelo a Lima de esta tarde.
Conclusión: Es probable que suspendan mi vuelo de esta noche a Lima.
14. Premisa: Mi gato maúlla.
Premisa: El gato de mi prima maúlla.
Conclusión: Todos los gatos maúllan.

Importancia de los argumentos deductivos e inductivos


Tanto los argumentos deductivos como los inductivos son formas de generar
información sobre el mundo. Estos dos tipos de razonamiento se usan de forma
constante en el día a día para explicar o conocer nueva información.
 Los argumentos deductivos. Son importantes a la hora de sacar
conclusiones en base a la información que se tenga. Por eso se los
considera explicativos, porque no generan nueva información, sino que
verifican la existente. Si las premisas son correctas, el argumento
deductivo permitirá llegar siempre a una conclusión correcta.
 Los argumentos inductivos. Son usados para realizar generalizaciones en
base a ciertas premisas. Este tipo de razonamiento es importante porque
permite obtener información a partir de algo que se observa. Hay que
tener en cuenta que los argumentos inductivos se basan en la
probabilidad, por lo que no siempre pueden ser verificados, y sus
conclusiones se dan por probables, no por ciertas.

Sigue con: Argumentación

Argumentación
Te explicamos qué es una argumentación, sus tipos, estructura y otras
características. Además, ejemplos de diversos ámbitos.

¿Qué es la argumentación?
La argumentación es una práctica discursiva que tiene como propósito
defender una postura o una opinión y disuadir al otro de la propia. Para ello
emplea razonamientos (argumentos) lógicos, conscientes, demostrables.

Se trata de un ejercicio común en ámbitos de confrontación de ideas, como los


parlamentos nacionales, los debates públicos o las negociaciones. Se
considera saludable para la convivencia democrática y para la pluralidad de
opiniones, ya que permite el contraste apasionado de ideas, en lugar de recurrir
a la violencia.
Al mismo tiempo, se llama argumentación (o Teoría de la argumentación) al
estudio de los argumentos, de la mano de la lógica, la filosofía y la oratoria, así
como a los textos argumentativos que una persona puede producir, en los
cuales hace uso de sus capacidades expresivas y de su razonamiento para
defender o atacar ciertas ideas.
El estudio de la argumentación proviene de épocas antiguas, cuando numerosas
escuelas de filosofía estudiaban el arte de la persuasión. De particular
importancia fueron los Sofistas de la Grecia clásica, quienes florecieron durante
la Atenas democrática del siglo V a. C., así como los posteriores filósofos Platón
(c. 427-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.), quienes cultivaron ampliamente
el arte de la argumentación.

Características de la argumentación
En líneas generales, todo ejercicio de argumentación cumple con las siguientes
características:
 Aspira a convencer, a modificar el punto de vista contrario, o sea, a la
persuasión.
 No consiste simplemente en opinar, sino en sustentar las opiniones de
manera comprobable.
 Se basa en la construcción y el manejo de argumentos. Emplea para
ello premisas, datos e información para sustentar lógicamente un punto
de vista.
 Apela a la razón y no las emociones.
Estructura de la argumentación
La argumentación no consiste en el manejo libre de las premisas, sino que se
apega a ciertas estructuras para resultar eficaz. Así, debe constar de:
 Una tesis a defender, o sea, a favor de la cual se argumenta.
 Un conjunto de premisas a partir de las cuales se desprende la tesis.
 Un argumento que vincula las premisas con la tesis a demostrar.
Las premisas toman la forma de un enunciado, del cual podrá extraerse
una conclusión a través de un razonamiento lógico, el cual podrá ser tenido
como válido, o no. Según Christian Plantin en La argumentación (2001), el
siguiente esquema describe una estructura argumentativa:
Dato → Propuesta
(premisa menor) (conclusión)
“Hoy es lunes” “Hoy hay clases”
Ley de pasaje
(premisa más general)
“La semana comienza los lunes”
Este esquema es semejante al propuesto por Aristóteles para comprender el
silogismo, en el cual se identifica una premisa mayor y una menor, las cuales
conducen a una conclusión apropiada.
En este caso, la argumentación consiste también en una premisa menor
(un dato que se tiene de antemano) y una Ley de pasaje (llamada también lugar
común o topoi) que es una premisa más general, similar a la premisa mayor de
Aristóteles. De la articulación de las dos, puede obtenerse una propuesta o
conclusión lógica.
Lo anterior, sin embargo, tiene que ver con el proceso mental de la formulación
de un argumento. A la hora de construir textos argumentativos, no suele
haber una estructura fija o debida a la cual ceñirse, sino que existe una
relativa libertad a la hora de plantear la información. En todo caso, ciertas reglas
lógicas aplican:
 Las premisas suelen darse antes de la conclusión.
 Las premisas requieren de una demostración, ya sea en ejemplos o
planteamientos hipotéticos o referencias a casos de autoridad.
 La validez de los argumentos debe demostrarse en el texto mismo.
 El cierre del texto suele ser la conclusión a la que se llega luego de
recorrer los argumentos.
Tipos de argumentaciones
Los argumentos pueden clasificarse de acuerdo a diferentes criterios, como son:
 Según su capacidad de persuasión. Esto es, según qué tanto
convenzan al otro, podemos hablar de argumentos débiles (fáciles de
rebatir), argumentos sólidos (difíciles de rebatir) o argumentos irrefutables
(imposibles de rebatir).
 Según su validez formal. O sea, según se adapten o no a un modelo de
lógica riguroso, podemos diferenciar entre argumentos válidos e inválidos.
 Según su contenido. Es decir, según el tipo de argumentos que
proponen, podemos distinguir entre diversas tendencias, enmarcadas en
categorías de tipo social y cultural que pueden variar, pero que a grandes
rasgos son:
 Tópico de la existencia. Aquellas cosas presentes se prefieren
siempre a las inexistentes. Por ejemplo: “Yo también amo el cine,
pero hoy no hay función”.
 Tópico de la utilidad. Aquello útil y productivo se prefiere siempre
a lo inútil u ocioso. Por ejemplo: “No sigas perdiendo el tiempo con
eso, si no lo vas a lograr”.
 Tópico de la moralidad. Aquello que se ciñe a las ideas
tradicionales de bien y mal, es preferible a lo que no. Por ejemplo:
“Una señorita de su casa no debería andar tan tarde por la calle”.
 Tópico de la cantidad. Aquello más abundante es preferible a lo
escaso. Por ejemplo: “Mejor llévate el vestido azul, ese color se
está usando mucho”.
 Tópico de la calidad. Aquello que se valora como de mejor
calidad, es siempre preferible a lo otro. Por ejemplo: “Prefiero
comprar un solo pantalón, pero que sea de buena marca”.

