Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ahora bien, que un argumento no sea válido (o sea, que sea falaz) no significa
que sus premisas sean necesariamente falsas, ni que sus conclusiones lo sean
tampoco. Simplemente significa que el razonamiento que conecta a las premisas
y las conclusiones es incorrecto, defectuoso. En este sentido, las falacias son
errores procedimentales, y no tanto de contenido.
Ejemplos de falacias
Por ejemplo, imaginemos que alguien aboga por la legalización del aborto,
argumentando que es un hecho que ya ocurre en la sociedad y que requiere de
ciertos controles. Otra persona puede tratar de refutar ese argumento
acusándolo de querer legalizar el robo y el asesinato después.
Esta falacia adquiere su nombre a partir de una anécdota, real o no, en la que un
supuesto francotirador disparó varias veces contra un granero en Texas,
Estados Unidos, y posteriormente dibujó una diana de tiro en su superficie, para
así aparentar que cada disparo había sido perfectamente planificado y
demostrando así su pericia con el rifle.
3. La falacia ad hominem
Sea o no cierta esta última acusación, por sí sola no dice absolutamente nada
sobre la ley tributaria y por ende no sirve para oponerse a ella, dado que la
popularidad o la moralidad de quien la propone no viene a cuento.
A lo largo del tiempo, las falacias se han clasificado de muy distintas maneras,
siendo la primera la que mencionamos al principio, obra de Aristóteles. Sin
embargo, más común hoy en día es la clasificación que las distingue entre
falacias formales e informales.
Falacias formales. Son aquellas cuya invalidez puede demostrarse al
revisar las formas, o sea, el procedimiento lógico mismo, mediante
pruebas de validez.
Falacias informales. Son aquellas cuya invalidez no radica tanto en lo
formal, o sea, en el método de razonamiento, como en el contenido de los
argumentos o la intención con que se formulan.
Falacias y sofismas
La diferencia entre falacia y sofisma era común antiguamente, pero hoy en día
se encuentra en desuso. Se basaba en las intenciones de quien lleva a cabo el
razonamiento inválido. De modo que, si esta persona no tiene intención alguna
de mentir, sino que simplemente se equivoca, estamos en presencia de una
falacia.
Por el contrario, un sofisma existe cuando una falacia se emite con mala
intención, o sea, a sabiendas del error lógico. Sin embargo, no siempre es
posible determinar las intenciones de una persona a partir de lo que dice, de
modo que esta diferenciación puede no ser tan útil como al principio aparenta.
Silogismo
¿Qué es un silogismo?
Se trata de un método fijo de razonamiento lógico que consta de tres partes: dos
premisas y una conclusión, esta última obtenida a raíz de las dos primeras.
Todo silogismo pone en relación dos partes mediante juicios, o sea, de su
comparación. Al primero, Aristóteles llamaba premisa mayor, al
segundo premisa menor y a la conclusión consecuente. Dichas partes suelen ser
entendidas como proposiciones, susceptibles de tener un valor verdadero (V) o
falso (F).
La lógica silogística o de silogismos es abundantemente practicada en la lógica
proposicional, dentro de estudios matemáticos o informáticos, y también dentro
del estudio de la filosofía.
Como dijimos antes, la estructura del silogismo es fija, sin importar el asunto que
abordan o la naturaleza de sus premisas, y consta de tres elementos:
Una premisa mayor, equivalente a un predicado de la conclusión (P).
Una premisa menor, equivalente a un sujeto de la conclusión (S).
Un término medio, con el que P y S se comparan.
Un consecuente o conclusión, al que se llega afirmando o negando la
relación entre P y S.
Estos términos se relacionan entre sí por juicios, que pueden ser de una
naturaleza determinada, dependiendo del tipo de afirmaciones o negaciones que
hagan:
Universales: sostienen que una propiedad atañe a la totalidad de los
elementos, es decir: todo S es P.
Particulares: por el contrario, extienden una propiedad sobre algunos
elementos de una totalidad mayor, es decir: algunos S son P.
Afirmativos: también llamados de unión, proponen una relación de
equivalencia entre los términos: S es P.
Negativos: también llamados de separación, proponen todo lo contrario a
los anteriores: S no es P.