Ejemplos de argumentación
Son ejemplos de uso de la argumentación:
 Un debate parlamentario en el que participan diputados o senadores.
 Una defensa de tesis académica, en la que el tesista debe convencer al
jurado de la valía de su trabajo.
 Una discusión matrimonial en la que dos modelos de crianza del niño
deben congeniar en uno solo.
 Una publicidad electoral en la que se aboga por el voto a un proyecto
político y no a otro.

Ejemplos de argumentos
Te explicamos qué es un argumento y te ofrecemos ejemplos de cada tipo de
argumento, señalando las características de cada uno.

¿Qué es un argumento?

Un argumento es una expresión verbal de un razonamiento o una idea, con


la que se busca probar, justificar o refutar una proposición o tesis. Dicho de
un modo más simple, se trata de un razonamiento que utilizamos para atacar las
ideas ajenas o defender las propias en una discusión o negociación.

Los argumentos se formulan siempre como una proposición, y se caracterizan


por ser necesariamente coherentes y consistentes, es decir, deben tener
sentido evidente y no pueden contradecirse a sí mismos. Su objetivo es siempre
convencer al interlocutor o motivar en él una acción determinada, o bien refutar
un razonamiento (e impedir una acción), ya sea a través del uso de la razón, o
de la afectación de las emociones.

Por ejemplo, son argumentos los alegatos que hace un abogado defensor en un
juicio para intentar convencer al juez y al jurado de que el acusado no es
culpable de lo que se le acusa; pero también los que emplea el fiscal acusador
para derribar la defensa del acusado y lograr que se le sentencie.

Desde un punto de vista lógico, todos los argumentos consisten en un


conjunto de premisas que conducen a una conclusión determinada. De allí
que los argumentos se clasifiquen según el tipo de procedimiento empleado para
llegar a la conclusión, de la siguiente manera:

Tipos de argumentos (con ejemplos)

1. Argumentos deductivos

Los argumentos deductivos son aquellos que utilizan la deducción como


método para obtener sus conclusiones, yendo de lo general a lo particular.
Por ejemplo:

 Todos los humanos son mortales. Yo soy un ser humano. Así que
seguramente algún día moriré.
 Si los planetas son todos redondos y la Tierra es también un planeta,
seguro la Tierra es redonda también.
 Todos los animales respiran y todos los pájaros son animales, de modo
que todos los pájaros necesariamente respiran.
 Ningún ser humano ha pisado Marte, y Marte es el planeta más cercano a
la Tierra, de modo que ningún ser humano ha pisado un planeta exterior.

2. Argumentos inductivos

Los argumentos inductivos son aquellos que emplean la inducción como


método para alcanzar sus conclusiones, yendo de lo particular a lo
general. Por ejemplo:

 Yo soy mortal. Mis padres son mortales. Mis amigos son mortales. Por lo
tanto, todos los seres humanos son mortales.
 Mi amigo tiene un automóvil FIAT que funciona muy bien. Mi tía tuvo un
automóvil FIAT que también funcionaba muy bien. De modo que los
automóviles FIAT deben funcionar muy bien.
 Cuando estuve en Brasil comí comida muy rica. Cuando estuve en
Venezuela comí comida muy rica. Eso quiere decir que en Suramérica se
come comida muy rica.
 Hoy es lunes y no tengo trabajo. El siguiente lunes, tampoco. Es posible
que los lunes no vuelva a trabajar.

Más en: Argumentos deductivos e inductivos

3. Argumentos abductivos

Los argumentos abductivos son aquellos que emplean premisas


aparentemente inconexas para establecer una conclusión probable pero
inverificable. Por ejemplo:

 Anoche hizo mucho calor. Hoy amanecí con dolor de cabeza. Es posible
que mi dolor de cabeza se deba al calor de anoche.
 A mi madre le gusta el mar y es oriunda de la costa. Es probable que a mi
madre le guste el mar por ser oriunda de la costa.
 Las cosas por estos días me están saliendo mal. Mercurio está en mi
signo este mes. Cuando el planeta cambie de signo, me empezará a ir
mucho mejor.
 Durante el verano hay muchos incendios en esta zona. Ayer escuchamos
a los bomberos. Seguramente hubo un incendio en la zona.

4. Argumentos causales

Los argumentos causales son aquellos que alcanzan sus conclusiones a


partir de una relación causa-efecto entre las premisas establecidas. Por
ejemplo:
 Este verano hubo mucho sol y mis plantas crecieron enormemente. Por lo
tanto, el sol abundante hace crecer a mis plantas.
 Cada vez hay más gente invirtiendo en criptomonedas. El bitcoin no para
de subir de precio. Tal vez el bitcoin suba de precio porque hay cada vez
más gente invirtiendo en criptomonedas.
 La Luna está llena esta noche, y yo me he sentido más feliz que de
costumbre. Por lo tanto, estoy feliz cuando la Luna está llena.
 Hay más gente de lo normal en la estación de trenes. Debe tratase de un
retraso en la línea.

5. Argumentos de autoridad

Los argumentos de autoridad son aquellos que sostienen sus conclusiones


acudiendo al prestigio o la legitimación de quien enuncia las premisas, o
sea, acudiendo a la autoridad de quien afirma las conclusiones. Por ejemplo:

 El medicamento es seguro, así lo certifican las autoridades sanitarias.


 La atmósfera se está calentando, lo explican en prestigiosas revistas
académicas.
 Te toca a ti fregar los platos esta noche, aunque lo hayas hecho también
ayer. Papá dijo que era parte de tu castigo.
 El acusado debe ser declarado inocente, pues el juez admitió que no
existe evidencia suficiente para condenarlo.

6. Argumentos probabilísticos

Los argumentos probabilísticos son aquellos que sostienen sus conclusiones


empleando criterios estadísticos o probabilísticos, esto es, números que
reflejan la posibilidad de que la conclusión sea cierta. Por ejemplo:

 Si lanzamos al aire una moneda, existe un 50 % de probabilidades de que


salga cara.
 Salgamos con mi paraguas, pues hoy existe un 60 % de probabilidades
de llovizna.
 Si no dejas de fumar, tendrás 80 % más de chances de contraer una
enfermedad pulmonar.
 Vota por el candidato 1, en las encuestas dicen que tiene 60 % de
chances de ganar.

7. Argumentos emotivos o afectivos

Los argumentos emotivos o afectivos son aquellos que alcanzan sus


conclusiones mediante premisas no racionales, sino de tipo emotivo o
afectivo, movilizando las emociones en lugar de la razón. Por ejemplo:
 Done dinero a nuestra causa, las maestras de las escuelas rurales de
nuestro país se lo agradecerán.
 Hay que votar por el candidato 2, porque de otro modo nuestro estilo de
vida se verá amenazado.
 Deberíamos mudarnos, eso me hará muy feliz.
 Si no cuidamos estos lagos, ¿qué le dejaremos a las generaciones
futuras?

8. Argumentos por analogía

Los argumentos por analogía son aquellos que alcanzan sus conclusiones
estableciendo comparaciones entre diferentes referentes. Por ejemplo:

 Vamos a ver la nueva película de Marvel, pues la película anterior nos


gustó muchísimo y es probable que esta también.
 Si mi compañero estudioso no aprobó el examen, yo deberé esforzarme
mucho más todavía.
 Me gusta la ropa de esa tienda, pero a una amiga la trataron muy mal allí,
así que mejor compraré en otro lado porque no quiero que me traten mal
también.
 Si en este transportador no cupo nuestro gato, mucho menos cabrá
nuestro perro, que es más grande.

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