Tipos de silogismo
Falacias
La falacias son aquellos argumentos que formalmente parecen válidos, pero no
lo son. Ello no implica que sus premisas y conclusiones sean falsas ni
verdaderas, sino que la relación establecida entre ellas es inválida.
En sus Refutaciones sofísticas, Aristóteles identificó hasta trece tipos de falacia,
pero existen cientos de ellas en las clasificaciones modernas. Un ejemplo simple
de falacia es el siguiente silogismo:
Todos mis compañeros son ingleses. Boris es inglés. Luego, Boris es mi
compañero.
Como se verá, se llega a una conclusión que no se extrae necesariamente de
las premisas, ya que el hecho de ser inglés no condiciona el ser un compañero,
sino al revés. De esa premisa inicial podríamos únicamente concluir que Boris es
inglés si se nos dijera que es un compañero.
La relación entre sus premisas y sus La relación entre sus premisas y sus
conclusiones es de necesidad. conclusiones es de probabilidad.
Argumentación
Te explicamos qué es una argumentación, sus tipos, estructura y otras
características. Además, ejemplos de diversos ámbitos.
¿Qué es la argumentación?
La argumentación es una práctica discursiva que tiene como propósito
defender una postura o una opinión y disuadir al otro de la propia. Para ello
emplea razonamientos (argumentos) lógicos, conscientes, demostrables.
Características de la argumentación
En líneas generales, todo ejercicio de argumentación cumple con las siguientes
características:
Aspira a convencer, a modificar el punto de vista contrario, o sea, a la
persuasión.
No consiste simplemente en opinar, sino en sustentar las opiniones de
manera comprobable.
Se basa en la construcción y el manejo de argumentos. Emplea para
ello premisas, datos e información para sustentar lógicamente un punto
de vista.
Apela a la razón y no las emociones.
Estructura de la argumentación
La argumentación no consiste en el manejo libre de las premisas, sino que se
apega a ciertas estructuras para resultar eficaz. Así, debe constar de:
Una tesis a defender, o sea, a favor de la cual se argumenta.
Un conjunto de premisas a partir de las cuales se desprende la tesis.
Un argumento que vincula las premisas con la tesis a demostrar.
Las premisas toman la forma de un enunciado, del cual podrá extraerse
una conclusión a través de un razonamiento lógico, el cual podrá ser tenido
como válido, o no. Según Christian Plantin en La argumentación (2001), el
siguiente esquema describe una estructura argumentativa:
Dato → Propuesta
(premisa menor) (conclusión)
“Hoy es lunes” “Hoy hay clases”
Ley de pasaje
(premisa más general)
“La semana comienza los lunes”
Este esquema es semejante al propuesto por Aristóteles para comprender el
silogismo, en el cual se identifica una premisa mayor y una menor, las cuales
conducen a una conclusión apropiada.
En este caso, la argumentación consiste también en una premisa menor
(un dato que se tiene de antemano) y una Ley de pasaje (llamada también lugar
común o topoi) que es una premisa más general, similar a la premisa mayor de
Aristóteles. De la articulación de las dos, puede obtenerse una propuesta o
conclusión lógica.
Lo anterior, sin embargo, tiene que ver con el proceso mental de la formulación
de un argumento. A la hora de construir textos argumentativos, no suele
haber una estructura fija o debida a la cual ceñirse, sino que existe una
relativa libertad a la hora de plantear la información. En todo caso, ciertas reglas
lógicas aplican:
Las premisas suelen darse antes de la conclusión.
Las premisas requieren de una demostración, ya sea en ejemplos o
planteamientos hipotéticos o referencias a casos de autoridad.
La validez de los argumentos debe demostrarse en el texto mismo.
El cierre del texto suele ser la conclusión a la que se llega luego de
recorrer los argumentos.
Tipos de argumentaciones
Los argumentos pueden clasificarse de acuerdo a diferentes criterios, como son:
Según su capacidad de persuasión. Esto es, según qué tanto
convenzan al otro, podemos hablar de argumentos débiles (fáciles de
rebatir), argumentos sólidos (difíciles de rebatir) o argumentos irrefutables
(imposibles de rebatir).
Según su validez formal. O sea, según se adapten o no a un modelo de
lógica riguroso, podemos diferenciar entre argumentos válidos e inválidos.
Según su contenido. Es decir, según el tipo de argumentos que
proponen, podemos distinguir entre diversas tendencias, enmarcadas en
categorías de tipo social y cultural que pueden variar, pero que a grandes
rasgos son:
Tópico de la existencia. Aquellas cosas presentes se prefieren
siempre a las inexistentes. Por ejemplo: “Yo también amo el cine,
pero hoy no hay función”.
Tópico de la utilidad. Aquello útil y productivo se prefiere siempre
a lo inútil u ocioso. Por ejemplo: “No sigas perdiendo el tiempo con
eso, si no lo vas a lograr”.
Tópico de la moralidad. Aquello que se ciñe a las ideas
tradicionales de bien y mal, es preferible a lo que no. Por ejemplo:
“Una señorita de su casa no debería andar tan tarde por la calle”.
Tópico de la cantidad. Aquello más abundante es preferible a lo
escaso. Por ejemplo: “Mejor llévate el vestido azul, ese color se
está usando mucho”.
Tópico de la calidad. Aquello que se valora como de mejor
calidad, es siempre preferible a lo otro. Por ejemplo: “Prefiero
comprar un solo pantalón, pero que sea de buena marca”.
Ejemplos de argumentación
Son ejemplos de uso de la argumentación:
Un debate parlamentario en el que participan diputados o senadores.
Una defensa de tesis académica, en la que el tesista debe convencer al
jurado de la valía de su trabajo.
Una discusión matrimonial en la que dos modelos de crianza del niño
deben congeniar en uno solo.
Una publicidad electoral en la que se aboga por el voto a un proyecto
político y no a otro.
Ejemplos de argumentos
Te explicamos qué es un argumento y te ofrecemos ejemplos de cada tipo de
argumento, señalando las características de cada uno.
¿Qué es un argumento?
Por ejemplo, son argumentos los alegatos que hace un abogado defensor en un
juicio para intentar convencer al juez y al jurado de que el acusado no es
culpable de lo que se le acusa; pero también los que emplea el fiscal acusador
para derribar la defensa del acusado y lograr que se le sentencie.
1. Argumentos deductivos
Todos los humanos son mortales. Yo soy un ser humano. Así que
seguramente algún día moriré.
Si los planetas son todos redondos y la Tierra es también un planeta,
seguro la Tierra es redonda también.
Todos los animales respiran y todos los pájaros son animales, de modo
que todos los pájaros necesariamente respiran.
Ningún ser humano ha pisado Marte, y Marte es el planeta más cercano a
la Tierra, de modo que ningún ser humano ha pisado un planeta exterior.
2. Argumentos inductivos
Yo soy mortal. Mis padres son mortales. Mis amigos son mortales. Por lo
tanto, todos los seres humanos son mortales.
Mi amigo tiene un automóvil FIAT que funciona muy bien. Mi tía tuvo un
automóvil FIAT que también funcionaba muy bien. De modo que los
automóviles FIAT deben funcionar muy bien.
Cuando estuve en Brasil comí comida muy rica. Cuando estuve en
Venezuela comí comida muy rica. Eso quiere decir que en Suramérica se
come comida muy rica.
Hoy es lunes y no tengo trabajo. El siguiente lunes, tampoco. Es posible
que los lunes no vuelva a trabajar.
3. Argumentos abductivos
Anoche hizo mucho calor. Hoy amanecí con dolor de cabeza. Es posible
que mi dolor de cabeza se deba al calor de anoche.
A mi madre le gusta el mar y es oriunda de la costa. Es probable que a mi
madre le guste el mar por ser oriunda de la costa.
Las cosas por estos días me están saliendo mal. Mercurio está en mi
signo este mes. Cuando el planeta cambie de signo, me empezará a ir
mucho mejor.
Durante el verano hay muchos incendios en esta zona. Ayer escuchamos
a los bomberos. Seguramente hubo un incendio en la zona.
4. Argumentos causales
5. Argumentos de autoridad
6. Argumentos probabilísticos
Los argumentos por analogía son aquellos que alcanzan sus conclusiones
estableciendo comparaciones entre diferentes referentes. Por ejemplo: